Clube de Adictos a Deep Purple

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Púrpura Chess

This blog is basically a musical site. Here we talk about the music we like, using different angles. As dear and missed Jon Lord once said: “Music is the highest kind of Art that exists”. I think the same way too.

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sábado, 11 de julio de 2015

Entrevista a Doogie White: Rainbow, MSG, Malmsteen, Cornestone, Tank, Jon Lord, La Paz...




“Voices of Rainbow” lo hicimos en Japón. Para mí fue también una manera de celebrar a Ronnie Dio, ha sido una influencia tan grande en mi vida y siempre lo he sentido como un gran amigo. Hice “Temple of the King” como tributo a Ronnie, se podía escuchar un alfiler caer, se podían escuchar las lágrimas cayendo al suelo. Ronnie había muerto hacía sólo seis meses. Yo lo sentí y creo que la audiencia lo sintió así también.”.

“Mientras grabábamos con La Salle me enteré de que Bruce se iba de Iron Maiden y recibí una llamada preguntándome si estaría interesado en ir a una audición. Les envié una cinta pero el puesto fue para Blaze Bailey, un tío excelente. Esto me permitió hacer unas demos con Cozy Powell y Neil Murray”.

“Creo que Ritchie Blackmore es el mejor guitarrista de su generación y que está extremadamente infravalorado por la gran prensa internacional. Posiblemente sea como debe ser. Él es muy feliz siendo un músico increíble, un gran compositor y le gusta poder vivir su vida sentado en su jardín comiendo fruta”.

“Fui a cenar con Ritchie y me preguntó qué tipo de disco quería hacer. Le dije que quería hacer un álbum que fuese una mezcla entre “Burn” y “Rainbow Rising”. Las grandes canciones del disco son “Black Masquerade”, “Ariel”, “Wolf To The Moon”, “Hall Of The Mountain King”, “Hunting Humans” y entre ellas hay algunas que son más Pop. Ideas que Ritchie quería explorar”.

“La gente me pide que cante canciones en sus discos. Lo primero que hago siempre es escuchar las canciones y ver si puedo aportar algo. Muchas veces he hecho cosas para gente porque me gustaba el artista, otras veces es sólo un negocio. Aceptémoslo, soy como una prostituta musical”.



Os presentamos esta entrevista en profundidad que nos concedió en su momento el excelente vocalista Doogie White. La entrevista se realizó hace algún tiempo y, por motivos que no vienen al caso, ha permanecido sin publicarse hasta estos días. Nuestro entrañable forajido escocés nos cuenta unas cuantas historias de su impresionante bagaje musical – Doogie ha tocado y convivido con músicos de la talla de Ritchie Blackmore, Jon Lord, Yngwie Malmsteen o Michael Schenker entre otros –, además de algunas jugosas anécdotas. Nuestro más sincero agradecimiento a Luis Delgado, que tan amable como siempre se prestó a traducir esta entrevista. Os dejamos con Doogie White, uno de los tíos más auténticos que pululan por el mundo del Rock, seguro.


- ¿En qué momento descubriste que podías tocar e interpretar música y te interesó hacerlo?

Comencé a cantar en la iglesia Clason Memorial de Motherwell, mi pueblo natal. Iba a la iglesia desde muy pequeño, a la escuela dominical y cantábamos salmos. Cuando me hice mayor empecé a ir a clases de catequesis. Los sábados por la noche frecuentaba un club de jóvenes, el Kirk´s Youth Fellowship, con mi mejor amigo, Kenny Johnstone. Allí unos cuantos decidieron formar una banda, estaban el pequeño Kenny en la batería, Kenny el mayor en los teclados, Greg a la guitarra y me preguntaron si me gustaría ser el cantante. La banda no duró mucho, ensayamos cinco o seis veces, siempre alguien tenía que ir a ver a la novia… Todas las cosas que siempre suceden con ese tipo de bandas.
Pero ese fue el punto de inflexión para mí, pensé que me gustaba eso de cantar, supe que esto sería una carrera para mí. He trabajado de muchas cosas: construyendo autobuses, camiones, en los ferrocarriles, en varios sitios. Cantar siempre me ha llenado mucho a nivel artístico.

- ¿Qué tipo de música te ha marcado, ha tenido una importancia especial en tu desarrollo artístico?

Recuerdo cuando iba al club que antes te mencioné. Ahí fue donde mi amigo Kenny Johnstone comenzó a traer álbumes de Deep Purple, Genesis, Yes o Emerson Lake and Palmer, porque era pianista. Fue entonces cuando escuché por primera vez Deep Purple y ya nada fue igual para mí.

- ¿Tocas algún otro instrumento musical? ¿Tienes algún tipo de formación o estudios clásicos o eres más autodidacta?

Desde el principio he tocado la guitarra, pero siempre había tíos alrededor que la podían tocar mejor que yo, así que me dediqué a cantar; cosa que honestamente nunca me ha decepcionado. A veces resulta algo más difícil, porque no puedes cambiar tus “cuerdas”, no puedes cambiar las cuerdas vocales. Lo que tienes es lo que tienes, algunos días funciona y otros no.


-¿Qué nos puedes contar de tus primeras bandas? ¿Cuál fue el primer grupo del que formaste parte?

Después del primer grupo con Kenny Johnstone vino una banda llamada Tryxter, dónde tocaba el tema “Starstruck” de Rainbow  y creo recordar que algo de Whitesnake también. Recuerdo que cantaba llevando zuecos y decían que me parecía a Brian May. Luego empezamos a escribir nuestras propias canciones, alternándolas con los covers que hacíamos. Estuve con ellos aproximadamente unos nueve meses.

-¿Cómo entraste a formar parte de La Paz? ¿Podemos considerarla como tu primera banda “profesional”?

Recuerdo que Chic McSherry estaba formando una nueva banda, es un excelente guitarrista escocés; los dos juntos formamos La Paz. Me llevé a Alex Carmichael de Tryxter como bajista para este grupo.
Luego me involucré en La Salle. No sé qué pasó con esas grabaciones, no tengo idea de dónde pueden estar. Grabamos el material en Bélgica.

-Grabasteis dos discos, “Old Habits Die Hard” y “The Amy Tapes”. ¿Qué nos puedes contar de esos tiempos?

Nos metimos a grabar en el estudio, usando el dinero que ganábamos en los conciertos para financiar nuestros demos. Se nos acercaron algunas compañías discográficas, la más renombrada fue Atlantic Records, que de hecho envió a alguien a Edimburgo para vernos tocar.

                      La Paz: "The Amy Tapes".                                                         La Paz: "Old Habits Die Hard".

-He escuchado samplers de algunas canciones en la página web. Debo decir que me gustan bastante las melodías. ¿Quién se encargaba de la composición en el grupo?

Las canciones estaban compuestas por Chic y por mí. Recuerdo que escribimos en esos primeros tiempos más de veinte canciones los dos juntos.

-¿Actuasteis mucho en directo con la banda?

Tocamos bastante por Escocia, también en lugares emblemáticos como el Marquee, y en festivales de paz. También recuerdo actuar en varias bases militares americanas.

                                                                    La Paz.

-¿Por qué se acabó el grupo?

Estuvo bien pero, como con todo, existe un tiempo límite con las bandas. Así que en 1988 o 1989 dejé el grupo y marché a Londres.

-Os habéis vuelto a reunir últimamente, incluso tenéis conciertos anunciados y habéis publicado un disco, “Granite”. ¿Qué nos puedes contar del disco y de la reunión? ¿Quiere ser algo permanente o puntual, por diversión?

Hace unos cuatro años, Tom Russell, el legendario DJ escocés, me pidió que fuera a Escocia para hacer algunas canciones en acústico para una emisora de radio en la que estaba trabajando. Invité a Chic conmigo y tocamos delante de mil quinientas personas. A partir de ahí decidimos que haríamos un álbum juntos, por lo que grabamos ese disco de La Paz. La discográfica lo llamó Doogie White & La Paz. El título del álbum es “Granite” y está disponible a través de Metal Mind Productions, una discográfica de Polonia. Hicimos lo mejor del set que tocábamos en directo y tres canciones absolutamente nuevas que nadie había escuchado antes.


                       Doogie White & La Paz: "Granite".                D.White & La Paz: "The Dark And The Light".

-Vamos a hablar de tu estancia en la banda Midnight Blue. ¿Cómo se produjo tu ingreso en el grupo de Jem Davis?

No recuerdo bien si fue en 1988 o en 1989, me fui a Londres para unirme a Midnight Blue. En el grupo estaba Alex Dickson, que más tarde trabajaría con gente como Gun, Robbie Williams o The Spice Girls, un gran guitarrista que se alejó del metal por alguna razón; otro miembro era Jem Davis, que tocó con UFO y FM. Otra vez, era una buena banda, pero con un tiempo de vida limitado. Las discográficas vinieron a vernos, pero creo que llegamos seis meses tarde. Nuestra competencia eran The Almighty, Gun, Choir Boys y Thunder. Todas bandas de Rock británicas muy respetadas.

-Grabasteis el disco “Take The Money And Run”, que editasteis en Japón.

Lo cierto es que, aunque las compañías de discos se interesaron en nosotros, no logramos un contrato que nos diera margen para seguir creciendo.

-¿Cómo eran las actuaciones del grupo en directo? ¿Qué repertorio hacíais? ¿Actuasteis mucho en directo con Midnight Blue?

Bueno, lo curioso del asunto es que al público le gustaban nuestros temas, de hecho, cuando tocábamos con Chain la gente nos pedía canciones de Midnight Blue, pero no acabamos de despegar.

                                                 Midnight Blue: "Take The Money And Run".

-¿Por qué se acabó el grupo?

Midnight Blue simplemente no consiguió el contrato discográfico que necesitábamos, así que cuando Alex Dickson se unió a Gun, ese fue el final. Buscamos a otro tío, que todavía es un buen amigo mío, llamado Ashley Limer. Formamos una banda llamada Chain.

-Chain era otro proyecto interesante. Te asociaste nuevamente con Jem Davis. ¿Cómo se gestó y se formó el grupo? ¿Era un proyecto puntual o un grupo con vocación de futuro?

Fue la sucesión lógica tras desistir con Midnight Blue. Tras la marcha de Alex a Gun reclutamos a Ashley y le dimos forma a este nuevo proyecto, pienso que nos conseguimos juntarnos unos músicos con calidad pero nos faltó apoyo discográfico.

-Grabasteis el excelente “Eros Of Love And Destruction”. Un disco con excelentes canciones y con mucha “chicha”. ¿Qué nos puedes decir de este disco?

Escribimos un álbum y lo grabamos, por supuesto; una especie de demo. No teníamos presupuesto para usar, por ejemplo, una batería de verdad, por lo que grabamos con cajas de ritmo.

                                                   Chain: "Eros Of Love And Destruction".

-¿Llegasteis a actuar en directo con el grupo?

Chain realizó unas diez presentaciones en directo. Pero lo que ocurría era que la gente venía y quería escuchar los temas de Midnight Blue, mientras que nosotros no tocábamos ninguno de esos temas. Por este motivo, entre otros, aquello se desmoronó.

-Después grabaste un álbum con La Salle. ¿Qué ha pasado con esas grabaciones?

Sí, luego me involucré en La Salle. No tengo ni idea de lo que pasó con esas grabaciones, no sé donde puedan estar. Grabamos el material en Bélgica, pero no puedo decirte más.

-Antes de entrar en Rainbow, hiciste una prueba para sustituir a Bruce Dickinson en Iron Maiden. Gracias a Dios no te cogieron (y sí lo hizo Blackmore). ¿Qué nos puedes comentar de esa prueba? ¿Qué canciones interpretaste? ¿Tocaste con la banda en el local o algo por el estilo?

Mientras grabábamos en Bélgica con La Salle me enteré de que Bruce se iba de Maiden y recibí una llamada preguntándome si estaría interesado en ir a una audición. Les envié una cinta pero el puesto fue para Blaze Bailey, un tío excelente. Toda esta situación, sin embargo, me permitió hacer unas demos con Cozy Powell y Neil Murray.

-Esta colaboración con Neil y Cozy resulta muy interesante. ¿De qué banda o proyecto se trataba? ¿Estaba Mario Parga en el grupo?

Esa colaboración se produjo tras la audición de Iron Maiden. El hecho de no ser elegido me permitió hacer esas demos con Cozy Powell y Neil Murray. Nunca las he escuchado y no tengo ni idea de dónde están. Neil es aún amigo mío, pero Cozy ha muerto y no sé dónde están las demos, lo cierto es que ni siquiera recuerdo quién las grabó o dónde se grabaron.

                                                       Ritchie Blackmore & Doogie White.

-Sabes que somos un club de fans de Deep Purple y, como te imagines, la figura de R. Blackmore tiene un peso específico muy profundo dentro del club. ¿Desde cuándo conoces a Ritchie o su música, tanto en Rainbow, Purple o con sus anteriores colaboraciones?

Como ya te comenté al principio de la entrevista fue mi amigo Kenny Johnstone quien me introdujo en la música de Deep Purple, y el primer álbum que escuché fue el “Come Taste The Band”, me encantó el trabajo vocal de Coverdale y Hughes; mi hermano es cantante también, entre los dos los escuchábamos y los disfrutábamos. El siguiente disco que trajo Kenny fue “Burn”. Nos dijo: “Si os gustó el anterior, aquí está Burn”. Eran también Coverdale y Hughes, pero el trabajo de la guitarra era diferente. Cuando lo escuché pensé: “Ese tío toca con sabor”. Entonces nos trajo el “Made In Japan”, este tenía también un cantante diferente, Ian Gillan. Fue todo en un mes más o menos, ya que sólo nos reuníamos los sábados por la noche. Es increíble la cantidad de música que puedes consumir cuando eres tan joven. Yo era, y aún lo soy, un gran fan de David Bowie pero, cuando escuché esas combinaciones Coverdale-Hughes y Blackmore-Gillan, me atraparon. Y por supuesto mi amigo Kenny Johnstone, como era batería, era un gran fanático de Paicey.

- ¿Qué significa para ti Ritchie Blackmore como músico? ¿Qué papel crees que tiene dentro del Rock?

Creo que es el mejor guitarrista de su generación y que está extremadamente infravalorado por la gran prensa internacional. Posiblemente sea como debe ser, pues supongo que tendría muchos problemas lidiando con el tipo de celebridades en que la prensa convierte a estos músicos. Él es muy feliz siendo un músico increíble, un gran compositor y le gusta poder vivir su vida sentado en su jardín comiendo fruta.
 
- ¿Cómo acabaste formando parte de Rainbow? ¿En qué momento ingresaste dentro del grupo? ¿Qué temas interpretaste en la prueba para la banda?

Estoy seguro de que sabes cómo conseguí entrar en Rainbow, pero te lo voy a contar. Cuando Joe Lynn Turner estaba en la banda, en Deep Purple, yo le pasé una cinta a Colin Hart y este se la dio a Ritchie. Él y Candice la escucharon y ambos sintieron que había algo especial en la voz. Ritchie me llamó, así sin más, preguntándome si me gustaría ir a verle y probar para Rainbow. Y eso fue lo que hice, volé hasta Long Island con Air India, llegué a la sala de ensayos y tocamos “Mistreated”, “Man On The Silver Mountain”, algunas canciones de los Beatles y algo de Jeff Beck que no me sabía y tuve que inventármelo. Se suponía que yo iba a estar con ellos durante cuatro días para que pudieran juzgarme como cantante y como persona, pero terminamos trabajando juntos en algunas ideas durante toda una semana, algunas de las cuales están grabadas. Por si no conseguía el trabajo, al menos tendría una cinta de Ritchie y yo tocando juntos. Fue un momento muy emocionante.

-Se rumoreó que, en un principio, el grupo se iba a llamar Rainbow Moon. ¿Qué hay de cierto en todo esto?

En cuanto a este rumor lo único que te puedo decir es que creo que esa era la idea de Ritchie, pero la discográfica dijo se negó, tenía que ser Ritchie Blackmore´s Rainbow. Y él aceptó.

                                                      Rainbow: "Stranger In Us All".

- Grabasteis el disco “Stranger In Us All”. ¿Estaba el disco compuesto cuando llegaste o colaboraste en la composición?

Todas las canciones que aparecen en el disco fueron escritas específicamente. No se escogió material anterior.

- ¿Cómo era el proceso compositivo con Ritchie Blackmore? ¿Lo trabajabas con él o también participaba el resto de la banda en el proceso? ¿Candice o los otros miembros aportaban en la creación de los temas?

Fui a cenar con Ritchie y me preguntó qué tipo de disco quería hacer. Le dije que quería hacer un álbum que fuese una mezcla entre “Burn” y “Rainbow Rising”. Una buena elección. Creo que nos comprometimos porque él quería tener otro single de éxito como los que había tenido con Joe, el problema es que no estaba leyendo el mercado. La radio estaba poniendo Grunge todo el tiempo y lo que estábamos haciendo estaba lejos de este tipo de música. Algunas de las diferentes ideas que grabamos las llamamos “Spring” y estaban en cassettes, eran ideas como “Ask God For That” o “The Wrong Side Of The Morning”. Teníamos que grabarlas porque si no las grabábamos, se perdían. Él quería un par de temas que fueran un poco comerciales y “radiables”, por eso hay un par de ellas allí. Nos comprometimos a hacer eso. Y eso siempre ha sido un poco una decepción, porque pienso que pudimos haber hecho más. Las grandes canciones del disco son “Black Masquerade”, “Ariel”, “Wolf To The Moon”, “In The Hall Of The Mountain King”, “Hunting Humans” y entre ellas hay algunas que son más Pop. Ideas que Ritchie quería explorar.

- Las idas y venidas de músicos en los grupos de Ritchie son legendarias. ¿Sabes si Ritchie contactó con algún antiguo miembro de Rainbow para incorporarlo a la banda? ¿Sabes si pensaron o ensayaron con algún otro cantante en general antes de que llegaras tú?

No lo creo, pienso que Ritchie quería sangra fresca para este álbum.

                                                                   Rainbow

- También es sabido que Ritchie suele tocar el bajo en muchos de sus discos de estudio ¿Ocurrió lo mismo en Rainbow?

Cambiamos al bajista Rob DeMartini por Greg Smith porque Ritchie le tomó antipatía, no sé por qué. De cualquier manera Ritchie hizo una elección adecuada, pues Greg es un excelente bajista. De hecho, Ritchie tiene fama de tocar el bajo en sus grabaciones y en esta no tuvo que hacerlo. Greg dio la talla, tanto vocalmente como con el bajo. Es un tío muy majo también... ¡y tira muy bien las cañas!

- El disco es fantástico, un agradable soplo de aire fresco. Para mi gusto lleva un aire Rainbow Dio-Turner. “Wolf To The Moon” supone un inicio perfecto, tal vez con el mejor solo de guitarra de Blackmore del disco ¿Qué te parece?

El título original de esta canción era “Temptation”. La melodía no cambió y la música tampoco, pero la letra tuvo que ser cambiada. Candice, como hizo con “Black Masquerade” y con “Ariel” quería unas letras más poéticas. Fue un trabajo de tres, porque Pat Regan y yo tuvimos que ajustar el ritmo para que se ajustara a la melodía de la canción. Pero es una buena canción y aún la interpreto en mis conciertos si tengo la posibilidad.


- La canción “Too Late For Tears” me parece la herencia de “Can´t Happen Here” y el tema  “Silence” la de “You Fool No One”. Y por encima de todo son grandes temas. ¿Crees que Ritchie quería demostrar algo a la gente con este disco y estos temas?

Yo creo que Ritchie tiene un hábito. El solía decirme: “Tú conoces mi música mejor que yo mismo, si ves que me estoy repitiendo, dímelo”. Así que en cuanto empezó a tocar “Too Late For Tears” le dije: “Eso suena a “Can´t Happen Here” y posiblemente a “All Night Long” también”. Pero él dijo que eso era lo que era y que teníamos que hacerla. Y la hicimos. Con respecto a “Silence”, no tiene nada que ver con “You Fool No One”, quizás la doble voz. La gente se queda con eso en lugar de escuchar toda la sustancia. 

 
                                     Rainbow (D.White, P.Morris, R.Blackmore, J.O'Reilly, G.Smith)

-Las composiciones son de lo mejor que había salido de Blackmore en muchos años. El álbum es muy homogéneo y compacto. ¿Qué opinión tienes a día de hoy del disco?

Pues aún pienso que es un álbum muy fuerte. Hace mucho que no lo escucho, porque no suelo escuchar los discos que ya he hecho. Prefiero escuchar los temas que estoy trabajando en este momento. Hace más de cuatro años que no lo escucho, de hecho tuve que aprenderme algunos temas para el Dvd “White Noise” que me pidieron que hiciera.

-¿Cómo recuerdas el proceso de grabación del álbum? ¿Alguna anécdota que nos quieras contar?

Lo de las anécdotas de la grabación es un poco difícil. Todo el proceso en sí fue una gran aventura. Estábamos tan aislados, incluso jugábamos al fútbol en la casa cuando buscábamos inspiración. Y hacía muchísimo frío, llegó a marcar menos cuarenta y nueve grados. Recuerdo que caminaba del estudio al apartamento donde estaba viviendo y se me congelaban las pestañas de andar cincuenta yardas. Hay muchas más cosas, pero lo dejamos para otro día, de verdad. Nunca se podrán contar todas.


-¿Se grabó todo el disco en estudios de grabación o usasteis también otros lugares habilitados buscando la inspiración?

Se grabó en los estudios Long View Farm, que se construyó como un escenario de sonido para los Rolling Stones en su gira de regreso durante los años ochenta.

-Lo primero que escuché del disco fue la versión del tema “Still I´m Sad” por la radio (grandes tiempos aquellos en los que no estábamos saturados de información y cada novedad musical se esperaba con ansia y se degustaba con ganas). Me pareció una estupenda elección. ¿Por qué grabasteis esta versión del tema de Blackmore con Dio?

En lo que se refiere a “Still I´m Sad”, fue culpa mía. Teníamos un metrónomo para marcar el tiempo, algo que hacía “dikidikidikidiki”, y yo simplemente comencé a cantarla. Antes de darme cuenta la banda se unió y se grabó, así fue exactamente como ocurrió.


-Las letras del disco tienen un aura misteriosa que siempre ha acompañado a Ritchie Blackmore. ¿Te atrae este tipo de temática? ¿Compusiste las letras con colaboraciones?

Ritchie nunca toma parte en las letras. Simplemente me sugirió que no debía escribir ninguna canción sobre espiritualidad. No le gusta la palabra Dios y no le gustan las referencias a ninguna religión en particular. No quería letras que sonaran demasiado a Dio tampoco. En lo que a mí respecta llevo muchos años utilizando este tipo de letras, incluso tengo libros sobre esa temática. Siempre estoy escribiendo, anotando cosas, que luego utilizo como bases para distintas canciones. Por otra parte “Ariel”, que se acerca más a sea temática, fue escrita por Candice.

-Durante tu estancia en Rainbow ¿hubo ofertas para volver a reformar Deep Purple o antiguas formaciones de Rainbow? ¿Te comentó algo Ritchie al respecto?

No tengo ni idea. No sé si eso es cierto o si sólo son imaginaciones de la gente. Nunca me hablaron de nada por el estilo y, honestamente, sólo Ritchie podría responder a esa pregunta. Ronnie ha muerto, Cozy ha muerto y no sé si alguno de los otros tíos ha recibido alguna propuesta, Daisley o Jimmy Bain. No sé nada más del asunto.

-¿Volverías a tocar con Ritchie Blackmore?

Por supuesto. Fue muy divertido y fue un gran viaje musical. Y no importa lo que diga ahora, en ese momento él se lo estaba pasando bien. Llegó un momento en que dejó de pasárselo bien y las razones de eso, otra vez, sólo Ritchie puede decirlas; en lo que a mí respecta no tengo ni idea. Yo simplemente estaba feliz de estar allí, como frontman de la banda y con el mejor guitarrista de su generación. Fue el momento más feliz de mi carrera musical.


             Rainbow: "Man on the silver mountian - Black Masquerade"Hammersmith. Londres. 3.11.95. 
                       Atentos entre 6,33' - 7,45'. Grabación no oficial, solo para paladares preparados. Pura magia.

-El pasado año se informó que Tony Carey y tú estabais preparando una banda y se rumoreó que podría ser un tributo a Rainbow. ¿Qué pasó y qué hay de cierto en todo esto? Joe Lynn Turner también reactivó un grupo “tributo”, Over The Rainbow, con ex miembros de Rainbow. ¿Había alguna relación con esta banda? ¿Qué opinión te merecen los grupos tributo?

Tony Carey y yo nunca vamos a armar una banda de tributo a Rainbow, eso es una tontería. Lo que sucedió fue que el primer ministro de Rusia, Mevdev, es un gran fan de Ritchie, Deep Purple, y Rainbow; él invitó en su inauguración a Tony Carey y Bobby Rondinelli para que montaran una banda. El propio Mevdev había estado intentando que Ritchie lo hiciera, pero Blackmore no lo iba a hacer, así que consiguió a Yngwie en su lugar. Yo estaba con Yngwie en ese momento por lo que iba a ir a Rusia para hacerlo. Sólo fui invitado en último momento y por Yngwie, porque Joe Lynn Turner era quien iba a cantar al principio. Joe e Yngwie se reunieron para prepararlo pero, cuando tienes dos músicos con personalidades tan fuertes trabajando juntos, eso nunca funciona. Así que al final me llamaron a mí, a Bob Daisley, Bobby Rondinelly y Tony Carey; estuvimos intentando involucrar a Craig Goldy como guitarrista. En ese momento Medved decidió invitar a Glenn para que hiciera algo similar, pero con material de Deep Purple. Esto significaba que Daisley no iba a tocar más de veinte minutos. Más tarde invitó a Graham Bonnet, pero Graham no podía, así que finalmente invitó a Joe Lynn Turner. En el momento en que Joe se involucró, se adueñó del proyecto De ahí fue de donde salió “Over the Rainbow”, con Bobby, Tony, Greg Smith y Jurgen. Eso fue lo que sucedió. Así fue cómo surgió.

- Has colaborado en infinidad de proyectos. ¿Qué le pides a un proyecto para involucrarte cantando algo en él?

La gente me pide que cante canciones en sus álbumes y que aparezca como artista invitado. Lo primero que hago siempre es escuchar las canciones y ver si puedo aportar algo a las canciones o al álbum. Muchas veces he hecho cosas para gente porque me gustaba el artista, otras veces es sólo un negocio; es la manera que tengo de ganarme la vida y tener comida sobre la mesa. No te involucras emocionalmente si participas en el proyecto de otro. Simplemente trato de aportar lo mejor de mí, la mejor interpretación que el dinero puedo comprar. Para hablarte de estos proyectos tengo que saltar un poco hacia adelante y hacia atrás en el tiempo, ya que puede que haya grabado más álbumes de los que haya vendido. Hago muchas sesiones con diferentes músicos que me piden que cante con ello. Ese es mi trabajo.
Hago también publicidad para televisión. Puede que en España hayáis visto el que hice para Burger King con los vikingos. Cada uno de los sonidos que escuchan ahí soy yo gritando, cantando y haciendo cosas. Yo soy el que lo hace todo, aunque aún no lo he visto. He hecho radio también. Así que si alguien me llama y me dice: “¿Quieres cantar en mi álbum?” lo primero que hago es oír el tema, para ver si puedo aportarle algo. Y a veces es también la paga, que si es muy buena lo hago, sea la canción buena o no. Aceptémoslo, soy como una prostituta musical.

-¿Hay alguna anécdota curiosa que se haya producido directa o indirectamente por alguna de tus colaboraciones?

No, no tengo anécdotas sobre mis colaboraciones. Me envían el track aquí, grabo mi parte en mi estudio y lo envío de vuelta. Muchas veces ni siquiera me encuentro físicamente con ninguno de los artistas. Ya sabes, es la manera en que funciona el mundo en estos días. Ya no nos reunimos para cantar “We are the world” en un gran estudio un día. Puede ser una existencia un tanto solitaria algunas veces.

- Colaboraste con Praying Mantis en el disco “The Journey Goes On” compartiendo voz con John Sloman. ¿A qué se debió que se usaran dos cantantes?

Colaboré con Praying Mantis durante dos semanas, me pidieron que fuera a Japón con ellos puesto que su cantante se había marchado y no tenían a nadie. Lo hice durante dos semanas, regresamos, hicimos un show final en Londres y eso fue todo con la banda. Praying Mantis hicieron después el álbum “The Journey Goes On” con el cantante John Sloman. John ha sido uno de mis cantantes favoritos desde hace muchísimo tiempo. Opino que es único, lo amas o lo odias, y yo lo adoro; creo que tiene una magnifica voz. Por alguna razón John no pudo terminar el álbum y me pidieron que lo terminase yo. Fue muy sencillo, llegar, cantar los temas que tenían escritos y listo. Lo hice porque era algo así como una especie de reto entre John y yo… y sé quién ganó, jajaja.

                                                                   Empire.

-Participaste con el grupo Empire en su estupendo “Chasing Shadows” ¿Qué nos puedes contar de este disco?

Con Empire sucedió algo parecido que con Praying Mantis. El álbum “Chasing Shadows” está sin duda entre los cinco mejores discos que he hecho. Es fantástico, escribí todo el álbum. Mi vecino y amigo  Neil Murray me preguntó si me interesaría salir de gira a hacer algunos festivales con ellos, pero no pude hacerlo porque estaba trabajando con Yngwie en ese momento. Entonces sugirieron escribir juntos un disco, para lo que les pedí escuchar antes el material. Munkes me envió algunas ideas y escribí sobre ellas. Envié mis ideas de vuelta a Munkes, armó las canciones a partir de ellas, me las envió de vuelta y grabé las voces; Neil grabó su parte en Alemania mientras que Mike Terrana ya tenía grabadas sus partes. Todo se mezcló y se editó muy rápido, en un mes o algo así. Estuvo grabado y listo en menos de ocho semanas, hay que tener en cuenta que eso es muy rápido cuando no estás en una banda todo el tiempo, no estás tocando ni ensayando con ellos de manera habitual. Tristemente no se vendió tan bien como debía y nunca hemos tenido la oportunidad de hacer otro.

-Has formado parte de Tank. Vuestro disco, “War Machine”, tiene ese toque rockero clásico británico mezclado con tu gran habilidad para las melodías. ¿Tuviste libertad creativa en la composición de este cd?

Después me pidieron hacer algunos festivales de verano con “Tank”. La idea era tocar en esos festivales y luego hacer un disco. Yo les pedí que primero escribiéramos un par de canciones y viésemos si funcionaban, en base a eso decidiría. Así fue como sucedió todo. Nos involucramos y de ahí salió un gran álbum, “War Machine”. Sin teclados y con un sonido mucho más metálico, que era algo que llevaba tiempo queriendo hacer. Con suerte me abrirá las puertas a que otra gente se interese en lo que hago. Estamos preparando el segundo álbum ahora y habrá que ver cómo funciona. No se ha podido conseguir un batería estable que trabaje para el grupo - vamos por el quinto o sexto baterista ya -, veremos qué pasa.

                                                                         Tank.

-También has participado en discos como “Once And Future King” de Gary Hughes, con Billy Liesegang, Takayhosi Ohmura o Sebastien. ¿Hay algo que nos quieras contar de estas colaboraciones? ¿Cómo contactaron contigo?

Hice esa grabación con Gary Hughes porque él me lo pidió. Y fue en esa sesión dónde decidí que tendría mi propio estudio en casa, iba a gastar el dinero, comprar el Pro Tools, comprar una MAC y organizarlo todo. Y es que de todo el dinero que estaba ganando haciendo estas sesiones para otros músicos, estaba teniendo muchas llamadas de músicos, más de la mitad se me iba en el alquiler de estudios. Con el dinero de un par de sesiones podía montarme uno en casa y así no tendría que conducir ni volar hasta cualquier lugar para pasar un día grabando. Lo podría hacer en casa y eso sería perfecto para mí.
Tras Empire colaboré con Billy Liesegang en el album “Visual Surveillance of Extremities”. El título viene de lo que tiene que hacer la gente que tiene lepra: tienen que revisarse continuamente porque no tienen sensibilidad en los dedos de las manos, de los pies o en los codos. Tienen que asegurarse de que no estén dañados, pues sangran con mucha facilidad, por lo que tienen que hacer esta “vigilancia visual de extremidades”. Billy tenía todas las canciones escritas y yo sólo tuve que crear las melodías y las letras sobre ellas. También creo que es un gran álbum. Tampoco seguimos con eso más allá.

-¿Qué nos puedes contar de tus colaboraciones en los discos tributo?  Has participado en algunos tributos a bandas como Whitesnake, Iron Maiden, Nazareth, Tommy Bolin, Thin Lizzy o Slade.

Los hice porque no tenía dinero, así de simple. Me preguntaron si lo haría y por supuesto dije que sí. Hice un par de tracks. La industria de la música y específicamente la industria de la música Rock estaba en medio de una gran agitación en ese momento, no se tenía una idea clara de hacia dónde ir. Por ese motivo hicimos el álbum tributo a Iron Maiden y vendió cincuenta mil copias… ¡es una cifra tan ridículamente alta! Para un álbum tributo es increíble; quizás haya sido el hecho de tener a Paul Di´Anno o a Dennis Stratton, no lo sé. Yo lo hice por el dinero y porque logré cantar buenas canciones también. Fue muy divertido.

-Dejo para el final una de las colaboraciones que más me han impactado. Se trata de la obra de Nicolo Kotzev, “Nostradamus”, que me parece una obra maestra. ¿Qué te pareció el disco en general y tu papel de narrador en particular?

“Nostradamus” es el proyecto personal de Nikolo Kotzev. Él nos dio distintos papeles a cada uno de los cantantes, así que yo era el narrador. Mi idea era averiguar tanto sobre Nostradamus como pudiera para estar al nivel de la historia. Ronnie iba a ser el inquisidor, pero luego se retiró porque no tenía suficiente tiempo para dedicarle; más tarde Bruce Dickinson iba a hacer el papel, pero también se retiró porque se volvió a unir a Iron Maiden. Por todos estos retrasos el proceso de grabación debió tener lugar entre 1999 y 2000. Al final lo grabó Jorn Lande, quien reescribió su parte y además hizo un gran trabajo vocal. Fue interesante trabajar así, quizás algún día se retome y lo vuelva a hacer.

                                                       Doogie White con Rata Blanca.

- Has grabado con Rata Blanca la versión inglesa de “El Reino Olvidado” (muy en la onda Rainbow). ¿Qué opinas de estos discos y de tu participación en ellos?

Hice la versión inglesa del álbum de Rata Blanca. Ainhoa Prieto tradujo las canciones literalmente y luego mi trabajo fue darles un poco de sentido, porque el español no se traduce con el mismo sentido al inglés; el español es un idioma mucho más colorido. Así que tuve que esculpir cada canción para que encajara con la melodía y con la frase, como lo había hecho Rata Blanca. De ahí me fui a Buenos Aires por dos semanas y grabamos al álbum allí. Y luego estuve un mes e hicimos cinco shows. Fue muy divertido. Me encanta Buenos Aires.

-¿Cómo se fraguó tu participación con el grupo Demon’s Eye?

Demon´s Eye me hizo una llamada telefónica un domingo por la mañana diciéndome que Glenn Hughes estaba enfermo, que si podía ir a cantar y me preguntaron si me sabía algunas canciones del Mark II y Mark III de Deep Purple. Así que me monté en un avión y fui. Estuvimos tocando tres horas sin ensayo previo. Después de esto he estado haciendo un par de conciertos al año en los últimos tres años, los chicos son geniales, músicos excepcionales y nos lo pasamos muy bien.


-El disco que grabaste con Demon´s Eye, titulado “The Stranger Within”, me encanta. Lo considero un soberbio homenaje al legado Púrpura y con composiciones e interpretaciones de gran calidad. ¿Participaste en la composición del mismo?

Tras los conciertos me preguntaron si estaría interesado en hacer un álbum con ellos. Por este motivo, mientras estaba en Buenos Aires con Rata Blanca, empecé a escribir el álbum de Demon´s Eye. Me había llevado la música conmigo, pero cuando regresé me di cuenta de que me había dejado la grabadora y las cintas en el hotel, así que hay una versión completamente diferente del álbum en una habitación de hotel en el medio de Buenos Aires. Tuve que empezar todo de nuevo de cero. El disco de Demon´s Eye está también entre mis cinco mejores álbumes, es genial. Sabes, no puedo incluir en esta lista los álbumes en los que sólo participo grabando. Cuando compones con el grupo, cuando sales de gira, cuando tocas con el grupo, eres parte del grupo. Cuando sólo grabas, eres un músico de sesión. Sin faltarle el respeto al álbum de Yngwie Malmsteen o al de Rata Blanca, necesito tener la posibilidad de escribir la melodía y las letras, darles mi visión, para poder considerarlo uno de los míos allá arriba, con los mejores que he hecho.

                                                      Demon's Eye: "The Stranger Within".

-Participaste en unos conciertos en Japón con Joe Lynn Turner y Graham Bonnet en la mini gira “The Voices Of Rainbow”. ¿De quién surgió la idea de montar estos conciertos? ¿Cómo fue tu relación con Joe Lynn y Graham? ¿Hay posibilidades de que se repitan estos conciertos en Europa?

Los promotores japoneses llegaron con una idea llamada “The Voices of Rainbow”, se trataba de Graham, Joe y yo. Recuerdo que les dije que el proyecto no se podía llamar “Las voces de Rainbow”, eran algunas voces de Rainbow, pero faltaba la principal - eso depende de la opinión de cada cual, supongo -, por lo que a mí respecta sin Ronnie no se podía llamar así. Así que lo llamamos “Voices of Rainbow”. Fuimos a Japón y tocamos esas canciones maravillosas. Los tres nos unimos y la pasamos bien. Para mí fue también una manera de celebrar a Ronnie Dio, ha sido una influencia tan grande en mi vida y un gran amigo porque, a pesar de que sólo nos vimos media docena de veces, siempre lo sentí como un gran amigo. Fue sin duda un gran hombre.
El espectáculo consistió en que Joe cantó sus canciones, Graham cantó sus canciones y Doogie cantó sus canciones. También hice “Temple of the King” como una especie de tributo a Ronnie, se podía escuchar un alfiler caer, se podían escuchar las lágrimas cayendo al suelo; parece mentira que, con todo lo reservados que son los japoneses, incluso pude ver a algunos con lágrimas en los ojos. ¡Fue tan emocionante! Es que todo estaba muy reciente, Ronnie había muerto hacía sólo seis meses. Yo lo sentí y creo que la audiencia lo sintió así también. Fue por eso que hicimos “Voices of Rainbow”. No sé si volverá a ocurrir alguna otra vez. Pienso que fue una buena idea, pero depende de que haya alguien interesado en armarlo otra vez. Y de que nosotros tengamos tiempo en nuestros proyectos para hacerlo.

                            Voices Of Rainbow: Doogie White, Joe Lynn Turner y Graham Bonnet.

-Jon Lord, recemos para su pronta y total recuperación, (N. de R: la entrevista se realizó días antes de su muerte) te ha invitado a cantar en alguno de sus conciertos la canción “Child In Time”. ¿Qué sentiste cantando “Child In Time” junto a uno de sus creadores?

Me alegro de que menciones a Jon Lord, ¿qué se puede decir de él que ya no se haya dicho? Jon es un hombre tan maravilloso, un músico tan extraordinario y tiene un aire de serenidad a su alrededor tan grande. Fue absolutamente brillante poder trabajar con él. El teléfono sonó: ¿Puedes hacer esto? Fue un momento muy bello, con un hombre maravilloso y cantando sus magníficas canciones. Ojala podamos repetirlo. Tocamos en Bulgaria y fue fantástico. Fue muy diferente para mí y me encantó. Tocamos solamente tres veces juntos, pero esos tres han sido los mejores conciertos en los que he participado; fue simplemente mágico. Y espero que algún momento tenga la oportunidad de trabajar con él otra vez. Eso sería lo más importante. Que podamos hacerlo de nuevo juntos. Eso me haría un hombre muy feliz. Y le deseo lo mejor con su tratamiento y que tenga una vida larga y feliz, pues él se la merece.

                                                       Doogie White y Jon Lord.

- ¿Cómo surgió la posibilidad de fichar por la banda de Yngwie Malmsteen? ¿Os conocíais de antes?

Otro guitarrista fantástico, un genio. Es un hombre muy inteligente y muy trabajador. Tengo un gran respeto por Yngwie. Recibí una llamada telefónica de su manager preguntándome si podía salir de gira con él, pero en ese momento acababa de salir de una operación y no fue posible. Así que no fue hasta septiembre de 2001 que nos unimos en los ensayos y comenzamos a trabajar. Comenzamos en Sudamérica y fue maravilloso poder regresar allí.
- ¿Conocías la música de Yngwie, su estancia en Alcatrazz? ¿Te gustaba?

No estaba realmente familiarizado con el trabajo de Yngwie, ni con Alcatrazz, ni con su banda solista, así que solo conocía las canciones que estaban incluidas en el set.

-Grabaste “Attack”. Cuéntanos tu impresión sobre el mismo. ¿Colaborabais en la composición con Yngwie o era más una cuestión de arreglos? ¿Cómo era la cuestión compositiva en la banda?

Respecto al álbum “Attack”, déjame decirte que Yngwie siempre lo escribe todo. Recuerdo que llegaba desde mi hotel en la playa, en plena costa de Miami, y me encontraba a Yngwie escribiendo la letra de la canción que haríamos ese día, grabábamos y luego algunas veces nos íbamos a jugar tenis. Yngwie es un músico que dice a todos qué y cómo tocar. Esa es su manera de trabajar y hay que respetarla.

-Hay una canción que me gusta especialmente, “Touch The Sky”. ¿Nos puedes contar algo sobre esa canción o sobre alguna otra del disco?

No sé de qué canción me hablas, nunca la he oído (N de R. Aparece como tema extra en la edición japonesa del disco y es una de las mejoras canciones del mismo). Me gustaría dedicarle un tiempo y repasar toda su discografía, pero para eso se necesita tanto tiempo que no he podido hacerlo.

                                                  Doogie White con Yngwie Malmsteen.

- ¿Cómo se elaboraban los setlist con Yngwie? ¿Participabais en la selección u os limitabais a ensayar lo que Malmsteen elegía?

Yngwie escogía las canciones, preparaba el setlist y ya está.

-¿Estás familiarizado con el catálogo clásico de Malmsteen? Discos como “Trilogy”, “Odyssey” o “Marching Out”, que son muy apreciados por los fans, contaban con poca representación en los directos. ¿Por qué crees que esto era así?

En realidad solo conozco las canciones que me tuve que aprender para los conciertos, ni siquiera conocía los discos anteriores.

-¿Cómo eran los ensayos con la banda de Yngwie? ¿Tocabais alguna canción de la saga Purple que no interpretarais en los conciertos?

Cada uno tenía que hacer su parte, cuando interpretas las canciones de otra persona, tienes que hacerlo de la manera en que fueron concebidas. Yngwie había tocada esas canciones mil veces y esperaba que todos pudieran tocarlas a su misma velocidad. En realidad ensayamos tres o cuatro días y a la carretera.
- Os fui a ver a la actuación que ofrecisteis en Madrid en marzo de 2003 (sala Macumba). Malmsteen estuvo tan poderoso como se esperaba de él. Me gustó mucho tu interpretación pero me pareciste por momentos algo distante ¿Tienes algún recuerdo de esa actuación?

No estoy muy seguro de lo que cuentas del concierto en Madrid. Recuerdo el concierto, pero cuando haces nueve  conciertos seguidos, tiendes a unirlos todos en un solo recuerdo. Recuerdo el show de Barcelona porque nos fuimos a jugar a los bolos, eso es algo diferente a estar sentados en un autobús.

- Malmsteen participó en la gira G3 americana con Joe Satriani y Steve Vai. Definitivamente, una gira espectacular. Tú no actuaste con la banda ¿A qué se debió que el repertorio fuera instrumental? ¿Fue decisión de Yngwie?

No hay nada que pueda contarte sobre el G3 en América. No estaba allí.

-Coincidiste con uno de sus bajistas, Mick Cervino, que venía de colaborar en el proyecto medieval de Ritchie - Candice y confeso seguidor de Blackmore y Purple. ¿Cómo te sentiste trabajando con él en la banda de Yngwie? ¿Marca o une haber trabajado con Blackmore?

Siempre me llevé bien con Mick, es una persona interesante y un gran bajista, con un peculiar sentido del humor; ya no le veo y no hablamos, pero disfruté mucho trabajando con él. Solíamos salir a dar largos paseos por las noches a resolver los problemas del universo.

                                               Mick Cervino y Doogie White.

- El siguiente disco fue “Unleash The Fury”. ¿Estás contento con el resultado final del álbum?

La verdad es que no puedo decirte gran cosa al respecto porque no lo recuerdo mucho. Ni siquiera me acuerdo bien de las canciones, no sé muy bien qué decirte. Supongo que es un buen álbum.

- Yngwie siempre ha tenido fama de ser una persona “peculiar” y de trato complicado ¿Cómo fue tu relación, tanto laboral como humana, con él?

En cuanto a nuestras relaciones personales, siempre me llevé bien con él. Nos entendíamos bien. Jugábamos juntos  al tenis y nos íbamos de copas juntos hasta que dejó de beber. Ya no lo hacemos.

-¿Qué es lo que más disfrutaste de tu estancia en la banda de Malmsteen?

Sin duda lo que más me gustó fue salir de gira, actuar en directo con la banda.


- Se ha comentado que la influencia de Ritchie Blackmore siempre ha estado presente en Yngwie (no solo musical, sino a nivel humano, espiritual y global). ¿Crees que Ritchie de alguna manera ha sido el espejo o referencia en la que Yngwie se ha fijado como músico o persona?

Lo cierto es que nunca vi ninguna influencia en Yngwie de Ritchie. Nada. La manera de tocar es totalmente diferente, ni siquiera similar; ambos tocan con Stratocaster y usan Marshall, pero eso también los hacen muchísimos otros músicos. Muchas veces la gente dice cosas sin pensarlas dos veces realmente.
- ¿Mantienes el contacto con Yngwie? ¿Contemplas la posibilidad de volver a tocar con él?

En estos momentos no tengo contrato con Yngwie. Él está trabajando con Tim Ripper Owens, otro cantante fantástico a quién admiro mucho y que es un tío maravilloso. Aunque la verdad es que Yngwie solo ha hecho un puñado de shows desde que me fui, ha tocado en cinco años los mismos conciertos que nosotros solíamos hacer en tres o seis meses. Ese es realmente Yngwie Malmsteen




                                  Doogie White: "Come taste the band". Del disco "As Yet Untittled".

                                                  Doogie White: "Time machine". Del disco "As Yet Untittled".

miércoles, 1 de julio de 2015

¿Para qué escucha música la gente? II.




La música es un don preciado inherente a la propia condición humana y que nos lleva acompañando como vehículo de expresión de nuestras sensaciones, sentimientos e inquietudes desde tiempos inmemoriales. Esta manifestación artística parece que ya estaba presente en los ritos religiosos y mágicos de nuestros primitivos antepasados, conviviendo con las rudimentarias esculturas y pinturas rupestres.

Resulta obvio que la música ha evolucionado a lo largo de todos estos años, llegando a la actualidad como nuestra compañera más o menos necesitada y fiel. Nuestro día a día está rodeado constantemente de música en sus más variadas expresiones, casi la totalidad de las personas que convivimos en nuestro colorido y ennegrecido mundo recibimos ondas sonoras que entran por nuestra oreja  a diario, desde el más perfeccionista y engreído compositor hasta el último anacoreta que se encuentra sometido a los ruidos de la naturaleza.
 
Otro asunto muy distinto es el fin que perseguimos a la hora de escuchar esa música que se encuentra flotando en el éter universal esperando a ser prendada en cualquier forma de melodía, no hay más que pararse a pensar en ello durante más de quince segundos para observar que existen muchos tipos de oyentes o receptores musicales. Si el pasado verano  abordamos un tema tan enjundioso como las motivaciones para asistir a los conciertos de música en directo, ahora que aparecen de nuevo los calores estivales nos vamos a acercar de manera somera a las inquietudes que mueven a nuestros semejantes, muchas veces solo en apariencia externa, a permitir que entre por sus orejas esa pequeña, loca y delicada cosa llamada música. Hemos delimitado veinticuatro perfiles distintos de oyentes musicales. Esta clasificación es deliciosamente subjetiva por lo que es seguro que no aparecerán ni coincidirán otros perfiles que tenga en mente cualquiera que se acerque a leer este conjunto de letras mal juntadas. Cada uno tendrá su propia clasificación, supongo que ahí reside la gracia del asunto. Estos son los perfiles:



1.- El oyente que escucha música como sonido de fondo para hacer cualquier cosa.

Curiosamente mucha gente piensa que la música vino al mundo solo para acompañar. Este tipo de oyente no suele tener gran inquietud sobre la música que escucha, simplemente quiere que esté ahí, presente mientras limpia la casa, mientras habla por teléfono, mientras cena con los amigos, mientras cocina, mientras escribe – incluso mientras lee -, mientras juega con su perro o mientras compra en un macro centro comercial. No suele importar mucho el tipo de música, ni su inspiración o calidad interpretativa, pero interesa que sea variada; las emisoras de radio viven en parte de eso… y muchos grupos musicales también.


2.- El que escucha música para estudiar, leer, escribir...

Gente interesante. Aquí ya hay una cierta intencionalidad en la selección musical, aunque la música va a seguir en un segundo plano porque necesito que me expliquen cómo puede alguien ser capaz de leer o estudiar a la vez que presta atención a lo que intenta que llegue hasta su oído; bueno, siempre ha habido gente con una sobrenatural habilidad para hacer varias cosas a la vez y realizarlas de manera perfecta.
En mi etapa de estudiante conocí a gente que, en los trabajos de la Facultad, reseñaba el disco que había estado escuchando de fondo mientras los realizaba. Es una lástima que todavía  no me haya topado con ningún alumno de esos en mi posterior etapa como docente, sin duda le subiría la nota del trabajo en cuestión; claro está, siempre que la música especificada fuese la adecuada.


3.- Para conducir.

Un clásico. Todos sabemos que a la gente no le gustan los coches, lo que en realidad le llama la atención es conducirlos mientras sale por los altavoces aquella música que le encanta. Dentro de este apartado tienen cabida un importante abanico de posibilidades: los que van en el coche acompañados, los que disfrutan conduciendo y escuchando su canción solos, los que pueden intentar alargar o acortar el viaje según falten o sobren canciones que les gustaría que sonasen o los que se someten a una estricta jerarquía a la hora de opinar en la selección musical a escuchar. Dentro de este último subapartado generalmente suele ser el conductor el que ostenta la primacía en el proceso de selección musical, lo que nos lleva a otra posible y delicada situación: que, por poner un ejemplo, te toque ir de acompañante durante seiscientos kilómetros dentro de un coche en el que suene una y otra vez el primer disco de Alejandro Sanz - sí, el mismo que empezó cantando Rock en un grupo con el bajista de Bella Bestia aunque ahora no lo diga -, sin posibilidad de salir de esa trampa de cuatro ruedas.



4.- Solo y siempre el mismo estilo musical.

Nos encontramos aquí con el oyente que tiene muy claro lo que le gusta y lo suele defender a capa y espada si es preciso. Estos tipos no se andan con rodeos, disfrutan de un determinado género musical y se abandonan por completo en sus brazos. No importa que existan cientos de estilos y subgéneros musicales, para ellos básicamente hay dos: lo que les gusta y todo lo demás, que normalmente no suele merecer mucho la pena. Todo lo que pueda entrar por su oreja perteneciente a otros tipos de música sufre la férrea censura de su dignidad como seguidor del estilo de música de turno que profese. No importa la cantidad de obras de arte que puedan pulular por el mundo, solo se permiten disfrutar dentro de sus parámetros musicales, todo lo demás llega a resultar hasta blasfemo.
Dentro de este apartado nos podemos encontrar a las innumerables tribus urbanas que pululaban con mayor o menor acierto durante los deliciosos años ochenta. Todo era más fácil en aquellos años, no escuchabas música sino que eras Punky, Mody, Rocker, Heavy o Pijo y, desde el mismo instante en el que te bautizabas, no podías abandonar tu grupo de pertenencia de por vida. Hablar de cualquier otra música que no estuviera en los decálogos de cada movimiento podía castigarse con el ostracismo más absoluto por parte de tus semejantes. Con el paso de los años nos hemos ido normalizando y ya casi nos puede gustar lo que sea si nos parece bueno, aunque todavía resisten algunos abanderados inasequibles al desaliento y a la ignominia de la mayoría.



5.- Solo y siempre el mismo grupo.

Variante del apartado anterior. Paladines aferrados a una opción personal que les ha llevado a venerar a un solo grupo o músico ejerciendo el derecho a radicalizar sus gustos en busca de la pureza definitiva. Colocan a un determinado artista en un pedestal y le defienden a capa y espada, estableciendo una especie de compromiso o vínculo de tal fuerza que no pueden romper porque lo considerarían algo así como una traición. De nuevo uno de los músicos capaz de despertar este tipo de pasiones es Yngwie Malmsteen, el virtuoso guitarrista sueco ha conseguido atrapar con su música a muchos fieles adeptos capaces de llegar por su causa a las manos si es preciso. Malsmteen ha conseguido crear un personalísimo estilo musical, lleno de escalas manieristas e imposibles que no dejan indiferente a nadie.



6.- Solo y siempre los mismos discos o cds.

En este apartado el oyente no se centra en un determinado género o artista, nuestros peculiares protagonistas se caracterizan por poseer una colección musical que escuchan una y otra vez. Estas personas seguro que durante un periodo de su vida acumularon un determinado material discográfico y no se han preocupado por seguir escuchando o adquiriendo nuevas referencias musicales. Los sujetos que se incluyen en este apartado no tienen un especial interés por la música en sí, les gustan sus discos pero suelen pensar que todo este asunto corresponde a su juventud y que las personas “serias y adultas” no pueden seguir por la vida acumulando cds. Para ellos la música suele ser algo secundario, relacionado con la adolescencia y que forma parte del pasado nostálgico; incluso se sorprenden cuando se encuentran con tipos coetáneos suyos que siguen consumiendo música, realmente no pueden comprender que sigas emocionándote con el nuevo disco de tal o cual artista. Estos individuos son los que te suelen preguntar aquello de: “¿Todavía siguen tocando Deep Purple? si serán unos abuelos”. No te lo dicen pero piensan con lástima que todavía no has madurado y tú no se lo dices pero piensas que no tienen ni idea de lo que hablan mientras sientes una especie de lástima por ellos.


7.- Solo y siempre el mismo programa o emisora.

Otro subapartado del primer y cuarto punto. Aquí el oyente se abandona a las ondas y deja que otros escojan por él. Realmente conoce las canciones pero no por los discos en las que aparecen sino por los programas en las que suenan. Allá ellos.


8.- Solo y siempre música de You tube o de cualquier otra plataforma informática.

Lo mismo del anterior pero trasladado a nuestros días. Internet ha copado nuestros canales de comunicación, la gente cada vez compra menos prensa, libros – esto realmente nunca se ha vendido mucho -, revistas, escucha menos radio y ve menos televisión. Ahora todo te lo dices por Twitter, Facebook o guasap… si hasta el email y el messenger están desfasados!
En este nuevo mundo tan inquietante los viejos medios de comunicación se han debido reconvertir, los periódicos cuelgan tiradas digitales en la red, las emisoras emiten por internet y los libros se editan digitalmente. You tube se ha convertido en una herramienta global sustituyendo a las emisoras de radio. Para tener éxito hoy en día no necesitas que una compañía de discos invierta millones en las emisoras de radio para que emitan tu canción, no tienes más que grabar cualquier chorrada graciosa y colgarla en You tube; tranquilo, que como caiga en gracia te harás famoso. Recordemos al infame PSY y su “Gangnam style”.



9.- Para escucharla a todo volumen.

Curiosa especie que cohabita entre nosotros y que tiene como fin último en la vida poner a prueba la paciencia de sus semejantes ante la sobre exposición auditiva de sonidos a un volumen brutal. No está del todo claro si realmente llegan a disfrutar la música en sí misma, lo que ofrece pocas dudas es que experimentan una sensación de nirvana espiritual cuando la reproducen a un volumen extremo. No importa la calidad de la definición del cd, vinilo o cassette – sí, algunos de ellos aún poseen pletinas reproductoras de cintas -, ni las condiciones externas que se desarrollan mientras enchufan sus aparatos reproductores, lo que de verdad importa es escuchar esa música a todo volumen. Cuando estos individuos dejan que el sonido atronador y saturado invada sus vidas y la de todos sus compañeros de vecindario experimentan una catarsis de sensaciones que solo ellos mismos están capacitados para entender.
Es cierto que hay determinada música que nació para que sonase alta, pero… ¿toda? Realmente resulta necesario escuchar de vez en cuando el maravilloso y atemporal disco en directo de Michael Schenker titulado “One Night At Budokan” a todo volumen, algunas versiones de ese doble como  “Let sleeping dogs lie” se transforman cuando giramos o apretamos el botón del volumen pero, si andas escaso de horas de sueño porque tienes que dormir para dirigir una obra teatral al día siguiente y tu querido vecino decide que es momento adecuado para escuchar la guitarra solista de Schenker a todo trapo, la situación puede acabar mal por mucho que nos guste el genio alemán; y no quiero ni contarte lo que supone que el niñato de turno rompa tu paz espiritual mientras decide poner a todo volumen en el reproductor de su vehículo cualquier tema de Reggaeton o Hip Hop, el resto del barrio estará deseando que baje de una vez la novia de nuestro encantador primate para que se vayan a disfrutar de su música a otro lado.

                                      MSG: "Let sleeping dogs lie" Del directo "One Night At Budokan".


10.- Para salir de fiesta.

Variante del apartado anterior. Nuestro protagonista solo tiene tres o cuatro discos, pero se sabe todas las canciones que ponen en sus bares favoritos. En este caso la música está directamente ligada al ocio, a salir por ahí, de fiesta con los amigos. No será un erudito musical aunque, sin embargo, se le tiene mucho cariño… y suele ser ideal para animar la fiesta. Seguro que todos conocemos a alguno.
 

11.- El oyente que suele escuchar lo que está de moda.

Muy relacionado con los apartados siete y ocho. No importa mucho el género musical o la calidad interpretativa, al igual que la ropa que viste o los lugares que frecuenta, lo importante es que esté de moda, que se lleve. Nuestro encantador ejemplar no se caracteriza por tener una personalidad arrolladora, eso seguro, pero está perfectamente enterado de todas las nuevas tendencias y te lo hace saber en cuanto tiene la menor ocasión.



12.- El que escucha lo que le graban o le recomiendan los amigos.

No importa el género, la calidad del músico o de la grabación, si te lo pasa un amigo hay que escucharlo. La mayoría de las veces nuestra evaluación va a ser en positivo, es igual que no tengamos en nuestra colección ningún disco de ese estilo musical o que el sonido de la grabación sea pésimo, siempre le vamos a encontrar el lado bueno. ¡Ah! los amigos. ¿Qué haríamos sin ellos? La cantidad de discos que han acabado en mi colección por motivos que escapan a mi entendimiento. Lo curioso del asunto es que hay determinados discos a los que jamás les hubieras dado una escucha, incluso cuando los oíste aquella única vez porque te los pasaron y no te gustaron,  pero que los has redescubierto con el paso de los años y te han acabado aportando algo positivo en la vida. Otra de las grandes virtudes de la música, abanderada artística capaz de hacer que tus inquietudes evolucionen y te permitan estar en continua fase de descubrimiento.


13.- El que escucha la música del grupo en el que tocan sus amigos.

Variante del apartado anterior. Aquí tenemos un problema importante, puesto que es tu propio amigo el que ha compuesto o tocado la música que vas a degustar. Se trata de acometer un encargo de difícil ejecución. Uno siempre va a enfrentarse al disco en cuestión con la mejor de las predisposiciones y, si disfrutas lo que escuchas, todo resultará más sencillo y gratificante; las críticas serán positivas y renovareis esa conexión especial que os une. El problema aparecerá si no te gusta lo que escuchas, en ese caso el asunto se torna complejo, sobre todo si en lugar de un amigo se trata del disco de un conocido. Con un buen amigo nunca habrá problemas de comunicación, la base de la amistad es la confianza y entre amigos se puede decir cualquier cosa porque saldrá del cariño, pero con los conocidos el asunto se torna distinto. No se trata de mentir a un conocido diciéndole que te ha gustado su disco, eso no se le hace a un camarada, pero si te sinceras con él y le dices que su música apesta puedes dar por seguro que nada volverá a ser lo mismo. La relación entre un artista y su obra es delicada e incomprensible a ojos externos, es algo así como un amor de pareja y si te metes en medio acabarás mal, de hecho hay músicos que se sienten más unidos a su música que a la persona con la que comparten sus vidas. Lo ideal es que el artista ejecute una máxima que debería enseñarse en todas las escuelas de arte y similares: un creador nunca debe preguntarle al oyente qué le ha parecido su obra.


14.- Acumula música que no escuchará jamás.

Especie bastante actual. Antes pasaba con las grabaciones de los discos y hoy día, en mayor medida, con las descargas de internet. Todos hemos tenido al típico amigo, conocido o completo desconocido con el que entablas una conversación casual y que, en cuanto puede, te pide que le grabes tal o cual disco; su objetivo final es pedirte toda tu discografía completa. El estilo y género de los artistas o los discos que poseas resulta una cuestión secundaria, porque no los va a escuchar, lo que le importa a este tipo de sujetos es acumular la mayor cantidad de material discográfico posible.
Aunque la esencia es la misma, en la actualidad los métodos de adquisición de discos han variado. Con la irrupción de internet en nuestras vidas, nuestros protagonistas no se ven obligados a pedir ingentes cantidades de discos a sus improvisados mecenas, les basta con tener encendido durante toda la vida el ordenador y Emule. De escuchar lo que descargan, nada de nada; bastante tienen con colocarlo, estructurarlo y archivarlo.



15.- Siempre escucha el disco completo desde el inicio hasta el final.

Especie muy poco habitual aunque existente y en continuo peligro de extinción. En algún momento determinado de su día a día deciden escuchar algo de música, seleccionan un disco y lo empiezan a escuchar. Si hay que pararlo por el motivo que sea, vuelven a ponerlo desde el principio. Suele pasar cuando vas en el coche. Desde luego que están perfectamente capacitados para comentar dicho disco porque lo conocen con exactitud matemática.


16.- Los que escuchan música por obligación.

Increíble pero cierto, hay gente que se encuentra obligada a escuchar música por motivos laborales. A la cabeza de este apartado nos encontramos con aquellos que trabajan como ejecutivos discográficos o los que se dedican a las cuestiones técnicas de grabación, como pueden ser los productores, ingenieros de sonido, etc. En algunos casos la obligación contractual es una bendición, porque algunos parten de la base de su amor a la música,  aunque en otras es un castigo, ya que jamás sintieron el más mínimo aprecio por la música y su relación con ella es asquerosamente comercial.
Un subgrupo sería el de los críticos y periodistas de variado pelaje y, a veces, de dudosa enjundia. Algunos de ellos desprenden pasión por los poros de sus palabras y escritos, pero desgraciadamente nos encontramos con otros que ni siquiera está del todo claro que lleguen a escuchar al completo los discos que tienen que comentar, pese a recibirlos gratis.



17.- Los que escuchan música para diseccionarla.

Los puristas en su estado puro. Tienen la extraña habilidad de diseccionar todo lo que llega a su oído. No lo hacen como una pose, realmente tienen esa capacidad grabada a fuego en su ADN y se sienten en constante búsqueda de la perfección absoluta. Se trata de discernir la manera de realizar el solo de guitarra, la intro rítmica o la entonación del cantante. Este grupo lo constituyen un elenco de privilegiados que han sido tocados por el dedo divino y que son poco más que verdaderas enciclopedias andantes llenas de sabiduría que alegran la vida y el espíritu del resto de mortales que tenemos la inmensa fortuna de poder acompañarles en su camino hacia la perfección. Imprescindibles para cualquier amante profano de la música, tener a un amigo así es como poseer un tesoro.


18.- Los que no les gusta nada de lo que escuchan.

Especie poblada por algunos privilegiados individuos del apartado anterior y por otros que carecen de eso que los diferencia del resto pero que se han trabajado bien la pose. No sabemos hasta qué punto están capacitados para disfrutar de la vida, porque tienen pegas para todo lo que les rodea.  Poco importa que el más técnico, creativo e inspirado de los músicos alcance su clímax cósmico y consiga grabar su obra definitiva, siempre encontrarán un fallo, por minúsculo que sea.


19.- Porque lo pide el momento o la época del año.

Muchas veces parece que determinada música solo tiene razón de ser en función del momento o época del año en la que nos encontremos. La Navidad puede ser un ejemplo bastante ilustrativo, en esta época del año todos los centros comerciales radian villancicos día y noche sin descanso ni desfallecimiento.
Más ejemplos: El verano y su dichosa canción agobiando al personal en todos los chiringuitos de playa. Exacto, a todos se nos ocurre algún tipo de perrería con Georgie Dann como protagonista.



20.- Solo la música de los conciertos en directo.

En este grupo se incluye un perfil bastante característico, el de aquellos que disfrutan la exposición en vivo de la música de sus artistas favoritos. Pueden tener tres o cuatro cassettes, discos o cds en sus casas - generalmente de Iron Maiden o Barricada -, pero cuando sus grupos pasan por sus zonas de residencia no tendrán reparos en exponerse una vez más al encanto de experimentar su música en vivo.



21.- Solo música cantada en castellano.

Otra peculiar especie que pulula por nuestro suelo patrio. Poco importa la impresionante paleta de posibilidades que nos ofrece el vasto y complejo universo musical y sus infinitas gamas cromáticas posibles. Para estas personas conocer la letra es lo único que importa. Herederos directos de los cantautores, la música es un mero vehículo, con importancia nula, para adornar sesudos planteamientos lingüísticos que van desde lo elevado hasta lo vergonzosamente ridículo.


22.- El que escucha música para relajarse, para dormir.

Todos conocemos a esa persona que suele usar la música para dejarse atrapar por los brazos de Morfeo. Algo de mágico debe tener todo esto de la música, que hasta para dormir nos sirve. Los individuos que usan el hilo musical para la noble y delicada tarea de conciliar el sueño deben elegir sabiamente, porque no todos los artistas nos pueden ayudar a lograr el ansiado objetivo; uno de los favoritos son Vangelis, su abismo musical insondable e incomprensible para oídos profanos puede ser el idóneo para sumergirte en el delicado pozo de la quietud. No hay un prototipo de grupo claro para estos menesteres, puede que incluso exista alguien que use las melodías de Slayer y de su incombustible Dave Lombardo; nunca se sabe. Ideal el apartado anterior de los cantautores.


23.- El oyente que escucha música para motivarse.

Intrigante objetivo. Hay gente que activa su adrenalina mientras escucha determinados fragmentos musicales, es otro de los poderes místicos de este gran descubrimiento humano. Algunos se llevan música en sus ipods mientras realizan deporte, otros se intentan motivar para llevar a cabo cualquier empresa refugiándose en su música preferida momentos antes de intentar realizarla. Especialmente peculiares resultaron las declaraciones hace años de Sammy Hagar, el entonces cantante de Van Halen se sentía orgulloso de los comentarios realizados por algunos pilotos de cazas del ejército americano que afirmaban motivarse con su música a la hora de actuar en la guerra del Golfo o de Iraq. Inquietante.


24.- El oyente que tiene la necesidad de escuchar música como forma de realizarse y de entender la vida.

Los que la consideran arte y no pueden sustraerse a su impresionante poder. La necesitan tanto como el respirar, su día a día se encuentra impregnado de esas melodías, acordes y progresiones que les acompañan en todos los momentos de su vida, los buenos y los malos. Pueden afirmar, sin miedo a equivocarse, que el mundo es un poquito mejor gracias a este invento.