Volvemos de nuevo al bueno de Robin McAuley. Ahora que se encuentra fuera de peligro y recuperándose en su casa del cuadro de sepsis por el que tuvo que ingresar en el hospital con carácter de urgencia es un momento perfecto para reivindicar su figura y su voz. Junto a Michael Schenker nos ha ofrecido momentos musicales maravillosos y, gracias a Dios, todavía parece que ambos tienen cuerda para rato. El rubio guitarrista le ofreció el puesto de cantante a finales de los ochenta cuando buscaba a alguien que le ayudase a liderar su grupo, imagino que cansado de no alcanzar el estrellato pese a merecerlo como pocos artistas en el mundo, de hecho el clásico Michael Schenker Group pasó a llamarse McAuley Schenker Group como un gesto de confianza hacia el cantante. En cualquier caso el logo siguió siendo el clásico MSG gracias a la coincidencia de comenzar nombre y apellido por la letra m. Otro de los peculiares juegos de palabras a los que nos viene teniendo tan acostumbrados el guitarrista alemán.
Nos legaron tres discos de estudio a cuál mejor y un directo en acústico que es una exquisitez, hasta que a finales de 1993 Schenker puso en cuarentena a su propia banda para formar parte de la tan esperada como sorprendente reunión de los UFO clásicos. Fin de la MSG con McAuley. Recuerdo que en su día les llovieron bastantes críticas por el acercamiento al AOR que trajo McAuley, incluso algún iluminado de la prensa de por aquí hasta se metió con la imagen que presentaba Robin en la portada del disco "Perfect Timing". Otro ejemplo más de las estupideces que se publicaban en la prensa musical de le época. En lo que a este humilde escriba respecta, esta trilogía de discos en estudio está a la altura de las composiciones clásicas de Michael y son una delicia para los oídos. Ya entrado el nuevo milenio Schenker se sacaba de la manga el concepto Michael Schenker Fest, que no es otra cosa que la MSG clásica con la reunión de sus tres primeros cantantes y Doogie White. De su gira japonesa a mediados de 2016 registraron el impresionante directo "Live Tokyo International Forum Hall A" que se publicó al año siguiente y del que rescatamos esta soberbia versión del tema "Love is not a game". Un pedazo de canción en la que Robin McAuley demuestra el pedazo de voz que tiene, su buen gusto a la hora de acercarse al micro y el chorro vocal que conserva. A la batería está sentado el tristemente fallecido Ted McKenna (D.E.P.) y el resto de la MSG reunida para la ocasión demuestra que sigue siendo una máquina perfectamente preparada para interpretar música de categoría superior.
