“Highway star” es una de las
grandes canciones de todos los tiempos, eso no se pone en duda. El tema que
abre el mítico doble en directo “Made In
Japan” de Deep Purple es una de
las piedras angulares sobre las que se asienta toda una manera de entender la
música y que sigue de total acutalidad, remando contra viento y marea, en estos
días inciertos. La noticia de la vuelta al Hard
Rock de Ritchie Blackmore no nos
ha dejado indiferentes, habrá que ver cómo se desarrollan los acontecimientos y
en qué acaba todo. Lo que está claro es que todos los comunicados,
declaraciones y demás golpes de efecto nos van a proporcionar unas cuantas
horas de entretenimiento, eso seguro.
“Highway star” sigue estando
en la memoria y en la retina de muchos de nosotros, grabada a fuego tras tantas
y tantas escuchas. Una canción tan original y particular que se ha convertido
en algo más grande que la vida. Cuando hablas de este tema todo el mundo suele
tener presente la versión grabada por el clásico Mark II de Deep Purple -
la formación compuesta por Blackmore,
Gillan, Glover, Lord y Paice –
que aparece en el trascendental disco en directo registrado en Japón. Es cierto
que esta versión ha hecho historia, con los agudos desgarrados de Ian Gillan, la furibunda guitarra de Ritchie Blackmore y toda la banda a
piñón fijo definiendo lo que posteriormente se reconocería como Heavy Metal. La fina y delicada barrera
entre el Rock y el Heavy perfectamente dibujada por un
grupo que fue el primero en sonar como
nadie, repito: NADIE, había sonado antes; ni Black Sabbath con su “Paranoid”,
ni mucho menos Led Zeppelin con su “Whole lotta love” se aproximan a la
genuina reinterpretación de algunos de los elementos musicales más clásicos
que se habían utilizado en los cincuenta y sesenta, llevando a cabo una de las
últimas vueltas de tuerca que se han dado en la historia de la música para
crear algo nuevo, refrescante y que sentó las bases de todo un movimento
musical que vino después. Llama la atención el fulgurante y efectivo solo de
guitarra de Blackmore, tomando
prestadas unas progresiones clásicas de Johann
Sebastian Bach para solucionar la ecuación de manera explosiva al final.
Podemos comentar como dato anecdótico que Ritchie
se caracteriza por variar siempre los solos de las canciones en directo,
llegando al extremo de no repetir dos veces el mismo solo, aunque el único solo
que tiene grabado en su cabeza es el perteneciente a este tema; esto mismo lo
ha comentado varias veces en entrevistas y resulta obvio para cualquiera que le
haya escuchado tocar en directo. Así está el tema, hoy en día tenemos
encumbrados en los primeros puestos de las listas a guitarristas que
dificilmente son capaces de sonar correctamente en directo mientras que un
señor capaz de variar sus solos en cada concierto haciéndolo igual de bonito y
especial sigue sin contar en la actualidad con el reconocimiento y el lugar
destacado que merece.
Las grabaciones de “Highway Star” del disco original “Machine Head” y del directo “Made In Japan” son brillantes, aunque hoy nos queríamos detener un poquito en la realizada por el grupo en su concierto de París. La actuación que se llevó a cabo en el Palais des Sports de la capital gala el siete de Abril de mil novecientos setenta y cinco por parte del conocido como Mark III de la agrupación púrpura, formada por Blackmore, Lord, Coverdale, Hughes y Paice, supuso uno de los clímax que este grupo ha tenido a lo largo de sus años de existencia. Gillan y Glover ya no estaban en el grupo y Blackmore y Lord lo reconstruyeron reclutando al vocalista David Coverdale y al cantante y bajista Glenn Hughes. Con la combinación a las voces de sus distintos tonos y con la sobrehumana capacidad de Hughes para cantar montaron una nueva encarnación de la banda llevándola a unos terrenos de Blues agresivo a dos voces que, mezclado con su particular concepción del Rock, elevaron su producción musical a otra dimensión.
Deep Purple Mark III: R.Blackmore, G.Hughes, J.Lord, I.Paice, D.Coverdale.
Pero, pese al éxito cosechado de nuevo, el barco hacía agua por todos
los lados. Las tensiones entre Ritchie
Blackmore y el resto del grupo se habían acentuado. Blackmore se sentía cada vez más incómodo con Glenn Hughes y el peso que estaba cogiendo dentro del grupo. Hughes había traído a Purple todas sus raíces del Soul y Funk negro, lo que disgustó sobremanera a Blackmore que llegó a comentar abiertamente que no le gustaban en
absoluto esas influencias ni ese estilo de música; por otro lado, el fuerte
carácter de Glenn y su presencia
escénica tampoco ayudaban puesto que Ritchie
pensaba que le restaba protagonismo. Esta enemistad por parte de Blackmore se ha seguido manteniendo
hasta estos días. Con su habitual mala leche Ritchie llegó a comentar en entrevistas que intentó hablar una vez
con Hughes pero que este no quería
salir de casa, en clara referencia a los años de abusos con las drogas por
parte de Hughes que le hicieron
padecer de sobrepeso y de otros problemas de salud. Blackmore, tan considerado
y correcto como de costumbre. Finalmente el Hombre de Negro abandonó Deep Purple en 1975, siendo la
actuación de París el último show del grupo.
Esta actuación fue muy especial para Blackmore, eso se nota desde la primera canción. Ritchie volcó toda su rabia y
frustración en ese show ofreciendo una actuación soberbia, única y llena de
intensidad. El concierto tuvo grandes momentos aunque lo mejor quedó para el
final, precisamente con la interpretación de “Highway star”. En esta época de Purple la canción se arregló para dos voces, David Coverdale llevaba el peso de la interpretación mientras que Glenn Hughes se hacía cargo del
estribillo, realizando los característicos agudos que metía Gillan en la versión original. Los dos
cantantes aportaban ese toque bluesy tan personal en las nuevas
composiciones, pero los temas clásicos de Purple
estaban pensados para una sola voz con agudos poderosos y Coverdale lo pasaba realmente mal calzándose los zapatos de Ian Gillan, mientras que para Glenn era completamente natural subir
varios tonos su potente chorro de voz como si tal cosa. Podemos comprobar en la
misma presentación del tema por parte de Hughes
su preciosista y cristalino tono. La combinación perfecta con el tono grave de Coverdale; no en vano hoy en día se
refieren el uno al otro como soul brother.
David Coverdale y Glenn Hughes. Ian Gillan.
Se nota que Blackmore tiene ganas de liarla desde que empieza el primer solo de la canción. “Highway star” lleva dos solos, primero de órgano y luego de guitarra. En este concierto de París Blackmore se adelanta al solo de teclado de Jon Lord y comienza con su solo de guitarra del final del tema. Pese a lo que le gusta improvisar a Ritchie esto solo lo hizo en este concierto, y os aseguro que he escuchado cientos de conciertos de Purple, pisando a un sorprendido Lord y metiendo un solo que estoy seguro que estaba improvisando sin haberlo ensayado antes con el resto del grupo. El solo conserva el fraseo de Bach original pero luego toma otra dirección que, una vez más, nunca había interpretado en directo y que desprende una intensidad como pocas veces se le ha escuchado a nuestro querido Ritchie. Para este momento el resto del grupo sigue al rebelde guitarrista, todos son grandes músicos y saben perfectamente servir de colchón para que Ritchie se explaye a su gusto, de hecho estas improvisaciones siempre han constituido uno de los elementos más destacados de Purple, ese factor de riesgo encima del escenario que hacía del grupo algo tan especial. Ritchie comanda al resto del grupo como el lider que es capaz de ser hacia una orgía sónica que termina con el sacrificio de su propia guitarra frente a un público que se vuelve loco por momentos alcanzando altas dosis de fanatismo en las primeras filas.
Ritchie, al igual que otros guitarristas de su generación, solía hacer el número de romper su guitarra en directo. Compraban un puñado de guitarras baratas para romper en los conciertos. La diferencia de Blackmore con el resto es que él solo la rompía cuando consideraba que la actuación había sido brillante, algo así como un extra, mientras que para otros músicos era la parte culminante del show más allá de la música. Lo excepcional de este concierto es que Ritchie rompió una de sus Stratocasters auténtica, supongo que él mismo consideraba que aquello representaba el final de una época. Tras sacrificar su instrumento volvió detrás del escenario para buscar otra guitarra que sonaba claramente fuera de tono, imagino que sería la barata para romper y que ese día se libró de la quema. Mientras tanto, el resto del grupo seguía tocando para acabar el tema con un Ritchie fuera de sí dándolo todo. Además de ser un músico excepcional Blackmore volvió a demostrar que es un entertainer tremendo, capaz de entretener él solo a toda una audiencia.Lo alucinante de todo el asunto es que nada estaba ensayado, aquellos afortunados fans de París fueron testigos de ese momento único de despedida salvaje de Ritchie Blackmore de Deep Purple... Rainbow y Dio estaba esperando a la vuelta de la esquina.
Deep Purple: "Highway star". Audio concierto París 75.
Ritchie Blackmore y Glenn Hughes.
David Coverdale y Glenn Hughes. Ian Gillan.
Se nota que Blackmore tiene ganas de liarla desde que empieza el primer solo de la canción. “Highway star” lleva dos solos, primero de órgano y luego de guitarra. En este concierto de París Blackmore se adelanta al solo de teclado de Jon Lord y comienza con su solo de guitarra del final del tema. Pese a lo que le gusta improvisar a Ritchie esto solo lo hizo en este concierto, y os aseguro que he escuchado cientos de conciertos de Purple, pisando a un sorprendido Lord y metiendo un solo que estoy seguro que estaba improvisando sin haberlo ensayado antes con el resto del grupo. El solo conserva el fraseo de Bach original pero luego toma otra dirección que, una vez más, nunca había interpretado en directo y que desprende una intensidad como pocas veces se le ha escuchado a nuestro querido Ritchie. Para este momento el resto del grupo sigue al rebelde guitarrista, todos son grandes músicos y saben perfectamente servir de colchón para que Ritchie se explaye a su gusto, de hecho estas improvisaciones siempre han constituido uno de los elementos más destacados de Purple, ese factor de riesgo encima del escenario que hacía del grupo algo tan especial. Ritchie comanda al resto del grupo como el lider que es capaz de ser hacia una orgía sónica que termina con el sacrificio de su propia guitarra frente a un público que se vuelve loco por momentos alcanzando altas dosis de fanatismo en las primeras filas.
Ritchie, al igual que otros guitarristas de su generación, solía hacer el número de romper su guitarra en directo. Compraban un puñado de guitarras baratas para romper en los conciertos. La diferencia de Blackmore con el resto es que él solo la rompía cuando consideraba que la actuación había sido brillante, algo así como un extra, mientras que para otros músicos era la parte culminante del show más allá de la música. Lo excepcional de este concierto es que Ritchie rompió una de sus Stratocasters auténtica, supongo que él mismo consideraba que aquello representaba el final de una época. Tras sacrificar su instrumento volvió detrás del escenario para buscar otra guitarra que sonaba claramente fuera de tono, imagino que sería la barata para romper y que ese día se libró de la quema. Mientras tanto, el resto del grupo seguía tocando para acabar el tema con un Ritchie fuera de sí dándolo todo. Además de ser un músico excepcional Blackmore volvió a demostrar que es un entertainer tremendo, capaz de entretener él solo a toda una audiencia.Lo alucinante de todo el asunto es que nada estaba ensayado, aquellos afortunados fans de París fueron testigos de ese momento único de despedida salvaje de Ritchie Blackmore de Deep Purple... Rainbow y Dio estaba esperando a la vuelta de la esquina.
Ritchie Blackmore y Glenn Hughes.
Highway star es una de las mejores canciones de la historia del metal. Y el primero de Black Sabbath y el In Rock de Deep Purple son el inicio del Heavy Metal. Estos dos discos definieron un nuevo estilo musical.
ResponderEliminarNo había escuchado la versión del directo de parís, muy buena también, y distinta, pero para mílal auténtica siempre será la del directo del Made in Japan. Una bomba de relojería.
Lucas,
Todo el mundo reconoce al Mark II de Gilann y compañía como el mejor de Purple, pero para mi gusto la mayor calidad musical la alcanzço el Mark III de Coverdale y Hughes con Burn (Mistreated es una pasada...) Ramón.
ResponderEliminarHighway star es un clásico total, pero Mistreated también es un pedazo de tema brutal... y cantado por Glenn Hughes lo borda completamente. Este próximo fin de semana actua en España. Mistreated es una de las fijas de su repertorio y donde echa el resto con esos giros vocales y subidas de voz espectaculares (algo así como el Child in Time de Gillan ern Purple cuando podía cantarla). Ocasión única para disfrutar del talento de este cantante y del recuerdo vivo del Mark III de Purple. Juan
ResponderEliminarY lleva de guitarrista a Doug Aldrich, muchos kilates en esos conciertos. Para no perdérselos.
ResponderEliminarMadre mía, se le oye desatadísimo en esta versión, se le va la pinza por completo jaja. Los demás aguantan el tipo como jabatos.
ResponderEliminarBrutal, sin duda.
Blackmore es capaz de lo mejor cuando se motiva. Me recuerda al genial tenista John McEnroe, que cuando iba perdiendo y se mosqueaba, se metía en el aprtido y acababa remontando. Se nota que en Deep Purple siempre ha habido músicos de primerísima fila, se desenvuelven en directo frente a miles de personas como si tal cosa. Y no es nada fácil salirse minimanente de lo que tengas ensayado y machacado en el local de ensayo. Se echa mucho de menos ese aire imprevisible que tenían los Purple de Blackmore.
ResponderEliminarGrandes comentarios, como de costumbre. Estoy completamente de acuerdo con lo de las improvisaciones, son la sal y la pimienta de los directos y casi nadie las practica; es normal, no es nada fácil improvisar en directo... y que la cosa tenga enjundia. Hay grupos que en veinte años crean apenas un puñado de canciones memorables, mientras que hay unos cuantos artistas elegidos que son capaces de sacarse de sus chisteras un puñado de notas imperecederas casi cada noche. Blackmore es uno de ellos; seguro.
ResponderEliminarEs lo que le falta a Purple, ese genuino e inseguro mordiente que ofrecía el directo. Blackmore será todo lo que queramos y más, pero tienes la seguridad de que con él en el escenario no habrá dos conciertos iguales. Un rollo totalmente setentas, con esas jams e improvisaciones de elevado minutaje. un concierto podía durar más de dos horas constando de apenas siete u ocho temas. Lamentablemente hoy en día solo lo practican un puñado de escogidos; Uli roth es uno de ellos.
Me hacen mucha gracia los comentarios de algunos individuos, prensa "especializada" entre ellos, que se quejan de los artistas que interpretan temas de largo minutaje en directo. Obviamente todavía no se han enterado de qué va el asunto. Supongo que están más pendientes de las luces, los ropajes de los músicos, los comentarios entre tema y tema, cómo se mueven los músicos en escena o cualquier otra peregrina cuestión. En fin, vivimos en el mundo de la inmediatez, la extravagancia y los estereotipos "rockeros". Afortunadamente seguimos teniendo a gente como Warren Haynes y sus Gov't The Mule que saben lo grandiosa que resulta la capacidad de improvisar en directo y recrearse en los temas que en su día se inventaron y que interpretan cada noche; todavía tienen claro qué es lo más importante: la música y los músicos capaces de tocar correctamente sus instrumentos.
Independientemente de que Blackmore es mi Gran ídolo también le considero el guitarrista más influyente de la Historia.
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