Encuentros HUSH.
Este es un sitio musical, no nos engañemos, pero en el que nos vamos a acercar a la música que nos gusta desde distintos ángulos, cual prisma. Como ya dijo el añorado Jon Lord: la música es la forma de arte más elevada que existe; afirmación que, pese a disfrutar de otras manifestaciones artísticas, sostengo plenamente.
Clube de Adictos a Deep Purple
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Púrpura Chess
This blog is basically a musical site. Here we talk about the music we like, using different angles. As dear and missed Jon Lord once said: “Music is the highest kind of Art that exists”. I think the same way too.
Es empezar a hablar de Danzig e
inmediatamente se enciende un chip que debemos tener en algún recóndito rincón
de nuestra masa gris. Algo debe tener este tipo de especial que, sin haber
alcanzado el estrellato e incluso haber hecho todo lo posible por no lograrlo,
nos toca la fibra a algunos de nosotros. La cantidad de grandes canciones que
tiene en su haber el amigo Glenn,
comandadas por el imperecedero “Mother”,
darían juego para pasar un buen número de noches apoyados en la barra de algún
oscuro tugurio, en mitad de la noche más sugerente y tenebrosa, arropado por la
música adecuada de fondo, con una copa al lado y en la compañía correcta
mientras te metes de cabeza directamente en el fondo del asunto musical esperando
hasta que los primeros rayos de luz aparezcan en un ejercicio que hace
disfrutar a la mente y revitaliza el alma.
Esta canción es una de las revisiones que aparecieron hace algo más de
dos años en el disco de versiones que nuestro querido artista bautizó como “Skeletons”. Aquí nos encontramos a un Danzig que arropa con su voz más
aterciopelada pero llena de carácter esta gran canción, llevándola a su terreno
y demonizándola por completo mientras demuestra una vez más su bagaje musical y
su criterio a la hora de escoger la música que homenajear.
Esto de los discos de versiones lleva unos cuantos años completamente
de moda, de tal modo que uno casi acaba antes nombrando a los grupos que
todavía no han publicado un disco de estas características. La mayoría de las
veces estos discos de versiones son una especie de grandes éxitos con algunas
de las canciones que todos conocemos y acaban resultando completamente
predecibles; ojo, poco que objetar a muchos de estos clásicos en sí mismos, el
problema viene a la hora de usarlos por otros grupos para ensamblar uno de
estos discos. No es este el caso de Danzig,
nuestro particular Evil Elvis se cuidó mucho de crear una obra en la que lo
importante no eran los títulos de las canciones, sino el concepto global que
resultaba de las mismas y su tratamiento por parte del grupo. Hay canciones que
son archiconocidas y otras que no lo son tanto, aunque también sean grandes
composiciones. Glenn puso sobre el
tapete una selección de temas con vida propia que no eran necesariamente
famosos… algunos ni siquiera eran los más reconocibles de los grupos que
originalmente los crearon. “Lord of the
thighs” es una delicia de canción, pero ni por asomo es de las más
conocidas de Aerosmith; de hecho
estoy seguro que la mayoría de fans histéricos que saltan en las primeras filas
de sus conciertos cada vez que interpretan el famoso a la par que insoportable “I don’t want to miss a thing” ni
siquiera la conocen. Encontrar el equilibrio entre el bagaje musical, el buen
criterio, el eclecticismo y el estilo a la hora de seleccionar las versiones a
realizar me parece todo un arte en sí mismo. Y Danzig aquí lo demuestra, una vez más.
En lo que respecta a “Rough
boy”, poco más se puede añadir a la escucha de la canción. Uno de esos
temas melancólicos y densos que tan bien se le dan a Glenn. Preciosa canción, original del disco “Afterburner” de los ZZ Top.
Seguro que para el gran público no sea de las canciones más reconocibles del
grupo, pese a entrar en las listas de éxitos de la época, y sin embargo rebosa poder por los cuatro
costados. La rendición que hace Danzig
es simplemente perfecta. Capta su esencia, consigue transformarla y llevársela
a su terreno, pero logrando respetar el original. Otro debate abierto: ¿una
versión debe ejecutarse y sonar como el original o intentar innovar a partir
del sentir del propio tema? Una sugerencia para que nuestro colaborador Metálico tome en consideración.
En apenas un par de meses Glenn
Danzig y su grupo inician una nueva –y corta– gira
por Europa para celebrar el treinta aniversario de su grupo Danzig. Recientemente actuó en el
festival Psycho Las Vegastocando su exitoso disco “Danzig III: How
The Gods Kill” al completo,
además de otros clásicos de su interesante discografía; veremos qué hace en
esta gira europea. Por supuesto, de España nada de nada.
Danzig 88-94: Eerie Von, Glenn Danzig, Chuck Biscuits y John Christ.
Glenn Danzig hoy en día es poco menos que un icono para un
importante sector de aficionados a la música. Alma máter del grupo de
culto Misfits, formación pionera dentro de la seminal escena Punk
Rock norteamericana que brotó con fuerza a finales de los setenta y principios
de los ochenta ofreciendo una respuesta contracultural a una generación de
jóvenes con sed de rebelión ante los convencionalismos e hipocresías que les
rodeaban. No hay más que visionar algunos de los vídeos piratas de sus
actuaciones en directo para darse cuenta de la energía y rabia que transmitía
este singular grupo; nada impostado ni ensayado de antemano, todo real, sincero
y puro. Años después Metallica grabó una versión de una de sus canciones
y alcanzaron el reconocimiento.
Misfits.
Pero un culo inquieto como el
de Glenn hizo que poco después Misfits se rompiesen. El carácter
imposible de nuestro encantador Evil Elvis se embarcó en una
nueva andadura a la que bautizó con el nombre de Samhain, explorando su
lado más siniestro y acercándose algo al Rock más oscuro en la ecuación.
Tras tres discos y unas espeluznantes presentaciones en directo –imposible olvidar la imagen de un Glenn con la
cabeza llena de sangre mientras descendía a los infiernos con su música– la mutación se hizo completa y derivó en otro grupo
con su mismo nombre artístico: Danzig.
En el grupo, además del propio Glenn,
permaneció el bajista Eerie Von.
Curiosamente Eerie se introdujo en
el universo Danzig como fotógrafo al
hacerse amigo del cantante en tiempos de Misfits.
Le llegaron a ofrecer un puesto en el grupo, pero él declinó la oferta pese a
acabar llegando a realizar algunas grabaciones esporádicas con los mismos.
Formó parte de Samhain como batería,
aunque pronto se pasó al bajo. Su presencia fue la condición base para el nuevo
grupo que el productor Rick Rubin le
propuso montar a Glenn y que acabó
convirtiéndose en Danzig. Cuando el Grunge primero y la Música Industrial después se cargaron
cualquier atisbo de popularidad en el Rock
duro/ Heavy y, en un incomprensible cruce de cables monumental, Glenn
despidió a toda su banda para abrazar el concepto industrial –como hicieron una
gran cantidad de músicos rockeros, conviene recordar–, nuestro amigo Eerie publicó un par de discos
realmente especiales; especialmente interesante resulta la escucha de “Uneasy Listening” que, haciendo honor
a su título, representa un extrañísimo e inclasificable artefacto que te
engancha sin remedio. Un tipo altamente peculiar este Eerie Von, con el que habrá que detenerse en otro momento.
Danzig –el grupo–
tiene un importante ramillete de canciones imperecederas, pero tal vez sea “Mother” su composición más famosa y
reconocida. Su clásico por excelencia. Aquí en España nunca llegó a tener una
repercusión importante, desgraciadamente, pero en el resto del mundo Glenn Danzig tuvo su etapa de fama y
gloria. La evolución de su estilo musical desde los primeros tiempos Punks
de Misfits hasta el Rock/Heavy más clásico y oscuro
evolucionado de Black Sabbath nos
permite disfrutar de una serie de discos de primera categoría.Es un placer escuchar a Danzig presentando su personalísimo híbrido de influencias Jim Morrison, Led Zeppelin, Elvis Prestley o Black Sabbath entre otros. Tiene de
todos, pero no suena a ninguno de ellos; un mérito al alcance de unos pocos
artistas.
Recuerdo muy bien la primera vez que topé con Danzig en mi vida. Fue hace un montón de años durante una visita
casual a la conocida tienda de discos Sun
Records, de hecho creo recordar que acababan de abrirla. Estaba ojeando cds
y cassettes –sí, antes podían ir a las tiendas de discos a comprar cassettes y
vinilos– y apareció ante mí un grupo del que no había oído hablar nunca que
tenía un disco con una canción titulada “Mother”
en su interior. Inmediatamente sentí la inexplicable certeza de que esa canción
debía ser buena, un tema que se titule “Mother”
no puede sonar mal, y me compré el cassette. En aquellos tiempos ya llegaba el
dinero y todavía no habían entrado en escena las hipotecas y todas esas
responsabilidades inherentes a la edad adulta. Era un Mini Lp en cuya primera
cara me encontré con una versión Doom
de “Trouble”, el clásico de Elvis. El disco no sonaba mal, pero en
la segunda cara de repente explotaron en mi cara los primeros acordes de “Mother” en directo. Esa canción lo
tenía todo. Glenn Danzig había
conseguido condensar en apenas tres minutos y medio lo que otros muchos no
consiguen alcanzar a lo largo de sus vidas completas. El cautivador riff de inicio, la desafiante voz de Glenn, la calma que conduce a la
tempestad, un estribillo imbatible y destinado a ser coreado por hordas de fans
enloquecidos… hasta las letras son inteligentes. Y todo esto conseguido sin
hacer una sola concesión a la comercialidad, aunque era obvio que la canción
tenía un gancho irresistible. Ni que decir tiene que al día siguiente volví a
la tienda para comprar la edición en cd y en unas pocas semanas ya tenía la
discografía de Danzig en mi
casa.Recuerdo también que enseguida
sentí la necesidad de escuchar la versión en estudio. Curiosamente en la
segunda escucha del Mini Lp dejé pasar la cinta hasta el final –algo que siempre
tengo la costumbre de hacer para alargar la vida y calidad de reproducción de
la misma- y, tras unos minutos de silencio, apareció ante mis oídos la versión
en estudio de dicho tema… que resultó ser todavía mejor que en directo. Otra de
las excentricidades del amigo Glenn
y que, unido a su incuestionable talento, lo hacen tan especial. En la versión
cd el lector reconoce la friolera de noventa y tantas pistas, pero están todas
en blanco hasta llegar a la última que es “Mother”
en estudio. Si será buena la canción que toda la gente ajena al Rock a la que se la he puesto, y ha sido mucha, se ha sentido atrapada por su potencial.
Esta canción apareció en el primer disco de Danzig, que lleva como título el propio nombre del grupo, pero no
alcanzó el éxito hasta dicha versión en directo que el grupo publicó en el Mini
Lp del que estamos hablando cinco años después, titulado “Thrall: Demosweatilive”. Comenta el propio Glenn que en el mismo instante en el que la compuso se dio cuenta
de que estaba ante algo especial. Muy excitado, llamó al propio Rick Rubin para decirle que acababa de
componer la mejor canción de su vida. Aquel verano del 93 la versión en vivo de
“Mother” sonó en las emisoras
estadounidenses, de hecho sigue siendo la entrada más alta de un single de Danzig en las listas de éxitos. El
vídeo en directo se programó en la MTV hasta
la saciedad por entonces. Este Mini Lp acabó siendo disco de oro y de platino
posteriormente.
No se le despegaron los pies del suelo más de la cuenta a Glenn Danzig, de hecho siguió sin
ofrecer la más mínima concesión a la comercialidad o al establishment. En esos momentos lo tenía todo para haber vendido su
alma al diablo y haber buscado desesperadamenteel éxito global… pero no, nuestro hombre decidió sacar un siguiente
vídeo clip con secuencias tan explícitas que fue censurado por la todopoderosa MTV. Todo un suicidio en términos
comerciales que no podía importarle menos a un individuo con una visión tan
clara de su recorrido artístico como el bueno de Glenn. Desde luego que ha demostrado a lo largo de todos estos años
una personalidad tan controvertida como apasionante. Sus desplantes a los
medios de comunicación, sus chocantes declaraciones en busca de la polémica,
los coqueteos con lo prohibido, su interés por lo oscuro, el peculiar uso del
sexo y la religión; en definitiva, todo el aura y misterio que rodea a su
persona y a su personaje. Independientemente de que te puedan interesar o
detestar algunas de sus declaraciones o las aristas del personaje que presenta
al público, hay que reconocer que trabaja mucho por ofrecer una visión
artística completa, cuidando al máximo desde la música hasta los más mínimos
detalles. Con Glenn Danzig no hay
término medio, le amas o le odias. Normal que tenga un abultado número de
seguidores que veneran sus pasos en la música y a la vez toda una serie de
detractores que le toman como una broma.
Nuestro encantador
amigo no ha tenido problemas para granjearse un importante número de
enemistades dentro del mundo del espectáculo. Muy sonada fue su participación
en la primera edición del OzzFest,
allá por 1996. Nuestro inofensivo protagonista se las arregló para mosquear a
todo Dios durante la celebración del
festival, parece ser que sus exigencias a los organizadores cada vez fueron a más
y se sucedieron situaciones tan ridículas como el desalojo de la zona de
catering cuando nuestro hombre decidía comer algo y otras cosas por el estilo
tan propias de superestrellas. Poco pareció importar que el cabeza de cartel
fuese Ozzy, cuyos discos de Black Sabbath tiene en tan alta estima
el propio Glenn, las tensiones con Sharon Osbourne –auténtica Boss de todo el tinglado OzzFest– fueron en aumento. Cuentan las
malas lenguas que para devolverle las salidas de tono a Danzig, la angelical Sharon ordenó
a los cámaras y al equipo de luces que enfocasen las entradas capilares que el Evil
Elvis ya mostraba en su cabellera mientras estaba encima del escenario;
qué demonios, ¿cómo no valorar a un tipo que consigue tocarle los cojones a Sharon Osbourne?
También recuerdo la primera vez que vino a España, concretamente al Bilbao Action Rock festival que se
celebró en Bilbao en el verano de 2003. Danzig
era el cabeza de cartel y por lo visto tuvo en vilo a toda la organización con
su peculiar manera de entender su función en dicho festival. Tras preguntarle a
uno de los miembros de la organización, me aseguró que Glenn estaba allí y que saldría al escenario aunque fuera a
rastras. Uno de esos conciertos que guardo en mi retina de un modo especial. Genio
y figura.
Disfrutemos ahora de esta gran canción. El vídeo clip en directo pertenece al lanzamiento del disco "Thrall: Demonsweatilive" y supuso el éxito en las listas del grupo, es una remezcla de la canción con overdubs de directo. El vídeo clip promocional original se grabó en 1988 para el primer disco "Danzig" y fue en su día censurado en la MTV por la controvertida secuencia final del sacrificio de la protagonista. La tercera toma pertenece al concierto de Halloween de 1992 en el legendario Irvine Meadows Amphitheater de California y del que se tomaron las tomas de directo que aparecieron en "Thrall: Demonsweatilive". Un placer volver a cantar una vez más, voz en grito, aquello de "not about to see your light".
“Let the storm come” es un tema se vende solo, no necesita vídeo clip. “All these souls shall serve forever” era un poco más accesible e
igual un poco más difícil de descubrir en un primer momento para el oyente".
"En el fondo es música. Las melodías del segundo disco
son más abiertas, todas
se dejan querer. No creo
que seamos exclusivamente Metal Extremo,
Death o Black Metal. El
que diga que somos Death Metal melódico
es que igual no ha escuchado el disco completo. Supongo que se dice
por la voz gutural, pero si quitas la voz ya me dices lo que escuchas".
"Puedes hablar ahora mismo con cualquiera y
te dirá que quiere tener un grupo, tocar en directo en estadios y todo esto.
Perfecto, pero para alcanzarlo tienes que trabajar y comprometerte. El nivel de
compromiso es muy elevado."
"La escena está bien. Hay muchos grupos y muy buenos. El problema es que, pese a tener buena música, no la estamos exportando; las
discográficas potentes de fuera lo que buscan son las ventas y no se arriesgan
con los grupos de aquí".
Uno de los grupos que están más de actualidad en estos momentos puede
ser Bloodhunter. Fenris, Diva Satanica, Éadrom y compañía han
sacado hace apenas unos meses su último trabajo, el interesante “The End Of Faith”, y acaban de iniciar
hace unos pocos días la gira de conciertos de presentación de dicho disco. Hace
unas semanas tuvimos el placer de charlar con los dos primeros para que nos contasen
un poco sus impresiones e inquietudes con respecto al grupo, al disco y al
panorama musical en general.
-Bloodhunter publicó en el
pasado 2017 su segundo disco “The End Of
Faith”, que es su segunda obra tras el primer cd con el mismo nombre del
grupo editado en 2014. El grupo formado por el guitarrista Fenris lleva en activo desde el año 2008 aproximadamente. Los
primeros años tuvieron algunos cambios en su formación. Fenris, ¿En qué estado se encontraba Bloodhunter cuando Rocío
se metió en el grupo?
En ese momento había un batería y un medio bajista, aunque al final
decidieron abandonar y nos quedamos Rocío
y yo en el grupo. Cuando vino por primera vez a nuestro local lo primero que
hizo fue echarnos a todos del local para quedarse ella sola cantando, luego nos
volvió a llamar y se puso a cantar prácticamente mirando a la pared. Algo
hicimos, por aquel entonces podíamos tocar “Dying
sun” a alguna así, no recuerdo muy bien. Me parece mucho mejor una persona
que no tenga todos los conocimientos necesarios, pero que quiera aprender,
esforzarse y trabajar que un experto que luego no sea más que un vago. Nosotros
teníamos claro que nuestra cantante necesitaba su propio tiempo para ir
familiarizándose y en cuanto todos nos sentimos preparados nos lanzamos a
grabar la demo. Poco a poco.
-La implicación es fundamental en cualquier empresa de un grupo de
personas.
Resulta más importante el deseo de sacar algo adelante y tenerlo claro
que ser un experto en algo y no querer trabajar. Eso no te lleva a nada.
-¿Desde el primer momento estaba clara la línea musical entre los
miembros del grupo?
Al principio la idea no era la de hacer lo que estamos haciendo ahora,
se trataba de mezclar un poco voz melódica y voz gutural haciendo una especie
de Heavy Metal algo más contundente.
Lo que pasa es que se marchó el cantante anterior y al final decidí volver a
empezar desde cero. Como Rocío
estaba interesada en el gutural nos enfocamos en esa dirección, aunque las
canciones eran las mismas. Puede que la mitad del primer disco de Bloodhunter esté compuesto desde los
años 2007/2008.
Fenris. -Antes del primer disco grabasteis la demo “The First Insurrection”. ¿Qué nos podéis contar de esto?
Estábamos buscando gente para tocar en el grupo y lo cierto es que
casi se burlaban de nosotros cuando lo comentábamos. Buscábamos bajista y
batería, pero no teníamos nada grabado que mostrar para que nos tomaran en
serio. Rocío comentó que debíamos
grabar algo para que los músicos supiesen a qué atenerse. Fuimos a un estudio,
grabé los bajos y las guitarras, escribí las bateríasy Rocío
grabó la voz. Nos costó mucho esfuerzo sacar esa demo adelante, desde el
estudio estuvieron un año hasta que nos dieron las pistas, se las pedíamos y
nos daban largas. Cuando finalmente las tuvimos comprobamos que algunas las
habían editado mal y no servía para nada. Tuve que volver a regrabarlo todo,
conseguí aprovechar algo de sus pistas de voz. También mezclé la demo y al
final la conseguimos publicar. A raíz de su publicación acabamos encontrando al
bajista que tenemos actualmente y a un batería que ya no sigue con nosotros.
-La demo entiendo que fue autoproducida por vosotros.
Completamente, no había el respaldo de ninguna compañía. Ni siquiera
contamos con un productor, lo tuve que mezclar y masterizar yo mismo. Por aquel
entonces no tenía ni idea de esto, por lo que me tuve que poner al día y
estudiar sobre el asunto.
-Tiene que ser complicadísimo producir música, conseguir plasmar la
idea que tienes en la cabeza.
Desde luego. Estudié sobre el tema y fui paso a paso aplicando lo que
iba aprendiendo al proceso de la grabación. Una toma tras otra hasta que
conseguimos que sonase mínimamente bien, en ese momento lo dimos por bueno
porque no queríamos perder otro año con una demo.
-¿Resultó positivo todo el
esfuerzo empleado en la demo?
Creo recordar que primero
mezclamos “Saints of sand” y se la
empezamos a enviar a otros músicos. A uno de los bajistas que se la mandé me
dijo que él no era capaz de tocar eso, pero que conocía a otro músico que sí
podía; de ahí surgió nuestro actual bajista. Al batería lo encontramos a raíz
de comentarlo en mi trabajo, le pasé la canción y al final nos encontramos
nuevamente con un grupo.
-Y de ahí a la grabación del
primer disco: “Bloodhunter”. Teníais
claro que queríais grabarlo.
Cuando tuvimos al grupo
completo no ensayamos para los directos, sino para la grabación del disco. Una
vez grabada la demo lo que queríamos era hacer un disco. De hecho no tocamos en
directo con esta formación hasta después de haber sacado el disco.
-¿Las composiciones eran
nuevas o usasteis también temas de la maqueta?
Los temas de la maqueta los
volvimos a regrabar de una manera algo diferente y añadimos otras ocho
canciones nuevas más. Igual cinco o seis estaban ya compuestas desde varios
años atrás, tal vez 2008 o 2009, además añadimos otras dos o tres completamente
nuevas.
-¿Cómo fue el proceso de
grabación del disco?
Ya había grabado antes, pero
no a este nivel tan profesional. No queríamos que nos pasase lo mismo que con
la demo, invertir tiempo, esfuerzo y dinero para que luego no fuesen serios con
nosotros. Esta vez nos aseguramos de buscar a gente profesional, prácticamente
la totalidad del disco lo grabamos con Pedro
Mendes y fue todo muy bien. Pedro
es una persona super estricta y a ese nivel de seriedad todavía no había
grabado nada, estuvo bien porque nosotros también somos muy estrictos y
exigentes con nosotros mismos, fue muy provechoso. Al final creo que los que
peor lo pasaron fueron el batería y Rocío,
que estuvo enferma durante parte de la grabación.
-¿Recuerdas alguna anécdota?
Me acuerdo de que me dañé la
uña de un dedo mientras grabábamos en Portugal. No podía tocar así y a Pedro no se le ocurrió otra cosa que
darme de beber para que no sintiese el dolor, fuimos a por una botella de Jack Daniels y cuando ya no se me
entendía bien lo que hablaba me llevaron a grabar. Salió perfecto, jaja.
-¿Estáis contentos con el
resultado final de la grabación?
Se grabó en los estudios Ultrasound de Braga. En aquel momento
nos encantó, nos abrió algunas puertas que no pensábamos que se fuesen a abrir
y por todo eso estuvo bien. Ahora, con el paso del tiempo, el sonido nos parece
algo antiguo, casi como si se hubiese grabado en los años noventa.
-¿Cómo fueron los directos en esa época del primer disco?
De hecho los directos llegaron después de publicar el disco. Estaba el
cd en la calle y todavía no habíamos tocado en directo como banda. Al principio
poco a poco, aunque te hayas trabajado muy bien las canciones en el directo
todo cambia. Recuerdo que en los dos primeros shows en cuanto terminábamos nos
poníamos a discutir sobre los fallos que habíamos tenido durante la actuación.
Les eché unas buenas broncas a los demás para mejorar. Me acuerdo de uno de
esos concierto ir a la contra en el tema “Come
to me sorrow” o en “Crystal
mountain” algunas entradas fuera del estribillo. Yo rezaba para que la
gente no se diese cuenta. De cualquier modo lo que tienes que hacer siempre es
seguir adelante.
-Es un comentario muy común entre los músicos que lleváis el
repertorio bien trillado, pero pienso que la mayoría del público no se suele
dar cuenta de esos pequeños errores. O son cagadas muy gordas o el grueso de la
gente no se da cuenta, incluso se puede pensar que sea parte del show.
No sé quién me lo comentó, pero creo que fue en un concierto el año
pasado que se acabó la pila del inalámbrico de la guitarra y dejó de sonar. Por
lo visto hubo gente que pensó que esa parada en la guitarra era parte del
concierto para generar tensión e intensidad.Para mí lo peor que nos pasófue
con uno de los baterías que estuvo en el grupo. Nosotros solemos tocar con
claqueta, que te indica el momento para entrar. El caso es que tuvo que empezar
hasta tres veces el mismo tema porque no era capaz de entrar. Todo esto en
directo, no daba crédito a lo que estaba pasando.
-Vosotros ahora estáis afincados en Madrid, ¿por aquel entonces
también o seguíais en Galicia?
Unos estábamos en Galicia y Rocío
creo que ya estaba en Madrid. Fue una cuestión laboral, poco a poco nos fuimos
viniendo. Se dio de esa manera.
Diva Satanica.
-No hablamos de gente consagrada, con éxito y todo eso. ¿Os parece
complicado establecer y mantener un grupo de Rock en España para alguien que empieza?
Es prácticamente imposible. Puedes hablar ahora mismo con cualquiera y
te dirá que quiere tener un grupo, tocar en directo en estadios y todo esto.
Perfecto, pero para alcanzarlo tienes que trabajar y comprometerte a todas
estas cosas de las que estamos hablando… eso ya no le gusta tanto. El nivel de
compromiso es muy elevado, se trata de estar disponible para cuando surja la
oportunidad y esta puede llegar dentro de un año o ahora mismo. La verdad es
que es muy complicado.
-Vosotros habéis conseguido estabilizar casi toda la formación menos
el puesto de batería.
Ese parece un poco nuestro Talón
de Aquiles, que bailamos de batería cada
dos por tres, finalmente hemos optado por llevar a un batería
específicamente para las actuaciones que tengamos. Le llamamos para las fechas
que tengamos, se las reserva y, como es un profesional, se prepara
perfectamente sus partes para tocar. La idea es conseguir el número de galas
suficientes para poder costear todo esto y seguir invirtiendo en el grupo.
Necesitas a alguien que esté ahí cuando haya que ensayar, trabajar y con un
compromiso serio. Diva, Eadrom y yo
estamos comprometidos a distintos niveles y el que quiera meterse debe hacerlo
de manera seria. A nosotros nos gustaría tener un batería fijo, pero no hemos
encontrado a la persona con el nivel y la implicación adecuados.
Es que llegados a un nivel no puede ser así, tienes que llevar
perfectamente preparado todo lo que se vaya a ensayar; para el primer grupo que
estuve me tuve que aprender diecisiete temas en una semana y lo hice porque
quería tocar. Muchas veces no hay interés, solo ganas de juerga, tocar para los
colegas, sentirte el rey de la noche un día y ya está. Nosotros no buscamos
eso, queremos ser serios y hacerlo bien.
Con el batería que llevamos ahora para las actuaciones es que ni
siquiera ensayamos, le decimos los temas que vamos a tocar y se los trae
preparados para el concierto. Tomando una cerveza una hora antes de tocar le
explicamos los cortes, finales y sale perfecto. Si aparece alguien así para el
puesto, perfecto; como uno más en el grupo. Lo que pasa es que no aparece
alguien con esta perspectiva, ni siquiera como guitarrista; también estamos
pensando en buscar a un segundo guitarra, pero no damos con nadie que se quiera
comprometer a ese nivel. Si quieres hacer las cosas bien tienes que ser serio y
volcarte en lo que haces.
-Vuestro último disco titulado “The
End Of Faith” salió hace apenas unos meses. ¿Cómo ha sido grabar con Álex Cappa?
Ha sido diferente al primer disco porque grabamos cada instrumento en
un estudio diferente. La batería se grabó en Ultrasound, nos fuimos Álex
Cappa, nuestro bajista Pedro Mendes
y yo a Portugal para llevarlo a cabo. La voz la grabamos en Metal Factory con Álex, nos iba
pidiendo determinadas cosas y detalles para cada toma y con todas las
grabaciones poco a poco va montando el puzle en su cabeza. Guitarra y bajo los
grabamos en los estudios Lights Out
de nuestro bajista, con más calma y a nuestro ritmo; como teníamos claro lo que
queríamos grabar consideramos que no necesitábamos acudir a ningún otro
estudio. Finalmente se lo dimos todo a Álex
para que lo mezclase, dándole un toque más moderno que a nuestro primer disco.
Todos estuvimos aportando distintas ideas.
-¿Cómo es el proceso compositivo en Bloodhunter?
Normalmente yo escribo una canción, más o menos terminada, y se la
mando a los demás. Ellos se suelen quejar y protestar, aunque suele quedarse el
tema igual, jaja. Después le metemos la voz. También hubo dos canciones en el
disco que las aportó nuestro bajista, una la compuso prácticamente él y la otra
la hicimos entre los dos; en este caso él me puede mandar su idea y yo le puedo
dar forma o aportar algún detalle, pero normalmente yo termino la idea y se la
mando a ellos dos.
-Habéis escogido “All These Souls Shall Serve Forever” para
promocionar el disco con la realización de un vídeo clip. ¿Estuvisteis de
acuerdo a la hora de escoger esta canción?
En realidad no, ellos querían
otra: “Let the storm come”, pero es
que este tema se vende solo, no necesita vídeo clip. “All these souls shall serve forever” era un poco más accesible e
igual un poco más difícil de descubrir en un primer momento para el oyente.
Bloodhunter: "All these souls shall serve forever". Vídeo oficial.
-Me gustaría que nos contases
algo sobre “Possesed by myself”. Me
llama especialmente la atención.
Es un milagro que esté en el
disco, pasó de todo con este tema. Los demás no querían que la incluyésemos en
el disco, que no tenía nada que ver con el grupo. Yo les dije que compusiesen
otra para poder llegar al número total de temas que estimábamos necesario para
el disco. De todos modos intenté modificar algunos matices para que el resto
del grupo la viese más cercana a Bloodhunter.
La verdad es que al principio estaban un poco reticentes, aunque es una de las
canciones por la que más nos preguntan
-¿Diez temas propios y una
versión era el número inamovible de temas a incluir?
Es que me gusta que el disco
tenga un número amplio de temas, no me hubiera gustado sacar nueve temas y una
versión. El número diez de temas propios me parece el adecuado, luego todo lo
que venga.
-Otra cosa que me ha llamado
la atención del disco es que no se puede encasillar en un estilo como tal, veo
elementos desde el Metal Extremo
hasta cosas del Heavy de toda la
vida.
El asunto es que cuando
hicimos el primer disco queríamos sonar con un rollo maligno, intentábamos
hacer melodías más oscuras y todo eso. Nos rompíamos la cabeza para no
repetirnos, porque intentar sonar maligno y no repetirte es un quebradero de
cabeza horrible. Para el segundo decidí no romperme la cabeza y dejar salir a
la composición de manera natural; si suena feliz no pasa nada, puedes cantar la
línea vocal más bruta. En el fondo es música. Las melodías del segundo disco
son mucho más abiertas, algunas son más felices y otras no. No pasa nada, todas
se dejan querer. Al añadir la voz conseguimos ese toque más extremo. No creo
que seamos exclusivamente Metal Extremo,
Death Metal o Black Metal. El
que diga que somos Death Metal melódico
es que igual no se ha escuchado el disco al completo. Supongo que se afirma
porque la voz es gutural, pero si quitas la voz ya me dices lo que escuchas.
-Las definiciones siempre son
complicadas y peligrosas.
Cierto, pero muchas veces se
puede tender hacia lo fácil. Escuchas una voz femenina cantando en gutural,
haces algún black beaty ya tiene que ser Death Metal melódico.
Fenris.Diva Satanica.
-En estos últimos tiempos ha cambiado bastante la manera de escuchar
música, coincido con vosotros en lo importante de promocionar una determinada
canción. De alguna manera se está volviendo a algo parecido al formato single
de los años cincuenta y sesenta.
También hay que tener en cuenta que han cambiado mucho las cosas en
estos años. Antes, cuando querías escuchar un disco, tenías que ir a la tienda,
comprarlo y tener un sitio en el que darle al play para empezar a escuchar; actualmente lo tenemos todo al
instante en los teléfonos móviles. Igual es por eso que como lo tienes todo
inmediatamente, aquí y ahora, en cuanto pasan veinte segundos del tema y no te
ha enganchado te vas al siguiente o cambias de disco. Hoy en día lo tienes todo
en plataformas digitales como Spotify.
El problema es que en la actualidad no cuesta prácticamente nada acceder a la
música. Antes tenías que seleccionar muy bien los discos en los que invertías
tu dinero y los llegabas a quemar de tanto escucharlos.
-O el entrañable concepto de quedar con los amigos en un bar y charlar
sobre los discos que estás escuchando.
Eso, quedar con los amigos e intercambiar música e impresiones. Y de
esto nos damos cuenta los que vivimos la época de comprar música en formato
físico, imagínate estas nuevas generaciones que ya han nacido sin conocer esto.
Hasta cierto punto en comprensible, vivimos cada vez más rápido.
-No hay cultura del esfuerzo. Se tiene acceso a todo casi de manera
inmediata.
Lo que no te ha costado algo parece que lo valoras menos. Incluso
muchos grupos no consiguen durar puesto que lo quieren todo y ahora, ven que
eso no pasa y abandonan.
-Actualmente contamos con festivales como Leyendas del Rock o Madrid
Is The Dark y, además de vosotros, suenan los nombres de otros grupos como [In Mute] u Orion Child. ¿Puede ser ahora un momento interesante para la música
extrema en este país? ¿Piensas que hay un mercado en España para este tipo de
música?
La escena está bien. Hay muchos grupos y muy buenos. El primer
problema es que, pese a tener buena música, no la estamos exportando; las
discográficas potentes de fuera lo que buscan son las ventas y no se arriesgan
con los grupos de aquí. Además, y puede que en parte me equivoque, tengo la
sensación de que la afluencia de público a los conciertos en nuestro país en
general es baja. Así es muy difícil mantener a flote un negocio. Tampoco soy
quien para decir a los demás lo que deben de hacer, la gente asistirá a lo que
le guste, pero se ve que no interesa lo suficiente para que sea algo rentable.
Éadrom, Diva y Fenris. -¿Hay alguna canción de este disco a la que le tengas un especial
aprecio?
Para escuchar, porque me gusta el resultado final y porque pienso que
representa bastante lo que es Bloodhunter, sería“Let the storm come”. Para tocar
la que más me gusta es “Ezequiel 25,17”,
me lo paso en grande al interpretarla.
-¿Y alguna canción que pienses que gana cuando la interpretas en
directo frente a su versión en estudio o al contrario?
“The bloody throne” es un tema que en disco es una canción más, pero en directo la gente se vuelve loca; en
cuanto empieza el riff de guitarra se
caldea el ambiente. Nos dimos cuenta según la tocamos, así que habrá que
hacerla en directo aunque en el disco pase algo más desapercibida. Otro tema
que gana en directo es “Embrace the dark
light”, aunque salió en vídeo clip pienso que es en directo dónde cobra otra
dimensión. Es el final apoteósico, fuerza y tralla sin parar.
-¿Hasta dónde queréis llegar con Bloodhunter?
Lo más importante es escuchar a la gente que sabe de esto y seguir sus
consejos. Nosotros ahora trabajamos la música, la imagen; nos pueden aconsejar
que invirtamos más en promoción o que saquemos alguna versión en algún
recopilatorio e intentamos escuchar a la gente que creemos que sabe. En esto
estamos, trabajamos todo lo que podemos y el tiempo dirá. Parece que poco a
poco esto va dando sus frutos, de hecho ya estamos componiendo el siguiente
disco.
-Muchas gracias por vuestro tiempo, colaboración y disponibilidad para
esta entrevista, os deseamos la mejor de las suertes para vuestra inminente
gira durante este 2018.
Muchas gracias a vosotros por la entrevista, esperamos veros en los
conciertos de la gira.