Clube de Adictos a Deep Purple

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Púrpura Chess

This blog is basically a musical site. Here we talk about the music we like, using different angles. As dear and missed Jon Lord once said: “Music is the highest kind of Art that exists”. I think the same way too.

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jueves, 5 de diciembre de 2013

Nos deja Fernando Argenta.




Este martes, tres de Diciembre, ha fallecido tristemente Fernando Argenta. Músico, director, maestro, comunicador, divulgador musical y uno de los principales referentes de la cultura española.

Hijo de Ataulfo Argenta, pianista, violinista y director de la Orquesta Nacional de España. Fernando presentó el programa "Clásicos populares" en los años setenta, y el conocido programa de televisión "El Conciertazo", programa para niños y adultos que constituyó un hito fundamental en la tele española. Toda una vida dedicada a transmitir su pasión por la música.


Todavía recuerdo la única vez que asistí a la grabación de uno de sus programas. El hombre era exactamente igual de directo, sencillo y entrañable que en las retransmisiones del programa. En solo unos minutos podías aprender más pedagogía que en tres años de carrera de Magisterio. Su inagotable creatividad y carisma natural hacía que pequeños y grandes se sumergieran en su particular mundo de dramatizaciones, disfraces y violines. Desde luego conseguía que los niños le adoraran y, créanme, no es asunto sencillo. Pero esto es marginal.




Descanse en Paz.















sábado, 30 de noviembre de 2013

Gillan: "Shand grenade" (Solo) - Ian Gillan band: "Raped By Aliens". Los discos fantasmas II.


En esos años oscuros de su carrera discográfica, desde que dejó Purple en el setenta y tres hasta el año setenta y seis, Ian Gillan se dedicó a otras actividades como bien comentamos en la entrada anterior. Tras trabajar intermitentemente en la preparación del musical Cher Kazoo, que nunca llegó a publicar, le volvió a picar el gusanillo de la música. Decidió entrar en el estudio y grabar unas demos con unas canciones que estaban destinadas a conformar un disco en solitario que le devolviera al primer plano musical que nunca debió abandonar.

Gillan se rodeó de unos músicos con los que grabó las demos de un puñado de canciones con un aire más roquero que su proyecto musical para niños, de nuevo decidió no escoger el camino fácil. Los temas no tenían mucho que ver con la música de Deep Purple, volvemos a agradecer la variedad, sino que se movían en unos parámetros más cercanos a la música Pop de los años cincuenta, cosas del estilo de Little Richard, Jerry lee Lewis, Buddy Holy o Chuck Berry; conviene comentar que lo que hoy día conocemos como Rock en los años sesenta y setenta se denominaba Pop, aunque no tenía ningún parecido con la acepción de pop que tenemos en la actualidad.
El nombre provisional del grupo parece ser que fue Shand Grenade, un juego de palabras entre los términos “Shangri-la” y “Grenade”. Podemos comprobar que su corrosivo humor usa de nuevo un juego de palabras entre el paraíso terrenal y la destrucción militar. De cualquier modo no está claro si el nombre era el escogido para este proyecto o para el inicio de su posterior grupo, la Ian Gillan Band, con músicos distintos y una orientación más cercana al Jazz Fusión mezclada con el Rock.


Usó músicos de sesión para registrar estas canciones, los temas fueron grabados por el propio Ian junto a Dave Wintour (bajo), Bernie Holland (guitarra), Andy Steele (batería) y Mike Moran (teclados). Moran fue el único músico que continuó con Gillan en el grupo que formó al año siguiente, la Gillan Band. Durante los meses de Abril, Septiembre y Noviembre del año setenta y cuatro se encerraron en el propio estudio de Gillan, los Kingsway Recorders, para grabar las demos. Ian buscaba un estilo musical que, sin copiar a Deep Purple, llamara la atención de su antiguo equipo de management y produjeran el álbum. Los mánagers de Purple le instaron  a componer temas con una orientación más rockera y parece que el proyecto quedó en suspenso.

                                                          Bernie Holland. Guitarra.

De todos modos se conservaron una serie de temas de variada enjundia que hubieran conformado un disco variado y estupendo, con la esencia del Rock de los años cincuenta mezclado con un tratamiento de Pop británico de principios de los años setenta. Había mucha calidad y muy buenas composiciones. Se han rescatado las siguientes canciones:

-Trying to get to you.
-Ain’t that loving you baby.
-Driving me wild.
-Music in my head.
-You make me feel so good.
-She called me soflty.
-You led my heart astray.
-A little shape of plenty.
-Night and day.

                                                        Trying to get to you.

Martin Brich y Roger Glover se encargaron de la producción de los tres primeros temas. “Trying to get to you” es una adaptación del tema de Elvis Presley, gran ídolo de Gillan, con una producción de muchos quilates que le da a la canción un gancho interesante. Otra versión de este tema apareció en otro disco de rarezas de Gillan, “For Gillan fans only”, del que deberíamos hablar también en otro momento. El siguiente tema, “Ain’t that loving you baby”, es otra versión de Elvis y complementa ese espíritu rock’n’roll de las grabaciones. Gillan rescató esta canción para su gira en solitario de finales del ochenta y nueve, año en el que fue sumarísimamente expulsado de Deep Purple. Decidió montar una serie de bolos por Reino Unido durante esas navidades en los que demostró el gran nivel al que se encontraba, respondiendo sobre las tablas al grupo que le había echado aduciendo que no estaba en buena forma vocal. El tercer tema que produjo el tamden Birch-Glover era “Driving me wild”, recuperada de su anterior proyecto Cher Kazoo.
Las otras canciones fueron producidas por George Sloan y el propio Gillan. “You make me feel so good” fue la única canción que se recuperó en el primer disco que publicó la Ian Gillan Band, “Chile in time”, en el setenta y seis, un tema de base machacona y que parece que siempre le ha encantado al propio Ian y a Simon Robinson (presidente del Club de Fans oficial de Deep Purple), aunque lo cierto es que a mí nunca me ha dicho nada. Canción perfectamente olvidable, cosas de gustos. “She called me softly” tiene una especie de aire Country que podría recordar a alguna de las canciones del disco “Fireball” de los Purple. “Music in my head” es una preciosidad de tema con un fraseo de Gillan fantástico, demostrando la cantidad de matices de su entonación.


En general con estas composiciones Ian nos demuestra porqué es uno vocalista más importantes de todos los tiempos, combina potencia, timbre, una variedad de registros junto con una capacidad de entonación y gusto musical insultantemente privilegiados.
Pese a que las canciones anteriormente comentadas rayan a un gran nivel, “You led my heart astray” y “A little shape of plenty” constituyen las dos joyas del disco, sobre todo la segunda, con su estribillo in crescendo y un final intenso que resalta especialmente la labor a los teclados de Mike Moran

                                                        You led my heart astray.


                                                           A little shape of plenty.

En definitiva estamos hablando de una serie de canciones que podrían haber formado un disco en solitario muy compacto, con bastantes matices y exquisitamente variado, dentro del espectro de la música Rock pero lejos de la referencia de Deep Purple. Sin embargo al equipo de management no le convenció el estilo y estas maquetas se quedaron enterradas en el sótano de la casa de Ian. Una lástima.



IAN GILLAN BAND: RAPED BY ALIENS. 

  
Después de la publicación del disco en directo “Live at Budokan”, que en su día se editó como disco sencillo en Japón y más tarde se le añadió un segundo volumen, la Ian Gillan Band se encontraba en una especie de punto muerto. El grupo llevaba publicados tres discos de estudio y uno en directo pero no acababa de despegar en cuanto a popularidad. Puede ser que su elitista y arriesgada propuesta musical no gustase del todo a los antiguos fans de Gillan, que esperaban una música más cercana a sus días de gloria con Deep Purple. Sabemos lo complicado que puede resultar para un artista renovar su propuesta y que el gran público la acepte, siempre es una maniobra difícil pero digna de elogio. Ian Gillan se ha caracterizado durante toda su carrera musical por innovar en su propuesta artística, picando de diferentes flores musicales y buscando ofrecer algo distinto pero con su propia esencia y personalidad.


Cuenta la leyenda que expulsó a toda su banda de aquel entonces, menos al teclista Colin Towns, debido a una discusión sobre el estilo musical del grupo. Tras el directo del Budokan, Gillan y Towns decidieron variar la dirección musical a seguir, llevándola hacia derroteros más roqueros y menos jazzísticos. De cualquier modo el grupo ya tenía algunas ideas preparadas para el siguiente disco que se quedaron archivadas al cambiar el rumbo y los músicos de la banda. Unos años más tarde se editaron en el cd “Ian Gillan Band. Rarities”, mezcladas con las tomas instrumentales de algunos temas de los discos anteriores de la Gillan Band.


Lo cierto es que no había muchos temas preparados, tenían las líneas básicas de algunas canciones y solo una contaba con las voces del propio Ian Gillan, las otras melodías estaban interpretadas por John Gustafson. “Reaching out” es lo único cantado por Gillan, un delicado tema lento con el toque lírico de Colin Towns. Estas son las canciones que se han rescatado:

-Raped by Aliens.
-Reaching Out.
-Finally the finale.
-Vindaloo.
-You get what you ask for.

Este no es el orden en el que aparecen en el Cd pero es en el que he colocado los temas por una cuestión de mera lógica de fan enfermizo e irredento de la Ian Gillan Band. El tema “Raped by Aliens” comienza con una intro de teclado típica de los inicios de los discos de la Gillan Band, cortesía de nuestro querido Colin Towns, como no. Parece que las letras y melodías las compuso Gillan, aunque el tema está cantado por John Gustafson.  “Reaching out” es lo único que lleva la voz de Gillan, como hemos comentado antes, probablemente sería una de las primeras demos del tema. “Finally the finale” es un corte clásico de Jazz fusión de los que nos tenía acostumbrada la banda. “Vindaloo” y “You get what you ask for” son dos canciones que recuerdan mucho a trabajos anteriores de Gustafson, además de llevar su voz que, dicho sea de paso, no suena nada mal. No es comparable a la de Ian Gillan ni en cien vidas pero suena con fuerza y empaque.


Parece claro que “Raped by Aliens”, “Vindaloo” y “You get what you ask for” estaban preparadas específicamente para ese cuarto Lp que nunca vio la luz, los otros cortes parece que se grabaron en las sesiones del primer disco del grupo “Child in Time” y contaron con la colaboración de Roger Glover. No sabemos si, pese a grabarse antes, se pensaban usar para este último álbum. Lo cierto es que con una banda tan extrema, salvaje e inestable como la Gillan Band cualquier conjetura, por ridícula y esperpéntica que resulte, puede ser la acertada. En lo que a mí respecta lo tengo claro, el disco se habría llamado “Raped by Aliens” – un título que ni al pelo para la idiosincrasia del grupo – y esos cinco temas conformarían más de la mitad del mismo.

                                                                Raped by Aliens.







domingo, 24 de noviembre de 2013

Ian Gillan: "Cher Kazoo". Sus discos fantasmas. Los años oscuros.


Casi todos los grandes músicos y grupos tienen grabadas canciones, demos o incluso discos completos que no han visto la luz. Muchas veces las rupturas internas, las presiones y los contratos de las casas de discos, la propia inercia del mercado musical o terribles cúmulos de desafortunadas casualidades y circunstancias de lo más variopintas pueden hacer que un disco practicamente terminado quede condenado al ostracismo en el último oscuro baúl del sótano de cualquier discográfica.

Hay grandes ejemplos de discos fantasma, el que primero viene a mi mente es el famoso “Smile” de Beach Boys, superproyecto nunca acabado de Brian Wilson, devorado por sus visiones y locuras propias de genio único en su especie, y que por fin vio la luz el pasado año; pero hay muchos más, cuanto más longevo es el artista más fácil es que en algún momento de su carrera haya tenido que archivar un puñado de canciones que, quien sabe, igual de haber sido publicadas hubieran sido su pasaporte a la fama mundial y a la quintaesencia del arte.


Ian Gillan tiene varios “discos” de estas características. Tras el éxito mundial que obtuvo en Deep Purple en los primeros años setenta, las presiones propias de la fama y de la juventud hicieron que un triste veintinueve de Junio del año setenta y tres dejara al grupo y se alejara conscientemente de la música asqueado por el negocio. Volvió a publicar un álbum en el año setenta y seis, pero ese periodo de tres años de su vida fuera de la música me resulta fascinante.
Tras dejar Purple, Gillan decidió invertir su dinero en otros negocios, compró y habilitó un hotel cerca de Oxford, dotándole de excentricidades como una piscina exterior con forma de guitarra. Fue un fracaso. Después intentó un proyecto con una cadena de motocicletas, en esos años se produjo un colapso en la industria británica de motos. Otro fracaso. Lo siguiente que se le ocurrió fue adquirir y reformar unos estudios de grabación, los Kingway Recorders, donde grabaron nuestros queridos Barón Rojo o el propio Gillan sus discos en solitario posteriores. Pero lo importante ocurrió cuando su amigo Roger Glover le invitó a cantar en la presentación en directo de su disco en solitario “The Butterfly Ball”. Tras escuchar la estruendosa e intensa ovación que el público le ofreció en cuanto pisó el proscenio ese dieciséis de Octubre del año setenta y cuatro se dio cuenta por fin de que su misión en la vida era cantar encima de un escenario. No lo ha vuelto a dejar desde entonces.


El disco que nos ocupa es un proyecto que estaba en la mente de Ian Gillan desde finales del año sesenta y nueve. Por entonces cantaba en el grupo Episode Six junto a su amigo Roger Glover, el grupo hacía una especie de Pop británico de la época (nada que ver con el insulso Brit Pop actual). En sus inicios Ian era reacio a componer, siempre se vio como un actor que tenía buena voz pero, una vez más, su amigo Glover le instó a que compusiera un tema para el grupo y, desde ese momento, en su cabeza empezó a tomar forma Cher Kazoo. Sin embargo no comentó nada a la prensa hasta mediados del año setenta y uno.
En palabras del propio Gillan este proyecto era una “fantasía musical, animal y espacial”. Se trataba de una especie de película animada para niños, por lo visto ya tenía escritos los personajes, situaciones y diálogos. En el momento de la entrevista comentó que se encontraba trabajando en la música, ayudado por Roger Glover (como no), y que su agente estaba buscando ofertas de productoras cinematográficas para publicarlo. Pasaron los años y Gillan nunca más volvió a hacer ningún comentario sobre este proyecto. No sabemos qué habría de cierto y de vacilada en estas afirmaciones a la prensa, Ian siempre se ha caracterizado por ser una persona difícil para entrevistar y su ácido humor inglés es legendario, pero lo que está claro es que la música estaba ahí, como pudimos comprobar años más tarde.


El caso es que Chez Kazoo, la fonética francesa era deliberada, estaba compuesto y grabado. Constaba de once canciones:

-Overture (Instrumental)
-Cherkazoo
-What’s new Finnegan (Sin Gillan a las voces)
-Gentle Meadow (Instrumental)
-Hotwash
-The Bull of Birantis
-Driving me wild
-Monsters in Paradise
-Donkey Ride Dream
-Fight Scene (Instrumental)
-Lady Fair (con voces orquestales)

Parece ser que en las demos rescatadas aparecen otros tres temas: “Meadowland”, “Brother of mine” y “High & mighty woman”. No está claro que formaran parte de este proyecto y no canta Ian Gillan en ellos.
Parece ser que la mayoría de los temas se grabaron en demos en Septiembre del setenta y dos. Por lo visto existe un acetato con las canciones, suponemos que usado para moverlo entre las distintas compañías discográficas. Entre los músicos participantes nos encontramos, además de con el propio Ian Gillan, con Roger Glover tocando la guitarra acústica y los bajos, Jon Lord tocando algunos fragmentos de piano, Pete York en la batería y posiblemente colaboraran también algunos miembros de la ELO en algunos arreglos de cuerda. Incluso se comenta que Mark Bolan grabó las guitarras, extremo que no podría asegurar ni el propio Bolan, porque en esa época grabó muchas sesiones de estudio.


La música resulta bastante interesante, muy alejada del concepto Purple, cosa que se agradece por su variedad. Las melodías son bonitas y brillantes, perfectas para un público infantil, pero con enjundia. Hay un cierto regustillo a temas de los Beatles de la época de Sgt. Pepper’s o a los propios Episode Six. En general la escucha resulta muy cinematográfica, con unos arreglos dulces e ingeniosos que hacen sospechar la presencia entre bambalinas de Roger Glover ayudando aquí y allá en la estructuración de los temas. De hecho sospecho que alguno de los temas instrumentales los pudiera haber usado para su disco en solitario “The Butterfly Ball”, con temática y ambientación similar (también era una historia para niños); un disco que, dicho sea de paso, es una obra maestra que demuestra el inmenso talento compositivo que Glover atesora. En este álbum aparece una de las mejores canciones que haya escuchado jamás, “Sitting in a Dream”. Es que es mágico hasta el título.


Si tengo que destacar algún tema me quedo con la delicada línea melódica de la canción título, “Cherkazoo”, la lírica de “Mosters in Paradise” o “Donkey ride dream” y su toque country. Aunque todo lo que he escuchado me parece interesante y arriesgado. Desgraciadamente las maquetas al completo no han visto aún la luz, tenemos que conformarnos con unas cuantas canciones que salieron en el disco “Gillan: Cherkazoo and other stories”. Además, sorprendentemente, alguno de los temas instrumentales del disco en solitario de Roger Glover casan perfectamente con la línea y secuencia de las demos que tenemos en nuestro poder.


En lo que sí que tengo mis serias dudas es en lo referente al aspecto letrístico. La música me parece perfecta para entretener a pequeños y mayores, sin embargo no tengo del todo claro que nuestro querido Ian Gillan vaya a facturar unas letras aptas para todos los públicos. El hombre es un genio y un portento, desde luego, pero también es un cachondo total. En el tema título se presenta cantando como el “Professor pig”, profesor cerdo en español, una denominación con un delicioso doble sentido al que nos tiene tan acostumbrados nuestro vocalista preferido. “High & mighty woman” no está claro que formara parte de la obra, pero si así fuera encontraría ciertamente difícil encajar una canción con semejante título en una representación para niños. Seamos sinceros, hablamos de Gillan, un hombre que parece haberse pasado media vida buscando cuidadoras para sus vástagos. Aquí le tenemos, enternecido y preocupado por la educación de los infantes y preparado para guiarlos por el buen camino. Supongo que algo de ironía habría en todo esto, aunque con Ian nunca se sabe. Solo nos queda disfrutar de los temas que tenemos esperando que algún día los astros se coloquen para que el resto de las grabaciones vean la luz.





domingo, 17 de noviembre de 2013

Ponencias y charlas musicales. 5º Aniversario Subterráneo Heavy.com



El próximo fin de semana, concretamente los días 22 y 23 de Noviembre, están programadas una serie de ponencias y coloquios sobre cuestiones musicales. Se enmarcan dentro del quinto aniversario de Subterráneo Heavy.com. Rock And Metal Encounter, con la colaboración de la Asociación Juvenil Notas y Ruido. El lugar es el Centro Cultural de Campamento, en c/Sedano sin número, Carretera de Boadilla 40.


Durante el viernes por la tarde y la mañana del sábado se van a abordar temas de variada enjundia, desde charlas sobre el Metal Progresivo hasta reflexiones versadas en el papel y la historia de la mujer en el Rock. También hay un espacio para el debate sobre la piratería que, como se deje hacer, puede resultar bastante jugoso. Pocos temas despiertan tal diversidad de opiniones tan distintas y encontradas como válidas en sí mismas.

Los ponentes invitados son bastante interesantes, artistas como Salva Rubio, Leonor Marchesi, Antonio Andrades, Sito (Hummano) o el incombustible Pepe Mari (Bella Bestia). Os dejo el programa para que lo veáis. Desde luego que los organizadores han hecho un esfuerzo por presentar un cartel variado.


Solo desear que sea un éxito, felicitar a Subterráneo Heavy por su cumpleaños y a la Asociación Notas y Ruido. Animar a todas las demás asociaciones e iniciativas a seguir difundiendo la cultura en estos duros tiempos que corren, donde todos y cada uno de aquellos a los que hemos elegido en estos años de democracia para gestionar nuestro gobierno han confundido completamente su noble misión original y no pierden ocasión para denostarnos, dividirnos y enfrentarnos. Siempre es posible otro camino.


martes, 12 de noviembre de 2013

Great White: "Loveless".

 

La canción "Loveless" de los Great White ultimamente me tiene obsesionado. Desde hace unos días no consiguo quitarme de la cabeza esa exquisita melodía. Por Dios, parece de otro planeta. Es un tema simple, que no sencillo, con una base de lo más normal, unas rítmicas muy bonitas, una guitarra solista que lo pone todo en su sitio, sin una sola virguería de sobra, y con un arreglo en el estribillo que consigue que sea literalmente incapaz de dejar de canturrearlo día y noche allá donde voy.

Además, pese a que se titula "Sin amor" no versa sobre la tan manida cursilería de "mi chica me dejó" y todo eso. La letra no es nada del otro jueves, casi ninguno de los textos del universo musical valen mucho salvo honrosas excepciones - no quiero introdurime en el submundo gris de los cantautores con sus trilladísimos cuatro recursos y sus méritos hipervalorados - pero por su sencillez resulta insultantemente efectiva. Basicamente habla de la amistad.


La verdad es que un grupo como Great White ha pasado por casi todo lo que puede pasar una banda de Rock. Batiéndose el cobre desde mediados de los setenta en pequeñas salas de conciertos, encontrando el éxito masivo con discos como "Once Bitten..." o "...Twice Shy" (curioso y real juego de palabras) con los que literalmente vendieron millones de copias, viviendo hasta el último de los clichés de las estrellas de Rock de los años ochenta, o endiosándose y cayendo en picado en cuanto a popularidad hasta acabar recorriendo todos los tugurios de América.
Se han separado y juntando varias veces. Fue en una de sus actuaciones donde ocurrió el triste accidente de la sala de conciertos The Station Night Club en Rhode Island, Febrero de 2003. Durante el concierto se produjo un incendio que ocasionó la muerte de unas cien personas, incluidos miembros del propio grupo. Hasta los informativos nacionales se hicieron eco del triste suceso y del posterior juicio. Todo este asunto sumió en una profunda depresión al vocalista Jack Russell.

Las relaciones personales de sus componentes también darían para un buen libro. Peleados entre ellos, con problemas de drogas y alcohol, rehabilitaciones y renacimientos de sus propias cenizas cual Ave Fenix.
El cantante original Jack Russell fue expulsado de la banda en 2011 por problemas de alcoholismo. El hombre tuvo desde 2009 serios problemas de salud, con una perforación intestinal y varias hernias en la espalda que derivaron en diversas intervenciones quirúrgicas y consumo de tranquilizantes para paliar sus dolores. En esos momentos se refugió en la bebida y las pastillas para mitigar el dolor. Durante un tiempo tuvo que salir a escena apoyado en un bastón y sentado en una silla debido a sus problemas con la salud y los excesos.
La situación acabó de manera bastante desagradable, el resto de la banda, con el guitarrista fundador Mark Kendall al frente, le expulsó del grupo y se sumergieron en una de esas batallas legales con las que abogados y jueces compran sus excesivas mansiones en las zonas mas pudientes del planeta. El grupo siguió fuincionando bajo el nombre de Great White mientras que Russell fundo otra banda con el nombre de Jack Russell's Great White ofreciendo un repertorio lleno de canciones del grupo. Lo más irónico es que una gran cantidad de temas están compuestos por el propio Russell, como el que nos toca ahora mismo.


Hace poco salió la sentencia que permite a Great White seguir actuando bajo ese nombre y a Russell seguir usando el apelativo Jack Russell's Great White. De este modo tenemos a dos grupos tocando las mismas canciones, y lo peor de todo es que hay más casos como este.


En fin. Quedémonos con lo importante:

                                         Great White: "Loveless", del disco "Rising". 2009.


lunes, 4 de noviembre de 2013

Entrevista a Tony: De Sangre Azul a su disco en solitario.

Con motivo de la edición de su primer disco en solitario, el pasado año tuvimos el placer de entrevistar a Tony. En una agradable charla el cantante nos abrio las puertas de su casa y de sus inquietudes y recuerdos musicales. Hablamos sobre su último disco, "Las Fases de la Luna", y sobre toda su carrera musical. Incluso nos puso unas cuantas canciones de lo que debía ser el cuarto disco de la gran banda madrileña Sangre Azul (a micrófono cerrado, claro). Os dejamos esta interesantísima entrevista esperando y deseando que este excepcional cantante decida algún día volver a los escenarios en directo, tanto en solitario como con los clásicos Sangre Azul.



- ¿Cúal es tu primer recuerdo musical? ¿En qué momento te empezaste a interesar por la música?

Desde que tengo uso de razón. Recuerdo escuchar música en casa con mis padres desde pequeño, con tres o cuatro añitos cantaba todo lo que oía, hasta la sintonía del telediario. El deseo de cantar me viene desde siempre, pero sin ningún tipo de criterio o preferencia musical. Ahora bien, ya con unos catorce años recuerdo que escuché “Made In Japan” de Deep Purple, lo llevaba un amiguete del instituto en un casete diciendo que aquello era la bomba. Lo escuchamos y me dejó impresionado, no tenía nada que ver con cualquier cosa que hubiera escuchado antes, no sabía quienes eran, si tenían otros discos ni nada, pensaba que venían de otra galaxia. A partir de ese momento me empecé a interesar por este tipo de música. Más adelante fui investigando dentro del mundo del Rock y seguí escuchando y descubriendo bandas. Estamos hablando de principios de los ochenta, el Rock llevaba más de veinte años de vida y el volumen y calidad musical era muy amplia.
Yo había sido siempre muy de Beatles, que quizá fue el grupo que me metió el interés por el mundillo musical “en serio”, empecé a cantar sus canciones, incluso a día de hoy las sigo cantando. Lo que me marcó para escuchar Rock fue Purple, concretamente “Made In Japan”, querer cantar como Gillan y, aunque luego acabé  encontrando mi propio estilo, este fue el inicio.

-La buena música es buena música venga de donde venga.

Desde luego, de hecho sigo escuchando y redescubriendo, tanto a Beatles como a otros intérpretes.

- ¿Qué tipo de música escuchabas por aquel entonces? ¿Qué grupos te gustaban o te han marcado en estos primeros momentos?

Tras Deep Purple seguí investigando, otro grupo que me interesó mucho fue Queen, sobre todo los primeros discos como “Un Día En Las Carreras” o “Una Noche en La Ópera”. Después descubrí bandas como Kansas, Whitesnake y otros muchos más, gracias a un amigo que tenía una biblioteca musical inmensa. Tras escuchar Whitesnake decidí que eso era lo que quería hacer, no solo te hablo del pelotazo de “1987”, sino también de los discos más blueseros, como “Come And Get It” y los de esa etapa. Al final acabas encontrando tu propio estilo.
También Scorpions me llamaron la atención, aunque principalmente a partir del “Blackout”. Por ejemplo, el disco “Point of no Return” de Kansas lo escuché hace un montón de tiempo en casa de un amigo pero no sabía que era rock ni nada de nada, el caso es que me gustaba. Otros grupos que me impactaron fueron Toto, Foreigner o Chicago y otras bandas de AOR americano, que para mí representan la esencia del buen gusto, la máxima expresión preciosista dentro del rock. Ya de lleno en los ochenta, que me dedicaba plenamente a cantar en bandas, estaba muy atento a lo que se hacía en ese momento.


- ¿Qué tipo de música o grupos escuchas en la actualidad? ¿Cuales serían tus influencias o referentes musicales?

La gente sigue haciendo cosas interesantes. Lo último que he escuchado es un grupo que se llama Rival Sons, con una esencia pura de Led Zeppelín que me ha gustado mucho. Sigo los últimos movimientos de los clásicos, lo nuevo de Whitesnake o de Glenn Hughes, a ver si pudiera haber una nueva entrega de Hughes con Turner.
Lo que no hago es un seguimiento de lo nuevo que se edita porque dispongo de menos tiempo y la oferta es enorme. Hoy día es bastante más fácil hacer algo que suene bien y difundirlo gracias a todos los canales de comunicación que tenemos, internet ofrece una cantidad de material imposible de digerir. Antes tenías tus tres emisoras de radio, con sus ventajas e inconvenientes, disponías de un presupuesto limitado para comprar música y en general, adquirías pocos discos. Eso si, esos discos los tenías trillados, conocías las canciones, el orden, los surcos, la carpeta, las letras…hasta los tíos a los que les daban las gracias. Ahora con Spotify lo puedes escuchar todo. El tiempo que trabajo en casa siempre tengo música de fondo, pero cosas que ya conozco de AC/DC, Ozzy, Van Halen, etc. Los nuevos trabajos lo dejo para el coche, que lo puedo escuchar con más atención. Otra ventaja es que puedes comprar música sobre seguro, si te gusta algo lo compras, no como antes, que era un riesgo, porque podías no acertar.

-De todos modos se ha perdido ese concepto romántico de escuchar el disco o el cassette en casa.

Y tu relación con ellos, antes tenías una relación con tus discos, una relación con mayúsculas. Ponías el disco en el plato, lo limpiabas para quitarle la estática con  sumo cuidado, te sentabas con la carpeta y leías las letras mientras sonaban. Te deleitabas con el olor a nuevo, las fotos que había dentro y fuera del álbum, la contraportada… Se trataba de toda una serie de detalles que hoy día no disfrutas igual. Ahora lo escaneas, haces PDF, metes el zoom…toda una movida que le quita ese encanto, todo el ritual.
Cuando acababa el disco te levantabas y le dabas la vuelta, lo tocabas de nuevo con cuidado, era una relación especial…Te acababas sabiendo en que sitio saltaba la aguja y todos esos detalles. Hoy buscas en una carpeta del ordenador, seleccionas todas las canciones que quieres escuchar y ya está.

-Un amigo mío te escuchó una vez cantar en la factoría el “Child In Time” y se le pusieron los pelos de punta.

Escuché a Purple y dije: “Quiero sonar como esto”. Hombre, una cosa es cantar en privado, entre amigos y que mas o menos lo defiendas. Luego uno tiene que ser coherente con lo que mejor le suena, lo que quiere hacer y quiere transmitir


- Considero que tienes una gran voz. ¿Has tomado clases de canto o tienes algún tipo de estudio sobre el tema? ¿Tienes algún tipo de técnica para conservar la voz?

Yo me puse a cantar y ya está. Luego, más adelante me interesé por saber lo que estaba haciendo desde un punto de vista técnico y empecé a tomar clases para perfeccionar mis posibilidades… Además, me pareció más cómodo que tocar la guitarra y cargar con el trasto todo el día, ja ja.
En cuanto a cuidar la voz no tomo especiales medidas, lo único es que procuro no forzar la voz mucho cuando voy a locales en los que la música o el sonido ambiente está muy alto.

- ¿Estás interesado en otros instrumentos musicales o te centras en la voz?

Lo cierto es que quería ser guitarrista pero era muy perezoso para ponerme con todo el tema técnico y, como te he dicho antes, para cargar con el chisme a todos lados, ja ja.

-Afortunadamente la guitarra quedó en segundo plano. ¿Recuerdas el nombre del primer grupo musical del que formaste parte? ¿Qué nos puedes contar de estos primeros tiempos?

Recuerdo que había un amiguete que se había comprado una guitarra y se la llevaba a la calle, debía tener unos 16 años. Nos juntábamos los amigos en el barrio los fines de semana, con nuestras cervecitas - no sabíamos que eso se iba a llamar posteriormente botellón - y tocábamos música, mi amigo se compró una acústica y, como le gustaba mucho Leño, tocaba todos sus temas y todos cantábamos, pero poco a poco fuimos acercándonos el y yo para preparar los temas y eso.
Finalmente, este amigo guitarra y yo decidimos montar un grupo buscando a un bajista y un batería, no teníamos ningún plan preconcebido, simplemente queríamos interpretar música, el solo hecho de ir a un local a ensayar ya nos parecía una pasada. Desde ese momento decidí que me interesaba dedicarme a este mundillo de una manera más o menos profesional.
Estuve muy poco tiempo con ellos, el grupo creo que se llamaba Craken o algo así. Más tarde me ofrecieron cantar en otro grupo que tenía más proyección para lo que buscaba en ese momento, una banda llamada Cobra, que tenía un enfoque más serio, de actuaciones en directo y todo eso. Estuve con ellos un tiempo pero, por una serie de circunstancias personales entre los del grupo no pudimos continuar
Lo cierto es que antes de formar parte de bandas más conocidas he estado en bastantes grupos. Hasta que encajas es complicado, hice pruebas en grupos que luego no me gustaban, otros a los que no les gusté yo…de todo un poco.


-Debe ser difícil dar con alguien que tenga una visión artística similar a la tuya, que se produzca esa conexión.

Supongo que a cada uno le irá de una manera. El primer grupo en el que tocó Luis Santurde (batería de Sangre Azul) fue Sangre Azul, yo sin embargo di un montón de vueltas. Pero desde luego te puedo decir que el grupo en el que me encontraba cómodo para desarrollar mis ideas, mis inquietudes artísticas, además de encontrarme muy bien a nivel humano fue Sangre Azul.

- ¿Cúando realizaste tu primera actuación en directo? Dinos lo que te venga a la memoria de esa primera experiencia.

Fue con Craken, actuamos en el Egaleo de Leganés. Lo normal suele ser empezar tocando en sitios muy pequeños y sin embargo mi primera vez fue en un escenario profesional, que me parecía grandísimo, aunque la experiencia me encantó. Lo que ocurre es que este concierto nos salió de una manera aislada. Con Cobra ya había más deseo y proyección de actuar en directo y movernos.

-¿Desde estos primeros momentos estabas interesado en componer canciones?

Ya desde la época de Craken componía, pese a hacer versiones siempre nos interesó elaborar material propio. Esa fue una inquietud desde los inicios.

-Tony es tu nombre artístico ¿Te llamas así realmente?

No, mi nombre no es Tony, es un mote desde pequeño, así me llaman mis amigos y con este nombre se me conoce dentro del mundo artístico. Me encuentro muy cómodo con el.


-¿Cómo entraste en Muro? ¿Estaba ya formada la banda como tal?

Entré en Muro pero no formé parte de la formación original. Tenían a otro cantante con el que no siguieron, había otro bajista que no era Julito, el guitarrista tuvo que irse a la mili. En la banda hubo una serie de cambios en sus primeros momentos. Antes de entrar en Muro estaba en Marshall Monroe, un proyecto en que habría seguido pero se dieron unas circunstancias que hicieron que abandonáramos y en ese momento me quedé sin banda. Luego, estando en Muro, solucionaron esas cuestiones y el núcleo de la banda siguió adelante.
Lo de Muro surgió a través de la oficina de Javier Gálvez (RIP). Observé que no era del todo el estilo de música con el que me sentía más a gusto, pero también es verdad que me permitieron aportar ideas propias, siempre pensando en la línea musical del grupo. Además tenían un planteamiento profesional que me gustó, querían hacer conciertos, grabar un disco y estabilizar la banda, tenían su propia oficina de management.

-Desconocía el dato de Marshall Monroe. ¿Coincidiste allí con Juanjo Melero?

No, aparte de tocar con Jose Marshall, que era el alma mater de la banda, coincidí con Pepe Rubio futuro guitarra de Bella Bestia, del que me hice muy buen amigo. Me lo llevé a Muro cuando uno de sus guitarras se fue a la mili y, cuando me marché a Sangre Azul, Pepe se fue a Bella Bestia. El grupo se quedó entonces en cuadro, recuerdo que además el bajista se fue a la mili. Se quedaron Lapi y Largo, que después cogieron a Julio y a Silver. En el fondo creo que nos vino bien a todos porque pienso que Muro encontró su formación ideal. Todos contentos.

- ¿Qué tipo de música hacíais por aquel entonces en Muro? ¿Te sentías a gusto con la concepción del grupo?

Lo cierto es que me pareció un paso profesional interesante aunque faltaba tal vez lo más importante, musicalmente no estábamos del todo alineados, ellos ya tenían clara su propuesta Speed Metal cuando me incorporé. El tiempo que duró la experiencia estuvo bien, aprendí  mucho de la posibilidad de actuar en directo, y también les aporté canciones que ellos han seguido tocando en sus directos.

- ¿Porqué se acabó tu etapa en esta banda?

Lo cierto es que musicalmente no era lo mío y,  pese a que fue un momento de crecimiento muy bueno para ambas partes, aquello no acababa de llenarme. Desde un primer momento tenía la opción de incorporarme a Sangre Azul aunque me había comprometido con ellos y quería ser serio, pero cuando Sangre Azul y Lili se separaron y me llamaron de nuevo en firme, decidí dar el paso.


-¿Grabasteis alguna maqueta o demo que conserves de Marshall Monroe, Muro o algún proyecto anterior? ¿Conservas algo?

Con Marshall Monroe grabamos una maqueta de dos temas que sinceramente no tengo ni idea de donde estará, no sé si José Marshall la conservará. Con Muro hicimos una maqueta de tres o cuatro temas, las tengo pero bajadas en mp3 de internet, o sea que no es ninguna rareza. También conservo maquetas de Sangre Azul con temas que acabaron en los discos.

- ¿Cúal fue tu siguiente paso musical tras lo de Muro?

Conocía a Carlos Raya desde antes de estar en Muro, nos mostrábamos ideas, tocábamos, queríamos hacer algo conjunto,  pero siempre había algún pequeño problema que nos impedía tocar juntos, en el fondo no eran más que pequeñas tonterías, pero en su momento nos parecían un mundo.


- ¿Cómo se produjo tu entrada en Sangre Azul?

Lo cierto es que estaba en contacto con Carlos y a veces quedábamos para tocar cosas que teníamos. Cuando Carlos entró en contacto con el núcleo de lo que sería Sangre Azul, Luis y Martin, seguíamos en contacto. Más tarde entró con ellos Julio, el bajista, y solo les faltaba el cantante. En ese momento le recomendé a un amigo mío que cantaba bien y que les podía dar mucho juego, les hablé de Lili y le cogieron para la banda. Todo esto ocurría mientras estaba con Muro, recuerdo que las dos bandas nos presentamos al Trofeo Villa De Madrid y ganaron ellos, como no podía ser de otro modo por que eran realmente buenos.
Tras el concurso la relación del grupo con Lili no resultó ser todo lo buena que debiera, decidieron separar sus caminos y en ese momento me llamaron. Era el momento y el lugar, había que hacerlo. Así se abrió el nuevo capítulo de Sangre Azul.

- La banda ya estaba formada. Su cantante JL. Castañosa (Lili) de hecho creo que tiene la propiedad del nombre. ¿Por qué piensas que te buscaron para el puesto de cantante?

El grupo lo montaron Martin y Luis, luego se incorporó Carlos, después contaron con un bajista que no acabó de encajar y llegó finalmente Julio, que a su vez trajo un mánager. Finalmente yo les presenté a Lili.
Creo que estábamos predestinados a formar un grupo, desde que nos conocimos había una predisposición y una química que florecía cuando trabajábamos juntos y, bueno, parece que así se ha demostrado en nuestros discos y actuaciones.

- ¿Qué ocurrió con la propiedad intelectual de la marca Sangre Azul? Hay varias versiones sobre este asunto.

Por lo que yo sé, Lili registró la marca a su nombre cuando dejó de estar en Sangre Azul. No estaba en la banda entonces, con lo que sólo conozco una versión y es la que te he contado.


- El disco “Obsesión” fue un pelotazo, bueno, de hecho el grupo ganó el certamen Villa de Madrid. ¿Cuando llegaste al grupo ya estaban compuestas las canciones de vuestro disco de debut o pudiste colaborar en las composiciones?

Tenían las canciones que se grabaron en el maxi que editaron por ganar el Villa de Madrid. “Todo mi mundo eres tú” se incluye en el disco, “Rey De La Ciudad” aparece en la cassette. Los demás temas estaban un poco a medias a nivel de música y sin letra ni melodía, menos en los dos citados antes intervengo en el proceso compositivo del resto del disco.

- Grabasteis en Mediterraneo Estudios de Ibiza. ¿Era tu primera experiencia en un estudio de grabación?

No fue mi primera experiencia de grabación en un estudio como tal, antes grabé maquetas con Marshall Monroe o Muro. También tuve que grabar la voz de “Todo mi mundo eres tú” y “El Rey de la Ciudad” para poder moverlo por televisiones, hacer play backs y cosas así.

-¿Qué te pareció la grabación del álbum? ¿Cómo resultó todo el proceso?

La verdad es que no teníamos ni contrato ni nada, lo único que teníamos era mucha fe en el grupo, estábamos seguros de que íbamos a llegar a algo. En ese momento nuestro mánager era Javier Gálvez (DEP). Nuestro road mánager Darío McBrian, que acabó siendo nuestro mánager, habló con Vicente Romero, que era el alma mater de la gestión de los Mediterraneo Estudios y negoció nuestra grabación. Vicente nos conocía y nos había visto en directo, en realidad dentro del negocio seguían nuestros pasos, creo que pensaban que de ahí podía salir algo interesante. Grabamos “fiados”, nos dejaron ir pagando con lo que sacáramos de las actuaciones. Nos fuimos a Ibiza, grabamos el disco en una semana, lo produjimos y nos volvimos a Madrid con el master bajo el brazo para ver si lo podíamos vender a alguna compañía.
La sensación fue muy fuerte, debía tener unos veintidós años, imagínate que me sentía fenomenal, pensaba que tenía una edad adecuada para empezar a grabar  profesionalmente. Como trabajo fue también muy intenso, eran sesiones de dieciséis horas diarias, una experiencia agotadora pero muy gratificante. Estos estudios se encuentran en un complejo que también tiene un hotel para los grupos que graban, tienes tus habitaciones y todo como un hotel. Todo como de ensueño, piscina, habitaciones con todos los lujos, vamos, una pasada. Allí vivías, dormías y comías. Nosotros además éramos muy espartanos, no fuimos nunca un grupo de desfasar, intentábamos ser muy profesionales y trabajar mucho y muy serio, tanto en el local como en los conciertos, nos considerábamos unos peones del Rock.
Fuimos a Ibiza a trabajar, todos estábamos en el estudio en todo momento, aunque no estuviéramos grabando nuestra parte, hasta que terminamos de meter el último coro. Luego lo mezclamos y ya la última noche salimos un poco a conocer Ibiza y desahogarnos de toda la tensión acumulada. La sensación final fue de alegría por ver plasmado por fin nuestro trabajo en un vinilo y de ilusión por poder moverlo por las compañías de discos. Sin embargo no fue nada fácil lograr el contrato, no nos estaban esperando. Hispavox  se interesó en nosotros, les gustó la onda a lo Europe o Bon Jovi que escucharon en el disco y vieron un posible mercado para el disco. Pensaban que había un cierto paralelismo entre estas bandas extranjeras y nosotros. Lo cierto es que, aunque puede haber una ligera influencia de bandas como Europe, nosotros teníamos otros grupos de cabecera, como los que te he comentado antes. Bon Jovi me gustaba bastante, pero Europe no especialmente. Whitesnake nos parecía más el modelo a seguir.
  

- El disco tiene grandes canciones, con mucho gusto: “América”, “Maestro del Crimen”, Solo fue un sueño”.... ¿Qué recuerdos tienes en general de este disco?

Imagínate, la primera vez que grabas en un estudio “en serio”, cuando por fin tienes tu propio disco bajo el brazo… la sensación es muy agradable y fuerte a la vez. Este disco para mí fue muy especial por ser el primero, aunque es cierto que guardo muy buenos recuerdos y estoy plenamente satisfecho de cada uno de los tres discos de Sangre Azul. También te digo que, a nivel de sonido, hicimos lo mejor que pudimos teniendo en cuenta los recursos y presupuesto de que disponíamos en ese momento. Es cierto que si lo mezclásemos de nuevo, con la tecnología de hoy día, el resultado final sería impactante aunque también es cierto que una obra es lo que es y, muchas veces, si pretendes retocarla puede que pierda su encanto para el público.

- Firmasteis en el antiguo Disco Play de los sótanos de Gran Vía, recuerdo que yo estaba entre los que fue a la firma. De alguna manera llenasteis un hueco en aquellos años dentro del Rock duro español, todo el mundo hablaba de vosotros. ¿Percibisteis ese interés?

“Obsesión” nos puso en la palestra, en boca de la gente. No fue fácil de todos modos, pasábamos de Barones y Obuses a otro concepto de música, letras e imagen que no tenía nada que ver. Teníamos nuestros detractores, toda la corriente del Rock Urbano representaba lo contrario a nuestra propuesta. El Drogas y yo, por poner un ejemplo que ilustre este comentario, éramos conceptos distintos en cuanto a música, letra, imagen o interpretación. Curiosamente después nos encontramos con un sector del público al que le gustaba Barricada y Sangre Azul, con el paso del tiempo me he dado cuenta de que no se trataba de entender nada, sino de hacer tu música lo mejor posible y esperar que a la gente le pueda gustar lo que honestamente propones.
Creo que nos ganamos el respeto de la gente gracias a nuestro directo, jugaba a nuestro favor que la expectativa que tenía la gente sobre nosotros era baja, así que cuando nos veían en directo se llevaban una sorpresa positiva, el espectáculo les parecía preparado y poderoso. Enseguida subes enteros, lo que a la larga acaba siendo un reto, porque cada vez la expectativa es mayor y tienes que superarte más. Sinceramente pienso que no teníamos nada que envidiar a otros grupos extranjeros, salvando la distancia del nivel de inversión económico y los medios de que disponíamos.

- ¿Te pareció adecuada la promoción que Hispavox hizo con este disco?

Hispavox llevaba a artistas muy diversos, como Mari Trini, Bertin Osborne, Loquillo, Luz y otros muy alejados del concepto de Rock duro, podríamos decir que fuimos su apuesta dentro del Rock. Además nosotros éramos muy disciplinados y serios, cumplíamos nuestros compromisos e íbamos allá donde nos llamaran para hacer  promoción o lo que fuera.


- Tocasteis por España. ¿Empezasteis de invitados de otros grupos en las actuaciones o ya tocabais de cabeza de cartel? ¿Qué recuerdos tienes de esa primera gira al frente de Sangre Azul?

Hacíamos de todo, de teloneros de otros grupos, solos en pequeñas salas o en fiestas patronales, donde nos llamaran. El hecho de estar en la oficina de Javier Gálvez nos facilitó la posibilidad de hacer festivales con otros grupos, puesto que el llevaba a casi todas las bandas de Rock duro de ese momento. Sin embargo llegó un momento en que vimos la necesidad de trabajar con un manager para nosotros. Javier lo hizo fenomenal, pero trabajaba con un montón de grupos y nosotros buscábamos a alguien que nos llevara en exclusiva. Convencimos a Darío McBrian, nuestro road manager, para que montara su propia oficina. Más adelante se encargó además de otros grupos como Angeles Del Infierno o Manzano entre otros, lo que permitió montar festivales o carteles conjuntos.

- ¿Con qué otros grupos tocasteis en estos primeros años? ¿Cómo fue esa experiencia con las otras bandas nacionales?

Aprovechamos que Darío llevaba a otras bandas para hacer carteles conjuntos, pero en realidad, como firmes creyentes de nuestro proyecto musical, tocamos siempre que tuvimos ocasión y se dieron las condiciones, tanto en solitario como con otros grupos.

-Algunas versiones que interpretabais en directo eran temas  como “Rock and Roll all night” de Kiss. A veces “Day Tripper”. ¿Tocasteis o ensayasteis alguna otra versión?

Tocábamos bastantes versiones en la época que no éramos muy conocidos. De Kiss hacíamos “I was made for loving you” o “Sure know something” en los primeros momentos, más adelante tocábamos “Rock n Roll all night”, que era más conocida, o “We´re not gonna take it” de Twisted Sister. Otra que tocábamos a veces era “We will rock you”, solo la parte de las voces. “Day Tripper” de los Beatles la tocamos durante un tiempo.


-Vuestro segundo disco, “Cuerpo a Cuerpo”, se publicó al año siguiente, 1988.  ¿Fue decisión vuestra grabar  y editar al año de publicar “Obsesión”?

Es que antes se hacían las cosas de esa manera, no había posibilidad de escoger. Cada disco fue un poco más estresante que el anterior. Para componer los temas de “Obsesión” tuvimos más tiempo, en el siguiente sabías que tenías un año para promocionar el disco, actuar en directo y preparar el próximo. Aprendimos a trabajar  bajo esa presión, creo que “Cuerpo a Cuerpo” consolidó al grupo en ese momento aunque este ritmo supuso llegar al estudio justo habiendo acabado de componer los temas. Y en “El Silencio de la Noche” ni te cuento, llegamos al estudio con dos canciones sin terminar.

-¿Las canciones se compusieron específicamente para este disco o recuperasteis ideas anteriores?

Se compuso todo específicamente para el disco, nuestro grupo funcionaba muy en su momento actual, la propia banda iba evolucionando y  normalmente lo que desechábamos para un disco no lo usábamos en el siguiente. No buscábamos en el baúl de los recuerdos

-¿Cómo era el proceso compositivo en Sangre Azul? ¿Usabais apoyos externos para componer o arreglar los temas?

Normalmente alguien traía una idea de casa, los guitarristas o yo, y se le empezaba a dar forma entre todos. Otras veces se llegaba solo con un estribillo y el resto le daba forma, eso en cuanto a la música. De las letras nos ocupábamos todos, aunque principalmente Carlos y yo. Lo realmente difícil era cuadrar la letra con la melodía, primero componíamos la música y la melodía de voz, lo complicado era encajar la letra dentro de la melodía. Cuando primero escribes una letra y después la música tienes muchas más posibilidades de jugar con las palabras, no estas condicionado por la métrica, pero si tienes toda la melodía cerrada es más complicado, hay que buscar las palabras adecuadas y que no se pierda la sonoridad que deseas. Nosotros componíamos de tal modo que musicalmente nos gustara el todo, no queríamos sacrificar la música por la letra.
De los arreglos también nos ocupábamos nosotros. Generalmente no usábamos apoyos externos, sin embargo tanto en “Cuerpo a Cuerpo” como en “El Silencio de la Noche” usamos la ayuda del teclado de Miguel Ángel Collado.


-El sonido del disco me parece mejor y más compacto que en “Obsesión”. ¿Cómo fue la grabación y producción del mismo?

Los volvería a mezclar enteros todos, ja ja, pero eso no cuenta. La opinión del artista con respecto a su obra  siempre es compleja. Hay un pintor, Antonio López, que cuando vende un cuadro firma con el comprador una cláusula por la que el propio pintor puede ir a casa del comprador en el caso de que desee retocar algo. Esto te da la idea del artista sobre su obra.
Con la tecnología y los medios de hoy en día, si coges estos discos pueden sonar mil veces mejor, aunque también es cierto que nosotros éramos muy exigentes con el resultado final de nuestros discos e intentábamos siempre dejarlos lo más perfectos y cercanos a nuestra visión posible. No obstante, desde el mismo momento que estaba terminado, empezábamos a ver que esta voz no estaba todo la clara que queríamos, o esta guitarra no tenía el brillo adecuado, pequeños matices propios de alguien perfeccionista. Eso no quita para que estemos orgullosos de lo que hicimos en el momento en que estábamos y con los medios que disponíamos.
Imagínate que ahora Carlos Raya, con el nivel que tiene como productor, cogiera esas pistas y se las llevara a su casa. Lo iba a mejorar muchísimo, pero igual a los fans no les gustarían las nuevas mezclas. Por  eso las cosas como  son están bien. Si le preguntas a Leonardo Da Vinci igual retocaría “La Gioconda”, pero seguro que a todos nos parecería mal.

-Me parece un disco con grandes canciones. Desde el inicio con “No eres nadie”, “Cuerpo a Cuerpo”,  y “Nacido para ganar”. En los tiempos del vinilo y cassette, con su cara A y B, me parece un arranque de disco perfecto. ¿Qué te parece?

Hay canciones que cuando las tocas en el local te parecen una cosa y cuando las grabas en un estudio toman una dimensión diferente, tanto para bien como para mal. Nosotros acertábamos bastante, con los singles y demás, los discos nos parecían muy completos, sobre todo cuando los acabábamos. Con el paso del tiempo algunas canciones aguantan bien y otras se ven con otra perspectiva pero, en general, me parece que los discos están bien como están.

-Hay dos canciones en este disco que siempre me han llamado la atención especialmente. La primera es “Si tú te vas”, muy directa y melódica, y la otra se llama “Dueño y Señor”, uno de los mejores temas del disco. ¿Qué nos puedes contar de estas canciones?

                                                      Sangre Azul: "Dueño y señor".

Son dos grandes temas, desde mi punto de vista. “Si tú te vas” cuenta una experiencia propia en la que lo pasé muy mal cuando me dejo mi chica de entonces. “Dueño y Señor” es ficción, aunque no sería difícil encontrar personas como la que se describe. Musicalmente me parecen dos canciones excepcionales.
  
-El disco acaba con vuestro único instrumental, “Alejandría”. ¿Fue premeditado, buscabais un instrumental, o salió así?

En aquellos tiempos se llevaban los instrumentales, todos los grupos tenían alguno. Nosotros tocábamos un tema instrumental de Yngwie Malmsteen en directo, nos venía bien para descansar la voz y además el resto de la banda se lo pasaba muy bien haciendo sus virguerías. Por eso un día decidimos tener nuestro propio tema instrumental, algo un poco épico, para disfrute de los instrumentistas y descanso para la voz.

-Hay un tema grabado por esa época que no se incluye en el disco, “Noche de Sangre y Barro”, con una historia detrás de ella. En la letra colabora Pablo Ordúñez “El Pirata”. ¿Qué nos puedes comentar de esta canción?

El Pirata escribió esa letra a raíz de un viaje que su emisora organizó para ver un festival en París, tuvieron un accidente con el autobús, nada grave pero un buen susto. Hizo una letra narrando el suceso y nos pidió que le pusiéramos música. Lo cierto es que nos llevábamos muy bien con él, nos lo propuso y nos pareció buena idea, fuimos a un estudio que nos buscó y la grabamos para él. Fue algo hecho desde la amistad, sin idea de comercializarla, nos pareció un bonito gesto para recordar esa historia del viaje.

-En esta época J. Martín dejó la banda. ¿Por qué abandonó Sangre Azul?

Llegó un momento en el que no llevábamos el mismo camino, nosotros queríamos que el grupo evolucionara de una determinada manera y él no terminaba de acoplarse. Fue una cuestión de evolución del grupo y llegó un momento en que era obvio que debíamos separarnos.


-Entró Juanjo Melero en el grupo. Músico de Marshall Monroe, gran intérprete y muy buena elección. ¿Cómo contactasteis con Juanjo? ¿Quién pensó en él para el puesto vacante?

Teníamos en mente varios candidatos que estuvimos valorando. No queríamos hacer un casting ni nada por el estilo, de las personas que conocíamos y que podían sustituir a Martín pensamos que Juanjo era el que mejor se adecuaba a nuestra idea, tanto musical como personalmente, y creo que acertamos.
Como grupo convives muchas horas, viajas, comes y duermes con la banda, es muy importante que haya una cierta conexión también a nivel personal, y Juanjo era y es una excelente persona.

-¿Cómo fue la gira de presentación del disco? Ya os habíais creado una reputación a nivel estatal.

La verdad es que muy bien y muy contentos. En España teníamos un nombre, la gente nos conocía, cantaba nuestras canciones, así que teníamos mucho ganado, que lo nuestro nos había costado. Me parece que hicimos más de ochenta galas ese año, estábamos deseando tener algo de tiempo para componer.

-Cruzasteis el charco y actuasteis en Sudamérica. ¿Cómo se vivía Sangre Azul al otro lado del charco?

Tocamos en México invitados por Ángeles del Infierno, que ahora están afincados allí, creo. Después hicimos algún concierto nosotros solos, pero en un primer momento fuimos con Ángeles, que eran más populares.
Es un cambio, de tocar  en sitios donde el público te conoce y sabe tus canciones a ir a lugares donde no te han escuchado, pero eso te motiva más y te predispone a dar lo mejor de ti mismo. Como todo en la vida, se trata de un aprendizaje.

-¿No os planteasteis una mayor proyección en el exterior? Grabar en inglés, buscar una compañía que os pusiera en el mercado anglosajón…

Lo contemplamos muy al principio, cuando grabamos “Obsesión” preparamos algunas letras en inglés pero la compañía finalmente lo desestimó y no lo volvimos a retomar.
A mi personalmente me hubiera encantado. En España no teníamos ninguna duda, en aquellos había que cantar en español, hoy día la cosa no está tan clara, creo que las miras están más  abiertas. Sin duda la música rock se hizo para cantarla en inglés, la sonoridad del idioma y sus recursos son mejores para la cuestión melódica.


-Un año después, nuevamente a grabar y editar disco, “El Silencio de la Noche”. ¿Os encontrabais motivados para componer o era más indicación de la compañía de discos?

Lo cierto es que habíamos tocado mucho en directo ese año, buscábamos los momentos para poder componer. Tocar  en directo está fenomenal, pero al que es creativo también le motiva mucho poder componer, es un complemento muy importante para tu faceta de artista. El caso es que alternamos las galas y el trabajo de local como pudimos, de hecho entramos en el estudio con un par de letras sin acabar.

-El disco suena de auténtico lujo, producción muy cuidada. ¿Estás satisfecho con el sonido del álbum?

Me parece que el disco es muy completo, mucha gente dice que es el mejor de los tres pero para mí cada disco tiene su atractivo. Debo decir que estoy muy satisfecho de cada uno de los discos que grabamos con Sangre Azul.

-El tema “Abre Fuego” me recuerda al rollo Rainbow, Purple. Sabes que somos un club de fans de Deep Purple. ¿Os sentíais de alguna manera influenciados por la música de DP, Rainbow, Whitesnake, Dio…?

Claro que está presente, dentro de nuestro catálogo de bandas favoritas siempre estuvieron grupos de la saga Purple, empezando por los propios Deep Purple. Blackmore es un icono para Carlos que, como buen fan de Yngwie, acabó buscando las raíces y está claro de donde vienen las influencias de Malmsteen. Rainbow nos gustaba a todos, antes de grabar  “Obsesión” hacíamos la versión de “Since You´ve been gone”, bajando el tono, claro, porque lo de Graham Bonnet era para morirse. De hecho dejamos de hacer la versión ya que a mí no me acababa de sonar, y no hicimos más canciones de Graham por que vocalmente era muy complicado interpretar en ese tono. Uno de nuestros discos de cabecera durante las sesiones de grabación de “Obsesión” era “No Parole from Rock n Roll”, que no deja de ser Rainbow pero de otra manera. Debo tener casi todos los discos de Rainbow, para mí es un grupo de culto tanto o más que los propios Purple. Recuerdo el día que apareció  Joe Lynn Turner en mi vida, nunca antes lo había escuchado, cantó en “Difficult to Cure” y desde ese mismo momento pasó a ser uno de los cinco mejores cantantes que nunca haya escuchado, con mucha clase y gusto, de la escuela de Steve Perry que es otra maravilla.
Todas estas influencias están presentes, vamos bebiendo de las mismas fuentes, siempre digo que al final todo acaba en el Mississippi, en un negro con una guitarra. Otra banda que nos gustaba mucho era Dokken, a Carlos le gustaba George Lynch, investigabas y podías escuchar la influencia de los clásicos. Con Whitesnake en sus distintas etapas pasa igual, es todo una evolución.


-Este disco tiene dos temas lentos, en mi opinión, distintos a lo que habíais hecho en discos anteriores. “No puedo estar sin ti” y “El Silencio de la Noche”. Me parecen piezas de una delicadeza exquisita, para nada común a lo que se publicaba el rock español de esos  años. ¿Buscabais componer este tipo de temas u os salieron así? ¿Qué recuerdos guardas a día de hoy de estas canciones?

Ya iba siendo el momento de que un grupo como el nuestro tuviera baladas, teníamos casi una obligación, siempre nos decíamos que en el siguiente disco debía haber alguna balada y al final metimos dos. Lo cierto es que teníamos las dos canciones y, como nos parecieron buenas, al final las incluimos en el álbum.

-En la gira de presentación, si no recuerdo mal, tocasteis con Barón Rojo y Obús. ¿Cómo la recuerdas? ¿Qué tal resultó compartir cartel con, tal vez, los dos principales exponentes del rock duro nacional?

Bueno, gira como tal con ellos no hicimos, tocamos con estas bandas en algún concierto puntual. Los recuerdos son buenos, ambas bandas tuvieron siempre nuestro respeto pero se puede decir que somos más fans de Barón, por el concepto musical o técnico, aunque el directo de Obús era espectacular, con mucha conexión por la gente gracias a la labor de frontman de Fortu. Además en Barón está más presente esta esencia de las bandas clásicas que hemos hablado antes que a nosotros también nos llegaban, mientras que Obús llevaba otra tendencia.


-Tras este disco se rompe el ciclo directo-grabación. ¿Qué pasó?

Básicamente pasaron dos cosas. Primero resulta que cambió toda la directiva de la compañía de discos y, pese a que Sangre Azul vendía entre treinta y cuarenta mil copias, para Emi no fue suficiente. Para una banda de Rock pienso que era un buen nivel de ventas, pero para una compañía que tenía en catálogo a Héroes Del Silencio, Bertín Osborne, Rocío Jurado o Luz Casal, todos artistas que son como mínimo discos de oro, era una competición desigual y difícil. Supongo que a finales de los ochenta, excepto Barón, Barricada u Obús, pocas bandas de Rock vendían treinta mil discos. Nosotros los vendimos. Se puede decir que con la compañía de discos había, hasta ese momento, un componente afectivo ligado al meramente industrial. Al cambiar la directiva está relación se rompió, pasamos a ser un número que además no era tan rentable como otros números que ellos tenían.
Otro detalle fue que al publicar “El Silencio de la noche” la compañía se equivocó porque fabricó solo diez mil unidades de partida, no puedes sacar solo diez mil discos de una banda si el anterior vendió treinta mil! El disco se vendió en una semana, la gente iba a las tiendas y no había discos, luego se fabricaron más pero ya no era lo mismo, el grupo estaba en plena promoción de un disco que no se encontraba en las tiendas, eso fue un error.
La segunda cuestión importante es que nosotros empezamos a componer otro tipo de música. Si apagas la grabadora te pongo dos o tres canciones de lo que iba a ser nuestro cuarto disco (Nota: ¿Qué?.. ya sabemos lo que pasó después).
Efectivamente hay un cambio cualitativo grande, la compañía quería que siguiéramos haciendo material como “Cien años de Amor” o “No eres nadie” porque pensaban que esa era la música que les iba a funcionar. Es cierto que “Cuerpo a Cuerpo” entró como Disco Rojo en los Cuarenta Principales y eso suponía que se radiara continuamente, salíamos en las televisiones, etc.
Nuestra imagen también cambió, hablamos de camisetas y pantalón vaquero, algo más “normalizado”, las letras pasaron a ser más crudas…lo cierto es que el grupo cambió. Nosotros teníamos muy claro que esa era la evolución que buscábamos, amando fervientemente la música que habíamos hecho hasta entonces, desde luego, pero pensando que ese era el camino a seguir. De hecho estuvimos cerca de un año sin componer casi nada, buscando, deseando dar ese salto cualitativo de alguien que no piensa igual con veinte años que con treinta, pese a seguir teniendo claro que amas el Rock. No nos salía repetir fórmulas aunque tampoco dábamos con el camino nuevo, hasta que surgió y funcionó, empezamos a componer y salieron muchísimas canciones. Pero la compañía no entendió nada, aparecimos un año después por los despachos con una maqueta un nuevo book de fotos y se quedaron sorprendidos, no entendían nuestra evolución. Teníamos claro por donde queríamos ir, eso era lo que nos pedía el cuerpo y estábamos convencidos que a la gente le iba a gustar incluso más allá de las fronteras del Hard Rock, con un enfoque más crudo y duro, lo veíamos muy claro para entrar por otros circuitos o canales musicales.

- ¿Por estos motivos se separó el grupo? ¿Había cansancio o falta de expectativas?

La compañía no aceptó nuestra evolución musical, no nos quiso grabar el disco ni darnos la carta de libertad. Fue pasando el tiempo, cada uno fue dedicándose a sus cosas hasta que llegó un momento de impás en el que decidimos dejar de invertir tiempo, esfuerzo y energías en el proyecto.

-Esto dice mucho y muy bueno de vuestra banda. Teníais clara vuestra música y la defendisteis hasta el final.

Lo defendimos hasta la desaparición, lo que teníamos claro era que no íbamos a grabar lo que no sintiéramos. Afortunadamente nuestro trabajo no era el de fichar en una oficina donde te dice el jefe lo que debes hacer, tuvimos la enorme fortuna de tener un trabajo creativo que dependía de nuestra intuición y creatividad. Siempre tuvimos claro que defenderíamos nuestra música hasta el final.

-¿Qué hubierais hecho si os hubieran dado la carta de libertad?

Lo hubiéramos intentado grabar por nuestra cuenta, moverlo por la industria. Seguro que podríamos haber encontrado otras fórmulas. Pero no nos dieron esa opción, no creyeron en nuestra nueva expresión artística y nos quedamos en un punto muerto.


-¿Se llegaron a deteriorar las relaciones humanas entre los componentes? ¿Hubo intentos de seguir con otros miembros?

Nunca hubo desacuerdo a nivel personal, no se barajó la posibilidad de buscar otros miembros, fue la propia inercia de los acontecimientos la que llevó al final de la banda.

-Se puede decir que Sangre Azul fue el grupo de referencia en el Rock duro español de mediados-finales de los ochenta. Teníais los temas, calidad, y prestigio para haber logrado continuar como uno de los grandes ¿Qué pasó? ¿Qué os faltó? ¿Cómo lo ves con la perspectiva que da el tiempo?

Creo que una cosa que nos faltó pudo ser dar un concierto en el entonces emblemático Pabellón del Real Madrid. El aforo era de unas cinco mil localidades, creo que con un precio popular se contaba con la suficiente masa crítica para haberlo llenado. Supongo que nos hubiera dado una energía y confianza extra. Incluso se podría haber grabado un disco en directo de esa actuación, el doble directo que no tienen los Sangre Azul y que pienso que nos hubiera dado ese plus para entrar definitivamente dentro de esa “división de honor” del Rock español.
Circulan por ahí varias grabaciones piratas que no están nada mal, creo que se podría haber editado un directo potente y con enjundia, eso considero que nos pudo faltar. De hecho, si hubiéramos grabado ese cuarto disco que se quedó en el tintero, la idea era que el próximo fuese un doble en directo, pero no pudo ser.

-Después desapareciste de la vida musical pública. ¿Qué hiciste después de Sangre Azul?

No me apetecía empezar desde cero otro proyecto, bien en solitario o con otra banda, lo cierto es que me apetecía tocar con los músicos de Sangre Azul y, como eso no pudo ser, decidí tomar distancia del panorama musical desde el punto de vista público. Siempre he hecho música para mí, para mi disfrute personal. No tenía necesidad de ser visible públicamente.

-Has seguido componiendo música.

Siempre. Me llaman a veces para que colabore en algún proyecto, que ponga música para algún anuncio, meter voz en montajes… Me gusta cantar pero sobre todo me gusta componer.

-En estos años, hasta el proyecto “Legado de una Tragedia”, ¿has seguido actuando en directo o componiendo música?

Siempre he hecho música, es una necesidad vital para mí, lo que hice en esos años fue separarme del escaparate público musical, supongo que era algo que necesitaba en ese momento. Quería hacer música sin presión, solo cuando me apeteciese y para mi propia realización personal.
Luego surgió la posibilidad de colaborar en el disco sobre Edgar Allan Poe. A raíz de este proyecto, cuya producción musical corría a cargo del bajista y el cantante de Iguana Tango y, casi por casualidad, me propusieron introducirme de nuevo dentro de la vida pública musical. Les gustó el estado de mi voz, se interesaron por el material que había compuesto a lo largo de estos años y, tras escucharlo, me propusieron en firme hacerse cargo de la cuestión musical y la infraestructura para grabar la música. Ellos buscaron los músicos, el estudio y todo lo demás. Lo único que tenía que aportar era mi música y mis canciones, lo vi todo tan viable y asequible que me lie la manta a la cabeza y lo hice. Era el momento adecuado, así que grabé sobre todo para mi satisfacción personal y para compartir mi música. No lo he hecho por dinero, no tengo intención de montar una banda y actuar en directo, me dedico a mi trabajo, que es el que me mantiene, esto ha sido principalmente un gusto y una afición que he querido que viera la luz.
Tampoco tengo el mono de actuar en directo ni nada por el estilo, eso no quita que esporádicamente pueda colaborar con algún amigo o hacer algo puntual. No es una necesidad en este momento.


-A mediados de 2008 Juanjo Melero os invitó a subir al escenario para cantar un par de canciones. ¿Fue esta la primera vez que los Sangre Azul os subisteis juntos a un escenario después de vuestra separación?

Así es. Mucha gente probablemente nunca nos había visto hasta ese momento. Supongo que fue un plus para ellos.


-Vi el concierto y te puedo decir que fue una grata alegría para todos los asistentes, seguís en perfecta forma. ¿Cómo te sentiste tocando en directo de nuevo con tus antiguos compañeros?

Fue muy emocionante, tanto yo mismo como el resto del grupo me consta que lo disfrutamos mucho, y me dio la impresión de que a la gente también le gustó y valoró la importancia del momento. Lo cierto es que seguimos manteniendo el contacto, quedamos para comer algún domingo y cosas así, hay muy buen rollo a todos los niveles.


-Por fin en 2011 aparece tu disco “Las Fases de la Luna”. Título muy sugerente. ¿Por qué te decidiste a grabar un disco en solitario después de tanto tiempo?

Como he comentado antes la idea me resultó atractiva, era un momento en el que se daban las circunstancias adecuadas para hacerlo, lo contemplé como un reto. Además soy consciente de que hay una cierta demanda por parte de los fans de Sangre Azul para que hagamos algo y, como eso no va a ocurrir, esto me parecía como un pequeño regalo a todos ellos. Es como dar al fan algo con una ligera relación con Sangre Azul, algo mío y que me apetece compartir con ellos.

-Ante todo debo felicitarte, me parece un muy buen disco, completo y variado, con un gran sonido. ¿Las canciones las compusiste específicamente para el disco o recuperaste ideas de tiempos anteriores?

Había canciones que existían desde 1992 y otras compuestas específicamente para el disco. Hay momentos que puede recordar a Sangre Azul, pero es mi propia visión musical. Aunque debo decir que ningún tema estaba pensado para Sangre Azul, incluso estas canciones que datan de los noventa estaban compuestas por mí fuera del contexto y de la banda Sangre Azul.


-Aparte de los músicos de Iguana Tango, que te ofrecieron esa cobertura que te acabó de animar, colaboran también JL. Campuzano “Sherpa” y los antiguos músicos de Sangre Azul. ¿Buscabas esas colaboraciones o fue algo más casual? ¿Cómo surgió la colaboración?

En el caso de Sherpa busqué su colaboración. Barón es el grupo más emblemático, en mi opinión, del Rock en España, y Sherpa supone para mí la figura más representativa del Rock español. Su colaboración supuso un honor y cumplir un sueño. Se lo pedí y aceptó sin ningún problema, lo dio todo en el estudio y nos lo pasamos fenomenal. Le estoy muy agradecido.

-Los otros miembros de Sangre Azul tocan en temas distintos, no querías crear confusión ni generar falsas expectativas…

Lo hice a propósito, quería que estuviesen los miembros de Sangre Azul pero en distintas canciones, no quería sugerir ninguna posibilidad de reunión del grupo, que nadie pensara que había un tema interpretado íntegramente por el grupo.

-“Unidos para siempre” me parece toda una declaración de principios, es un gran arranque para el disco. El disco tiene garra y variedad. ¿Hay alguna canción que tenga un especial significado para ti?

Sí, es como decirle a la gente que estoy de vuelta a la vida pública musical. En general el disco refleja, sin buscarlo a propósito, a una persona en la mitad de su vida, en un momento positivo y de equilibrio y que agradece las cosas buenas que le están pasando en la vida. Soy una persona positiva, independientemente de que haya alguna letra más triste, busco la variedad.

-Me llaman mucho la atención las letras. Muy elaboradas, tocando varios palos y de manera muy elegante, por momentos literaria. ¿Tienen algún tipo de componente autobiográfico?

Sí, pueden serlo, unas más que otras. Son muy vivenciales, tanto desde el punto de vista personal como reflejando algo que la haya pasado a gente cercana. Siempre experiencias internas, que aportan algo importante que decir.
Es un disco positivo, pienso que siempre acabas reflejando como estás, tus sensaciones acaban apareciendo de un modo u otro en las letras que compones, de hecho, en los momentos en que en tu vida no pasa nada relevante incluso te cuesta más componer. Muchas veces tus vivencias o las de tu gente cercana supone una especie de inspiración, cuando los sentimientos están a flor de piel, sobre todo si te pasan cosas desagradables, la inspiración suele ser más fuerte. Es curioso.


-“Las Fases de la Luna” me parece un gran título para un disco. ¿Crees en el destino, la influencia de la luna o cosas así o es más un recurso literario?

Pienso que era un buen título para el disco, por su sonoridad. También describe eso que uno hace por que se lo pide el cuerpo y que a veces los demás piensan que es una locura. Se combinan el aspecto sonoro y el sentido literario, cosa que no es nada fácil de conseguir.

-Otra canción sobre la que te quería preguntar es “Rumbo a ningún lugar”, además de ser una gran canción tiene un cierto poso de nuevo comienzo, de sacudirse fantasmas o rencores del pasado. ¿Qué sensaciones te produce? ¿Hay alguna intencionalidad en la letra?

Esta canción se escribió en unos de esos momentos de soltar lastre, de abandonar una mochila llena de mierda, sin tener nada que ver con la música. Es uno de esos momentos en los que decides que debes mudar la piel y avanzar en otra dirección por que la que llevas no te gusta. Aunque generalmente solemos ser responsables de lo que nos pasa, o mejor, de qué hacemos con lo que nos pasa; si una persona bebida te atropella y te quedas en silla de ruedas, no eres responsable del accidente, pero sí de lo que haces al quedarte en silla de ruedas, que camino tomas ante las vicisitudes de la vida.
Cuando escribí el tema estaba en uno de esos momentos de cambio, de comenzar en otra dirección, ligero de equipaje, focalizando en lo positivo y dejando de lado todo aquello que “resta” (o que no “suma”) en la vida.


-¿Has presentado el disco en directo? ¿Hay futuros planes de actuaciones en directo?

No entra dentro de mis planes, para actuar en directo hay que dedicar mucho tiempo a ensayar. No creo en aquello de contratar a cuatro tíos que toquen, ensayar una semana y a tocar. No es mi concepto. Una banda debe estar cohesionada y ensayar hasta que los temas salgan de manera casi inconsciente y, sólo cuando se llegue a este nivel, es cuando debes salir a tocar y a defender tu música, disfrutarla. Hoy en día no dispongo del tiempo y la implicación para preparar una puesta en directo, no se trata del tema musical, tienes que montar un show completo en el que pasen cosas, se ofrezcan variaciones y momentos, no se trata sólo de aprenderse los temas y listo.
En mi vida hay muchas facetas y aspectos que quiero desarrollar, desde los meramente monetarios hasta mis aficiones y uno no dispone del tiempo para sacar todo adelante. Sacar este disco ya ha supuesto por mi parte un esfuerzo titánico, el tiempo invertido y robado a otras actividades para dar forma al disco lo he sacrificado de otras facetas de mi vida, y preparar un directo supondría un nivel de implicación que en estos momentos no puedo tener. También me parece muy importante mantener la cuestión musical como algo que desarrollo cuando me apetece, sin introducir el factor de obligación, que le quitaría esa frescura que ahora tiene.

-¿Ni siquiera una o dos presentaciones puntuales?

Es que, como he comentado antes, si montas algo no es para un concierto o dos. El trabajo es montar un show de hora y media, con un compromiso alto, si logras esto no merece la pena tocar sólo un par de conciertos. Con lo de Sangre Azul pasa igual, si encontráramos el momento y los tiempos adecuados para preparar un show, con el nivel de implicación que ello conlleva, no sería para dos conciertos, lo idóneo sería hacer una gira, pero la realidad es que eso no es posible a día de hoy.

-“Llueve otra vez” es un tema suave, “Las Fases de la Luna” tiene fuerza pero sería un tema lento precioso. ¿Te gustan este tipo de composiciones más calmadas? Creo que estos temas se amoldarían perfectamente a un formato acústico. ¿Te has planteado la posibilidad de hacer algún concierto en este formato? ¿Qué te parecen los solistas y grupos que adaptan sus canciones para presentarlas de modo acústico en un entorno más íntimo?

Lo cierto es que no todas las canciones suenan bien en acústico. Por ejemplo, no veo la canción “El Malo del cuento” en acústico porque no está concebida para ese formato, tal vez “Las Fases de la Luna” sí resultara. Con las canciones de Sangre Azul pasa lo mismo, no veo “Cuerpo a Cuerpo” desenchufada, “Dueño y Señor” podría sonar bien, hay canciones que se prestan al formato acústico. Todas las canciones se pueden interpretar acústicas pero no todas se prestan a ello. Se trata de tener un repertorio amplio.

-Pienso que tú podrías sacarlo…

Tal vez, pero lo cierto es que ni me lo he planteado.


-El festival Leyendas Del Rock se caracteriza por ofertar a grandes grupos españoles para que se junten y actúen en directo. En todos estos años ¿ha habido ofertas para que os volvierais a juntar para tocar en directo o grabar disco?

En las últimas diez ediciones hemos recibido ofertas todos los años. Pero nunca se dan las circunstancias adecuadas, cada uno tiene sus circunstancias y proyectos de vida que impide llevarlo a cabo. Además, todos somos muy perfeccionistas y, en caso de hacerlo, tendría que ser con el elevado nivel de compromiso del que hemos hablado antes, eso es algo que todos tenemos claro.

-Sabes que Lili anunció y dio un concierto de reunión de Sangre Azul, creo que en 2005, en la sala Caracol. Pero en la banda no estaba ninguno de vosotros. ¿Qué opinas de esto?

En realidad Lili montó algo y le puso ese nombre. Todo el mundo tiene derecho a equivocarse, creo que no fue una buena idea, probablemente estuvo mal aconsejado por terceros y, afortunadamente abortó pronto esa idea por que ni siquiera le beneficiaba a él, en verdad no se beneficiaba nadie.

-¿Qué tendría que ocurrir para que Sangre Azul (vosotros) se juntara de nuevo? ¿Cómo lo harías si de ti dependiese?

En cualquiera de los casos se tendría que dar la circunstancia de que todos los del grupo dispusiéramos del tiempo y el nivel de implicación necesarios. Si esto ocurriese estoy seguro que dispondríamos de los medios y la inversión adecuada, de hecho nos lo han ofrecido en otras ocasiones. Si lo hiciéramos, también habría que intentar rentabilizarlo. No es un tema exclusivo de dinero, sobre todo se trata de disponibilidad, dos meses dedicando tres o cuatro días por semana para poner todo a funcionar, evolucionar algunos temas, como ensamblarlo todo y crear un espectáculo novedoso y potente, algo nuevo que ofrecer.
No se trata de montar, deprisa y corriendo, un concierto en La Riviera; no se si viste el último concierto de Barón Rojo en la Plaza de Toros de Vista Alegre, no tenemos ninguna necesidad de hacer un concierto en esas condiciones, ni siquiera ellos la tenían tampoco. Se trata de ofrecer un espectáculo excepcional, como músico siempre les tendré respeto, y como fan también, pero es cierto que me quedé un poco frío con su actuación. Hubiera preferido no asistir a ese concierto y quedarme con la última imagen de su gran concierto de La Riviera.


- Muy brevemente me gustaría que me dieras tu opinión rápida sobre estos vocalistas:

Dio: Fuerza, energía, chorro de voz.

Gillan: Feeling, versatilidad, esos falsetes imposibles. Uno de los maestros.

Glenn Hughes: El exceso, pero bien entendido, muy buen gusto, versátil. Registro increíble.

Graham Bonnet: Es como una especie de bestia, la bestia del rock sin parecerlo, lo ves con esa pinta… abre la boca y alucinas. Además de ser un gran compositor de melodías.

Paul Rodgers: Como es uno de los maestros de Coverdale, lo consideramos como uno de los maestros.

James Brown: Es la energía pura, entrega total en el escenario.

Little Richard: Una locura de artista, una apisonadora que te pasa por encima.

David Coverdale: Probablemente sea el cantante más completo de toda la historia, no con Purple sino con otros proyectos. En “Made In London” Glenn Hughes le da un buen repaso, eso en el fondo te anima, ves que nadie ha sido perfecto todo el tiempo, pese a su incuestionable calidad, en este disco fue monaguillo antes que fraile. Para mí es el frontman con mayúsculas, cantando, su clase y puesta en escena, sus melodías y composiciones. El más completo.

Joe Lynn Turner: El buen gusto por excelencia, voz muy cálida, con unos giros preciosos. Uno de los cinco más grandes de la historia para mí.

-Para ir acabando ¿Hay algo más que nos quieran comentar a los lectores de Hush?

Agradeceros el tiempo y la dedicación. Veo que sois un club de adictos a una buena droga, a la que también soy adicto. Si tuviéramos que hablar del árbol genealógico musical, Purple y Zeppelin estarían por ahí como padres o madres y, aunque me gustan los Led Zeppelin, siempre he sido más de Deep Purple, por decirlo de algún modo.

Muchas gracias a ti Tony, por tu hospitalidad y tu paciencia. Ha sido todo un honor y un privilegio compartir esta agradable charla contigo.

                                                   Tony Sölo: "Rumbo a ningún lugar".