Encuentros HUSH.
Este es un sitio musical, no nos engañemos, pero en el que nos vamos a acercar a la música que nos gusta desde distintos ángulos, cual prisma. Como ya dijo el añorado Jon Lord: la música es la forma de arte más elevada que existe; afirmación que, pese a disfrutar de otras manifestaciones artísticas, sostengo plenamente.
Clube de Adictos a Deep Purple
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This blog is basically a musical site. Here we talk about the music we like, using different angles. As dear and missed Jon Lord once said: “Music is the highest kind of Art that exists”. I think the same way too.
Joder. Mucho cuidado con la versión del clásico de Judas Priest titulada "Painkiller" que Erik Grönwall colgó en internet el otro día. Acompañado a la batería por Erik Modin y con un solo de guitarra más que potente del guitarrista de Dynazty, que responde al nombre de Love Magnusson, se marca una pedazo de versión del conocidísimo clásico de los Judas de esas que se te caen los cojones al suelo en cuanto la escuchas. Vaya chorro, tono y potencia de voz. Como consiga cuadrar en el complicadísimo puesto de cantante de Skid Row -no sabemos qué pasará en ese grupo, pero ha contado con numerosos vocalistas y todos han salido escaldados-, su ex cantante clásico Sebastian Bach verá difuminado del todo su deseo de reunirse de nuevo con el grupo... si es que alguna vez existió esa posibilidad.
No hay mucho que comentar sobre esta versión. Si quieren escuchar a unos tipos tocando Heavy Metal como debe de ser y a un cantante cantando Heavy Metal que va sobrado de voz de un modo tan insultante, no tienen más que darle al play. Disfruten.
Parece increíble que apenas haya aparecido por estas páginas este pedazo de grupo, pero así son las cosas; hay cientos de bandas y artistas que vuelven loco a este humilde escriba y que, por un motivo u otro a cuál más peregrino, tardan en recibir su merecido protagonismo en este pequeño reducto musical. Saltaron a la luz a finales de los añorados años ochenta y lo tenían todo para triunfar: actitud, talento, imagen y sobre todo... grandes canciones, por supuesto. Su trilogía de discos: "Skid Row", "Slave To The Grind" y "Subhuman Race" es simplemente perfecta; aderezada con un mini lp de versiones salvajes titulado "B-Side Ourselves" y el mini directo "Subhuman Beings On Tour". Tres discazos pletóricos de calidad e himnos, portadores de un sonido característico y diferentes a la vez; a ver quién cojones es capaz de hacer eso. La formación comandada por el bajista Raquel Bolan, los guitarras Dave "Snake" Sabo y Scotti Hill, junto con el batería Rob Affuso decidieron probar un buen día de 1987 al vocalista Sebastian Bach y de pronto dieron con la maquinaria perfecta. Fueron descubiertos por Jon Bon Jovi, aunque pronto se enemistaron con él; eran demasiado macarras, jóvenes y deliciosamente irresponsables para mantener las formas. Vamos, lo que uno espera de un combo de Hard Rock a la vieja usanza. Su principal diferencia es que fueron capaces de crear un ramillete de canciones de esas imperecederas y que se han grabado en el subconsciente colectivo tanto de las generaciones que crecieron con ellos como de las posteriores. Decidme por favor cuantos grupos tienen en su discografía cosas como "18 & life", "Youth gone wild", "I remember you", "Monkey business", "Slave to the grind", "In a darkened room", "Wasted time", "Beat yourself blind", "Frozen"... y nos podemos pasar así un buen rato.
Todo se vino al carajo por las tensiones internas, los choques de egos y la incompatibilidad de caracteres. La formación que grabó esos tres discos que hoy en día son clásicos se fragmentó. Echaron al cantante Sebastian Bach en 1996 y no se han vuelto a juntar aunque hayan pasado la friolera de veintiséis años. Parece ser que por parte de Bolan no hay ningún deseo de volver a abrir esa puerta y cuando se ha rumoreado que ha habido algún leve acercamiento los choques se han vuelto a producir. Decía Raquel que incluso en unos primeros acercamientos via email ya vio claro que aquello seguía sin tener recorrido. Nuestro querido Sebas representa el arquetipo de cock rocker de esos años y seguro que no debe la persona más llevadera dentro de cualquier grupo, un tipo de espíritu festivo, acostumbrado a ser el centro de todos los focos y sin ganas de complicarse demasiado la vida con pensamientos profundos. Por otro lado, ¿quién quiere a un triste y anodino empleado de banca o a un yerno relamido liderando una banda de Rock n' Roll?
Aquí dejamos una pequeña muestra de lo que estos tipos eran capaces cuandos e subían a un escenario a principios de los noventa. Se encontraban presentando en directo ese pedazo de misil titulado "Slave To The Grind" y se salían del escenario. Lo que habría dado por estar entre el afortunado público del Sports Club de Orlando aquel ya lejano veinte de Enero de mil novecientos noventa y dos. Y para todo el que en su día criticó la voz de Sebastian, no tiene más que pegarle una escucha al tema que protagoniza este artículo. Recuerdo que actuó ronco en el Festival de la Paz de Moscú de 1989 y su retransmisión por televisión de la época hizo que mucha gente que solo le había escuchado en vivo esa vez dijese que no era capaz de trasladar su majestuosa voz al directo. Menuda gilipollez. Para toda esa gente recomiendo esta impresionante versión en vivo de "Quicksand Jesus". Piratón, pero con buen sonido; los que estén familiarizados con el universo de los bootlegs sabrán a lo que me refiero. Este tema me tuvo obsesionado durante mucho tiempo allá por el 92, una auténtica obra maestra que encima resulta que ha quedado como fondo de catálogo de este grupo. Y además la letra es una obra de arte.
A maze of tangled grace
The symptoms of for real are crumbling from embrace
But still we chase the shadows of belief
And new religion clouds our vision of the roots
Are we ashamed of our own fate?
Or play the fool for our own sake?
Tell me who's behind the rain
What de we need?
Where do we go?
When we get where we don't know
Why should we doubt the virgin white of fallen snow?
Repasando por estas páginas inconexas fruto de los delirios musicales de fan descerebrado, me encuentro con la incomprensible situación de no haber hablado directamente de este grupo en ninguna de las entradas de este bendito blog. Injusticia que procedo a remediar de inmediato, son tantos los buenos grupos y artistas que nos acompañan que no tienes más que saber rebuscar un poquito para llevarte a la oreja parte de toda esa buena música que fluye libre por ahí. Los americanos Skid Row nos presentan una nueva canción, la primera desde que se publicó en aquel lejano dos mil catorce su disco "United World Rebellion. Chapter II"; por si fuera poco no dejaba de ser una especie de maxi con siete canciones continuación de "United World Rebellion. Chapter I". Si nos vamos a su último disco completo de estudio nos ponemos en dos mil seis con "Revolutions Per Minute". Muchos años, demasiados para estar poco menos que huérfanos de las composiciones de ese trío formado por el bajista Raquel Bolan y los guitarras Dave Sabo/Scotti Hill; aunque lo cierto es que estos tipos siempre has seguido su propios tiempos. No hay probelma si lo que entregan tiene la calidad requerida... y vaya si la atesora.
Skid Row es uno de esos pocos grupos que pueden presumir de tener en su haber unos tres primeros discos obras maestras: todos distintos y a la vez con el ADN de su propio sonido, todos potentes e inspirados y todos además éxitos de ventas. "Skid Row", "Slave To The Grind" y "Subhuman Race" forman parte de la banda sonora de la vida de todo aquel jovencito que disfrutase con el Hard Rock cañero a la vez que melódico de finales de los ochenta y principios de los noventa; sí, justo antes de que saliese el dichoso Grunge. Solo Dios sabe la de veces que he sacudido mis oidos, cuerpo y alma con "Slave To The Grind" y con esas joyas como "Psycho love", "Quicksand Jesus" y sus agudos estratosféricos del final, "Living on a chain gang", "In a darkened room", "Monkey business", "Wasted time"... es que todo el disco es de los que se te caen los cojones al suelo. Y del primero otro tanto, poco se puede decir de un álbum que contiene himnos como "Youth gone wild", "18 and life" o "I remember you" entre otros. En fin, caña por un tubo para cualquier jovencito deseoso de luchar contra el mundo y contra todo lo que se supone que debías ser y hacer; qué tiempos tan locos, idiotas y maravillosos.
En 1992 lo tenían todo para triunfar, TODO: talento, actitud y sobre todo grandes canciones. Caminaban con paso firme por los vericuetos de la industria discográfica con la insolencia de la juventud y la seguridad de un ramillete de temas que acabarían siendo clásicos bajo el brazo. Hasta se permitieron discutir con el que fuera su mentor: ni más ni menos que Jon Bon Jovi. Pero por desgracia no pudo ser. Se separaron del cantante Sebastian Bach, o le echaron según la parte a la que preguntes, y comenzó su travesía por el desierto. Con Bach alcanzaron una notoriedad que probablemente les acompañe hasta el final de sus días. Aunque por extraño que parezca, en estos tiempos en los que se vuelven a fraguar nuevas alianzas entre antiguos ex miembros de todos los grupos que se detestan pero que se juntan de nuevo por la pasta, con Skid Row la esperada reunión no ha sucedido. Sebastian Bach, un tipo con un talento innato para comandar una audiencia con el micrófono pero que por desgracia no fue tocado con el dedo divino de la capacidad para componer, lleva queriendo volver a juntarse desde hace un montón de años. Sin embargo, los otros miembros de Skid Row todavía no han dado su brazo a torcer, aduciendo algo así como incompatibilidad total de caracteres; lo que viene a querer decir en Cristiano que no le soportan. Puede que sean en este sentido de los más íntegros del negocio.
Por Skid Row han pasado hasta seis cantantes: Matt Fallon, Sebastian Bach, Johnny Solinger, Tony Harnell, ZP Threat y el último Erik Gronwall. Desde que Bach dejó el micro Skid Row por lo que sea no ha conseguido estabilizar a un vocalista, lo que da que pensar por otro lado; igual toda la culpa no es del bueno de Sebas, pero solo ellos lo saben. Tony Harnell, cantante de los buenísismos TNT, estuvo en el grupo practicamente un abrir y cerrar de ojos, dándole tiempo a grabar una versión de "18 and life" que demuestra la clase que tiene... pero tampoco funcionó. El hasta ahora último ZP Threat llevaba con ellos seis años, pero en estos últimos días hacían pública la bomba de que tenía que abandonar la nave porque la cosa cada vez estaba más en desconexión ¿? Inmediatamente comunicaban que a las voces le sustituía el ganador de un concurso de estos de cantantes en la televisión sueca, Swedish Idol. Con Erik Gronwall también publicaban este primer tema de estudio hace unos pocos días. Incluso comentaban que Gronwall conoció en persona al resto de componentes del grupo cuatro días antes de comenzar su ciclo de actuaciones en directo Sin City Nights. Se trata de una residencia en el Teatro Zappos del Hollywood Resort & Casino de Las Vegas, Nevada. En esta serie de conciertos acompañan como teloneros a Scorpions; pedazo de cartel, oiga.
Para más inriGronwall interpretó en el concurso de cantantes en su día el tema "18 and life" del grupo de Bolan & Co, imagino que tomarían nota del asunto a la hora de probarle para el puesto. Segun los propios Skid Row los astros se alinearon y se produjeron las circunstancias propicias para que Erik acabase al cargo de las voces del nuevo disco del grupo. Que el tipo puede cantar lo notas en cuanto abre la boca, eso es obvio. Otra cosa es lo que pase hasta el próximo catorce de Octubre, fecha programada para publicar su nuevo álbum. Ahora tenemos de adelanto este "The gang's all here". Una canción que tiene un interesante regusto a su primer disco homónimo, lo que es una gran noticia. Todo el vacile y buen gusto de ese Hard Rock americano de los ochenta está presente en un tema poderoso que como carta de presentación cumple a la perfección con su cometido. Tienen anunciada gira europea para Octubre; España no incluída, of course. A ver si algún promotor avispado hace los deberes bien de una puta vez y soluciona el asunto. No pude asistir al concierto del Canci en mil novecientos noventa y cinco de "Subhuman Race" con Sebastian Bach por motivos que no vienen al caso y otra de las veces que volvieron a actuar en la madrileña sala Shoko años después, concretamente en dos mil catorce, encima llegué tarde por otros motivos igual de estúpidos. Sin embargo no se me olvida que entré justo cuando comenzaban con "Monkey business". Fueron a por todas y la sala se vino literalmente abajo, fue algo así como un bofetón que te meten en toda la cara sin que ni siquiera lo huelas. Pocos grupos son capaces de generar esa dosis de energía sobre un escenario; creedme, he asistido a muchos conciertos para afirmar algo así. Ese recuerdo se quedó grabado a fuego en mi interior y me imagino que me acompañará hasta el final de los días. Puto Rock n' Roll.