Encuentros HUSH.
Este es un sitio musical, no nos engañemos, pero en el que nos vamos a acercar a la música que nos gusta desde distintos ángulos, cual prisma. Como ya dijo el añorado Jon Lord: la música es la forma de arte más elevada que existe; afirmación que, pese a disfrutar de otras manifestaciones artísticas, sostengo plenamente.
Clube de Adictos a Deep Purple
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This blog is basically a musical site. Here we talk about the music we like, using different angles. As dear and missed Jon Lord once said: “Music is the highest kind of Art that exists”. I think the same way too.
La banda de culto por excelencia -esto es, los Misfits- acaban de anunciar un nuevo show de reunión para el próximo año 2022. La reunión de los míticos y originales Glenn Danzig a la voz, Jerry Only al bajo y Doyle Wofgang Von Frankenstein a la guitarra sigue dando placer a todos sus seguidores repartidos por todo lo largo y ancho de nuestro planeta. Lo realmente interesante de esta nueva actuación anunciada... !para dentro de más de un año! no es otra cosa que la interpretación de manera íntegra de su clásico disco "Walk Among Us". Vamos, para no perdérselo. No nos cabe duda de que las entradas se agotarán en un santiamén; no en vano estamos hablando de los tipos que consiguieron reventar el emblemático Madison Square Garden y eso no es algo que esté al alcance de cualquiera precisamente. Nuestros entrañables outsiders punkis colgaron el cartel de sold out en el recinto neoyorkino, el único grupo de estas características y estilo musical que ha logrado semejante proeza. Con dos cojones.
Misfits. Forum. Los Angeles. 31.12.17. Sold out. No está mal para unos punkarras.
Desde que el pasado Mayo de 2016 la formación clásica anunciase que se volvía a juntar para actuar en directo después de 33 años sin hacerlo, todo parece que les está marchando sobre ruedas; bien merecido se lo tienen estos forajidos. Parece ser que tanto Jerry Only, bajista que seguía funcionando bajo el nombre del grupo, como el irreductible Glenn Danzig consiguieron contemporizar sus míticas diferencias y acordaron darse el merecido baño de multitudes poniendo al grupo con la formación clásica de nuevo en la ruta. Bajo el nombre de The Original Misfits han ido ofreciendo conciertos muy selectivos y con cuenta gotas, por supuesto con todos los tickets vendidos, que no han hecho sino seguir cimentando su fama y reputación. Lo del "Walk Among Us" es otro detalle más del universo Serie B de clase de este grupo tan atípico y especial. Todavía se te eriza el bello de la piel si visionas alguno de los conciertos piratas que realizaban en los primeros años ochenta en cualquiera de los tugurios más cutres del territorio norteamericano. La electricidad se puede palpar en cuanto aprietas el boton del on y todavía sigue intacta cuarenta años después. Seguro que si alguien le dice a esta gente que años después alcanzarían semejante estatus no hubiesen dado crédito.
"Walk Among Us" aparece reflejado como el primer disco publicado por el grupo y para muchos es algo así como su obra fetiche. Conviene comentar que, pese a que en cuanto aparezca la noticia se nos dirá que este es su primer disco, los Misfits ya publicaron con anterioridad varios singles y Eps; de hecho el grupo grabó un par de discos antes que este famoso "Walk Among Us" publicado en 1982. Del año 1978 datan las grabaciones de lo que debería haber sido su primer disco, titulado "Static Age". Esta obra no se publicó sencillamente... porque no encontraron ninguna compañía que se atreviese a lanzarlo. Dos años después, en 1980, grabaron "12 Hits From Hell", que tampoco encontró compañía de discos que lo pusiese en la calle. Un año después lograron publicar un single/maxi bajo el título de "3 Hits From Hell" que recogía tres de los temas registrados para ese fallido disco de la banda. Por fortuna ambos discos aparecen en la estupenda e imprescindible caja recopilatoria que el grupo publicó en 1996. Bajo el acertado título de "Box Set" este fetiche contiene casi todo lo que puede hacer feliz a cualquier seguidor y completista de Misfits. Finalmente, en el año 1982 por fin editaron su primer long play propiamente dicho. Salió "Walk Among Us" y se forjó la leyenda. Por supuesto y con la que está cayendo, fuera de EEUU te puedes olvidar de verlos; ya de España es que ni hablamos, claro. Es por esto que los fans de Chicago, Illinois deben estar de enhorabuena. Imperdonable si humanamente te puedes acercar a verlos y no compras ya tu entrada.
Misfits: "Walk Among Us". 25 minutos de rabia, melodía y terror.
Seguimos recordando esas canciones que, aunque a primera vista no lo
parezcan, conectan a la perfección con el espíritu veraniego; puede que lo
hagan a otro nivel distinto del habitual, no cabe duda de ello, pero desde luego que así
resulta para unos cuantos millones de descerebrados sin remedio que nos
repartimos por este bendito mundo de Dios.
En estos parámetros nos situamos con Danzig.
El grupo del vocalista Glenn Danzig
lleva funcionando desde finales de los ochenta presentando un personal estilo
musical que sin duda nos puede recordar a todo menos al calor del verano. Esto
no nos podía importar menos a muchos de sus seguidores a la hora de enfocar a
nuestro querido príncipe de las tinieblas dentro de todo este bendito rollo del sol,
las olas de mar y una bebida bien fría.
“Dirty black summer” fue uno de los
singles del disco “How The Gods Kill”.
Glenn y sus muchachos estaban acabando de asentar su nuevo grupo, surgido
de las cenizas de los imprescindibles Samhain,
cuando de pronto su mítico tema “Mother”
les hizo triunfar en el mundo entero –menos en España, claro-; de hecho fue en parte gracias al éxito del propio "How The Gods Kill" que se decidieron a regrabar el mítico tema que volvieron a presentar en su Ep mitad estudio mitad directo totulado "Thrall Demonsweatlive". De pronto estaban en todas lsa listas de ventas y se
encontraban en la mejor posición posible para comerse el mundo, pero algo tan
sencillo no estaba en la agenda de nuestro adorable Evil Elvis. La grabación
de este clásico “How The Gods Kill”,
tercero de su discografía por entonces, estuvo rodeado de presiones y anécdotas
de todo tipo, algunas de ellas tan inverosímiles como cachondas, aunque este
asunto lo abordaremos como se merece en otro momento. El caso es que durante la
grabación de este disco Danzig creyó
oportuno escribir una canción que versase sobre el verano… sobre su percepción
del verano, claro; nada es sencillo o predecible en el universo de Glenn. Nuestro afable y cercano
vocalista ideó un tema que hablaba sobre lo que hacían los chicos con los que
se juntaba mientras creció en New Jersey, chavales que en cuanto llegaba el
verano y dejaban sus escuelas salían a las calles sin nada que hacer, con todo
el tiempo para perder y buscando problemas. En esta clave tenemos que hacer la
lectura de esta canción, tan oscura e irreverente como uno podía esperar del
entrañable Glenn.
Lo cierto es que la canción fue todo un pelotazo, rodándose de la
misma un vídeo clip igual de siniestro que el propio tema y que acabó en los
televisores de la mayoría de hogares norteamericanos; no en vano el director de
dicho vídeo fue el prestigioso Anton
Corbijn. Estos fueron los años dorados de Danzig en cuanto a popularidad se refiere, el tipo salía por todos
lados en la prensa especializada, incluso alguna revista española se llegó a
hacer eco de la publicación del estupendo “How
The Gods Kill”. Algo así no debió de ser del todo saludable para un tipo
con el enorme ego de Glenn, que no
dejó de montar numeritos en plan prima
donna en cuanto tenía la oportunidad de ello; aunque, qué demonios, es
mucho más interesante que un músico te ofrezca performances y espectáculo hasta
en sus entrevistas a que se presente como el mecánico del taller de tu barrio fingiendo
ser tu nuevo e inofensivo mejor amigo.
Danzig 92: John Christ, Glenn Danzig, Chuck Biscuits y Eerie Von.
“Dirty black summer” consiguió ser
algo así como una especie de hit single,
pero sin que Danzig hiciese una sola
concesión a la comercialidad. Desde el siniestro inicio con esos efectos casi
inaudibles de viento y ecos aparecen todas las señas de identidad de la música
con la que Glenn se lleva ganando la
vida y haciendo felices a sus seguidores durante todos estos años. Esa perversa
y oscura mezcla Blues/Heavy/Crooner 50’s,
con sus ritmos machacones y su toque de Serie B siniestro respiran por los
poros de “Dirty black summer” y de
todo el “How The Gods Kill” al
completo. Danzig en toda su
controversia, irreverencia, provocación y esplendor.
Es empezar a hablar de Danzig e
inmediatamente se enciende un chip que debemos tener en algún recóndito rincón
de nuestra masa gris. Algo debe tener este tipo de especial que, sin haber
alcanzado el estrellato e incluso haber hecho todo lo posible por no lograrlo,
nos toca la fibra a algunos de nosotros. La cantidad de grandes canciones que
tiene en su haber el amigo Glenn,
comandadas por el imperecedero “Mother”,
darían juego para pasar un buen número de noches apoyados en la barra de algún
oscuro tugurio, en mitad de la noche más sugerente y tenebrosa, arropado por la
música adecuada de fondo, con una copa al lado y en la compañía correcta
mientras te metes de cabeza directamente en el fondo del asunto musical esperando
hasta que los primeros rayos de luz aparezcan en un ejercicio que hace
disfrutar a la mente y revitaliza el alma.
Esta canción es una de las revisiones que aparecieron hace algo más de
dos años en el disco de versiones que nuestro querido artista bautizó como “Skeletons”. Aquí nos encontramos a un Danzig que arropa con su voz más
aterciopelada pero llena de carácter esta gran canción, llevándola a su terreno
y demonizándola por completo mientras demuestra una vez más su bagaje musical y
su criterio a la hora de escoger la música que homenajear.
Esto de los discos de versiones lleva unos cuantos años completamente
de moda, de tal modo que uno casi acaba antes nombrando a los grupos que
todavía no han publicado un disco de estas características. La mayoría de las
veces estos discos de versiones son una especie de grandes éxitos con algunas
de las canciones que todos conocemos y acaban resultando completamente
predecibles; ojo, poco que objetar a muchos de estos clásicos en sí mismos, el
problema viene a la hora de usarlos por otros grupos para ensamblar uno de
estos discos. No es este el caso de Danzig,
nuestro particular Evil Elvis se cuidó mucho de crear una obra en la que lo
importante no eran los títulos de las canciones, sino el concepto global que
resultaba de las mismas y su tratamiento por parte del grupo. Hay canciones que
son archiconocidas y otras que no lo son tanto, aunque también sean grandes
composiciones. Glenn puso sobre el
tapete una selección de temas con vida propia que no eran necesariamente
famosos… algunos ni siquiera eran los más reconocibles de los grupos que
originalmente los crearon. “Lord of the
thighs” es una delicia de canción, pero ni por asomo es de las más
conocidas de Aerosmith; de hecho
estoy seguro que la mayoría de fans histéricos que saltan en las primeras filas
de sus conciertos cada vez que interpretan el famoso a la par que insoportable “I don’t want to miss a thing” ni
siquiera la conocen. Encontrar el equilibrio entre el bagaje musical, el buen
criterio, el eclecticismo y el estilo a la hora de seleccionar las versiones a
realizar me parece todo un arte en sí mismo. Y Danzig aquí lo demuestra, una vez más.
En lo que respecta a “Rough
boy”, poco más se puede añadir a la escucha de la canción. Uno de esos
temas melancólicos y densos que tan bien se le dan a Glenn. Preciosa canción, original del disco “Afterburner” de los ZZ Top.
Seguro que para el gran público no sea de las canciones más reconocibles del
grupo, pese a entrar en las listas de éxitos de la época, y sin embargo rebosa poder por los cuatro
costados. La rendición que hace Danzig
es simplemente perfecta. Capta su esencia, consigue transformarla y llevársela
a su terreno, pero logrando respetar el original. Otro debate abierto: ¿una
versión debe ejecutarse y sonar como el original o intentar innovar a partir
del sentir del propio tema? Una sugerencia para que nuestro colaborador Metálico tome en consideración.
En apenas un par de meses Glenn
Danzig y su grupo inician una nueva –y corta– gira
por Europa para celebrar el treinta aniversario de su grupo Danzig. Recientemente actuó en el
festival Psycho Las Vegastocando su exitoso disco “Danzig III: How
The Gods Kill” al completo,
además de otros clásicos de su interesante discografía; veremos qué hace en
esta gira europea. Por supuesto, de España nada de nada.
Danzig 88-94: Eerie Von, Glenn Danzig, Chuck Biscuits y John Christ.
Glenn Danzig hoy en día es poco menos que un icono para un
importante sector de aficionados a la música. Alma máter del grupo de
culto Misfits, formación pionera dentro de la seminal escena Punk
Rock norteamericana que brotó con fuerza a finales de los setenta y principios
de los ochenta ofreciendo una respuesta contracultural a una generación de
jóvenes con sed de rebelión ante los convencionalismos e hipocresías que les
rodeaban. No hay más que visionar algunos de los vídeos piratas de sus
actuaciones en directo para darse cuenta de la energía y rabia que transmitía
este singular grupo; nada impostado ni ensayado de antemano, todo real, sincero
y puro. Años después Metallica grabó una versión de una de sus canciones
y alcanzaron el reconocimiento.
Misfits.
Pero un culo inquieto como el
de Glenn hizo que poco después Misfits se rompiesen. El carácter
imposible de nuestro encantador Evil Elvis se embarcó en una
nueva andadura a la que bautizó con el nombre de Samhain, explorando su
lado más siniestro y acercándose algo al Rock más oscuro en la ecuación.
Tras tres discos y unas espeluznantes presentaciones en directo –imposible olvidar la imagen de un Glenn con la
cabeza llena de sangre mientras descendía a los infiernos con su música– la mutación se hizo completa y derivó en otro grupo
con su mismo nombre artístico: Danzig.
En el grupo, además del propio Glenn,
permaneció el bajista Eerie Von.
Curiosamente Eerie se introdujo en
el universo Danzig como fotógrafo al
hacerse amigo del cantante en tiempos de Misfits.
Le llegaron a ofrecer un puesto en el grupo, pero él declinó la oferta pese a
acabar llegando a realizar algunas grabaciones esporádicas con los mismos.
Formó parte de Samhain como batería,
aunque pronto se pasó al bajo. Su presencia fue la condición base para el nuevo
grupo que el productor Rick Rubin le
propuso montar a Glenn y que acabó
convirtiéndose en Danzig. Cuando el Grunge primero y la Música Industrial después se cargaron
cualquier atisbo de popularidad en el Rock
duro/ Heavy y, en un incomprensible cruce de cables monumental, Glenn
despidió a toda su banda para abrazar el concepto industrial –como hicieron una
gran cantidad de músicos rockeros, conviene recordar–, nuestro amigo Eerie publicó un par de discos
realmente especiales; especialmente interesante resulta la escucha de “Uneasy Listening” que, haciendo honor
a su título, representa un extrañísimo e inclasificable artefacto que te
engancha sin remedio. Un tipo altamente peculiar este Eerie Von, con el que habrá que detenerse en otro momento.
Danzig –el grupo–
tiene un importante ramillete de canciones imperecederas, pero tal vez sea “Mother” su composición más famosa y
reconocida. Su clásico por excelencia. Aquí en España nunca llegó a tener una
repercusión importante, desgraciadamente, pero en el resto del mundo Glenn Danzig tuvo su etapa de fama y
gloria. La evolución de su estilo musical desde los primeros tiempos Punks
de Misfits hasta el Rock/Heavy más clásico y oscuro
evolucionado de Black Sabbath nos
permite disfrutar de una serie de discos de primera categoría.Es un placer escuchar a Danzig presentando su personalísimo híbrido de influencias Jim Morrison, Led Zeppelin, Elvis Prestley o Black Sabbath entre otros. Tiene de
todos, pero no suena a ninguno de ellos; un mérito al alcance de unos pocos
artistas.
Recuerdo muy bien la primera vez que topé con Danzig en mi vida. Fue hace un montón de años durante una visita
casual a la conocida tienda de discos Sun
Records, de hecho creo recordar que acababan de abrirla. Estaba ojeando cds
y cassettes –sí, antes podían ir a las tiendas de discos a comprar cassettes y
vinilos– y apareció ante mí un grupo del que no había oído hablar nunca que
tenía un disco con una canción titulada “Mother”
en su interior. Inmediatamente sentí la inexplicable certeza de que esa canción
debía ser buena, un tema que se titule “Mother”
no puede sonar mal, y me compré el cassette. En aquellos tiempos ya llegaba el
dinero y todavía no habían entrado en escena las hipotecas y todas esas
responsabilidades inherentes a la edad adulta. Era un Mini Lp en cuya primera
cara me encontré con una versión Doom
de “Trouble”, el clásico de Elvis. El disco no sonaba mal, pero en
la segunda cara de repente explotaron en mi cara los primeros acordes de “Mother” en directo. Esa canción lo
tenía todo. Glenn Danzig había
conseguido condensar en apenas tres minutos y medio lo que otros muchos no
consiguen alcanzar a lo largo de sus vidas completas. El cautivador riff de inicio, la desafiante voz de Glenn, la calma que conduce a la
tempestad, un estribillo imbatible y destinado a ser coreado por hordas de fans
enloquecidos… hasta las letras son inteligentes. Y todo esto conseguido sin
hacer una sola concesión a la comercialidad, aunque era obvio que la canción
tenía un gancho irresistible. Ni que decir tiene que al día siguiente volví a
la tienda para comprar la edición en cd y en unas pocas semanas ya tenía la
discografía de Danzig en mi
casa.Recuerdo también que enseguida
sentí la necesidad de escuchar la versión en estudio. Curiosamente en la
segunda escucha del Mini Lp dejé pasar la cinta hasta el final –algo que siempre
tengo la costumbre de hacer para alargar la vida y calidad de reproducción de
la misma- y, tras unos minutos de silencio, apareció ante mis oídos la versión
en estudio de dicho tema… que resultó ser todavía mejor que en directo. Otra de
las excentricidades del amigo Glenn
y que, unido a su incuestionable talento, lo hacen tan especial. En la versión
cd el lector reconoce la friolera de noventa y tantas pistas, pero están todas
en blanco hasta llegar a la última que es “Mother”
en estudio. Si será buena la canción que toda la gente ajena al Rock a la que se la he puesto, y ha sido mucha, se ha sentido atrapada por su potencial.
Esta canción apareció en el primer disco de Danzig, que lleva como título el propio nombre del grupo, pero no
alcanzó el éxito hasta dicha versión en directo que el grupo publicó en el Mini
Lp del que estamos hablando cinco años después, titulado “Thrall: Demosweatilive”. Comenta el propio Glenn que en el mismo instante en el que la compuso se dio cuenta
de que estaba ante algo especial. Muy excitado, llamó al propio Rick Rubin para decirle que acababa de
componer la mejor canción de su vida. Aquel verano del 93 la versión en vivo de
“Mother” sonó en las emisoras
estadounidenses, de hecho sigue siendo la entrada más alta de un single de Danzig en las listas de éxitos. El
vídeo en directo se programó en la MTV hasta
la saciedad por entonces. Este Mini Lp acabó siendo disco de oro y de platino
posteriormente.
No se le despegaron los pies del suelo más de la cuenta a Glenn Danzig, de hecho siguió sin
ofrecer la más mínima concesión a la comercialidad o al establishment. En esos momentos lo tenía todo para haber vendido su
alma al diablo y haber buscado desesperadamenteel éxito global… pero no, nuestro hombre decidió sacar un siguiente
vídeo clip con secuencias tan explícitas que fue censurado por la todopoderosa MTV. Todo un suicidio en términos
comerciales que no podía importarle menos a un individuo con una visión tan
clara de su recorrido artístico como el bueno de Glenn. Desde luego que ha demostrado a lo largo de todos estos años
una personalidad tan controvertida como apasionante. Sus desplantes a los
medios de comunicación, sus chocantes declaraciones en busca de la polémica,
los coqueteos con lo prohibido, su interés por lo oscuro, el peculiar uso del
sexo y la religión; en definitiva, todo el aura y misterio que rodea a su
persona y a su personaje. Independientemente de que te puedan interesar o
detestar algunas de sus declaraciones o las aristas del personaje que presenta
al público, hay que reconocer que trabaja mucho por ofrecer una visión
artística completa, cuidando al máximo desde la música hasta los más mínimos
detalles. Con Glenn Danzig no hay
término medio, le amas o le odias. Normal que tenga un abultado número de
seguidores que veneran sus pasos en la música y a la vez toda una serie de
detractores que le toman como una broma.
Nuestro encantador
amigo no ha tenido problemas para granjearse un importante número de
enemistades dentro del mundo del espectáculo. Muy sonada fue su participación
en la primera edición del OzzFest,
allá por 1996. Nuestro inofensivo protagonista se las arregló para mosquear a
todo Dios durante la celebración del
festival, parece ser que sus exigencias a los organizadores cada vez fueron a más
y se sucedieron situaciones tan ridículas como el desalojo de la zona de
catering cuando nuestro hombre decidía comer algo y otras cosas por el estilo
tan propias de superestrellas. Poco pareció importar que el cabeza de cartel
fuese Ozzy, cuyos discos de Black Sabbath tiene en tan alta estima
el propio Glenn, las tensiones con Sharon Osbourne –auténtica Boss de todo el tinglado OzzFest– fueron en aumento. Cuentan las
malas lenguas que para devolverle las salidas de tono a Danzig, la angelical Sharon ordenó
a los cámaras y al equipo de luces que enfocasen las entradas capilares que el Evil
Elvis ya mostraba en su cabellera mientras estaba encima del escenario;
qué demonios, ¿cómo no valorar a un tipo que consigue tocarle los cojones a Sharon Osbourne?
También recuerdo la primera vez que vino a España, concretamente al Bilbao Action Rock festival que se
celebró en Bilbao en el verano de 2003. Danzig
era el cabeza de cartel y por lo visto tuvo en vilo a toda la organización con
su peculiar manera de entender su función en dicho festival. Tras preguntarle a
uno de los miembros de la organización, me aseguró que Glenn estaba allí y que saldría al escenario aunque fuera a
rastras. Uno de esos conciertos que guardo en mi retina de un modo especial. Genio
y figura.
Disfrutemos ahora de esta gran canción. El vídeo clip en directo pertenece al lanzamiento del disco "Thrall: Demonsweatilive" y supuso el éxito en las listas del grupo, es una remezcla de la canción con overdubs de directo. El vídeo clip promocional original se grabó en 1988 para el primer disco "Danzig" y fue en su día censurado en la MTV por la controvertida secuencia final del sacrificio de la protagonista. La tercera toma pertenece al concierto de Halloween de 1992 en el legendario Irvine Meadows Amphitheater de California y del que se tomaron las tomas de directo que aparecieron en "Thrall: Demonsweatilive". Un placer volver a cantar una vez más, voz en grito, aquello de "not about to see your light".