Este
músico, auténtico forajido que ha estado en mil batallas, representa ese
espíritu gitano de salvaje bohemia y libertad. Ha caminado siguiendo su propio
camino, que no ha sido nunca fácil, sino lleno de obstáculos y dificultades que
el caprichoso destino ha querido poner delante de nuestro querido Bernie.
Su
trayectoria musical es amplia y variada. Siempre ha sido un guitarrista con
raíces de Blues, toque salvaje y
alma Punk Rocker. De esa mescolanza
ha fluido un estilo que, si bien no se caracteriza por una técnica depurada,
resulta desgarradamente personal y fácilmente reconocible, cualidad esencial en
los grandes músicos y que no te creas que abunda mucho. Admirador de Jimi Hendrix, Sex Pistols o Bob Dylan. Incluso pese a no ser
buen cantante tiene un rasgado y particular tono que acaba enganchando, no está
mal para alguien que ha sido tartamudo.
Bernard Tormey empezó tocando en clubs de su Irlanda natal,
en bandas como The Urge o Boomtown Rats a principios de los
setenta. En 1976 se trasladó a Londres para formar la Bernie Tormé Band, editando algunos singles de música Punk tamizaba bajo el poderoso sonido Rock de su guitarra Fender. En su banda colaboró el bajista
John McCoy, que fue decisivo para su
futuro musical. De esta época se recopiló el Cd “Punk or what”, editado a finales de los noventa, donde repasa
alguno de los temas de estos primeros singles. Resulta curioso que no contenga
la totalidad de estas canciones, lo que hace que dichos singles tengan un
apreciado valor para el coleccionista. Destacaría la básica y cruda versión del
tema “All day and all of the night”,
canción clásica de The Kinks
versioneado por un millón de grupos y que a Tormé y McCoy les quedó
bastante resultona.
Su siguiente paso fue ocupar el puesto de guitarrista en la banda en solitario de Ian Gillan. Gracias a John McCoy, bajista de Gillan por entonces, consiguió que la banda de Bernie actuara de teloneros suyos y en un ensayo Ian escuchó a Bernie. El resto es historia.
Ingresó
en el grupo en julio de 1979 y se marchó de manera abrupta en junio de 1981. Gillan, el grupo, en tan solo dos
añitos nos dejó para la historia grandes canciones, actitud y carisma a
raudales y, desde luego, momentos
delirantes al más puro estilo Spinal Tap, pero vayamos por partes.
La
banda Gillan nunca disfrutó de un éxito
masivo, pero en estos años obtuvo interesantes ventas en Reino Unido, tanto de
discos como de conciertos. Siempre se dijo que Rainbow fueron grandes en USA, pero en las islas británicas Gillan alcanzaron una gran repercusión.
Cuando Bernie ingresó en la banda
acababan de salir de su primera etapa de Jazz
Fusión para dedicarse al Rock puro
y duro, sobre todo duro. Con Tormé
el grupo se acabó de cohesionar, creando tres discos imprescindibles aunque no
aparezcan en las grandes listas y anuarios. Gillan siempre fue una banda tan excesiva que no acabó de entrar
por los aros del show business.
El
primer disco de esta formación fue “Mr
Universe” en 1979, considerado como una obra maestra para Bruce Dickinson, confeso fan a muerte
de Ian Gillan, con canciones como “Roller”, Mr Universe”, “Fighting man”. Le siguió “Glory Road” en 1980, del que destacamos “Unchain your brain”, “Sleeping on the job”, “No easy way”, “On the
rocks” o el blues rock de “If you
believe me”. Esta particular trilogía acaba con “Future Shock” en 1981, que contiene joyas como “No laughting in heaven”, “New Orleans” o “For your dreams”. En ellos se encuentran los principales clásicos de Ian Gillan en
solitario.
Una de las mejores canciones de Gillan: No easy way:
Los músicos eran deliciosamente excesivos en todos los
aspectos. Su puesta en escena era salvaje, con canciones como “Unchain your brain” que te volaban la
cabeza. Sudaban la música por sus poros, rompían guitarras, se subían por los
aires colgados de cuerdas, ofrecían un espectáculo enérgico y visceral de puro Rock n Roll. El propio líder, Ian Gillan, era el maestro de
ceremonias. Uno de los músicos que más ha personificado el estilo de vida del Rock n Roll, siendo además un
intérprete excepcional, del que han aprendido generaciones de cantantes. Una
persona auténtica que ha puesto su pasión por el Rock siempre en un primer lugar, un individuo que primero ha
actuado y luego ha pensado. Desde luego quien asistía a un concierto de Gillan en estos años nunca salía
indiferente.
Gillan: New Orleans. Atención a los últimos dos minutos, Bernie casi golpea a Ian Gillan con su guitarra rota en pleno éxtasis mientras el cantante se protege con las congas.
Gillan: New Orleans. Atención a los últimos dos minutos, Bernie casi golpea a Ian Gillan con su guitarra rota en pleno éxtasis mientras el cantante se protege con las congas.
Lo cierto es que la banda tenía salidas de tono realmente cachondas.
En las fotos promocionales se disfrazaban de piratas o militares, el bajista se
rapaba la mitad de la cabeza o llevaba colgada unas zapatillas de los bolsillos
en las actuaciones mientras miraba a las primeras filas con cara de perturbado
peligroso. En un concierto de fin de año organizaron un concurso en el que le
regalaban al ganador…una lata de judías??? En fin. Todos eran grandes bebedores
y las situaciones estrambóticas se multiplicaban. Ian Gillan tenía la costumbre de cambiarse las ropas en el bar con
las de alguna mujer, con la consiguiente sorpresa del resto de miembros del
grupo. Otra vez, al ir a grabar una cara b para el single “Vengeance” se reunieron en el estudio y decidieron hacer una
versión conjunta del clásico “Smoke on
the water”, pero antes bajaron al pub a tomar algo, subieron unas horas
después y grabaron una versión de siete minutos que decidieron editar a
revoluciones distintas. Grabaron un disco de regalo para “Glory road” en el que se incluían títulos sugerentes como “Your mother was right”, risas, cambios
de instrumentos y parodias a cantantes de salón. Vamos, el conocido y corrosivo
humor inglés en su máxima expresión.
Editaron varios singles logrando un moderado éxito con la versión de “Trouble” de Elvis Presley -desde luego que le venía al pelo a la filosofía del grupo- lo que les permitió actuar varias veces en el reconocido programa musical de la TV inglesa Top of the Pops (algo así como Los 40 de España). Aquí se produjo el desastre, el programa les invitó a tocar en playback la canción “No laughting in heaven”, a lo que Tormé se negó. Ian Gillan se lo tomó como algo personal dejando claro que el que no hiciese esa actuación dejaba de formar parte de la banda. Bernie no dio su brazo a torcer y Gillan tuvo que actuar sin guitarra. JohnMcCoy llevó en el playback una guitarra de dos mástiles, uno de bajo y otro de guitarra. Delirante una vez más. Esto supuso la inmediata expulsión de Bernie del grupo. Fin de una añorada etapa.
Pero en estas llegó la llamada de Sharon Osbourne, mánager y mujer de Ozzy Osbourne. Randy Rhoads
acababa de fallecer tristemente en un accidente y Sharon pensó en Bernie para
sustituirle inmediatamente en la gira que Ozzy
tenía contratada en USA. Bernie
actuó durante unos pocos conciertos pero abandonó la nave. Nuevamente un revés
en su carrera musical, pues la llamada de Ozzy
es el éxito y reconocimiento seguro por el que suspiran casi la totalidad de
guitarras de este mundo. Pero Bernie
dijo no. Sin ni siquiera mostrar arrepentimiento. Comentó que estaba preparando
disco con su banda en solitario, que el acuerdo había sido temporal y todas
esas excusas que se suelen comentar en este mundillo. Incluso se comentó que
tenía problemas de ansiedad por tocar en directo tantos días seguidos frente a
audiencias masivas. Esto solo so sabe a ciencia cierta el propio Tormé.
Tormé prosiguió
con su carrera en solitario, editó un muy buen disco, “Turn out the lights” en 1982,
con las colaboraciones de McCoy
y Colin Towns (teclista de Gillan y excepcional genio del que
habrá que hablar otro día). El siguiente fue “Electric gypsies” de 1983, un
pedazo de álbum en el que se encuentra uno de sus riffs más bonitos, “Lightning strikes”, que años más tarde
recuperó para el tema “See you at
sunrise” de Desperado y del que
hablaremos después.
Le siguió un directo, llamado simplemente “Live” en 1984. Bernie Torme ha sacado varios directos en su carrera, todos
sencillos. Aún seguimos esperando a que se decida a sacar el doble álbum en
directo que le debe a la humanidad.
Estuvo tocando intercaladamente con Atomic Rooster, ídolos del guitarra desde años atrás. Grabó con ellos el recomendable “Headline News” y después salió editado un directo de esta época bajo el título de “Atomic Rooster Live”. Tocaron en el prestigioso festival de Reading en 1982.
En 1985 se unió al grupo de nuestro rubio guitarrista el cantante Phil Lewis, que luego alcanzaría la fama en América con los LA Guns. Aquí el grupo dio un ligero
giro musical interesante. Seguían los excesos y potencia guitarrera del querido
Bernie pero aderezados con una
cierta dosis de melodía y macarra chulería de Lewis. Editaron el disco “Back
to Babylon” de 1985, el directo “Official
bootleg” en 1987, y el álbum “Die
pretty die young” también en ese
año, recopilando demos de esta formación que se habían quedado fuera de otros
discos. Este último disco, una vez más, es totalmente aconsejable, con
auténticas joyas como “Sex action” o
“Ready”. Algunas de estas canciones
las usaría después Phil en sus LA Guns obteniendo el éxito y
reconocimiento que se le negó a Tormé.
Para cuando se editó este álbum el grupo estaba roto.
Se editaron dos recopilatorios, “Back with the boys” en 1986, y “Are we there yet?” en 1991, con suculentas grabaciones de difícil
localización. Insisto, los recopilatorios de Tormé suelen ser muy aconsejables, con interesante material
inédito.
En 1988 Dee Snider,
Bernie Torme, Clive Burr (RIP) y Marc
Russell montaron la superbanda Desperado
(es bueno hasta el nombre). Se sacaron de la manga un pedazo de disco llamado “Bloodied but unbowed”, lleno de Rock con matices sureños, destilando un
groove y una clase que tiraba de espaldas. Potentes canciones con acertadas
melodías, adecuadas para alegrarte hasta el día más triste de tu vida. La unión
del carisma de Dee Snider y la
fuerza de Bernie Torme creó un disco
que todavía escucho cada mes de mi vida. Incomprensiblemente el álbum no gustó
a la compañía de discos y se desentendió del proyecto. Gracias a Dios, Dee Snider lo publicó autofinanciado en 1996, regalándonos una joya
que de otro modo jamás hubiera visto la luz, cortesía de los ineptos de la
compañía Electra. El disco es toda
una declaración de principios, Dee se
lo tomó como una cuestión personal y lo editó básicamente por pelotas.
Aunque
todo el álbum es imprescindible, conviene destacar la canción “See you at sunrise”, alegoría de un
reo de muerte. Bernie toma prestada
la composición de su propio tema “Lightning
strikes” del disco “Electric
gypsies”. Recomiendo encarecidamente a todo ser humano que escuche este
tema al menos una vez en su vida.
Desperado: See you at sunrise:
El tema de Tormé: Lightning Strikes:
Otras canciones que el combo había compuesto aparecieron en el disco en solitario de Snider: “Never let the bastards wear you down” en 2000. Otro título evocador.
Para cuando se publicaron estos discos Bernie ya había colaborado en el álbum de René Berg “The leader, the loneliness & your dark eyes” en
1992, y había retomado su grupo en solitario, Tormé, con Gary Owen, ex
cantante de Samson. Publicaron “Demolition ball” en 1993, con Gary cantando en una onda a lo Phil Lewis pero en un disco bastante
más áspero.
Hay que esperar hasta 1997 para que la banda, bajo el apelativo de Bernie Tormé, edite su siguiente disco, “Wild Irish”, seguido de “White trash guitar” en 1999. Ambos discos son de lo mejorcito que nos ha ofrecido nuestro peculiar protagonista. Trallazos Punk-Rock como “Rat” o “Shoot the DJ” (algo que todos hemos pensado alguna vez), “River” en homenaje a Jimi Hendrix, uno de sus ídolos, o temazos morunos como “Dark horizon”. Incluso regraba “Easy action”, del disco de Desperado, invitando a Dee Snider a cantar el tema. Un punto.
Finaliza esta nueva fase de su banda en solitario con la
publicación de un nuevo directo llamado “Scorched
earth”. Disco sencillo, como no. En esta etapa era el propio Tormé el que se hacía cargo de las
voces.
En 2001 Nuestro hombre se aventura en un nuevo proyecto, de la mano de Gary Barden, Michael Voss y Don Airey. La banda se llama Silver y Bernie llega con el disco compuesto para añadir las guitarras. El grupo publicó después los discos “Dream machines” en 2002 e “Intruder” al año siguiente. Se trata en un Rock con matices melódicos y comerciales, temas de bella factura ideales para haber triunfado en las listas quince años antes.
La última andanza de este forajido, hasta ahora, se llama GMT. Banda formada con su amigo John McCoy al bajo y Robin Guy a la batería. Practican un Rock bruto, simple y directo, con esos
toques Punk a los que Bernie nos tiene acostumbrados. Han
publicado dos discos, “Bitter &
twisted” en 2006 y “Evil twin” en
2008, además de un directo “Raw live”
en 2011, sencillo, como no podía ser de otro modo.
GMT: Cannonball.