Nuestro querido Ted Neeley, Jesús en la versión cinematográfica del afamado “Jesus Christ Superstar”, llevando a
cabo lo que debió hacer hace un montón de años: montar un grupo y lanzarse a la
carretera a cantar. Alcanzó la fama gracias a su interpretación de Jesucristo y ese estigma le ha
acompañado durante el resto de su carrera. Es verdad que Neeley ha intentado montar algunos proyectos musicales a lo largo
de todos estos años, lo que ocurre es que la fama de la Ópera prima de Andrew Lloyd Webber y Tim Rice le ha condicionado hasta el
punto de correr el riesgo de ser devorado por su personaje.
Resulta obvio reconocer que
una obra de arte tan mayúscula como esta te pueda marcar de por vida, la
canción “Gethsemane” es una obsesión
recurrente y dicha banda sonora la tengo muy presente en mi vida; es lo que
tiene la buena música, una vez que te atrapa no te abandona jamás. Ya
abordamos este tema en otra de las entradas de este pequeño rinconcito. Pese a
que el original lo cantó Ian Gillan,
fue Neeley el que consiguió enfocar
su interpretación hacia el desgarrado dramatismo que demandaba su personaje. Solo igualada por la versión con la que Camilo
Sesto deslumbró a propios y extraños en nuestra España de los setenta,
abordando la adaptación de la obra original con el dinero de su propio bolsillo
y demostrando a todos que su intuición era la acertada. Siempre voy a ser de Gillan y de Camilo –no puede ser de otro modo, su música y su impronta han
ayudado a hacer de mí la persona que hoy soy– pero reconozco el talento y
capacidad de Neeley.
Resulta especialmente
gratificante descubrir esta grabación del año 2013 en la que Ted Neeley, acompañado de su propio
grupo, regala a los afortunados
asistentes del Delaware Theatre Company
de Wilmington una versión de dicha canción que sigue quitando el hipo.
Conviene comentar que Ted vino al mundo un 20 de Septiembre
de 1943, por lo que tenía sesenta y nueve años y seis meses cuando cantó en dicho
show. Pocos, muy pocos, pueden presumir de conservar la voz que demuestra Neeley es esta grabación. Con casi
setenta y regalando su voz de barítono para dejarnos sentados, con la sencillez
y naturalidad del que se sabe seguro de poder hacerlo. Me alegro mucho por él.
Ted Neeley & The Little Big Band: "Gethsemane". Delaware Theatre Company.