Este escrito nace como deseo
de contestación al comentario que ha colgado nuestro amigo Tony con motivo del décimo aniversario del triste fallecimiento de Ronnie James Dio. Lo que ocurre es que,
según se iba escribiendo, me iba pareciendo adecuado colgarlo como una propia
entrada del blog y aquí está. Es cierto que no escribí nada de Dio en el décimo aniversario de su
fallecimiento. Eso no quiere decir que no lo tenga presente; en absoluto. En lo
que a mí respecta, el tiempo muchas veces no fluye de manera lineal y ni siento
ni deseo sentir la necesidad de escribir algo “porque hay que hacerlo”. El
legado de Ronnie James Dio sigue
vigente en la actualidad con más fuerza que nunca y todo lo relacionado con su
música y su figura, tanto pública como humana o personal, está muy presente en
mi rutina diaria. Ni sé lo que opinará el resto del personal ni me importa
demasiado, pero pienso igual que tú, Tony:
Ronnie Dio es el más grande y punto.
Su legado sigue guiando mi vida en muchos aspectos, hace del dislate humano que
soy una persona mejor y no aporta más que cosas buenas a mi existencia. Le
siento como alguien cercano al que la vida me arrebató de modo desgarrador
y todavía hay días que no puedo evitar sentirme triste porque se marchó -y esto
es un sentimiento que va mucho más allá de lo puramente artístico... que
también-. No solo es que ya nuestros ojos, orejas y alma jamás vayan a poder
degustar cosas como su anunciada continuación en dos volúmenes del mágico disco "Magica", sino que ya nunca
podremos escuchar su personalísima voz en vivo, sus opiniones o nuevos datos sobre su
particular visión de la realidad. Y eso duele. Le quedaron muchas, muchas cosas
por hacer en el terreno artístico -y supongo que en los otros también-, alguien
con un talento y capacidad creadora tan desbordantes dejó demasiadas cosas sin
cerrar. En medio de la cada vez más asfixiante mediocridad que nos rodea,
infectada de insoportables wannabes con ínfulas de
grandeza tan paupérrimas como inútiles, alguien como él aportaba luz en medio
de tanta tiniebla. Y eso duele. Te puedes acostumbrar al dolor, aprender a
convivir con él y seguir avanzando, aunque sabes que ya nada volverá a ser
igual. Pero esto es marginal.
Dicho todo esto, me alegro de
la repercusión mediática que ha tenido el décimo aniversario de su muerte.
Merece todo esto y mucho más. Curiosamente casi ha coincidido su fecha con la
de la pérdida de Little Richard.
Hasta en estas estúpidas coincidencias se distinguen los más grandes.
Con respecto a los homenajes,
pues hay de todo como en botica. Ha sido emocionante leer y escuchar a la gran
familia del Rock brindando por él y
bendiciendo su memoria. Aunque también se han podido percibir algunas
intervenciones con un apestoso tufillo interesado, como no puede ser de otra
manera ante alguien de repercusión mundial. Debo reconocer que me descolocó e irritó
especialmente el anunciado “homenaje” de Vinnie
y Carmine Appice a nuestro pequeño
gran elfo. Resulta que han sacado el vídeo clip de un tema titulado “Monsters & heroes” dedicado a la
figura de Dio. Eso puede ser algo que a priori esté bien, para todo aquel que
desconozca la historia le parecerá una bonita dedicatoria. No obstante vamos a
ponernos un poco en antecedentes. King
Kobra sacaron un disco de título homónimo cuando se volvieron a juntar en
el año 2011. En algunas ediciones de dicho álbum aparecía esta canción cuya
letra había salido de la cabeza de su vocalista Paul Shortino. El tema vio la luz un año antes, precisamente con
motivo del fallecimiento de Ronnie. Conviene
recordar que Shortino fue uno de los
descubrimientos y fichajes de Ronnie Dio
y su mujer Wendy cuando este
militaba en unos desconocidos Rough Cutt,
de hecho Paul Shortino siempre
mantuvo una gran relación de amistad, agradecimiento y respeto hacia Ronnie, por lo que era del todo natural
que Shortino quisiese dedicarle una
canción. Incluso el tema es buenísimo, por lo que se añaden más puntos al
asunto.
Rough Cutt. Foto promocional.
La vida siguió hasta que en
el año 2017 los hermanos Appice
decidieron sacar un disco conjunto. Bajo el título de “Sinister” pusieron en circulación un potente cd que incluía una
versión de este “Monsters & heroes”.
Cualquiera que esté familiarizado con la discografía de Carmine Appice sabrá de sobra la capacidad de este tipo para volver
a regrabar y publicar el mismo disco y las mismas canciones bajo diferentes
formatos, portadas, ediciones y cualquier otra argucia con la que despistar al
inexperto comprador; pero, bueno, esto ya es otro tema. El caso es que sacaron
el disco con “Monsters & heroes”
como single de cabecera, acompañado por su vídeo oficial y también por un vídeo
lyric igualmente oficial. Sin problema, vuelves a grabar tu canción para otro
disco y puesto que es muy buena la usas como single de presentación. El asunto más
espinoso viene cuando pocos días antes del aniversario de la muerte de Ronnie Dio vuelven a anunciar que van a
sacar un vídeo de un tema homenaje a Dio
que resulta ser… “Monsters & heroes”
de nuevo. Lo que presentan es una nueva regrabación de la canción acompañada con
otro vídeo grabado para la ocasión bajo la perspectiva del confinamiento; y
recordando bien clarito que la puedes encontrar en su disco “Sinister”, por supuesto. Todo con un
tinte a interesado la mar de sospechoso.
Carmine y Vinnie Appice.
Admiro muchísimo las virtudes
musicales de alguien como Vinnie Appice.
Es uno de los baterías top de mi lista de todos los tiempos, alguien con un
virtuosismo y un tempo a los tambores que quitan el hipo. El menor de los Appice tiene una pegada y contundencia
que se salen de lo común, en el momento más insospechado te sorprende con un redoble
asesino que te desarma. Imposible olvidar la primera vez que tuve la fortuna de
verle tocar en directo, fue en la actuación que realizó Dio en Madrid el nueve de noviembre de mil novecientos noventa y tres,
con motivo de la presentación del estupendo e incomprendido “Strange Highways”. Vinnie se marcó un pedazo
de solo que me hizo perder el control por completo. Tuve la ocasión de
conocerle fugazmente en persona años más tarde y debo decir que ya solo su mera
presencia imponía respeto. En fin, que soy de los menos sospechosos a la hora
de hablar sobre este tipo. Sin embargo tengo muy presente que a lo largo de
gran parte de su carrera parece que las cuestiones monetarias han sido uno de
sus grandes acicates a la hora de poner su batería al servicio del mejor
postor. Esto en sí mismo no ofrece nada que objetar. Cada uno es libre de hacer
con su vida y sus talentos lo que estime oportuno en cada momento. Incluso en
medio de la encarnizada batalla verbal post Dio entre el campamento de Vivian
Campbell versus el de Wendy Dio y
la última banda que llevó Ronnie en
solitario, que ahora se llama Dio
Disciples, es capaz de llevarse bien con todos, no entrar al trapo y no
pronunciar una palabra más alta que otra; al menos hasta el momento. La
cuestión sin embargo se empaña cuando cambias de criterios de un día para otro
y dejas en la estacada a tus compañeros. Para todo aquel que desconozca el dato
conviene explicar de Vinnie Appice
abandonó el grupo de Dio justo al
comenzar una gira mundial con la banda de Ronnie.
A finales de Mayo de 1998 el grupo de Dio
se lanzó a la carretera para promocionar su doble directo en vivo con una gira
americana. Con tan solo tres conciertos celebrados Appice dejó a sus compañeros, que tuvieron que continuar con Simon Wright a la batería. El 22 de
Marzo Vinnie Appice tocó en el Maritime Hall de San Francisco su
último show con Dio y al día
siguiente ya estaba sentado a los tambores Simon
Wright en la emblemática sala The
Joint de Las Vegas. ¿El motivo? Una suculenta oferta económica para
sentarse tras los pedales de la enésima reunión de Sabbath con Ozzy.
La guerra fría Ozzy/Dio viene de lejos y esto no fue más que otro episodio de una ristra de desencuentros tan atómicos como surrealistas. No puedo evitar recordar el triste fin de la reunión Dio-Sabbath de principios de los noventa y la renuncia de Ronnie a actuar como telonero/artista invitado de los shows que ofrecía Ozzy en la americana localidad de Costa Mesa. El ofrecimiento de Osbourne era el de que Black Sabbath actuase como aperitivo de su concierto y que al final de la actuación de Ozzy los cuatro Sabbath originales se subiesen a escena para tocarse un bis final. Ronnie Dio lo interpretó como un ataque personal hacia la por entonces actual formación de Black Sabbath con él al micro y le comunicó al resto del grupo que no tenía intención de actuar en dicho show, dejando la pelota en el tejado de Iommi & Co. Por supuesto todos sabemos lo que hicieron el resto de los Sabbath. Un honrado Rob Halford fue el escogido para asumir las tareas vocales de unos Black Sabbath que actuaron como teloneros de Ozzy Osbourne. El órdago de Ronnie Dio acabó con su salida definitiva del grupo. Entendió que su dignidad estaba en juego y puso por delante sus principios ante los sucios dólares del campamento Osbourne. Ya ves, igualito que Vinnie Appice. A cada cual lo suyo. Por estas actitudes y por muchas otras la figura de Ronnie James Dio es tan importante para algunos de nosotros. ¿De veras que no tuvo Ozzy, en todos los años que ha estado en solitario, momentos mejores que este para invitar a su ex grupo a actuar con semejante formato?; por favor, el que quiera entender que entienda.
El epílogo más cachondo del
asunto es que Iommi/Butler
accedieron a esta fantochada con la esperanza de volver a reunir a los Black Sabbath originales con Ozzy al frente, pero al final nuestro
querido Madman se echó atrás y les dejó con tres palmos de narices;
algo muy típico en Ozzy, por otro
lado. Valga este vago resumen de uno de los múltiples episodios de esta
confrontación como muestra del cariño que se han profesado Ronnie y Ozzy durante
todos estos años. En fin, que en otro momento nos detendremos en profundidad
con este apasionante affair.
Black Sabbath con Halford. Costa Mesa 92.
Pero recuperemos de nuevo la
súbita marcha de Vinnie Appice de Dio al poco de comenzar la gira. Vinnie pudo escoger entre seguir con
sus compañeros, aunque hubiera muchísima menos pasta de por medio, y dar el
salto a Sabbath; lo que pasa es que
dejar tirados a tus camaradas es de todo menos bonito y dice mucho de tu ética
en el negocio musical. Business as usual.
Seguro que el más dolido fue el propio Dio.
Ronnie se pasó toda su vida alabando las cualidades a la batería de Vinnie Appice, no en vano le llegó a
denominar con el apodo de The Rocket Machine –del todo merecido,
desde luego-, y supongo que debió ser un duro golpe en la confianza y
estabilidad de nuestro querido elfo. En fin, la vida siguió y así hasta hoy. Lo
que pasa es que las personas acaban definiéndose cómo son más con sus propias
decisiones que con lo que pretenden decir sobre ellas mismas. Cuando alguien es
capaz de vestirse por los pies aunque vengan mal dadas, es de reconocer y
agradecer. Por estos motivos, entre otros -y aunque siempre voy a adorar a un músico
como Vinnie Appice-, no puedo
por menos que sospechar de los posibles segundos motivos que le lleven a formar
parte de este último homenaje a la figura del tipo al que dejó tirado a los tres
conciertos de su gira hace ahora veintidós años. Ya ves, para algunos el tiempo
a veces no es lineal y tienes presente como si hubiese sido ayer algo que pasó
hace más de veinte años.
Ronnie James Dio y Vinnie Appice.