Clube de Adictos a Deep Purple

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Púrpura Chess

This blog is basically a musical site. Here we talk about the music we like, using different angles. As dear and missed Jon Lord once said: “Music is the highest kind of Art that exists”. I think the same way too.

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martes, 2 de agosto de 2016

Beach Boys. Brian Wilson: “Sail on sailor” y “Wouldn’t it be nice”.


Sigo en plena fase Beach Boys, es lo que tienen estos calores. En la anterior entrada me remitía a dos versiones, pero es que el grupo de los hermanos Wilson tienen una cantidad tan abundante de canciones que en el momento en el que te sumerges puedes perderte dentro del abismo insondable de su discografía. De hecho puede que sea uno de los grupos que más han explotado las compañías de discos con los recopilatorios, llevan sacando uno distinto cada verano desde hace más de treinta años, y todavía consiguen que la selección de temas incluidos sea variada.


“Sail on sailor” es una de mis debilidades, no lo puedo evitar. Pese a ser uno de los mejores temas de toda su discografía no suele aparecer en los recopilatorios, supongo que esto se debe a que la mayoría de las veces colocan a un inútil para seleccionar las canciones. La primera vez que escuché esta canción fue durante el concierto que el grupo ofreció en Vigo allá por el año noventa y ocho, dese luego uno de los peores momentos para escuchar y valorar por primera vez una canción. En cuanto entonaron los primeros versos me resultó imposible resistirme ante la enigmática belleza de aquella melodía, en unos cuantos segundos habían logrado lo que otros músicos emplean toda una vida en perseguir, muchas veces sin conseguirlo. Es una composición de Brian Wilson y apareció publicada en el disco titulado “Holland”. En aquellos años Brian había sido absorbido por completo por todos sus demonios, había tenido que dejar la actividad de directo del grupo, estaba enganchado en las drogas, había ganado mucho peso y vivía como un recluso en la cama de su casa. Demasiadas presiones por todos lados para una mente tan especial, distinta y frágil como la suya. Parece ser que esta canción la compuso pidiéndole a su estimado amigo, letrista y arreglista del en su día inconcluso disco “Smile”, Van Dyke Parks que le hipnotizase. El resultado fue una obra maestra, propia de un genio del calibre de Brian.

                                                       Beach Boys: "Sail on sailor".

La otra canción es “Wouldn’t it be nice” y poco se puede decir sobre ella que no se haya escrito ya. Es el tema que inicia el emblemático “Pet Sounds”, una de las obras maestras del grupo reconocida por todos los estamentos musicales. Curiosamente al entrañable Mike Love nunca le gustó ese disco, en su mente simple y directa solo tenían cabida canciones facilonas que hablasen del sol y las chicas, estaba claro que todo este asunto le venía grande; aunque en cuanto el disco obtuvo éxito pasó a ser uno de sus favoritos, claro.


Esta canción rebosa felicidad y buenas vibraciones por los cuatro costados y demuestra a las claras la capacidad especial de Brian Wilson para crear algo único y memorable. Simplemente podemos decir que nadie –repito: nadie- ha compuesto música que suene así. Imagino que el petardo de Paul McCartney, otro tipo que tuvo la suerte de coincidir con John Lennon y cuyo principal mérito es reconocer el talento creador de Brian Wilson, habrá escuchado con atención –y con cierto titubeo también- esta obra maestra de Brian en infinidad de ocasiones.

                                            Beach Boys: "Wouldn't it be nice". Vídeo original.


jueves, 28 de julio de 2016

Beach Boys. Carl Wilson: “California dreamin” y “Remember (Walking in the sand)”.


Es imposible entender el verano sin la música de los Beach Boys. Estos idílicos días del año en los que reinan la playa, el sol, el calor y los chiringuitos están pensados para hacer de la música de los hermanos Wilson y compañía nuestra banda sonora diaria ideal. El verano no sería verano sin ese paseo matutino o nocturno por la arena de la playa, sin ese café humeante después de comer mientras te asas de calor o sin esa cerveza bien fría que te tomas bajo la sombra de un chiringuito en primera línea de playa, cómodamente sentado y disfrutando de la suave brisa del mar susurrándote en el rostro. Todo esto no alcanza su sentido global hasta que no suenan canciones como “Darlin”, “Come go with me”, “Wouldn’t it be nice”, “California girls”, “Help me Rhonda”, “Still cruisin” o “Surfin USA” entre otras.
El catálogo de los Beach Boys es tan extenso, variado e inspirado como exitoso. Aunque hoy no nos vamos a centrar en la figura de Brian Wilson, auténtico genio creador y motor principal detrás de la maquinaria del grupo, un tipo con un talento de los de uno entre un millón. Nuestro protagonista ahora va a ser Carl Wilson, el hermano pequeño de esa increíble saga que crió el inefable Murry Wilson, padre dictador que llenó de miedos e inseguridades a Brian Wilson y que se aprovechó vilmente del talento de su hijo. El bueno de Carl fue el guitarrista de la banda californiana y el principal valedor de la esencia rockera del grupo. Seguidor de artistas como Chuck Berry, impulsó esa vena musical en el seno del grupo.


Fue un guitarrista correctito y su labor compositiva no se desarrolló hasta que llegaron las crisis de Brian Wilson a mediados de los años setenta, pero su peso en el grupo ha sido tan grande que se acabó convirtiendo en el auténtico aglutinador de la banda hasta su triste fallecimiento en 1998, víctima de un cáncer de pulmón. Tras su muerte el avispado Mike Love, realizando todo el juego sucio que fue necesario, se quedó con los derechos del nombre del grupo. Quién piense que los Beach Boys han sido unos angelitos que cantaban “Surfin”, “Barbara Ann” o “Surfer girl” debería quitarse esa idea rápidamente de la cabeza. Los componentes de este grupo han experimentado todos los excesos del sex, drugs and Rock’n’Roll way of life. A su lado gente como Led Zeppelin o Rolling Stones quedan convertidos en poco menos que hermanitas de la caridad. Me parece que habrá que retomar este tema en otro momento.

                           Beach Boys: Al Jardine, Mike Love, Carl Wilson, Brian Wilson y Dennis Wilson.

Volviendo a Carl, lo que aquí nos importa sobre todo es su voz. Después del aspecto compositivo lo más característico y especial de este grupo californiano ha sido su juego de voces, aquí cantaba hasta el que barría el local y los distintos tonos y rangos de sus componentes permitían a Brian materializar esas armonías y melodías que estaban en su cabeza y que resultaban imposibles para cualquier otro ser humano. De la amalgama total de voces, podían llegar a realizar hasta cuatro líneas vocales distintas y simultáneas en las canciones, destaca la de Carl Wilson. Recuerdo muy bien la primera vez que escuché esa voz, fue en la canción “California dreamin”, durante un verano -cómo no- hace ya unos cuantos años; quedé totalmente prendado de ese sonido.


“California dreamin” es una versión de un tema de los Mama’s And the Papa’s. Beach Boys realizaron una versión tan elegante e intensa que superó con creces a la original de Phillips y compañía. Desde el inicio con los ecos de la acústica hasta los coros finales resulta una delicia. Pero lo verdaderamente especial de este tema reside en la voz solista, todas las canciones de Beach Boys llevan varias voces aunque hay una o dos que son las que marcan el peso del tema y las demás adornan o juguetean coloreando el resultado final. La voz de Carl es especial, tiene empaque y puede subir en agudos con mucho cuerpo, tiene unos ricos matices y una elegancia innata, pero principalmente es una voz bonita y personal; en el momento en el que empieza a cantar puedes identificarle, lo que en un grupo vocal dice mucho y bueno.


Esta versión se publicó en 1986, consiguiendo un éxito moderado –en aquellos tiempos el grupo no atravesaba su mejor momento de popularidad-, incluso grabaron un vídeo clip atómico muy en línea de la estética ochentas. En el cutre vídeo participaron algunos de los miembros que grabaron la versión original, junto con los propios Beach Boys. Todos enfundados en unos abrigos kitsch de hombreras hiper horteras que tanto se llevaban por entonces; en fin, aquellos deliciosos años ochenta.

                                                    Beach Boys: "California dreamin".


La otra canción también es una versión de un tema que George Morton compuso para las Shangri-Las. “Remember (Walking in the sand)” es otro clásico que ha sido versioneado por varios grupos, entre ellos se encuentra Aerosmith con una versión muy, pero que muy buena. La versión de Beach Boys apareció en el disco “Summer In Paradise”, el único de toda su discografía en el que no participó Brian Wilson, total o parcialmente. Este disco, publicado en 1992 al abrigo del éxito del hit single “Kokomo”,  ha sido objeto de toda suerte de críticas por parte de los seguidores clásicos del grupo. Imagino que el motivo principal viene por la apropiación del nombre, justo en esos años, por parte de Mike Love. Mike pretendió realizar un disco que fuese la quintaesencia del verano y le quedó algo en medio de la nada. El angelito de Mike volvió a demostrar que lo de la composición no es lo suyo, siempre a la sombra del genio de Brian Wilson y aprovechándose del talento y de los problemas mentales de este para chuparle hasta la última gota de sangre; incluso hace poco consiguió que los tribunales le concediesen un porcentaje en la autoría de muchos de los temas clásicos del grupo por haber escrito unas cuantas frases de las letras de las canciones, argumentando que en aquellos años todos estaban juntos y la creatividad podía venir de cualquiera de ellos. Delirante. Curiosamente nuestro querido Mike ha tenido todos estos años para demostrarle al mundo sus capacidades compositivas y todavía seguimos esperando. Los procesos judiciales abiertos entre los abogados de Mike y Brian durante este nuevo milenio darían para publicar un libro. Supongo que con la gira de reunión que realizaron en 2012 cerraron algunas heridas y, de paso, nos permitieron hacer realidad un sueño al actuar en directo en Hoyos del Espino durante ese verano con la totalidad de miembros vivos de la saga reunidos para una única gira; imposible olvidar aquella interpretación de “Sail on sailor” por parte del grupo original en plena sierra abulense. Una prueba más de la imposible relación amor/odio que siempre ha perseguido a este grupo.

                                           Beach Boys: Rock n Roll Hall Of Fame 1988.

De cualquier modo, sería injusto criticar “Summer In Paradise” por estos motivos. Es un buen disco, con algunos altibajos pero con joyas como “Slow summer dancin’ (One summer night)”, “Island fver” o la propia “Remember”. Necesito escucharlo todos los veranos; bueno, la verdad es que necesito escuchar toda la discografía de Beach Boys y de sus músicos en solitario cada vez que comienza Julio. En esta canción la voz de Carl Wilson vuelve a enamorarnos derrochando toda su ternura e intensidad característica. Y ese saxo principal queda perfecto.

                                             Beach Boys: "Remember (Walking in the sand)".


miércoles, 20 de julio de 2016

Rainbow: "Sixteen century greensleeves". Bietigheim-Bissingen. Monsters of Rock 18.6.16. Un poquito de magia.


"Sixteen century greensleeves", ese tema tan especial que selló para siempre el inicio de una de las mejores y más creativas colaboraciones que ha dado el mundo de la música -el binomio Ronnie James Dio/Ritchie Blackmore-, se interpretó en uno de los tres conciertos de vuelta al Rock que ofreció el grupo de Blackmore hace escasamente un mes.


En la incomparable y sugerente localización de Bietigheim-Bissigen, frente al Parque del Viaducto de este entrañable pueblecito alemán de nombre impronunciable, se celebró el segundo de los tres únicos conciertos de la nueva reencarnación del Ritchie Blackmore's Rainbow. El grupo, como siempre ha sucedido con las distintas formaciones de Rainbow, estaba compuesto por savia nueva -algo que normalmente ha caracterizado a Ritchie, preocupado por buscar ese feedback nuevo y personal con los músicos que le rodean además de sus habilidades musicales-. Al frente del grupo nos hemos encontrado a Ronnie Romero, un estupendo vocalista afincado en nuestro país y que no ha hecho más que demostrar al mundo entero lo bueno que es. Completamente sobrado de voz e interpretando un repertorio lleno de temas originales de vocalistas como Ian Gillan, Ronnie Dio, Glenn Hughes, Graham Bonnet, Joe Lynn Turner o David Coverdale. Defender un repertorio de estas características solo está al alcance de unos pocos. Impresionante su demostración de facultades en "Child in time".


No es esto una crónica, ni tiene la intención de serlo. Simplemente quiero compartir el momento en el que Ritchie Blackmore decidió interpretar "Sixteen century greensleeves" y llenarnos de felicidad a muchos de nosotros. Ni siquiera el batería tan simplón que se han buscado para estos conciertos pudo quitarle el brillo a esta inmortal canción que, recordémoslo bien, solo tocaron en este segundo show de la mini gira de sus tres actuaciones de regreso al Hard Rock. Hay que disculpar la grabación con teléfono movil y abstraerse para disfrutar de la verdadera esencia del asunto.

                   Ritchie Blackmore's Rainbow: "Sixteen century greensleeves". Monsters Of Rock. 18.6.16.

Parece ser que Blackmore tiene intención de realizar más actuaciones con Rainbow el próximo año, incluso ha comentado recientemente que tocará principalmente canciones de este grupo porque parece que la gente disfrutó más de estos temas que de los de Deep Purple ¿?... desde luego que Ritchie sigue siendo un cachondo. No podemos olvidar que Ritchie Blackmore hoy en día es un señor de setenta años operado de artritis en una mano, por lo que no tiene sentido hacer carreras comparando su nivel de digitación con el de hace cuarenta años. Sin embargo, todo su gusto tocando permanece intacto; no hay más que escuchar, por ejemplo, cualquiera de las versiones de "Catch the rainbow" que realizó en estos conciertos para comprobarlo. Serán bienvenidas todas las futuras actuaciones que quiera realizar de este grupo tan especial, aunque quedará en mi memoria el momento en el que puso el pie en el escenario de Loreley, con su chaqueta negra de flecos que lució en algunos conciertos de las giras de "The House Of Blue Light" o "Slaves & Masters" y mientras tocaba los primeros acordes de "Highway star".





martes, 12 de julio de 2016

Paul Shortino.


Hace unas semanas planteábamos por aquí la necesidad de comentar unas palabras sobre  ese gran cantante que responde al nombre de Paul Shortino y qué mejor momento ahora que todavía están recientes sus recientes actuaciones del pasado mes de Junio en Madrid y Barcelona con King Kobra.

                                                                   King Kobra.

Shortino puede que sea uno de los cantantes más poco reconocidos dentro del circuito del Hard Rock y esto resulta bastante injusto puesto que, pese a no ser uno de esos cantantes definitivos y más grandes que la vida, es poseedor de una voz muy personal. Un tono grave que modula con maestría y que rompe en unos rasgados ideales para acompañar ese tipo de canciones que tanto nos gustan. Su tono natural resulta idóneo para temas densos y en clave bluesy, pero también tiene una elegancia natural para modular y llenar de matices cada línea vocal que afronta. No es una voz de agudos, desde luego, pero cuando sube de tono y rompe hace que la canción gane muchos enteros; sobre todo para los que nos gustan esos temas que van creciendo en intensidad hasta que explotan en algún momento determinado. La mezcla perfecta entre garra y sensualidad.


Paul Shortino ha puesto su voz en distintos grupos a lo largo de todos estos años. Se dio a conocer con su grupo de siempre, los Rough Cutt. Se trata de una especie de grupo americano de Hard Rock que ha adquirido la categoría de culto con el paso de los años, nunca alcanzó el éxito pero es bien conocido por todos los amantes del género. El empujón para el grupo de Shortino vino de la mano de Ronnie James Dio; sí, nuestro añorado vocalista y su entonces mujer/mánager/arpía Wendy les escucharon, vieron su potencial y decidieron apadrinarles –Paul sigue mostrando su agradecimiento y reconocimiento a la figura de Ronnie, al que llama su ídolo y amigo, acordándose de él en conciertos como el del otro día en Madrid con King Kobra y que dice mucho de su calidad humana-.

                                                                  Rough Cutt.

                         Paul Shortino en Los Angeles durante el Memorial por la muerte de Ronnie James Dio.

Tras la historia de Rough Cutt, nuestro hombre pasó a formar parte de Quiet Riot. Sustituyó al malogrado cantante Kevin Dubrow, al que echaron sus propios compañeros hartos de su insufrible actitud de estrella. Con ellos grabó el estupendo pero poco reconocido disco titulado “Quiet Riot”, lleno de grandes canciones y que, en un mundo justo, les hubiera encumbrado de nuevo al estrellato. “Stay with me tonight”, la canción que abre el álbum, es un temazo que merece la compra del disco por sí solo. Editaron un vídeo en directo de su gira de presentación en el que, desgraciadamente, la voz de Shortino no estaba en buen momento. El tema de los cantantes siempre ha sido muy delicado, con coger un ligero resfriado ya no puedes cantar. Por otro lado, un tipo de voz como la de Paul y su manera de interpretar se resiente mucho si no está al cien por cien. Estos problemas con la voz también los arrastró en el directo en solitario que sacó años más tarde bajo el título de “Booked, Toured And Released”. Por el contrario, las tres oportunidades que he tenido de verle en directo me ha llamado la atención por lo bien que ha cantado; esa voz llena de pasión, de Soul

                                             Quiet Riot: "Stay with me tonight". Vídeo clip oficial.

                                                   Kevin Dubrow y Paul Shortino. 

También colaboró en un proyecto con Mitch Perry, el estupendo guitarrista que acompañó a Michael Schenker en el primer disco de la McAuley Schenker Group, llamado Badd Boyz. Pese a montar un puñado de canciones más que recomendables no lograron encontrar contrato discográfico y abandonaron el proyecto. Los temas se acabaron publicando años después en un disco de Mitch Perry y se volvieron a recuperar más adelante bajo el nombre original del grupo.


Paul Shortino también ha grabado distintos discos en solitario, de mucha calidad todos, aunque el mejor es, sin duda alguna, “Back On Track”. Este disco lo sacó en compañía del guitarrista Jeff Northrup y lo volvió a reeditar años después con el añadido de temas extra. El cd es de lo mejorcito que ha grabado Paul y canta que se sale. Para muestra tenemos el estupendo tema "Bye bye to love", con un final de órdago en el que Paul demuestra por qué es tan bueno.

                                                  P. Shortino feat J.Northrup: "Bye bye to love".

En la actualidad Shortino compagina su labor de vocalista en King Kobra con colaboraciones en musicales y reuniones de artistas en Norteamérica, algo que se encuentra muy de moda últimamente en Las Vegas o New York. Así mismo realiza otras colaboraciones puntuales cuando son requeridos sus servicios, hace unos años actuó en directo en España acompañando a Carmine Appice y a Javier Vargas bajo el logotipo de VBA (Vargas-Bogert-Appice) en un intento de emular el fantástico álbum que publicó en los setenta el grupo BBA (Beck-Bogert-Appice). Todo un luchador, curtido en mil y una batallas musicales.