Clube de Adictos a Deep Purple

Clube de Adictos a Deep Purple
Clube de Adictos a Deep Purple

Púrpura Chess

This blog is basically a musical site. Here we talk about the music we like, using different angles. As dear and missed Jon Lord once said: “Music is the highest kind of Art that exists”. I think the same way too.

Púrpura Chess

Púrpura Chess
Mostrando entradas con la etiqueta John Sykes. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta John Sykes. Mostrar todas las entradas

domingo, 19 de mayo de 2019

John Sykes/Blue Murder: “I’m on fire”.


Mira que llevo tiempo queriendo dedicarle un artículo a este excepcional guitarrista. Le hemos mencionado por aquí en múltiples ocasiones, pero todavía no había tenido una entrada propiamente dicha. Ahora vuelve a estar de actualidad porque parece que tiene preparado un nuevo disco en solitario bajo el posible nombre de "A Brand New Day", el primero desde el espectacular directo que sacó en 2004 titulado "Bad Boy Live" y el último álbum de estudio que publicó en el año 2000 bajo el nombre de "Nuclear Cowboy". Los tiempos con John Sykes siempre han sido de esta manera. No hay problema, cualquier momento es bueno para recuperar al tipo que dio forma al álbum de la saga Purple que más ventas ha tenido de la historia. Porque sí, “1987” ostenta el record de ser el disco que mas millones de copias ha despachado si nos referimos al particular universo de Deep Purple... y de otros grupos míticos también que nunca han alcanzado las cotas de ventas del carismático álbum de la Serpiente Blanca. El disco que dividió a muchos de los seguidores clásicos de Whitesnake y que supuso la entrada en el Olimpo de la popularidad para su líder David Coverdale. Fue la grabación que le abrió las puertas del codiciado mercado norteamericano y, por extensión, el del resto del globo. De hecho el genuino vocalista se ha venido apoyando en este disco que tiene más de treinta de vida para sus repertorios de directo desde entonces y hasta el día de hoy. 

                                                              Whitesnake: "1987".

Cualquier seguidor familiarizado con la música de Coverdale, Thin Lizzy o con el Hard Rock de los años setenta/ochenta no tiene más que pegarle una escucha al disco para caer en seguida en la cuenta de que esas composiciones son responsabilidad directa de John Sykes. Y mira que David Coverdale tiene talento, capacidad para la melodía y una voz privilegiada, pero la inspirada música que nos muestra dicho álbum no había sonado en ninguno de los surcos de las anteriores obras de Whitesnake. El combo de Coverdale no tenía en su poder todavía ningún “Bad Boys”, con esa entrada salvaje comandada con un riff de guitarra asesino cortesía de Sykes, ningún medio tiempo que destilase la elegancia de los arreglos de “Is This Love”, ningún tema con un deje tan marcado de la escuela de Lynott como “Straight for the heart” o ningún tema como “Dont turn away”, dotado de una majestuosidad idonea para cerrar cualquier disco con clase. En definitiva, la herencia de Thin Lizzy que tan bien había mamado John Sykes dirigía y campaba a sus anchas por todos los rincones del disco. Desde luego que el buen hacer de Coverdale también sumaba, pero el acicate definitivo se fraguó con la explosión musical que Sykes aportó a esta peculiar mezcla compositiva. El álbum tardó en salir, pero fue un éxito superventas. Lamentablemente eso no hizo borrar el rosario de la aurora en el que se convirtió el devenir de la formación que dio a luz semejante obra musical. Por resumir un poco: David Coverdale deshizo el grupo y contrato a músicos nuevos. Las malas lenguas decían que la madre de Coverdale le aconsejó expulsar a Sykes porque su imagen le restaba protagonismo al propio David. Seguro que aquí hay muchos matices y puntos de vista que se nos escapan y que solo conocen los propios implicados, pero una cosa esta clara: está muy feo expulsar de tu grupo al guitarrista que te ha compuesto tu disco y eso fue lo que Coverdale hizo con Sykes.

                                      Blue Murder 89: Tony Franklin, John Sykes, Carmine Appice.

John Sykes no se durmió en los laureles y puso en marcha Blue Murder. Se trataba de un super grupo junto al batería Carmine Appice, el bajista Tony Franklin y el propio Sykes en guitarra y voces. Sacaron un soberbio primer disco denominado como el propio grupo que sorprendentemente no obtuvo el éxito esperado y el grupo se desbandó. No se volvió a saber nada de ellos hasta la publicación del segundo álbum cuatro años después. Sin problema. En el universo de John Sykes nunca han existido las prisas y se mueve a un ritmo distinto. Nada que objetar si la música que nos ofrece tiene los quilates habituales. Siguió adelante con su idea y recluto al batería Tommy O’Steen y al bajista Marco Mendoza. Como curiosidad debemos decir que el propio Coverdale se apropió del bajista para sus Whitesnake unos pocos años después. Esto de estar atento a la escena musical y ofrecerle un puesto en su grupo a los músicos que despuntan con otros artistas es algo que el bueno de David Coverdale lleva haciendo desde siempre y que seguro tiene tanto de bueno como de malo. En fin.


Pero volvamos a Blue Murder. Ese segundo disco se titulo “Nothin’ But Trouble” y, haciendo honor a un titulo tan acertado, mostraba una foto de un niño pequeño, que juraría que es su propio hijo, reinando en el salón de una casa en plan travieso salvaje. Nada más que problemas es su traducción y conjuga el doble sentido de su reciente paternidad de entonces con los numerosos problemas que seguro tuvo que afrontar con la primera formación de Blue Murder.
Aunque la formación es otra, se usaron algunas cosas grabadas con Appice y Franklin, sin embargo no he sido capaz de averiguar en qué canciones concretas tocan ambos, por lo que si alguien conoce este dato le ruego lo comparta con nosotros. En los créditos del disco solo se especifica que Appice y Franklin colaboran, pero nada más.
Lo que es seguro es que el disco es un cañón, Hard Rock de primera categoría, unas bases rítmicas sin concesiones y las guitarras de Sykes comandándolo todo con una clase desbordante. Nos hemos acordado de la canción “I’m on fire” pero podíamos haberlo hecho de cualquiera del disco, puesto que todo el álbum es de diez. El problema es que salió en 1993 y en esos años cualquier cosa que oliese mínimamente a Hard Rock era tratada casi con desprecio. Aunque las labores vocales de Blue Murder y de sus posteriores discos en solitario las ha asumido siempre John, para este tema invito a Kelly Keeling. A modo de curiosidad podemos comentar que en una encarnación muy inicial de Blue Murder el rubio guitarrista contó con Ray Gillen, otro cantante como una catedral, pero al final la cosa no llegó a buen puerto y finalmente fue Sykes el que asumió las labores vocales. Circula por ahí alguna maqueta de esos primeros Blue Murder con Gillen a la voz y que te pone firme, pero la cosa no pasó de ahí.

                            Blue Murder 93: Tommy O'Steen, Kelly Keeling, John Sykes, Marco Mendoza.

En cuanto a Kelly Keeling solo podemos comentar que puede que sea uno de los cantantes injustamente más desconocidos para el gran público y no lo entiendo, tiene una voz descomunal, un gusto cantando que tira de espaldas y puede alcanzar unos registros estratosféricos… pero el gran público apenas le conoce. Para todos aquellos que no hayan prestado atención a este vocalista que colabora y compone en los “Guitar Zeus” de Carmine Appice, les recomiendo encarecidamente la escucha de la versión del tema “Speed King” de Deep Purple que apareció en uno de los primeros discos tributo que solo unos pocos años después inundaron las tiendas y descargas musicales. El disco se llama “Smoke On The Water: A Tribute To Deep Purple”, salió en el año 1994 y se inicia con este tema interpretado por Yngwie Malmsteem y Kelly Keeling. Aquello es una barbaridad que puede mirar de tú a tú al Gillan de los setenta y que al de hoy día haría sonrojar.
Pues John Sykes invitó a Kelly para colaborar en “Nothin’ But Trouble” de Blue Murder. Hace coros y se canta solista este “I’m on fire”. Y solo podemos decir que hace honor a su título, empiezas a escuchar la canción y te enciendes hasta quemarte, tu adrenalina se activa y el corazón se te sale de su sitio en cada salvaje compás de la canción. Es una canción rápida, pero con una interesantísima y muy currada batería; nada del cien por hora plano y lineal al que parece que nos vemos abocados si queremos escuchar algo de tralla. Si la totalidad del tema no tiene desperdicio, el puente y el estribillo te tiran de espaldas; la agresiva guitarra de Sykes adorna y comanda los interesantes cambios de la base rítmica, mientras que la voz de Keeling se desgarra dándolo todo. El solo de guitarra es marca de la casa del rubio guitarrista y el final de la canción vuelve a recuperar el potente estribillo mientras el vocalista se deja el alma intercalándose con los brutales sostenidos de John Sykes. Puto Rock n’ Roll de la cabeza a los pies.



                                                          Blue Murder: "I'm on fire".



lunes, 2 de marzo de 2015

Whitesnake: The Purple Album.



El grupo de David Coverdale acaba de anunciar la publicación de su nuevo disco, titulado "The Purple Album", que consiste en una revisión de algunas de las canciones más emblemáticas de su etapa en los Deep Purple. Está programado para mediados de Mayo. Ahí queda eso.


La Serpiente Blanca se descuelga de esta manera con una publicación interesante que incluso puede convertirse en un arma de doble filo y que, para bien o para mal, seguro que no deja indiferente a nadie; una jugada maestra de su líder. Desde luego que han conseguido sorprendernos, no es complicado afirmar que prácticamente nadie hoy en día se esperaba un álbum de Whitesnake compuesto íntegramente por versiones del grupo que le dio la oportunidad de su vida a su cantante y jefe David Coverdale.


El listado de temas tira para atrás, las etapas conocidas por sus seguidores como Mark III y Mark IV – puro vocabulario purpeliano – atesora grandes e inspiradísimas canciones creadas por un conjunto de músicos que lograron redescubrirse y mostrar al mundo su desbordante talento. El combo original formado por Ritchie Blackmore, Jon Lord e In Paice, sumado a las dos nuevas adquisiciones: ese bajista y cantante blanco con voz y alma de negro llamado Glenn Hughes y el susodicho vocalista David Coverdale, demostraron su habilidad innata para crear una música que, aun conservando el indisoluble sello Deep Purple, era fresca, nueva, poderosa e inmortal. Incluso cuando el errático Blackmore abandonó la nave púrpura, el guitarrista sustituto Tommy Bolin demostró que se podía seguir manteniendo el elevado listón compositivo con maravillas del calibre de “You keep on moving” o “Coming home”.

                                                     Deep Purple Mark III.

                                                      Deep Purple Mark IV.

La banda que acompaña a David Coverdale es incendiaria. Tras abandonar la nave el fantástico guitarrista Doug Aldrich, el grupo se completa con el guitarrista Reb Beach, Tommy Aldridge a la batería, Michael Devin al bajo y la nueva incorporación, Joel Hoekstra, a la guitarra; vamos, un grupo de auténtico lujo. Por otro lado la selección de temas es sencillamente extraordinaria:

Burn
You fool no one (interpolating Itchy Fingers)
Love child
Sail away
The gypsy
Lady double dealer
Mistreated
Holy man
Might just take your life
You keep on moving
Soldier of fortune
Lad down stay down
Stormbringer
Lady luck
Coming home

                           Reb Beach.                                      David Coverdale.                             Joel Hoekstra.

Han colgado de la red el single y vídeo clip del tema “Stormbringer” como adelanto. Aunque el sonido parece algo enmarañado suena brutal. Habrá que esperar para escuchar todo el disco y, sobre todo, comprobar la capacidad de nuestro querido vocalista para defender estos temas en directo. No se ha comentado nada sobre las posibles colaboraciones pero, si de mí dependiera, por  aquí debería aparecer Glenn Hughes por algún lado sí o sí. No hay que olvidar que gran parte de la magia de estas canciones proviene de los maravillosos duelos vocales que nos brindaron estos dos sensacionales vocalistas. Desgraciadamente los agudos de Coverdale no han envejecido tan bien como los de Hughes. Sin embargo, gracias a nuestro querido socio y fotógrafo Luis Delgado, parece ser que el propio Glenn Hughes le ha confirmado que no ha colaborado en este disco y que no hay ningún plan para hacerlo. Es extraño porque, según teníamos entendido, entre Glenn y David hay buena relación. Algo ha debido pasar. Lástima.

                                                          Whitesnake: "Stormbringer".

Resulta cuanto menos curioso que ahora David Coverdale se descuelgue con un disco de versiones de su banda madre, cuando se ha pasado desde finales de los setenta argumentando una y otra vez que su prioridad era Whitesnake y que volver a Deep Purple sería algo así como volver al pasado. Y en la segunda mitad de los ochenta y los primeros noventa, en plena explosión de su disco multiplatino “1987”, ni te cuento; parecía que Deep Purple pertenecía a un pasado remoto de otra galaxia paralela. Hay que reconocerle el mérito a este hombre, cuando sacó “1987” dio en el clavo, ofreció al público lo que éste quería ver y escuchar. No tenemos más que escuchar la maravilla de versión que realizaron de su propio tema “Crying in the rain”, con un John Sykes a la guitarra y a la batuta ideando una versión superlativa que sirve de inicio al disco y te pone firme desde el primer segundo de escucha; desde el mismo día en que la escuché por primera vez, hace más de veinticinco años, no he podido dejar de escucharla al menos una vez durante cada uno de los siguientes meses de mi vida. Por mucho que los seguidores “de base” le criticaran su cambio de imagen, lo cierto es que consiguió triunfar por todo lo alto sin hacer ninguna concesión musical. La figura del guitarrista John Sykes tuvo mucho que ver en todo esto, consiguió mezclar la exquisita y particular esencia Blues del grupo de Coverdale con la garra y la potencia que había demostrado en su etapa con Thin Lizzy, creando un torrente de sonidos que redefinió la propuesta musical de Whitesnake. En la actualidad sigue siendo el disco más vendido de todos los publicados por cualquier músico que haya pertenecido a la saga Purple, y eso es decir mucho en poco rato.

                                               Formación de Whitesnake que grabó el disco "1987"

                                           Formación de Whitesnake que promocionó el disco.

Por extensión el propio Coverdale ha negado una y mil veces los rumores que han ido saliendo a lo largo de todos estos años y que le colocaban al frente del micrófono en las sucesivas reuniones de Deep Purple que se filtraban en los distintos medios de comunicación, generalmente sin ninguna base sólida o real. Eran otros tiempos, Whitesnake representaba una fiabilidad y solvencia económica – siempre la tuvo en lo musical, por otro lado – y David se permitía observar desde su atalaya particular todos esos rumores que muchas veces nacían de los propios ex miembros de Purple que buscaban el éxito y popularidad que habían perdido y que su estancia en la banda madre les proporcionaría con seguridad. Está claro que pocas cosas en el mundo de la música ofrecen más garantías para un músico, en términos estrictamente comerciales, que formar parte de los Deep Purple. Esos turbulentos, benditos y añorados años ochenta y noventa en el seno Purple.

                                           Deep Purple Mark II (Clásico).

                                          Deep Purple Mark III.

                                          Deep Purple Mark IV.

Finalmente la formación de Deep Purple se asentó, gracias a un Ian Gillan que regresó al grupo en 1992 para no volver a irse jamás, decidido a vivir “bañado en el fulgor púrpura” según sus propias palabras. Blackmore abandonó la nave y con él se llevó la inestabilidad y parte de la magia del grupo. Por su parte David Coverdale, después del superlativo éxito obtenido hasta principios de los noventa, empezó a dar bandazos musicales – imagino que personales también, es conocida la inestabilidad de su matrimonio de los noventa con la supermodelo Tawny Kitaen – y la popularidad de Whitesnake se esfumó así como los primeros puestos en las listas de superventas; repito, nunca hablamos de la calidad del grupo, que siempre ha estado en un primerísimo nivel. Incluso David llegó a disolver su grupo para facturar una efímera pero altamente recomendable reunión con Jimmy Page y un disco en solitario.

                                                     David Coverdale & Tawny Kitaen.

Con la entrada del nuevo siglo se estabilizaron mucho las cosas. Coverdale encontró una estabilidad a todos los niveles, permitiendo así una nueva y fructífera etapa con Whitesnake. Purple estabilizados, Blackmore estabilizado con su pseudo proyecto folk/rock medieval, y Whitesnake estabilizados publicando discos y realizando giras mundiales. Y así hasta hoy.

                                                    Blackmore's Night bailando.

Pero los rumores siempre han estado presentes. De la mano de Glenn Hughes se ha planteado más de una vez la posibilidad de reunir a la formación del Mark III de Deep Purple (Blackmore, Lord, Paice, Coverdale y Hughes)… incluso estando los propios Deep Purple Mark VII (Gillan, Paice, glover, Morse y Airey) en activo. Todo lo que ha salido a la luz nos ha permitido a sus sufridos seguidores pasar más de un rato entretenido con los dimes y diretes de sus miembros y ex miembros. Jon Lord fue uno de los grandes impulsores, el tristemente fallecido pianista de los Purple originales seguro que tenía el sueño de ver juntos y encima de un escenario a todos los músicos de las distintas formaciones de la Púrpura Profunda; su llorada pérdida nos privó de ver ese sueño cumplido. Parece que Hughes y Coverdale han hablado más de una vez sobre la idea de reagrupar esa formación. Coverdale decía que solo lo haría si Blackmore era de la partida. Blackmore, por su parte, después de pasarse más de diez años diciendo que estaba cansado del Rock y que no quería tocarlo más – menos en los conciertos de Blackmore’s Night, claro – en estos últimos tiempos se está dejando querer. Parece que quiere volver a hacer Rock, pero con Purple; tiene la posibilidad de reformar a su banda Rainbow y matarnos de placer con un repertorio de elevados quilates, pero supongo que le puede más el deseo del éxito multitudinario que el mero hecho de actuar en pabellones y salas de medio aforo. Una lástima.

                          Jon Lord.                                                  Rainbow con Dio.

Por otro lado tenemos a Glenn Hughes, que está deseando hacerlo con quién sea y como sea. Tal vez sea el músico que menos fama y reconocimiento disfruta en la actualidad, lo que supone una completa injusticia porque es un cantante que está muy por encima del resto de sus compañeros. Debe ser duro comprobar cómo todos tus compañeros están colocados en grupos que gozan de un merecido reconocimiento y llenan salas en todo el mundo, de hecho sus últimos pasos han consistido en montar distintos supergrupos que le pongan en ese mismo nivel de popularidad. Injusticias del negocio musical. Por eso se le ha visto como el principal instigador de esta reunión del Mark III. El problema es que obviamente Blackmore sigue sin tragar a Hughes después de todos estos años, lo que obstaculiza mucho esta reunión.

                                                David Coverdale & Glenn Hughes.

No hay que olvidar que otro escollo importante es que habría que contar con Ian Paice a los tambores, y Paicey está actualmente con los Deep Purple en activo. ¿Y qué opina Ian Gillan de todo esto? Pues imagínense; tienes un grupo en activo y tus ex compañeros confabulan para poner en funcionamiento otra versión de tu grupo. Delirante. Con su habitual sorna, muchas veces incomprensible para el resto de la raza humana, nuestro querido Garganta de Plata ha dejado claro que hay unos Deep Purple funcionando… y son los que le tienen como cantante. Parece ser que el Mark II (la formación clásica de los setenta con Blackmore,Lord,Gillan,Glover,Paice) decidió a principios de los ochenta que la potestad del grupo la tendría la formación que tuviera en sus filas al menos a tres de los miembros clásicos; o sea, lo que pasa actualmente. No debemos olvidar que Blackmore les abandonó en  1993 y Jon Lord ha fallecido. Problema zanjado.

                            Ian Paice.                                                               Ian Gillan.

Tras las recientes y sorprendentes declaraciones de Blackmore comentando que Gillan es el mejor cantante de la historia – conviene recordar que cuando los abandonó en el 93 dijo que no era profesional y que solo se trataba de un borracho, entre otros delicados piropos – y Gillan enterrando el hacha de guerra admitiendo que son viejos para seguir con esas trifulcas, se abre un nuevo escenario. También conviene recordar que, pese a todo, Gillan comenta que es imposible que Blackmore vuelva a Purple porque el grupo ya tiene guitarrista y se llama Steve Morse.


Y en estos últimos días resulta que David Coverdale confirma que tuvo conversaciones en el 2012 con Ritchie Blackmore para volver a reunir la formación del Mark III con el iracundo guitarrista. Entonces Glenn Hughes tenía razón. Parece ser que, tras el fallecimiento de Jon Lord, Coverdale se dio cuenta de que el tiempo pasaba para todos y sería bonito realizar una especie de homenaje a esa formación del mítico grupo. Interesante. Sin embargo no hizo acto de presencia en el homenaje que le brindaron a Lord en la Sunflower Jam del pasado año, otra ausencia sospechosa. Por lo visto encontró una cierta sintonía con Ritchie Blackmore pero, tras negociar con su mánager Carole Stevens – madre de su esposa y cantante Candice Night - , comprendió que no tenían la misma visión sobre el proyecto a realizar. Por ese motivo la cosa no fraguó, deseándole David lo mejor a Ritchie y a su entorno. Como anécdota comentaré que todo el mundo le echa la culpa del divorcio entre Blackmore y el Rock a Carole Stevens, incluso llegando a comentar que Ritchie es poco menos que una marioneta en manos de su malvada mánager; por favor, no seamos tan inocentes a estas alturas. Carole hace su función de mánager, y en el mundo de Ritchie Blackmore eso quiere decir ser la mala de la película. Ni por un momento pienso que Blackmore haya dejado de tener el control sobre todo lo relacionado con su persona. Pero esto es solo una opinión.


Las conjeturas se vuelven a alimentar con este nuevo disco de Whitesnake tributando a los Purple de Coverdale y los incendiarios comentarios de nuestro querido vocalista rubio teñido. Habrá que estar atentos a todos los rumores que suelten en los próximos meses. La cosa promete.

                                                Deep Purple: "You keep on moving".