Encuentros HUSH.
Este es un sitio musical, no nos engañemos, pero en el que nos vamos a acercar a la música que nos gusta desde distintos ángulos, cual prisma. Como ya dijo el añorado Jon Lord: la música es la forma de arte más elevada que existe; afirmación que, pese a disfrutar de otras manifestaciones artísticas, sostengo plenamente.
Clube de Adictos a Deep Purple
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Púrpura Chess
This blog is basically a musical site. Here we talk about the music we like, using different angles. As dear and missed Jon Lord once said: “Music is the highest kind of Art that exists”. I think the same way too.
Hablar de Ratt es hablar del verano, pocos grupos
de Hard Rock encarnan tan bien todo
lo relacionado con el sol, el calor, la playa y el alterne en general como esta
desquiciada panda de tipos que llevan a la gresca casi desde que se juntaron a
finales de los setenta. Una banda que ha pasado por todos los problemas,
tensiones y circunstancias que nos podamos imaginar… y por los más
inimaginables posibles.
Triunfaron a mediados de los
ochenta de la mano del Hard Rock angelino
que tanto se llevaba por Norteamérica durante esos dorados años trufados de cock rockers, fama, excesos y buen Rock n’ Roll. La característica voz de
su cantante Stephen Pearcy unida a
la excelente guitarra de Warren
DeMartini adornaron un ramillete de buenas composiciones a las que dotaron
de un sonido propio que les hacía distinguibles del resto de coetáneos. Se
separaron a principios de los noventa tras la eclosión del Grunge, pasaron por el triste fallecimiento de su otro guitarrista Robin Crosby por culpa del SIDA, se han peleado, juntado, separado
y vuelto a juntar un buen número de veces, con distintos músicos y con
numerosas demandas judiciales y abogados contratados por todos ellos. Las
disputas legales por el nombre darían por sí solas para un abultado libro; de
hecho, tanto el batería Bobby Blotzer
como el propio Pearcy ya han
publicado sendas biografías con las que nos han proporcionado unas cuantas
horas de entretenimiento a algunos de nosotros. Y siguen de plena actualidad en
estos momentos con la enésima vuelta de tuerca a la cuestión legal, permitiendo
al vocalista Pearcy y al bajista
original Juan Croucier reactivar de nuevo
al grupo con músicos semidesconocidos. En serio, puede que sea el grupo más
disfuncional y retorcido que exista en lo que a estos asuntos se refiere. Hace
tiempo tratamos algunos de sus entresijos legales en estas páginas –no tienes
más que seleccionar la palabra Ratt
dentro de la sección de etiquetas– y no es descartable que volvamos a actualizar
su situación, que ha sido bastante movidita en estos últimos años. Aunque lo
importante es que, por encima de toda esta montaña de despropósitos, el grupo posee
canciones. Eso es un hecho.
Podíamos haber escogido casi
cualquier tema de su discografía para referirnos a esta época del año. Nos
hemos quedado con un par de botones de muestra, mezclando el material más
conocido con el que no ha tenido tanta repercusión; el talento de los grupos de
música se suele medir por la calidad de las canciones que no son éxitos. “Way cool Jr” es uno de los temas más
conocidos de la discografía de Ratt.
Apareció en el disco “Reach For The Sky”
y tiene todos los elementos del Sleazy
Rock, una canción con ritmo vacilón y letra aún más vacilona. Recomendable
también su versión acústica, grabada para uno de los acústico de la cadena MTV, ideal para escuchar mientras te diriges por la
noche con el coche hacia el chiringuito de turno para tomar la bebida fresca
que más te guste.
Ratt: "Way cool Jr". Vídeo oficial.
La otra canción seleccionada
es “Can’t wait on love”. Es menos
conocida y pertenece al disco “Detonator”.
Este álbum salió poco antes de la explosión Kurt Cobain & Co, lo
que arruinó por completo el posible éxito en ventas. Para este disco contaron
con la ayuda en la composición y producción del mago Desmond Child. Nuestro encantador Child les ayudó a facturar uno de sus mejores discos, pero pasó un
poco de puntillas debido en parte a los factores externos antes comentados. La
gira americana fue todo un fiasco y la situación desembocó en la ruptura del
grupo poco tiempo después. No importa, es un disco ganador pese a todo y no me
imagino el verano sin repasarlo una vez más. Es uno de esos discos que en
cuanto lo escuchas te transporta a un determinado lugar espacio/tiempo. La
magia de la música.
Intentar comprender toda la escena musical angelina de los años
ochenta y primeros noventa sin la presencia de Ratt es imposible. No fueron los mejores, ni los más famosos, ni
los que más discos vendieron, ni lograron alcanzar el status de compañeros como
Van Halen, Motley Crue, Poison o Cinderella entre otros, pero este
grupo angelino vivió sus años de gloria en esos dorados ochentas en los que
literalmente todo valía dentro del universo del Rock duro. El sonido de la guitarra del virtuoso Warren De Martini o el personalísimo
tono de voz de Stephen Pearcy van
irremediablemente unidos a esa época y, desde el momento que suenan las
primeras notas de cualquiera de sus canciones, tienen la habilidad de
transportarte a esos años sexo, drogas y rock’n roll. Forman
parte indisoluble de la banda sonora de cada verano para muchos de nosotros. Canciones como “Wanted
man”, “Way cool Jr”, “Can’t wait on love”, “Round and round” están
presentes en el ideario veraniego compartiendo espacio e importancia junto con
el chiringuito de playa, las vacaciones, el calor y el relax propio de esta
época del año. Este grupo, que creció bajo la sombra de Van Halen al igual que otros muchos de su generación, nos dejaron
auténticas joyas como la canción “Back
for more”.
Ratt: "Back for more".
La noticia está en estos
últimos días con la aparición de hasta tres proyectos de sus miembros en
solitario relacionados con la banda madre, a la carrera en solitario de Stephen Pearcy se le suman el nuevo
proyecto del batería Bobby Blotzer Ratt
Experience y el del bajista Juan
Croucier The Other Voice Of Ratt. Casi ná.
Stephen Pearcy. Warren De Martini. Bobby Blotzer.
Juan Croucier. Robbin Crosby.
Pese a haber vendido varios millones de discos durante sus años de
gloria y haber alcanzado varios discos de platino, los últimos años del grupo
han sido verdaderamente duros. Una historia llena de agrias peleas y disputas
internas, coqueteos con las drogas y todos los excesos de la Norteamérica de
esos años, la muerte de uno de sus miembros clásicos o los excesivos egos
desplegados por algunos de sus miembros no le han sentado nada bien al grupo,
que actualmente parece disgregado y preso de esos conflictos. Resulta
especialmente cachondo que, aunque ninguno de sus miembros alcanzó el
estrellato absoluto, demostraron tener unos egos más grandes que personajes
consagrados como David Lee Roth o Steven Tyler. El vocalista Stephen Pearcy se ha separado varias veces
del grupo y ha acabado tocando en los tugurios más bajos y cutres de la América
profunda, pero todavía aparece en las entrevistas como si actuase cada noche en
el Madison Square Garden; el ex
bajista Juan Croucier nunca llegó a
nada cuando salió de la banda pero hasta hace muy poco tiempo ni siquiera
quería hablar de ella en las entrevistas... llegando a solicitar que se hablara
solo de su estudio de grabación!! Y qué podemos decir del batería Bobby Blotzer, uno de los actuales
propietarios del nombre del grupo y que se mete en acaloradas discusiones sin
sentido por facebook, que a las pocas horas borra día sí y día también, contra
su ex vocalista y su ex bajista. Hay que reconocer que todo esto tiene un punto
cachondo, nos amenizan las calurosas tardes de verano a los seguidores de
clásicos como “Round and round”.
Por un lado tenemos a Stephen Pearcy en solitario. Lo cierto
es que ha ido compaginando su carrera en solitario con su estancia a
trompicones en Ratt, nunca ha estado
del todo claro cuando estaba dentro y cuando fuera porque se han pasado a la
gresca estos últimos años. Cuando se fue del grupo por última vez el pasado dos
mil catorce se produjo un duro y agrio cruce de declaraciones por la red – bendito
Facebook – entre el cantante y el batería Bobby
Blotzer. Desde descalificaciones hasta insultos personales; unos angelitos.
El batería achacaba al cantante falta de compromiso con el grupo y Pearcy se despachaba con socarronería
dejando ver que el batería sin su característica voz en la banda no es nada.
Nuestro encantador vocalista lleva desde el pasado año dos mil once anunciando un
nuevo disco en solitario que todavía no ha salido, ha puesto a la venta algunos
temas sueltos, le ha cambiado al título anunciado al disco un par de veces… y
acaba de decir, después de poner a caldo a sus ex compañeros de Ratt, que hay un par de canciones
grabadas con los propios Ratt y que
no sabe nada pero le gustaría que algún día viesen la luz. Desde luego, no debe
ser sencillo el día a día con este encanto.
Aunque no le debía faltar razón
al bueno de Stephen porque parece
que Ratt no tienen intención de
volver a la actividad con otro cantante, en estos días inciertos de banquetes
de migajas para los grupos que fueron semi estrellas en el pasado la baza del
vocalista original suele ser casi definitiva. Aquí parece ser que el principal
culpable es el guitarra fundador Warren
De Martini, que parece reacio a reformar el grupo sin Pearcy. Por su parte Blotzer
hace unas semanas ha sorprendido a todos montando una especie de grupo tributo
para tocar los temas de Ratt. Bajo
el sugerente y original nombre de Bobby
Blotzer Ratt Experience ha reclutado a músicos de LA Guns o Love/Hate y se
ha lanzado a la carretera a realizar actuaciones recogiendo los temas clásicos
de Ratt más la incorporación en el
set list del buenísimo disco “Invasion
Of Your Privacy” de Ratt en su
totalidad; por supuesto también ofrecen un homenaje póstumo al fallecido Robbin Crosby. Una jugada más para
provechar el posible tirón que puedan tener hoy en día Ratt, que desconozco cuál será aunque que no me importaría en
absoluto asistir a uno de sus conciertos si pasaran por mi ciudad. Por último,
hace un par de días soltaba en comentarios por internet unas perlas del estilo
que el problema entre Stephen y Ratt provienen de roces con el
guitarrista Warren De Martini. Aquí
no hay quién entienda nada.
Pero lo que ya resulta
sorprendente del todo es que el bajista Juan
Croucier ha hecho lo mismo con su propio grupo. Nuestro querido angelito ha
montado una banda que, bajo el singular y nada pretencioso nombre de Juan Croucier The Other Voice Of Ratt,
tiene como intención recrear los temas de Ratt;
con dos cojones. Resulta curioso que un tipo que salió del grupo hace más de
veinte años, que se pasó todo ese tiempo despotricando de la banda y que volvió
al combo hace un par de años haya conseguido salir tarifando de nuevo con todo
el mundo y ahora tengo los arrestos de salir con una especie de grupo homenaje.
El propio Blotzer no ha tardado ni veinticuatro horas en anunciar que el nombre es de su propiedad y que tiene pensado demandarle. Delirante. Una vez más, si pasan por mi ciudad voy a verlos, fijo.
Lo cierto es que el grupo lleva unos cuantos años sin levantar cabeza
y es una lástima porque, cuando los astros se han alineado y sus componentes han
podido soportarse en un estudio de grabación durante un par de semanas, han
creado grandes canciones. Stephen Pearcy
dejó el grupo en el 1992, en pleno apogeo del Grunge que les hundió como a otros tantos grupos de Hard Rock americano, volvió a la banda en el 1997, les volvió a
dejar en el año 2000, se reagrupó de nuevo con ellos en el 2006 para volver a
largarse el pasado año 2014; vamos, todo un angelito.
La formación clásica, la que grabó las canciones que todos conocemos,
estaba formada por Stephen Pearcy a
la voz, los guitarristas Warren De
Martini y Robbin Crosby, el
bajista Juan Croucier y el batería Bobby Blotzer. En el año noventa y dos
se desbandó el grupo tras la salida de Pearcy,
desde entonces el nombre del grupo está bajo propiedad de Blotzer y De Martini,
que han seguido con el grupo buscando a otros componentes; en esos años han
contado con la inestimable ayuda de músicos como el cantante de Love /Hate Jizzy Pearl, el
guitarra/cantante que pasó por Motley
Crue John Corabi o el ex guitarra de Quiet
Riot Carlos Cavazo entre otros músicos ilustres. Por su parte Juan Croucier se construyó un estudio
de grabación y colaboró en un par de discos normalitos pero que pasaron totalmente
desapercibidos, resulta curioso el odio que siempre ha destilado hacia su
antigua banda, negándose a hablar de ella en ninguna entrevista hasta hace bien
poco.
Ratt con Jizzy Pearl y John Corabi.
La peor parte se la llevó el tristemente malogrado Robbin Crosby, fallecido por SIDA en el 2002. Especialmente tristes
fueron sus últimos días, muriendo solo en un hospital sin su familia ni ninguno
de sus ex compañeros cerca. Ahora todo parecen recuerdos sentidos y homenajes
desde miembros de su grupo, pero la realidad es que pasaron de él cuando
enfermó e incluso cuando se volvió a reagrupar la formación original en el 1997
bajo el auspicio de la multinacional Sony
y el cheque en blanco de John Kalodner,
mentor y figura en la sombra de muchos de los mega éxitos de las bandas de los
ochenta y noventa, el resto de los miembros no le dejaron participar en la
reunión porque estaba enfermo, gordo y había perdido su apariencia física. Un
duro mazazo que seguro supuso una zancadilla más en esos tristes últimos años
de su vida; pero de esto puede que hablemos en otro momento.
Última grabación de Robbin Crosby. 1999.
Tal y como están las cosas puede ser que los Ratt sean probablemente le grupo más inestable del planeta, por lo que
si te gusta el grupo y tienes la extraña oportunidad de verlos en directo, no
lo dudes ni un segundo y lánzate en picado a disfrutar de la experiencia.
Todavía recuerdo como increíblemente les contrataron para actuar en un festival
celebrado en la granadina ciudad de Atarfe en el año dos mil siete, ofreciendo
una estupenda actuación durante los más de noventa y cinco minutos que duró su
show. Un año después anunciaron gira europea y española, que por supuesto se
suspendió por cualquier roce que surgiera en cualquier momento del día entre
estos individuos tan peculiares. Nos quedamos disfrutando con su clásico “Round and Round” y cruzando los dedos
para que se coman los mocos con sus extraños proyectos en solitarios y no les
quede más remedio que volverse a juntar otra vez más. El Rock lo agradecerá.