Clube de Adictos a Deep Purple

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Púrpura Chess

This blog is basically a musical site. Here we talk about the music we like, using different angles. As dear and missed Jon Lord once said: “Music is the highest kind of Art that exists”. I think the same way too.

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jueves, 25 de julio de 2019

Meat Loaf con la Melbourne Symphony Orchestra: “Life is a lemon (And I want my money back)”.


Seguimos con Meat Loaf. No hay problema, podría estar hablando de su música y del personaje durante todos los días de cada mes; es más, se podría abrir una página exclusiva sobre él sin apenas despeinarse. Su personaje es tan excesivo que te engancha en cuanto te llame un poco la atención y su música es tan intensa, recargada, barroca y dramática que como te guste no te la vas a poder quitar de la cabeza.
En esta entrada vamos a recuperar el que pueda que sea uno de los mejores temas de su discografía –y mira que tiene cosas buenas–. Hablamos de “Life is a lemon (And I want my Money back)”. Sí, es recargado hasta para los títulos; nada es sencillo en su particular universo.


No vamos a hablar de la versión original de la canción, que apareció en el estupendo “Bat Out Of Hell II: Back Into hell”, porque ya lo hemos hecho en otra ocasión y porque es sencillamente inmejorable. La versión de estudio es uno de esos ejemplos de canciones que quedan perfectas y nunca vuelven a sonar tan tremendas por más que sus creadores las vuelvan a interpretar en vivo, grabar o regrabar. Esto no quiere decir que las demás tomas sean malas, ni mucho menos, lo que pasa es que la producción lo ha sabido clavar tan bien que convierte a esa toma en algo único. Otro ejemplo sería sin dudas “I surrender” de Rainbow, su versión de estudio consigue ese “algo” intangible que la hace trascender por encima de cualquier otra toma en vivo, versión o remezcla. Otro día hablaremos más en profundidad de este asunto.
Hemos escogido para ilustrar este texto la versión que el grupo ofreció en el directo con orquesta que grabaron hace algunos años en Australia. Abarrotaron el Rod Laver Arena de Melbourne y grabaron lo que acabó convirtiéndose en el disco en directo con la Orquesta Sinfónica de Melbourne titulado “Live With The Melbourne Symphony”. La solvente banda que acompañaba a Meat Loaf  se rodeó de toda una orquesta para arreglar todavía más si cabe algunos de sus grandes éxitos y ofrecérselos al público australiano. Todo un lujo de actuación de esas que jamás vamos a ver en nuestro querido país, simplemente porque nuestro público seguro que ni siquiera llenaría el recinto que necesita tamaña exposición de talento. En fin, supongo que por desgracia tenemos lo que nos merecemos.


Meat Loaf decidió abrir esos conciertos con esta canción y los primeros momentos de la actuación fueron tan emocionantes como os podéis imaginar. El escenario estaba tapado por un gran telón, delante del cual tan solo encontramos un tambor. El primero que sale a escena es el propio Meat Loaf, se coloca delante del telón y consigue hacer enloquecer al público allí congregado durante el tiempo que dura su pequeña performance. No canta, no toca, no hay banda, no hay nada, solo él y un pequeño tambor… que, para colmo, ni siquiera golpea. Es igual, él mismo se basta para hacer que Melbourne coma de la palma de su mano ahí mismo. No olvidemos el detalle de que el amigo se pasa casi dos minutos él solito frente al público, eso es tener carisma y lo demás son tonterías. Lamentablemente no he podido encontrar ningún corte en nuestro querido Youtube que recoja esa primerísima parte de la canción, por lo que os animo a que os hagáis con ella del modo que sea. Después sale el guitarra Paul Crook y continúa caminando hacia el clímax de inicio repitiendo una y otra vez la frase del riff principal de la canción. Así hasta que Meat Loaf golpea el tambor y aquello explota, se cae el telón y podemos observar al grupo con la orquesta de fondo mientras el poderoso inicio del tema se adueña del lugar. Repite la banda que le acompañaba en el “3 Bats Live” con la excepción de Aspen Miller; una lástima, ya que la vocalista tiene un magnetismo salvaje. De todos modos, en su lugar nos encontramos con Patti Russo, otra vieja conocida del universo Meat Loaf y excepcional cantante. Recuerdo cómo nos voló la cabeza a todos los que asistimos hace unos años al show que ofreció en Madrid con Queen Symphonic Rhapsody, ese curioso y trabajado tributo a Queen que desde hace unos cuantos años viene realizando giras por toda España y que resulta del todo recomendable.


La interpretación de Meat Loaf es tan excesiva como cabría esperar de un tipo como él. Arropado por unos músicos solventes y por el par de coristas de las que antes hemos hablado, están preparados para quitarle el hipo a cualquiera. De fondo nos encontramos con los músicos de la orquesta. Normalmente las adaptaciones de canciones de Rock para orquesta suelen llevar una serie de arreglos que en algunos casos están muy bien y elevan las composiciones originales a otro nivel, léase lo que hicieron Scorpions con la Berliner Philarmoniker, en otros realzan solo algunos detalles, estilo Purple con Paul Mann, y en otros casos apenas se notan en el producto final, como el disco con orquesta de Metallica. En el caso de la música de Meat Loaf apenas es necesario introducir puentes o arreglos nuevos, puesto que las composiciones de Jim Steinman tienen ese componente clásico y recargado de por sí. Así pues la orquesta le da ese empaque y grandiosidad que ya tiene el propio tema en su ADN. Lo único que se echa en falta es un coro de esos majestuosos para interpretar la parte intermedia de la canción, esa que quedó tan bien en la versión de estudio que resulta imposible de mejorar. De todos modos el trío Meat Loaf-Russo-Coletti lo hace de maravilla, tanto en esa parte como en el resto de la canción, además de sacar adelante una más que cuidada performance escénica. Vamos, que no se me ocurre mejor manera de comenzar un concierto que esta.








jueves, 18 de julio de 2019

Meat Loaf: “Gimme shelter”. Versión del directo “3 Bats Live”.


Siempre es gratificante que el bueno de Meat Loaf aparezca por estas páginas. Un tipo al que en los últimos tiempos todo Dios le ha dado cera por su accidentada última gira hace un par de años. Por mi parte no tengo el más mínimo problema con alguien cuya música me ha llenado de felicidad y sigue haciéndolo. A estas alturas de película Meat Loaf no tiene que demostrarle nada a nadie y se tiene muy bien ganado su lugar en el corazoncito de muchos de nosotros.


Hoy vamos a volver a recordar la magnífica versión que llevó a cabo de este clásico inmortal de los Stones en la gira que sirvió para grabar el directo titulado “3 Bats Live” y que, como os podéis imaginar, es una preciosidad de principio a fin. Para llevar a cabo estos conciertos nuestro entrañable Cacho Carne reclutó una banda de categoría, como suele hacer siempre que se sube a un escenario. El motivo de dicha gira era promocionar la tercera parte de la saga “Bat Out Of Hell”, que lleva por título: “Bat Out Of Hell III. The Monster Is Loose”. En su momento ya hablamos por aquí de esta famosa trilogía, por lo que no me voy a detener en ello esta vez. Solo comentar que el disco “Bat Out Of Hell”, primero de la saga y publicado en 1977 es actualmente el cuarto disco más vendido de la Historia; solo le adelantan “Thriller” de Michael Jackson, “Back In Black” de AC/DC y “Dark Side Of The Moon” de Pink Floyd. El disco de Meat Loaf lleva despachadas la nada desdeñable cantidad de 43 millones de copias y se estima que suele vender cada año del orden de entre doscientas a quinientas mil copias. No está nada mal.

 

La gira en la que se grabó este tema se llamó “Seize The Night Tour” y los afortunados seguidores de London, Ontario fueron obsequiados con un conciertazo. Para este tour se rodeó de los guitarras Paul Crook y Randy Flowers, Mark Alexander al piano, Kasim Sulton al bajo y a la batuta musical, Dave Luther a las teclas, las coristas CC Coletti y Aspen Miller y el batería John Miceli; para los seguidores de la saga Purple Miceli es un viejo conocido, sustituyó en la batería a Chuck Burgi en la segunda parte de la gira que hizo Rainbow para promocionar su estupendo “Stranger In Us All” a mediados de los noventa. En definitiva, la formación que acompaña a Meat Loaf tiene una calidad contrastada y eso se nota en cuanto metes el dvd en el reproductor y le das al botón del on.
La versión que nos calzan del “Gimme shelter” es una pasada. Con un inicio suave en el que ya el grupo da muestras de que saben lo que se traen entre manos. Randy Flowers nos obsequia con una bonita slide que adorna casi toda la parte solista de la canción, mientras que Crook tiene también sus momentos de lucimiento durante la canción y acompaña a la perfección durante todo el tema. Meat Loaf comienza a cantar de menos a más intensidad, bordando las primeras estrofas y demostrando las cualidades interpretativas que atesora; no en vano es también actor y ha participado en unas cuantas películas. Es un tipo del palo del añorado Ronnie Dio, aunque sus voces sean del todo diferentes. Son de esos vocalistas que se meten y te meten dentro de la canción con su interpretación, aportando las dosis necesarias de intensidad y dramatismo aquí y allá, haciendo una perfecta lectura de los tempos del tema para aportar densidad o relajar según lo pida cada momento. Una especie en extinción.


Y poco después llega el momento de las coristas. Tela. Primero asume la voz solista CC Coletti, tomando el centro del escenario con la seguridad que te debe dar poseer una voz como la suya. Se marca una demostración de apenas medio minuto en la que hace gala de la capacidad vocal, la clase y el talento que posee. Lleva un aire a lo Sass Jordan, con esa voz rasgada y llena de matices que tan bien sabe manejar. Vaya manera de tirar del tema. Después le toca el turno a la otra corista, Aspen Miller apenas necesita un par de estribillos para ponernos a todos firmes y demostrarnos el subidón que te puede dar una voz poderosa cuando sube en el momento adecuado. Finalizan jugando con las tres voces mientras el saxo y las guitarras hacen de las suyas en un final de esos apoteósicos. Vamos, la definición perfecta del Rock n’Roll para este humilde escriba.

                                                                   CC Coletti.

                                                                      Meat Loaf y Aspen Miller.

Resulta curioso que cuando alguna vez ha salido el tema de los Rolling Stones, la mayoría de los interlocutores te dicen que “Gimme shelter” es una de las mejores canciones del grupo de Jagger/Richards. Hasta ahí coincidimos de pleno. El problema viene cuando muchos de ellos sostienen que además son los que mejor la ejecutan en directo. La mayoría de las veces intentar introducir en la conversación la versión de Meat Loaf resulta estéril… porque ni siquiera la conocen, pero aun así los hay que se permiten el lujo de seguir firmes en sus convicciones sin siquiera haberla escuchado. En fin. Por mi parte lo tengo claro: el clásico de los Rolling es una obra maestra, pero la revisión de Meat Loaf le da mil vueltas lo coloques como lo coloques.