Llega la Navidad; bueno, llega todo eso que nos ciega los
sentidos, nos satura con sus contradicciones e hipocresías, nos intenta
reconfortar con mensajes de autocomplacencia tan vacíos como impostados y nos
manda directamente a consumir sin descanso, pero que nada tiene que ver con el
sentimiento y espíritu real de esta celebración. Un año más lucharemos por
apartar toda la hojarasca del camino y disfrutar de este momento tan especial,
con la música una vez más ayudando a guiar dicho camino. Este año resulta
especial, puesto que Steve Perry -ese artista por el que aquí se siente
extremo respeto y debilidad- ha decidido publicar música de motivos navideños
para acompañar estas fiestas y hacernos un poquito más felices a muchos de
nosotros; nuestro admirado ex vocalista de Journey ha puesto a
disposición del público un maxi single de tres temas navideños que, entre
muchas otras cosas, sirve de perfecta justificación para este artículo. Este
año nos vamos a detener en las grabaciones de canciones de temática navideña
que han sido publicadas por cantantes solistas -incluso rescataremos a algunos
cantautores- para aportar algo de color y calor a este momento que cada año
pone colofón al año en la mayor parte del mundo. De la mano de la espectacular
voz de Steve Perry pasamos a recordar a un puñado de solistas que, por
una amplia y variada gama de motivos, en algún momento de su carrera musical
decidieron que era oportuno registrar un disco de canciones navideñas.
Rob Halford: “Celestial”. 2019.
El Metal God
repite este año con un nuevo disco navideño, el segundo detrás del anterior “Halford
III”” publicado hace diez años. Un nuevo redondo compuesto por varias
adaptaciones de temas clásicos y composiciones nuevas; bueno, en realidad
contiene un par de canciones nuevas y el añadido de un outro de apenas un par de minutos junto a una intro ambiental que no es más que un coda de ese cierre del álbum.
Es curioso, lo habitual en estos casos es que la revisión instrumental de otro
tema aparezca con posterioridad en el disco. Con Rob Halford las cosas
siempre funcionan de otra manera. Dicha introducción, muy acertada y sugerente
por otro lado, juega con la melodía del cierre del disco.
El disco se presenta como Rob
Halford acompañado de familia y amigos, algo así como un guiño al rollo del
espíritu familiar navideño y esas cosas, supongo; porque con Halford
nunca se sabe. El cantante de Judas Priest e icono del Metal es
una de las personalidades más misteriosas, controvertidas y descolocantes de la
escena rockera, nunca sabes por dónde te va a venir y tal vez en eso resida
parte de su encanto. Ignoro lo que el bueno de Rob piensa de la Navidad,
su sentido real y toda la parafernalia basura en la que cada año la
convertimos, pero si cada cierto tiempo se decide a regalarnos un disco basado
en estos presupuestos y además es tan bueno como el que nos ocupa, bienvenido
sea.
Curiosamente el disco
comienza, una vez pasada la introducción, con uno de los dos temas propios que
además ha servido para promocionar al álbum. Esta canción titulada “Donner
and blitzen” bien podría haber formado parte de cualquier disco de Judas,
pero no me acaba de convencer dentro del enclave de disco navideño; prefiero
sin duda la otra composición propia: “Morning star”, con un rollo mucho
más cercano al resto de temas del cd.
El disco no tiene
desperdicio. Mezcla a la perfección el propósito de villancico navideño con el Heavy
de los Judas sin que salte ninguna chispa y eso ya tiene mucho
mérito de por sí. Las versiones escogidas suenan muy bien en líneas generales,
en especial “Away in a manger”, que se convierte en un tema denso y
evocador en el que la voz de Halford borda una interpretación perfecta.
Otro momento de enjundia es el que conforman el final de una cañera “Joy to
the world” con el inicio superpuesto de “O little town of Bethlehem” que
lleva un arreglo muy original y que hace que la versión gane bastantes enteros.
En la parte más afilada nos encontramos con una versión de “Deck the halls” que
es puro Heavy Metal y que les ha
quedado a Halford y familiares muy lograda.
En definitiva esta obra sigue
una línea similar a la de su anterior disco de esta temática y permite la
escucha de ambas piezas de modo consecutivo de tal manera que las puedes usar
como banda sonora para decorar el árbol navideño de tu casa a ritmo de Metal
mientras sirve de disgusto/disfrute de los allegados que tengan la
suerte/desgracia de compartir tu mismo espacio vital.
Rob Halford: "Donner and blitzen". Vídeo oficial.
Donna Summer: “Christmas Spirit”. 1994.
No podía faltar por aquí el disco de motivos navideños que grabó a
mediados de los noventa la tristemente fallecida Donna Summer. Esta
exuberante intérprete se descolgó con un disco excepcional, pletórico de buen Soul
y lleno de matices que te transportan de manera inevitable al espíritu
navideño; un álbum classy, sobrio, y elegante que acierta de lleno en su
propósito navideño. Debo reconocer que este disco tardó bastante en llegar a
mis oídos; Donna y su majestuosa voz han sido una de mis debilidades,
pero ha sido muy recientemente cuando este disco entró en mi casa. Una mujer
que durante muchos años hizo gala de una faceta artística tan arrolladora,
atrevida y provocadora como controvertida, no parecía el arquetipo de artista
que lanzase al mercado un producto de Navidad. Sin embargo el disco de Donna
Summer rezuma entre sus surcos ese carácter tierno y reconfortante que, sin
impostar nada, te subyuga y te sumerge de tal manera que hasta puedes levitar
sin mayor problema si lo escuchas en las condiciones correctas; vamos, una
delicia para el alma.
Se combinan en el disco canciones tradicionales navideñas, versiones y
temas propios que no desentonan en absoluto con la idea global de la obra. Todo
bajo un tamiz Soul adornado de Góspel, de ese que la cantante
mamó desde su infancia. Las canciones están tratadas con una instrumentación
sobria y muy acertada, acompañando a una voz principal de Donna que
brilla en primer plano y con luz propia. En particular “O come all ye
faithful” rebosa pasión y te hace vislumbrar por unos instantes el sentido
auténtico de la Navidad. El medley
que realiza con los clásicos “What child is this?”, “Do you hear what I
hear” y “Joy to the world” es
de categoría superior, con unos arreglos como el enlace entre el final de “Do you hear what I hear” y el inicio de
“Joy to the world” que te vuelan la cabeza de lo buenos que son. El
final del disco también es de traca. “Breath to heaven”, compuesta por Amy
Grant, es una delicadeza, “O holy night” tiene una fuerza Góspel que
te desarma y la última canción titulada “Lamb of god” es el broche de
oro perfecto para una obra de estas características; el minuto final es una
especie de oración con piano de fondo que, pese a que tiene mucho que ver con
el rollo autoayuda de los pastores norteamericanos, es capaz de convertir a la Fe
al más ateo de todos. Un disco que desde ahora no va a faltar en todas mis
navidades.
Donna Summer: "What child is this/Do you hear what I hear/Joy to the world".
Frank Sinatra: “Christmas
Song”. 1948.
Si hablamos de cantantes solistas y de discos de Navidad no podía dejar de asomar por aquí el intrépido Frank Sinatra. El disco que nos ocupa
se publicó en 1947 y supuso el tercer lanzamiento discográfico en formato Lp
del bueno de Frank. Se publicó
primero en formato de cuatro singles durante mediados de los cuarenta y se
lanzó poco después recopilando las ocho canciones en un álbum completo. Ya
desde estos primeros momentos destaca la seguridad que Sinatra tenía en sí mismo y
su arrollador carisma. Es un disco de crooner
con acompañamiento de músicos en el que se busca de manera principal el
protagonismo de la voz. Sinatra y su
voz de barítono reinan a lo largo de todas las interpretaciones del disco.
Las canciones escogidas para la ocasión son algunos de esos clásicos
navideños que todos tenemos en mente, el álbum tiene un sonido muy bueno para
su época y está diseñado para realzar a la auténtica protagonista del mismo: la
voz de Sinatra. Seguro que sirvió de
influencia para muchos discos de solistas que vieron la luz en los años
posteriores. En particular suena especialmente bien la canción perteneciente el
primero de los singles recopilados, “Silent
night”, en la que la voz de Sinatra
consigue evocar una sensación de paz y sosiego navideño que hasta casi te hace
creer que este tipo de verdad podía sentir algo por lo que significan estas
fechas. Seamos claros, si hay alguien que se encuentre en las antípodas del
mensaje navideño ese es el bueno de Frank.
Este angelito demostró durante toda su vida que la lucha por el débil y la
justicia entre nuestros semejantes no entraban entre sus propósitos de vida más
inmediatos. Todo buen conocedor de la vida de La Voz sabe de sobra que a esta encantadora alma caritativa le iba
más la fama, el dinero, el poder y todos los valores que practicaba el
Hollywood de los años cincuenta. Es más fácil imaginar a Sinatra persiguiendo a Ava
Gardner por medio mundo con la sana intención de acabar en su alcoba que
verle liderando una causa mundial a favor de los desfavorecidos. Junto a Dean Martin y Sammy Davis Jr
formaron el núcleo duro del conocido como Rat
Pack, que no era más que un selecto grupo de amigos que se juntaban para ir
de fiesta, beber y follar; eso sí, siempre con estilo. Estos tipos eran
demasiado sofisticados para juntarse con la chusma del resto de curritos
mortales.... y además también tienen en el mercado un disco navideño conjunto! Seguro
que para otras navidades lo rescatamos.
Dino, Sammy & Frank: The Rat Pack.
Sammy Hagar: “Santa’s Going South For Christmas”. 2019.
Uno de los tipos más
auténticos de este negocio, además de uno de los que mejor ha sabido aprovechar
el éxito e implementarlo dentro de su propio estilo de vida. Seguro que ser
capaz de realizarse personal, familiar y artísticamente a través de tu
propuesta artística, aunándolo en un todo y haciendo de ello una fiesta le va a
permitir vivir en plena forma durante muchos años. El músico que lleva la
bandera del sol, la playa, la fiesta y hacer lo que te dé la gana desde su
envidiado Cabo Wabo -que sirve para
ilustrar este humilde blog y al que este humilde escriba espera acabar pudiendo
ir algún octubre a los conciertos de su Birthday
Bash anual de una puñetera vez- también tiene su propio tema navideño. Por
supuesto no es ninguna versión ni nada por el estilo, Sammy Hagar no está interesado en el árbol de Navidad, el frío invierno y en todas las clásicas connotaciones que
tiene este tema. Desde la soleada playa de su Cabo Wabo, sentado en una hamaca y viendo las olas pasar mientras
atardece, nos regala una composición que habla precisamente de disfrutar de
unas navidades a pleno sol y fiesta; de hecho la letra explicita con claridad
este mensaje. Acompañado de sus Waboritas
nos regala un tema caribeño y muy positivo, lleno de ritmo y sabor. Lleva
interpretando esta canción desde hace unos años -la primera vez que la tocó en directo fue en el año 2010- y en este 2019 la vuelve a editar con motivo
del día del disco añadiendo una versión en vivo desde su propia cantina y otra toma en directo del estupendo "Eagles fly". Poco
más se puede decir Sammy Hagar: un
tipo con suerte.
Sammy Hagar desde Cabo, un tipo que sabe vivir la vida.
Sammy Hagar: "Santa's going south for Christmas". 11.12.10.
Johnny Cash: “The Christmas
Spirit”. 1963.
El álbum que nos ocupa a
continuación fue el primero de los discos sobre temática navideña que nos legó
el tristemente fallecido Johnny Cash.
Es una obra oscura, triste y densa, muy en la línea del añorado intérprete y
compositor. Cash explota su personal
faceta crooner mientras desgrana con
una tensión contenida uno a uno los distintos clásicos navideños junto con
composiciones propias que no hacen más que abundar en esa sensación que permite
al oyente empatizar con la particular atmósfera cruda y a la vez delicada que Johnny ha tenido la habilidad de
recrear. Comienza el disco con Johnny
hablando con su voz rasgada y triste sobre un tenue fondo musical como el que
recita un poema musicado; con un inicio así ya te rápidamente a su terreno.
Nuestro entrañable Man In Black brilla con luz propia en el disco, conviene
recordar que, aunque Ritchie Blackmore
se apropió de este apelativo, es Cash
el genuino poseedor del mismo y que incluso publicó un álbum titulado “Man In Black” a principios de los setenta.
Su versión de “White Christmas” es puro caviar,
mientras que en composiciones propias como “Christmas as I knew it” saca a relucir una tristeza y tristeza que
convierten al tema en una genialidad. Por su parte “The Little drummer boy” presenta un original arreglo que le otorga
al tema otra dimensión. En fin, imagino que los seguidores de Johnny Cash disfrutarán de lo lindo
escuchando el disco en esta época en la que los mensajes tan contradictorios
que nos inundan no tienen nada que ver con fijarte en el desvalido, que
precisamente es de lo que va la Fe
Crsitiana…y sobre lo que cantó durante toda su vida el bueno de Johnny. Y hasta la portada es una
preciosidad.
Johnny Cash: "Christmas as I knew".
Pat Boone: “White Christmas”. 1959.
Otro tipo muy peculiar. Nuestro querido Pat se hizo famoso en
los años cincuenta gracias a las versiones que robaba a gente como Little
Richard y publicaba bajo su propio nombre. Estamos hablando de la época
final de conflictos por segregación racial en EEUU y de los años en los que
unos cuantos genios crearon esa pequeña y loca cosa llamada Rock n’Roll.
Mientras tipos como Chuck Berry, Richard o James Brown fabricaban
obras de arte en forma de hits unos detrás de otros, la puritana y exquisita
sociedad americana exhibía su exasperante doble moral con el cinismo que la
caracterizaba en aquellos años. Solo de este modo se entiende que tipos de la
calaña de Pat Boone triunfasen en un mercado orientado hacia los
blancos. El amigo Boone puede que sea uno de los tipos más sosos y
descafeinados que me haya llevado a los oídos; y ahí le tenías, triunfando con
versiones de mierda de canciones compuestas por Richard &
Co. Treinta años más tarde de redimió con el estupendo disco de versiones
estilo Big Band de temas clásicos del Hard Rock, pero eso es otra
historia.
El asunto es que con el paso del tiempo incluso se le coge cariño al tipo, hasta Ronnie
James Dio -no olvidemos que Ronnie sacó al mercado su primer single
en el año 1957- hablaba de modo correcto de él a finales de los noventa. Y aquí
le tenemos, con su disco navideño de cantante solista. La verdad es que el
álbum es del todo olvidable, presenta la misma pólvora mojada que toda su producción
clásica. Un tipo inofensivo que pobló los hogares norteamericanos de los años cincuenta y
sesenta.
Paul Anka: “It’s Christmas Everywhere”. 1960.
El cantante de la voz aterciopelada también tiene en su haber un disco
de temática navideña, al igual que la mayoría de sus coetáneos de esos años
cincuenta y sesenta tan especiales. Nuestro intérprete de “Lonely boy” nos
presenta un disco que comienza con un recordatorio sobre los típicos buenos
deseos de estas fechas para a continuación desgranar un puñado de clásicos a
ritmo de Big Bang de las de antes. Merece especial mención la rendición
que hace del clásico “White Christmas” en el que Anka y sus
músicos pergeñan una versión lenta y solemne que queda realmente bien. El álbum
cuenta también con una composición propia, el tema “It’s Christmas
everywhere” es una composición propia que además de servir de título del
disco es una canción idónea para cerrar esta obra navideña. Un disco muy de la
época, pensado y hecho para ser consumido por la masa de la sociedad americana;
sin riesgos, Paul Anka vuelve a ser el invitado ideal para la cena
navideña de cualquier hogar de los de entonces…y puede que también el sueño
húmedo de algunos de los inquilinos de dichos hogares.
Paul Anka: "It's Christmas everywhere".
Annie Lennox: “A Christmas Cornucopia”. 2010.
Esta apasionante e inquieta mujer también tiene en su discografía un
disco dedicado a la temática navideña; normal, alguien tan ecléctico y tan
interesado en caminar distintos caminos musicales debía pasar por esta puerta.
Este de los discos de Navidad es un terreno en el que es muy complicado
innovar; quiero decir, muchas de las canciones son tradicionales con varios
cientos de años de edad y está ya todo inventado. Sin embargo, nuestra querida Annie,
igual que con casi todo el resto de su discografía, se las ha apañado para
presentar un producto que puede que sea de lo más novedoso y sorprendente que
uno se pueda echar a la mesa dentro de este apartado. Ya el propio título nos
deja ver que Annie Lennox no tiene intención de presentar un refrito navideño
de los manidos clasicazos de siempre, como pueda hacer el bueno de Pat
Boone sin ir más lejos; “A Christmas Cornucopia” es un título que te
llama la atención desde el minuto uno, novedoso, certero y nada habitual. Y en
cuanto empiezas a escucharlo te das cuenta de que la cosa va en serio.
Lennox hace un interesante esfuerzo por revisitar algunos
de los clásicos de siempre e intercalarlos con otros cortes de esencia
navideña, pero que ya no son tan habituales o conocidos. Tiene la genial idea
de incluir un tradicional original francés cantado en su propio idioma, “Il
es en divin infant”, que rebosa pasión y delicadeza a partes iguales. El
disco se abre de manera exquisita con “Angels from the realms of glory”,
otro de esos tradicionales que la gente no suele tener tan en cuenta cuando se
habla de discos de esta temática. Tal vez la palabra delicadeza sea la más
acertada a la hora de intentar definir este pedazo de obra maestra. “See
Amid the winter’s snow” o “In the bleak midwinter” son otros dos
ejemplos de canciones menos conocidas y llevadas al terreno de Annie con
una maestría casi insultante, versiones que consiguen hacer que te inunden unas
sensaciones de tranquilidad y sosiego que tan necesarias resultan dentro de
nuestro caótico y loco mundo actual. Comenta Annie en las notas del
libreto que a la hora de realizar esta obra y escoger las canciones se basó en
algunos de los temas que había escuchado desde pequeña y que le tocaban la
fibra sensible, aunque no fuesen necesariamente canciones navideñas al cien por
cien. Desde luego que dio en el clavo. Alguien como Annie ha demostrado
a lo largo de todos estos años tener una sensibilidad especial para acercarse a
canciones de esas que te erizan la piel y te encogen el alma. Suya es la
composición “Love song for a vampire”, de la banda sonora del Dracula
de Coppola, una de las composiciones más estremecedoras que haya
escuchado en toda mi vida. Pero esto es
marginal. Cierra el disco Annie con
una composición propia bajo el título de “Universal
child”, igual de tierna y seductora que el resto del álbum.
Annie Lennox: "Universal chiuld". Washington. Diciembre 2010.
Mariah Carey: “Merry Christmas”. 1994.
Que aparezca por aquí una
artista tan en las antípodas de lo puede querer abarcar este blog no hace sino
reivindicar el carácter transversal del mismo. No tengo ningún interés en la
carrera mainstream de Mariah y, desde luego, detesto todo de
lo que se nutre dicha carrera, pero no se le puede negar a esta mujer la
poderosa voz que posee; la única pega es que esta cantante equivocó el sentido
de su recorrido musical, si se hubiese dedicado a cantar Hard Rock seguro que no tendría tanta pasta, pero la música que nos
apasiona a muchos de nosotros hubiera ganado quién sabe si a uno de sus principales
exponentes. Estas aseveraciones no son nada gratuitas, uno no tiene más que
darle una escucha al estupendo disco navideño que esta mujer grabó hace unos
años para darse cuenta. Un disco en clave de Pop, pero lleno de matices Soul,
Rock o Góspel que harán las
delicias de cualquiera que lo ponga en su equipo musical.
El disco fue controvertido
desde su gestación, se publicó dentro de una época en la que esta mujer pegaba
fuerte en las listas y más de uno criticó que se descolgara anunciando la
grabación de un disco navideño. Lo que pocos se podían imaginar es que iba a
registrar una obra con tamaña exhibición de fuerza y estilo. Desde el comienzo
de “Silent night”, con su delicadeza
vocal, instrumental y de arreglos, hasta el tema final “Jesus oh what a wonderful child” nos ofrece un ramillete de temas,
tradicionales y propios, que no tienen desperdicio y que rebosan calidad y buen
rollo por todos sus surcos. El disco no es nada ñoño, ni poppy inofensivo; aquí nos encontramos con una interesante
combinación de elementos Soul, coros
y voces Góspel que harían levantar a
un muerto o elementos Rock que tanto
Walter Afanasieff como la propia Mariah supieron combinar con un Pop de primera calidad en una
producción de calidad superior. El disco lleva vendidas la friolera de quince millones de copias desde su año de publicación y su single de lanzamiento “All I want for Christmas is you” es
uno de los singles más vendidos de la historia; ahí es nada. No es de extrañar,
este tema compuesto por la pareja Carey/Afanasieff
consigue recrear a la perfección el ambiente navideño dentro de una canción Pop plena de ritmo que hace que hace
que no puedas de moverte. Las otras dos canciones propias tampoco desentonan, “Miss you most” es un tema suave y “Jesus born on this day” tiene un aire
reverencial y unos bonitos coros que pueden pasar a la perfección por un tema
clásico navideño si nadie te dice que está compuesto por esta pareja.
En “Oh holy night” Mariah demuestra
la gran voz que tiene y lleva a cabo una interpretación soberbia. Así mismo
bordan la versión de “Christmas (Baby
please come home) original de Spector,
Barry y Greenwich que apareció en el también imprescindible disco navideño
que publicó Phil Spector y del que
hemos hablado por aquí con anterioridad. Las influencias Góspel se notan a lo largo de las voces de casi todo el disco, con
un tratamiento en la producción exquisito. “Santa
Claus is coming to town” es un claro ejemplo, con un piano que es puro Rock n’ Roll. Y para el final dejo esa
delicia que lleva por título “Jesus oh
what a wonderful child”. La canción se grabó en una Iglesia con un montón
de coros de voces y todo eso. Sin embargo tiene un inicio que recuerda a un
piano en el tugurio más recóndito, con más humo y menos recomendable de la
ciudad. Luego se convierte en una canción dinámica, llena de ritmo y juegos de
voces que desembocan en un trepidante final Góspel de esos de la negra dando gritos hasta que se cae el
escenario. Sobrenatural.
Como tema extra final tiene
un arreglo a capella del clásico “God rest ye merry gentlemen” que no
hace más que ser el coda perfecto.
Ante semejante despliegue de
talento uno no tiene más remedio que ir corriendo a la tienda y hacerse con el “Deluxe Anniversary Edition” que lleva
el añadido de un segundo disco con tomas de directo grabadas en la Catedral de San Juan El Divino de Nueva York y que, como os podéis imaginar,
constituye otra pequeña joya que complementa a la perfección el disco original.
Atención a la toma de “Joy to the world”
del directo de la catedral.
Mariah Carey: "Jesus oh what a wonderful child".
Bob Dylan: “Christmas In The Heart”. 2009.
Este reconocidísimo músico decidió publicar hace unos años un disco
navideño. En su momento resultó curioso que un tipo como Bob Dylan, de
familia judía, acabase sacando a la venta un disco de villancicos. Bob se ha convertido al Cristianismo y, pese a mantener una
relación fría con la religión en sí misma, ha acabado teniendo hasta audiencia
con el Papa. En fin. De cualquier modo, supongo que esa ambigüedad que
tan bien ha sabido explotar durante toda su carrera nuestro ínclito amigo no
podía faltar en su disco de canciones tradicionales de temática navideñas.
El disco en sí mismo es un compendio de temas tradicionales, la
elección comprende la mayoría de esas canciones de tradición anglosajona que
acompañan a este periodo del año. Tal vez lo más curioso sea la inclusión de “Christmas
island” y sobre todo del tema “The Christmas Blues”, que es de lo
mejorcito del álbum sin duda alguna; se trata de una pieza lenta, a ritmo de Blues
tranquilo pero efectivo y con un poso a lo Tom Waits que hace que
nuestro amigo Bob salga de su habitual interpretación, sublime para
algunos por aburrida y lineal para otros. Debo reconocer que no conecto en
absoluto con el señor Dylan, su música me aburre sobremanera y siempre
me ha parecido un músico mediocre y peor cantante aún, pero la gente lo adora.
Donde el público ve genialidades, reconocimientos y premios -nobel incluido-,
algunos solo vemos composiciones sencillas, sobrevaloradas y muy bien
trabajadas por distintas campañas de marketing; pero bueno, será que nuestro
escaso intelecto no nos llega para degustar las complejidades de un músico que
apenas es capaz de entonar cuando abre la boca.
Willie Nelson: “Christmas With
Willie Nelson”. 1994.
El bueno de Willie Nelson también grabó su
pertinente disco navideño hace unos cuantos años. Reconozco que Nelson y su voz nasal al estilo Dylan me dicen poco o menos que el resto de la pléyade de
cantautores que pueblan nuestros campos cuales siete plagas de Egipto; aunque
debo reconocer que le tengo un especial cariño, imagino que por la habilidad
que ha tenido durante su longeva carrera musical para rodearse de gente más que
interesante. Eso es algo que no está al alcance de cualquiera y hay que
reconocerle el mérito a nuestro ínclito protagonista; si hasta ha colaborado
con Julio Iglesias, otro tipo que no
tiene en absoluto nada que ver con el Rock,
pero que si nos olvidamos de su carrera musical y nos fijamos en toda la gente
del star system con la que se ha
codeado seguro que tiene un pedazo de entrevista, en el caso de que algún día
estuviese dispuesto a darla.
El disco, pues lo que uno
puede esperar de un disco de Willie
Nelson: se basta de una acústica, un piano y poco más para desnudar un
puñado de temas de ambiente navideño y llevarlos a su terreno. Si te gusta la
tranquilidad y un hilo musical tan relajado como lineal, este es uno de tus
discos; seguro. A destacar “It came upon
a midnight clear”, con un aire suave aunque resultón bastante logrado.
También le queda muy sugerente “Silent
night” y su introducción con un piano desnudo. El tema final, titulado “Pretty paper”, tiene un aroma entre Folk y Blues que la verdad es que deja un buen sabor de boca como cierre
del álbum.
Willie Nelson: "Pretty paper".
Mike Love: “Reason For The
Season”. 2018.
Un tipo muy peculiar, este Mike
Love. Nada prolífico en su carrera en solitario y muy acomodado en su rol
de exprimir la gallina Beach Boys
hasta sus últimas consecuencias, se ha desmarcado en estos dos últimos años con
dos discos en solitario bastante interesantes. El primero de ellos y el que nos va a ocupar a continuación es un
cd navideño al más puro estilo de los que facturó el grupo de los chicos de la
playa en los años sesenta. Temas tradicionales de Navidad acompañados por alguna composición específica para
completar una obra bastante interesante. Aparece el sempiterno “Little St Nick”, que ya usaron en su
día tanto los Beach Boys como Brian Wilson en su disco navideño en
solitario. Mike Love se acompaña
para esta grabación de parte de su familia
y de otros invitados especiales, entre los que figura la participación
de Hanson en la canción “Finally it’s Christmas”. Llama la
atención el tema que titula el álbum, “Reason
for the season” es una bonita canción que auna el sentimiento navideño y el rollo musical de nuestro intrépido Beach Boy en solitario.
Mike Love: "Reason for the season".
Jonathan Cain: “Wonder Of
Wonders”. 2017.
No podía faltar en esta cena
navideña el single del teclista de Journey.
Jonathan Cain ha publicado recientemente un disco religioso titulado “Unsung Noel” que todavía no tengo en
mi poder, pero que no tardará, y un single de carácter navideño. “Wonder Of Wonders” es su particular
homenaje a estas fechas tan significativas. La pieza es una composición propia
que tiene las señas de identidad típicas del grupo madre y que además aborda el
tema de la celebración navideña. AOR
de primera categoría para acompañar mientras brindamos con nuestros seres
queridos.
Jonathan Cain: Wonder of wonders". Vídeo oficial.
Steve Perry: “Silver Bells”.
2019.
El motivo principal de este escrito. Nuestro cantante favorito ha
estado un montón de años alejado de la vida pública y sin publicar música hasta
que hace tan solo un par de años se descolgó con esa cosa tan bonita y delicada
que lleva por título “Traces” y que
supuso su vuelta discográfica. Pues este año ha lanzado un nuevo single de
motivos navideños. Ha puesto en internet a disposición del público una revisión
del clásico “Silver bells”. Este
conocidísimo tema navideño cobra de la mano de Steve Perry y su tremenda voz un nuevo sentido. El vocalista nos lo
entrega con una visión en clave de Soul y
de eso que algunos entendidos llaman easy
listening. La canción lleva una sencilla pero delicada instrumentación con
una bonita línea de piano, la base rítmica y unos acertados coros aquí y allá;
todo esto sirve de acompañamiento a la principal protagonista: la sobrenatural
voz de Steve. Se desenvuelve a lo
largo del tema con una soltura y naturalidad propias de alguien con su
impresionante capacidad para interpretar; recorre la línea melódica jugando con
ella, parando, recuperando y deslizando su voz tan llena de matices como solo
él sabe y tantos cantantes posteriores se han inspirado o directamente han
copiado de su personal estilo. Si tener una voz tan espectacular ya es difícil,
que además tengas tan bien amueblada la cabeza a la hora de construir melodías
solo puede tener como resultado una combinación única en su especie.
El single/maxi contiene dos versiones del villancico, un edit y la versión normal que no es más
que la toma corta con el añadido al principio de unas estrofas de voz casi a capella acompañadas de un suave piano
y un sutil toque de coros que, como os podéis imaginar, realzan la poderosa voz
de Perry. Vamos, una delicia. De
hecho hace apenas unos días el propio Steve ha colgado de las redes sociales un
vídeo clip animado para promocionar la canción.
La obra se completa con un remix de una versión acotada del también
clásico “Have yourself a merry Little
Christmas” que ya había registrado con anterioridad y que es igual de
especial que el resto del single. Unas navidades distintas y especiales de la
mano de la aterciopelada a la vez que potente voz de uno de los cantantes más
grandes que la vida. Se recomienda completar su escucha con los Eps también navideños de Neal Schon y de Arnel Pineda. Todo queda en la familia Journey. Caviar.
Steve Perry: "Silver bells". Vídeo oficial.