No se me ocurre mejor manera de comenzar el nuevo año que de la mano de la música de Asia. No hablo de la formación clásica compuesta por Geoff Downes, Carl Palmer, Steve Howe y John Wetton (D.E.P.), que también es muy buena; no. Me refiero a los Asia de Geoff Downes al teclado, John Payne al bajo y voces, Guthrie Govan a la guitarra y Chris Slade en la batería; casi ná. Recordemos que el grupo original surgió de la cabeza del todopoderoso John Kalodner, gurú de la también todopoderosa multinacional Geffen. De Kalodner no vamos a decir nada ahora porque ya nos hemos referido a su persona en otras ocasiones. El caso es que se le ocurrió montar un súper grupo que aunase la enrevesada complejidad de Rock Progresivo y la accesibilidad melódica de AOR de calidad... y lo logró... una vez más.
Asia es un grupo que lleva en activo desde el año 1981. Dentro de sus filas han militado un buen número de músicos, se han producido un montón de cambios, idas y venidas de distintos miembros y demás avatares imposibles de relatar sin sumergirse en profundidad dentro del asunto. La casuística de las distintas formaciones de Asia y todas las disfuncionalidades que han sufrido darían no solo para un blog, sino para una encliclopedia entera. Diremos solo que Geoff Downes sigue siendo el único miembro fundador que ha pasado por todas las encarnaciones del grupo, aunque hubo un tiempo en el que dos formaciones del grupo llevaban un nombre similar... Seguro que en otro momento nos lanzamos a tumba abierta a por ello.
Asia 2004: Chris Slade, John Payne, Geoff Downes y Guthrie Govan.Este maravilloso disco se publicó en el año 2004, hace ya la friolera de diecisiete años, y su sonido sigue todavía vigente e intacto. Cuando la formación original abandonó el barco fue la mano, la clase y el buen hacer de John Payne el que mantuvo a flote al grupo, facturando una serie de trabajos discográficos a cuál mejor. Este "Silent Nation" fue el último que publicaron antes de que Downes consiguiese convencer a los miembros originales para hacer una gira de reunión que resultó un éxito, claro. En fin. Pese a que me gustan todos los discos del grupo, debo reconocer que siento predilección por la formación que grabó el redondo cuyo tema título nos ocupa. Ya sé que no es políticamente correcto decirlo, pero me parece que el guitarra Steve Howe es uno de los músicos más sobrevalorados que existen en el universo. Un tipo al que no se le puede negar una cierta visión musical vanguardista para su época, pero que como instrumentista me dice muy poco para la figura tan grande que tiene creada. Todavía estoy por escuchar un solo de esos finos que hacen los elegidos. Cuando escuchas al bueno de Steve nada suena natural, todo va muy forzado, y a la hora de digitar me parece de lo más simple; vamos, que para mí solo hay un Howe: Greg Howe. Pero esto es marginal. A su lado alguien como Guthrie Govan representa todo lo contrario. Un músico elegante, con mucho recorrido técnico, fluido y de esos pocos capaces de hacer que lo complicado e innacesible para el resto de los mortales suene natural y libre en sus dedos. Y de John Payne solo decir que tiene la voz y el coco amueblados con un criterio y elegancia exquisitos. Si a esta formación le sumas un batería de pegada y técnica como Chris Slade -imposible olvidar a Carl Palmer, uno de los mejores baterías de toda la Historia-, pues solo pueden salir de ahí cosas de esas que hacen que se te caigan los cojones al suelo.
Hemos escogido esta canción, pero podíamos haber seleccionado cualquier otra. En este disco y en esta canción consiguieron equilibrar el personal sonido de la marca Asia. Algo que resulte cómodo y accesible para la oreja, pero que lleva bastante trabajo y complejidad por detrás; desde las bases rítmicas hasta la propia estructura interna del tema, sin olvidarnos del finísimo solo que nos regala Govan. Tiene el toque melódico que Payne le da a todo lo que toca junto a los destellos progresivos que siempre han acompañado el grupo, por mucho que les pese a los puristas progresivos. Esos mismos puristas a los que nunca les llegó a dar la luz del sol, pero que se las apañan para hacernos saber al resto de la humanidad que toda la música es una mierda sin valor, salvo sus cuatro grupos de referencia. En fin, Asia siempre sobrevoló por encima de ellos. El grupo ideal para afrontar el frío pero especial mes de Enero. Por cierto, incluso la letra tiene su enjundia. Y hasta la portada es una delicia, con esas gentes pululando por las calles con la boca borrada de sus rostros... ¿una premonición de lo que estaría por llegar dieciseís años después?