Se acaba de de colgar de las redes sociales el primer adelanto del esperado disco de canciones de Elvis por parte de Danzig. Hace apenas un par de días nuestro emtrañable Glenn Danzig decidió compartir por fin con el resto de los mortales que deseen escucharlo el primer adelanto del tan anunciado y esperado por algunos de nosotros disco de versiones de Elvis Presley. El título de esta obra, como no podía ser de otro modo, reza de la siguiente manera: "Danzig Sings Elvis". Dicho disco tiene prevista su salida al mercado en próximo viernes 17 de Abril; sí, en medio del terrible desastre de esta pandemia mundial provocada por el COVID-19 nuestro cantante favorito ha considerado que es el momento adecuado para lanzar al mundo su nueva obra. Desde luego que son buenas noticias dentro de este mundo que se ha tornado tan gris de un día para otro. Este disco lo lleva anunciando Glenn desde poco después que saliera su estupendo "Deth Red Sabboath", allá por el año 2010, por lo que para muchos de nosotros nuestro particular Via Crucis de diez años esperando parece que va a llegar a buen puerto. En estos últimos años el cd de versiones de Elvis era tema recurrente en el universo paralelo de Glenn. Casi siempre que le hacían alguna entrevista salía el tema a relucir y nuestro inimitable Evil Elvis venía a decir lo mismo: que lo estaba preparando poco a poco, cuando disponía del tiempo y la actitud adecuados y que tenía prevista sacarlo pronto. No hay problema, el mundo de Glenn Danzig gira de manera distinta al del resto de los humanos y supongo que está bien así, si nos sigue regalando música tan buena. Hasta ahora Danzig había publicado una estupenda versión del clásico "Trouble" en su disco "Thrall: Demosweatlive" -con una parte final de órdago- y "Let yourself go" en el disco de versiones "Skeletons" publicado en 2015.
La canción escogida como adelanto es la versión del clásico "One night". Un tema que grabó Elvis en 1957 tras darle muchas vueltas a la letra definitiva y que se convirtió en todo un hit single al año siguiente. Conviene comentar que no es un tema propio. La composición original corresponde a Smiley Lewis, un bluesman negro que la grabó un par de años antes. Bajo el título original de "One night (Of sin)", Lewis obtuvo una considerable repercusión en las listas. No obstante, como hacían la mayoría de grandes artistas de los años cincuenta, dicha canción alcanzó un reconocimiento masivo cuando El Rey se fijó en ella y publicó su versión un par de años más tarde. Era habitual que artistas famosos de los años cincuenta realizasen versiones de temas de otros compositores que, aunque ya se hubiesen publicado con anterioridad, solo alcanzaban los primeros puestos en las listas al ser versionados por ellos.
Smiley Lewis.
Elvis Presley.
La versión de Danzig bucea en ese espíritu cincuentas. El tema está ligeramente ralentizado en su tempo, al más puro estilo de Glenn, para conseguir ese fondo de marco tenebroso y siniestro tan característico suyo. La música también guarda una secuencia nada estridente, al servicio de la voz principal del propio Danzig y permitiendo que brille en un primerísimo plano con un toque casi reverencial hacia la propia figura de Elvis. Todos los elementos de la música que ha hecho famoso a Danzig en casi el mundo -menos en España- están aquí presentes: la mezcla musical Sabbath/Metal/Blues tan densa y particular comandada por la personal voz de Glenn, resultado de una amalgama imposible entre Jim Morrison, Howlin Wolf y el propio Elvis. Muchos más cantantes de los que uno no imagina a primeras han tomado referencias del propio Danzig, gente como Ian Astbury o Don Dokken a partir de los noventa, por mostrar un par de ejemplos, muestran muchos de los rasgos vocales del entrañable tío Glenn.
Por mi parte esperaré a escuchar el disco al completo, como debe ser, para sacar conclusiones. Lo que sí tengo claro es que alguien como Glenn Danzig -que, por cierto, ha vuelto a contar con el guitarra Tommy Victor como su mano derecha y eso ya es sinónimo de calidad- seguro que se rompe los cuernos como cualquier músico que se precie de serlo para presentar un producto final con el sonido específico que busca o que tiene en su cabeza cuando compone cada disco que ha puesto en el mercado. Otra cosa es que no te guste; en ese caso el asunto es sencillo, no te lo compres, no te lo grabes o, si no eres capaz de domar tu propia ira, grábate tu propio disco y lo dejas a tu gusto.
De cualquier modo, no se me ocurre una mejor manera de afrontar nuestro amado/odiado confinamiento de estos días que con nueva música de Danzig que llevarte a la boca.