Clube de Adictos a Deep Purple

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Púrpura Chess

This blog is basically a musical site. Here we talk about the music we like, using different angles. As dear and missed Jon Lord once said: “Music is the highest kind of Art that exists”. I think the same way too.

Púrpura Chess

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lunes, 17 de agosto de 2020

Lynch Mob: “Wicked Sensation Reimagined”. 30 años después.


Está anunciada para finales de este mes de Agosto la revisión del clásico y emblemático primer disco de Lynch Mob, titulado “Wicked Sensation”. Este fue el primer disco que publicó George Lynch después del accidentado final lleno de drama de los clásicos Dokken en 1989. El bueno de Lynch montó un pedazo de grupo nada más romperse en mil pedazos la nave nodriza de Dokken y facturó un discazo de esos que hacían que te tirases al suelo nada más ponerlo en tu tocadiscos. Ahora, treinta años después, tienen previsto volver a reeditarlo y para ello han decidido volver a regrabar el mítico disco. Bajo el sospechoso título de “Wicked Sensation Reimagined” vuelven a enfrentarse a dicho álbum arreglando y presentando nuevas versiones de los mismos temas. Habrá que esperar al veintiocho de este mes para pegarle una escucha.

                               Lynch Mob 2020: Robbie Crane, George Lynch, Oni Logan y Brian Tichy.

El asunto este de volver a regrabar discos por parte de los propios artistas que los crearon en su día no deja de ser un asunto espinoso. Cierto es que George Lynch ha demostrados en todos estos años ser un culo inquieto con ganas de seguir grabando música, experimentando con sonidos, estilos y músicos como buen artista creador que es; eso sí, cualquier cosa que lleva su firma sigue presentando en primer plano esa guitarra tan salvaje, tan especial y tan personal que nos tiene enamorados a muchísimos seguidores del buen Hard Rock a lo largo y ancho de este mundo. De hecho el propio George ha querido explicar que el motivo de este nuevo homenaje a su “Wicked Sensation” no es el de regrabar y ya está. No. El siempre amigable Lynch nos explica que está en contra de eso y que lo que ha buscado es volver a reinventarlo, dándole a las canciones distintos tratamientos. En fin.


Siempre tengo una máxima: para hablar/escribir mal de algo/alguien es mejor permanecer con la boca cerrada a menos que te pregunten. Lo que ocurre es que aquí entramos en el terreno de la emoción y, sencillamente, no puedo sustraerme a hablar sobre el adelanto del tema título que ya lleva un tiempo circulando por las redes. “Wicked sensation”, además del título de su primer disco como Lynch Mob, es la canción que abre el mismo. Es una de esas canciones tan estupendas y especiales que resulta imposible volverla a grabar y que mejore el original, esto le pasa a unos cuantos temas más de diversos artistas de los que hablaremos en profundidad en cualquier otro momento. Su riff de guitarra inicial es de lo más salvaje, rockero, sexy y penetrante que jamás haya escuchado este humilde escriba; te pone firme en cuanto se te estampa en la cara y te prepara para lo que se te viene encima. Todavía recuerdo la primera vez que tuve la suerte de ver a George Lynch en directo. Venía a Madrid hace un buen puñado de años en solitario –él solo, sin grupo- y con la banda Stormzone como teloneros. Primero salió el grupo invitado y no lo hizo mal. Acto seguido salió Lynch con su guitarra y un taburete que sostenía una especie de consola en la que el propio George iba cambiando las bases rítmicas sobre las que punteaba –recordemos que no era una demostración para una marca de guitarras, sino un concierto de los de pagar entrada en la extinta sala Arena/Heineken-; vamos, las caras del público cuando Lynch empezó a seleccionar las canciones grabadas del cutre discman eran para haberlas fotografiado. Nuestro hombre salió vivo del envite gracias a lo gran músico que es, pero me gustaría ver en esa situación a tanto rascacuerdas subidito que anda suelto por ahí. Poco importan estos avatares y que al final del show se subiesen los teloneros que seguro no habrían ensayado demasiado los tres o cuatro temas que hicieron con el propio Lynch en plan grupo completo, fue empezar a sonar el inicio de “Wicked sensation” y aquello se vino abajo. El poder sobrenatural de esa guitarra solista y su espíritu indómito nos poseyó a los allí reunidos en una especie de nirvana etéreo.


Digo esto porque en cuanto me he echado a la oreja esta nueva revisión 2020 del clásico tema que titula el disco no he podido salir de mi asombro. Guitarras con ecos en plan semi industrial, voces en off y ritmos pseudo Reggae/Hip Hop/horteras que no hay por dónde cogerlos. ¿De verdad era necesario profanar una canción tan carismática para convertirla en esto? ¿Qué ha pasado por la cabeza de Lynch y de su equipo para decidir que eso necesitaba escucharlo el resto del mundo? Demasiadas cuestiones sin respuesta. Es que es escuchar el inicio del tema y encabronarse uno a base de bien. En fin, que habrá que esperar para escuchar el resto, pero la cosa pinta a desastre.
Vamos, que me voy a poner el “Wicked Sensation” original mientras manoseo las estupendas fotos del libreto; a ver si las cosas vuelven a su sitio aunque sea por un rato.


                                            Lynch Mob: "Wicked sensation reimagined 2020".
                                  


                                             Lynch Mob: "Wicked sensation". Video oficial 1990.





                                               "Wicked Sensation" 1990. Foto del artwork.


viernes, 14 de agosto de 2020

The Phantom Queen (The Badb).



   but for those who will understand and appreciate 
the true power and majesty contained within, 
may this take you to someplace you 
have never been. 
but always longed to be.



 

lunes, 10 de agosto de 2020

El productor Ted Templeman publica su autobiografía: “A Platinum Producer’s Life In Music”.


Acaba de salir a la venta el pasado mes la biografía del afamado productor Ted Templeman. Escrita por Greg Benoff y supervisada por el mismísimo Ted, repasa en profundidad la vida y el recorrido musical de uno de los productores más conocidos y famosos de los años setenta, ochenta y noventa. En estos benditos tiempos en los que todo Cristo se lanza a redactar sus memorias, la inesperada noticia del libro de Templeman ha supuesto una de las sorpresas del verano para algunos de nosotros. Ted Templeman ha producido durante su dilatada carrera a un buen número de grupos, muchos de ellos superventas de platino como Aerosmith, Van Morrison, David Lee Roth, Montrose o Sammy Hagar por citar algunos ejemplos rápidos, pero sin duda pasará a la Historia como el descubridor de los Doobie Brothers… y de Van Halen; por supuesto.

                                                                  Doobie Brothers.

El libro es una bendición para los que disfrutamos con todos los datos e informaciones relativas a los protagonistas, desde las cuestiones más importantes y representativas hasta los detalles más insignificantes pero que aportan datos en muchos casos desconocidos sobre los entresijos de nuestros grupos preferidos. A pesar de su abultada información y número de letras –imagino que nuestras nuevas generaciones palurdoguasaperas no serían capaces ni de pasar del índice- está escrito de tal manera que resulta de lectura amena y muy entretenida. El lenguaje está muy cuidado y nuestro encantador Ted relata sus avatares de una manera entretenida y respetuosa. Habla de los músicos a los que ayudó a plasmar en disco algunas de sus mejores obras y para nada busca carroña, trapos sucios ni cotilleos de segundas personas. Templeman asegura que lo que se narra en el libro lo presenció él en primera persona. El tipo que ha estado tras los controles de los discos de Doobie Brothers, Van Morrison, Aerosmith o Van Halen seguro que tiene unas cuantas historias de primera mano que contar para hacer las delicias de los seguidores de estos grupos. Y se agradece que las detalle y explique convenientemente.

                                                                   Aerosmith.

Otra cosa que me ha gustado mucho es que en su biografía Templeman habla claro y sin falsas modestias sobre las habilidades musicales de los músicos que han estado bajo su supervisión. Es muy de agradecer que alguien con el oído y el talento innato para diferenciar la música y las habilidades técnicas de los músicos que escucha te hable de modo sencillo y con claridad de estos talentos y no de si tal o cuál artista es lo más solo porque sea famoso; hablemos claro: hay mucha gente que se queda en la parafernalia y lo superficial, desmereciendo a grandes músicos porque no han alcanzado el éxito o lamiendo el culo de gente que triunfa en las listas sin ni siquiera saber entonar o afinar una guitarra. Lo normal es que cuando te cruzas con algún iluminado de estos en cualquier conversación de bar te suelte su perolata de necedades sacada de cualquier sitio menos de la escucha de los discos o los directos de los grupos de los que habla escondiendo que la realidad es que no suele tener ni puta idea sobre lo que afirma. Ted Templeman no tiene problemas en reconocer que se enamoró del talento, la música y la cabeza de Eddie Van Halen en cuanto lo vio en el Starwood de Hollywood en 1977. También comenta al lector con total naturalidad que David Lee Roth tenía una voz tan “difícil” que era casi imposible grabarle en condiciones. Nuestro inigualable Roth nunca se caracterizó por poseer un vozarrón, eso desde luego, pero tiene una voz muy personal que encaja a la perfección en cualquier Blues elegante, sucio y sexy; de hecho creo que es de los pocos cantantes que canta mejor ahora que cuando tenía veinte años. Y, aunque Templeman no tiene reparos en decir que en un principio pensó que era necesario sustituir a David Lee por Sammy Hagar… ¡antes incluso de grabar el primer disco del grupo!, enseguida se dio cuenta de que nuestro irrepetible Diamond Dave era indispensable y tan artífice o más que el propio Eddie para que Van Halen alcanzasen el mega estrellato.

                                                                         Van Halen.

Así que cabe imaginarse que un libro en el que el productor de los discos clásicos de Van Halen nos cuenta todos los entresijos del proceso de creación y grabación de los mismos pasa de inmediato a convertirse en lectura obligada del verano. No bromeo, me he pasado mi semana enfermiza veraniega de cada año con la discografía Van Halen & related mientras degustaba la lectura de esta obra tomando un café helado en cualquier terraza cutre, desierta y deliciosa frente al mar. Leer de las opiniones del propio Ted Templeman el relato sobre cómo Eddie Van Halen casi se volvió loco al construir su propio estudio de grabación 5150 y su obsesión por encontrar el perfecto sonido para el afamado “1984” o enterarse de cómo David Lee Roth le dejó tirado a la hora de producir su disco “Skyscraper”, pese a que el propio Ted tuvo que renunciar a producir el que sería el “Permanent Vacation” de Aerosmith puesto que en un principio Diamond Dave requirió sus servicios para producir su “Rascacielos”, son solo un par de ejemplos que hacen de su lectura algo imprescindible para todo aquel que sienta algo por el universo Van Halen en particular y por el Hard Rock americano en general. Para todo el que quiera leerla está disponible la historia de Ted Templeman, un tipo con un oído e intuición fuera de toda duda. El productor que consiguió que el mismísimo Steve Vai metiese en el disco la primera toma que grabó de la guitarra solista del “Ladies’ nite in Buffalo” del explosivo “Eat’Em And Smile” de David Lee Roth. Alguien tan perfeccionista como Vai quiso darle mil vueltas al solo de esa canción añadiendo un buen número de efectos, pero Ted grabó su primera toma en el estudio y se dio cuenta de que estaba ante la buena, ¿Acaso se equivocaba?, desde luego que no.







martes, 4 de agosto de 2020

EVOCACIONES METÁLICAS: EVO.


  EVO.
 
Una sección de nuestro colaborador Metálico.



Es de perogrullo comentar que para alcanzar el éxito en el universo de la música no existen fórmulas magistrales, y que uno de los factores que a todas luces parece deseable es que haya una buena relación entre los distintos integrantes del grupo. Sin embargo, esto último tampoco es una condición sine qua non, existen múltiples ejemplos de bandas en las que sus miembros se tiraban los trastos a la cabeza y aquello hasta fomentaba la creatividad. Pero, claro, dentro de ciertos límites que no impidan que la supervivencia del grupo en cuestión. Esto fue, seguramente, lo que les ocurrió a Evo, el grupo catalán al que evocamos este mes. Un combo que disponía de bastantes elementos para triunfar o al menos para labrarse una dilatada carrera dentro del Rock duro patrio: Heavy Metal sin concesiones, incluso Speed Metal por momentos, pero con un sonido propio y singular que le otorgaba la afilada e inconfundible voz de su especial frontman, Stimula. Lamentablemente su ‘inconvivencia’ sólo les permitió editar dos álbumes en la década ochentera.
Pero vayamos al principio. Los primeros Evo, allá por 1981, tenían al frente una voz femenina, la de Carmen García. Además contaba con el añorado Pedro Bruque al bajo, con Richard y Pepe Cánovas a las guitarras, amén de Ramón Solá como batería. El grupo del barcelonés barrio de Olot grabó varias demos mientras se fue haciendo un sitio en la escena rockera de su ciudad. Algunas versiones apuntan a que la banda se vio presionada por la compañía discográfica CBS para que cambiaran de cantante e incorporasen a un varón en esas lides. Así, entró en el grupo tomando las riendas de la voz Stimula, un singular frontman que decidió apodarse con el nombre del combo del que procedía. La irrupción de la personalidad de Stimula dinamitó la convivencia de la banda, que determinó no seguir adelante y separarse. La jugada de la CBS fue desastrosa porque el resultado de sus ‘exigencias’ provocó la extinción del grupo.


A pesar de que estaban totalmente disueltos, otra compañía discográfica, la multinacional Emi, pasó al ataque y les planteó una jugosa oferta para reunirse y grabar un álbum. Obviamente, se juntaron de nuevo, pero no todos, ya que algunos miembros se negaron porque seguían viendo las diferencias internas como algo insoslayable o/y porque tenían otros proyectos más apetecibles. De este modo, Evo reapareció con una nueva formación: Stimula a la voz, Richard y Víctor Molero en las guitarras, Juan Carlos Barja ‘Zippy’ al bajo y Jerónimo Martínez en la batería. Con este line-up viajaron a Londres para grabar en los estudios Power Plant su lp de debut ‘Animal De Ciudad’ en 1983. El disco supuso un bombazo en toda regla que encandiló al mundo del Rock duro nacional con toda su potencia y el buen hacer de su Heavy Metal a toda pastilla. ‘Animal de ciudad’, ‘Rock & roll Barcelona’ o ‘Piso el gas’ eran auténticos trallazos. El disco tuvo un excelente recibimiento catapultando al grupo a un lugar de privilegio que les permitió participar en multitud de conciertos, incluido el festival de Mazarrock en julio de ese 1983. El buen momento en el que estaba inmersa la banda no evitó que se produjesen cambios en su formación. Víctor dijo adiós por diferencias con Richard, el otro guitarra, entrando en su lugar Jaime Rivera. Además, también tuvo lugar una sustitución en la batería con la salida de Jerónimo y el regreso de un viejo conocido, Ramón Solá. Con esta nueva alineación, el grupo entró en los estudios Gema de Barcelona y registró su segundo álbum ‘Duración de lo eterno’ el año 1985, un disco también brillante pero que no tuvo la bestial repercusión inicial del anterior. Tampoco le dieron excesivo tiempo a que el lp cuajara. Además, el grupo nunca fue una balsa de aceite y seguramente sin el pegamento que supuso el potente éxito de ‘Animal de ciudad’ la dificultad de la convivencia se acentuó y terminaron por separarse tras una serie de conciertos e incluso una aparición en el mítico programa ‘Tocata’ de Tve. También hay que indicar que Evo contó con el importante hándicap de no estar afincado en Madrid, epicentro del Heavy patrio.


Algún tiempo después, ‘sólo’ veinticinco años, en 2009, Evo volvió a resurgir. Stimula decidió reunir a los antiguos miembros del grupo Juan Carlos Barja ‘Zippy’ y a Jerónimo Martínez batería en una fiesta y entonces, aprovechando que una compañía alemana había reeditado sus dos discos en un cd, resolvieron volver a subirse a los escenarios como Evo. Primeramente tocaron en Tenerife y en Gran Canaria -Stimula reside en el archipiélago-. Todo parecía marchar sobre ruedas, tanto es así que el cantante quiso ir más allá y trabajar temas nuevos, pero tanto ‘Zippy’ como Jerónimo tenían otros proyectos; el primero era el bajista de Mojinos Escocios y el segundo estaba con Lone Star, por lo que se desligaron del nuevo Evo y ya no tocaron con el resto del grupo en el festival Leyendas del Rock de 2010. Stimula había reclutado una nueva formación con Brane al bajo y Peter como batería, además de la continuidad de Nemo Amanovic a la guitarra. Ese line-up grabó el tercer lp de la banda ‘Puta pasta’, publicado en 2011. El disco contenía, además de nueve temas nuevos, la reedición de ‘Sangre y metal’ de su segundo trabajo. El resultado fue un álbum brillante, pleno de la fuerza y la potencia de los antiguos Evo, adaptándola a los nuevos tiempos. Sin embargo, la pobre situación del mercado discográfico y también de la escena rockera provocó que el renacido Evo se fuera apagando.


Fuera de Evo cabe destacar que Juan Carlos Baarja ‘Zippy’ es el bajista de Mojinos Escocios desde su formación hasta la actualidad. Con ellos ha editado 17 discos.
Por su parte Jerónimo Martínez es el batería de Lone Star, habiendo compaginado ambos grupos hasta su primera salida de Evo. Con el grupo de la estrella solitaria grabó el lp ‘Viejo Lobo’en 1982. Más tarde, en 1996, fue uno de los componentes de los reunidos Lone Star.

Metálico.


                                                         Evo: "Animal de ciudad".

                                                             Evo: "Perdedor".

                                             Evo: "Quien apretó el botón": Concierto Radio 3.





jueves, 30 de julio de 2020

WASP: “My tortured eyes”.


Seguimos con esas canciones que, por increíble que parezca, también son ideales para el verano. Si el otro día nos acordábamos de un grupo tan antisol, antiplaya, anticalor y antitodo lo que pueda oler minimamente a verano como Lacrimosa, hoy nos vamos a detener en otro tema que a priori no ofrece un sentimiento muy veraniego que digamos, pero que a algunos descerebrados nos conjuga a la perfección en esta época del año. Puede ser que una canción con un título tan –en fin– poco sugerente con el rollo del chiringuito, la playa, vaciones y demás, no resulte la ideal para ponértela mientras te tomas una cerveza mirando al mar; sin embargo, así está el patio. No sé, no hay mucha defensa diplomática ni políticamente correcta para esto, pero a fin de cuentas ¿quién define lo que encaja dentro del escurridizo terreno de las emociones humanas?, ¿hay alguien capacitado para sentar cátedra y definir con rotundidad estos menesteres? ¿Quién decide lo que produce miedo?, ¿alegría?, ¿gracia?... Habrá gente a la que Freddy Krueger le produzca pánico. Habrá gente a la que Arévalo y Bertín Osborne les haga reír. Puede que a algunas personas el hecho de verse abocadas a presenciar una gira conjunta atómica Arévalo/Bertín por las distintas ciudades y pueblos de nuestra querida piel de toro les produzca más terror que cualquier pesadilla en Elm Street. En fin.


Esta canción de WASP apareció en el disco “Kill Fuck Die” que sacó la banda de Blackie el año 1997. Eran tiempos en los que la música industrial estaba en pleno apogeo y el grupo de Lawless también intentó presntar música bajo este filtro. La verdad es que les salió un disco la mar de interesante, con los elementos clásicos de WASP y ese toque oscuro que los agresivos filtros industriales le aportaron al producto final. La provocación de la que siempre ha hecho gala el grupo seguía estando presente. Según el propio Blackie Lawless esta obra está basada en la película “Apocalypse Now” y todo el horror, sangre y vísceras varias que uno podría esperar de estos tipos estaba presente, pero con un tono más rudo, oscuro y por momento desagradable.


El disco suponía la vuelta del guitarrista Chris Holmes al seno de la banda y aquello volvió a soltar chispas como de costumbre. Por lo visto los roces entre Blackie y Chris surgieron casi desde el primer momento, cosa normal si cuentas en tus filas con un tipo tan salvaje como Holmes y un organizador nato como Lawless. La gira pasó por España y fue bastante criticada por los medios especializados debido a la corta duración de las actuaciones. Tonterías típicas de aquí. Recuerdo como si fuese ayer el concierto de Madrid, me voló la cabeza desde el primer momento con su inicio salvaje y el grupo a por todas en medio de toda una serie de malas caras entre ellos y seguro problemas variados. Es igual. Nada puede con un grupo que sale a por todas y convencido de su misión, ni siquiera determinados números del show en directo que iban desde lo inquietante hasta lo ridículo; imposible olvidar el momento en el que Blackie degolla a una especie de cerdo de peluche o cuando atraviesa un feto recién nacido con su cutre paquete-puñal. En otro momento habrá que recuperar esta gira de la que no olvidemos salió el dible directo “Double Live Assassins”.
“My tortured eyes” es un tema lento, susurrante y doloroso. La interpretación vocal de Blackie Lawless consigue meterte en la historia y te estremece por completo. Una de las joyas del disco. Imposible ofrecer una sola razón lógica para explicar el deseo de recuperarla cada verano, solo tienes que dirigirte hacia cualquier lugar en el que hayas quedado con cualquiera para pasar el rato, hacer sonar el tema en tus orejas y de repente todo cobra sentido.