Clube de Adictos a Deep Purple

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Púrpura Chess

This blog is basically a musical site. Here we talk about the music we like, using different angles. As dear and missed Jon Lord once said: “Music is the highest kind of Art that exists”. I think the same way too.

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miércoles, 26 de agosto de 2020

CHASCARRILLOS.


Siguiendo con el espíritu de transmisión del arte como concepto global  sin restricciones que esperemos nos vaya caracterizando, abrimos esta nueva sección con el siempre complejo mundo de los cuadros de collage como protagonista. Nuestro amigo Cortadillo, artista autodidacta cuyo interés y pasión le ha llevado a desarrollar su prolífica producción, va a compartir con todos nosotros sus cuadros; ventanas abiertas para explicarnos su visión y opinión sobre todo lo que le rodea, destinadas a todo el que las quiera observar. Os dejamos con Cortadillo, el encargado de la Renol y su nueva sección: Chascarrillos:


 
Una sección de “Cortadillo, el encargado de la Renol”.


Chascarrillos sobre los tiempos que corren a pie de obra… en la cadena de montaje… en los pensamientos de una vaca, que al no saber qué hacer… con el rabo mata moscas.
Esta sección de collages responde a visiones, percepciones y miradas muy personales acerca de lo que la vida expone a través de sus diferentes canales de expresión.
Sin pretensiones… desde la humildad de quien no sabe y desde la grandeza de lo que la vida nos ofrece… cada collage representa un golpe de inspiración de quien se considera tan ciego en estas cosas del arte.
No hay títulos… no hay descripciones ni explicaciones por ese respeto que siento por la libertad de expresión y por la mirada libre… sin colorantes ni aditivos… de quienes su curiosidad les ha traído hasta estas imágenes.












sábado, 22 de agosto de 2020

Danzig: “Dirty black summer”.


Seguimos recordando esas canciones que, aunque a primera vista no lo parezcan, conectan a la perfección con el espíritu veraniego; puede que lo hagan a otro nivel distinto del habitual, no cabe duda de ello, pero desde luego que así resulta para unos cuantos millones de descerebrados sin remedio que nos repartimos por este bendito mundo de Dios. En estos parámetros nos situamos con Danzig. El grupo del vocalista Glenn Danzig lleva funcionando desde finales de los ochenta presentando un personal estilo musical que sin duda nos puede recordar a todo menos al calor del verano. Esto no nos podía importar menos a muchos de sus seguidores a la hora de enfocar a nuestro querido príncipe de las tinieblas dentro de todo este bendito rollo del sol, las olas de mar y una bebida bien fría.


“Dirty black summer” fue uno de los singles del disco “How The Gods Kill”. Glenn y sus muchachos estaban acabando de asentar su nuevo grupo, surgido de las cenizas de los imprescindibles Samhain, cuando de pronto su mítico tema “Mother” les hizo triunfar en el mundo entero –menos en España, claro-; de hecho fue en parte gracias al éxito del propio "How The Gods Kill" que se decidieron a regrabar el mítico tema que volvieron a presentar en su Ep mitad estudio mitad directo totulado "Thrall Demonsweatlive". De pronto estaban en todas lsa listas de ventas y se encontraban en la mejor posición posible para comerse el mundo, pero algo tan sencillo no estaba en la agenda de nuestro adorable Evil Elvis. La grabación de este clásico “How The Gods Kill”, tercero de su discografía por entonces, estuvo rodeado de presiones y anécdotas de todo tipo, algunas de ellas tan inverosímiles como cachondas, aunque este asunto lo abordaremos como se merece en otro momento. El caso es que durante la grabación de este disco Danzig creyó oportuno escribir una canción que versase sobre el verano… sobre su percepción del verano, claro; nada es sencillo o predecible en el universo de Glenn. Nuestro afable y cercano vocalista ideó un tema que hablaba sobre lo que hacían los chicos con los que se juntaba mientras creció en New Jersey, chavales que en cuanto llegaba el verano y dejaban sus escuelas salían a las calles sin nada que hacer, con todo el tiempo para perder y buscando problemas. En esta clave tenemos que hacer la lectura de esta canción, tan oscura e irreverente como uno podía esperar del entrañable Glenn.


Lo cierto es que la canción fue todo un pelotazo, rodándose de la misma un vídeo clip igual de siniestro que el propio tema y que acabó en los televisores de la mayoría de hogares norteamericanos; no en vano el director de dicho vídeo fue el prestigioso Anton Corbijn. Estos fueron los años dorados de Danzig en cuanto a popularidad se refiere, el tipo salía por todos lados en la prensa especializada, incluso alguna revista española se llegó a hacer eco de la publicación del estupendo “How The Gods Kill”. Algo así no debió de ser del todo saludable para un tipo con el enorme ego de Glenn, que no dejó de montar numeritos en plan prima donna en cuanto tenía la oportunidad de ello; aunque, qué demonios, es mucho más interesante que un músico te ofrezca performances y espectáculo hasta en sus entrevistas a que se presente como el mecánico del taller de tu barrio fingiendo ser tu nuevo e inofensivo mejor amigo.

                                   Danzig 92: John Christ, Glenn Danzig, Chuck Biscuits y Eerie Von.

“Dirty black summer” consiguió ser algo así como una especie de hit single, pero sin que Danzig hiciese una sola concesión a la comercialidad. Desde el siniestro inicio con esos efectos casi inaudibles de viento y ecos aparecen todas las señas de identidad de la música con la que Glenn se lleva ganando la vida y haciendo felices a sus seguidores durante todos estos años. Esa perversa y oscura mezcla Blues/Heavy/Crooner 50’s, con sus ritmos machacones y su toque de Serie B siniestro respiran por los poros de “Dirty black summer” y de todo el “How The Gods Kill” al completo. Danzig en toda su controversia, irreverencia, provocación y esplendor. 



                                               Danzig: "Dirty black summer". Vídeo oficial.






lunes, 17 de agosto de 2020

Lynch Mob: “Wicked Sensation Reimagined”. 30 años después.


Está anunciada para finales de este mes de Agosto la revisión del clásico y emblemático primer disco de Lynch Mob, titulado “Wicked Sensation”. Este fue el primer disco que publicó George Lynch después del accidentado final lleno de drama de los clásicos Dokken en 1989. El bueno de Lynch montó un pedazo de grupo nada más romperse en mil pedazos la nave nodriza de Dokken y facturó un discazo de esos que hacían que te tirases al suelo nada más ponerlo en tu tocadiscos. Ahora, treinta años después, tienen previsto volver a reeditarlo y para ello han decidido volver a regrabar el mítico disco. Bajo el sospechoso título de “Wicked Sensation Reimagined” vuelven a enfrentarse a dicho álbum arreglando y presentando nuevas versiones de los mismos temas. Habrá que esperar al veintiocho de este mes para pegarle una escucha.

                               Lynch Mob 2920: Robbie Crane, George Lynch, Oni Logan y Brian Tichy.

El asunto este de volver a regrabar discos por parte de los propios artistas que los crearon en su día no deja de ser un asunto espinoso. Cierto es que George Lynch ha demostrados en todos estos años ser un culo inquieto con ganas de seguir grabando música, experimentando con sonidos, estilos y músicos como buen artista creador que es; eso sí, cualquier cosa que lleva su firma sigue presentando en primer plano esa guitarra tan salvaje, tan especial y tan personal que nos tiene enamorados a muchísimos seguidores del buen Hard Rock a lo largo y ancho de este mundo. De hecho el propio George ha querido explicar que el motivo de este nuevo homenaje a su “Wicked Sensation” no es el de regrabar y ya está. No. El siempre amigable Lynch nos explica que está en contra de eso y que lo que ha buscado es volver a reinventarlo, dándole a las canciones distintos tratamientos. En fin.


Siempre tengo una máxima: para hablar/escribir mal de algo/alguien es mejor permanecer con la boca cerrada a menos que te pregunten. Lo que ocurre es que aquí entramos en el terreno de la emoción y, sencillamente, no puedo sustraerme a hablar sobre el adelanto del tema título que ya lleva un tiempo circulando por las redes. “Wicked sensation”, además del título de su primer disco como Lynch Mob, es la canción que abre el mismo. Es una de esas canciones tan estupendas y especiales que resulta imposible volverla a grabar y que mejore el original, esto le pasa a unos cuantos temas más de diversos artistas de los que hablaremos en profundidad en cualquier otro momento. Su riff de guitarra inicial es de lo más salvaje, rockero, sexy y penetrante que jamás haya escuchado este humilde escriba; te pone firme en cuanto se te estampa en la cara y te prepara para lo que se te viene encima. Todavía recuerdo la primera vez que tuve la suerte de ver a George Lynch en directo. Venía a Madrid hace un buen puñado de años en solitario –él solo, sin grupo- y con la banda Stormzone como teloneros. Primero salió el grupo invitado y no lo hizo mal. Acto seguido salió Lynch con su guitarra y un taburete que sostenía una especie de consola en la que el propio George iba cambiando las bases rítmicas sobre las que punteaba –recordemos que no era una demostración para una marca de guitarras, sino un concierto de los de pagar entrada en la extinta sala Arena/Heineken-; vamos, las caras del público cuando Lynch empezó a seleccionar las canciones grabadas del cutre discman eran para haberlas fotografiado. Nuestro hombre salió vivo del envite gracias a lo gran músico que es, pero me gustaría ver en esa situación a tanto rascacuerdas subidito que anda suelto por ahí. Poco importan estos avatares y que al final del show se subiesen los teloneros que seguro no habrían ensayado demasiado los tres o cuatro temas que hicieron con el propio Lynch en plan grupo completo, fue empezar a sonar el inicio de “Wicked sensation” y aquello se vino abajo. El poder sobrenatural de esa guitarra solista y su espíritu indómito nos poseyó a los allí reunidos en una especie de nirvana etéreo.


Digo esto porque en cuanto me he echado a la oreja esta nueva revisión 2020 del clásico tema que titula el disco no he podido salir de mi asombro. Guitarras con ecos en plan semi industrial, voces en off y ritmos pseudo Reggae/Hip Hop/horteras que no hay por dónde cogerlos. ¿De verdad era necesario profanar una canción tan carismática para convertirla en esto? ¿Qué ha pasado por la cabeza de Lynch y de su equipo para decidir que eso necesitaba escucharlo el resto del mundo? Demasiadas cuestiones sin respuesta. Es que es escuchar el inicio del tema y encabronarse uno a base de bien. En fin, que habrá que esperar para escuchar el resto, pero la cosa pinta a desastre.
Vamos, que me voy a poner el “Wicked Sensation” original mientras manoseo las estupendas fotos del libreto; a ver si las cosas vuelven a su sitio aunque sea por un rato.


                                            Lynch Mob: "Wicked sensation reimagined 2020".
                                  


                                             Lynch Mob: "Wicked sensation". Video oficial 1990.





                                               "Wicked Sensation" 1990. Foto del artwork.