Es empezar a hablar de Danzig e
inmediatamente se enciende un chip que debemos tener en algún recóndito rincón
de nuestra masa gris. Algo debe tener este tipo de especial que, sin haber
alcanzado el estrellato e incluso haber hecho todo lo posible por no lograrlo,
nos toca la fibra a algunos de nosotros. La cantidad de grandes canciones que
tiene en su haber el amigo Glenn,
comandadas por el imperecedero “Mother”,
darían juego para pasar un buen número de noches apoyados en la barra de algún
oscuro tugurio, en mitad de la noche más sugerente y tenebrosa, arropado por la
música adecuada de fondo, con una copa al lado y en la compañía correcta
mientras te metes de cabeza directamente en el fondo del asunto musical esperando
hasta que los primeros rayos de luz aparezcan en un ejercicio que hace
disfrutar a la mente y revitaliza el alma.
Esta canción es una de las revisiones que aparecieron hace algo más de
dos años en el disco de versiones que nuestro querido artista bautizó como “Skeletons”. Aquí nos encontramos a un Danzig que arropa con su voz más
aterciopelada pero llena de carácter esta gran canción, llevándola a su terreno
y demonizándola por completo mientras demuestra una vez más su bagaje musical y
su criterio a la hora de escoger la música que homenajear.
Esto de los discos de versiones lleva unos cuantos años completamente
de moda, de tal modo que uno casi acaba antes nombrando a los grupos que
todavía no han publicado un disco de estas características. La mayoría de las
veces estos discos de versiones son una especie de grandes éxitos con algunas
de las canciones que todos conocemos y acaban resultando completamente
predecibles; ojo, poco que objetar a muchos de estos clásicos en sí mismos, el
problema viene a la hora de usarlos por otros grupos para ensamblar uno de
estos discos. No es este el caso de Danzig,
nuestro particular Evil Elvis se cuidó mucho de crear una obra en la que lo
importante no eran los títulos de las canciones, sino el concepto global que
resultaba de las mismas y su tratamiento por parte del grupo. Hay canciones que
son archiconocidas y otras que no lo son tanto, aunque también sean grandes
composiciones. Glenn puso sobre el
tapete una selección de temas con vida propia que no eran necesariamente
famosos… algunos ni siquiera eran los más reconocibles de los grupos que
originalmente los crearon. “Lord of the
thighs” es una delicia de canción, pero ni por asomo es de las más
conocidas de Aerosmith; de hecho
estoy seguro que la mayoría de fans histéricos que saltan en las primeras filas
de sus conciertos cada vez que interpretan el famoso a la par que insoportable “I don’t want to miss a thing” ni
siquiera la conocen. Encontrar el equilibrio entre el bagaje musical, el buen
criterio, el eclecticismo y el estilo a la hora de seleccionar las versiones a
realizar me parece todo un arte en sí mismo. Y Danzig aquí lo demuestra, una vez más.
En lo que respecta a “Rough
boy”, poco más se puede añadir a la escucha de la canción. Uno de esos
temas melancólicos y densos que tan bien se le dan a Glenn. Preciosa canción, original del disco “Afterburner” de los ZZ Top.
Seguro que para el gran público no sea de las canciones más reconocibles del
grupo, pese a entrar en las listas de éxitos de la época, y sin embargo rebosa poder por los cuatro
costados. La rendición que hace Danzig
es simplemente perfecta. Capta su esencia, consigue transformarla y llevársela
a su terreno, pero logrando respetar el original. Otro debate abierto: ¿una
versión debe ejecutarse y sonar como el original o intentar innovar a partir
del sentir del propio tema? Una sugerencia para que nuestro colaborador Metálico tome en consideración.
Danzig: "Rough boy".
ZZ Top: "Rough boy". Vídeo oficial.
El original de ZZ Top es...como el resto del Afterburner: Superior.
ResponderEliminarLa versión de Danzig no la conocía (apenas conozco nada de este grupo y Mother de la que hablaste antes me parece muy buena). Sin embargo la adaptación es perfecta. Y estoy de acuerdo contigo, se la ha llevado a su terreno, o sea, ha hecho lo que tiene que ser una buena versión (a mi gusto), añadiendo algo nuevo, porque si no vas a darle nada nuevo a una canción, mejor no la toques.
Y otra cosa, discos recomendables de Danzig, please. Abrazos. SSS.
Encantado SSS. Me alegro de que te haya gustado lo que has escuchado de Danzig. Por aquí nunca se llevó, desgraciadamente, pero tiene discos muy buenos y un sonido especial; además de toda una parafernalia y puesta en escena de veras entretenida, te mete en su particular mundo.
EliminarDiscos recomendables son todos, aunque los más emblemáticos pueden ser los cuatro primeros ("Danzig", "Lucifuge", "How The Gods Kill", "IV") y el mini lp "Thrall Demonsweatlive"; aunque también cosas como "Deth Red Sabaoth" tienen mucho nivel. Me resulta difícil contestar. En particular siempre me ha tocado mucho al fibra el segundo, "Lucifuge". De cualquier modo, si te engancha su música y su concepto artístico, vas a disfrutar mucho con una discografía sólida y sin concesiones.
Buenas Pau Lino, recojo tu iniciativa y próximamente incluiré esa cuestión en una de mis reflexiones metálicas.
ResponderEliminarMetálico
Lo de los discos tributo empieza a parecer un castigo. Se han cargado una idea que molaba con la saturación del mercado. Como un homenaje a los grupos que te gustan estaba bien, pero de modo anecdótico. Y de eso a los grupos tributo solo ha habido un paso. Así nos luce el pelo.
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