Encuentros HUSH.
Este es un sitio musical, no nos engañemos, pero en el que nos vamos a acercar a la música que nos gusta desde distintos ángulos, cual prisma. Como ya dijo el añorado Jon Lord: la música es la forma de arte más elevada que existe; afirmación que, pese a disfrutar de otras manifestaciones artísticas, sostengo plenamente.
Clube de Adictos a Deep Purple
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Púrpura Chess
This blog is basically a musical site. Here we talk about the music we like, using different angles. As dear and missed Jon Lord once said: “Music is the highest kind of Art that exists”. I think the same way too.
Hace unos días Tony Iommi colgó de las redes mundiales un nuevo tema en estudio. La canción, que lleva por título "Deified", también se acompañaba de un interesante vídeo clip realizado con dibujos en blanco y negro que dotaban a la oscura composición un ambiente más oscuro e inquietante si cabe; siempre desde la elegancia que ha caracterizado casi siempre al guitarrista de Black Sabbath.
Acompañado por Mike Exeter a los teclados y producción, el batería Karl Brazil, el viejo conocido de la saga Purple Laurence Cottle al bajo y bajo la orquestación de Ben Andrew, Iommi se descuelga con una canción de mucha calidad. Un instrumental denso, electrizante y profundo que hace que te vayas sumergiendo en su atmósfera asfixiante según lo vas escuchando. Unos arreglos y una orquestación de lujo que añaden todos los detalles necesarios para que disfrutes esta inesperada aparición del creador de riffs pesados y oscuros por excelencia.
Esta curiosa canción, cuyo título es un ocurrente palíndromo, sirve también como carta de presentación para el nuevo perfume que nos vende Iommi de la mano del grupo empresarial Xerjoff. No es el primero que saca al mercado nuestro insigne guitarrista. Bajo el nombre de "Scent Of Dark" nos vendieron hace ya tres años otra fragancia. El procedimiento fue el mismo que han usado ahora: Perfume, Canción y vídeo. En fin.
De cualquier manera, hasta una curte colonia es bienvenida si permite que Tony Iommi nos vuelva a deleitar con esa música de tantos quilates que su cabeza y sus manos atesoran.
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Finalmente ocurrió. Tras varios años de especulaciones, rumores, declaraciones a favor o en contra y diversos dimes y diretes de variada enjundia, por fin aconteció: Se acaba de anunciar de manera oficial la publicación de una nueva caja recopilatoria de la producción discográfica de Black Sabbath, esta vez abarca los años comprendidos entre 1989 y 1995; o sea, la etapa de Tony "The Cat" Martin al frente del micrófono de la mítica formación de Birmingham. Se obvia, no es algo que sorprenda, el disco de la fugaz reunión Sabbath/Dio titulado "Dehumanizer" que se publicó en el año 1992 y que pasa por ser uno de los mejores de la abultada discografía del que esto suscribe... pero como aquí no canta Martin, ya se sabe.
Esta nueva caja, que responde al título de "Anno Domini", tiene prevista su publicación el próximo día 31 de Mayo. Comprende tres de los cuatro discos que Sabbath grabó con Tony Martin
a las voces. En sus cuatro cds -o vinilos, según la edición con la que
decidas rascar tus bolsillos- nos encontramos los discos "The Headless Cross", "Tyr", "Cross Purposes" y el denostado "Forbidden", publicados en los años 1989, 90, 94 y 95 respectivamente. Todos ellos se presentan remasterizados, como no; incluso "Forbidden" ha sido remezclado por el guitarra Tony Iommi
especialmente para esta edición. Como uno ya peina bastantes canas y
tiene las orejas con muchas horas de vuelo musical, tiene claras todas
las suspicacias del mundo con estas nuevas
remasterizaciones/remixes/revisiones... llámalo como quieras. La mayoría
de las veces no aportan casi nada e incluso pueden llegar a sonar peor
que los propios originales, pero eso es otra cuestión.
De cualquier modo, reivindicar este periodo tan especial y la mayoría de las veces infravalorado de la producción musical de Black Sabbath siempre es una buena noticia. Tony Martin ha pasado a la historia como el segundo plato tras el micro de Sabbath. Ozzy fue el original, Ronnie Dio le sustituyó consiguiendo alcanzar cotas de popularidad similares e incluso mayores para el público que nuestro peculiar Madman -no bromeo, hay por ahí mucho seguidor del cuarteto británico que tiene en un pedestal los discos que Dio-, Gillan tiene ya un peso específico por él mismo y no pasa por segundón de nadie, cuestión similar que le sucede a Glenn Hughes. pero Tony Martin fue el desconocido que tuvo que agarrar el micrófono de Sabbath y justo en uno de los momentos en los que la credibilidad de la banda estaba más en entredicho... y consiguió ayudar a remontar esa credibilidad con un puñado de discos a cuál mejor. Iommi & Co no solo no le agradecieron la jugada, sino que en cuanto pudieron le vendieron por unas pocas monedas, primero en la súbita reunión con Dio a la voz y después haciendo lo propio con Ozzy. Esto es algo por lo que el binomio Iommi/Butler se han caracterizado durante toda su carrera musical: si hay que vender a alguien por pillar más pasta venderán sin pudor las bragas de sus respectivas progenitoras sin siquiera pestañear. Esto es tan tristemente cierto que no ofrece discusión alguna. El bueno de Martin asumió sin grandes problemas su papel de contratado y además siempre se ha mostrado respetuoso y agradecido con el universo Sabbath por haberle dado la oportunidad de su vida.
Black Sabbath: Tony Iommi, Cozy Powell, Tony Martin y Neil Murray.
Pero volvamos con la caja. No recopila el primer disco de Martin con el grupo, el más que recomendable "The Eternal Idol". Imagino que esta decisión se debe a que ya hace unos años se publicó una estupenda edición de lujo en la que recopilaba en los extras las demos del disco grabadas por el vocalista Ray Gillen. caviar del bueno. Más inexplicable resulta la ausencia del directo que el grupo publicó tras la gira de presentación de "Cross Purposes" y que responde al nombre de "Cross Purposes Live". Un directo con un set list muy interesante, pero que contaba con un Tony Martin bastante mermado en sus cualidades vocales, un mal día, un constipado o vete tú a a saber.
Si nos referimos a los discos de Black Sabbath publicados con Tony Martín, el público suele referirse a "Headless Cross" como la obra maestra de esta interesante etapa del grupo. Discrepo. "Headless Cross" es un discazo estupendo, pero "Eternal Idol" o "Tyr" no se quedan atrás y "Cross Purposes" es definitivamente la joya de la corona. Recuerdo cómo me voló la cabeza la primera vez que lo escuché y cómo me sigue poniendo la carne de gallina cada vez que lo paso por mis oídos. Toda la esencia de la música oscura de Sabbath respira ahí, pero con unas melodías y unos arreglos pletóricos de clase y calidad, en las antípodas de las estructuras machaconas y repetitivas de los primeros discos con Ozzy. Cuestión de gustos, supongo. Como curiosidad, el propio Geezer Butler, bajista original del grupo y creador de las letras y melodías de todas esas primeras obras, dice que el disco no le gusta nada, que es como si Sabbath sonase a Rainbow y de hecho tras esa gira dejó a la banda. En Fin. Cuestión de gustos, supongo una vez más.
Black Sabbath: Tony Iommy, Bobby Rondinelli, Geezer Butler y Tony Martin.
la otra cuestión que nos chirría sobremanera es el apartado de los temas extras. Estas cajas y reediciones suelen tener el aliciente de contener termas inéditos, demos, grabaciones de directo y otras joyas que lo son para muchos de nosotros. No es así el caso de esta caja. Apenas tres temas extra en el total de los cuatro cds: "Cloak and dagger", "What's the use" y "Loser gets it all". Todos ellos ya aparecidos como extras en ediciones anteriores de "Headless Cross", "Cross Purposes" y "Forbidden" respectivamente, de hecho cualquier fan mínimamente interesado en la banda los tendrá seguro. Y digo que todo esto chirría después de haber escuchado en estos últimos años al propio Tony Martin asegurando que había mucho material inédito de sus años en el grupo y que esperaba que si al final esta caja veía la luz todo el gran público los pudiese disfrutar ¿?
En fin. Esperaremos a lo albores del verano para poder disfrutar de esta nueva caja y ver si finalmente tan mal estaba la producción de "Forbidden" que hemos escuchado todos estos años frente a esta nueva remezcla del disco por parte de Tony Iommi.
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Ayer mismo veía la luz en las redes una nueva canción de Ozzy Osbourne titulada "Nothing feels right". Este tema, perteneciente al nuevo disco de inminente salida que lleva por título "Patient Number 9", cuenta con la guitarra de Zakk Wylde. En apenas un puñado de días podremos llevarnos a las orejas el nuevo redondo de nuestro entrañable Madman. Para este disco el elenco de guitarristas invitados tira de espaldas, puesto que prestan sus servicios a las seis cuerdas auténticas leyendas como Eric Clapton, Jeff Beck o Tony Iommi; de hecho su compañero durante tantos años en Black Sabbath resulta que esta es la primera vez que colabora en un disco en solitario del propio Ozzy. Conviene recordar que Osbourne ya hizo lo propio en el disco en solitario que el guitarrista sacó en el final de esos inciertos años noventa bajo el simple título de "Iommi", siendo "Who's fooling who" el tema escogido para tal fin.
Pero lo que resulta especialmente de enjundia -sin menospreciar el talento de estos grandes músicos, por Dios- es el hecho de que nuestro querido Zakk Wylde vuelva a prestar sus servicios, sus cuerdas, su talento y brutalidad innata en este nuevo disco de nuestro Ozzmanpreferido. Que Ozzy Osbourne no es nada sin los músicos de primera categoría que le rodean es algo que saben desde su propia mujer/mánager Sharon hasta el propio Osbourne... así como todo aquel que conozca mínimamente el recorrido musical de nuestro entrañable esnifador de hormigas. Y dentro de esta línea vital que le marcan sus colaboradores podemos subrayar la importancia de dos músicos por encima del resto: el trístemente malogrado Randy Rhoads y Zakk Wylde. El bueno de Randy modernizó la propuesta musical de Ozzy cuando Sabbath hacían aguas por todos lados y le puso en el mapa, llegando a alcanzar un éxito incluso superior al grupo de Tony Iommi & Co. Tras el trágico accidente que segó la vida de este genial guitarrista otros muchos han ocupado su puesto, pero nadie ha alcanzado las cotas de calidad y carisma que va derrochando por la vida Zakk Wylde. Recuerdo cómo gran parte de la prensa musical poco menos que se burlaba de él cuando salió el disco "No Rest For The Wicked", primero de Wylde con Ozzy y que siempre me ha parecido un discazo. Que si no punteaba y solo tocaba riffs, que si no tenía personalidad, que si no sabía actuar en directo y un sinfín de patochadas más, impropias de gente que si se dedica a escribir profesionalmente sobre esto debería demostrar tener un poco más de idea sobre el asunto... pero así está el patio, o al menos así estaba en nuestros adorados años ochenta/noventa. Sin problema; a golpe de guitarrazos, actitud y talento, Zakky fue poniendo a todos los bocazas en su sitio y haciendo que se fueran introduciendo todos y cada uno de sus comentarios por sus respectivos rectos. Y por si fuera poco, cuando tuvo que dejar a Ozzy por primera vez en 1994 se sacó de la manga el grupo Pride & Glory y un pedazo de disco llamado con el mismo nombre que es una verdadera obra de arte, además de toda una declaración de principios. La perfecta comunión entre el Rock Sureño y el Hard Rock potente y tocado con pelotas, pero esto es marginal. Hoy en día es uno de los guitarristas de Hard Rock más reputados y resulta interesante escuchar como esas mismas voces tan "entendidas" que antes le ponían a parir ahora se deshacen en elogios hacia su figura. Lo de siempre.
El caso es que para este humilde escriba sigue siendo el guitarrista ideal para acompañar al Príncipe de las Tinieblas, tanto en disco como en directo. Su puesta en escena es tan salvaje como sincera y efectiva. Todavía recuerdo la última vez que visitó Madrid en el 2018 acompañando a Ozzy y se marcó una actuación de bandera, con un pedazo de solo tras el clásico "War pigs" de esos que no se acaban nunca y en el que incluía extractos de canciones como "Miracle man", "Perry Mason", "Crazy babies" o "Desire", demostrando lo bueno que es y lo bien que empasta en el grupo de Osbourne. Es por esto que este nuevo disco tiene ese aliciente extra. Esta nueva canción es de corte lento y con alguna pincelada épica. Me recuerda una barbaridad a las composiciones del disco "Ozzmosis", cosas como "Denial", "Ghost behind my eyes" o "My little man", por citar algún ejemplo rápido. Eso son buenas noticias.
Así que, nada, con ganas de escuchar la nueva obra de Ozzy Osbourne acompañado de Zakk Wylde. Y con más ganas aún de verlos en directo junto a Judas Priest, por supuesto.
Tony Martin estrena nueva canción. Bajo el título de "As the world burns" nos presenta un poderoso corte que sirve de adelanto para lo que será su nuevo álbum que, bajo la acertada denominación de "Thorns", será publicado el próximo catorce de Enero. La canción atesora todas las señas de identidad que han hecho que Martin se haya labrado su pequeña a la par que merecida reputación dentro del universo del RockMetal y a la vez presenta algunos elementos tan interesantes como novedosos en su música. De la mano del guitarra Scott McClellan como principal escudero y ayuda a la composición, este corte y el resto del disco cuenta con la participación de Danny Needham en la batería, Magnus Rosen y Greg Smith al bajo y Joe Martin, hijo del propio vocalista. Buenas noticias para alguien que publicó su último disco de estudio en el ya lejano año 2005. Afortunadamente no necesita sacar al mercado marcas de colonias ni pamplinas varias para poner nueva música a la venta.
El que fuera el mejor vocalista posible para Black Sabbath tras Dio y Ozzy ha tenido que aguantar la dudosa vitola de suplente o segundo plato de los Sabbath durante todos estos años. Ya ves, cantando en auténticas obras maestras de los de Birmingham como "Eternal Idol", "Headless Cross" o el infravaloradísimo "Cross Purposes" -de lo mejorcito de Sabbath sin duda-; pero esto es marginal. Incluso el propio Tony Iommi tuvo la escasa elegancia de culparle de falta de actitud en sus últimos días con Sabbath; el mismo Iommi que no duda en lamer el culo de Ozzy Osbourne en cuanto tiene la más mínima oportunidad, sabedor de que ahí está la pasta. Le ha tocado vivir bajo la alargada sombra del combo de Iommi & Butler y tal vez por eso puso en marcha el grupo Tony Martin's Headless Cross, que rescataba para los directos un repertorio del grupo oscuro por excelencia. Por fortuna se ha decidido a lanzar un nuevo disco de estudio y para algunos de nosotros eso es una estupenda noticia, ya que talento para la cuestión musical lo atesora en abundancia. Enero se plantea interesante si decides abrazar espinas.
Sí, ha vuelto a pasar, nuestros queridos músicos vuelven a ramificar su producción de cara al público. Hace apenas unos días Tony Iommi, el mítico guitarrista y fundador de Black Sabbath, ha puesto a la venta una nueva colonia. Bajo la sugerente denominación de "Scent Of Dark" el maestro de los riffs de Heavy Metal nos ofrece su nueva fragancia para sus sufridos seguidores y para todo aquel que quiera oler a la esencia de la oscuridad. Los incombustibles rockeros ya tienen una alternativa a la fragancia que hace unos años comercializó el también incombustible guitarrista de Judas Priest, KK. Downing, bajo el apelativo de Metal For Men; imposible denominarla de otro modo, claro. El regalo de Navidad o Reyes ideal está a nuestra disposición... en el caso de que gustes de usar colonia para acicalarte, claro.
Según el propio Iommi, este proyecto se fraguó durante los pasados meses de pandemia -está claro que pese a permanecer encerrados en las casas casi nadie permaneció inactivo y el tiempo libre da para darle muchas vueltas a las cabezas- y surgió de la amistad que tiene con el guitarrista Sergio Momo, gerente también de Xerjoff, una de esas casas de colonias lujosas y exclusivas de las que por supuesto no tengo ni el más remoto conocimiento.
Iommi y Momo disfrutando de su nuevo perfume.
KK. Downing y su fragancia metalera.
Pero lo realmente importante de este oloroso asunto es que todo este tinglado ha servido de excusa para que Tony Iommi publique "Scent of dark". Bajo este título tan oscuro y tan aparente se encierra lo que es la primera pieza musical original que nuestro querido guitarrista lanza al mercado desde el disco de Black Sabbath titulado "13" y publicado hace la friolera de ocho años; sí, demasiado tiempo huérfanos de sus características composiciones y sonido. El tema tiene esa cadencia oscura y pesada tan representativa de Iommi, perfecta para hacer las delicias de sus seguidores. Colaboran en la grabación el citado Momo a la guitarra, el bajista Jimmy Crutchley, Ash Sheehan a la batería, Rebecca Rose tocando el violonchelo y la violinista Julianne Bourne. Bajo la supervisión a los controles del productor Mike Exeter esta canción sirve de estupenda carta de presentación para el dichoso perfume. Incluso han colgado de internet el tan irritante como habitual vídeo con el tipo de turno abriendo el paquete postal en el que llegará tu nuevo perfume favorito en el caso de que entre tus planes venideros se encuentre el hecho de adquirirlo. Así que, más allá de fragancias y superfluos regalos, tenemos una nueva melodía para teñir de una bonita oscuridad estas navidades: "Scent of dark".
"Scent of dark". Vídeo oficial.
"Scent of dark" siendo desenvuelto por el protagonista de turno.
Acaba de ver la luz el primer tema de presentación de este nuevo proyecto tributo a Black Sabbath. La canción se titula "She's gone" y viene acompañada de un sugerente vídeo clip. Este tema, perteneciente al disco "Technical Ecstasy", cuenta con la presencia del bajista Neil Murray y del vocalista Dave Walker; los seguidores más exhaustivos del grupo lo conocerán, puesto que Walker llegó a ser el sustituto provisional durante un corto periodo de tiempo de Ozzy Osbourne antes de que Ronnie James Dio ayudase a dar forma a quella obra maestra que responde al nombre de "Heaven & Hell".
Emerald Sabbath: "She's gone". Vídeo oficial.
Este proyecto parte de la idea de Michael Suilleabhain, un inspector de seguridad de construcciones nucleares que a su vez es un fan declarado de la banda de Birmingham. Comenta el bueno de Michael que conoció a Sabbath en el año 1983 -entendemos que a partir del disco "Born Again" en el que puso su voz Ian Gillan- y que desde entonces ha visto al grupo en directo un total de ochenta y dos veces; vaya, esto es un seguidor fiel y lo demás son tonterías. Comenta como curiosidad Suilleabhain que la única formación que se ha perdido desde entonces es la que contó con Ray Gillen a las voces. Esto es una auténtica putada, puesto que en la gira que hizo Sabbath con Gillen a la voz para presentar el excepcional disco "Seventh Star" -otra obra maestra del grupo de Iommi- el grupo sonaba que te cagas y el cantante todavía más. Hay que recordar que ese disco lo grabó Tony Iommi como un proyecto en solitario con Glenn Hughes a la voz y la compañía de discos -o el propio Tony, vaya usted a saber- acabó tomando la decisión de publicarlo bajo el apelativo de Black Sabbath featuring Tony Iommi. Como quiera que fuese este disco pasa por ser para este humilde servidor de lo mejorcito y más inspirado que el guitarrista de la lesión en las yemas de los dedos haya registrado jamás. La historia es muy conocida para cualquier seguidor de Sabbath/Hughes. Iommi ofreció el puesto de vocalista a Glenn para un disco en solitario que se alejaba de la música típica del combo británico. Hughes, que estaba en plena batalla contra sus demonios personales, aceptó el proyecto y volcó toda su creatividad en unas melodías y líneas vocales de otra galaxia... pero que poco o nada tenían que ver con el universo Sabbath. Al final el disco salió como Black Sabbath y, de pronto, se vio metido en la gigantesca pre producción de una gira mundial en la que tendría que cantar el catálogo de los Sabbath Ozzy/Dio. Glenn Hughes no llegó a ofrecer más que cinco conciertos. Un tipo con la sensibilidad de Glenn se encontraba terriblemente incómodo teniendo que defender en directo unas canciones con las que no sentía ninguna conexión. Por otro lado sus problemas con las adicciones no ayudaban, había ganado mucho peso y el hecho de sentirse en un lugar que no era el suyo hizo que la situación desembocara de manera abrupta abandonando la gira. Fue en ese momento cuando Ray Gillen asumió el puesto y nos volvió locos a muchos de nosotros con unas interpretaciones soberbias de las canciones que conformaban el set list de la gira. Para el recuerdo queda un poderosísimo "Danger zone" del directo de San Antonio, por citar algún ejemplo. De hecho grabaron algunas maquetas de las canciones que acabaron dando forma al siguiente disco de Black Sabbath, titulado "The Eternal Idol" con Tony Martin a las voces. Estas tomas se pueden escuchar para deleite del oido en la reedición que lleva por nombre "The Eternal Idol. Deluxe Edition". De estos años tan convulsos como excitantes de Sabbath habrá que hablar más detenidamente en otro momento.
Black Sabbath feat Tony Iommi: "Danger zone" (G.Hughes voz).
Black Sabbath: "Danger zone". San Antonio 86 (R.Gillen voz).
Pero volvamos a Emerald Sabbath. Michael Suilleabhain decidió allá por el año 2015 que debía aunar sus dos pasiones: Black Sabbath y la Música Clásica, por lo que empezó a trabajar en este proyecto. Tras conseguir colaborar con el teclista Adam Wakeman en la versión del tema "Changes" la idea comenzó a cobrar forma. Según comenta el propio Michael, se propuso regrabar las canciones de Sabbath con el mayor número posible de ex componentes del grupo... y logró involucrar a diez de ellos. Pasamos a mostrar la sorprendente lista de colaboraciones:
-"Embryo": Adam Wakeman (tecl), Beb Bevan (perc), Laurence Cottle (baj), Anneka Sutcliffe (vi) y Sarah Tobias (f).
-"Die young": Ron Keel (v), Vinnie Appice (bat), Rudy Sarzo (baj), DC Cothern, Pete Rinaldi (g) y Ellen Morgan (tecl).
-"Fluff": Sarah Tobias (f), P. Rinaldi (g) y el Cuarteto de Cuerdas Ardeton. -"Trashed": R. Keel (v), Vinnie Appice (bat), B. Bevan (perc), L. Cottle (baj) y P. Rinaldi (g). -"Stonehenge": A.Wakeman (tecl), L.Cottle (baj), P. Rinaldi (g) y S. Tobias (f). -"She's gone": Dave Walker (v), Neil Murray (baj), Bill Dwyer (bat)y el Cuarteto Cuerdas Ardeton. -"In for the kill": Tony Martin (v), L.Cottle (baj), Bobby Rondinelly (bat), P. Rinaldi (g) y A. Wakeman (tecl). -"Orchild": N. Murray (baj), P. Rinaldi (g), S. Tobias (f) y el Cuarteto Cuerdas Ardeton.
-"Hole in the sky": R. Keel (v), B. Rondinelli (bat), L. Cottle (baj) y P. Rinaldi (g).
-"Changes": M. Suilleabhain (v), A. Wakeman (tecl), L. Cottle (baj), B. Bevan (perc), A. Sutcliffe (vi) y S. Tobias (f).
-"Supertzar": A. Wakeman (tecl), Terry Chimes (bat), L. Cottle (baj), P. Rinaldi (g) y el English Chamber Choir.
Puede el lector observar que el asunto tira de espaldas. Todo tiene pinta de que habrá que ir haciendo un hueco en la estantería por la letra "B" (de Black Sabbath)... o por la "T" ( de tributo); según cada gusto.
Neil Murray, Mike Exeter (ingeniero), Michael Suilleabhain y Bev Bevan.
Recientemente Tony Martin
ha concedico una entrevista a la revista MetalJacket Magazine. El conocido
cantante que militó en algunos de los discos más interesantes de Black Sabbath
–siempre con el permiso de Ronnie Dio,
Ozzy Osbourne, Ian Gillan o Glenn
Hughes– comentó algunas cuestiones y proyectosinteresantes para todo aficionado a la
familia Sabbath.
Entre lo más destacado Martin opinó
sobre las anunciadas re ediciones de los discos de Black Sabbath en los que colaboró como cantante. Parece que se está
barajando la posibilidad de publicar unas nuevas ediciones de estos trabajos
con temas extras e incluso nueva música. Tony
The Cat Martin ha comentado que
habló un par de semanas atrás con Tony
Iommi al respecto de este tema. Iommi
ha comprado una nueva casa recientemente y parece que se está construyendo un
estudio de grabación, por lo que le dijo a Martin
que, en cuanto estuviese todo en orden, le gustaría ponerse con el proyecto.
Añade Tony Martin que en cuanto Iommi le llame él estará disponible y
encantado de hacerlo... además tiene claro que el propio Iommi también quiere hacerlo. Según resalta Martin, le gustaría volver a revisar, regrabar e incluso modificar
algunas letras del disco “Forbidden”.
Por lo visto Tony Martin no quedó
nada conforme con las mezclas finales del disco, según comenta intentaron
recrear un sonido al estilo de Run DMC
y no funcionó para Black Sabbath
–opinión que suscribo y comparto totalmente–. El propio Martin nos dice que las demos y los ensayosque tiene grabadas de aquellos años suenan
definitivamente mejor que el producto final que salió a la venta.
Tony Martin y Tony Iommi.
Tony Martin entró en Black Sabbath allá por 1986 para
sutituir a Ray Gillen. Grabó con
ellos cinco discos de estudio y uno en directo: “The Eternal Idol”, “Headless Cross”, “TYR”, “Cross Purposes”, “Cross
Purposes Live” y “Forbidden”.
Todos ellos rayaban a gran nivel, siguiendo el sendero musical que sembró Dio en la banda y demostrando la
calidad intrínseca que estos tipos atesoraban para componer grandes canciones.
Salvo el citado “Forbidden”, que se queda un poco más flojo si lo comparamos
con los otros, las demás son grandes discos; en especial me tocan especialmente
la fibra “Headles Cross” y “Cross Purposes”, mejores que muchos
clásicos que encumbran una mayoría de seguidores que seguramente no los han
escuchado al completo jamás en su vida... qué digo, seguro que muchos no saben
ni que existen. En fin. “Headless Cross”
cuenta con temazos como el que titula a la propia obra o cosas como “Black Moon”. Por su parte “Cross Purposes” es un lujo de
principio a fin, desde el inicio angustioso y asfixiante de “I witness”, la exquisita delicadeza de
“Cross of thorns” o la hipnótica
melodía de “Back to Eden”, por citar
algunos ejemplos, Sabbath nos
ofreció una obra con mayúsculas. Curiosamente el disco destilaba un sutil aire
a Rainbow, aunque siempre desde la
personal idiosincrasia sónica oscura del grupo, que años más tarde criticó Gezzer Butler. Incluso sacaron un vídeo
en directo de la gira de presentación del disco en el que Tony Martin... estaba afónico. ¿Cómo se te ocurre sacar un directo
de una actuación en la que tu cantante no está al cien por cien? Desde luego
que habrá que retomarpor aquí en
profundidadeste disco y esta gira en
otro momento.
De cualquier modo, el hecho de que Iommi y Martin decidan
juntarse de una vez para crear música siempre es una buena noticia. Habrá que
esperar para ver cómo se desarrollan los acontecimientos, no sea que Ozzy se vuelva a cansar de su grupo en
solitario, le entre envidia de Iommi/Martin
o cualquier otra historia que se le pase por la cabeza a nuestro imprevisible Madman y decida revivir Black Sabbath por enésima vez. Lo que
también me apetece desde luego es leer esa biografía que ha anunciado el propio
Martin. En cuanto se publique el
libro haré lo posible para que caiga entre mis manos, lo que es seguro es que
este tipo tiene unas cuantas historias interesantes que contar.
La banda de Iommi, Ozzy y compañía vuelve a estar
de plena actualidad, el problema es que no solo por motivos musicales. Su nueva
gira de despedida, anunciada bajo el sugerente nombre de “The End”, apenas acaba de empezar y los nuevos roces, cruces de
declaraciones y demás sinergias del entramado Sabbath vuelven a brotar cual florecillas en primavera. Las
noticias de sus componentes y sus ex generan un cúmulo de despropósitos tan
inverosímiles como ridículos que consiguen darle una nueva vuelta de tuerca a
esta familia musical tan encantadoramente disfuncional. Definitivamente habrá
que plantearse realizar una entrega de artículos por fascículos para cubrir las
esperpénticas trifulcas de estos angelitos.
Después de que los miembros
originales Tony Iommi, Geezer Butler y Ozzy Osbourne anunciasen por enésima
vez su gira de despedida, el batería original Bill Ward, que no fue de la partida en un movimiento de dudosa
ética, volvió a la carga con nuevas declaraciones en las que se entristecía por
no ofrecer al público una última gira con la formación original al completo.
Hasta aquí todo normal: pataleta del bueno de Ward por quedarse sin ninguna parte del pastel. Sin embargo, el
asunto cogió grados cuando el bajista Geezer
Butler se descolgó con unas sorprendentes declaraciones en las que
aseguraba que a Bill Ward se le
ofreció participar en un concierto especial de despedida y que éste no lo
aceptó, devolviéndole la pelota de las culpas sentimentaloides para no ofrecer una actuación final de los
componentes habituales. Lo cachondo del asunto es que… jamás le ofrecieron ese
show a Bill Ward!
Nuestro entrañable Bill inmediatamente reaccionó con otro
comunicado en el que aseguraba no haber recibido esa invitación de la que
hablaba Butler. El affair se zanjó
con el entrañable Geezer emitiendo
un comunicado en el que comentaba que había sido un error por su parte y
lanzando una tibia disculpa redactada con un escueto y endemoniado “sorry Bill Ward”, palabras textuales.
Geezer Butler y Bill Ward.
El management que lleva a Black Sabbath debe ser lo más parecido
al camarote de los hermanos Marx.
Toda esa unión por conveniencia de abogados, representantes, músicos con sus
parejas y demás alimañas llenas de rencor acumulado pero condenados a
entenderse para ganar pasta debe estar tan abocada al caos continuo porque solo
así se puede explicar que aparezca uno de los músicos originales realizando
unas declaraciones públicas sobre un tema tan delicado sin tener ni la más
remota idea de lo que habla. Si querían publicidad gratuita para alimentar el
morbo de las actuaciones en directo de esta supuesta última gira lo han vuelto
a conseguir. El entorno de Ozzy Osbourne
lleva años generando y alimentando las más variadas y esperpénticas polémicas
para obtener una publicidad que les siga manteniendo en el candelabro, el problema es que llevan tanto tiempo arrastrando su
credibilidad por el fango que cada vez se acercan más a una triste parodia de
ellos mismos. Y es triste, porque la música de Sabbath y Ozzy es lo
suficientemente buena y valiosa para permitir que hable por sí misma.
Desgraciadamente parece que lo que aquí importa es la cantidad de ceros que
sumemos al pasar por caja y, si para llamar la atención del gran público hay
que grabarse meando en un bote, se graba uno y listos.
En cuanto a la gira mundial,
veremos qué tal. Se va a comercializar un nuevo Cd compuesto por cuatro temas de
las sesiones del disco “13” que no
aparecieron en dicho álbum más el añadido de las tomas en directo de otros
cuatro temas. Al menos para este nuevo tour mundial no han tenido la
desfachatez de hablar directamente de los supuestos problemas físicos de Bill Ward para aguantar una gira
mundial de dieciséis meses como hicieron la vez anterior. Recordamos que esa gira
mundial de 2013 -14 supuso un total de cuarenta y seis conciertos –la mayoría
de los grupos realizan esas actuaciones en un par de meses, tres a lo sumo-.
Para este nuevo tour de 2016 se han anunciado las siguientes fechas:
- Norteamérica. 1ª parte: Dieciocho
conciertos.
- Australia: Siete conciertos.
- Europa: Quince conciertos.
- Norteamérica. 2ª parte: Dieciocho
conciertos.
Esta vez tenemos programados
un total de cincuenta y ocho actuaciones, del uno de Enero al veintiuno de
Septiembre de 2016. El tour acaba de empezar y desgraciadamente ya han tenido
que suspender dos conciertos debido a unos problemas de salud de Ozzy, el comunicado oficial explica que
ha padecido una sinusitis. No le deseo mal a nadie, y mucho menos al entrañable
Ozzy, pero tal vez empieza a sobrar
la excusa del estado de salud de Bill
Ward cuando son ellos mismos los que, con muy buen criterio, están
programando una gira con conciertos espaciados para poder llevarla a cabo en
las mejores condiciones posibles. Son señores con sesenta y muchos años,
conviene tenerlo en cuenta. El problema es que el estado vocal de Ozzy lleva años rozando lo patético y
resulta triste la inquina con la que se expresa, tanto él como el resto del
grupo, con respecto a la situación física de Bill Ward. El agravio comparativo resulta grande e injusto. Puede
ser que Bill Ward no se encuentre en
la mejor de las condiciones para un tour de cincuenta conciertos, pero desde
luego Ozzy no está mejor que él.
Además conviene recordar que Bill siempre
defendió a Ozzy todos los años que
el Madman estuvo fuera de Sabbath.
La puñalada trapera que le asestó el encantador Osbourne con motivo de esta última reunión de Black Sabbath todavía deber estar supurando en la espalda de Ward.
Ozzy Osbourne y Bill Ward.
De cualquier modo habrá que
estar atento al maravillosamente amorfo universo Sabbath en esta última gira mundial que les acercará a casi todos
los rincones del globo; menos a España, claro. El set list sigue estando a la
altura de su leyenda y siempre es un placer disfrutar de Tony Iommi encima de un escenario.