Una
sección de nuestro colaborador “Thomas Anderson”.
La
misma historia. Distintas visiones.
En el día de hoy abordaremos la manera en que un variado elenco de
bandas de Rock, en determinado
momento de sus carreras, ha afrontado un acontecimiento histórico concreto: me
estoy refiriendo a la invasión/conquista/ocupación que algunos pueblos europeos
hicieron de las tierras americanas donde desde hacía siglos se asentaban multitud
de tribus indígenas oriundas de la zona. Una invasión/conquista/ocupación que
dejó los citados clanes brutalmente diezmados en número y hasta extinguidos por
completo en algunos casos.
Fueron momentos que se extendieron desde el descubrimiento de 1492
hasta bien entrado el siglo XIX y de cuya explosión todo el mundo puede sacar
conclusiones bastante similares. Independientemente de si se le quiere dar
mayor o menor legitimidad a que un pueblo mucho más avanzado en lo tecnológico
devaste a otro que lo está en mucho menor grado y lo expulse de su territorio con
el fin de ocupar este, lo que todo el mundo tiene claro es que fue una guerra
desnivelada por completo que solo podía tener un claro vencedor.
El caso es que, como decíamos al principio, el tema lo ha sido de
cierta recurrencia dentro del mundo del Rock y mi intención con el presente
artículo es hacer un pequeño viaje por aquellos grupos y momentos que
decidieron hablar de la cuestión en sus letras.
Comencemos.
Estamos en 1976 y dos de los
mejores grupos del momento coinciden en querer sacar a relucir la cuestión. Por
un lado, los irlandeses Thin Lizzy
encabezados por el inconmensurable Phil
Lynott, con un tema que ya nombramos el mes pasado por otras razones. En
este caso, la letra hace referencia a un acontecimiento muy concreto relativo a
la conquista. Parece ser que un grupo de indios de una tribu indeterminada tuvo
que refugiarse en una vieja misión tras una malograda batalla. Las tropas que
les perseguían abrieron un boquete en la pared con un cañonazo y se tiraron
horas disparando a los pobres indios que, armados tan solo con sus arcos,
trataban de salir de allí a la desesperada. Una auténtica masacre, qué duda
cabe…
Thin Lizzy: “Massacre”.
En un punto por debajo de cero
No queda lugar donde ir
Seiscientos héroes desconocidos
Murieron como búfalos durmientes.
A través del Cañón del Diablo
Al otro lado del campo de batalla
La muerte no tiene compañeros
El espíritu se ve doblegado.
Ahí va el bandolero
A través del boquete en el muro
Es un cobarde, pero le trae sin cuidado
De hecho, no le importa en absoluto.
El general que está al mando
Defiende lo que teme,
Mientras las tropas dependen
De los refuerzos por la retaguardia.
Si Dios está en los cielos
¿Cómo puede pasar esto aquí?
En su Nombre utilizaron las armas
para la masacre.
Hay un punto por debajo de cero
En que el sol puede ver la tierra
Seiscientos héroes desconocidos
Yacen muertos en la arena
Más tarde, los de Lynott volverían a tocar la cuestión en
otro corte llamado “Genocide (The
Killing of the Buffalo)”.
Casi al mismo tiempo unos Queen recién renacidos tras el tremendo
éxito de “A Night At The Opera”,
publican “A Day At The Races”, dos
títulos en claro tributo a los Hermanos
Marx y a su cine. Es en este último trabajo donde aparece una canción que
hace clara referencia a la cuestión del exterminio indio en Norteamérica. Sin
ser un erudito de la banda, me arriesgaría a afirmar que se trata de uno de los
escasísimos casos en los que los de Mercury
se lanzan a hablar de algún tema social, que toman partido por una inclinación
ideológica concreta, quiero decir. Los versos están escritos desde la visión de
un indio una vez acabada la invasión.
Queen:
“White Man”.
Soy un hombre sencillo
con un nombre sencillo,
de este suelo proviene mi gente,
en este suelo permanece,
oh, sí.
Y nos hicimos nuestros propios zapatos,
y pisamos suave en la tierra,
pero los inmigrantes construyeron caminos
sobre nuestra sangre y arena,
oh, sí.
Hombre blanco, hombre blanco,
¿no ves la luz detrás de tus cielos ennegrecidos?
Hombre blanco, hombre blanco,
te quitaste la visión para cegar mis ojos sencillos.
Hombre blanco, hombre blanco,
¿dónde vas a esconderte
del infierno que has creado?
Oh, el hombre rojo conoce la guerra
con sus manos y sus cuchillos.
Por la biblia juraste,
peleaste tus batallas con mentiras,
oh, sí.
Dejas mi cuerpo en vergüenza,
dejas a mi alma en desgracia,
pero en nombre de todos los dioses,
reza lo que sepas por los de tu raza.
Hombre blanco, hombre blanco,
nuestro país era verde; y nuestros ríos, anchos.
Hombre blanco, hombre blanco,
llegaste con una pistola y pronto nuestros hijos
murieron.
Hombre blanco, hombre blanco,
¿no entregarás una luz por la sangre que has
derramado?
¿Qué queda de tu sueño?
Solo las palabras sobre tu piedra.
Un hombre que aprendió a enseñar,
Para luego olvidar cómo aprender.
Llegamos a 1982 y los
británicos Iron Maiden, con un nuevo
vocalista a la cabeza llamado Bruce
Dickinson, editan un trabajo que estaría llamado a convertirse en uno de
los referentes del Heavy Metal más
clásico: “The Number Of The Beast”.
Entre sus extraordinarios temas nos encontramos con uno que trata el tema del
genocidio indio.
Iron
Maiden: “Run to the Hills”.
El hombre blanco vino cruzando el mar
Nos trajo dolor y miseria
Mató nuestras tribus, mató nuestro credo
Tomó nuestra caza para su propia necesidad.
Luchamos fuerte, luchamos bien
Fuera en las llanuras, les dimos infierno
Pero eran demasiados para tener fe
Oh, ¿seremos libres algún día?
Cabalgando entre nubes de polvo y páramos,
Galopando duro en las llanuras
Cazando a los pieles rojas en sus guaridas,
Combatiéndolos en su propio terreno.
Asesinato por la libertad, puñalada por la espalda.
Mujeres y niños y cobardes atacan.
Corre a las colinas, sálvese quien pueda.
Corre a las colinas, sálvese quien pueda.
Soldado azul en los páramos,
Cazando y matando por diversión.
Violando las mujeres y echando a perder a los hombres
El único indio bueno es el indio dócil.
Vendiéndoles su whiskey y llevándose su oro,
Esclavizando a los jóvenes y destruyendo a los viejos
Corre a las colinas, sálvese quien pueda...
Saltamos a 1986. Unos suecos
guaperas llamados Europe, desembocan
en el resto del continente que cita su nombre con un álbum insuperable: “The Final Countdown”. Entre sus cortes
nos encontramos con otro alegato pro-indígenas americanos. Se trata de:
Europe: “Cherokee”.
Ellos vivían en paz, no hace mucho,
Una poderosa tribu india.
Pero los vientos de cambio,
Les hicieron darse cuenta de que las promesas eran
mentiras.
La codicia del hombre blanco, en busca de oro
Hizo sangrar la nación
Ellos perdieron su fe
Y ahora tienen que aprender
Que no hay lugar donde volver
Ningún sitio donde dar la vuelta.
Cherokee - marchando por el camino de las lágrimas.
Cherokee - marchando por el camino de las lágrimas.
Los expulsaron con dureza, a través de las llanuras
Y caminaron durante muchas lunas
Porque los vientos de cambio,
Les hicieron darse cuenta de que las promesas eran
mentiras.
Tanto con lo que cargar, y todo ese dolor
Que les deja la desesperación
Ellos perdieron su fe
Y ahora tienen que aprender
Que no hay lugar donde volver
Ningún sitio donde girarse.
Un año después, los thrasheros Anthrax, nos deleitan con un temazo que también habla del genocidio
indio y sus consecuencias.
Anthrax: “Indians”.
Todos vemos en blanco y negro.
Cuando es otra persona la que lucha,
nadie se involucra.
La apatía no tiene solución.
¡Forzado a salir! Valiente y lleno de poder
¡Tierra robada! No pueden luchar contra ella.
Aférrate a la tradición y al orgullo.
A pesar de que saben lo mucho que ellos extrañan sus
vidas,
les estamos ofendiendo en las reservas,
una situación desesperada.
El respeto es algo que se gana.
Nuestros hermanos indios se están quemando.
El americano original,
se convirtió en un ciudadano de segunda clase.
Llora por los indios
oh, muere por los indios
llora por los indios
oh, llora, llora, llora por los indios.
Ama a la tierra y al prójimo.
La paz es lo que nos esforzamos en poseer.
Algunas personas no tienen nada de esto.
Odio y prejuicio.
Llora por los indios
muere por los indios
llora por los indios
llora, llora, llora por los INDIOS.
¡¡¡BAILE DE GUERRA!!!
¡El territorio! Es solo el cuerpo de la nación.
Las personas que lo habitan hacen su configuración.
Prejuicios, algo de lo que todos podemos prescindir.
¡¡Porque de una bandera de muchos colores es de lo que
esta tierra se trata!!
Llora por los indios
muere por los indios
llora por los indios
llora, llora, llora por los ¡INDIOS!
En este caso la letra trata
de hacer reflexionar a los propios colonizadores sobre todo el mal que han
hecho y como podrían remediar al menos una pequeña parte del mismo.
Llegamos a 1991 y son los de
Bradford, The Cult quienes se animan
esta vez a dedicar un álbum al completo a la causa de los indios expulsados de
sus hogares: “Ceremony”. Se trata de
un aparentemente sincero y emotivo homenaje a la cultura de las tribus, si bien
como anécdota es necesario reseñar que la familia del niño que aparece en la
portada del disco demandó al grupo por haber utilizado la fotografía sin su permiso.
¿Error? ¿Olvido? ¿Me encanta la cultura india pero intento sacar tajada de la
misma? Que cada uno lo juzgue como mejor le plazca.
No voy a hacer un análisis
pormenorizado del trabajo, tan solo os dejo una de las canciones para que os
hagáis una idea de por dónde van los tiros.
The
Cult: “Wild Hearted Son”.
Hijo de corazón salvaje
Oye, el mundo no quería que corriera
Para tratar de hacerme caer de rodillas, sí.
Corazón salvaje, sí, sí, sí
Bien, ahora ya sabes, disparo desde la cadera ahora.
Mi puño levantado en el aire
Soy un soñador del torbellino, nena.
Con mi cabeza en las nubes, sí
Hey, no me tomes demasiado a la ligera
Tengo el poder del blues, nena.
Soy solo una raza de la sociedad
Estoy presionando y robando gratis
No intentes evitarme, sí
Soy un hijo de corazón salvaje
Voy a bajar como una piedra rodante
Hijo de corazón salvaje, sí
Soy un hijo de corazón salvaje
Hola mamá, el mundo no quería que corriera
Hijo de corazón salvaje
Hey, yo nací en la ciudad
Pero anhelaba vagar libremente.
Tengo un caballo gritando en mi vientre
Cicatriz en mi corazón.
Vivo fuera de lo conveniente.
Conoces a las personas que miran fijamente
Soy solo una raza de la sociedad
Estoy presionando y estoy robando gratis
No trates de hacer ningún viaje conmigo
Porque soy un hijo de corazón salvaje
Voy a bajar como una piedra rodante, sí
Hijo de corazón salvaje
Soy un hijo de corazón salvaje
Cariño, el mundo no quería que corriera, sí
Hijo de corazón salvaje.
Añadamos para terminar una
pequeña referencia a un grupo español que también quiso resaltar estos dañinos
acontecimientos, si bien en este caso la crítica abarca a todas las poblaciones
indígenas de américa, no solo aquellas del norte a las que exterminaron los
ingleses. Como España estuvo más involucrada en hacerlo con las del sur y del centro,
supongo que Barón Rojo quiso
incluirlos en su letra.
Barón Rojo: “Atacó el hombre blanco”.
Famosa en la humanidad
Por su ambición desmedida
Y su ansia de dominar
Ella fue cruel, venció y esclavizó
Logró ser dueña del mundo
Con fuego sangre y traición
Creó fronteras sin leyes
Lo hizo en nombre de Dios
Por la tierra y el mar
Atacó el hombre blanco
Por la tierra y el mar
Atacó el hombre blanco
Más de mil tribus y pueblos
Bajo su bota aplastó
Les llamaba infieles
Brutal fue su represión
Ella fue cruel, venció y esclavizó
Usaban siempre la excusa
De propagar la verdad
Maldita farsa de muerte
Que escondió la realidad
Por la tierra y el mar
Atacó el hombre blanco
Por la tierra y el mar
Atacó el hombre blanco
Compró a reyes corruptos
Con oro, seda y alcohol
Que fueron sus marionetas
Para seguir la función
Hoy continúa la historia
De explotación sin control
A cambio de oro negro
Les venden su destrucción
Y hasta aquí hemos llegado.
Como veis la historia y sus hechos pueden ser una perfecta y maravillosa excusa
para crear música que nos envuelva y nos haga entender mejor el mundo que nos
rodea.
Nos leemos dentro de un mes.