Encuentros HUSH.
Este es un sitio musical, no nos engañemos, pero en el que nos vamos a acercar a la música que nos gusta desde distintos ángulos, cual prisma. Como ya dijo el añorado Jon Lord: la música es la forma de arte más elevada que existe; afirmación que, pese a disfrutar de otras manifestaciones artísticas, sostengo plenamente.
Clube de Adictos a Deep Purple
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Púrpura Chess
This blog is basically a musical site. Here we talk about the music we like, using different angles. As dear and missed Jon Lord once said: “Music is the highest kind of Art that exists”. I think the same way too.
Esta preciosidad de canción que salió de la cabeza, el corazón y el talento del trístemente fallecido Bernie Marsden nos puede servir de perfecta banda sonora a algunos de nosotros durante estos días que suponen el final del verano... para algunos de nosotros.
El que fuera el guitarrista más reconocido de Whitesnake junto a Micky Moody, además de poseer un sutil e inspirado toque a las seis cuerdas, resulta que también fue bendecido con una voz preciosa, delicada y con carácter; vamos, lo que viene a ser un cantante que es capaz de cantar bonito. Algo que solo pueden hacer muy pocos vocalistas, pero esto es marginal.
El tema "September tears" era el que cerraba el único disco en estudio, titulado "Once Bitten", que publicó esta dupla de guitarras bajo el nombre de The Snakes. De este disco ya hemos hablado tangencialmente en otras ocasiones, supongo que va siendo momento de dedicarle una entrada íntegra como bien se merece. Ocurrirá.
Desde su desnudo inicio "September tears" te engancha con su sutileza y fragilidad. Evoca a la perfección esos días de asueto que seguro disfrutaste en los meses estivales... y también esos otros que no fueron tan plenos; cosas de la vida. Y aunque su letra aborda otras cuestiones de poderoso calado, nos puede servir a la perfección para completar ese cuadro de recuerdos que pintaste casi sin querer entre chapuzones, calores y noches nebulosas.
La actualidad de nuestro querido vocalista David Coverdale, líder de los también queridos Whitesnake,
no parece ser nada halagüeña si a términos musicales
nos referimos. Los diferentes problemas físicos y de voz que
no se han hecho públicos todavía y que lleva arrastrando desde el terrible Covid
no hacen presagiar nada bueno. Una vez reanudada la actividad de directo tras
la pandemia tuvo que cancelar toda la gira tras solo unos cuantos conciertos
realizados en los que se notaban unos problemas de voz bastante obvios. Poco
después anunció que dejaba de hacer giras y prácticamente actuaciones en directo a la vez que dejaba
en estado de hibernación a nuestros
adorados Whitesnake, no sabemos a ciencia cierta si de manera
definitiva; bueno, con Coverdale todo es posible.
Pero no vamos a abordar ni aquí ni ahora los
problemas de salud de David Coverdale. En estos días veraniegos de intenso calor vamos a recordar una
vez más uno de los mejores discos de
la Serpiente Blanca; sí, nos referimos a "Slide
It In". Tras ese título tan
deliciosamente adictivo, chabacano, irreverente, sugerente y que de inmediato
te lleva a dobles significados, nos encontramos una obra maestra que resulta
ideal para disfrutar durante la época estival.
Todo el disco tiene su enjundia, pero nos vamos a detener en "Guilty
Of Love". Este tema pasa por ser de lo mejorcito del álbum junto con "Standing In The shadow",
" Slow an' easy" -otro título con evidente
carga sexual-, el propio tema título "Slide
It In", "Love ain't no stranger", "Give me more time"...y
voy a parar, porque entonces les enumero aquí, estimados
lectores, la totalidad de canciones que conforman está obra que tanto
disfrutamos algunos de nosotros.
"Guilty Of Love" es una de esas canciones que te engancha a la
primera. Un tema vital, que contagia desde el inspirado riff de guitarra
de inicio y que cabalga sobre una melodía que no te da
respiro hasta llegar a un estribillo que una vez entra en tu cabeza sabes que
te va a acompañar durante el resto de tu
existencia.
Es una de esas composiciones tan positivas y tan de buen rollo que son
capaces de alegrarte el día en cuanto la
escuchas. La de mañanas que he ido
caminando por la calle hacia mi puesto de trabajo -vocacional, pero no todos
los díascon las mismas ganas y ánimos- y su sola escucha -en los cascos y a toda pastilla, of course-
ha girado mi ánimo, mi cabeza y mi corazón a ese lugar mejor que todos tenemos y en el que nos
sentimos tan vitales y llenos de energía.
Pese a que este disco rezuma verano, fiesta, calor y efervescencia, esa
sensación no ha estado ahí desde el principio. Conviene comentar que este disco
tuvo dos ediciones, con diferentes añadidos y mezclas en
ambas. La historia de este álbum está ya muy documentada, solo comentar que su primera edición se compuso y grabó
con la
formación de David Coverdale a
las voces, Mel Galley y Micky Moody a las guitarras, Colín
Hodgkinson al bajo, Cozy Powell tras la baterìa y Jon Lord en las teclas. Son las mismas
canciones, pero tiene un ambiente algo más oscuro y menos
festivo; más inglés, por decirlo de algún modo. Lo comenzó produciendo Eddie Kramer, aunque finalmente se
hizo cargo de los controles Martín Birch y así salió al mercado.
Por aquel entonces la formación de Whitesnake,
más inestable que nunca, sufrió varios cambios, algunos de ellos definitivos para el
resto del devenir de la entidad. Jon Lord abandonó el barco para aceptar la suculenta oferta de volver a
reunir a Deep Purple y también se dejó de contar con los servicios del bajista Hodgkinson
y de los guitarras Mel Galley y Micky Moody. Les sustituyeron Neil
Murray al bajo y John Sykes en la guitarra. Una progresiva transformación que mutó de sexteto a cuarteto en la que solo acabaron quedando Cozy Powell
y el propio David Coverdale de la formación que grabó la primera versión del disco.
Whitesnake 83: Powell, Hodgkinson, Lord, Coverdale, Moody y Galley.
Whitesnake Dic 83: Galley, Sykes, Murray, Coverdale, Powell y Lord.
Whitesnake Mayo 84: Murray, Sykes, Coverdale y Powell.
Lo de Moody fue especialmente doloroso, recuerda en su propio
libro autobiográfico -"Snakes And
Ladders: My Autobiography", del todo recomendable aunque publicado
solo en lengua inglesa- que Coverdale le echó por una cuestión de físico e imagen. Aconsejado por el gurú musical Jon
Kalodner, David decidió buscar a un guitar hero con buena imagen y capaz
de tocar. Por lo visto se barajaron los nombres de Michael Schenker y Adrian
Vandenberg, este último acabaría en el grupo años después. Al final el puesto
fue para un jovencito John Sykes, un guitarrista rubio y con una imagen
sexy y rompedora. Coverdale ya tenía su guitar hero. Había decidió dar un pequeño giro a la música e imagen de Whitesnake, buscando triunfar
en el todopoderoso mercado norteamericano, y en esos planes casaba más el sonido Hard Rock de Sykes que el Blues
clásico y la imagen de Moody.
Recuerda el bueno de Micky incluso una conversación que casualmente tuvieron en el backstage de un
concierto en el que Coverdale y un Moody todavía con la banda
coincidieron con Sykes y donde Coverdale hizo unos comentarios
bastante incómodos y fuera de lugar
comparando la imagen de guaperas y las maneras a la guitarra de Sykes
con la de un pobre Moody que se sintió
del
todo infravalorado. Cuidado con esto: Micky Moody toca muy bien y el
tristemente fallecido John Sykes también; pero, aunque sus estilos beben del Blues, son radicalmente
distintos. Moody es un bluesman de la vieja escuela y Sykes
es un Hard Rock más potente que era
justo lo que se llevaba entonces;más Heavy, por decirlo de algún modo. Poco después de la desagradable conversación, Micky
Moody reunió al grupo en su habitación para comunicarles que abandonaba la
nave. David Coverdale no quiso asistir a esa reunión.
Volvieron a regrabar el disco añadiendo tomas de la
guitarra de Sykes aquí y allá, se pueden apreciar con meridiana claridad en cortes
como "Slow an' easy", "Spit It out" o "Give
me more time". Alteraron el orden de las canciones, unas sutiles
revisiones a las mezclas y, de pronto, "Slide It In" estaba
listo para petarlo en el mercado americano. Aunque sería el siguiente disco, el aclamado "1987",
el que reventaría las listas las ventas tres años después, fue esta revisión americana de "Slide It In" la que
abrió el camino para esa nueva versión de Whitesnake. Ni que decir tiene que este
giro en la música y en la imagen del grupo
generó muchísima controversia entre adeptos, seguidores,
aficionados y toda la prensa musical de la época. Desde los que
estaban encantados hasta los que jamás perdonaron a Coverdale
que se vendiese al vil metal americano.
Por nuestra parte, posicionarse siempre es peligroso; pero lo vamos a
hacer, claro. Este humilde escriba disfruta por igual cualquier disco de la
exquisita discografía del grupo de la Serpiente
Blanca; incluso si tuviese que quedarme con un par de canciones suyas
me llevaría a la isla desierta "Walking
In the shadow of the Blues" y "Crying in the rain" versión 87 sin dudarlo. Una de cada etapa. Ya ves, así está el patio.
A lo que de verás no me puede sustraer es a caminar por cualquier estación de ferrocarril, durante el calor del verano y con
destino a cualquier lugar mientras suena en mis trasnochados walkman el "Slide
It In" de principio a fin.
Hoy volvemos a escuchar esta bonita canción que presentaron los
guitarristas Micky Moody y Bernie Marsden en el primer y a la
postre único disco de estudio de los Company
Of Snakes, que no era más que otra denominación que este imprescindible dúo
puso en marcha para seguir el sendero musical que dibujaron junto a David Coverdale en Whitesnake. Dicha canción apareció en el álbum de título Burst The Bubble, un estupendo disco
lleno de un Blues Rock de ese bueno
que está por encima de los manidos estandars que casi todo el mundo que no
tiene ni puta idea de Blues maneja y
mancilla sin rubor alguno. Con la colorida voz de fuerte regusto de Stefan Berggren, un cantante sueco que
descubrieron nuestro encantador par de guitarras, se marcan una interpretación
pletórica de garra y dinamismo que te engancha desde que la empiezas a
escuchar. Además cuenta con el sello personal de la slide de Micky Moody en
el puente tras el estribillo que hace que el tema gane más enteros de los que
ya de por sí atesora. Moody tiene un
toque especial de slide, personal y reconocible al instante; no en vano
se tiene bien ganado el reconocimiento dentro del mundillo por su inspirada
manera de tocar la guitarra con el tubo.
Ya lo demostró sobradamente durante sus años dorados con Whitesnake y lo sigue haciendo en cuanto le ponen una guitarra
eléctrica delante.
Tanto Micky Moody como Bernie Marsden se han pasado
muchos años haciendo música juntos, concretamente desde que compartieron
estancia en los mejores años de la etapa más clásica de Whitesnake. El
grupo que montó David Coverdale tras la separación de Deep Purple
a mediados de los años setenta pronto se engrasó con la entrada de este par de
guitarristas tan sin par. Ambos fueron los principales responsables del sello
musical de Blues Rock/Hard Rock que durante esos años abanderó la
también conocida como Serpiente Blanca. Los dos acabaron mal con David
Coverdale, pero durante los años posteriores siguieron interpretando en
directo esas canciones que les hicieron famosos; normal por otro lado, son sus
composiciones y tiene todo el derecho del mundo a hacer con ellas lo que
estimen oportuno.
Whitesnake 78: Neil Murray, Bernie Marsden, David Coverdale, Micky Moody, Jon Lord y Dave Dowle. Grupazo.
El caso es que durante los años noventa y principios del nuevo milenio
la Moody Marsden Band han seguido presentando sobre los escenarios de
medio mundo ese ramillete de temas ganadores. Lo han hecho bajo diversas
denominaciones, de hecho seguir las peripecias y avatares de estos años de
nuestra querida pareja de bluesmen supone un apasionante ejercicio de
investigación para conseguir completar el delicioso galimatías que no
tuvieron más remedio que construir forzados por los diversos acontecimientos de
variada enjundia que se veían obligado a protagonizar.Una de estas formaciones respondía al nombre de The Snakes y no
era más que un combo que recuperaba el espíritu musical de esos Whitesnake
clásicos; sin olvidar la bandera del Blues; pero con una mayor dosis de Hard
Rock. Vamos, la continuación perfecta de la línea que se amputó cuando se
vieron forzados a abandonar el grupo de Coverdale a principios de los
ochenta. Con este grupo publicaron un directo con repertorio completo de los Whitesnake
y un disco de estudio titulado "Once Bitten". Ambos discos
contaban a la voz con otro de los descubrimientos de este par de excepcionales
músicos: hablamos de Jorn Lande. Como curiosidad podemos comentar que en
el libreto interior del disco aparecía como Johnny Lande. El ahora conocido como Jorna secas
puso la voz a esta agrupación y asombró al mundo entero con su poderío vocal y
su timbre idéntico al de David Coverdale. Moody & Marsden
aprovecharon esta asombrosa circunstancia para facturar un pedazo de obra
maestra en estudio con la que demostraban a todo el que les quisiese escuchar
por donde deberían haber continuado los Whitesnake de entonces. Todo un
puñetazo sobre la mesa que seguro no dejó indiferente a nadie que lo escuchó,
estoy convencido que incluso llegó a las orejas de David Coverdale y
apuesto a que no daría crédito al escuchar a la voz a un clon suyo en un estado
de forma tan exuberante.
Por desgracia el disco solo se publicó en un principio en Japón, de este modo un elevado público potencial ni siquiera se enteró de que este grupo
existía -ya ves, cosas de nuestro querido mercado musical-, por lo que acabaron
pasando con más pena que gloria hasta que se disolvieron. Como anécdota
cachonda podemos decir que el nombre del grupo estaba registrado a favor de Jorn
Lande ¿?, por lo que cuando salieron tarifando nuestros queridos M&M
tuvieron que montar una nueva formación con un nuevo nombre. Aquí es donde
salen a escena estos Company Of Snakes de Stefan Berggren a la
voz que acabaron registrando el disco sobre cuya canción versan estas letras. Esta
nueva formación aprovechó una invitación del prestigioso WackenFestival
para publicar un doble disco en directo utilizando el grueso de esa actuación,
de nuevo con el repertorio clásico de Whitesnake; sin problemas. Poco
después se lanzaron de nuevo al ruedo con el disco de estudio "Burst
The Bubble" en el que se encuentra nuestra canción protagonista. Este
disco no deja de ser una nueva regrabación de las canciones del anterior "Once
Biten" con el añadido de algún que otro tema nuevo y la versión de
este "Run run run".
Esta canción es una revisión del tema que compuso Matt Andes y que grabó con su grupo Jo Jo Gunne a principios de los setenta, en el setenta y dos para
ser más preciso. Otro gran tema que pasó en su día sin pena ni gloria y que Moody
& Marsden recuperaron para su nuevo disco. La canción lleva el clásico slide
de Micky Moody, un tipo que será recordado entre otras cosas por su
personal, inspirado y acertado uso del tubo en el mástil a la hora de tocar la
guitarra. Ni que decir tiene que la canción, pese a ser muy buena de por sí,
gana muchos enteros con el uso del tubito solista marca de la casa. Todo
un temazo de Hard Rock Blues de los buenos, aderezado con la profunda y
elegante voz de Stefan Berggren. Lamentablemente el disco tuvo tan poca
repercusión mediática como "Once Bitten" de los Snakes
y, poco después, el combo se volvió a desintegrar.
Nuestros tenaces protagonistas lo siguieron intentando, inasequibles
al desaliento, con otras tantas reencarnaciones del mismo proyecto. No obstante
acabaron tirando la toalla definitivamente tras unos cuantos intentos nada
fructíferos y, no sabemos los entresijos de lo que pasó en profundidad al final
de todo, pero lo cierto es que la hasta entonces infranqueable relación entre Micky
Moody y Bernie Marsden parece que se resquebrajó hasta el punto de
que no se les ha vuelto a ver juntos. Incluso en el concierto homenaje al
tristemente fallecido Jon Lord, pese a ser invitados y asistir ambos al
eventos, no llegaron a compartir escenario; ni siquiera en un evento tan
significativo como ese. En fin. Ambos han publicado sus respectivas
autobiografías, de lectura obligada para todo aquel que sienta algo por el Blues
Rock, pero ninguno ha abordado el tema de la ruptura. Desde luego que es una
pregunta obligada si alguna vez nuestros caminos tienen la fortuna de cruzarse.
Pero hasta entonces disfrutemos una vez más de su buen hacer cuando de música
va el negocio. Tal vez la mejor pareja de músicos a la hora de hacer Blues
Rock de ese con caña; solo tal vez.
Company Of Snakes: "Ride ride ride / Run run run".
El
próximo jueves 25 de Septiembre se va a llevar a cabo en formato cine de alta
calidad la presentación oficial para medios de prensa e invitados (socios del Club Español de Fans de Deep Purple incluidos) de la película-concierto
dvd “Celebrating Jon Lord”, tributo
y homenaje póstumo a la figura humana y artística del gran músico Jon Lord, tristemente fallecido el
pasado 16 de Julio de 2012.
La estupenda
iniciativa, por parte de Top Artist Promotion,
permitirá visionar a unos cuantos afortunados el próximo lanzamiento del
concierto homenaje que se le ofreció al excepcional músico, pianista y
compositor el pasado 4 de Abril en el mítico y prestigioso Royal Albert Hall londinense. A este pase para la prensa
especializada también estamos invitados los miembros del Club de Fans Español de Deep Purple HUSH (CADP), el acto será
presentado por nuestro amigo y socio del Club, Luis Delgado. Toda una deferencia por
parte de la organización. Los interesados deben mandar un email al Club de Fans para la gestión:cadpurple1@mundo-r.com
El acto tendrá lugar en el Cine Artistic Metropol (Calle de las Cigarreras, 6) a las 19:00h.
Apertura de puertas a las 18:30h.
El
homenaje se encuadró dentro de la celebración de la “Sunflower Jam”. En el concierto participaron músicos de la talla de
Glenn Hughes, Paul Weller, Rick Wakeman,
Miller Anderson, Bruce Dickinson, Micky Moody, Bernie Marsden, Joe Brown, Jeremy
Irons, Steve Balsamo y, por supuesto, los Deep Purple (sin Ritchie Blackmore,
claro). Todos ellos acompañados por una orquesta de ochenta y tres músicos bajo
la batuta de Paul Mann. El increible
elenco de músicos interpretó temas escogidos de la totalidad de la carrera artística
de Jon Lord, desde los Artwoods y sus aires sesentas, pasando
por Paice Asthon & Lord, sus
discos en solitario, sus composiciones de
Música Clásica y, claro está, su etapa enDeep Purple; sospechosamente faltó alguna referencia a su etapa en Whitesnake, suponemos que tendrá que ver con el hecho de la ausencia de David Coverdale y de la actualmente difícil y tensa relación entre Micky Moody y Bernie Marsden.
Desde el momento que se hizo público el repertorio me maldije por no haber
cogido un avión a Londres para haber presenciado semejante selección de
canciones interpretadas por esos músicos de primerísima fila que tanto han significado
en mi vida. Espero que no sea este el único homenaje, desde luego que si alguien
se los merece ese es nuestro quierido Jon.
Por ahora los adelantos que han colgado en la red prometen bastante, un
repertorio único y cuidado con una calidad de imagen y sonido impactantes.
Jeremy Irons Paul Weller Rick Wakeman
El
marco de la “Sunflower Jam” parecía
el idóneo para llevar a cabo este homenaje, esta especie de festival con fines
benéficos se lleva celebrando anualmente desde hace un cierto tiempo. Idea de Jacky Paice, esposa del batería de Purple Ian Paice, ha conseguido que
pasen por su escenario artistas y personajes públicos del calibre de Brian May, Uli Jon Roth, Alice Cooper, Ian
Gillan, Rick Wakeman, Glenn Hughes, Bruce Dickinson, Jon Paul Jones, Nick Fyffe,
Jéremy Irons o incluso el Príncipe
Carlos, entre otros.
Sunflower Jam 2012
Como
dato curioso podemos comentar el interesante morbo que se produce al juntar en
un mismo escenario a personalidades musicales que, teniendo en común el nexo de
unión que supone el haber trabajado en el pasado con Jon Lord, en la actualidad no tienen una relación fluida o
directamente ni se hablan. Empecemos por la pareja de guitarristas formada por Bernie Marsden y Micky Moody, que militaron durante varios años en Whitesnake - grupo del gran cantante David Coverdale -, y que durante
bastantes años después continuaron grabando discos y tocando en directo juntos;
pues resulta que hace unos años discutieron y no han vuelto a subirse juntos a
un escenario hasta el día de este homenaje en el que interpretaron unas cuantas
joyasdel catálogo de Jon Lord. Conviene puntualizar que practicamente no coincidieron en el escenario.
Micky Moody Bernie Marsden
Tampoco podemos olvidar la inexistente relación que hoy día tiene Ian Gillan, cantante actual y clásico de
Deep Purple,con Glenn Hughes, el
otro cantante que también militó en Purple. De todos es sabido que la
excerpcional voz de Gillan ha ido perdiendo parte de esa potencia en los últimos
años (sigue siendo un cantante único), mientras que Glenn Hughes parece que está tocado con la varita de los dioses y
sigue conservando ese poderío vocal sobrenatural pasados los sesenta años. Lo de este hombre no tiene nombre, su voz tiene un recorrido y una variedad de registro inimaginable, puede moverse desde un terreno grave y bluesy hasta alcanzar unos agudos imposibles, pero además es capaz de hacerlo con una clase y un gusto exquisitos, explorando ese toque Soul que parece salirle de manera natural; vamos, un blanco con voz y alma de negro, todo ello sin haber perdido practicamente ni un ápice de su tono a sus sesenta y tres años. Impresionante. Como ejemplo el sentido homenaje que se marcó hacía su amigo Jon cuando interpretó "This time around", esa delicada pieza que compusieron ambos a mediados de los setenta, desnudando su alma ante los afortunados asistentes al evento. Atentos a los primeros segundos del tema, este señor es de otro planeta.
Glenn Hughes: "This time around".
Se esperaba que ambos vocalistas compartieran escenario para intrepretar el
archiconocido clásico “Smoke on the water”... pero Gillan no permitió que Hughes
cantara con él. Las malas lenguas dicen que todavía está dolido con Glenn porque intentara reunir hace unos
años a la formación de Deep Purple
que grabó el disco “Burn” mientras los
actuales Purple, con el propio Ian Gillan a la cabeza, continuaban en
activo.
Bruce Dickinson y Glenn Hughes
Dickinson con Ian Gillan y su ridícula camiseta
Pero la
polémica principal vino de la mano del guitarrista Ritchie Blackmore, el arisco hombre de negro se negó a participar
en el homenaje aduciendo que se reservaba su particular manera de honrar la
memoria de Jon Lord. Nuestro
encantador y simpático Blackmore,
sembrando mal rollo allá donde pisa. Ritchie
se puede autoconvencer con todas las excusas que quiera, por peregrinas que
sean, pero si había un momento en el que se tenía que subir al escenario con
sus odiados amigos de Deep Purple,
era este, el homenaje póstumo a la gran figura de uno de los músicos más
representativos e influyentes del siglo XX.