Justo en estos días el grupo alemán Scorpions se encuentra ofreciendo una serie de conciertos en nuestro país dentro de la gira del que han llamado cuarenta aniversario de la publicación de su emblemático disco titulado "Love At First Sting". Mientras esto se publica los germanos se encontrarán descansando en la capital española, o haciendo entrevistas y demás historias promocionales de esas que tanto suele cansar a cualquier músico de esos reconocidos, mientras esperan a la actuación programada para esta misma noche en el recinto WiZink madrileño.
Lo cierto es que ya el pasado verano también pisaron suelo español dentro de la gira de presentación del que hasta ahora es su último disco en estudio y que lleva por título "Rock Believer", una obra que vuelve a retornar a sus raíces más rockanroleras y que además presenta todas las señas de identidad de su particular ADN musical; la única pega es que se eche en falta al tristemente fallecido James Kottak y su virtuosa batería. Todo el mundo parece que está encantado con la llegada tras los tambores de Mikkey Dee. El ex Motorhead tiene mucha pegada, pero está lejos del ritmo, virtuosismo y contundencia del bueno de Kottak. Pero esto es marginal.
El grupo que formó un entonces jovencísimo Rudolph Schenker en aquel lejano 1965 y que apenas cuatro años después encontró un compañero inseparable en la figura del carismático y personalísimo vocalista Klaus Meine, cumplirá el próximo 2025 sesenta años. Sesenta años recorriendo los escenarios del mundo entero, demostrando día a día, disco a disco y concierto a concierto la calidad y coherencia que atesora su propuesta musical y callando todas y cada una de las bocas de los diferentes estreñidos agoreros que se fueron encontrando en su camino.
Scorpions'84: Herman Rarebell, Matthias Jabs, Klaus Meine, Francis Buchholz y Rudolf Schenker. |
Scorpions'24: Mikkey Dee, Matthias Jabs, Klaus Meine, Pawel Maziwoda y Rudolf Schenker. |
Ahora le toca el turno de homenaje al "Love At First Sting", o "Amor Al Primer Picotazo", como rezaban las atómicas traducciones de la lengua de Shakespeare de aquellos añorados años ochenta. Uno de los disco más importantes y emblemáticos, no solo de su producción discográfica, sino del Hard Rock en particular y de la Música en general. Tengo que tener cuidado, ya que esto es un blog anexo al HUSH, Clube de Fans Oficial Español de Deep Purple -es broma, poca gente hay tan respetuosa en este mundillo musical como los miembros y seguidores de este club español-, pero no lo puedo remediar: Scorpions es el grupo preferido de este humilde escriba y "Love At First Sting" es el mejor disco de todos los tiempos para el que esto firma. Esta obra de arte llegó por primera vez a mis vírgenes oídos a la tierna edad de doce añitos, momento perfecto para que el veneno del Rock'n'Roll penetre por tus venas y por todo tu ser. Recuerdo aquel mágico verano de 1985. Siendo todavía un mocoso, mi hermana mayor decidió comprar en el Rastro el cassette -pirata, por supuesto- del "Love At First Sting" de unos alemanes que se llamaban Scorpions y que lo estaban petando por las radios hispanas del momento. Mi querida hermana, a la que no le decía nada en absoluto el Rock, compró la cinta por error, ya que ese año salió un recopilatorio de baladas de los germanos que presentaba una portada muy similar a la del "Amor Al Primer Picotazo"; ya se sabe, las estrategias publicitarias de los mercaderes musicales para tongarnos y sacarnos las perras son tan antiguas como la propia música. El caso es que en cuanto sonaron en nuestra humilde morada carabanchelera de mediados de los ochenta las primeras notas del "Bad boys running wild", esa guitarra solista salvaje de Matthias Jabs y la inconfundible voz de Klaus, mi cabeza explotó, mi piel se erizó como nunca antes lo había hecho y mi corazón dio un vuelco. Sin darme cuenta mi bautismo de Rock'n'Roll se había producido... y ya no hubo vuelta atrás.
El disco que hoy presentan en Madrid contiene en su interior obras maestras como "Big
city nights", "Rock you like a hurricane", "I'm leaving you", "Coming
home" o "Still loving you", una de las canciones lentas más famosas y
reconocidas de todos los tiempos, entre otras. No voy a entrar a
comentar el disco, ya que es una obra maestra de composición,
interpretación, producción y sonido a todos los niveles. Quizá lo hagamos en otro momento.
Scorpions siempre han llevado a guitarras solistas de primerísima categoría: Michael Schenker, Uli Jon Roth y Matthias Jabs. En este disco en particular la producción era espectacular, ofreciendo un colorido, una garra y una potencia a la guitarra de Jabs tan desgarradoras como insultantes; y a esto había que añadirle su exquisita y depurada técnica. Aquello sonaba como un cañón cuya crudeza te atravesaba las tripas. Hoy en día Matthias hace tiempo que está acomodado en sus laureles, pero en aquellos años era conocido como el Eddie Van Halen europeo; por algo sería.
Matthias Jabs. |
Hoy volverán a reinar en Madrid. El que quiera y haya podido trincar un ticket podrá disfrutar de ellos en directo y el que no quiera o tenga sus mil y un motivos para seguir criticándoles lo tiene fácil: que se quede en su casa. Pocos músicos hay hoy en día que mantengan a la hora de tocar en directo un nivel tan alto -nunca igual, eso es imposible, pero sí muy cercano- con respecto a sus obras originales como Scorpions. Recordemos que Klaus Meine tiene 76 años y Rudi Schenker los mismos menos tres meses. Que me presenten a los músicos, y en especial a los cantantes que no se llamen Glenn Hughes, que puedan seguir manteniendo el nivel interpretativo que presentan nuestros queridos escorpiones a estas edades. Nuff said.
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