Encuentros HUSH.
Este es un sitio musical, no nos engañemos, pero en el que nos vamos a acercar a la música que nos gusta desde distintos ángulos, cual prisma. Como ya dijo el añorado Jon Lord: la música es la forma de arte más elevada que existe; afirmación que, pese a disfrutar de otras manifestaciones artísticas, sostengo plenamente.
Clube de Adictos a Deep Purple
Clube de Adictos a Deep Purple
Púrpura Chess
This blog is basically a musical site. Here we talk about the music we like, using different angles. As dear and missed Jon Lord once said: “Music is the highest kind of Art that exists”. I think the same way too.
Hace cuatro años que nos dejó el guitarrista Eddie Clarke y apenas año y medio que lo hizo el bajista Pete Way. El diez de Enero de 2018 dejaba de respirar el conocido en el mundillo como "Fast" Eddie Clarke y el catorce de Agosto de 2020 hacía lo propio el mítico bajista de UFO Pete Way. Resulta que han tenido que fallecer ambos para que veamos publicada música interpretada por estos dos forajidos dentro de una misma formación. El pasado Septiembre 21 se publicó el disco de Warfare titulado "The Songbook Of Filth". Warfare fue un grupo pionero de lo que se podría conocer como "Metal Punk". Lo formó el batería y cantante Paul Evans, conocido con el sobrenombre de Evo, en Reino Unido allá por 1984. Tuvo una cierta repercusión en los circuitos especializados británicos y se acabaron separando en 1992. Ahora Evo vuelve a poner al grupo en marcha publicando este doble disco con Ep extra incluído y contando entre otras con las colaboraciones de nuestros dos protagonistas. Comentamos todo esto porque Way y Clarke ya montaron un grupo llamado Fastway en los primeros ochenta aunque lamentablemente uno de ellos nunca llegó a tocar una sola nota en ninguno de sus discos. Pero expliquemos el asunto por partes.
Pese a conocerse con anterioridad, ambos cruzaron musicalmente sus caminos cuando Way abandonó al grupo del Ovni por considerar que el rumbo musical de UFO se estaba volviendo demasiado comercial y supongo que también por la terrible inestabilidad que provocaron en el propio grupo los continuos excesos que practicaron sus integrantes. Durante esos primeros ochenta la formación del mítico combo experimentó convulsiones y cambios internos. Pese a seguir facturando una obra maestra tras otra, los excesos con diferentes sustancias estaban haciendo que todo se tambalease. Pete Way decidió dejar la formación y se lanzó a la aventura de montar un nuevo grupo con "Fast" Eddie Clarke en 1983. Bajo el nombre de Fastway -ocurrente juego de palabras con los apellidos de los dos miembros fundadores- apareció un grupo que ha llegado a publicar hasta ocho discos de estudio y, pese a no haber conseguido pasar de una interesante segunda línea de popularidad en el mundillo rockero, nos ha brindado numerosas horas de felicidad a todos los que apreciamos la calidad de su música y de su sonido; solo para esos paladares exquisitos.
Backstage Reading 82: Pete Way (izda) y Eddie Clarke (dcha).
Lo curioso del asunto es que el propio Pete Way no llegó a registrar una sola nota de estudio en ningún disco del grupo. Por esas asquerosas cuestiones de los contratos discográficos que hipotecan hasta tu alma casi por completo en cuanto logras estampar tu firma en ellos, tuvo que abandonar Fastway en cuanto aquello tomó forma y se metieron a grabar su primer disco homónimo. Way tenía un contrato con Chrysalis, la compañía en la que publicaban sus discos los UFO de entonces, y no podía grabar con ningún otro sello... aunque hubiese abandonado al propio grupo. Sin problema, un tipo como Pete Way resolvía sus asuntos rápido y sin dar demasiadas vueltas. Aceptó una oferta para tocar en la gira del grupo de Ozzy Osbourne y después puso en marcha a los totalmente recomendables Waysted, tan buenos o más que los propios Fastway.
Ahora la vida hace justicia a esta entrañable pareja y de la mano de Evo y Warfare se publica una canción en la que tocan ambos músicos. Lo cierto es que tiene poco que ver con nuestros amados Fastway o con Waysted, pero no deja de ser un tema de esos clásicos de Heavy Metal con los que disfrutas mientras lo escuchas y que cuando se acaba te deja en el cuerpo y en el alma una sensación de puta madre.
Hoy
es un día tan bueno como otro cualquiera para recordar y homenajear una vez más
a los tristemente desaparecidos Pete Way, Paul Raymond y Paul Chapman,
bajista y guitarristas de U.F.O. respectivamente. Compañeros de mil y una batallas del
carismático vocalista Phil Mogg, del batería Andy Parker y del
díscolo, pero único, Michael Schenker en el mejor ovni que nunca
visitara nuestro planeta. Incluso hubo en momento dentro de la peculiar historia de este grupo en el que Schenker y Chapman coincidieron a la vez durante un breve espacio temporal; sí, los UFO con dos guitarras solistas... pero esto es ya otra historia.
Es
triste, muy triste, pensar que tres de los músicos imprescindibles de este
grupo tan especial y que nos ha regalado tanta felicidad a sus millones de
seguidores repartidos por el mundo entero ya no estén entre nosotros. Es triste
y es una mierda.
UFO 78: Pete Way, Paul Chapman, Phil Mogg, Paul Raymond y Andy Parker.
Paul Raymond era el guitarra
rítmico/teclista perfecto. Falleció el 13 de Abril de 2019 víctima de un ataque
al corazón. Paul Chapman fue el sustituto escogido para la imposible
misión de ocupar el vacío dejado por Michael Schenker, Tonka-le
llamaban así por su gran aguante- se calzó sus botas con una naturalidad
pasmosa, sin obsesionarse con la imposible tarea de sonar como Michael,
y permitió que el grupo siguiese adelante. Falleció el 9 de Junio de 2020. Y Pete
Way te podía gustar como bajista más o menos, pero fue uno de los grandes
colosos de esto que conocemos como Rock n Roll. Un tipo nacido para ser
una estrella del Rock -no es válido cualquiera para desempeñar este
menester de manera correcta-. Pese a disfrutar toda una vida llena de excesos y
llevar burlando a la muerte de manera casi milagrosa durante más de diez años,
saliendo uno tras otro de los delicados problemas que acarreaba seguro que
fruto de personificar el Sex, drugs & Rock n’ Roll way of life,
falleció por las heridas producidas tras un accidente doméstico. Falleció el 14
de Agosto de 2020, aunque pudo realizar el sueño de volver a subirse a tocar a
un escenario como su Pete Way Band tras años de lucha contra las serias
enfermedades que le mantuvieron en el dique seco durante diez años.
Pete Way, Paul Chapman y Phil Mogg dándolo todo en directo.
Sirva
como pequeño recordatorio el pedazo de concierto que ofrecieron en el Westfalenhale
de Dortmund el 29.11.80 y al que el mítico programa Rockpalast le otorgó
la condición de inmortalidad cuando lo grabó y lo retransmitió en antena. Igual
que ellos mismos. Aunque Paull Raymond grabó el disco “No Place To
Run”, que era el que promocionaban en esa gira, para esta actuación su
puesto ya le había cubierto Neil Carter. Rescatamos esta canción solo
para que nos hagamos una idea de cómo se la gastaba esta gente cuando se subía
a un escenario. Estos tres tipos ya no están aquí, pero se tienen bien ganada
su condición inmortal. Misty green and blue.
El próximo cinco de Junio Pete Way tiene anunciado un concierto en la localidad inglesa de Gravesend, tan solo tres días antes de la actuación de la Pete Way Band en el prestigioso festival Sweden Rock. El emblemático bajista de UFO vuelve a los escenarios para ofrecer una gira de conciertos completos con su nueva banda tras una década de inactividad y habiendo superado unos serios problemas de salud. Nos alegramos enormemente por ello y le deseamos desde aquí lo mejor al bueno de Pete.
Son de sobras conocidos los graves problemas de salud con los que ha lidiado Way durante estos últimos años, él mismo nunca se ha escondido de ellos y los ha comentado públicamente en la autobiografía que publicó hace unos años. Este libro, además de resultar de lectura tan intensa cono entretenida, supone un auténtico manual de estrella del Rock n Roll y constituye una lectura obligada para cualquiera que sienta algo en su interior con canciones como "Lights out" o "Rock bottom".
Pete Way ha vivido una intensa relación amor/odio con sus demonios personales, lo que le llevó a tener que abandonar UFO en el año 2007 por sus problemas con las drogas y el alcohol; el propio Pete se describe en su libro a sí mismo con una crudeza y sinceridad sobrecogedoras. Cuando la diversión desapareció y comenzaron los serios problemas con su hígado empezó su particular cruzada contra la enfermedad. Se tuvo que someter a un duro y delicado tratamiento, de esos en los que una gran mayoría de la gente se muere, que le hizo dejar la música en activo y retirarse de la vida pública... pero lo superó. Sobrevivió. Poco duró la alegría en casa del pobre. Casi inmediatamente después le diagnosticaron un cáncer de próstata, curiosamente se lo detectaron a tiempo gracias a uno de los chequeos a los que debía someterse por las dolencias contra las que se estaba tratando. Durante todo este largo recorrido mantuvo informada a la opinión pública a través de sus redes sociales, camino que también escogió el tristemente malogrado Jose Antonio Manzano aunque con suerte dispar; una manera de hacer frente a la enfermedad tan digna y valiente como cualquier otra. Y ahora parece que Pete se encuentra recuperado y con fuerzas suficientes para retomar una de sus grandes pasiones: interpretar música en directo con un grupo de música. En toda esta historia de superación personal y de coraje que sirve de apoyo a todo aquel que se encuentre ante una situación de dificultad extrema en la vida, lo único que me entristece ha sido la postura pública de su compañero musical de toda la vida Phil Mogg. El cantante de UFO, con el que el propio Way dio vida a finales de los sesenta a uno de los mejores grupos de música que hayan poblado este planeta, no se ha caracterizado por mostrar una especial empatía ante la situación de su ex colega. Bien es cierto que lo que ocurre entre bambalinas en las relaciones humanas de las bandas famosas solo lo acaban sabiendo los propios interesados y también es conocido el carácter complicado del vocalista de UFO, además de su talento innato para fabricar melodías tan personales como imperecederas, pero parece que la relación entre ambos es tibia, muy tibia; incluso el propio Way ha sido preguntado recientemente por una supuesta vuelta a la nave nodriza una vez superados sus problemas de salud y su respuesta ha venido a ser que era improbable que Mogg le llamase. En fin.
Ahora parece que tiene preparado su nuevo disco, titulado como no podía ser de otro modo "Walking On The Edge" y auspiciado bajo el nombre de Pete Way Band. Ni UFO ni Waysted. Por lo visto el disco estaba compuesto desde antes de que detectasen el cáncer. Cuenta con la producción del prestigioso Mike Clink (Guns n' Roses) y con colaboraciones de gente como Nikki Sixx o Slash. No puedo ocultar que llevo un montón de tiempo deseando escucharlo, es cierto que lo anunció hace ya algunos años, y espero ese Rock n' Roll que tan buen sabor te dejaban sus discos con el grupo del platillo o con sus Waysted. Así que estamos ante la vuelta a las arenas de un tipo que ha vivido diez vidas en una, ha caminado por todos los filos y se ha convertido en auténtico superviviente. Noticias felices.
Hoy es un día perfecto para recordar un poquito de la música que el grupo de Pete Way nos ha ofrecido a lo largo de todos estos años. El entrañable y singular bajista de UFO extendió su particular manera de entender la vida y la música a través de Waysted, el grupo que montó al poco de abandonar la nave que él mismo creó junto a Phil Mogg a finales de los sesenta y que, de la mano de Michael Schenker, tantas alegrías nos ha dado a todos los que disfrutamos de su música.
Waysted con Paul Chapman y Danny Vaughn.
Hace tiempo que son días difíciles para Pete Way, nuestro querido y empedernido borrachín lleva desde el año 2009 con problemas serios de salud. Parece ser que toda una vida entregada a los excesos del Rock n' Roll le acabó pasando factura y su sufrido hígado acabó diciendo "basta". En ese mismo año se vió obligado a frenar en seco toda su actividad para dedicarse en exclusividad a intentar solucionar dichos problemas de salud. A los problemas del hígado hay que sumarle un cáncer de próstata que le fue diagnosticado casualmente en 2013 durante una de las revisiones a las que se sometía habitualmente por su problema con el órgano glandular. Tras recibir quimio consiguió salir de esa y anunció la grabación de un disco en solitario titulado muy acertadamente como "Walking on the edge". Cuando parecía que todo estaba bajo control y nos encontrábamos esperando la publicación de su nuevo disco producido por Mike Clink, nos sorprendía la pésima noticia de que el bueno de Way acababa de sufrir un ataque al corazón. Todo son pulgas a perro flaco.
Poco más hemos podido saber de un Pete Way muy activo con las redes sociales en los últimos tiempos pero que desde el infarto ha dado pocas señales de vida. Su mujer colgó de la red hace poco un comunicado tan tranquilizador como frío, pero poco más. Definitivamente habrá que hablar de este tipo en otro momento, así como de sus compañeros de toda la vida en UFO -Phil Mogg y Andy Parker- que le dejaron en la estacada tras sus problemas de visado para actuar en EEUU a principios del 2000 y que, más allá de sus buenos deseos tras los problemas de salud de Pete, no han vuelto a realizar ningún comentario público sobre el eterno bajista del Ovni.
Nos quedamos con el estupendo tema "Heaven tonight". Esta canción fue compuesta por la emblemática formación del disco "The Good, The Bad, The Waysted" que integraba al guitarrista Paul Champan y al cantante Fin Muir. Tan bueno es el tema que decidieron regrabarlo para el siguiente disco de la formación. Contrataron al espléndido cantante Danny Vaughn y añadieron un interesante matiz armónico a su propuesta musical, saliendo del rocoso pero efectivo sonido cazallero del vocalista Fin. De cualquier modo es una canción de primera, mezclando el toque Hard rudo británico con el elitismo melódico que tanto se llevaba en los States a mediados de los ochenta. Toda una delicia para nuestros oídos y que demuestra que algo bueno debía tener el amigo Pete Way a la hora de componer música Rock. Desde aquí le deseamos una total recuperación.
Waysted: "Heaven tonight". Del disco "Save Your Preyers". Vídeo oficial con Danny Vaughn.
Waysted: "Heaven tonight". Del disco "The Good The Bad The Waysted". Con Fin.
Definitivamente me encuentro sumergido en una fase UFO total. Todos los inviernos suelo
recuperar la discografía de esta genuina banda. No existe ningún motivo
específico para abordar semejante empresa, simplemente necesito volver a
escuchar todos los discos del grupo del ovni… y todas las grabaciones en
directo, oficiales o no, de las distintas formaciones que ha albergado en sus
seno. En definitiva, que me paso una semanita completa rodeado de Phil Mogg, Michael Schenker, Mick Bolton,
Atomic Tommy, el príncipe Kajuku,
Lights out, Mystery train, Baby blue, Rock bottom y compañía.
Mick Bolton. Phil Mogg. Michael Schenker.
Paul Chapman. Andy Parker. Atomic Tommy McClendon.
La historia de UFO es
apasionante, ha tenido casi de todo en sus cerca de cincuenta años de
existencia, éxitos y fracasos, tragedias y alegrías, peleas figuradas y
literales a puñetazo limpio, idas y venidas de músicos, injusticias y
excentricidades, han mordido el polvo y se han vuelto levantar una y mil veces.
En definitiva ha sido una historia de sexo,
drogas y Rock n’ Roll.
El disco que nos ocupa se puede calificar como de milagro. Representa
una de las reuniones más esperadas e improbables del Rock desde que la formación clásica de UFO se separó en 1979. Michael
Schenker siempre agradeció a sus compañeros que le dieran la oportunidad
cuando era un desconocido jovencito alemán que sorprendía a todos por su manera
de tocar la guitarra. Por su parte Phil
Mogg y Pete Way, aunque no lo
reconozcan abiertamente, saben que Michael
Schenker les puso en el mapa. Entre todos fraguaron una música que ha
superado el paso del tiempo y que será reconocida por las siguientes
generaciones. Lo que parecía claro es que ambas partes habían separado sus
caminos para siempre… aunque el término siempre es complejo en el universo del Rock.
Lo que parecía imposible ocurrió a finales del año 1993. Los años
ochenta fueron convulsos para UFO, Schenker se fue, Pete Way se fue también poco después y la formación sufrió
innumerables cambios sin conseguir en ningún momento la deseada estabilidad;
por sus filas llegaron a pasar músicos del calibre de Billy Sheehan entre otros. A mediados de los ochenta, tras varias
actuaciones difíciles por parte del grupo –Phil
Mogg se llegó a desmayar en mitad de un concierto-, decidieron parar el
grupo. Solo unos meses después Mogg
lo volvió a intentar con otros músicos, se volvieron a separar y lo volvieron a
intentar de la mano del vocalista nuevamente. Incluso se valoró la idea de
seguir con otro nombre, el único superviviente de la formación clásica siempre
fue Phil Mogg que reclutó al
guitarrista Tommy McClendon y grabó
unas demos, que se acabaron publicando como un Ep bajo el nombre de “Ain’t Misbehavin”; ni siquiera las
volvieron a grabar… eran las propias demos. Toda una serie de despropósitos que
no pudieron acabar con el grupo porque bajo el brazo de Phil Mogg siempre había buena música, incluso “Ain’t Misbehavin” es un gran disco con un pobre sonido. Lo cierto
es que este periodo de UFO es especialmente interesante.
"Ain't Misbehavin". Interior disco.
Un par de años después volvió la estabilidad al grupo. Mogg y Way volvieron a juntarse y, con Lawrence Archer y Clive
Edwards, pusieron en funcionamiento unos nuevos UFO con esa estabilidad que necesitaban. Publicaron otro pedazo de
disco bajo el apropiado título de “High
Stakes And Dangerous Men” y se lanzaron a la carretera una vez más. Sin
embargo los rumores de contactos con Schenker
siguieron apareciendo y, finalmente, se hizo público que la formación clásica
del grupo volvía a reunirse para una serie de conciertos. Así, los afortunados
fans alemanes fueron testigos de los shows de reunión de UFO con Mogg-Schenker-Way-Raymond-Parker.
El repertorio estaba compuesto por temas de la época de “Strangers In The Night” más el añadido de unpar de acústicos instrumentales del último
disco instrumental de Schenker titulado
“Thank You”.
UFO reunión: Pete Way, Paul Raymond, Andy Parker, Michael Schenker y Phil Mogg.
Ahora faltaba plasmar en disco el fruto de esa renovada unión de
viejas fuerzas. El trabajo en el nuevo álbum de reunión empezó a finales de
Diciembre del año noventa y cuatro. Pararon unos días para celebrar las
señaladas fiestas navideñas y continuaron hasta el inicio de la primavera del
año siguiente. El disco se grabó en los estudios Rumbo Recorders, dentro de la localidad californiana de Canoga
Park; estos estudios constituyen una de las principales referencias en cuanto a
estudios de grabación en Norteamérica, muchos artistas han registrado sus
respectivas obras entre sus paredes y se puede decir que suelen ser sinónimo de
buena calidad en el resultado final de la grabación. Con el prestigioso Ron Nevison a los controles de producción
nuestros protagonistas se encerraron para darle forma al disco “Walk On Water”.
El disco superó con creces
todas las expectativas en cuanto a su calidad, todas las señas de identidad de
los UFO clásicos estaban ahí
presentes: las melodías y la elegancia vocal de Phil Mogg, los buenos temas de Rock
n Roll con el sello británico del binomio Schenker - Mogg, los personales arreglos en los teclados de Paul Raymond, el toque más directo de Pete Way y, cómo no, la inspirada y
fulgurante impronta de la guitarra de Michael
Schenker. Claro.
El disco se abre con “Self made men”, toda una declaración
de principios con el poderoso riff de guitarra de Schenker presidiendo el tema. Seguimos con “Venus”, una canción con una melodía preciosista dentro de una
pieza potente camino de medio tiempo y que de hecho siguen interpretando en sus
actuaciones de directo. Sigue el álbum con “Pushed
to the limit”, tema directo a piñón fijo de esos que tanto abundan en su
dilatada discografía. Otra gran canción es “Darker
days”, con ese aire denso y oscuro que se mueve de manera majestuosa
envolviéndote mientras la escuchas. “Running
on empty” es otra curiosa pieza en la que aparece un solo de guitarra
acústica por parte de Michael Schenker; aunque el rubio guitarrista alemán ha abordado durante su carrera musical
cualquier instrumento que tuviera cuerdas, se puede decir que esta fue una de
las primeras canciones en las que introdujo un solo fundamentalmente acústico,
algo que seguiría haciendo en otros discos en el futuro. Supongo que esta
inquietud se fraguó a partir del último disco que sacó la MSG con Robin McAuley en
1992, por entonces editaron un Ep enteramente acústico y la gira de
presentación también la hicieron Michael
y Robin desenchufados y con la
única compañía del también guitarra Spencer
Sercombe. Seguimos. En este “Walk On
Water” también nos encontramos un tema co escrito por Pete Way, se trata de “Knock
knock” y lleva esa esencia de Rock n
Roll crudo y directo que tanto le gusta al bajista; eso sí, perfectamente
grabado por un Ron Nevison que le
supo imprimir un sello de calidad al sonido de categoría. El disco presenta,
además de ocho canciones nuevas, el añadido de dos nuevas grabaciones de los
clásicos temas de UFO llamados “Doctor doctor” y “Lights out”. Poco que añadir de estas nuevas grabaciones, sonido
pulcro y cuidado y grandes interpretaciones de los músicos que demostraban el
buen estado de forma en el que se encontraban.
Por increíble que parezca,
el álbum no encontró una compañía de discos solvente que lo pusiera a la venta
y lo promocionara. Definitivamente a mediados de los noventa triunfó la época
dorada del Grunge y todo atisbo de Rock clásico parecía producir sarpullidos.
Que un disco como “Walk On Water” no
pudiera encontrar distribuidora era la prueba definitiva de que nos estábamos
volviendo todos locos. Finalmente se puso a la venta solo en Japón con el
prestigioso sello Zero, un icono de
las tierras niponas, pero sin distribución en el resto del mundo. Parece ser
que el mercado asiático seguía siendo fiel a la banda británica. El disco se
publicó en Abril de 1995 y tuvo que esperar hasta 1997 para que viese la luz en
el resto del mundo. A los que nos gusta UFO
nos tocó adquirirlo de importación a un precio astronómico, eran los tiempos en
los que no había internet y si querías música debías pagar por ella. Como
siempre, el hecho de querer inflar los precios se acabó volviendo contra la
propia industria discográfica que, al cambiar el formato al Cd, acabó vendiendo
los propios masters de las grabaciones que pocos años después se pudieron
volcar en la red para compartir. Un claro ejemplo del refrán: la avaricia rompe el saco.
La edición japonesa del
disco, publicada en 1995, contenía el tema extra “Messaje for Japan”. Este corte no era más que una grabación de
cada miembro del grupo hablando por separado sobre el proceso de reunión y
grabación además de mencionar específicamente al público japonés. Por su parte
la edición europea de 1997 omitía este tema-saludo pero incluía otras tres
canciones como bonus. Estos temas se
habían sacado de los últimos discos de los respectivos miembros en solitario o
con otros proyectos. La canción “Fortune
town” había aparecido en el primer álbum del proyecto Mogg-Way, que no era más que el nuevo disco de UFO pero que no pudo salir bajo el nombre del grupo por desacuerdos
contractuales con Michael Schenker.
Otro bonus era el tema “I will be there”, extraído del disco
de MSG titulado “Written In The Sand”, otro finísimo trabajo del grupo en solitario
de Michael Schenker. El último corte
de la edición de 1997 correspondía a la canción “Public enemy # 1”, del disco “Raw
Material” de Paul Raymond en
solitario. La portada del disco japonés mostraba una especie de foto/dibujo del
grupo dentro de lo que parecía ser el pasadizo interior del alcantarillado, se
encontraban al borde del agua por lo que el reflejo de sus figuras se
difuminaba dentro de unos tonos azules muy logrados que hacía que el diseño
global estuviese a la altura de las portadas clásicas del grupo. Desde luego
que las alusiones a la situación del grupo aparecían por todos los lados. El
título de por sí refleja bastante la inestabilidad en la que siempre se ha
movido este grupo y hace un guiño a lo milagroso que fue el hecho de poder
volverse a juntar para componer música de nuevo. Además el guiño a las aguas
bajas vuelve a poner de relieve el corrosivo sentido del humor inglés, que
tanto practican Phil Mogg y
compañía. La portada europea era bastante más sobria, con otra foto/dibujo del
grupo con Schenker en el medio y bajo
unos tonos claros. El hecho de que no se publicara y se promocionara
debidamente hizo que el álbum pasase casi de puntillas por las listas de
ventas, lo que fue toda una lástima. Se programaron giras europeas, americanas
y japonesas con gran éxito de público debido principalmente al poder de
convocatoria de la formación clásica del grupo, pero se pudo haber enfocado
mucho mejor el asunto promocional del disco.
Edición japonesa. Edición europea.
Y dejamos para el final el
comentario de las dos canciones que suponen las joyas del disco. El tema “Stopped by a bullet (Of love)”
comienza con un riff impresionante de Schenker
que desarrolla una de las canciones más inspiradas que nunca he escuchado del
grupo. La letra habla de amor y el tema pasa por ser uno de los más positivos
que he escuchado en toda mi vida. Todas las piezas encajan a la perfección en
una canción brillante. Y, para colmo, acaba con uno de los solos de Schenker más inspirados del disco,
demostrando que es un guitarrista como una catedral.
UFO: "Stopped by a bullet (Of love).
La joya definitiva responde
al nombre de “Dreaming of summer”,
hasta el título es perfecto. Me enamoré de esta canción desde el mismo instante
en que la escuché por primera vez mientras viajaba al volante de mi vehículo
atravesando un valle de verde intenso en una soleada tarde. El tema encierra
unas líneas vocales tan bellas y apasionadas que te desarman inmediatamente,
con unos sutiles arreglos al piano de primera categoría. El puente tras el
segundo estribillo, con unos delicados y exquisitos adornos de guitarra, eleva
el conjunto a la categoría de lo sublime. Solo por esta canción merece la pena
comprar el disco… y de importación.