Mike Oldfield
es uno de los músicos más reconocidos, reputados y famosos de nuestro planeta
musical, eso es innegable. El creador del mega éxito “Tubular Bells” ha conseguido aunar dos terrenos tan resbaladizos
como pueden ser el reconocimiento artístico y el éxito comercial. Te puede
gustar mucho, poco a nada su música, pero ese mérito hay que otorgárselo sin
ningún género de dudas.
Nuestro hombre es un multi instrumentista
en toda regla, aunque su primer instrumento fue la guitarra, es conocido por
tocar el bajo, piano, teclados, sintetizadores, percusiones, acordeón,
armónica, xilófono, flauta, vientos… y así hasta los treinta instrumentos que
usó para grabar discos como “Amarok”,
casi ná. Conviene comentar que Oldfield no se suele definir como multi
instrumentista, sino como un músico con cierta habilidad para tocar distintos
instrumentos de una manera básica; le gusta reconocerse principalmente como
guitarrista y compositor.
Desde muy joven nuestro
protagonista se sintió atraído por las complejas composiciones musicales
clásicas y los largos desarrollos instrumentales. Tras unos pequeños escarceos
dentro del mundo del Rock, se
decidió a componer la sinfonía musical por la que se ha hecho famoso en el
mundo entero: “Tubular bells”. La
obra se publicó en el año 1973, después de recibir el rechazo de muchas
compañías discográficas, que no la consideraban comercial. Conviene tener en
cuenta que nos encontrábamos en plena fiebre de la música disco y una pieza de
cincuenta minutos no entraba dentro del canon de música pegadiza y bailable; sin embargo, el tesón de nuestro hombre pudo con todos y demostró al mundo
entero que no se equivocaba. En aquellos años los grandes grupos de Rock facturaban largos temas con
ampulosos desarrollos instrumentales y, seguramente, más de uno se fijó en la
música que el bueno de Oldfield
presentaba al mundo. Puede que en ese momento Ritchie Blackmore, el díscolo y rebelde guitarra de Deep Purple, le prestara atención. Cuestión
aparte es la de los músicos que colaboran en sus discos. Nuestro querido Mike ha sabido rodearse de músicos de
primera categoría a la hora de grabar y
producir su música; me viene ahora a la cabeza el gran disco “Islands”, en el que contó con gente
del calibre de Simon Phillips, Bonnie
Tyler, Geoff Downes o Micky Moody
entre otros. Con tranquilidad, sin despeinarse.
Pero, además de las campanas
tubulares y sus doscientas mil reediciones, este artista será recordado por la
delicada canción “Moonlight shadow”.
El tema que nos ocupa lo grabó para el disco “Crises” en 1983. En realidad el tema título era el central del
álbum, una pieza de veinte minutos de duración que constituía el epicentro del
disco, pero nuestro compositor preferido tuvo tiempo de sobra para “rellenar”
su álbum con otras cinco canciones más, a cuál mejor. Le acompañaron en la
grabación el excepcional batería Simon
Phillips y el bajista Phil Spalding que,
como curiosidad, también trabajó con el guitarrista Bernie Torme; es que esto de las conexiones entre músicos de las
distintas sagas resulta apasionante, habrá que retomarlas dentro de estas
páginas en el futuro. A la voz de esta canción se encuentra Maggie Reilly, realizando una
interpretación de muy bella factura que realza el resultado final del tema. La
canción resultó todo un éxito en las listas de medio mundo y permanece hasta el
día de hoy como el mayor éxito comercial de nuestro reputado músico, cosa
normal por otro lado.
Muchos otros músicos pusieron
sus ojos y orejas en este tema de Oldfield.
Sin tener nada lo tiene todo, es extremadamente comercial pero sin caer en
ningún momento en el empalagamiento habitual de este tipo de canciones, tiene
unas guitarras rítmicas muy bien tratadas, unas voces y unos coros inspiradísimos,
unos arreglos terriblemente efectivos… y un solo de guitarra muy bonito, por
supuesto; controlando la intensidad y añadiendo esa subida en el momento
idóneo. Todo en su sitio.
Ni que decir tiene que
infinidad de compositores la tomaron como referencia para sus creaciones. Aquí
nos volvemos a encontrar con el entrañable Ritchie
Blackmore, perfectamente me atrevo a afirmar que su proyecto de música
medieval Blackmore’s Night está muy inspirado en esta canción. Entre las composiciones acústicas de Jethro Tull, este tema y algunas de las
melodías más ñoñas de la tradición medieval se puede conformar perfectamente el
crisol de influencias que, introducidas en la particular coctelera de nuestro
indómito guitar hero, dan forma al
particular universo musical con el que nuestro trovador favorito y su esposa
nos llevan seduciendo e irritando durante estos últimos veinte años a partes
iguales.
Mike Oldfield. Del vídeo "Moonlight shadow".
Lo que más me llama la
atención de la canción de Mike Oldfield
es que le gusta a todo el mundo, no importa que seas un amante del Blues, un rockero clásico, un defensor
del lamentable Brit Pop que nos
fustiga los oídos día tras día ante la complacencia de los medios, un Heavy furibundo, un seguidor de Música Clásica, un purista del Jazz, un erudito del Soul, un incomprensible seguidor de la
música de cantautor o incluso un amante del Rock Progresivo, no importa… siempre te gustará o respetarás “Moonlight
shadow” de Mike Oldfield. Eso
tiene su mérito.
Mike Oldfield: "Moonlight shadow". Vídeo oficial.