Encuentros HUSH.
Este es un sitio musical, no nos engañemos, pero en el que nos vamos a acercar a la música que nos gusta desde distintos ángulos, cual prisma. Como ya dijo el añorado Jon Lord: la música es la forma de arte más elevada que existe; afirmación que, pese a disfrutar de otras manifestaciones artísticas, sostengo plenamente.
Clube de Adictos a Deep Purple
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Púrpura Chess
This blog is basically a musical site. Here we talk about the music we like, using different angles. As dear and missed Jon Lord once said: “Music is the highest kind of Art that exists”. I think the same way too.
El grupo del guitarrista Alberto Rionda prepara los festejos de su treinta aniversario con la publicación de este nuevo disco. "30 Aniversario" revisa canciones de toda la trayectoria de la formación, regrabadas por los músicos que en la actualidad conforman el grupo. El bajista Nando Campos, el batería Bjorn Mendizábal y el teclista Manuel Ramil acompañan a la guitarra de Rionda en este nuevo capítulo de la formación. A la voz, tras no continuar con Avalanch el cantante Alirio Netto, Alberto Rionda se ha hecho con los servicios de José Pardial. Seguimos en la tradición de grandes vocalistas en este grupo, cuyos exigentes temas demandan interpretaciones vocales de categoría.
"Mil motivos" se presenta en formato vídeo lyric y se une al tema "Otra vida", que ha contado con la participación del también anterior vocalista Ramón Lage. Está acompañado por un interesante vídeo clip. Este nuevo disco presenta veinte temas que recorren la interesante discografía del grupo de Rionda, desde el estupendo "Juego cruel" que apareció en el primer disco del grupo van desgranando algunas de sus composiciones más emblemáticas. Tengo mucho interés en escuchar la nueva adaptación de "Torquemada", uno de los temas preferidos del que esto escribe... y de mucha más gente. Habrá que esperar al próximo veinticuatro de Enero, fecha prevista para la publicación del cd.
Estos dos adelantos no suenan nada mal y la cosa promete en lo que será esta nueva gira de aniversario. Por lo pronto han anunciado la colaboración del vocalista Ramón Lage, cantando parte del repertorio tanto en solitario como acompañando a José Pardial, en el show de Vitoria que se va a celebrar este próximo sábado. Buena pinta.
Por increíble que parezca, este humilde blog ya tiene cuenta de instagram. Por si quieres echar un vistazo:
Cuando el mundo no te sirve, es reconfortante saber que puedes sumergirte en el universo paralelo de Jim Steinman... porque nunca te falla y siempre va a estar ahí.
Maldita sea, papá.
Sabes que te quiero, pero tienes muchísimo que aprender
Llegué a aquella fría ciudad caída ya la noche. A través de la niebla de pareció ver un pub abierto al final de la calle. Me dirigí allí.
Entré y me senté en un taburete frente a la barra, donde el camarero ya me había servido una jarra con cerveza. Di un largo trago. Me sentí a gusto en ese lugar.
Algo llamó mi atención. En una esquina del pub, tres tipos ataviados con lujosos y ancestrales ropajes reían felices tomando unas copas; dos eran blancos y el tercero negro. De repente me invadieron recuerdos de mi triste infancia en el orfanato. El camarero advirtió mi gesto pesaroso.
-Eh! amigo -me dijo-. ¿Tiene algún problema con esos tipos? ¿Los conoce acaso?
-Sí -contesté-. Son Melchor, Gaspar y Baltasar. Ellos nunca se acordaron de mí. Todos los niños eran felices con sus juguetes nuevos, mientras nosotros solo teníamos juguetes viejos y rotos.
-Bueno, ellos no son exactamente quienes usted piensa -me dijo el amable tabernero-. En realidad se llaman Rory, Gary y Phil. Visten así porque vienen disfrazados de un desfile por la ciudad.
Yo me quedé perplejo, ¿Cabalgata de Reyes en Dublín? Volví a mirar a aquel rincón y los tres tipos me saludaron sonriendo. Su mirada me transmitió amistad, comprensión y alegría. Sentí un fuerte impulso y salí corriendo a la calle, mientras escuchaba al tabernero cómo me gritaba extrañado desde el interior.
-Eh! amigo, ¿dónde va corriendo?
Desde la calle le respondí.
-Voy a casa, ¡aún me queda tiempo para mandar mi carta a los Reyes Magos!
Una sección de “Cortadillo, el
encargado de la Renol”.
Chascarrillos sobre los
tiempos que corren a pie de obra… en la cadena de montaje… en los pensamientos
de una vaca, que al no saber qué hacer… con el rabo mata moscas.
Esta sección de collages responde a visiones,
percepciones y miradas muy personales acerca de lo que la vida expone a través
de sus diferentes canales de expresión.
Sin pretensiones… desde la humildad de quien no sabe y desde la
grandeza de lo que la vida nos ofrece… cada collage representa un
golpe de inspiración de quien se considera tan ciego en estas cosas del arte.
No hay títulos… no hay descripciones ni explicaciones por ese respeto
que siento por la libertad de expresión y por la mirada libre… sin colorantes
ni aditivos… de quienes su curiosidad les ha traído hasta estas imágenes.
Por increíble que parezca, este humilde blog ya tiene cuenta de instagram. Por si quieres echar un vistazo:
Llega la Navidad. Vuelve cada vez con menos frío y nieve, pero
vuelve… que no es poco. El ciclo de la vida; las Cuatro Estaciones, comodiría el irrepetible maestro Antonio Vivaldi de una manera tan
artística que resulta imposible igualar.
Y aquí volvemos nosotros, como cada año, para compartir con todo el
que guste de leer estas sucesiones de letras que en el caso que nos ocupa
tienen como protagonista la época del nacimiento de Jesús. Estas fechas
tan señaladas, tan especiales, tan amadas y deseadas como odiadas y
estigmatizadas para muchos de nosotros sirven de pretexto perfecto para abordar
una nueva cuestión de naturaleza musical. En serio, pocos momentos del año
generan sentimientos tan dispares y encontrados como el asunto navideño. Para
hacérnoslo mirar, supongo.
Este Diciembre nos vamos a detener durante un ratito con canciones que
sugieren la Navidad. En esta ocasión vamos a dejar de lado el lado más
obvio del asunto, como casi siempre. A continuación vamos a proponer una serie
de canciones que evocan este momento navideño, pero que no tienen relación
directa con esta celebración pascual; vamos, que no son villancicos ni temas
con letra navideña al uso… aunque, por el extraño motivo que sea, resulta que
marinan a la perfección con el sentir de este momento del año. Como un buen Rioja
con un jamón ibérico de esos bien cortado y sudado.
Por supuesto esta pequeña e imposible clasificación es tan subjetiva
como cualquier otra que nuestros queridos lectores puedan esperar; para qué
vamos a cambiar a estas alturas ¿no?. Habrá gente que no consiga establecer la
conexión navideña, otros la experimentarán al instante y unos cuantos la
criticarán… aunque incluso el propio músico compositor lo afirme, por supuesto;
contamos con todo el abanico de posibilidades habituales de nuestro anónimo y
putrefacto nuevo mundo virtual. De cualquier modo, con las siguientes letras
solo buscamos que pasen un rato de lectura distinto, agradable y enriquecedor.
Les proponemos la siguiente docena de canciones para tal efecto. Hemos dejado
unos cuantos temas musicales más fuera del saco de este año, ya que han
aparecido en los artículos de esta ¿sección? en años anteriores y no se trata
de repetir.
Si quieren alzar su copa de vino con todos nosotros mientras suena
alguna de esas canciones que nos hacen un poquito más felices, perfecto. Si no, también. Feliz
Navidad.
Desmond Child: “Obsession”.
Preciosa y delicada pieza que estaba contenida en el primer álbum en
solitario del artista “Discipline”, publicado en el año 1991. Desmond
Child se descolgó ese año con un pedazo de discazo en solitario. Lo tenía todo para triunfar en las listas,
pero no ocurrió. El hombre conocido como la máquina de generar hit singles
para los artistas con los que colaboraba no logró esa repercusión en su propio
álbum. No pasa nada, un día más en la vida de Desmond. La canción está
cantada por el propio Child y Maria Vidal. La que fuese novia de Desmond
Child acompaña con su bella y sugestiva voz haciendo que la canción
adquiera una nueva dimensión. Desmond Child y Maria Vidal junto
con otras dos vocalistas femeninas montaron el grupo Rouge a mediados de
los setenta. Un combo que grabó dos discos de música comercial/disco setentas
que tanto se llevaba por aquellos años. No llegaron a nada, aunque son dos
obras recomendables si te gusta ese tipo de música. “Obsession” fue
compuesta con la colaboración de Burt Bacharach. Lo dicho: toda una
delicia para tus oídos.
Kiss: “We are one”.
Del disco de reunión de 1998 titulado “Psycho Circus”. Kiss y
la Navidad, increíble pero cierto. Un binomio que sorprendentemente
funciona. Es el tema ideal para escuchar antes de quedar con tus
familiares/amigos/semejantes con intereses comunes a tomar algo antes de cenar
en esos días típicamente navideños. La letra es lo más simple que te puedas
echar a la cara y la melodía es tan dulce que se te atraganta; vamos, lo que en
los ochenta cualquier heavy consideraba un pastel… pero, lo
dicho: funciona.
Pink Floyd: “Learning to fly”.
Incluida en el disco “A Momentary Lapse Of Reason” de 1987. Fue
el primer single del esperado disco de regreso de Pink Floyd. No
habla de Navidad, no tiene nada que ver con ningún villancico ni nada por el
estilo… pero en cuanto acaba Diciembre uno siente la imperiosa necesidad de
revisar este bonito tema mientras pasea cualquier fría mañana por cualquier
parque con las hojas de sus árboles adornando el suelo de arena sumergido en el
peculiar y apasionante mundo paralelo que nos ofrece este grupo tan especial.
Eisley/Goldy: “Lies I can live
with”.
Obra maestra de la joya que lleva por título “Blood Guts And Games”
y que vio la luz del sol en 2017. Para los seguidores que pululen por ahí de un
grupo tan especial como poco afortunado y que responde al nombre de Giuffria,
si es que alguno queda, esto es lo más parecido al caviar del bueno. La
formación que puso en marcha el teclista Gregg Giuffria y que grabó dos
estupendos discos en los ochenta, contó con las voces de David Glen Eisley
y las guitarras de Craig Goldy. Estos dos últimos volvieron a resucitar
brevemente Giuffria, sin Gregg, hace unos años. La cosa no debió
funcionar y acabaron publicando un disco bajo el epígrafe Eisley/Goldy.
Este cd perfectamente lo podemos considerar, tanto por su música como por sus
músicos, el genuino sucesor discográfico de Giuffria. Un trabajo de
categoría y deleite que, por desgracia, se quedó en una publicación puntual.
Cosas que pasan.
Dentro de este “Blood Guts And Bullets” nos encontramos joyas
como este “Lies I can live with”. Esta pequeña delicadeza es la sutileza
hecha canción. Un medio tiempo tan sutil como poderoso que a través de su
inspirada melodía y unos arreglos exquisitos consigue emocionarte mientras te
sumerge en un paisaje de melancolía y tristeza; además, por si fuera poco, la
letra es buenísima. Habla de la desesperanza y se puede aplicar a cualquier
relación humana, de pareja, amistad o familiar, cuando un desengaño descoloca
tu mundo por completo. Literaria, con buen gusto y sin tirar de los chichés
típicos y clasicazos del my baby
left me o chorradas similares.
Cinderella/Tom Keyfer:
“Nobody’s fool”.
Tema original del primer disco de Cinderella, “Night Songs” del
año 1986, que volvió a regrabar su líder Tom Keyfer para la reedición en
2017 de su primer disco en solitario titulado “The Way Life Goes” y que
salió originalmente en el año 2013. Cinderella
pasa por ser uno de esos grupos que vieron la luz y el éxito a finales de los
ochenta en plena fiebre del Hard Rock angelino macarra y con toques glammys,
pero que en realidad tiene poco que ver con ese estilo musical. Se les metió en
el mismo saco por una cuestión de imagen y por coincidir en el tiempo, pero su
propuesta musical bebe directamente del Blues y del Rock
sesenta/setenta.Triunfaron de la mano
de su guitarra/cantante/líder Tom Keyfer gracias a su talento natural y
a que eran muy buenos.
Esta canción es la balada de su primer disco. Un tema comercial, pero
a la vez denso, triste y oscuro; poca gente tiene el talento para mezclar estos
ingredientes de manera certera. “Nobody’s fool” posee la característica
de que te traslada a un momento, situación y lugar determinados en cuanto
escuchas sus primeras estrofas. Una delicia ideal para ser degustada en plena
época navideña, entre el frío, la nieve, una chimenea con fuego, una copa de
vino del bueno y la compañía adecuada.
WWIII: “When god turned away”.
Aparecida el año 2003 en el segundo disco del grupo WWIII bajo
el mismo título. Aquí desde luego puede resultar casi imposible percibir la
conexión del tema con la cuestión navideña. Si por algo se puede caracterizar
la cortísima andadura de WWII, solo un par de discos y sin formación
estable, es que tiene de todo menos ambientación de paz, amor, buenos deseos y
todas esas características del espíritu navideño cristiano. De hecho, WWIII
son las siglas de Tercera Guerra Mundial si lo traducimos al castellano.
Incluso el título de la canción que nos ocupa sería algo así como: “Cuando Dios
se dio la vuelta”. Resulta bastante evidente que Mandy Lion, vocalista y
fundador del grupo, no busca con sus letras la llamada de Santa. Y si
nos vamos a la música, la cosa no pinta mucho mejor; de corte áspero, crudo y
bastante cañero. Incluso pese a que este tema tiene un inicio en acústico
lento, nos lleva por un sendero siniestro y desafiante alejado por completo de
los temas navideños más al uso... pero, qué puedo decir. Conecta. Su escucha
encaja a la perfección con cualquier paseo nocturno por las luces, ruidos y
bullicios navideños de la gran ciudad cualquier noche de Diciembre. Una
afirmación que no tiene defensa objetiva posible por ningún lado y que no
comprenderá la mayoría de la gente bien. No hay problema, estamos
acostumbrados a esto.
Pero para todos aquellos que sean capaces de sentir la vida con la
emoción de la que entre líneas llevamos hablando a lo largo de todo este
epígrafe, esta canción te puede ofrecer la llave para esa puerta tras la cual
se esconde ese lugar en el que nunca has estado, pero al que siempre has
anhelado ir.
Poison: “Cry tough”.
Canción que abría el primer disco del grupo titulado “Look What The
Cat Dragged In” en aquel lejano y especial año 1986. Ya hemos hablado por
aquí de Poison varias veces, no son ni los más técnicos, ni los más
innovadores, ni los más nada, pero tienen una estupenda discografía trufada de
grandes composiciones de esas que de dan buen rollo inmediato y ponen una
sonrisa en tu cara de felicidad tan ridícula como necesaria. Esta canción no
tiene una letra navideña, ni una música navideña ni nada de eso; sin embargo,
te traslada al frío, las pocas horas de luz, las luces y las celebraciones por
excelencia. Llega a tal punto esta subjetiva e incomprensible cuestión que, por
motivos que me resulta imposible explicar desde una perspectiva lógica, la Navidad
no es del todo Navidad si no suena esta canción y este disco en algún
momento de Diciembre.
Martika: “I feel the earth
move”.
Versión del clásico de Carole
King que alguien tuvo la brillante idea de versionar para el primer disco
de esta cantante tan especial, titulado como su propio nombre y aparecido en
1988. Una mujer poseedora de una gran voz y que triunfó en todo el mundo a
finales de los ochenta. Prince fue uno de los muchos que se enamoraron de la
voz y el talento de esta mujer, de hecho colaboró en algunas de sus canciones.
Sacó dos discos que fueron éxitos de ventas… y ya está. Por el motivo que
fuese, su carrera musical no acabó de cuajar. Aquí os proponemos la escucha de
este “I feel the earth move”, que en cuanto suena no puedes dejar de
moverte a su ritmo. Te transporta de inmediato al espíritu festivo navideño, de
juntarse a charlar, festejar, celebrar y compartir con tu gente.
Manowar: “Kingdom come”.
Del disco “Kings Of
Metal”, del ochenta y ocho. El sucesor de “Fighting The World”, que
pudo ser el que les puso en el mapa. Una formación como Manowar
personaliza a la perfección la relación amor/odio que el público siente por
determinados grupos musicales. Con Manowar no hay término medio posible:
los amas o los detestas. Caracterizados por personificar muchos de los clichés
más casposos e irreverentes del mundo del Heavy Metal, en estos días son
muchas veces denostados y blanco de burlas pueriles por parte de estas nuevas
generaciones de ofendiditos/as/es/xs por todo y por todos que no sean ellos
mismos, enfangando bastantes veces un falso discurso feminista tras el que se
encuentran hembristas recalcitrantes
que no hacen más que desvirtuar el profundo significado de esta palabra tan en
boga hoy en día. Pero esto es marginal.
De cualquier manera, y pese a que Manowar nunca fueron una de
mis bandas de cabecera, ahí continúan, inasequibles al desaliento mientras
proclaman sus trasnochadas proclamas de defensores del Metal verdadero…
apoyados en buenos discos y buena música, que es de lo que se trata en el
fondo. “Kingdom come” es una canción a medio tiempo característica de
este grupo. Tiene una melodía entre épica, entrañable y sobrecogedora. Casa a
la perfección con el hilo musical de carácter entrañable y acogedor de estas
fechas navideñas; aunque de villancico, nada. Eso, en Manowar,jamás.
Kingdom Come: “What love can
be”.
Uno de los principales éxitos de siempre de este grupo que se registró
en el primer álbum homónimo de la banda y apareció en el año 1988. Es una
canción lenta, densa, profunda, nostálgica y triste, muy triste. Una auténtica
maravilla. Ideal para tomarse un buen café de esos negros, cargados, humeantes
y espesos, cualquier tarde/noche de Diciembre en la intimidad del garito más
oscuro, cutre y solitario que podamos encontrar.
Este primer disco del grupo del vocalista Lenny Wolf resultó un
superventas que fue criticado por mucho purista de pacotilla que vio en el
mismo una copia descarada de Led Zeppelin. Sigo esperando a que esos
iluminados de turno me expliquen dónde se encuentran esas copias tan evidentes
en la música. Se pueden apreciar detalles aquí y allá, como en cientos de
grupos, pero de ahí a la anterior afirmación media un abismo. Lo dicho: a ver
dónde están los “Now forever after”, “Shout it out” o “Living out of
touch” que compusieron Zeppelin para compararlos con estos tres temazos de Kingdom Come. La peña,
que raja y critica sin tener ni puta idea muchas veces.
Little Richard/The Beach Boys: “Happy
endings”.
Una de las grandes canciones que grabó el más grande. Hemos pretendido
no volver a traer composiciones que ya han aparecido en esta especie de sección
años anteriores, pero es que resulta imposible sustraerse al toque mágico que
desborda la interpretación de Little
Richard a lo largo de toda esta canción. Este single apareció en 1987,
interpretado a medias con los Beach Boys.
Todas las características de la impresionante voz de Richard están presentes a lo largo de los pocos minutos de metraje
de este tema. Su sentido de la melodía, del ritmo, su toque sensual, tierno y
poderoso a la vez, sus innumerables matices y sobre todo ese tono y timbre
sobrenaturales que han servido de referentes a millones de cantantes, músicos y
aficionados a esta cosita llamada Música.
Gillan: “No more cane on the
brazos”.
Aparecida en el disco “Naked Thunder” de 1990 y en el directo “Contractual
Obligations” de 2019. Esta canción es un antiguo tradicional que por lo
visto cantaban los presos de la América sureña profunda. Parece ser que los
prisioneros destinados a trabajos forzados en las cárceles de Texas tenían la
costumbre de entonar esta melodía mientras recolectaban caña de azúcar a las
orillas del río Brazos. A lo largo de este río se ubicaban muchas de las
granjas penitenciarias de dicho estado a finales del siglo XIX y principios del
XX.
La composición de este tema se le suele atribuir al conocido cantante
de Blues y Folk apodado Lead Belly. Sin embargo, la canción
pasa por ser de esas oscuras o poco conocidas; de hecho no aparece en ninguna
referencia discográfica de este gran cantante. Por supuesto, más músicos se han
acordado de este tradicional y lo han interpretado dándole su propia visión;
artistas desde Alan Lomax, Lonnie Donegan o el mismísimo Bob Dylan
han revisado esta entrañable canción con mayor o menor fortuna.
Esta adaptación de Ian Gillan cerraba el disco en solitario que
sacó tras ser expulsado sumarísimamente de Deep Purple a finales de los
ochenta. Junto a la colaboración de Roger Glover, le añadieron unos
interesantes arreglos a esta composición que le daba el broche de oro perfecto
a esa maravilla en forma de disco que lleva por título “Naked Thunder”.
Esta versión tiene un toque denso y solemne, un Blues lento, nostálgico,
triste y evocador que explota en la parte final aderezado con una pizca de Folk
aquí y allá. Una obra de arte.
Años más tarde Gillan la recuperó para la gira en directo con orquesta
que ofreció en el año 2016 y de la que se publicaron oficialmente tres
actuaciones en cd, dvd y vinilo respectivamente tres años más tarde. Bajo el
cachondo título de “Contractual Obligations”, Ian Gillan, Don Airey, su
grupo y una orquesta nos ofrecieron magia durante las casi dos horas de
duración de cada una de las actuaciones. Aquí la orquesta añade unos arreglos
grandilocuentes que ensalzan todavía más esta canción, creando un atmósfera que
te lleva a cualquier día de invierno, sentado en la chimenea encendida mientras
contemplas embelesado el árbol de Navidad y mojas tus labios con una
copa de esa bebida para las ocasiones que tienes en casa y tanto te gusta. Ian
Gillan te desea Feliz Navidad.
Una sección de nuestro colaborador Paul Martín Simón.
Especial Navidad 24.
"Otra canción de Navidad"
Este año traemos de nuevo una escena de "cuento de Navidad" de Charles Dickens como postal navideña, con el avaro Mr. Scrooge visitado por el espíritu de su antiguo socio. Hemos querido imaginar a Mr. Scrooge con el rostro de Ian Anderson, líder de Jethro Tull, y al fantasma con la imagen del que fue guitarrista de la banda durante más de treinta años, Martin Barre.
Jethro Tull ha tocado el tema del "Solsticio de Invierno" muchas veces a lo largo de su carrera. Este año que acaba, ambos músicos han visitado nuestros escenarios, pero por separado. Ojala el espíritu de las navidades futuras nos traiga a estos magistrales músicos otra vez juntos.