Clube de Adictos a Deep Purple

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Púrpura Chess

This blog is basically a musical site. Here we talk about the music we like, using different angles. As dear and missed Jon Lord once said: “Music is the highest kind of Art that exists”. I think the same way too.

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miércoles, 28 de noviembre de 2018

LA CULTURA EN EL ROCK


Una sección de nuestro colaborador Thomas Anderson

IRON MAIDEN, el paradigma por excelencia


Que la imagen general del mundo del Heavy Metal en España es denostada desde sus orígenes y desde muchos y variados ámbitos es verdad conocida por todos. Baste como ejemplo recordar ese engendro cinematográfico llamado Is iDiside hace algunos años para ponerlo de manifiesto. Sin embargo es muy posible que si aquellos que caen permanentemente en el burdo tópico supieran que la banda más conocida y representativa del género, esa cuyo logo llevan luciendo más de un millón de camisetas en este país desde los primeros ochenta, son firmes abanderados de la cultura en casi cualquiera de sus expresiones, dicha opinión se transformaría de manera radical. Señoras y señores, les hablo nada más y nada menos que de los británicos Iron Maiden.
En efecto, ya desde el primer álbum de homónimo título el grupo ha venido demostrando su constante y profundo amor por la literatura entre otras artes. Es allí donde podemos encontrar un particular homenaje hecho por el grupo a la novela de Gastón Leroux, “El fantasma de la ópera”. Estamos en 1980.

                                                    Iron Maiden: "Phantom of the opera".

“Phantom of  the opera” (fragmento)

Te he buscado por mucho tiempo
y ahora no escaparás de mis garras.
Has vivido mucho tiempo escondiéndote,
escondiéndote detrás de esa máscara falsa.
Tú y yo sabemos que no te falta mucho para el final.
Tu apariencia y tus sentimientos son solo restos de tu pasado.

También en aquella primera portada se daba origen a un peculiar personaje que ha acompañado todos y cada uno de sus trabajos desde entonces y hasta ahora; también la gran mayoría de sus conciertos. Edward The Head, Eddie para los amigos.


Independientemente de lo macabro de sus facturas, nadie puede poner en duda la enorme calidad artística de la que las carátulas del grupo suelen hacer gala. Más cultura, oigan, quizá algún día tendríamos que hacer un especial dedicado en exclusiva al arte de las portadas en el mundo del Rock.
Pero no solo de literatura viven los Maiden. Otra de sus fieles amantes es la Historia. En 1981, uno de los cortes del disco “Killers” hace alusión nada más y nada menos que a Gengis Khan. Bueno, está bien, que la canción es instrumental, pero no me negaréis que sus notas destilan un sabor a otras épocas que quita el aliento.

                                                           Iron Maiden: "Killers".

También es en este disco donde podemos escuchar un homenaje al relato de Poe “Los asesinatos de la Calle Morgue”.
Llegamos a 1982 y con la llegada del nuevo vocalista,Bruce Dickinson, las tendencias artísticas de la banda se ven notablemente reforzadas. Es la portada de este monumental disco quizá la más celebrada por los fans (al menos por mí) de cuantas conforman la carrera de Iron Maiden. Su autor, Derek Riggs.  


En realidad, puede que no sea todavía este trabajo el que mayor influencia de Dickinson reciba al no existir demasiadas alusiones destacables culturalmente hablando, a excepción de “Children of the damned”, cuya letra gira en torno al film de 1963 “Los Hijos de los Malditos”. Ah, el cine… ese otro gran amor de la Doncella de Hierro.
“Piece Of Mind” sale a la luz en 1983 y, ahora sí, el disco rezuma referencias artísticas por los cuatro costados. Es el cine el gran destacado, con temas como “Where eagles dare” (“El desafío de las águilas”, película protagonizada por Richard Burton y Clint Eastwood en 1968 y que está ambientada en la II Guerra Mundial, asunto recurrente de aquí en adelante, como podréis comprobar), “Die With your boots on” (“Murieron con las botas puestas”, el archiconocido film de Errol Flynn) y “Quest for fire” (“En busca del fuego”, dirigida por Jean-Jacques Annaud en 1981). Por su parte, “The Flight of Icarus” toca el mito de Ícaro de esta maravillosa manera:

                                                 Iron Maiden: "Flight of Icarus". Vídeo oficial.

El vuelo de Ícaro
Cuando el sol se levanta sobre el suelo
un anciano permanece en la colina
A medida que el suelo se templa con los primeros rayos de luz,
 el canto de las aves rompe el silencio

Sus ojos están ardiendo;
lleva la locura en su mirada.

Vuela hacia tu rumbo, como un águila,
vuela alto como el sol.
En tus alas, como un águila.
Vuela y toca el sol.

Ahora la multitud se disipa y un joven aparece.
Mira al viejo a los ojos.
Entonces , extiende sus alas y grita a la multitud:
En el nombre de mi padre Dios, volaré.

Sus ojos parecen cristalinos
mientras vuela en las alas de un sueño.
Ahora sabe que su padre lo ha traicionado.
Ahora sus alas se reducen a cenizas y de cenizas a su tumba.

Pero la literatura también tiene su cabida en este álbum de absoluto culto. os hablo de clásicos de ciencia ficción, "Dune", de Frank Hernert en "To tame a land".

                                                        Iron Maiden: "To tame a land".

Llegamos a 1984 y es en este momento cuando, para mi humilde gusto, la banda alcanza su cenit creativo en lo que a lo musica lse refiere. El trabajo es bautizado "Powerslave" y todo él está empapado de un tinte "egíptico" inconmensurable.
Allí donde mejor se expresa es, además de en el tema del mismo nombre, en la increíble portada que nos regala. Como veis no es otro que Eddie el que preside la fachada de la pirámide. Espectacular, ¿no os parece?


El disco comienza con un inefable "Aces high", en clara alusión a las cargas aéreas británicas hechas en la guerra de la que hablábamos al principio. Nos volvemos a encontrar alusiones al cine en "The duellists" ("Los duelistas", de Ridley Scott, 1977). pero, sin duda, el tema más destacado es "The rime of the ancient mariner", adaptación musical del poema de Samuel Taylor Coleridge, poeta romántico inglés del S. XIX. Son diez minutos de canción, pero no podéis dejar de degustarlo, hacedme el favor.

                                                  Iron Maiden: "Rime of the ancient mariner".


1985 es el año en el que uno de los álbumes en directo más grande de todos los tiempos sale al mercado: "Life After Death". Los temas son todos conocidos, pero es en la espectacular portada donde podemos encontrar un guiño a HP. Lovecraft a través del texto del epitafio que adorna la lápida de Eddie.


"Y no hay muerte que pueda yacer eternamente.
A través de eones incontables,
incluso la propia muerte puede morir".

Llegamos a 1986 y la Doncella de Hierro decide explorar senderos nuevos en cuanto a sonido se refiere. Si bien el grupo siempre había sido amante de la literatura de fantasía y de terror, hasta ese momento las alusiones a la Ciencia Ficción habían sido bastante escasas. Era sin duda el instante de resarcirse, de demostrar con creces que también ese ámbito resultaba del profundo agrado de Dickinson y compañía. Yo pienso que la descomunal portada de ese nuevo disco, de nombre “Somewhere In Time”, servirá como perfecta muestra de lo que os estoy hablando. 


El álbum, además de ser bajo mi humilde opinión la última gran obra maestra de la banda, ofrece una ambientación sónica que bien puede hacer sentir al oyente que se encuentra en mitad de alguna civilización avanzada; o acaso en la misma Tierra nuestra, pero después de transcurridos algunos cientos de años desde la actualidad. Las referencias ci-fi son constantes, pero es en el título de uno de sus temas estrella, "Stranger in a strange land", donde se hace más patente la cuestión. Como sabréis, la frase es la misma que da nombre a la novela de 1961 de Robert A. Heinlein, (aquí en España conocida como Forastero en tierra extraña) uno de los grandes clásicos de la literatura de Ciencia Ficción. Desgraciadamente, la letra no tiene nada que ver con la citada novela, ejem…
En todo caso no dejéis de echar un vistazo al tema del que nace el título del disco.

Atrapado en algún lugar del tiempo

Si tienes tiempo que perder.
una mente abierta y tiempo para elegir,
¿te importaría echar un vistazo
y leer en mí como si fuera un libro?

El tiempo está siempre de mi lado.
El tiempo está siempre de mi lado.

Puedo tentarte, ven conmigo.
deja que el diablo se encargue de cumplir tu sueño.
Si te digo que te llevaré allí,
¿vendrías o te achantarías? 

No tengas miedo, conmigo estás seguro.
Tan seguro como cualquier alma puede estarlo... sinceramente.
Solo déjate llevar.

Atrapado en algún lugar del tiempo.
Atrapado en algún lugar del tiempo. 
Atrapado en algún lugar del tiempo.

Como un lobo en la piel de una oveja,
tratas de esconder tus pecados más profundos,
todas las cosas que has hecho mal.
Pero yo sé adónde perteneces. 

Tengo una oferta, no puedes negarte.
Solo puedes perder tu alma
eternamente... Solamente déjate llevar.


Pero también el trabajo deja espacio en esta ocasión para la historia, a través del corte “Alexander the Great” (Alejandro Magno), sin duda el más épico y envolvente de todo el conjunto y en el que se habla de la vida y obra de este personaje sin parangón.
A estas alturas, sin embargo, todavía le queda al grupo una asignatura pendiente y es en 1988 cuando deciden examinarse de ella; en efecto, la calificación superó con holgura el sobresaliente. Os hablo del primer elepé conceptual de Iron Maiden, la primera historia creada por ellos mismos y convertida en flamante ópera rock: “Seventh Son Of A Seventh Son”, ese fue su título.


Basándose en el antiguo mito (todavía vivo en algunas culturas) de que el séptimo hijo de un séptimo hijo siempre nace con poderes sobrenaturales tales como la adivinación y la curación (entre otros), la banda inventa un relato repleto de fantasía, terror y dramatismo; canciones interrelacionadas entre sí que van conformando la semblanza del personaje principal, ese ser maldecido por todos a causa de unos dones que ni siquiera él mismo desea. Os aseguro que de principio a fin el álbum no tiene desperdicio, pese a que para mí ya no goza de la misma chispa imponderable de sus anteriores cuatro publicaciones. Aunque, bien visto, seguro que mi juicio no es el más fiable, pues no hace mucho que una encuesta hecha a millares de fans del grupo por todo el mundo daba a “Seventh Son Of A Seventh Son” como su mejor trabajo de todos los tiempos.

Moonchild

Siete pecados capitales
Siete maneras de vencer
Siete sagrados caminos hacia el infierno.
Y tu viaje comienza,

Siete cuestas abajo.
Siete sangrientas esperanzas.
Siete son tus fuegos ardientes.
Siete tus deseos...
Yo soy él, aquel que no nació.
El ángel caído está observándote.
Babilonia, la prostituta escarlata, me infiltraré en tu gratitud.
No te atrevas a salvar a tu hijo.
Mátalo ahora y salva a los más jóvenes.
Sé la madre de un bebé estrangulado.
Sé propiedad del demonio.
Lucifer es mi nombre.
Hijo de la luna, escucha el grito de la mandrágora.
Hijo de la luna, abre el séptimo sello.
Hijo de la luna, pronto serás mío, chico.
Hijo de la luna, toma mi mano esta noche.

Cuento las cabezas de aquellos que no nacieron.
Los condenados, los encontraré a todos.
Si mueres por tus propias manos
como un suicida serás condenado.
Y si tratas de salvar tu alma, 
te atormentaré, no llegarás a viejo.
A cada segundo y suspiro pasajero, 
estarás tan solo 
que tu  alma sangrará hasta morir.

Los gemelos están exhaustos.
Siete es esta noche.
géminis asciende
mientras los labios rojos besan y muerden.
Sieta ángeles, siete demonios, una batalla por su alma.
Cuando Gabriel yazca durmiendo,
este niño nacerá para morir.

Uno más muere, uno más vive.
Un bebé llora, una madre se lamenta.
Por todos los pecodas que cometerás
rogarás perdón y no te lo daré.
Una telaraña de miedo será tu abrigo
para vestirte esta noche.
Una fuga afortunada para ti, joven,
pero yo te veré maldito en noches sin fin.

Hijo de la luna, escucha el grito de la mandrágora.
Hijo de la luna, abre el séptimo sello.
Hijo de la luna, pronto serás mío, chico.
Hijo de la luna, toma mi mano esta noche.


Este verdadero temazo es el que abre el disco. Como veis, se trata de la maldición lanzada sobre el personaje principal desde antes de ver la luz. Los pelos como escarpias, oiga.
Los años siguientes, sin embargo, dan lugar a un ligero declive compositivo, como si después de haber llegado al cenit las fuerzas hubieran quedado mermadas. Tan solo destacan las estupendas portadas y algún tema esporádico, como "Bring your daughter to the slaughter", que formó parte de la banda sonora de la quinta parte de Pesadilla en Elm Street V, o “Fear of the dark”, el último gran himno compuesto por el grupo y que jamás falta en ninguno de sus conciertos.
Para 1995, fecha en la que sale a la venta el décimo disco de estudio, Dickinson ha abandonado la banda y con él gran parte de esa tendencia creativo-cultural de los primeros años. En todo caso, “The X Factor” en un trabajo increíble, el más oscuro hasta la fecha, repleto de temática trágica, pero con escasas aportaciones en cuanto a lo cultural se refiere. Únicamente tendríamos el caso de “Lord of the flies”, canción en clara alusión a la novela homónima de William Golding de 1954. El siguiente elepé, “Virtual XI” no tiene chicha alguna donde rascar.

                                           Bruce Dickinson.

Pero con la entrada del nuevo siglo y el retorno del célebre vocalista, el grupo revive una segunda edad de oro y comienza a ofrecer discos de una extraordinaria calidad, mucho más intensos y con mayor carga cultural. Baste como ejemplo el nombre del siguiente trabajo, “Brave New World”, o Un mundo feliz, la más famosa novela de futuro distópico de todos los tiempos, de AldousHuxley. Pero no quedan ahí las referencias a la cultura en cualquiera de sus vertientes. El tema que abre el disco, “The wicker man”, está inspirado en el film de terror de Robin Hardy rodado en 1973. “Out of the silent planet”, por su parte, aunque comparte nombre con la novela de C.S. Lewis, primera parte de la trilogía cósmica que escribiera entre 1938 y 1946, en realidad se basa en la película del 56 Planeta prohibido, con Fred M. Wilcox como director. 


En 2003 ve la luz otra magnífica obra titulada “Dance Of Death”. Con una estética distinta y singular hasta ese momento (no os perdáis la portada, por favor), nos deja unas cuantas perlas de recuerdo imborrable. Más centradas esta vez en hechos históricos, tanto “Montsegur” (que habla de la batalla que acabó con el último bastión de los cátaros) como “Paschendale” (cruenta batalla de la I Guerra Mundial) nos dan buena muestra de la fuerza con la que el retorno de Dickinson ha impulsado el afán compositivo del grupo. Es, sin embargo, la canción que da título al disco aquella que más interesante nos resulta dadas sus claras alusiones al poema “TamO´Sharter”, escrito por el escocés Robert Burns en 1790. Disfrutadlas, tanto letra como música.

Danza de la muerte

Déjenme contarles una historia
que hiela los huesos,
sobre algo que ví
una noche vagando por las everglades,
había tomado un trago, pero nada más.

Yo iba divagando, gozando del calro de luna brillante,
mirando las estrellas,
sin percibir una presencia cerca de mí qie vigilaba todos mis movimientos.

Asustado, caí de rodillas 
y algo me agarró de entre los árboles,
y me llevó a un lugar sagrado.
Y ahí fue donde caí en desgracia.

Entonces me invocaron para realizar con ellos la danza de los muertos,
los seguí hasta un círculo de fuego,
y allí en medio me dejaron.

Como si el tiempo se hubiera parado y
entumecido por el miedo, todavía luché por escapar.
Y el calor del fuego no me causó ningún daño,
después de caminar sobre las brasas.

Y me sentí entrar en trance.
Y mi espíritu se elevó por encima de mí.
Ojalá hubiera alguien que pudiera
dar fe de lo que me sucedió.

Después de saltar, bailar y cantar con ellos,
todos mostraban la muerte en sus ojos.
Las figuras sin vida eran muertos viventes
ascendidos desde el infierno.

Mientras yo bailaba con la muerte
mi espíritu libre clamaba y se reía.
Debajo de mi cuerpo sin vida, el círculo de los muertos también bailaba.

Al fin el tiempo nos volvió a reunir.
Mi espíritu volvió y descendió sobre mí.
no supe si estaba vivo o muerto,
mientras los demás se me acercaban.

Por suerte una escaramuza comenzó y dejé de ser el centro de atención.
Cuando quisieron volver a mirarme, 
yo ya había aprovechado para huir.

Corrí más rápido que el viento sin mirar atrás,
aunque tampoco me atrevía
a mirar hacia adelante.

Cuando sabes que se acerca tu momento,
crees estar preparado para ello,
das tua últimos adioses a todo el mundo,
bebes y rezas una oración.

Cuando minetes mientras duermes,
cuando mientes en tu cama,
te despiertas de tus sueños,
para ir a bailar con los muertos,

Hasta el día de hoy nunca he sabido,
por qué razón me dejaron ir,
pero jamás volveré a echar un baile,
hasta que no baile con los muertos.


Desde entonces hasta aquí el grupo ha dado vida a tres trabajos más: “A Matter Of Life And Death”, “The Final Frontier” y “The Book Of Souls”. A excepción del corte final de este último disco, “TheEmpire of theClouds”, donde se habla del accidente de un aerodirigible inglés llamado R-101 en tierras francesas, no existen mayores referencias expresas al cine o a la literatura, lo cual no es óbice para que hayan sido sus propias letras las que hayan creado historias todavía muy relacionadas con la fantasía, el terror o la ciencia-ficción. Como regalo final os dejo el video-clip del primer single del “The Final Frontier”: sin duda podría ser considerado como cortometraje de ci-fi.





lunes, 26 de noviembre de 2018

Armando Rock: "Carne de cañón". Vídeo clip y tema de adelanto de su segundo disco.


En este mes de Noviembre se ha publicado el nuevo tema de Armando Rock. La canción se titula "Carne de cañón" y la presentan con un logrado vídeo clip oficial. Este corte supone el adelanto de lo que será el segundo disco en estudio del grupo y que, aunque no tiene todavía fecha concreta de publicación, no debe tardar mucho en llegar a nuestros oídos.
Armando Rock es el grupo que montó hace un par de años el imprescindible guitarrista Armando De Castro, algo así como un proyecto paralelo a los siempre esenciales Barón Rojo. Hablar de Armando es hablar de uno de los músicos más importantes y significativos del Rock en nuestro país, creador de muchos de esos himnos rockeros que han acompañado la vida de la mayoría de nosotros y que están grabados a sangre y fuego en el ADN de las distintas generaciones que han crecido escuchando su música.

                           Armando Rock: Rafa Díaz, Armando De Castro, Ángel Arias y Manuel Escudero.

En la actualidad acompañan a Armando De Castro en esta aventura musical la sección rítmica formada por Ángel Arias al bajo y Rafa Díaz a la batería, Ángel ha formado parte de Barón durante bastantes años y Rafa es el actual batería del mítico grupo. A cargo de las voces nos encontramos al estupendo vocalista Manuel Escudero, actual cantante de Ago, que aporta un plus de calidad y potencia a una formación que suena que te cagas. La incorporación de Manuel al proyecto de Armando Rock se propició a partir de una curiosa anécdota. Según contó el propio Escudero, entró en contacto con Armando al llamarle a su teléfono por error las pasadas navidades; parece ser que Manuel se equivocó al llamar y marcó el número del creador de "Cuerdas de acero". Tras entrar los dos en contacto Manuel acabó pasando a formar parte del grupo.


La actual formación de Armando Rock ya ha ofrecido unas cuantas actuaciones, de hecho acaban de actuar como invitados en uno de los shows de la gira española de Graham Bonnet y ahora nos han presentado este nuevo tema con su correspondiente vídeo clip. "Carne de cañón" es una canción Hard Rock que atesora calidad desde el poderoso riff de guitarra del inicio. Un tema potente, con una base rítmica muy bien estructurada, con las inconfundibles melodías de Escudero y con la omnipresente guitarra de Armando. En cuanto acaba la canción te queda ese regusto que solo te consiguen ofrecer aquellos que tienen muy claro qué tipo de música se traen entre manos y cómo ejecutarla de la manera adecuada. Solo queda afilar los dientes a la espera de que publiquen el nuevo disco "AR II" y que cuadre la agenda para poder disfrutar de ellos en directo.

                                               Armando Rock: "Carne de cañón".


domingo, 18 de noviembre de 2018

Entrevista a Uli Jon Roth: Electric Sun. Parte II.


“Electric Sun tenía algunos tintes de Rock Progresivo, pero era más bien una aventura musical. No había ningún grupo parecido, algo fuera de lo común. Como un proyecto inusual. No me gusta la expresión estilo, prefiero hablar de lenguajes, la música es un reflejo de esto”.

“Recuerdo que mi buen amigo Jack Bruce me llamó un día para hacer un grupo conmigo y con Cozy Powell a la batería, algo como los nuevos Cream. Por supuesto era imposible, no se puede volver a hacer Cream sin Eric Clapton”.

“Tras Scorpions quería empezar desde el punto más básico y desnudo de un grupo, para ver hasta dónde podíamos llegar con este formato, experimentar. Ya había habido dos grandes bandas de tres músicos: Cream y Jimi Hendrix, pero por aquel entonces ambas se habían acabado”.

“Prefiero tocar la solista cuando hay un claro acompañamiento armónico. Esto se consigue con rítmicas, teclados y por supuesto armonías. Al principio nunca podía hacer eso. […] Más tarde incorporé teclados y otras cosas como elementos armónicos y creo que esto sonó mucho mejor”.

“Después escribí “Hiroshima” y comencé a componer nuevas canciones. Me di cuenta de que a veces en la vida las cosas no empiezan tan bien, tienes que perseverar, aprender de la experiencia y es entonces cuando las cosas funcionan”.

“Escuché “Eleison” de Mozart y me quedé en estado de shock, tenía un poder musical y espiritual superior. Solo pude escucharla una vez, no podía creer que esa música fuese posible. “Kirie Eleison”, “Confutatis” o “Lacrimosa” me parecen lo máximo que se puede hacer en música y Mozart lo hizo antes de morir en 1792”.

Monika Dannemann era una persona que tenía realmente talento para la realización de estas portadas, retratos, colores y detalles; cosas que el resto de la gente sencillamente no puede hacer. Una artista realmente bendecida con ese talento”.



Segunda parte de nuestra entrevista a Uli Jon Roth. En esta segunda entrega Uli nos cuenta detalladamente toda la experiencia de su grupo Electric Sun, que formó al abandonar Scorpions a finales de los setenta. Además ahonda en su interés por la Música Clásica y nos desvela en exclusiva algunos detalles hasta ahora desconocidos para el gran público. A escasos días de que comience el tramo europeo del tour que conmemora su cincuenta aniversario en el mundo de la música nos invita a un viaje en el tiempo para recuperar esa delicada joya que responde al nombre de Electric Sun y que será objeto de revisión durante esta gira del Triple Aniversario.




-Se cierra tu etapa en Scorpions. Por aquel entonces hay una referencia de una canción titulada “Rock tell”, con un cierto toque melódico y disco. ¿Nos puedes aclarar algo sobre este tema y tu participación en el mismo?

Es cierto, de hecho esta fue mi segunda contribución en el estudio. Me lo pidió Dieter Dierks. Contribuí con el solo a esta canción. Lo hice después de dejar Scorpions, en el mismo año 1978. Pienso que no es un tema especial ni nada por el estilo.

 -Aparece “Earthquake” en 1979, el primer disco de tu grupo Electric Sun. El tema título es muy intenso y místico, tiene un tremendo crescendo final. ¿Cuándo fue compuesto?

Esta canción fue compuesta en otoño 1978, es un tema épico instrumental con una introducción con reminiscencias a Beethoven. Me resultaba imposible meter esto en Scorpions, habría sido como un  grupo diferente, y acabó siendo mi único camino dejar al grupo para poder grabar este tipo de música. Ya tenía toda la música del disco compuesta para cuando dejé al grupo. Aunque eran mis amigos y se estaban haciendo siendo famosos necesitaba hacer mi propia música. Era tiempo de tomar decisiones.

                                                        Electric Sun: "Earthquake".

- ¿Puede considerarse como una especie de carta de presentación de la música de Electric Sun?

No, igual que con Scorpions, cada canción era muy distinta; diferentes gamas de expresiones musicales. “Lilac” era como una especie de viaje espacial. “Earthquake” era completamente diferente. “Electric Sun” era de nuevo distinta y más en onda Hendrix. No podría escoger ninguna que representase totalmente la música de Electric Sun, aunque mis favoritas no eran las más comerciales, como Earthquake” Este tema es como una pequeña sinfonía, de hecho el primer título iba a ser “Instead of a Symphony”. Como dije Electric Sun tenía algunos tintes de Rock Progresivo, pero era más bien una aventura musical. No había ningún grupo parecido, algo fuera de lo común. Como un proyecto inusual. No me gusta la expresión estilo, prefiero hablar de lenguajes, la música es un reflejo de esto.

-¿Por qué escogiste el nombre de Electric Sun para el grupo?

El sol es el símbolo físico definitivo de la vida, sin el no existiríamos. La electricidad es lo que hace que todo funcione. No me refiero a lo que sale de un enchufe, sino en un sentido más amplio, en el sentido de la energía. Es la más importante fuerza positiva creativa. Este nombre permitía otorgar un sentido positivo para el grupo porque quería hacer algo que fuese positivo y optimista.

-Formaste la banda con Ule Ritgen y Clive Edwards. Escogiste el formato de trío. ¿Desde el principio tenías claro ese formato?

Tres músicos fue solo el comienzo. Tras los Scorpions quería empezar desde el punto más básico y desnudo de un grupo, para ver hasta dónde podíamos llegar con este formato, experimentar. Ya había habido dos grandes bandas de tres músicos: Cream y Jimi Hendrix, pero por aquel entonces ambas se habían acabado. Debo decir que nunca estuve contento con el formato de trío. En el estudio era fácil porque yo tocaba todas las guitarras, esto quiere decir que en realidad no somos tres, en algunos temas hay hasta tres o cuatro guitarras distintas. En realidad hablamos de un grupo de seis aunque fuéramos tres. A Jimi Hendrix le pasaba lo mismo, puede que en el primer disco fuera formato de tres, pero el “Electric Ladyland” era de todo menos un formato de trío. Cream era de verdad el grupo de tres músicos tocando, con composiciones ejecutables por tres músicos. Así que me di cuenta de que mi música no era ejecutable solo por tres miembros, quería escuchar más armonías en las canciones… y cada vez que las tocábamos en directo sentía que se quedaban cojas. Prefiero tocar la solista cuando hay un claro acompañamiento armónico. Esto se consigue con rítmicas, teclados y por supuesto armonías. Al principio nunca podía hacer eso. Pensaba que sonaba demasiado vacío. Pensé que eso no encajaba en mi estilo de tocar. Para el siguiente álbum, aunque seguimos siendo tres, de nuevo cuando hicimos el tour de “Firewind” estaba muy insatisfecho muchas veces pensando en que le hacían falta más músicos. En realidad la gira fue muy corta. Más tarde incorporé teclados y otras cosas como elementos armónicos y creo que esto sonó mucho mejor.

-Estoy enamorado de la canción “Winterdays”, realmente sientes el invierno y la nieve cuando la escuchas. ¿Cómo te llegó la inspiración para componerla?

De hecho recuerdo que este tema lo escribí en el piso de Monika Dannemann, cuando vivíamos en Dusseldorf. La compuse mientras estaba con Scorpions, justo antes de un concierto. La grabé en mi grabadora para escucharla mientras iba al show en coche. Era invierno, había nevado y la música era perfecta con esa imagen, entonces resolví que se debería llamar “Winterdays”. Es un ejemplo perfecto de porqué Electric Sun no debería ser un trío. Una vez más, es un tema que necesita al menos dos guitarras para hacerle justicia. Por eso nunca la tocamos en directo.

                                                         Electric Sun: "Winterdays".

-La portada de este primer disco de Electric Sun es un bonito dibujo de Monica Dannemann. ¿Qué piensas que quería expresar con esta ilustración?

Esta portada tiene una  historia y es la que te voy a comentar a continuación. Es bastante inusual, comienza con lo que ves en la contraportada. Ves a una dama con un largo cabello castaño, muy largo, cayendo hacia abajo y sujetando la Tierra en sus manos. Esto fue cuando todavía estaba en Scorpions. Monika y yo solíamos ir juntos a los shows en un Alfa Romeo Spider, solía conducir yo casi todo el rato. Una noche volvíamos de Suiza, era un largo camino y solíamos tener largas e interesantes conversaciones. En una de esas charlas de repente me dijo: "he visto un cuadro". Lo había visto en su mente de modo claro. Le pedí que me lo explicase. Ella habló de esa mujer sujetando la Tierra y su vestido cayendo en espiral. Le dije que era una gran idea y cuando llegamos a casa ella lo dibujó; todavía conservo ese boceto, lo hizo a lápiz. Para este cuadro usó como modelo a la ahora fallecida prometida de su hermano, Klaus-Peter, que era mi mánager en aquella época; se llamaba Layla y era de Tahití. Por desgracia ese mismo año murió trágicamente en el hospital por una enfermedad difícil. El posado para la portada fue lo último que hizo a nivel artístico. Otra cosa importante y curiosa que hizo fue aparecer en el “Taken By Force”, en el tema “Born to touch your feelings” más concretamente. Al final del tema se puede escuchar a mucha gente hablando, hay una dama que habla francés y otra que habla la lengua de Tahití. Las dos eran Layla, hablaba perfecto francés y por eso hizo las dos partes.
Una vez Monika acabó el cuadro, quedó exuberante. Era la mejor pintura que había hecho hasta ese momento. Cada vez que lo miro me doy cuenta de lo que significa. Es la fuerza femenina del universo. La Tierra está representada con el color azul, así que pensé que complementaba perfectamente con la fuerza masculina usando los colores rojo y amarillo, haciendo lo mismo. Monika me usaba muchas veces de modelo para pintar, así que lo hicimos de ese modo. Pintó la portada en la que salgo yo aunque se supone que no soy yo, sino que represento a algo más importante que a una persona. Esa es la historia; una larga historia, nunca la he contado así.

-Es una bonita historia.

Todos los cuadros de Monika tienen una historia detrás, siempre interesante. Layla falleció en el hospital, era una bella persona y la quería mucho. Murió durante el mes en el que estábamos acabando de grabar “Earthquake” en Londres.

 
                                                      Contraportada de "Earthquake".

                                                         Portada de "Earthquake".

-¿Y las portadas de “Firewind” y “Beyond The Astral Skies”?

La portada de “Firewind” no tiene una historia tan profunda como la de “Earthquake”. Entre los dos discos se conectan los tres elementos: Tierra, Viento y Fuego. Es un cuadro mío delante de las cataratas del Niágara. Monika lo ejecutó de una manera preciosa. Uno de los temas principales de este disco es “Enola Gay (Hiroshima today)”. Pensé en poner la imagen de la bomba atómica a mi derecha, pero al final cambié de opinión porque creí que era demasiado para la portada. Monika pensó igual y volvió a pintarla, pero sin la bomba.
“Beyond The Astral Skies” no fue pintado directamente para el álbum. Cuando vi su dibujo me gustó mucho, uno de sus mejores y más apasionantes dibujos. Me encantan los colores y lo que hizo. Es como un viajero en el espacio. Para representarlo usó la cara de la mujer antiguo Faraón de Egypto; Nefertiti, esposa de Akenaton. Ella, al pintarla, la devuelve a la vida. Representa a un viajero espacial. Le pedí que dibujara para el interior un pequeño transbordador. Me siento muy orgulloso de este disco y, por supuesto, me siento muy afortunado de que Monika colaborase conmigo. Era una persona que tenía realmente talento para la realización de estas portadas, retratos, colores y detalles; cosas que el resto de la gente sencillamente no puede hacer. Una artista realmente bendecida con ese talento.


-Realmente esas portadas transmiten energía y fuerza.

Normalmente ella pintaba a partir de fotografías, algo que hoy en día hace mucha gente. Hizo muchas pinturas sobre Jimi Hendrix, claro, era su primer motivo al dibujar. Tomaba fotografías originales como referencia. Frecuentemente cuando comparas la fotografía con el dibujo la persona era aparentemente igual aunque ella conseguía poner más alma en ellos. Parecían increíblemente vivos y puedo notarlo al ver los dibujos. Superaban a las propias fotografías, como muy pocos pintores son capaces de hacer.

-La civilización egipcia me resulta fascinante.

El tema de Egipto me resulta muy interesante. Las preguntas sobre Scorpions las he respondido miles de veces porque me las preguntan siempre, de hecho suelen ser las mismas preguntas y respondo generalmente lo mismo. Las canciones son las mismas y la gente me pregunta por ellas una y otra vez. Sin embargo, temas como este me resultan más interesantes porque tienen más enjundia y no suelen salir en las entrevistas que me hacen.

-Esto daría para otra entrevista, sin duda. Siguiendo con Electric Sun, ¿qué nos puedes contar de los conciertos para presentar el disco “Earthquake”? ¿qué recuerdos tienes de esos primeros shows?

Como comentamos antes no estaba contento con el formato de trío en directo. No sonaba mal cuando tocaba la rítmica, pero era necesario tocar también la solista y de este modo los armónicos se perdían. Mi manera de tocar la solista se complementa con el color que le da el acompañamiento. Tocamos todo el “Earthquake” excepto “Winterdays” y “Lilac” porque era imposible llevarlo al directo. Necesitábamos más músicos para hacerle justicia a las canciones, por eso no teníamos suficiente repertorio. Además  completábamos el setlist con algunos clásicos del pasado. Para el segundo disco ya teníamos más repertorio porque la mayoría de las canciones eran más fáciles de tocar en directo, particularmente “Hiroshima”. El repertorio por entonces ya era más largo. Sin embargo me empecé a encontrar mucho más satisfecho cuando entró más gente en la banda. A partir de 1983 pienso que fue cuando a empezamos a ser realmente buenos en el escenario, ya teníamos más canciones para tocar. Fue en ese tour por Suecia y Reino Unido en el que se encuentran algunos de los mejores conciertos de Electric Sun.

                                         Electric Sun: Sidatta Gauthama, Uli Jon Roth y Ule Ritgen.

-¿Recuerdas cómo fue el primer concierto de Electric Sun?

Lo recuerdo muy bien. Fue un desastre, en realidad fue una especie de emergencia. Ocurrió en el Brain Festival, un concierto que organizaba nuestra compañía de discos Metronome. Esta compañía me había contratado por un montón de dinero y acabábamos de terminar “Earthquake”. Entonces nos surgió el problema: nuestro batería Clive Edwards recibió otra oferta mejor y nos dejó. Terminamos de grabar el disco en invierno de 1978 y esto ocurrió en Enero de 1979, el álbum iba a salir en esa primavera. La compañía de discos, habiendo pagado tanto y estando tan reciente el “Tokyo Tapes”, ya tenía montado el festival. Nosotros aún no éramos famosos, pero veníamos a ser el cabeza de cartel en un festival itinerante de tres fechas. El promotor insistió en que teníamos que tocar, le dije que de ninguna manera estábamos preparados para el directo y además estábamos sin batería. No habíamos tocando nunca en trío con ese repertorio. Pienso que lo ideal hubiera sido tocar en un tour más pequeño para que se ensamblase la banda y perfeccionar el repertorio. El promotor no aceptó y nos dijo que había que actuar en esos festivales. No suelo ser cobarde y me dije que adelante con ello. No lo pasé nada bien puesto que no estábamos preparados. Casualmente encontramos a un batería justo antes de los shows, era Sidatta Gauthama y tocó en “Firewind”. Era una situación difícil porque no habíamos ensayado nada. Nos plantamos en el Brain Festival en esta situación, de hecho mi mente todavía estaba en modo “Tokyo Tapes” ya que era el último concierto que había realizado. Me sentía a gusto en cualquier escenario, pero no tenía ni idea de cómo interpretar esta música tan compleja sin otro guitarra rítmico mientras yo tocaba toda la solista; en realidad era reducir todo en sonido a una guitarra cuando deberían ser tres. Lo hice lo mejor que pude, pero no fue suficientemente bien. La guitarra sonaba muy alta, la mezcla no era buena y llegué a la conclusión de que no estábamos preparados ni para ser cabeza de cartel ni para ningún festival. Lo suyo hubiera sido haber empezado tocando en clubs de cincuenta personas. Al día siguiente tocamos en una sala muy enorme llamada Grugahalle, en la localidad alemana de Essen, ante miles de personas. Sonamos un poco mejor. Decidimos tocar algo de Hendrix, una mala versión de “Machine Gun”. Por suerte aprendíamos rápido, pero no fui capaz de conectar bien con el público ya que estaba demasiado ocupado intentando controlar el sonido de la música. Nos arriesgamos escogiendo los temas más difíciles sin unos ensayos adecuados. Creo que no tocamos mal, pero no conseguimos la magia necesaria. El tercer día, que fue al día siguiente, tocamos en Bremenhaven. Fue diferente, alcanzamos algo de magia y el público respondió muy bien. Sucedió que casualmente mis amigos de Scorpions asistieron al concierto. En ese show ya se puede decir que empezamos a sonar más como grupo. Esa fue la primera gira de Electric Sun: tres días.

-Entonces no te sentías cómodo con una formación a trío.

Después no me sentía bien personalmente e hice algo que he hecho pocas veces en mi vida: irme de vacaciones. Cogí un avión a Portugal y estuve unos diez días por ahí perdido, reorganizando mis ideas. Después volví, escribí “Hiroshima” y comencé a componer nuevas canciones. Me di cuenta de que a veces en la vida las cosas no empiezan tan bien, tienes que perseverar, aprender de la experiencia y es entonces cuando las cosas funcionan. Cuando te sales de lo habitual necesitas aprender.

-Tenías claro que necesitabas más músicos.

Quería probar lo de la formación en trío. Era un reto reducir todo a lo más básico, pero por otra parte fue un gran error intentar llevar ese formato al directo. Mejoramos bastante rápido y cada vez sonábamos mejor a trío, aunque nunca estuve del todo satisfecho. Recuerdo que mi buen amigo Jack Bruce, que por entonces todavía no le conocía, me llamó un día –creo que fue una vez acabado el periodo de Electric Sun– para hacer un grupo conmigo y con Cozy Powell a la batería; algo como los nuevos Cream. Por supuesto era imposible, no se puede volver a hacer Cream sin Eric Clapton. Por mucho que adore a Jack Bruce deseché esa idea, no quería verme una vez más en un trío. Si hubiera habido más músicos envueltos en el tema hubiera aceptado, sin duda. Jack me insistió, realmente lo veía claro. Entiendo que si estuviese cerca del tipo de interpretación de Clapton, sobre todo con la voz, pudiera haber funcionado. Mi estilo de guitarra es más clásico, necesito las rítmicas, teclados y armonías. Gracias a esto Jack y yo nos hicimos muy amigos y acabamos haciendo juntos muchas cosas. Un tiempo después montó un grupo con Gary Moore (N. de R: BBM). Me gusta mirar siempre hacia el futuro, solo vuelvo a hablar del pasado cuando tengo que hacer entrevistas.

                                Bruce, Powell & Roth. Dibujo cortesía de nuestro amigo Paul Simon.

-Interesante noticia, no había escuchado nada antes. El segundo disco de Electric Sun se llamó “Firewind”. El propio tema “Firewind” es uno de mis favoritos de toda tu discografía. El solo final del tema me parece mágico, desafortunadamente termina con el volumen bajando y sin permitir al oyente escuchar el final en su totalidad. ¿Se alargó mucho más en la grabación original del tema?

Acaba en fade out. Es el final con el solo original, no seguí mucho rato más tocando. Por aquel entonces estaba de moda terminar así las canciones. A día de hoy si volviera a escribir esa canción le daría un final de verdad. De todos modos ese solo era improvisado y las cintas de estudio se pararon poco después. Ahora la acabamos con “Turn the time” y realmente funciona, me gusta. Esto ya lo hacíamos desde antes, cuando la tocábamos en directo interpretábamos una sección intermedia que terminaba con “Turn the time” y ahora sencillamente las enlazamos.

                                                          Electric Sun: "Firewind".

-“Hiroshima” es otra gran canción, de hecho la volviste a arreglar para el disco “Trascendental Sky Guitar. Tha Dragon”. ¿Qué querías expresar con esta composición?

Es un tema épico para el directo. Creo que dura como unos diez minutos. Fue escrita en unas cuantas horas en el apartamento de Monika en Dusseldorf, creo que en 1979. No recuerdo exactamente qué aniversario era del lanzamiento de la bomba atómica en Agosto, los periódicos hablaban de dicho aniversario. Por entonces ya tenía cierta conexión porque mi padre me había contado que tenía alguna grabación original de la explosión de la bomba, sentía cierta intriga por esta catástrofe humana y empecé a leer mucho sobre la Segunda Guerra Mundial. Me llamaba la atención que el Enola Gay se llamaba así porque era el nombre de la madre del piloto y en mi mente empecé a tararear la melodía. Necesitaba una guitarra que sugiriese el ruido de un aeroplano, no tanto rockera sino con un sonido afilado. También necesitaba la escala pentatónica con notas al estilo japonés. No me llevó mucho tiempo componerla. Cuando la acabé sentí que había llevado a culmen, pienso que es de las mejores composiciones que he hecho en mi vida. Es increíblemente intensa para tocarla en directo. Tengo muchas piezas intensas, por lo que tengo que elegir entre ellas puesto que de otro modo acabaría con la audiencia.

-“Chaplin and I” es muy lírica y delicada. Hace tiempo leí que estaba basada en un sueño que tuviste ¿Es esto cierto?

Es absolutamente cierto. Soñé con Charles Chaplin. Esto sucedió en el piso de Monika, una mañana me desperté y escribí la canción. Me resultó muy sencillo escribirla, lo cierto es que me salió todo el tema de una sola vez.

                                                          Electric Sun: "Chaplin and I".

-Tu siguiente disco con Electric Sun fue  “Beyond the Astral Skies”. En él nos encontramos con algunos cambios musicales. Usaste teclados, otros vocalistas y percusionistas. Resulta un álbum más melódico y orquestado. ¿Por qué estos cambios en tu manera de desarrollar tu creación musical?

Eso fue en directo. En estudio seguían siendo dos músicos, yo tocaba el bajo y tenía a un batería. Por primera vez usé a un cantante y coros. Introduje el teclado por primera vez, en los anteriores dos discos estaba interesado solo en expresarme musicalmente con la guitarra. Tras “Firewind” sentí que quería teclados en mi música y a día de hoy sigo pensando lo mismo.

-El sonido de la guitarra cambió un poco. ¿A qué se debió esto?

No creo que cambiase el sonido, pudo ser que cambiase el estudio que era mucho más pequeño. Pienso que es el disco de Electric Sun que mejor suena, mi favorito de esa era. El sonido de la guitarra es el más conseguido.

-En este álbum comenzaste a usar tu Sky Guitar.

Sí, pero no todavía. La mayoría de las cosas están grabadas con la Stratocaster blanca. La Sky Guitar todavía no estaba completamente perfeccionada, tenía problemas con las pastillas. Usé la Stratocaster y las acústicas, de seis y doce cuerdas.

-Filmasteis un video clip para el single titulado “The Night the Master comes”.

Fue una promo para el single del álbum. La compañía de discos nos ofreció un contrato de dos días para grabarlo. Me gustó. Escribí el script y lo pasé bien ideándolo. Por entonces quedamos bastante orgullosos de ello, tuvo muy buenas críticas. Hoy en día la gente me dice que queda fuera de onda, es cierto que la estética de los músicos era muy de los ochentas y actualmente puede quedar muy ochentero. En su día lo pusieron bastante en la MTV. Pienso que algunas de las escenas quedaron muy chulas. Fue una mezcla del poco presupuesto del que disponíamos y la calidad final se resintió. La verdad es que era bastante más ambicioso, pero no disponíamos de más presupuesto.

                                    Electric Sun: The night the master comes". Promo vídeo oficial.

-Otra de las canciones del disco es "I'll be there". Tiene un increible solo que llega hasta el final del tema, épico y dramático.

Diría que es el mejor solo de guitarra de Electric Sun. Me resultó complicado de grabar puesto que es un solo difícil de tocar, pero quedé muy satisfecho con el resultado final.

-El disco se cierra con “Eleison” y “Son of Sky”. Ambas están orquestadas, llevan voces de Soprano y Tenor y recuerdan a composiciones de Ópera y Clásicas. ¿Cuándo te empezaste a interesar en la Música Clásica?

Me empecé a interesar antes de estar en Scorpions, con Dawn Road. Mi amigo Achim Kirsching me tocaba esas piezas clásicas, conciertos para piano y violín. Siempre he estado interesado en la Música Clásica. He tenido varios profesores, pero he sido principalmente autodidacta. Escuché “Eleison” de Mozart en 1983 y me quedé en estado de shock, tenía un poder musical y espiritual superior. Solo pude escucharla una vez, no podía creer que esa música fuese posible. “Kirie Eleison”, “Confutatis” o “Lacrimosa” me parecen lo máximo que se puede hacer en música y Mozart lo hizo antes de morirse en 1792, el cinco de Diciembre para ser preciso. Quedé tan profundamente impactado por esto que intenté emular al gran maestro con mi propia música. Empecé a escribir esta intensa música escrita para orquesta, aunque en el disco se interpretó principalmente con guitarra y sintetizador, un Yamaha FZ700T87 más concretamente. Quedé muy satisfecho con esa composición, aunque está muy lejos de lo que hubiese deseado. Me costó diez días mezclarlo en el estudio, lo mezclé día y noche, aquello era una locura. Me gustaría poder interpretarlo con orquesta antes de morir para hacerle justicia, seguro que sonará mucho mejor. Básicamente creo que le pedía demasiado al equipo de grabación, con todos esos colores de guitarras. Pienso que la mezcla final es un pobre resultado de lo que tenía en mente.

                                                   Electric Sun: "Eleison" - "Son of sky".

-Por entonces realizaste varias giras por Europa y EEUU. Llevabas una banda formada por dos vocalistas, batería y percusión, dos teclistas, bajista, coristas y tú cantando y tocando la guitarra. ¿Qué nos puedes contar de esos conciertos?

Después de presentar “Firewind” en directo sentí que había que cambiar el formato de trío, fue en 1981. Le dije al grupo que necesitaba un año de descanso. Me tomé los años 81 y 82 sin tocar. Estuve en mi casa y me dediqué a mejorar mi violín. Fue un periodo prolífico para mí, compuse mucha música. A finales del año 1982 recibí una llamada de teléfono de Dave Cook, el que fuera mánager de Judas Priest y acabó siendo mi mánager, que me propuso empezar a hacer algo a gran escala. En realidad me habló como fan y me comentó sus planes, era un gran mánager. Fue entonces cuando decidimos pasar al siguiente nivel de Electric Sun. Llegamos al acuerdo de hacer un nuevo disco, pero le dije claramente que quería con un grupo más músicos. Al principio éramos siete miembros. Hicimos los ensayos en Londres. Llevábamos dos baterías -porque no sabía realmente con cuál de los quedarme-, un teclista, dos coristas, cantantes y sonaba genial en directo. Teníamos nuevas canciones, así que firmamos una gira por Suecia, con locales llenos a reventar. Además hicimos unos cuantos shows en Reino Unido, algunos en salas grandes tipo Hammersmith Odeon, Birmingham Odeon Newcastle City Hall y lugares similares. La mayoría estaban prácticamente llenas. Esto fue así porque en esa época “Firewind” explotó comercialmente, teniendo un muy buen seguimiento en Reino Unido. Las revistas musicales nos solían poner muy buenas críticas, tuve muchas entrevistas en esa época. De repente empezamos a notar seguimiento por parte de los fans. Era una banda muy buena y tuvimos bastante éxito. Todo esto me llevó hasta el contrato con EMI, usé la primera parte de 1984 grabando en diversos estudios “Beyond The Astral Skies” y en la segunda mitad del año comenzamos los ensayos para la gira. En la primera mitad de 1985 nos embarcamos en una larga gira que incluyó Reino Unido, Alemania o Suecia entre otros países. Todo esto confluyó en nuestro primer tour americano, recorrimos toda Norteamérica hasta Julio. Fue un recorrido exitoso aunque perdimos un montón de dinero debido a que mi mánager de entonces era muy creativo, pero las cuestiones económicas no eran su fuerte; él no llegó a estar nunca en el tour con nosotros. Básicamente gastamos mucho dinero en organizar la gira y en el equipo. Tras esto Electric Sun tenía que finalizar en mi opinión. Sentía que había llegado al máximo en este formato. Nuestro último show fue en Milwaukee, en el Beer Fest, era un festival al lado de un lago que celebraban cada año por la festividad del 4 de Julio. Este ha sido el recorrido del grupo hasta el año próximo, en el que tengo previsto hacer que Electric Sun vuelva a la vida.


-Esto es una gran noticia, esperaremos con ganas los nuevos shows de Electric Sun. En la gira de la que nos hablado tocabais canciones que no estaban incluidas en ningún álbum del grupo, “Daughter of the inner sun”, “Neptunian love”, “On that night”, “City lights” o “Sayonara”. ¿Eran demos del disco “Beyond the Astral Skies”? ¿Ideas para un posterior trabajo?

Electric Sun tenía canciones que nunca llegaron a aparecer en ningún disco. “Daughter of the inner sun” tenía un buen riff de guitarra, pero mi hermano lo mejoró y la convirtió en “Eastern sun”. En un primer momento pensé en hacer un nuevo disco.




Dedicado a la memoria de Zeno Roth (1965 – 2018).
D.E.P.








Agradecimientos a Javier Terrones y a Paul Simon.