El pasado viernes tuvo lugar la presentación para medios y para
participantes del crowdfunding del
esperado nuevo disco de Bárbara Black.
Su nueva obra lleva el título de “Love,
Death & Flies” y es el sucesor del anterior, el estupendo “Ad Libitum”, y de su primer Ep “Spiritual Rock”. El lugar escogido no
pudo ser más adecuado, nos convocaron en la conocida sala Texola, todo un templo del Hard
Rock en estos difíciles tiempos que corren para este estilo de música.
Dicha sala se ha ido labrando su reconocimiento con el tesón, el esfuerzo, el
buen hacer y la simpatía de Juan Huerta,
dueño del club. Texola se encuentra
ubicada en los bajos de Opañel, otra referencia mítica de las noches madrileñas
de amigos, copas y buen Rock n’Roll
–imposible olvidar la cantidad de noches que el personal hemos parado por allí
para tomar algo, charlar y escuchar música antes de ir a alguno de los garitos Heavy de moda cuando los había–.
Nada más entrar en la sala te dabas cuenta de que el grupo había
preparado todo hasta los últimos detalles. Podías ver carteles y referencias
promocionales alusivas al nuevo disco del grupo. En un lateral de la sala se
había habilitado un íntimo escenario para el concierto acústico con el que nos
iban a deleitar. También podías ver guiños a las rosas y calaveras de estética
mexicana que tanto parece gustarles a la banda. El evento estaba anunciado como
una escucha del disco y un pequeño show acústico, aunque la realidad es que la
actuación duró aproximadamente una hora y nos volvió a demostrar la categoría y
calidad de estos músicos.
Pasadas las 20,30h el propio Juan
Huerta hacía las veces de presentador del evento, con una sencillez y
cercanía digna de elogio dio paso a la entrada del grupo. Los músicos de Bárbara Black tomaron sus respectivos
asientos y el show comenzó. Arrancaron con “Shoutern
soul”, un temazo ideal para comenzar una actuación de estas
características. Le siguió la versión de Blues
Saraceno “The bible or the gun”, con ese deje sureño que impregna la
canción y que tan bien desnuda el grupo para su versión en acústico. El sonido
era claro y cristalino. Las dos guitarras acústicas definían a la perfección
mientras que la base rítmica bajo/batería o mini batería, como definió de
manera graciosa en propio Nitro
durante un momento de la actuación, acompañaba a la perfección. Ya los he visto
unas cuantas veces en directo y lo cierto es que este grupo, tanto el eléctrico
como en acústico, siempre suena bien; y esto es algo que no se puede decir de
mucha gente. El concierto siguió con “Alabama
rose”, un bonito tema lento en el que Bárbara
volvió a mostrar sus grandes capacidades vocales. Acto seguido presentaron la
primera de las tres canciones del nuevo disco que iban a tocar esa noche. Bárbara nos contó una entrañable
anécdota relacionada con la inspiración para escribir la letra del tema e
interpretaron “Twister girl”, con un
cierto rollo Boogie Blues que hacía que tus pies sintiesen la necesidad de
separarse del suelo. El público de Texola,
que estaba lleno a más no poder, disfrutaba de la actuación que siguió con otro
nuevo tema del disco “Love, Death &
Flies”; le tocaba el turno a “No
bullets”, una canción directa y de directo con un estribillo brillante y
efectivo en el que el grupo invitó al personal a acompañar a viva voz.
Al acabar la canción pararon levemente la actuación para efectuar una
pequeña ronda de preguntas al grupo por parte de los allí asistentes. En mi
opinión el tiempo usado para este menester fue el adecuado, ya que corres el
peligro de enfriar el show si empleas demasiado tiempo y, por el contrario, si la
cosa es fugaz se queda en nada. Siguió la actuación tras este receso con “Shiva”, una canción que en su día fue presentada
para uno de esos festivales televisivos. Contó con la colaboración del
teclista David Emblema y aquello se
convirtió en una interpretación de esas que erizan el vello de tu piel. Tiempo
después para la tercera y última canción del nuevo disco, titulada “Heroes above the stars” y anunciada
como el próximo nuevo single del grupo. Otro bonito y delicado tema en su
faceta acústica con una de las letras más inspiradas de la propia Bárbara, como ella misma comentó al
presentarla. El acústico tocaba a su final con “The hill”, la canción que abre “Ad Libitum” y que quedó de fábula en su formato acústico. Tras los
agradecimientos textuales a todos los medios congregados allí esa noche el
grupo se lanzó con un “Nice to meet me”
que es un pedazo de canción, en eléctrico, acústico o como la quieras tocar; un
tema que crece por sí solo. Pasada una hora de duración, Bárbara Black ponía punto y
final al acústico. Después el grupo departió con todos los allí presentes
mientras sonaba de fondo su nuevo disco, demostrando su cordialidad, simpatía,
cercanía y buen rollo en general. Deseamos que este nuevo disco suponga un paso
más hacia la consagración de este grupo que tanta calidad y talento atesora.
Bárbara Black: "Damnified".