Una sección de nuestro colaborador "Metálico".
Conciertos
en estadios o en salas de aforo reducido.
Si nos detenemos un momento a valorar las diferentes maneras que existen de disfrutar de un
concierto lo más lógico es pensar que el marco donde se celebre dicha
actuación puede influir notablemente, o no. Lo que sí queda fuera de toda duda es que
no es lo mismo asistir a un espectáculo musical en un gran estadio junto a
decenas de miles de personas o hacerlo en un local de aforo pequeño o mediano.
Y no lo es porque un concierto se ve muy mediatizado tanto por las
características del recinto como por el tipo y cantidad de los asistentes.
¿Cuál de los escenarios es
más deseable? Depende del gusto del personal. Pues cada uno tiene sus ventajas
y sus inconvenientes.
Así las actuaciones en salas
pequeñas o medianas en principio presentan una mayor cercanía artista/público
lo que posibilita una mayor interacción entre ambos. La repercusión del evento
es bastante limitada, cierto, pero en cambio el público asistente es más fiel y
estará más entregado. No se puede ignorar que la posibilidad de tocar en ambos
tipos de recinto no está al alcance de muchos grupos. De hecho, son bastantes
las grandes bandas capaces de llenar estadios las que alguna vez optan por
realizar una gira por locales de reducido aforo. Supuestamente buscando una
vuelta a sus raíces, ese ambiente más íntimo y permitir que sus fans más
incondicionales puedan disfrutar el privilegio de escucharlos y verlos de una
forma más cercana.
Pero tampoco podemos olvidar
que estos grandes grupos que apuestan por una gira de estas características
suele ser porque ya han hecho unas cuantas con conciertos multitudinarios
demostrando de lo que son capaces y buscan realizar algo diferente. Porque a
nadie se le escapa que tocar en un gran estadio repleto de gente incentiva al
músico a intentar dar lo mejor de sí. Además, los grandes escenarios permiten
montajes y espectáculos mayores, lo que supone un gran aliciente tanto para el
músico como para los asistentes. Y, evidentemente, la repercusión a todos los
niveles.
Por eso, es cuestión de
gustos...
Metálico.
Sin duda, sin duda... ni lo uno ni lo otro. Los mejores sitios para conciertos son los recintos de mediano aforo. 1000/2000 personas es lo ideal. Lo de los macro conciertos son para el ego de los artistas, pero no ves más que a una pantalla, porque desde tan lejos no te enteras de nada. Y los de las salas pequeñas, hay veces que te juntas ni 40 personas y eso queda algo pobre para una actuación de rock. Eso sí, lo fundamental es que el sonido sea bueno. Eso siempre. Axel
ResponderEliminarRealmente me refería también a esos locales de medio aforo, en contraposición con los grandes estadios.
ResponderEliminarMetálico.
Donde esté el calor y la cercanía de una sala pequeña, que se quiten los grandes recintos. En una sala pequeña se siente mejor la conexión público-artista (si es que se da)
ResponderEliminarLo mejor son los que suenan bien, claro. Ahora bien, un conciertazo en un estadio o en un festival es espectacular (si suenan bien, jaja) Ginés.
ResponderEliminarLo ideal sería tener la oportunidad de ver a un grupo en ambas situaciones y así disfrutar de las características añadidas que suponen ambos 'escenarios'.
ResponderEliminarMetálico
Hay muchos grupos a los que me temo que jamás podremos ver en "grandes espacios", y no será porque no se lo merezcan
EliminarEstoy con Ginés y Axel: los mejores son los que suenan bien, así de claro. Esa es la premisa principal.
ResponderEliminarLuego hay otros condicionantes secundarios: que no esté el sitio a reventar, que puedas ver a los músicos, que el público responda y esté a lo que se supone que ha ido a ver, que te puedas tomar algo y no tengas que emplear la mitad del concierto en solicitarlo, que el personal de seguridad no sea gilipollas, que no te traten como a ganado...; en fin, muchas variables. De cualquier forma, si el grupo suena y está por la labor, seguro que la experiencia va a ser especial. Saludos a Metálico.