Cualquier
momento es bueno para hablar un poco de David
Lee Roth. Un tipo que es capaz de condensar en su personalidad todo el
reflejo de la industria del entretenimiento americana del último siglo no puede
pasar desapercibido así como así. El vocalista de Van Halen o Diamond Dave,
uno de los muchos sobrenombres que tiene este auténtico forajido curtido en mil
y una batallas, alcanzó la fama mundial de la mano de Eddie Van Halen, aunque también es conocido por su interesantísima
carrera en solitario; de hecho siguen los incesantes rumores sobre una posible
reunión del grupo con el que grabó “Eat’em
And Smile”, su primera obra en solitario y disco de platino en ventas.
Hace
un par de años se anunció con un par de días de antelación un show en un club
de Hollywood de un grupo formado por Steve
Vai, Billy Sheehan y Gregg Bissonette
–o sea, la formación clásica del primer disco de David Lee Roth en solitario–, acompañados por el cantante de Steel Panther y de un conocido grupo
tributo a Van Halen llamado Ralph Saenz y con la sorpresa de la
aparición de Diamond Dave para
subirse a cantar un puñado de temas. El concierto fue suspendido por la policía
local cuando el grupo estaba entre bastidores para subir a escena porque se
había rebasado con creces el aforo permitido por la sala. No es broma, habían
metido cerca de unas dos mil personas en una sala con una capacidad de algo más
de quinientos asientos y se quedaron en la puerta sin poder pasar otros cientos
más en una fila que rodeaba toda la avenida. La prensa abordó al propio David en la puerta de atrás de la sala
para preguntarle sobre lo sucedido allí mismo, a lo que nuestro entrañable
vocalista respondió con una broma y una sonrisa; eso sí, lamentándose por la
gente que se había desplazado hasta la sala para ver la actuación sorpresa. Un
día más en la vida de David Lee Roth.
Steve Vai, G.Bissonette, David Lee Roth y Billy Sheehan. Formación original "Eat'em And Smile" Nov. 2015.
Hace
unos escasos días Billy Sheehan
volvió a hablar en los medios de comunicación sobre esa posible reunión,
comentando que todo dependía de lo que dijese el propio Roth; por su parte estaba dispuesto en cuanto se produjese la
llamada. Algo parecido comentó en su momento Steve Vai, otro tipo tan especial como Sheehan y que no necesita de ningún revival para brillar con luz propia, también ha declarado en los
últimos tiempos que los músicos de la formación clásica que grabó ese álbum tan
especial se suelen juntar cada año para rememorar buenos recuerdos y que solo
es cuestión de tiempo y buena voluntad que se cuadren las agendas para subirse
juntos a un escenario de nuevo. Estos tipos son tan buenos en lo suyo que se
pueden permitir el lujo de hacer en la música lo que les apetezca y les diga su
instinto… seguro que va a ser brillante.
Billy Sheehan y David Lee Roth.
Por
su parte David Lee lleva años
caracterizándose por no aparecer en absoluto en los medios de comunicación.
Tras pasarse media vida expuesto a focos, se ha dado cuenta de que en estos
tiempos de nuevas tecnologías y acceso tan inmediato a la información la mejor
manera de publicitarse es permanecer en el anonimato. De este modo generan más
expectación entre los fans. Y están en lo cierto: es más seguido por la prensa
mundial un pedo que se tiren Dave Roth o Eddie Van Halen que los cientos de
reportajes con los que a diario nos agobian una serie de artistas que no
nombraré para evitarme problemas; da igual, rápidamente vienen a nuestra cabeza
algunos de ellos.
Cuando
hablamos de la música de David Lee Roth,
tanto en solitario como con Van Halen,
en seguida nos invaden unos cuantos títulos de esos que están grabados a sangre
y fuego en la Historia del entretenimiento del último siglo. Sin embargo me
apetece acordarme de alguno de esos otros temas, tan buenos o más que los
archiconocidos, pero que no alcanzaron el estrellato. Hay canciones destinadas
a reinar y otras encauzadas a ser degustadas por exquisitos paladares. De las
primeras ya se encargan de contarnos cosas todos los demás, así que nos vamos a
detener un poco en las segundas.
La
canción “Shine a little love” es una
versión de la ELO, convenientemente
rebautizada aquí como “Shine a Little more”.
No aparece en ninguno de los discos de Roth
ni ha sido publicada oficialmente en ningún cd del artista. Sin embargo sirvió
como parte de la banda sonora de la imposible película que nuestro insigne
vocalista registró a principios del año dos mil bajo el título de “No Holds Bar-B-Que”. El imposible film
tampoco llegó a publicarse oficialmente, únicamente se vendió como cinta de vhs
en el merchandising de la exitosa gira conjunta que hicieron durante el verano
de 2002 David Lee Roth y Sammy Hagar –el imposible Sam & Dave Tour– pasando a ser una
de las piezas de culto del mercado coleccionista de aquellos años. Actualmente
se encuentra en Youtube, aunque con menor calidad. Para más inri, el propio David estimó oportuno sacar otra edición de la película pero con su
propia voz en off intentando explicar
–o liar aún más– los diferentes sketches
que conforman el metraje. Lo mejor de la cinta, además de algunos momentos
impagables del propio Roth –un tipo
cuya cabeza dejó de habitar este mundo hace bastantes años y que tal vez por
eso sea tan especial–, es la música que esta contiene. Una banda capacitada
para tocar Rock, Blues, Jazz, Swing,
Pop, Soul, Blue Grass y lo que se le ponga. Todos los temas que se incluyen
en el film fueron grabados para la ocasión, por lo que la banda sonora de la
peli no tiene desperdicio… y que, por supuesto, tampoco está publicada. Ni que
decir tiene que en las estanterías de mi habitación se encuentran las dos
versiones de la peli más la BSO editada del propio metraje. En aquellos días
los pasos de David Lee Roth eran más
inexplicables que nunca y esto no fue más que otra deliciosa marcianada de nuestro encantador gigoló. Otro día hablaremos más en
profundidad de este proyecto tan atómico. Solo como apunte diremos que con esta
peli el bueno de David consiguió
sacarse la espina que tenía clavada desde que se marchó de Van Halen en el año 1985 y se vino al traste el contrato que firmó
con CBS Films para realizar una
película en plan superproducción de Hollywood, por aquel entonces el film se
presupuestó en unos veinte millones dólares. En aquellos años Van Halen eran los number one del mercado americano y David Lee Roth estaba en lo más alto de la fama y popularidad.
Supongo que un ego tan grande como el suyo acabaría sacando de madre dicho
proyecto. Para el casting del reparto femenino el propio David montó una fiesta de campeonato y los gastos se fueron sumando
hasta que los altos ejecutivos de la compañía decidieron cancelar el proyecto.
Curiosamente hace un tiempo acabó en mis manos el screenplay (o boceto del guion) definitivo de dicho film que, bajo
el sugerente título de “Crazy From The
Heat”, daría rienda suelta a toda la creatividad pasada de rosca del bueno
de David. Finalmente Roth acabó publicando su autobiografía en
el año 1996 bajo el mismo título. Lo dicho, toda esta fase cinematográfica tan
peculiar de nuestro showman preferido
habrá que retomarla más en profundidad en otro momento.
Pero
quedémonos con “Shine a little more”,
un estupendo ejercicio de Pop del
bueno perfectamente llevado al terreno musical del irrepetible Diamond Dave. Parece mentira que un
tipo que nació con una voz ideal para interpretar Blues –lo hace realmente bien, desde luego– tenga un gusto tan
jodidamente bueno para las grandes melodías. Delirante una vez más el vídeo,
extraído directamente de la propia película de la que hablamos al principio.
Imposible de explicar con palabras, mejor verlo mientras cruzamos los dedos
para que se decida a salir del anonimato de una maldita vez y nos haga cómplices
de sus siguientes pasos en el mundo del show
business.
David Lee Roth: "Shine a little more". Versión extendida.
David Lee Roth: "Shine a little more". Vídeo extraído del film "No Holds Bar-B-Que".