El mítico grupo Led Zeppelin tiene previsto publicar un
nuevo single en vinilo con motivo de la celebración del día de las tiendas de
discos en próximo 21 de Abril. Las canciones escogidas para este redondo son “Rock n’ Roll” y “Friends”.
Ninguno de los temas como tales son inéditos, “Rock n’ Roll” es el clásico que apareció en su disco “IV” y “Friends” por su parte vio la luz en el disco “Led Zeppelin III”. El interés para el coleccionista reside en que
las versiones en sí están remezcladas: “Rock
n’ Roll” es la remezcla de Sunset
Sound Mix y “Friends” pertenece
a Olympic Studios Mix. De las
mezclas Sunset Sound solo habían
visto la luz hasta ahora los temas “When
the levee breaks” y “Starway to heaven”.
Las tomas de este nuevo single no se habían publicado de manera oficial hasta
ahora; es ahí donde reside la singularidad de la publicación.
Este hecho se une a las
recientes declaraciones de Robert Plant
en las que asegura que están estudiando la posibilidad de volverse a juntar con
motivo del cincuenta aniversario de la publicación del primer disco del grupo,
conocido como “Led Zeppelin” y que
data del año 1968. De este modo los miles de seguidores que el grupo tiene
diseminados por el globo terráqueo tienen un buen motivo para estar
contentos. Lo cachondo del asunto es que
en estos días Jimmy Page también
está haciendo unas declaraciones en las que comenta que no cree posible que Led Zeppelin vuelvan a juntarse. Page, un tipo que lleva media vida
intentando volver a juntar al grupo y ahora se descuelga con esto. Esto está
más que ensayado, pero imagino que forma parte del circo mediático musical.
Led Zeppelin reunión: John Paul Jones, Jimmy Page, Robert Plant y Jason Bonham.
Debo reconocer que Led Zeppelin no es especialmente santo de mi devoción. Tienen una discografía sólida, en las estanterías de mi morada conviven todos sus discos oficiales de estudio y algunos directos al lado de otras joyas como las discografías de Uriah Heep, Blue Oyster Cult, Ted Nugent o Judas; sí, reconozco que tengo una manera algo peculiar de ordenar mi discografía y no siempre el criterio alfabético es el adecuado. No llego a la opinión de los detractores que están convencidos de que solo se limitaron a copiar y robar la música de los bluesmen anteriores, es verdad que hay composiciones suyas muy sospechosas que hasta el más fanático reconocerá en la intimidad, pero tampoco me parece que sean la quintaesencia de la música. No obstante para componer “In my time of dying” o “Kashmir” debes tener talento, eso no se discute. El asunto con Led Zeppelin es que entran dentro de la categoría de esos grupos que tienen buena música, grandes canciones y/o discos, pero algunos de sus componentes no son buenos músicos. En el universo Zeppelin debo reconocer que mis preferencias van en dirección de John Paul Jones, un bajista versátil e inspirado, y John Bonham, un batería con una pegada de otra galaxia. En lo que respecta a Jimmy Page entiendo que es un músico con un don especial, creador de canciones que han marcado a generaciones de personas, pero a la hora de tocar la guitarra no tienes más que escuchar cualquier directo: un sonido sucio y una digitación mediocre. Aquí volvemos a un debate recurrente: ¿hay que saber dominar la técnica de tu instrumento o crear un todo artístico que llegue al público? Por mi parte lo tengo muy claro: me pueden llegar grupos con un nivel técnico y compositivo básico, pero cuanto mejor toques más recorrido y posibilidades tendrás para crear algo superior. En cuanto a Robert Plant poco se puede decir, el amigo encarna perfectamente el arquetipo de frontman, pero no ha cantado un carajo en toda su vida. Las grabaciones en directo en las que casi sientes lástima porque ahí no hay voz por ningún lado y no llega a ningún sitio son muchas, muchas. Aunque nuestro amigo Robert ha demostrado ser un músico inteligente, tras la separación de Zeppelin se lanzó a una carrera en solitario de corte intimista, indagando en otro tipo de sonidos y fundiéndolos para crear una música personal y, por momentos, muy inspirada. Sin renunciar nunca a sus gustos e influencias musicales, no se quedó estancado en el rollo ex-Zeppelin y ahora goza de un status ganado a pulso y bien merecido. Todavía recuerdo cuando me desplacé en 2004 hasta la localidad inglesa de Chippenham, un pueblo perdido de Reino Unido, para ver en directo a Little Richard en un festival de Rock n’ Roll oldie que allí se organizaba y entre los asistentes vip estaba Robert Plant mostrándole sus respetos al único e irrepetible Arquitecto del Rock n’ Roll.
Robert Plant. John Paul Jones. Jimmy Page.
Hay un aspecto en Led Zeppelin que admiro profundamente y
es que ante todo eran un grupo. Cuatro tipos. Falleció John Bonham y se acabó Zeppelin.
Tomaron la decisión en su día y cuarenta años después la mantienen. En su caso
todo estaba a favor, fallece uno de tus músicos cuyo hijo también toca la
batería como una bestia y no tienes más que volver a juntarte unos años más
tarde para girar en directo y vivir de las rentas; incluso puedes componer
música nueva con tanta calidad o más que la clásica. Hay tantos ejemplos que
intentar enumerarlos resulta estéril. Supongo que el mérito de esto es
fundamentalmente responsabilidad de Robert
Plant y, en menor medida, de John
Paul Jones. A Jason Bonham no
tienes más que llamarlo y acudirá, él no fue miembro fundador, es un homenaje a
su padre y seguro que hay mucha pasta de por medio. La carrera posterior de Jimmy Page ha sido tan exigua como
errática y se ha pasado años intentando convencer por activa y por pasiva a Robert Plant de volver a reflotar el
zepelín… ¡si en todos estos años ha sacado más reediciones y remezclas de las
canciones de Led Zeppelin que discos
propios suyos! Sea como fuere su decisión les honra y no ha hecho más que
agrandar la leyenda del grupo hasta los altísimos listones en los que se
encuentra hoy en día. Solo se han vuelto a juntar para conciertos especiales y
ocasiones puntualísimas, contándose con los dedos de una mano estas reuniones y
siempre con motivos más que fundados –la última para honrar el fallecimiento de
Ahmet Ertegun, el capo de Atlantic que les ofreció el contrato
discográfico que les acabó llevando a la gloria-. Si realmente se llega a
concretar el evento de este año ni me plantearé intentar comprar una entrada,
será misión literalmente imposible y casi prefiero no tener que enfrentarme a
una interpretación suya del mítico “Rock
n’ Roll” -una de las canciones suyas que más me han marcado- que destroce
dicho tema; no hay más que escuchar la toma del “Celebration Day” de esa última reunión de hace unos años para
atestiguarlo. Me vale con los buenos recuerdos de la actuación que ofrecieron
en Madrid en 1995 cuando actuaron bajo el nombre artístico de Page & Plant; vamos, Led Zeppelin sin Jones ni Bonham.
Led Zeppelin: "Rock n' Roll".
John Bonham. D.E.P.