Clube de Adictos a Deep Purple

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Púrpura Chess

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lunes, 14 de noviembre de 2022

Ian Gillan: "Heartbreaker", 1978. Los discos fantasmas. XII.

Un nuevo Noviembre se dibuja en el horizonte y de su delicada mano regresa a estas páginas una vez más Ian Gillan. Nuestro adorado Garganta de Plata -no es ningún secreto que desde aquí sentimos una predilección especial por este hombre que ha hecho tanto y tan grande por el Rock n' Roll- vuelve a brillar con luz propia y por derecho propio entre las letras de este humilde escriba. No sé porqué, pero este es su mes; sin duda. Y lo vuelve a demostrar con ese inesperado retorno a los escenarios españoles. Gillan en solitario lleva sin actuar en España desde aquella lejana gira Noviembre/Diciembre de 1991. Mucho tiempo sin poder disfrutar de la discografía de su grupo en solitario. Desde que volvió a la nave nodriza Purple para aquel estupendo "The Battle Rages On" en 1993 que servía para celebrar el vigésimo quinto aniversario del grupo, se ha prodigado poquísimo en solitario. Entendió como nadie que el asunto estaba comandando el micro de Deep Purple...y así hasta hoy. Tan solo realizó un tour norteamericano durante el verano de 2006 para promocionar "Gillan's Inn”, un pedazo de disco con nuevas grabaciones de temas de todo su recorrido musical con un elenco de invitados de lujo y que es pieza imprescindible para todo aquel que sienta algo por nuestro inimitable vocalista y por el Rn'R. Recuerdo muy bien todas las expectativas que había de realizar una gira europea como Dios manda y al final nada de nada. Se programó un pequeño tour por Australia, pero se canceló por el ingreso en el hospital del bajista que por entonces llevaba en sus shows en solitario; Rodney Appleby, bajista que también grabó “Gillan’s Inn”, sufrió el alcance en el cuello de un disparo… de un vecino suyo que intentaba matarlo?!

Gillan's Inn 06: I.Gillan, Rodney Appleby, Randy Cooke, Dean Howard, Michael Lee Jackson y Joe Mennona

Lo que ha venido realizando de manera esporádica aquí y allá han sido conciertos especiales con orquesta y grupo de Rock, nada de giras, un puñado de fechas al azar cuando sus compromisos con Purple le han dado unas pequeñas vacaciones. Gillan siempre ha sido un animal de escena, ha declarado y demostrado infinidad de veces que le encanta subirse a un escenario y vivir todo el ajetreo de actuar en vivo y podemos dar fe de que no ha exagerado con dichas declaraciones. En el año 2016 se descolgó con una gira europea con orquesta y el grupo de Don Airey acompañándole. Aquello fueron palabras mayores: un repertorio que tiraba de espaldas, un grupazo que tiraba de espaldas, una actitud que tiraba de espaldas y todo que tiraba de espaldas. Nada de tocar los cuatro clásicos de Purple de siempre y ya está, no; el set list estaba trufado de temas en solitario/DP. El grupo de Airey sonaba que te cagas y el guitarrista resultaba tan espectacular como adecuado al rollo de Gillan. Dicho guitarra no era otro que Simon McBride, actual sustituto de Steve Morse a las seis cuerdas de Deep Purple.

Cuando este verano se anunciaban las nuevas actuaciones de Ian Gillan en solitario con orquesta por el territorio español, la sorpresa y el subidón fueron mayúsculos; por fin llegó nuestro momento de saborear a Ian en solitario como se merece. Poco a poco se han ido conociendo más detalles de estas actuaciones y al final resulta que se va a tratar de un concierto de orquesta con varios cantantes tocando clásicos de Queen, Pink Floyd, Metallica...y entre ellos Gillan haciendo los cuatro clásicos de Purple. En fin, nuestro gozo en un pozo. En este formato de conciertos también ha participado antes Ian, pero teníamos la esperanza de presenciar una actuación completa suya con todo su fondo de catálogo. Bueno, supongo que siempre es mejor esto que nada. 

Gillan & Orquesta 16: I.Gillan, Jon Finnigan, Stephen Bentley-Klein, Don AIrey y Simon McBride.

Y en medio de toda esta necesaria introducción –con el marco de la gira hispana de Ian Gillan, como no, en Noviembre- volvemos a repasar la discografía fantasma de nuestro vocalista favorito. Durante los dorados años setenta y parte de los ochenta Gillan fue el ilustre propietario de los estudios Kingsway Recorders en pleno corazón londinense. En realidad eran los enigmáticos estudios De Lane Lea en los que grabaron algunas de sus obras maestras grupos como Queen, Rolling Stones, Beatles o los propios Deep Purple; de hecho el mítico Jimi Hendrix registró allí para la posteridad clásicos como “Purple haze” o “Hey Joe”. El caso es que en esos años Gillan compró estos estudios y los rebautizó como Kingsway Recorders, ya que estaban ubicados en la dirección del mismo nombre. Viendo ahí una posibilidad en la que invertir sus ganancias adquiridas con Purple, fue uno de los diversos negocios que decidió montar al abandonar el mítico grupo de la púrpura y la música en activo en 1973. Fueron unos años convulsos para nuestro aguerrido vocalista, supongo que como gran parte de su vida artística. No vamos a entrar en detalles sobre las andanzas de un Ian Gillan acostumbrado a disfrutar de la vida fuera de control ya que este tema lo hemos abordado en otras ocasiones; aunque, ahora que lo pienso un poco, creo que tampoco nos hemos detenido en ello en profundidad. Ese Gillan del que nos cuenta una anécdota bastante cachonda Colin Hart, asesor personal de Purple/Blackmore durante un porrón de años y cuya autobiografía titulada "A Hart Life" es de lectura obligadísima para todo buen purpeliano. Relata entre otras muchas cosas lo complicado que era cuidar de Gillan cuando este desfasaba de fiesta, asunto que por lo visto sucedía muy a menudo estando de gira. Comentaba el pedazo de pan de Colin que, en cierta ocasión, cuando al fin consiguió llevar al indómito Garganta de Plata a su habitación de hotel por la mañana tras toda una noche disfrutando de los efectos del alcohol y con todo el personal en vilo ya que debían partir a la ciudad donde esa noche seguía la gira del grupo, le dijo al tour manager: -Aquí lo tenéis, ahora pasa a ser el problema de otro. Colin Hart e Ian Gillan; genio y figura, ambos. Ahora que lo pienso quizá debería detenerme en profundidad en esos cuatro o cinco años tan descolocantes de Gillan, seguro que en la siguiente ocasión.

Pero no nos desviemos. El hecho de ser propietario de los estudios de grabación londinenses le dio pie a estar presente de manera activa o pasiva en muchas grabaciones durante esos años. Incluso en algunas de ellas colaboró metiendo coros o tocando percusiones. Muchas de estas sesiones al final no se materializaron en nada y han estado cogiendo polvo en alguna bobina guardada durante décadas en cualquier oscuro cajón. El caso de Heartbreaker es un ejemplo de esto.

Heartbreaker.

Este desconocido grupo se formó en tierras británicas en 1973. El vocalista Steve Annetts fundó el combo junto al batería Ian Foster y el bajista Dave Sexton. Los tres encontraron al guitarrista Roger Lewis, que había tocado con Keith Scutter, y completaron el sexteto con Andy Hill a los teclados. Esta fue la alineación primigenia de Heartbreaker. Se ganaron una cierta reputación tocando por los garitos de la antigua Inglaterra, incluso actuaban con bastante regularidad en el antiguo, famoso y ya desaparecido club Marquee. Pronto el mánager Johnny Glover, que había trabajado con bandas como Free o Spooky, se fijó en ellos y comenzaron una relación que duraría hasta 1977. Les consiguió un contrato con la entonces poderosa compañía de discos EMI, pero no llegaron a un acuerdo para formalizar la grabación de un disco.

Tras acabar la relación con Glover y gracias a un amigo llamado Richard Griffiths, Heartbreaker lograron captar la atención de Ian Gillan. Steve Annetts recuerda aquel primer encuentro en el club Target de la localidad de Reading como si fuese ayer. Heartbreaker acababan de finalizar su actuación en dicho club y Steve se encontraba charlando con unos amigos en un lateral del escenario. En ese momento Gillan se acercó a ellos y le saludó, esperando amablemente a que Steve terminase su conversación. Fue entonces cuando Gillan le dijo que no entendía como alguien con una voz como la suya no fuese todavía famoso. Un agradecido Annetts le comentó que suponía que así funcionaban las cosas en el negocio. Siguieron charlando sobre Rock n’ Roll un rato hasta que Gillan le dijo que le había encantado el grupo y quería llevarles como mánager. Annetts le comentó que no sabía quien era y Gillan, entre risas, le dijo que seguro que le conocía. Le comentó que se llamaba Ian Gillan y que era el vocalista de Deep Purple. Steve Annetts se quedó tan alucinado que fue incapaz de hablar correctamente durante los siguientes cinco minutos hasta que asumió la situación. Claro que sabía quién era Gillan, lo que pasa es que le conocía de las fotos de todos sus discos con el pelo largo y cuando Gillan dejó Purple se cortó el pelo. Ian en aquellos primeros momentos de ruptura con Purple estaba tan quemado con la industria discográfica que quiso cortar de raiz sus vínculos con el Rock y hasta se cortó el pelo. Es por esto que Annetts no había conocido al Gillan con el pelo corto que estaba frente a él.

Durante esos dieciocho meses de los años 1977/78 Ian Gillan se encargó del management de Heartbreaker. Registraron en los estudios Kingsway unos cuantos temas, algunos que llevaban ya regularmente en su repertorio y otras nuevas composiciones; se registraron canciones como “Berlin Berlin”, “Mister moonlight”, “Angel in rags”, “Gamblin man” u “On the road” entre otras. El propio Ian Gillan estuvo presente y colaboró en las grabaciones junto a Colin Towns y Mick Underwood; Towns y Underwood eran el teclista y batería del propio grupo del vocalista que se llamaba Gillan, como no podía ser de otro modo. Mick Underwood ayudó en las tareas de producción, mientras que Colin Towns metió algunos arreglos de teclados. Lo cierto es que Towns, pianista y músico de muchísimo talento aunque bastante infravalorado, metió sus teclas y su talento en las grabaciones de muchos de los grupos que se acercaron a los Kingsway para registrar algo de música durante esos años. Incluso Barón Rojo cuenta con sus aportaciones en el mítico “Volumen brutal” que se fraguó en esos estudios a principios de los ochenta. El disco, que constituye una piedra angular dentro del Rock duro en España, se publicó en 1981 y cuenta con la colaboración acreditada de Colin Towns en el tema “Concierto para ellos”.

Ian Gillan y Colin Towns.

Pero volvamos al disco de Heartbreaker. Las aportaciones de Towns se pueden escuchar en las canciones “Angel in rags” y  “Kingsway reprise”. Gillan, por su parte, hizo coros en “Angel in rags” y metió percusión en “Heartbreaker”. Había material de sobra para armar un disco, pero al final ni siquiera el propio Ian Gillan consiguió asegurar para el grupo un contrato discográfico. Las cosas parece que se estancaron hasta que un apesadumbrado Gillan les dijo que no podía hacer nada más por ellos. Separaron sus caminos con la promesa de Ian de prestar su colaboración al grupo en el caso de que lograsen el ansiado contrato por algún otro lado. Cuenta el propio Steve Annetts que tras estos acontecimientos la ilusión en el seno del grupo se fue difuminando. Tras el subidón de haber conseguido atraer la atención del mismísimo Ian Gillan, el hecho de volver al principio de nuevo sin nada logrado hizo que los miembros del grupo acabasen dejando dormir el proyecto. El propio Annetts, tras estar un año sumido en la más absoluta oscuridad musical, acabó aceptando el puesto de vocalista en el grupo After Dark. Fin de la historia. Supongo que el auge del Punk en esos años en reino Unido tampoco ayudó a que estos grupos de Hard Rock clásico llegasen más lejos.

Las cintas con las grabaciones de los Kingsway Recorders pasaron a coger polvo en cualquier cajón de cualquier armario hasta que este año se han recopilado en forma de cd y finalmente ven la luz del sol. Un total de catorce temas, recopilando las demos y grabaciones que realizó el grupo entre los años 1974 y 1978, conforman este disco que suena bastante bien y que demuestra que el olfato musical de Ian Gillan funciona perfectamente.