Sin ningún aparente nos venimos a acordar de esta imperecedera canción de los Stones; una de sus mejores, puede que la que más. Reconocida por todos, versionada por todos y grabada a fuego en el subconsciente colectivo de todas las generaciones que la han escuchado en algún momento de sus vidas. Hace tiempo comentamos la espectacular versión que de ella realizó en su día Meat Loaf. El añorado vocalista, fallecido durante la pandemia, se marcaba un "Gimme shelter" del copón para cerrar los conciertos de la gira mundial en la que promocionaba el estupendo disco "Bat Out Of Hell III: The Monster Is Loose" y que quedó registrada para la posteridad en el directo "3 Bats Live". La interpretación de nuestro querido Cacho Carne dejaba en bragas la de los Rolling en nuestra humilde opinión, opinión que generó bastante polémica y que se puede volver a visitar aquí.
Nunca oculté lo que
pienso sobre las cualidades técnicas de los Stones,
sobre todo de la pareja Jagger/Richards
y del bueno de Ron Wood,
asunto que también generó alguna que otra ampolla. En fin, cada uno
tenemos nuestro gusto, percepción y criterio... y algunos de
nosotros lo elaboramos principalmente a partir de nuestra oreja, no
por lo que digan los demás o lo que esté de moda.
El caso es que hace un par de semanas me encontraba escuchando la discografía de los Rolling, insana costumbre de fan descerebrado que realizo todos los inicios de verano, y volví a reparar en la versión de esta canción que aparecía en el directo que salió de la gira mundial de promoción del recopilatorio "Forty Licks". Se publicó en el año dos mil cuatro y presentaba un buen puñado de colaboradores. Los propios Rolling son más conscientes que nadie de sus limitaciones cuando agarran un instrumento/micrófono y, ya que hay pasta de sobra, no dudan en trincar a músicos cualificados de sobra para sus directos. Por supuesto sacamos de estas consideraciones al tristemente fallecido batería Charlie Watts, un músico de la cabeza a los pies con un interesante bagaje Jazz que destilaba cada vez que agarraba sus baquetas.
Mick Jagger & Lisa Fischer. |
Comienza la canción y a los pocos segundos ya puede uno comprobar estas consideraciones sobre el nivel técnico de una de las parejas musicales más famosas de la Historia. Pero en cuanto acaba el solo una de las coristas que llevan para cubrirles las espaldas abre la boca para disfrutar de su momento solista. En cuanto Lisa Fischer entona la primera frase ya te tiras al suelo; qué fuerza, qué cuerpo, qué timbre, qué subidón, qué bien entonado, qué salvaje y qué manera de ir con todo. En fin, para perder los papeles y dejarse llevar. Nuestra amiga se pone a tirar con su descomunal chorro de voz y ahí te vuelves loco. Sin aparente esfuerzo y sin irse ni un jodido semitono comienza a hacer acrobacias con la voz con un gusto y una potencia tan exquisitos como inalcanzables para casi el resto de los mortales. Solo por ese escaso medio minuto ya merece la pena pagar la entrada para un concierto. En resumen: Puto Rock'n'Roll. Sí, de ese que asquea a todos aquellos que dicen que les gusta el Rock, pero que en cuanto suena una guitarra eléctrica distorsionada les sobreviene alguna arcada. Sin acritud, pero esto del R'n'R en realidad es otra cosa. Vamos, es Lisa Fischer cantando su medio minuto del "Gimme shelter". Dame vidilla.