Encuentros HUSH.
Este es un sitio musical, no nos engañemos, pero en el que nos vamos a acercar a la música que nos gusta desde distintos ángulos, cual prisma. Como ya dijo el añorado Jon Lord: la música es la forma de arte más elevada que existe; afirmación que, pese a disfrutar de otras manifestaciones artísticas, sostengo plenamente.
Clube de Adictos a Deep Purple
Clube de Adictos a Deep Purple
Púrpura Chess
This blog is basically a musical site. Here we talk about the music we like, using different angles. As dear and missed Jon Lord once said: “Music is the highest kind of Art that exists”. I think the same way too.
Opino que todo el mundo del Rock echa de menos a la persona y figura de Ronnie James Dio. Un músico irrepetible. Justo en una semana se cumplen trece años desde que abandonó este mundo y nos dejó huérfanos de su presencia y su talento. Bendecido con una voz extraordinaria y con un talento arrollador, desarrolló un estilo cuya estela e inspiración todavía siguen muchos de los que se dedican a esto de la música. Al menos para el que esto escribe no hay día que no lo tenga en mi pensamiento. El tiempo pasa, no cura nada aunque lo acostumbra casi todo, y el recuerdo de Ronnie sigue ahí. En cada melodía que te viene a la cabeza de manera inesperada, en cada momento evocador de las rutinas del día a día, en cada pequeño detalle que te transporta a ese momento irrepetible que le tenía como protagonista, en cada decisión de tu vida que te acompañó con su música. Sabes que ya nada nunca será igual y tratas de volver a normalizar. Como perder a ese ser querido y tener que aprender a seguir viviendo. Pero esto es marginal.
Y vuelve la noticia de nueva música suya que quedó grabada antes de que falleciese. Claro que ha quedado música grabada, por supuesto. Seguro que hay bastante cinta esculpida con canciones o fragmentos de las mismas que lleven su voz. Igual que con cualquier otro músico que nos deje. Otra cosa es que tengan la suficiente calidad o que las batallas de derechos legales permitan que al final vean la luz.
Ya hace unos años Doug Aldrich, guitarrista que tocó con Dio en el disco de estudio "Killing The Dragon" y en los directos "Evil Or Divine. Live In New York City" y "Holy Diver Live" sustituyendo a Craig Goldy, anunció en los medios que había alguna grabación incompleta de Ronnie en la que le había solicitado sus servicios a la guitarra. Recordemos que Ronnie James Dio dejó incompleta la trilogía que anunció años antes de su muerte de su disco "Magica". Un fantástico álbum conceptual que publicó en el año 2000 y con el que volvió a demostrar una vez más su desbordante talento. Pues parece que por fin se está preparando para una futura publicación. Según comenta la propia Wendy Dio, gestora oficial del legado de Ronnie y ex mujer del músico, han aparecido en un baúl -como siempre- las cintas de esa colaboración de la que Aldrich habló el pasado año. Esto de la música escondida en los dichosos baúles es todo un clásico. Por muy famoso que sea un músico cuando fallece y por muy claro que tenga todo el que entienda un mínimo de música que los responsables de comercializar su legado artístico saben a la perfección el material que les queda por mercantilizar, siempre nos vendrán con la dichosa cantinela del baúl desconocido y polvoriento con el que por casualidad se han topado en lo más profundo de un abandonado desván mientras hacían limpieza... y con el que podrán sacar un cd que les de unas cuantas monedas más. Si han pasado tantos años, todo lo que esté en el jodido y mugriento baúl estará destrozado, pero... ya se sabe.
Ronnie Dio & Doug Aldrich. Foto: Jan Dahle.
Bueno. Pues nuestra querida y nada interesada Wendy nos comenta de la existencia de esta canción. Esa abnegada ex pareja que apenas al mes de la muerte de Ronnie Dio ya nos vendía camisetas conmemorativas de su fallecimiento... y una semana después en packs de descuento. Estas cosas a algunos no se nos olvidan. Dejaremos para otro día la reflexión que se desprende de toda esta gente que sin haber compuesto una sola canción de pronto se encuentra con la potestad de manejar a su antojo catálogos musicales que son más grandes que la vida y nos centraremos en lo que nos interesa: las canciones grabadas por Ronnie Dio que todavía no han visto la luz.
Habla Wendy de tres temas. Entendemos que todos se encuentran en el ámbito creativo de los discos "Magica II" y "Magica III", que por desgracia se quedaron en la mente de Dio para siempre. Uno de ellos es al que nos remitimos en este texto. Parece ser que Ronnie le mandó a Doug Aldrich una demo para que le pusiera guitarras y un solo. El resto de la música estaba tocada por el propio Ronnie Dio y la batería se había generado con una caja de ritmos. Comenta Aldrich que cuando le mandó de vuelta el tema a Dio, este lo relegó a un segundo plano para centrarse en el tema "Electra", adelanto de lo que sería "Magica II" y última grabación publicada de nuestro pequeño gran elfo antes de morir. Así que suponemos que hay que colocarse en esos años 2009/10 que es de cuando data esta última canción, publicada en el recopilatorio "Tournado Box Set". Porqué no está Craig Goldy a la guitarra -miembro oficial de Dio, no nos olvidemos- nos plantea algún que otro interesantísimo interrogante, pero dudo mucho que pueda ser resuelto en su totalidad.
Una segunda canción estaba siendo trabajada entre Ronnie Dio y su antiguo bajista Jimmy Bain, también fuera de Dio desde la etapa de "Killing The Dragon" por sus problemas con el alcohol. Sería igual de intrigante saber si poco antes de la muerte del propio Dio retomó el contacto con su antiguo amigo Jimmy. Recordemos que Bain y Dio se conocieron cuando ambos formaron parte de Rainbow a mediados de los setenta en esa primera era irrepetible del grupo del Arco Iris.
Y por último Wendy se refiere a un tercer tema en el que Dio estaría trabajando codo con codo junto a Craig Goldy, el guitarrista oficial de su grupo hasta que tristemente falleció. Todo esto se engloba dentro del que parece que será un futuro lanzamiento póstumo de Ronnie James Dio con canciones inéditas y grabaciones de esas escondidas que el gran público desconoce. Toda una delicatessen para nuestros desnutridos paladares, siempre ávidos de nueva música de nuestro añorado Ronnie.
Jimmy Bain & Ronnie Dio.
Ronnie Dio & Craig Goldy.
A todo esto habría que sumar otras maquetas de cuya existencia ha hablado el que también fuera guitarrista de Dio, Rowan Robertson. El bueno de Rowan, que tocó en el infravalorado "Lock Up The Wolves" de 1990 con apenas dieciocho añitos -pedazo discazo- ha comentado en los medios musicales recientemente que hay demos de canciones con Ronnie que nunca se han publicado. Incluso parece ser que se las mandó a Wendy, pero ésta decidió que no atesoraban la calidad suficiente ¿? Parece ser que tras ese primer disco Dio/Robertson, comenzaron a trabajar en las demos de su sucesor, pero todo se truncó cuando Ronnie escuchó los cánticos de sirena que le mandaba Gezzer Butler y decidió embarcarse en la reunión con Black Sabbath que acabó de esa manera tan agria en el infame concierto de Costa Mesa sin el propio Ronnie y con Rob Halford al micro; todo cortesía de nuestro querido Ozzy Osbourne y con la connivencia implícita de Iommi & Butler. Ya comentamos esa historia en profundidad aquí.
Vamos, que material hay, eso es seguro. Otra cosa es que quién tenga potestad se decida a publicarlo. Por nuestra parte, a esperar a ese anunciado recopilatorio de temas inéditos y oscuros del repertorio de Ronnie James Dio.
Michael Schenker acaba de compartir con todos nosotros la canción "A king is gone", segundo adelanto de su esperado nuevo disco titulado "Universal" y anunciado para el próximo veintisiete de Mayo. El mes pasado colgó de las redes el tema "Emergency" y su chulísimo vídeo clip oficial como primer adelanto de dicho cd. Esta nueva canción supone un homenaje a la figura de Ronnie James Dio y al mítico disco de Rainbow titulado "Rising". Recordemos que ese fue el segundo lp del mágico grupo de Ritchie Blackmore y uno de los pilares fundamentales de lo hoy en día todos conocemos como Heavy Metal. Sin duda el mejor disco salido de la especial unión de ese inmortal trío Blackmore - Dio - Powell y tal vez la mejor obra de la extensa discografía de estos tres inmortales genios. Tal vez.
En esta canción han colaborado con la guitarra de Schenker el vocalista Michael Kiske, el bajista Bob Daisley, el batería Bobby Rondinelli y el teclista Tony Carey. Nótese que tanto Daisley como Rondinelli formaron parte de Rainbow aunque no para la grabación de "Rising", sino en sucesivas encarnaciones del grupo del díscolo Man In Black. Por su parte Tony Carey fue el teclista que grabó ese mítico lp, de sus dedos sale la mágica intro que desemboca en el brutal "Tarot woman" con el que comienza esta obra maestra. Una bonita manera de rendir homenaje a este disco y a la figura del vocalista Ronnie James Dio, que comandó a la voz, melodías, presencia y magia esos irrepetibles primeros años del Arco Iris que nos regaló la cabeza y el talento de Ritchie Blackmore.
G.Lynch, M.Schenker, RJ.Dio y G.Butler. Otros tiempos... Foto: George Lynch Fan Page
En el nuevo disco de Michael Schenker se ha anunciado también que esta canción está precedida por una introducción titulada "Calling Baal" interpretada por el clásico teclado Moog del propio Carey. Conviene comentar que Baal era el nombre que el propio Ronnie Dio le daba a la figura demoniaca que aparecía en las portadas de los primeros discos de su grupo Dio. Parece ser que esta intro lleva un cierto toque a la introducción que Tony Carey hizo para el "Tarot woman" de "Rising" al que nos hemos referido con anterioridad, pero para escucharla deberemos esperar a la publicación del disco en su totalidad, ya que en este avance solo aparece el propio tema "A king is gone".
El nuevo disco "Universal" de Michael Schenker vuelve a contar con la supervisión de Michael Voss, como en la trilogía anterior, lo que ya de por sí es sinónimo de calidad. Desde que Voss empezó a colaborar con el por entonces errático guitarrista alemán hace más de diez años en su disco "Temple Of Rock" no le ha hecho más que bien al rubio alemán y eso se nota en cada una de las notas de los trabajos que ha venido realizando con posterioridad. Michael Voss viene a ejercer de algo parecido a productor ejecutivo, aportando inspiradas composiciones, colaborando en la producción, orientando en la dirección musical adecuada para Schenker y seleccionando la línea del material a trabajar.
En este nuevo disco Schenker vuelve a contar con los vocalistas Ronnie Romero, Gary Barden y Ralf Scheepers, además de la nueva incorporación del ex Helloween Michael Kiske. También son de la partida miembros de antiguas formaciones de la MSG como el guitarra/teclista Steve Mann, el bajista Barry Sparks o los baterías Bodo Schopf y Simon Phillips -todo lo que toca este músico lo convierte en oro-. Este nuevo concepto del bueno de Michael de invitar a un nutrido elenco de músicos para grabar sus discos de estudio se completa con el batería Brian Tichy, el bajista Barend Courbois y los antes mencionados Rondinelli, Daisley y Carey. Casi ná.
Y la canción... pues un tema con los elementos básicos del sonido Schenker presentes, lo que es sinónimo de calidad, música Hard Rock cañera de toda la vida con marchamo de clásico. La única pega es que, pese a que Kiske es un gran vocalista, me hubiese gustado escuchar a la voz a Ronnie Romero. Bonito homenaje a uno de los artistas más grandes que ha dado la vida: el inmortal Ronnie James Dio. En un mes hablamos.
Hoy hace veinticuatro años y tres días que nos dejó para siempre Cozy Powell. Que el insigne y tristemente malogrado batería Colin Trevor
"Cozy" Powell -24 de Diciembre de 1947/5 de Abril de 1998- ha
sido y es uno de los músicos más reconocidos y carismáticos que ha dado nuestro
querido universo del Rock n' Roll es algo que no se le escapa a nadie.
Un excelente batería, poseedor de un sonido único que te permitía identificarlo
en cuanto le escuchabas y que fue capaz de traspasar el muro de sus tambores
para alcanzar una notoriedad propia de cantantes y guitarristas desde aquellos
añorados años setenta hasta la actualidad. No es que fuera mejor ni peor a la
hora de ejecutar con su batería, no se trata de eso aunque realmente fuese muy
bueno tocando su instrumento, sino que consiguió alcanzar unas cotas de
notoriedad y reconocimiento que generalmente estaban copadas por cantantes como
Ian Gillan, Robert Plant, Steven Tyler, Rod Stewart o Paul Rodgers,
por citar un puñado de los básicos de toda la vida, o guitarristas como Jeff
Beck, Eric Clapton, Jimmy Page o Ritchie Blackmore; de hecho el siempre
temible Man in Black llegó a asegurar públicamente una vez que el
músico con el que sentía que debía haber hecho más esfuerzo por mantener en sus
Rainbow siempre fue el bueno de Cozy... y eso es mucho decir si
viene de alguien tan arisco como Blackmore; el Blackmore de los
setenta/ochenta, claro.
A lo largo de su intensa vida Cozy Powell ha tocado con la flor
y nata del Rock duro mundial, puso sus baquetas al servicio de grandes
nombres como Jeff Beck, Black Sabbath, Rainbow, Whitesnake, EL&P, Peter
Green, Gary Moore, Brian May, Robert Plant, Michael Schenker, Jan Akkerman,
Graham Bonnet, Glenn Tipton... y así podríamos seguir hasta quedarnos sin
papel. Todo esto sin contar la gente para la que grabó sin aparecer en su día
en los créditos como músico de sesión y entre las que nos encontramos a grupos
y artistas del calibre de Jack Bruce, Cinderella y un largo etcétera.
Tanto antes como hoy en día resulta bastante habitual que los buenos músicos
sean reclamados para grabar en el estudio las partes de otros artistas famosos,
pero que no deben de ser tan buenos intérpretes como su fama les precede. Lo
hacen desde el anonimato mientras reciben su cheque por los servicios prestados
y por mantener su boca cerrada. Uno de los músicos que seguro debe tener unos
cuantos contratos firmados de semejante calibre debe ser nuestro entrañable Cozy.
Ya ves, un palmarés que solo alcanzan ese puñado de escogidos por el dedo
divino de la música.
Cozy Powell fue de los pocos baterías que en sus primeros años
consiguió meter canciones publicadas bajo su propio nombre en las listas de
éxitos; no se conformó nuestro hombre con tocar con los más grandes, también
tuvo tiempo para poner en marcha su propio grupo y grabar un puñado de singles
y discos en solitario, algunos de ellos alcanzando puestos importantes de las
listas inglesas de éxitos. Famoso y conocido por todo el que sienta algo por el
Hard Rock es su solo de batería, el que interpretaba en todas sus
actuaciones de directo -bueno, menos con EL&P-. Este solo, que se
estructuraba a partir de la clásica pieza de Pyotr Ilyich Tchaikovsky
titulada “1812 Overture”, es sin duda otra de las marcas de la casa de
nuestro querido aporreador. Apareció en su primer disco en solitario de estudio
titulado “Over The Top”, siendo el propio tema título. Más tarde le
añadió también un fragmento del tema “633 Squadron”, versión del tema
original de Ron Goodwin y que el propio Cozy publicó en su tercer disco en solitario “Octopuss”. Se trataba de una interpretación
electrizante en la que se sumaba la épica de la Música Clásica y la
potencia de su batería en un compendio que iba subiendo en intensidad hasta que
explotaba ante los atónitos ojos del espectador, uno de los puntos culminantes
de cualquiera de las actuaciones de los grupos de turno en los que militaba Powell.
Su personalidad debió ser también bastante interesante. Bromista
empedernido, capaz de rivalizar con el mismísimo Ritchie Blackmore en
esto de tocar los cojones con esas bromitas pesadas que le arruinan el día al
que las sufre, para sorna y regocijo del resto de observadores. Era un tipo que
vivió rápido y sin darle demasiadas vueltas a las cosas. Le gustaba conducir
coches de alta gama a toda velocidad, de hecho eso fue lo que acabó con su vida
de manera tan abrupta. Cuenta Graham Bonnet -un tipo con el que llegó a
hacer muy buenas migas, por otro lado normal por la forma de ser de ambos- que si querías ir en coche a un lugar y llegar antes que nadie
debías montarte en el vehículo de Cozy.
La unión de estos tipos en los años dorados de Rainbow está
trufada de situaciones tan atómicas como inverosímiles, propias de la imposible
convivencia de tipos tan creativos y extremos como Blackmore, Dio & Co.
El famoso featuring: Blackmore, Dio & Powell, un triunvirato
que nos ha llenado de felicidad y de música de esa de caviar ruso a los
millones de seguidores de la formación clásica de Rainbow que nos
repartimos por el mundo y que consideramos que lo que consiguieron crear estos
tres tipos no ha podido ser superado jamás. Pero esto es marginal. Curiosamente
parece ser que la relacción Ronnie Dio/Cozy Powell siempre fue bastante
tensa hasta llegar al extremo de que cuando Dio volvió con Black Sabbath
a principios de los noventa iba a ser con Cozy Powell, pero un accidente
de este le imposibilitó grabar con ellos en los tiempos previstos. Hablamos del
gran pero infravalorado disco "Dehumanizer" de los Sabbath.
Por lo visto, ante la imposibilidad de tocar de Cozy por haberse caído
de un caballo -qué demonios hacía Powell a lomos de un equino es algo que solo
debía de saber él mismo- hizo que se trastocasen los planes de grabación,
siendo el propio Ronnie el que propuso no esperar a Cozy y llamar
a Vinnie Appice; sí, el mismo Vinnie que años más tarde
traicionaría cochambrosamente al propio Dio que tantas veces se acordó
de él. También por una gira de reunión de Black Sabbath, esta vez con Ozzy
Osbourne y que documentamos en este otro artículo.
El caso es que varios años después Ritchie y Cozy
coincidieron en un festival en la localidad sueca de Esbjerg, hablamos de
1997 al final de la gira de reunión de Rainbow con Doogie White
al micro. Powell acompañaba en la batería a Peter Green y por lo
visto se toparon en el backstage los tres: Blackmore, White y Powell;
se tomaron algo, charlaron y parece ser que trataron el tema de LA REUNIÓN.
Lamentablemente se vio truncada para siempre por el fatal accidente
automovilístico que sufrió nuestro batería favorito. Conocemos estos datos
cortesía de Doogie White, un tipo íntegro que sufrió en sus carnes el
injustificado escarnio del entorno Blackmore's Night protagonizado por
unas declaraciones tan hirientes e innecesarias como fuera de contexto que
realizó la vocalista y mujer de Ritchie, Candice Night, y que
comentamos en esta otra entrada.
Rainbow 77: Tony Carey, Ronnie Dio, Ritchie Blackmore, Cozy Powell y Jimmy Bain. Magia pura.
En ese año 1998 parece que Cozy Powell se estaba viendo con una
mujer casada, imagino que tanto a Cozy como a otro buen número de
hombres que andan sueltos por el mundo poco les importa ese pequeño detalle
para entablar una relación más estrecha con la fémina de turno. Una lluviosa y
desapacible tarde Cozy recibió una llamada de la señora en cuestión, por
lo visto pidiéndole que acudiese con ella por cualquiera que fuese el motivo de
su situación con el que por entonces era su marido. Powell, como el
caballero que siempre fue, se sentó raudo en su Saab 9000 para estar al
lado de nuestra intrigante mujer en su momento de desazón. Todos hemos
conducido alguna vez bajo las inclemencias del tiempo, frío, lluvia, nieve o
niebla, a cuál peor. En estos casos el asunto de reducir la velocidad de
crucero es algo casi inherente al hecho de ponerse al volante de un vehículo.
Nada más alejado de la realidad de la lógica vital de un tipo como Cozy Powell.
Por supuesto puso su coche a mil, como de costumbre, mientras hablaba por
teléfono con su adúltera acompañante. Las inclemencias meteorológicas, la
excesiva velocidad de su vehículo y ese destino cruel que a veces buscamos sin
remedio hicieron el resto. En el momento en el que Cozy Powell se
estrelló contra una de las medianas de la autopista M4, cerca de Bristol,
iba hablando por teléfono mientras conducía a unas cien millas por hora.
Recibió un impacto brutal que acabó con su vida.
Sharon Reeve, la dama con la que Cozy mantenía el affair
sentimental, nos cuenta que llamó a nuestro batería favorito para pedirle que
fuese en su búsqueda. Llamó a Powell esa tarde a su teléfono móvil,
solicitando su inmediata presencia imaginamos por problemas conyugales. Le
pidió a este que acudiese con ella lo más rápidamente posible. Las residencias
de ambos se encontraban a unas 35 millas -unos 56 kms-. Cozy, que había
estado consumiendo alcohol durante esa misma tarde, se subió a su coche sin
dilación. Se puso al volante de su vehículo con la intención de recorrer la
distancia que separaba su casa en Woodlands St Mary, cerca de Hungerford,
Berkshire, del domicilio en el que su dama se encontraba en ese momento en la
localidad de Cardiff. Esa lluviosa tarde del cinco de Abril de 1998 el Saab
9000 hizo honor a su capacidad de correr en manos del músico que en más de
alguna ocasión había comentado públicamente que conducía igual que tocaba:
fuera de control.
La dichosa señora Reeve llamó de nuevo al móvil de Powell
a las ocho y media de la tarde para ver en qué parte del camino se encontraba,
consiguiendo hablar con él mientras conducía pese a que había ciertas
interferencias en la línea. Pudo entender que Cozy estaba teniendo
algunos problemas con la caja de cambios del vehículo, le comentaba Powell
que estaba conduciendo a unas 104 millas por hora -167 km hora- y esperaba que
el motor no se atascase. De pronto Cozy dejó de explicarse para decir
súbitamente: “oh, mierda”, sonaron a través del teléfono algo así como unos ruidos
violentos y acto seguido unos segundos de preocupante silencio. Desesperada,
volvió a intentar llamar al batería, pero ya no volvió a escuchar la voz de Cozy
Powell al otro lado de la línea. En ese momento se dio cuenta de que Cozy
habría sufrido un accidente y telefoneó a la policía para ponerla al tanto
de la desesperada situación. Powell impactó contra una mediana de la
carretera cerca de Bristol, debido al exceso de velocidad, a las condiciones
meteorológicas e imaginamos que a su estado tras la ingesta de alcohol. El
coche hizo un trompo mientras chocaba con la mediana. Powell salió
disparado del habitáculo del conductor cuando este dio una vuelta de campana
cayendo sobre el techo encima del propio Cozy, que falleció en el acto.
En el análisis que le realizaron posteriormente reflejaba una tasa de alcohol
en la sangre ligeramente superior a la permitida. Fue declarado muerto en el hospital de
Frenchay, en la localidad de Bristol unas horas después.
El oficial de policía Ian Carter casualmente conducía frente a Powell
cuando este perdió el control del vehículo. Circulaba por el otro sentido de la autopista en la que tuvo el fatal accidente Cozy. Se encontraba adelantando por el tercer carril cuando de pronto escuchó un fuerte ruido
sordo. Declaró que paró su coche en cuanto vio el accidente y fue a ver tanto
el estado del Saab 9000 como lo que les podría haber pasado a sus
ocupantes. Carter, que se encontraba fuera de servicio en esos momentos,
pensó en un primer momento que el coche podría haber colisionado desde el otro
lado de la autopista. Al acercarse el motor todavía estaba encendido y salía
humo del capó. Debajo se encontraba el cuerpo de un hombre, estando todavía
visibles su brazo y pierna izquierdos. Carter le intentó tomar el pulso,
pero el corazón de Cozy Powell había dejado de latir. Robert Nicholls,
comisario de policía que estuvo en el incidente, confirmó que Cozy Powell iba
conduciendo a gran velocidad, hablando por el teléfono y sin el cinturón de
seguridad abrochado. A la tasa de alcohol superior a la permitida se le pudo
sumar el problema que se detectó a posteriori en uno de los neumáticos
del coche, ya que parecía haber sufrido un pinchazo en los momentos previos al
accidente. Este enrevesado cúmulo de circunstancias tuvieron el fatal desenlace
que todos conocemos. La Sra Reeve, que estaba atravesando un proceso de
separación de su marido y había conocido a Cozy en uno de sus
conciertos, no quiso realizar declaraciones en ese momento.
En esos momentos Cozy Powell se encontraba trabajando en unas
grabaciones del guitarrista Peter Green, con el que estaba actuando en
directo por entonces. A la vez acababa de parar los ensayos para la gira que
iba a realizar con el guitarra sueco Ingwie Malmsteen debido a un
accidente que había sufrido con una moto. La fatalidad, los excesos y la
imprudencia hicieron el resto. Además de la música, la otra pasión de Cozy
Powell eran los coches y la velocidad. Había llegado a pilotar coches de
competición en los años setenta e incluso por un tiempo abandonó la música para
convertirse en piloto de Formula 3.
Si la señora Reeve no hubiese urgido la presencia inmediata de Cozy,
que había estado bebiendo y no se pensó dos veces el hecho de montarse a los
mandos de su vehículo, si el coche no hubiese sufrido un pinchazo, si no
hubiera hecho tan mal tiempo, si no... En fin. Que nos quedamos sin Cozy
Powell y ya está. Cincuenta años. Joven, muy joven, y con mucho recorrido
por delante que se truncó irremediablemente aquella asquerosa tarde de Abril.
Se rompió de manera
definitiva el featuring: Blackmore, Dio & Powell.
Siempre recordado. Colin
Trevor “Cozy” Powell, Descanse en Paz.
Rainbow: Munich 77. Cozy drum solo "1812 Overture".
Whitesnake: Ludwigshafen 83. Drum solo "633 Squadron"7 "1812 Overture".
En esta mañana de frío
invierno castellano leonés acabo de finalizar la apasionante lectura
de la autobiografía de Ronnie James Dio.
Sentado en la mesa de una anónima cafetería y frente a los restos
de una taza de buen, cargado y humeante café, de esos que tienes que
degustar sorbo a sorbo ya que está ardiendo y apenas puedes mojar
tus labios para que tu paladar disfrute con cuidado lo que viene a
ser un manjar de los dioses, llego al final de otro electrizante
viaje de esos que proporcionan un montón de letras juntas con
sentido. Sobre la mesa el libro de Dio,
el amanecer, la música adecuada de fondo en los cascos -en este caso
el maravilloso cassette"Sacred Heart",
infravaloradísimo tercer disco de Dio
y el que le abrió la puerta de la Magia a este humilde escriba en
aquel lejano ya 1987- y la inevitable taza de café. Un café
potente, negro, fuerte y cargado como Dios
manda, no esa mierda de agua sucia que algunos aprendices de camarero
te ponen en sus lujosos y horteras garitos sin tener ni puta idea de
lo que es un café largo y cargado ni de cómo se debe de hacer en
la máquina cuyo funcionamiento supuestamente deberían conocer; pero
eso es otra historia.
Esta biografía de nuestro
pequeño gran hombre se lleva anunciando desde hace un buen puñado
de años. El propio Ronnie James Dio
comenzó a escribirla cuando todavía estaba en vida y su idea
original era que quedase con un final abierto, por desgracia su
prematura muerte le impidió finalizar el proyecto por sí mismo;
otro de tantos que una mente tan maravillosa como la suya dejó
huérfanos o inacabados. Entre lo que dejó escrito de su puño y
letra podemos leer lo que aconteció desde sus primeros años hasta
la etapa de Rainbow.
Luego llegó la enfermedad y el dolor.
Wendy Dio,
su mánager y pareja, para bien o para mal recibió el encargo del
propio Ronnie en su
lecho de muerte para manejar el impresionante legado musical del
artista y eso es exactamente lo que lleva haciendo esta mujer desde
entonces. Ya anunció en su día el deseo de concluir la biografía
y, con la ayuda del reputado periodista Mick
Wall, se puso manos a la obra a partir de los
manuscritos inconclusos que había dejado Ronnie.
Un Dio al que le
gustaba de escribir con papel y pluma, tan especial era para esto
como para el resto de las cosas. Que nadie puede escribir como Ronnie
James Dio es algo que no se le escapa a todo
aquel que haya seguido su trayectoria artística; fue un hombre
bendecido con un don para contar historias además de sus talentos
obvios, pero desde luego que la siguiente persona que mejor conocía la
vida y recorrido de Ronnie
es Wendy. Por otro
lado de Mick Wall casi
todo lo que se pueda decir es bueno, por lo que no se me ocurre mejor
manera de concluir lo inconcluso que la que se pergeñó en la cabeza
de la poderosa ex mujer de Ronnie.
Tras años de impaciente
espera, el libro finalmente vio la luz del sol el pasado 2021. La
propia Wendy comentó
que la idea original era la de publicar el libro cuanto antes, pero
que los recuerdos y el dolor por la pérdida todavía estaban muy
recientes y no estaba preparada para esta empresa. Ni que decir tiene
que un ejemplar llegó a mi casa el mismo minuto uno de su
publicación. Sin embargo no fue hasta ahora que me decidí a leerlo.
Entiendo que en nuestro día a día habitual lo lógico sería leer
un libro que te interese en cuanto pases a poseerlo. Lo que ocurre es
que cuando se trata de Ronnie James Dio
la lógica funciona de otra manera. Es básico que se den los
condicionantes adecuados para comenzar una lectura tan especial como
esta, siendo necesario rendir el homenaje que se merece a este
hombre que cambió con su arte la vida de muchos de nosotros. No
pretendo resultar petulante, pero tampoco sería honesto tirar de una
ridícula falsa modestia para ocultar el hecho de que prácticamente
ya conozco los avatares que se vayan a narrar sobre la vida y obra de
uno de mis ídolos de siempre, desde su primer single con Ronnie
& The Red Caps de 1958 en el que solo
tocaba el bajo hasta la última vez que le vi sobre un escenario meses antes de su triste fallecimiento; qué coño, si hasta
conozco datos sobre su vida que casi nadie sabe de manera pública y
de los que no sería nada elegante citar sus fuentes. Es por ello que
esta lectura para mí tenía sobre todo el sentido de homenajear su
figura y para esto necesitaba juntar un par de días en los que
sumergirme por completo en la fascinante aventura de sus memorias.
Ronnie James Dio. Dio & Wendy.
Al final la ocasión se cruzó en mi camino y durante estos últimos días me decidí a abrir la
puerta del libro. A poco que te guste el noble arte de la lectura te
lo puedes devorar en un día sin problemas, en lo que a mí respecta
lo estuve dosificando por momentos y partes siempre acompañándolo
de la inevitable música de fondo, por lo que ha sido un placer
volver a revisar -una vez más- su soberbia discografía... justo
hasta la mitad de su recorrido musical. Sí, a nuestra indómita
Wendy se le ocurrió
la irritante idea de publicar lo que viene a ser la primera parte de
las memorias de Ronnie James Dio
abarcando este primer libro hasta el año 1986 con el disco "Sacred
Heart" y su mastodóntica gira
promocional como protagonistas. En fin, mejor esto que nada. Como la
propia Wendy explica
parece que Dio y ella
llegaron a la conclusión de que este primer libro debería llegar
hasta el primer show que Ronnie James Dio
ofreció con su propio grupo en el mítico Madison
Square Garden neoyorquino. El bueno de Frank
Sinatra dijo una vez que si lograbas tocar en
el MSG como cabeza de
cartel, significaba que habías alcanzado el éxito y ya podías
actuar en cualquier arena del mundo... y si lo dice Frank,
habrá que hacerle caso.
En este libro de ágil y
amena lectura Ronnie aprovecha
para aclarar con su punto de vista algunos affaires
que le han acompañado a lo largo de su recorrido musical.
Interesantes resultan sus palabras y las de Wendy
al respecto de la abrupta salida del grupo que tuvo Vivian
Campbell y de la que tantos ríos de tinta se
han vertido desde entonces. Por supuesto que tengo consolidada mi
opinión desde hace tiempo, ya que es una de las trifulcas sobre las
que más datos y mierdas se han aireado públicamente durante todo
este tiempo. Para el que esto escribe Campbell
es un gran guitarrista, pero un miserable desagradecido para con
aquel que hizo de mentor suyo y le puso en el tablero de ajedrez
musical del éxito. Igual que hizo Ritchie
Blackmore con el propio Ronnie
cuando le dio la oportunidad en Rainbow.
Con la pequeña diferencia de que pese a que Ritchie
le trató a él mil veces peor que Dio
a Campbell, nuestro
añorado Ronnie jamás
tuvo una mala palabra hacia Blackmore;
y eso que The Man In Black
se portó con él como solía hacer con todo Dios,
así lo relata en el libro. Y mientras, el pesetero de Campbell
pidiendo más pasta y llorando cuando le largaron. Por cierto, solo
unas palabras que aclara Wendy
a este respecto y que desconocía, resulta que al acabar la primera
parte de la gira de “Sacred Heart” Vivian
contrató a un abogado que le dio un ultimátum a Wendy
& Dio: o le subían el sueldo y además
le daban una parte de TODOS los beneficios que generaba Dio
como grupo en cinco días o abandonaba la banda. Quede claro que
recibía su salario acordado por ambas partes y todos los royalties
correspondientes por los créditos como compositor. A los cinco días
el abogado volvió a contactar con Wendy,
que le informó de que ya le habían buscado sustituto en el grupo.
Enuff said.
Por supuesto que si
tuviera la oportunidad de entrevistar a Vivian
Campbell aceptaría al instante, pero imagino
que la entrevista se acabaría a la segunda pregunta. Tengo muy clara
esa charla. Primero le preguntaría por su opinión sobre Ronnie
James Dio como artista y persona. La segunda
pregunta sería si piensa que actuó con él como un pesetero
desagradecido y miserable; imagino que la charla acabaría en ese
mismo instante… y solo Dios
sabe que pocas veces he tenido más claro lo que le preguntaría a un
músico si se presentase la oportunidad.
Así que aquí nos
quedamos, esperando que se confirme la segunda parte de la biografía
de una vida tan intensa y pletórica como apasionante. Ronnie
James Dio, un tipo de esos irrepetibles al
que todavía se le sigue echando mucho de menos. Un tipo que se
dejaba la piel, la garganta y el alma en cada concierto; daba igual
ante veinte que ante veinte mil personas. Un tipo que transmitía con
su profunda mirada y su enorme carisma que se metía dentro de la
canción en cuanto se ponía frente a un micrófono. Un tipo que
forzaba su voz al máximo una y otra vez en cada canción para
deleite de sus seguidores, vaciándose del todo en cada actuación.
Un pequeño y doloroso agujero que se nos ha quedado en el corazón a
muchos de nosotros desde aquel triste 16 de Mayo de 2010.
Como el latido de un corazón.
Dio: "Like the beat of a heart". Super Rock Japan Fest 1985.
Qué mejor momento que este para recuperar una de esas oscuras joyas del catálogo más profundo de Ronnie James Dio. Bajo un título tan directo y evocador como es "My eyes", Ronnie Dio nos regala una de sus más inspiradas composiciones. Una de esas canciones redondas en las que todo confluye casi sin darte cuenta mientras su delicado lirismo te seduce desde la suave desnudez que te desarma hasta conducirte a la tormenta. Pura magia que desestabiliza tu piel desde el mismo instante en el que Ronnie la declama como solo él es capaz. Y poseedora de una letra que pone de manifiesto una vez más la desbordante sensibilidad y el innato talento de una mente bendecida con el hecho artístico, por supuesto. Por desgracia el idioma de Cervantes no le hace justicia en este caso a la lengua de Shakespeare. Animo al lector a dejarse llevar por la preciosista sonoridad y sentido del original en inglés.
Dedicamos esta canción y su letra a aquellos seguidores suyos que, curiosamente, dicen no sentir nada por el disco en el que dicho tema está incluido, nos referimos al estupendo "Lock Up The Wolves". Un pedazo de álbum con un elegante e inquietante marchamo Sabbath que se publicó cuando esta música empezaba a no estar de moda y que no obtuvo el éxito que este humilde escriba opina que merecía. No sé si es que hay gente que necesita que un disco sea exitoso para prestarle atención. En fin.
Pero sobre todo dedicamos esta canción a todos los seguidores que llevan a Ronnie James Dio en su corazón, a los que se rigen por su propia intuición y a todos los que aman esa pequeña y loca cosa llamada Rock n' Roll.
"My eyes"
My eyes can see inside tomorrow
My eyes can get next to you
Time flies on wings that just get stronger
My eyes are true
My eyes could see the body shakin'
My eyes were clear and bright
Goodbyes are easy to remember
You can see the hurt still there... in my eyes .
I've fallen off the edge of the world
I've fallen from the top of the mountain
Just to rise again
I've seen it from heaven and hell
I've seen it from the eyes of a stargazer
I want to be invisible
Just get me out of here
Could the dreamer be turning to stone
Rock and Roll eyes
The color of rainbows, believer of lies
Rock and Roll eyes.
Don't want to see the end of it all
Just get me outta here
Just get me outta here
Just get me outta here
Rock and roll eyes
The keeper of rainbows
Collector of lies
Rock and Roll eyes
My eyes.
Rock and Roll eyes
Tell Rock and Roll lies
And Rock and roll lies never end
Rock and Roll friends
With Rock and Roll trends
And Rock and Roll ends
With my eyes.
"Mis ojos".
Mis ojos pueden ver dentro del mañana
Mis ojos pueden acercarse a ti
El tiempo vuela en alas que se vuelven más fuertes
Mis ojos son verdaderos.
Mis ojos podrían ver al cuerpo temblar
Mis ojos fueron claros y brillantes
Las despedidas son fáciles de recordar
Todavía puedes ver el dolor aquí... en mis ojos.
Me he caido del borde del mundo
Me he caido desde la cima de la montaña
Solo para levantarme de nuevo.
Lo he visto desde el cielo y el infierno
Lo he visto desde los ojos del que busca las estrellas.
Quiero ser invisible
Solo sácame de aquí
¿Puede convertirse el soñador en piedra?
Ojos del Rock n Roll
El color del Arcoiris, creyente de mentiras
Ojos del Rock n Roll.
No quiero presenciar el final
Solo sácame de aquí
Solo sácame de aquí
Solo sácame de aquí.
Ojos del Rock n Roll
Guardián de los Arcoiris
Coleccionista de mentiras
Ojos del Rock n Roll
Mis ojos.
Los ojos del Rock n Roll
Cuentan mentiras del Rock n Roll
Y así las mentiras del Rock n Roll nunca terminan.
Este escrito nace como deseo
de contestación al comentario que ha colgado nuestro amigo Tony con motivo del décimo aniversario del triste fallecimiento de Ronnie James Dio. Lo que ocurre es que,
según se iba escribiendo, me iba pareciendo adecuado colgarlo como una propia
entrada del blog y aquí está. Es cierto que no escribí nada de Dio en el décimo aniversario de su
fallecimiento. Eso no quiere decir que no lo tenga presente; en absoluto. En lo
que a mí respecta, el tiempo muchas veces no fluye de manera lineal y ni siento
ni deseo sentir la necesidad de escribir algo “porque hay que hacerlo”. El
legado de Ronnie James Dio sigue
vigente en la actualidad con más fuerza que nunca y todo lo relacionado con su
música y su figura, tanto pública como humana o personal, está muy presente en
mi rutina diaria. Ni sé lo que opinará el resto del personal ni me importa
demasiado, pero pienso igual que tú, Tony:
Ronnie Dio es el más grande y punto.
Su legado sigue guiando mi vida en muchos aspectos, hace del dislate humano que
soy una persona mejor y no aporta más que cosas buenas a mi existencia. Le
siento como alguien cercano al que la vida me arrebató de modo desgarrador
y todavía hay días que no puedo evitar sentirme triste porque se marchó -y esto
es un sentimiento que va mucho más allá de lo puramente artístico... que
también-. No solo es que ya nuestros ojos, orejas y alma jamás vayan a poder
degustar cosas como su anunciada continuación en dos volúmenes del mágico disco "Magica", sino que ya nunca
podremos escuchar su personalísima voz en vivo, sus opiniones o nuevos datos sobre su
particular visión de la realidad. Y eso duele. Le quedaron muchas, muchas cosas
por hacer en el terreno artístico -y supongo que en los otros también-, alguien
con un talento y capacidad creadora tan desbordantes dejó demasiadas cosas sin
cerrar. En medio de la cada vez más asfixiante mediocridad que nos rodea,
infectada de insoportables wannabes con ínfulas de
grandeza tan paupérrimas como inútiles, alguien como él aportaba luz en medio
de tanta tiniebla. Y eso duele. Te puedes acostumbrar al dolor, aprender a
convivir con él y seguir avanzando, aunque sabes que ya nada volverá a ser
igual. Pero esto es marginal.
Dicho todo esto, me alegro de
la repercusión mediática que ha tenido el décimo aniversario de su muerte.
Merece todo esto y mucho más. Curiosamente casi ha coincidido su fecha con la
de la pérdida de Little Richard.
Hasta en estas estúpidas coincidencias se distinguen los más grandes.
Con respecto a los homenajes,
pues hay de todo como en botica. Ha sido emocionante leer y escuchar a la gran
familia del Rock brindando por él y
bendiciendo su memoria. Aunque también se han podido percibir algunas
intervenciones con un apestoso tufillo interesado, como no puede ser de otra
manera ante alguien de repercusión mundial. Debo reconocer que me descolocó e irritó
especialmente el anunciado “homenaje” de Vinnie
y Carmine Appice a nuestro pequeño
gran elfo. Resulta que han sacado el vídeo clip de un tema titulado “Monsters & heroes” dedicado a la
figura de Dio. Eso puede ser algo que a priori esté bien, para todo aquel que
desconozca la historia le parecerá una bonita dedicatoria. No obstante vamos a
ponernos un poco en antecedentes. King
Kobra sacaron un disco de título homónimo cuando se volvieron a juntar en
el año 2011. En algunas ediciones de dicho álbum aparecía esta canción cuya
letra había salido de la cabeza de su vocalista Paul Shortino. El tema vio la luz un año antes, precisamente con
motivo del fallecimiento de Ronnie. Conviene
recordar que Shortino fue uno de los
descubrimientos y fichajes de Ronnie Dio
y su mujer Wendy cuando este
militaba en unos desconocidos Rough Cutt,
de hecho Paul Shortino siempre
mantuvo una gran relación de amistad, agradecimiento y respeto hacia Ronnie, por lo que era del todo natural
que Shortino quisiese dedicarle una
canción. Incluso el tema es buenísimo, por lo que se añaden más puntos al
asunto.
Rough Cutt. Foto promocional.
La vida siguió hasta que en
el año 2017 los hermanos Appice
decidieron sacar un disco conjunto. Bajo el título de “Sinister” pusieron en circulación un potente cd que incluía una
versión de este “Monsters & heroes”.
Cualquiera que esté familiarizado con la discografía de Carmine Appice sabrá de sobra la capacidad de este tipo para volver
a regrabar y publicar el mismo disco y las mismas canciones bajo diferentes
formatos, portadas, ediciones y cualquier otra argucia con la que despistar al
inexperto comprador; pero, bueno, esto ya es otro tema. El caso es que sacaron
el disco con “Monsters & heroes”
como single de cabecera, acompañado por su vídeo oficial y también por un vídeo
lyric igualmente oficial. Sin problema, vuelves a grabar tu canción para otro
disco y puesto que es muy buena la usas como single de presentación. El asunto más
espinoso viene cuando pocos días antes del aniversario de la muerte de Ronnie Dio vuelven a anunciar que van a
sacar un vídeo de un tema homenaje a Dio
que resulta ser… “Monsters & heroes”
de nuevo. Lo que presentan es una nueva regrabación de la canción acompañada con
otro vídeo grabado para la ocasión bajo la perspectiva del confinamiento; y
recordando bien clarito que la puedes encontrar en su disco “Sinister”, por supuesto. Todo con un
tinte a interesado la mar de sospechoso.
Carmine y Vinnie Appice.
Admiro muchísimo las virtudes
musicales de alguien como Vinnie Appice.
Es uno de los baterías top de mi lista de todos los tiempos, alguien con un
virtuosismo y un tempo a los tambores que quitan el hipo. El menor de los Appice tiene una pegada y contundencia
que se salen de lo común, en el momento más insospechado te sorprende con un redoble
asesino que te desarma. Imposible olvidar la primera vez que tuve la fortuna de
verle tocar en directo, fue en la actuación que realizó Dio en Madrid el nueve de noviembre de mil novecientos noventa y tres,
con motivo de la presentación del estupendo e incomprendido “Strange Highways”. Vinnie se marcó un pedazo
de solo que me hizo perder el control por completo. Tuve la ocasión de
conocerle fugazmente en persona años más tarde y debo decir que ya solo su mera
presencia imponía respeto. En fin, que soy de los menos sospechosos a la hora
de hablar sobre este tipo. Sin embargo tengo muy presente que a lo largo de
gran parte de su carrera parece que las cuestiones monetarias han sido uno de
sus grandes acicates a la hora de poner su batería al servicio del mejor
postor. Esto en sí mismo no ofrece nada que objetar. Cada uno es libre de hacer
con su vida y sus talentos lo que estime oportuno en cada momento. Incluso en
medio de la encarnizada batalla verbal post Dio entre el campamento de Vivian
Campbellversus el de Wendy Dio y
la última banda que llevó Ronnie en
solitario, que ahora se llama Dio
Disciples, es capaz de llevarse bien con todos, no entrar al trapo y no
pronunciar una palabra más alta que otra; al menos hasta el momento. La
cuestión sin embargo se empaña cuando cambias de criterios de un día para otro
y dejas en la estacada a tus compañeros. Para todo aquel que desconozca el dato
conviene explicar de Vinnie Appice
abandonó el grupo de Dio justo al
comenzar una gira mundial con la banda de Ronnie.
A finales de Mayo de 1998 el grupo de Dio
se lanzó a la carretera para promocionar su doble directo en vivo con una gira
americana. Con tan solo tres conciertos celebrados Appice dejó a sus compañeros, que tuvieron que continuar con Simon Wright a la batería. El 22 de
Marzo Vinnie Appice tocó en el Maritime Hall de San Francisco su
último show con Dio y al día
siguiente ya estaba sentado a los tambores Simon
Wright en la emblemática sala The
Joint de Las Vegas. ¿El motivo? Una suculenta oferta económica para
sentarse tras los pedales de la enésima reunión de Sabbath con Ozzy.
La
guerra fría Ozzy/Dio viene de lejos
y esto no fue más que otro episodio de una ristra de desencuentros tan atómicos
como surrealistas. No puedo evitar recordar el triste fin de la reunión
Dio-Sabbath de principios de los noventa y la renuncia de Ronnie a actuar como telonero/artista
invitado de los shows que ofrecía Ozzy
en la americana localidad de Costa Mesa. El ofrecimiento de Osbourne era el de que Black Sabbath actuase como aperitivo de
su concierto y que al final de la actuación de Ozzy los cuatro Sabbath
originales se subiesen a escena para tocarse un bis final. Ronnie Dio lo interpretó como un ataque personal hacia la por
entonces actual formación de Black
Sabbath con él al micro y le comunicó al resto del grupo que no tenía
intención de actuar en dicho show, dejando la pelota en el tejado de Iommi & Co. Por supuesto todos sabemos lo que hicieron el resto de
los Sabbath. Un honrado Rob Halford fue el escogido para asumir
las tareas vocales de unos Black Sabbath
que actuaron como teloneros de Ozzy
Osbourne. El órdago de Ronnie Dio
acabó con su salida definitiva del grupo. Entendió que su dignidad estaba en
juego y puso por delante sus principios ante los sucios dólares del campamento Osbourne. Ya ves, igualito que Vinnie Appice. A cada cual lo suyo. Por
estas actitudesy por muchas otras la
figura de Ronnie James Dio es tan
importante para algunos de nosotros. ¿De veras que no tuvo Ozzy, en todos los años que ha estado en solitario, momentos mejores
que este para invitar a su ex grupo a actuar con semejante formato?; por favor,
el que quiera entender que entienda.
El epílogo más cachondo del
asunto es que Iommi/Butler
accedieron a esta fantochada con la esperanza de volver a reunir a los Black Sabbath originales con Ozzy al frente, pero al final nuestro
querido Madman se echó atrás y les dejó con tres palmos de narices;
algo muy típico en Ozzy, por otro
lado. Valga este vago resumen de uno de los múltiples episodios de esta
confrontación como muestra del cariño que se han profesado Ronnie y Ozzy durante
todos estos años. En fin, que en otro momento nos detendremos en profundidad
con este apasionante affair.
Black Sabbath con Halford. Costa Mesa 92.
Pero recuperemos de nuevo la
súbita marcha de Vinnie Appice de Dio al poco de comenzar la gira. Vinnie pudo escoger entre seguir con
sus compañeros, aunque hubiera muchísima menos pasta de por medio, y dar el
salto a Sabbath; lo que pasa es que
dejar tirados a tus camaradas es de todo menos bonito y dice mucho de tu ética
en el negocio musical. Business as usual.
Seguro que el más dolido fue el propio Dio.
Ronnie se pasó toda su vida alabando las cualidades a la batería de Vinnie Appice, no en vano le llegó a
denominar con el apodo de The Rocket Machine –del todo merecido,
desde luego-, y supongo que debió ser un duro golpe en la confianza y
estabilidad de nuestro querido elfo. En fin, la vida siguió y así hasta hoy. Lo
que pasa es que las personas acaban definiéndose cómo son más con sus propias
decisiones que con lo que pretenden decir sobre ellas mismas. Cuando alguien es
capaz de vestirse por los pies aunque vengan mal dadas, es de reconocer y
agradecer. Por estos motivos, entre otros -y aunque siempre voy a adorar a un músico
como Vinnie Appice-, no puedo
por menos que sospechar de los posibles segundos motivos que le lleven a formar
parte de este último homenaje a la figura del tipo al que dejó tirado a los tres
conciertos de su gira hace ahora veintidós años. Ya ves, para algunos el tiempo
a veces no es lineal y tienes presente como si hubiese sido ayer algo que pasó
hace más de veinte años.