El pasado 22 de septiembre Mago de Oz interpretaron su conocido tema “Fiesta pagana” sobre el césped del estadio de Vallecas durante el
descanso del partido de la liga de fútbol Rayo Vallecano – FC. Barcelona. El grupo estuvo viendo el partido desde la grada y cuando
acabó la primera parte sus técnicos prepararon un improvisado escenario en una
de las áreas del campo para interpretar desde allí su tema más famoso, como si
de una especie de final de la Super Bowl
americana se tratase, pero a la española, claro.
Hay que recordar que la Super
Bowl es el campeonato profesional de fútbol americano, uno de los deportes
con más seguimiento y seguidores en Norte América. Estas actuaciones durante el
descanso de las finales anuales se llevan realizando desde finales de los años
cincuenta y se han convertido en mini conciertos multitudinarios reservados
para los artistas y grupos que más popularidad tienen –no necesariamente los
mejores, ya sabemos- en cada momento. Supone un goloso escaparate publicitario
porque el mundo entero está viendo el partido y, por lo tanto, te ven actuar a
ti. Otro día hablamos de porqué estos eventos se retransmiten al mundo entero y
los ve el mundo entero.
En lo que respecta a la querida piel de toro observamos como Mago de Oz, el grupo amado y odiado por excelencia de nuestro Rock patrio, nos vuelve a sorprender adaptando la idea americana. En vez de usar la final de la Copa del Rey se han ido a un campo de Vallecas. Muy suyo por otro lado.
Mago de Oz. "Fiesta pagana".
Volvemos a la Super Bowl. Hay que reconocer que por allí han
pasado artistas y grupos de diverso pelaje, músicos del calibre de ZZ Top,
James Brown, Aerosmith, Kiss, Rolling, Prince, Blues Brothers, Tom Petty, Diana
Ross, The Who, Madonna, Bruce Sprinsgteen, Michael Jackson, Slash o Beyonce entre otros.
Como concepto de espectáculo los americanos nos llevan toda
una vida de ventaja, en cuanto a nivel de integridad musical el asunto es
distinto. Es curioso observar como determinados músicos son capaces de vender
su alma al diablo con tal de chupar cámara en la Super Bowl. Slash se atrevió a interpretar “Sweet child o Mine” acompañando a Black Eyes Peas, incluso han llegado a tocar
aquellos elementos llamados New kids on the
block, con esto lo digo todo.
Sería curioso elaborar una lista de los músicos que han
declinado la oferta de actuar en la Super
Bowl, sobre todo a los que les ofrecen colaboraciones que son directamente
imposibles. En un mundo justo nunca deberían compartir canción ni introducción Adam Sandler, Ben Stiller y Aerosmith pero la realidad de las
publicidades y los beneficios supongo que manda.
Nos quedaremos con lo bueno, la elegancia de Diana Ross
interpretando "You keep me hanging on" de The Supremes (aquel fabuloso super trío femenino) mientras derrocha clase y carisma como solo ella puede hacerlo.
O Kiss y todo su despliegue escénico reinando en el estadio
durante esos minutos de margen que te dan para actuar y sorprender al mundo entero.
Imposible no recordar aquí al Padrino del Soul (D.E.P.), acompañañdo a Blues Brothers y haciendo bailar a
todo un estadio de fútbol.
Por último el imposible dueto de Slash y la dichosa Fergie de Black Eyes Peas empeñada en cantar algo que no debe.
Slash/Fergie: "Sweet child o' mine". Super Bowl.
Este grupo, para bien o para mal, ya es una referencia en el Heavy español, aunque a veces se les pire la pinza.
ResponderEliminarGerardo.
Jajaja, vaya cagada la de la Fergie, la leche.
ResponderEliminarPero peor es lo del slash, que se presta al juego
ResponderEliminarLuis.
Es un placer que alguien reinvindique la grandeza de Diana Ross...
ResponderEliminarNo veo el problema en Slash, lo siento. El hace su trabajo, que es rockear. Siempre ha sido así, incluso cuando colaboró con Michael Jackson, por ejemplo. Son los demás los que se meten en camisa de once varas.
ResponderEliminarSlash es una de las grandes prostitutas del rock duro de los últimos años. Para mí rockear no es posar con Marta Sánchez, por poner uno de los mil ejemplos...
ResponderEliminarSon distintas visiones, qué duda cabe. A mí me parece que el que el rock se introduzca en otros géneros siempre es un triunfo. Por mi parte ole los ovos de Slash. Otra cosa es que lo que hiciera fuera bailar o tocar la corneta, pero mientras dé caña a su Les Paul, todo marcha bien...
ResponderEliminarLuego hay algo que se llama integridad artística. Cuando un músico es bueno, perfecto. Si además de bueno es íntegro, con una trayectoria coherente y prolífica, pues mucho mejor. Para mi, Slash es un guitarra correcto, pero en cuestión de integridad su odiado Axl Rose, con todas sus manías y extravagancias, le da sopas con ondas.
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