Clube de Adictos a Deep Purple

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Púrpura Chess

This blog is basically a musical site. Here we talk about the music we like, using different angles. As dear and missed Jon Lord once said: “Music is the highest kind of Art that exists”. I think the same way too.

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lunes, 25 de marzo de 2024

Nueva caja de Black Sabbath: "Anno Domini 1989 - 1995". Los años de Tony Martin.

Finalmente ocurrió. Tras varios años de especulaciones, rumores, declaraciones a favor o en contra y diversos dimes y diretes de variada enjundia, por fin aconteció: Se acaba de anunciar de manera oficial la publicación de una nueva caja recopilatoria de la producción discográfica de Black Sabbath, esta vez abarca los años comprendidos entre 1989 y 1995; o sea, la etapa de Tony "The Cat" Martin al frente del micrófono de la mítica formación de Birmingham. Se obvia, no es algo que sorprenda, el disco de la fugaz reunión Sabbath/Dio titulado "Dehumanizer" que se publicó en el año 1992 y que pasa por ser uno de los mejores de la abultada discografía del que esto suscribe... pero como aquí no canta Martin, ya se sabe.

Esta nueva caja, que responde al título de "Anno Domini", tiene prevista su publicación el próximo día 31 de Mayo. Comprende tres de los cuatro discos que Sabbath grabó con Tony Martin a las voces. En sus cuatro cds -o vinilos, según la edición con la que decidas rascar tus bolsillos- nos encontramos los discos "The Headless Cross", "Tyr", "Cross Purposes" y el denostado "Forbidden", publicados en los años 1989, 90, 94 y 95 respectivamente. Todos ellos se presentan remasterizados, como no; incluso "Forbidden" ha sido remezclado por el guitarra Tony Iommi especialmente para esta edición. Como uno ya peina bastantes canas y tiene las orejas con muchas horas de vuelo musical, tiene claras todas las suspicacias del mundo con estas nuevas remasterizaciones/remixes/revisiones... llámalo como quieras. La mayoría de las veces no aportan casi nada e incluso pueden llegar a sonar peor que los propios originales, pero eso es otra cuestión.

 De cualquier modo, reivindicar este periodo tan especial y la mayoría de las veces infravalorado de la producción musical de Black Sabbath siempre es una buena noticia. Tony Martin ha pasado a la historia como el segundo plato tras el micro de Sabbath. Ozzy fue el original, Ronnie Dio le sustituyó consiguiendo alcanzar cotas de popularidad similares e incluso mayores para el público que nuestro peculiar Madman -no bromeo, hay por ahí mucho seguidor del cuarteto británico que tiene en un pedestal los discos que Dio-, Gillan tiene ya un peso específico por él mismo y no pasa por segundón de nadie, cuestión similar que le sucede a Glenn Hughes. pero Tony Martin fue el desconocido que tuvo que agarrar el micrófono de Sabbath y justo en uno de los momentos en los que la credibilidad de la banda estaba más en entredicho... y consiguió ayudar a remontar esa credibilidad con un puñado de discos a cuál mejor. Iommi & Co no solo no le agradecieron la jugada, sino que en cuanto pudieron le vendieron por unas pocas monedas, primero en la súbita reunión con Dio a la voz y después haciendo lo propio con Ozzy. Esto es algo por lo que el binomio Iommi/Butler se han caracterizado durante toda su carrera musical: si hay que vender a alguien por pillar más pasta venderán sin pudor las bragas de sus respectivas progenitoras sin siquiera pestañear. Esto es tan tristemente cierto que no ofrece discusión alguna. El bueno de Martin asumió sin grandes problemas su papel de contratado y además siempre se ha mostrado respetuoso y agradecido con el universo Sabbath por haberle dado la oportunidad de su vida.

Black Sabbath: Tony Iommi, Cozy Powell, Tony Martin y Neil Murray.

Pero volvamos con la caja. No recopila el primer disco de Martin con el grupo, el más que recomendable "The Eternal Idol". Imagino que esta decisión se debe a que ya hace unos años se publicó una estupenda edición de lujo en la que recopilaba en los extras las demos del disco grabadas por el vocalista Ray Gillen. caviar del bueno. Más inexplicable resulta la ausencia del directo que el grupo publicó tras la gira de presentación de "Cross Purposes" y que responde al nombre de "Cross Purposes Live". Un directo con un set list muy interesante, pero que contaba con un Tony Martin bastante mermado en sus cualidades vocales, un mal día, un constipado o vete tú a a saber. 

Si nos referimos a los discos de Black Sabbath publicados con Tony Martín, el público suele referirse a "Headless Cross" como la obra maestra de esta interesante etapa del grupo. Discrepo. "Headless Cross" es un discazo estupendo, pero "Eternal Idol" o "Tyr" no se quedan atrás y "Cross Purposes" es definitivamente la joya de la corona. Recuerdo cómo me voló la cabeza la primera vez que lo escuché y cómo me sigue poniendo la carne de gallina cada vez que lo paso por mis oídos. Toda la esencia de la música oscura de Sabbath respira ahí, pero con unas melodías y unos arreglos pletóricos de clase y calidad, en las antípodas de las estructuras machaconas y repetitivas de los primeros discos con Ozzy. Cuestión de gustos, supongo. Como curiosidad, el propio Geezer Butler, bajista original del grupo y creador de las letras y melodías de todas esas primeras obras, dice que el disco no le gusta nada, que es como si Sabbath sonase a Rainbow y de hecho tras esa gira dejó a la banda. En Fin. Cuestión de gustos, supongo una vez más.

Black Sabbath: Tony Iommy, Bobby Rondinelli, Geezer Butler y Tony Martin.

la otra cuestión que nos chirría sobremanera es el apartado de los temas extras. Estas cajas y reediciones suelen tener el aliciente de contener termas inéditos, demos, grabaciones de directo y otras joyas que lo son para muchos de nosotros. No es así el caso de esta caja. Apenas tres temas extra en el total de los cuatro cds: "Cloak and dagger", "What's the use" y "Loser gets it all". Todos ellos ya aparecidos como extras en ediciones anteriores de "Headless Cross", "Cross Purposes" y "Forbidden" respectivamente, de hecho cualquier fan mínimamente interesado en la banda los tendrá seguro. Y digo que todo esto chirría después de haber escuchado en estos últimos años al propio Tony Martin asegurando que había mucho material inédito de sus años en el grupo y que esperaba que si al final esta caja veía la luz todo el gran público los pudiese disfrutar ¿?

En fin. Esperaremos a lo albores del verano para poder disfrutar de esta nueva caja y ver si finalmente tan mal estaba la producción de "Forbidden" que hemos escuchado todos estos años frente a esta nueva remezcla del disco por parte de Tony Iommi.

 

Por increíble que parezca, este humilde blog ya tiene cuenta de instagram. Por si quieres echar un vistazo:






martes, 6 de septiembre de 2022

Ozzy: "Nothing feels right". Nuevo tema de su nuevo disco "Patient Number 9" y regreso de Zakk Wylde al grupo.

Ayer mismo veía la luz en las redes una nueva canción de Ozzy Osbourne titulada "Nothing feels right". Este tema, perteneciente al nuevo disco de inminente salida que lleva por título "Patient Number 9", cuenta con la guitarra de Zakk Wylde. En apenas un puñado de días podremos llevarnos a las orejas el nuevo redondo de nuestro entrañable Madman. Para este disco el elenco de guitarristas invitados tira de espaldas, puesto que prestan sus servicios a las seis cuerdas auténticas leyendas como Eric Clapton, Jeff Beck o Tony Iommi; de hecho su compañero durante tantos años en Black Sabbath resulta que esta es la primera vez que colabora en un disco en solitario del propio Ozzy. Conviene recordar que Osbourne ya hizo lo propio en el disco en solitario que el guitarrista sacó en el final de esos inciertos años noventa bajo el simple título de "Iommi", siendo "Who's fooling who" el tema escogido para tal fin.

Pero lo que resulta especialmente de enjundia -sin menospreciar el talento de estos grandes músicos, por Dios- es el hecho de que nuestro querido Zakk Wylde vuelva a prestar sus servicios, sus cuerdas, su talento y brutalidad innata en este nuevo disco de nuestro Ozzman preferido. Que Ozzy Osbourne no es nada sin los músicos de primera categoría que le rodean es algo que saben desde su propia mujer/mánager Sharon hasta el propio Osbourne... así como todo aquel que conozca mínimamente el recorrido musical de nuestro entrañable esnifador de hormigas. Y dentro de esta línea vital que le marcan sus colaboradores podemos subrayar la importancia de dos músicos por encima del resto: el trístemente malogrado Randy Rhoads y Zakk Wylde. El bueno de Randy modernizó la propuesta musical de Ozzy cuando Sabbath hacían aguas por todos lados y le puso en el mapa, llegando a alcanzar un éxito incluso superior al grupo de Tony Iommi & Co. Tras el trágico accidente que segó la vida de este genial guitarrista otros muchos han ocupado su puesto, pero nadie ha alcanzado las cotas de calidad y carisma que va derrochando por la vida Zakk Wylde. Recuerdo cómo gran parte de la prensa musical poco menos que se burlaba de él cuando salió el disco "No Rest For The Wicked", primero de Wylde con Ozzy y que siempre me ha parecido un discazo. Que si no punteaba y solo tocaba riffs, que si no tenía personalidad, que si no sabía actuar en directo y un sinfín de patochadas más, impropias de gente que si se dedica a escribir profesionalmente sobre esto debería demostrar tener un poco más de idea sobre el asunto... pero así está el patio, o al menos así estaba en nuestros adorados años ochenta/noventa. Sin problema; a golpe de guitarrazos, actitud y talento, Zakky fue poniendo a todos los bocazas en su sitio y haciendo que se fueran introduciendo todos y cada uno de sus comentarios por sus respectivos rectos. Y por si fuera poco, cuando tuvo que dejar a Ozzy por primera vez en 1994 se sacó de la manga el grupo Pride & Glory y un pedazo de disco llamado con el mismo nombre que es una verdadera obra de arte, además de toda una declaración de principios. La perfecta comunión entre el Rock Sureño y el Hard Rock potente y tocado con pelotas, pero esto es marginal. Hoy en día es uno de los guitarristas de Hard Rock más reputados y resulta interesante escuchar como esas mismas voces tan "entendidas" que antes le ponían a parir ahora se deshacen en elogios hacia su figura. Lo de siempre.

El caso es que para este humilde escriba sigue siendo el guitarrista ideal para acompañar al Príncipe de las Tinieblas, tanto en disco como en directo. Su puesta en escena es tan salvaje como sincera y efectiva. Todavía recuerdo la última vez que visitó Madrid en el 2018 acompañando a Ozzy y se marcó una actuación de bandera, con un pedazo de solo tras el clásico "War pigs" de esos que no se acaban nunca y en el que incluía extractos de canciones como "Miracle man", "Perry Mason", "Crazy babies" o "Desire", demostrando lo bueno que es y lo bien que empasta en el grupo de Osbourne. Es por esto que este nuevo disco tiene ese aliciente extra. Esta nueva canción es de corte lento y con alguna pincelada épica. Me recuerda una barbaridad a las composiciones del disco "Ozzmosis", cosas como "Denial", "Ghost behind my eyes" o "My little man", por citar algún ejemplo rápido. Eso son buenas noticias.

Así que, nada, con ganas de escuchar la nueva obra de Ozzy Osbourne acompañado de Zakk Wylde. Y con más ganas aún de verlos en directo junto a Judas Priest, por supuesto.

 

                                              "Nothing feels right", con Zakk Wylde.


                                             "Patient number 9", con Jeff Beck. Vídeo oficial.





lunes, 14 de enero de 2019

"Emerald Sabbath's Ninth Star". Próximo tributo a Black Sabbath con la colaboración de hasta diez ex miembros del grupo.


Acaba de ver la luz el primer tema de presentación de este nuevo proyecto tributo a Black Sabbath. La canción se titula "She's gone" y viene acompañada de un sugerente vídeo clip. Este tema, perteneciente al disco "Technical Ecstasy", cuenta con la presencia del bajista Neil Murray y del vocalista Dave Walker; los seguidores más exhaustivos del grupo lo conocerán, puesto que Walker llegó a ser el sustituto provisional durante un corto periodo de tiempo de Ozzy Osbourne antes de que Ronnie James Dio ayudase a dar forma a quella obra maestra que responde al nombre de "Heaven & Hell".

                                                Emerald Sabbath: "She's gone". Vídeo oficial.

Este proyecto parte de la idea de Michael Suilleabhain, un inspector de seguridad de construcciones nucleares que a su vez es un fan declarado de la banda de Birmingham. Comenta el bueno de Michael que conoció a Sabbath en el año 1983 -entendemos que a partir del disco "Born Again" en el que puso su voz Ian Gillan- y que desde entonces ha visto al grupo en directo un total de ochenta y dos veces; vaya, esto es un seguidor fiel y lo demás son tonterías. Comenta como curiosidad Suilleabhain que la única formación que se ha perdido desde entonces es la que contó con Ray Gillen a las voces. Esto es una auténtica putada, puesto que en la gira que hizo Sabbath con Gillen a la voz para presentar el excepcional disco "Seventh Star" -otra obra maestra del grupo de Iommi- el grupo sonaba que te cagas y el cantante todavía más. Hay que recordar que ese disco lo grabó Tony Iommi como un proyecto en solitario con Glenn Hughes a la voz y la compañía de discos -o el propio Tony, vaya usted a saber- acabó tomando la decisión de publicarlo bajo el apelativo de Black Sabbath featuring Tony Iommi. Como quiera que fuese este disco pasa por ser para este humilde servidor de lo mejorcito y más inspirado que el guitarrista de la lesión en las yemas de los dedos haya registrado jamás. La historia es muy conocida para cualquier seguidor de Sabbath/Hughes. Iommi ofreció el puesto de vocalista a Glenn para un disco en solitario que se alejaba de la música típica del combo británico. Hughes, que estaba en plena batalla contra sus demonios personales, aceptó el proyecto y volcó toda su creatividad en unas melodías y líneas vocales de otra galaxia... pero que poco o nada tenían que ver con el universo Sabbath. Al final el disco salió como Black Sabbath y, de pronto, se vio metido en la gigantesca pre producción de una gira mundial en la que tendría que cantar el catálogo de los Sabbath Ozzy/Dio. Glenn Hughes no llegó a ofrecer más que cinco conciertos. Un tipo con la sensibilidad de Glenn se encontraba terriblemente incómodo teniendo que defender en directo unas canciones con las que no sentía ninguna conexión. Por otro lado sus problemas con las adicciones no ayudaban, había ganado mucho peso y el hecho de sentirse en un lugar que no era el suyo hizo que la situación desembocara de manera abrupta abandonando la gira. Fue en ese momento cuando Ray Gillen asumió el puesto y nos volvió locos a muchos de nosotros con unas interpretaciones soberbias de las canciones que conformaban el set list de la gira. Para el recuerdo queda un poderosísimo "Danger zone" del directo de San Antonio, por citar algún ejemplo. De hecho grabaron algunas maquetas de las canciones que acabaron dando forma al siguiente disco de Black Sabbath, titulado "The Eternal Idol" con Tony Martin a las voces. Estas tomas se pueden escuchar para deleite del oido en la reedición que lleva por nombre "The Eternal Idol. Deluxe Edition". De estos años tan convulsos como excitantes de Sabbath habrá que hablar más detenidamente en otro momento.

                                      Black Sabbath feat Tony Iommi: "Danger zone" (G.Hughes voz).

                                        Black Sabbath: "Danger zone". San Antonio 86 (R.Gillen voz).

Pero volvamos a Emerald Sabbath. Michael Suilleabhain decidió allá por el año 2015 que debía aunar sus dos pasiones: Black Sabbath y la Música Clásica, por lo que empezó a trabajar en este proyecto. Tras conseguir colaborar con el teclista Adam Wakeman en la versión del tema "Changes" la idea comenzó a cobrar forma. Según comenta el propio Michael, se propuso regrabar las canciones de Sabbath con el mayor número posible de ex componentes del grupo... y logró involucrar a diez de ellos. Pasamos a mostrar la sorprendente lista de colaboraciones:

-"Embryo": Adam Wakeman (tecl), Beb Bevan (perc), Laurence Cottle (baj), Anneka Sutcliffe (vi) y Sarah Tobias (f).

-"Die young": Ron Keel (v), Vinnie Appice (bat), Rudy Sarzo (baj), DC Cothern, Pete Rinaldi (g) y Ellen Morgan (tecl).

-"Fluff": Sarah Tobias (f), P. Rinaldi (g) y el Cuarteto de Cuerdas Ardeton.

-"Trashed": R. Keel (v), Vinnie Appice (bat), B. Bevan (perc), L. Cottle (baj) y P. Rinaldi (g). 

-"Stonehenge": A.Wakeman (tecl), L.Cottle (baj), P. Rinaldi (g) y S. Tobias (f).

-"She's gone": Dave Walker (v), Neil Murray (baj), Bill Dwyer (bat) y el Cuarteto Cuerdas Ardeton.

-"In for the kill": Tony Martin (v), L.Cottle (baj), Bobby Rondinelly (bat), P. Rinaldi (g) y A. Wakeman (tecl).

-"Orchild": N. Murray (baj), P. Rinaldi (g), S. Tobias (f) y el Cuarteto Cuerdas Ardeton.

-"Hole in the sky": R. Keel (v), B. Rondinelli (bat), L. Cottle (baj) y P. Rinaldi (g).

-"Changes": M. Suilleabhain (v), A. Wakeman (tecl), L. Cottle (baj), B. Bevan (perc), A. Sutcliffe (vi) y S. Tobias (f).

-"Supertzar": A. Wakeman (tecl), Terry Chimes (bat), L. Cottle (baj), P. Rinaldi (g) y el English Chamber Choir. 

Puede el lector observar que el asunto tira de espaldas. Todo tiene pinta de que habrá que ir haciendo un hueco en la estantería por la letra "B" (de Black Sabbath)... o por la "T" ( de tributo); según cada gusto.




                                 Neil Murray, Mike Exeter (ingeniero), Michael Suilleabhain y Bev Bevan.



miércoles, 31 de mayo de 2017

Tony Martin: Posible colaboración con Tomy Iommi.



Recientemente Tony Martin ha concedico una entrevista a la revista Metal Jacket Magazine. El conocido cantante que militó en algunos de los discos más interesantes de Black Sabbath –siempre con el permiso de Ronnie Dio, Ozzy Osbourne, Ian Gillan o Glenn Hughes– comentó algunas cuestiones y proyectos  interesantes para todo aficionado a la familia Sabbath.


Entre lo más destacado Martin opinó sobre las anunciadas re ediciones de los discos de Black Sabbath en los que colaboró como cantante. Parece que se está barajando la posibilidad de publicar unas nuevas ediciones de estos trabajos con temas extras e incluso nueva música. Tony The Cat Martin ha comentado que habló un par de semanas atrás con Tony Iommi al respecto de este tema. Iommi ha comprado una nueva casa recientemente y parece que se está construyendo un estudio de grabación, por lo que le dijo a Martin que, en cuanto estuviese todo en orden, le gustaría ponerse con el proyecto. Añade Tony Martin que en cuanto Iommi le llame él estará disponible y encantado de hacerlo... además tiene claro que el propio Iommi también quiere hacerlo. Según resalta Martin, le gustaría volver a revisar, regrabar e incluso modificar algunas letras del disco “Forbidden”. Por lo visto Tony Martin no quedó nada conforme con las mezclas finales del disco, según comenta intentaron recrear un sonido al estilo de Run DMC y no funcionó para Black Sabbath –opinión que suscribo y comparto totalmente–. El propio Martin nos dice que las demos y los ensayos  que tiene grabadas de aquellos años suenan definitivamente mejor que el producto final que salió a la venta.

                                                   Tony Martin y Tony Iommi.


Tony Martin entró en Black Sabbath allá por 1986 para sutituir a Ray Gillen. Grabó con ellos cinco discos de estudio y uno en directo: “The Eternal Idol”, “Headless Cross”, “TYR”, “Cross Purposes”, “Cross Purposes Live” y “Forbidden”. Todos ellos rayaban a gran nivel, siguiendo el sendero musical que sembró Dio en la banda y demostrando la calidad intrínseca que estos tipos atesoraban para componer grandes canciones. Salvo el citado “Forbidden”, que se queda un poco más flojo si lo comparamos con los otros, las demás son grandes discos; en especial me tocan especialmente la fibra “Headles Cross” y “Cross Purposes”, mejores que muchos clásicos que encumbran una mayoría de seguidores que seguramente no los han escuchado al completo jamás en su vida... qué digo, seguro que muchos no saben ni que existen. En fin. “Headless Cross” cuenta con temazos como el que titula a la propia obra o cosas como “Black Moon”. Por su parte “Cross Purposes” es un lujo de principio a fin, desde el inicio angustioso y asfixiante de “I witness”, la exquisita delicadeza de “Cross of thorns” o la hipnótica melodía de “Back to Eden”, por citar algunos ejemplos, Sabbath nos ofreció una obra con mayúsculas. Curiosamente el disco destilaba un sutil aire a Rainbow, aunque siempre desde la personal idiosincrasia sónica oscura del grupo, que años más tarde criticó Gezzer Butler. Incluso sacaron un vídeo en directo de la gira de presentación del disco en el que Tony Martin... estaba afónico. ¿Cómo se te ocurre sacar un directo de una actuación en la que tu cantante no está al cien por cien? Desde luego que habrá que retomar  por aquí en profundidad  este disco y esta gira en otro momento.


De cualquier modo, el hecho de que Iommi y Martin decidan juntarse de una vez para crear música siempre es una buena noticia. Habrá que esperar para ver cómo se desarrollan los acontecimientos, no sea que Ozzy se vuelva a cansar de su grupo en solitario, le entre envidia de Iommi/Martin o cualquier otra historia que se le pase por la cabeza a nuestro imprevisible Madman y decida revivir Black Sabbath por enésima vez. Lo que también me apetece desde luego es leer esa biografía que ha anunciado el propio Martin. En cuanto se publique el libro haré lo posible para que caiga entre mis manos, lo que es seguro es que este tipo tiene unas cuantas historias interesantes que contar.




                                                    Black Sabbath: "Cross of thorns".


miércoles, 3 de febrero de 2016

A vueltas con Black Sabbath. Geezer Butler – Bill Ward. II.



La banda de Iommi, Ozzy y compañía vuelve a estar de plena actualidad, el problema es que no solo por motivos musicales. Su nueva gira de despedida, anunciada bajo el sugerente nombre de “The End”, apenas acaba de empezar y los nuevos roces, cruces de declaraciones y demás sinergias del entramado Sabbath vuelven a brotar cual florecillas en primavera. Las noticias de sus componentes y sus ex generan un cúmulo de despropósitos tan inverosímiles como ridículos que consiguen darle una nueva vuelta de tuerca a esta familia musical tan encantadoramente disfuncional. Definitivamente habrá que plantearse realizar una entrega de artículos por fascículos para cubrir las esperpénticas trifulcas de estos angelitos.


Después de que los miembros originales Tony Iommi, Geezer Butler y Ozzy Osbourne anunciasen por enésima vez su gira de despedida, el batería original Bill Ward, que no fue de la partida en un movimiento de dudosa ética, volvió a la carga con nuevas declaraciones en las que se entristecía por no ofrecer al público una última gira con la formación original al completo. Hasta aquí todo normal: pataleta del bueno de Ward por quedarse sin ninguna parte del pastel. Sin embargo, el asunto cogió grados cuando el bajista Geezer Butler se descolgó con unas sorprendentes declaraciones en las que aseguraba que a Bill Ward se le ofreció participar en un concierto especial de despedida y que éste no lo aceptó, devolviéndole la pelota de las culpas sentimentaloides para no ofrecer una actuación final de los componentes habituales. Lo cachondo del asunto es que… jamás le ofrecieron ese show a Bill Ward!
Nuestro entrañable Bill inmediatamente reaccionó con otro comunicado en el que aseguraba no haber recibido esa invitación de la que hablaba Butler. El affair se zanjó con el entrañable Geezer emitiendo un comunicado en el que comentaba que había sido un error por su parte y lanzando una tibia disculpa redactada con un escueto y endemoniado “sorry Bill Ward”, palabras textuales.

                                                       Geezer Butler y Bill Ward.

El management que lleva a Black Sabbath debe ser lo más parecido al camarote de los hermanos Marx. Toda esa unión por conveniencia de abogados, representantes, músicos con sus parejas y demás alimañas llenas de rencor acumulado pero condenados a entenderse para ganar pasta debe estar tan abocada al caos continuo porque solo así se puede explicar que aparezca uno de los músicos originales realizando unas declaraciones públicas sobre un tema tan delicado sin tener ni la más remota idea de lo que habla. Si querían publicidad gratuita para alimentar el morbo de las actuaciones en directo de esta supuesta última gira lo han vuelto a conseguir. El entorno de Ozzy Osbourne lleva años generando y alimentando las más variadas y esperpénticas polémicas para obtener una publicidad que les siga manteniendo en el candelabro, el problema es que llevan tanto tiempo arrastrando su credibilidad por el fango que cada vez se acercan más a una triste parodia de ellos mismos. Y es triste, porque la música de Sabbath y Ozzy es lo suficientemente buena y valiosa para permitir que hable por sí misma. Desgraciadamente parece que lo que aquí importa es la cantidad de ceros que sumemos al pasar por caja y, si para llamar la atención del gran público hay que grabarse meando en un bote, se graba uno y listos.


En cuanto a la gira mundial, veremos qué tal. Se va a comercializar un nuevo Cd compuesto por cuatro temas de las sesiones del disco “13” que no aparecieron en dicho álbum más el añadido de las tomas en directo de otros cuatro temas. Al menos para este nuevo tour mundial no han tenido la desfachatez de hablar directamente de los supuestos problemas físicos de Bill Ward para aguantar una gira mundial de dieciséis meses como hicieron la vez anterior. Recordamos que esa gira mundial de 2013 -14 supuso un total de cuarenta y seis conciertos –la mayoría de los grupos realizan esas actuaciones en un par de meses, tres a lo sumo-. Para este nuevo tour de 2016 se han anunciado las siguientes fechas:

   - Norteamérica. 1ª parte: Dieciocho conciertos.
   - Australia: Siete conciertos.
   - Europa: Quince conciertos.
   - Norteamérica. 2ª parte: Dieciocho conciertos.

Esta vez tenemos programados un total de cincuenta y ocho actuaciones, del uno de Enero al veintiuno de Septiembre de 2016. El tour acaba de empezar y desgraciadamente ya han tenido que suspender dos conciertos debido a unos problemas de salud de Ozzy, el comunicado oficial explica que ha padecido una sinusitis. No le deseo mal a nadie, y mucho menos al entrañable Ozzy, pero tal vez empieza a sobrar la excusa del estado de salud de Bill Ward cuando son ellos mismos los que, con muy buen criterio, están programando una gira con conciertos espaciados para poder llevarla a cabo en las mejores condiciones posibles. Son señores con sesenta y muchos años, conviene tenerlo en cuenta. El problema es que el estado vocal de Ozzy lleva años rozando lo patético y resulta triste la inquina con la que se expresa, tanto él como el resto del grupo, con respecto a la situación física de Bill Ward. El agravio comparativo resulta grande e injusto. Puede ser que Bill Ward no se encuentre en la mejor de las condiciones para un tour de cincuenta conciertos, pero desde luego Ozzy no está mejor que él. Además conviene recordar que Bill siempre defendió a Ozzy todos los años que el Madman estuvo fuera de Sabbath. La puñalada trapera que le asestó el encantador Osbourne con motivo de esta última reunión de Black Sabbath todavía deber estar supurando en la espalda de Ward.

                                                       Ozzy Osbourne y Bill Ward.

De cualquier modo habrá que estar atento al maravillosamente amorfo universo Sabbath en esta última gira mundial que les acercará a casi todos los rincones del globo; menos a España, claro. El set list sigue estando a la altura de su leyenda y siempre es un placer disfrutar de Tony Iommi encima de un escenario. 



                                                          Black Sabbath: "Cry all night".




lunes, 20 de abril de 2015

A vueltas con Black Sabbath. Ozzy Osbourne - Bill Ward. I



En estos últimos días se han producido una serie de comunicados entre Bill Ward y Ozzy Osbourne en torno a la última fallida reunión de los cuatro miembros originales de Black Sabbath del pasado año 2011 y que dio como fruto el disco en estudio “13” y su consiguiente gira mundial (España no incluida, claro). Los agrios comentarios vertidos por nuestros protagonistas tres años después superan el nivel de tensión que se alcanzó cuando se destapó la polémica de la no inclusión del batería Bill Ward en la cacareada reunión de los de Birmingham.


La bomba la lanzó hace unos días el propio Ward cuando, en una carta abierta en internet, le pedía a Ozzy que se disculpara por todo el affair que desembocó en su no participación en la reunión y que Ward considera, básicamente, una falta de respeto; el propio Bill asume que no habrá vuelta atrás y que no podrá volver a ver a Ozzy como un amigo. Todo el asunto consistió en que el mánager de Ozzy – su esposa Sharon Osbourne – le ofreció a Bill Ward un contrato económico menor que el de los otros tres miembros originales además de buscarle un sustituto para que no realizase los conciertos completos. El asunto terminó con el rechazo de Ward ante semejante contrato y con la contratación de dos baterías sustitutos – Brad Wilk y Tommy Clufetos - para grabar el disco y realizar la gira.


Al día siguiente Sharon, por boca de Ozzy, contestó a Bill a través de facebook. En el comunicado Ozzy no solo no le pide disculpas a Ward, sino que se reitera en lo dicho en su día; bueno, digamos que exagerando un poquito. Ozzy comenta que le hubiera haber zanjado esto de modo personal pero que el paso de Ward le obliga a responder así. Nuestro querido Madman le pide a Ward que deje de hacerse la víctima y que reconozca la verdad. En su comunicado le dice a Ward que no se encontraba físicamente en condiciones de afrontar una gira de dieciséis meses con actuaciones de dos horas de duración y solos de batería incluidos. También le espeta que deje de marear con el supuesto contrato – sin aclarar nada del mismo, eso sí – y que pare todo este asunto de una vez. ¿Gira de dieciséis meses? Desde luego que este Ozzy es un cachondo, no deja de sorprenderme.


Veinticuatro horas después hemos podido leer la réplica de Bill Ward a este duro comunicado vertido desde el campamento Osbourne. En su nueva réplica pone firme a Ozzy y por extensión a Sharon Osbourne. Lo primero que hace es recordar a Ozzy que, pese a no querer tratar el tema en público, el propio Osbourne lo comentó en las entrevistas que realizó para la prensa en la primera mitad del año 2012 y que nada de esto hubiera salido a la luz si se hubiese dirigido primero a él personalmente. Comenta con un sabor agridulce que, respecto a lo de los conciertos de dos horas y la gira de dieciséis meses, es la primera vez que lo escucha. Se pregunta Bill si no se lo podían haber comentado cuando se vieron varias veces para ensayar desde finales de 2011 hasta principios de 2012; nadie le dijo nada. Con respecto a sus problemas de salud y sobrepeso responde que no era nada que le permitiese llevar a cabo el tour, de hecho una de sus cirugías era menor y la llevó a cabo al encontrarse laboralmente desocupado; con respecto a sus otros ingresos respondían a cuestiones de salud inesperadas y que no se podían presagiar meses antes. Le vuelve a recordar el contrato que, dicho sea de paso, nadie del entorno de Ozzy ha desmentido y de paso le lanza un dardo envenenado a Sharon Osbourne. Sentencia Bill finalmente que lo siente por todo el pasado que les une pero que, pese a desearle lo mejor, corta el vínculo que tenía con Ozzy.


La tormenta está desatada, por lo que conviene estar atento a las nuevas perlas que escupirá el pobre Ozzy de la mano de Sharon, su mujer. Conviene retroceder un poco en el tiempo para hacerse una idea más completa de todo este entramado de dimes y diretes. Desde que Tony Iommi y Geezer Butler se volvieron a aliar con el tristemente desaparecido Ronnie James Dio para reinventarse y triunfar con Heaven & Hell, Ozzy se empeñó por activa y por pasiva en cerrar todas las puertas a cualquier posible reunión con Sabbath. Curiosamente Ozzy y Ward han sido los dos miembros de Sabbath que más unidos han estado a lo largo de todos estos años, lo que se ha traducido siempre en impedimentos para que otros vocalistas se pusieran al frente del micro de Black Sabbath, especialmente para Ronnie Dio. De todos es conocida la antipatía que ha sentido Ozzy por Dio desde que el segundo le sustituyó al frente de su banda madre en 1980, consiguiendo hacer resurgir de sus propias cenizas a un grupo defenestrado; de hecho fue el propio Bill Ward el que se echó atrás a última hora antes de la publicación de “Heaven & Hell”. La historia se volvió a repetir cuando se volvieron a reunir en el 2006 con motivo de la publicación de un nuevo recopilatorio de Black Sabbath, nuestro querido batería estuvo mareando la perdiz hasta que se desvinculó del proyecto, por lo que Iommi volvió a recurrir a Vinny Appice; en las dos ocasiones Bill Ward comentó que no veía a unos Black Sabbath sin Ozzy, poco podía presagiar la puñalada trapera que le clavaría nuestro ladrador favorito. Todo eran sonrisas y alegrías entre Iommi – Butler – Dio, nadie se acordaba de Ozzy o comentaban que era imposible volver a reunir a Sabbath con él. Falleció Dio el 16.05.2010 y el 11.11.2011 se anunciaba la reunión de la formación original con Ozzy. Huelga todo comentario.

                                                   Heaven & Hell (Black Sabbath con Dio).

                                                        Black Sabbath. Reunión 2011.

La sorpresa llegaba cuando, durante los primeros meses de 2012, se hacía público que Bill Ward no llegaba a un acuerdo con los otros Black Sabbath para formar parte de la reunión. Parece ser que a Ward le ofrecieron un contrato económico menor que a los otros tres miembros, además ha trascendido que no se fiaban del estado físico de Bill para afrontar la grabación y la gira mundial que tenía previsto realizar el grupo. Cuando hablamos de los mánagers conviene aclarar que nos referimos a Sharon Osbourne, la dura esposa de Ozzy que guía todos sus pasos y de la que incluso hasta el mismísimo Lemmy Kilmister comentó en una ocasión que tiene más pelotas que cualquiera y que con ella no se bromea…y Lemmy tampoco bromea. 

                                                            Sharon Osbourne.
 
Hubo un duro toma y daca entre Sharon Osbourne y Bill Ward hasta que el batería publicó un comunicado en el que reconocía que estaba fuera de la reunión debido a las injustas condiciones que la esposa de nuestro lanzador de cubos de agua favorito le imponía. A todo esto Iommi y Butler calladitos, no sea que se les jodiera la reunión. Desgraciadamente Tony Iommi bastante tenía con su lucha contra el cáncer de linfoma que acababa de hacer público también a principios de 2012 y que a día de hoy, afortunadamente, parece tener bajo control. Desde aquí le deseamos todo lo mejor. Finalmente el disco de reunión, titulado “13”, se publicó en junio de 2013. 

                                                              Tony Iommi.

Entre todas las tonterías que salieron de la boca de Ozzy para justificar la decisión de no contar con Bill Ward, hay algunas realmente cachondas. El propio Ward se sorprende cuando se habla de la gira de dieciséis meses prevista para promocionar el disco de reunión, nadie le comunicó nada de eso en su momento. Finalmente la gira que se realizó tuvo cuatro tramos:
20 Abril – 12 Mayo de 2013: Australia y Japón. 9 conciertos.    
25 Julio – 1 Septiembre de 2013: EEUU. 19 conciertos.
4 Octubre – 26 Octubre de 2013: Latinoamérica. 9 conciertos.
1 Junio – 27 Junio de 2014: Europa.  9 conciertos.
En total fueron cuarenta y seis conciertos y algo más de tres meses y medio de gira, repartidos en un año y dos meses. Tras cada show estaba programado al menos un día de descanso y, a veces, más de dos o tres. Habrá que preguntarle a Sharon qué tipo de cuentas efectuó para que le salieran dieciséis meses de gira.        

                                                         Ozzy y Bill Ward.

Es cierto que la enfermedad del guitarrista Tony Iommi trastocó las actuaciones y la planificación de la gira, pero también es verdad que Ozzy Osbourne lleva haciendo estas “pseudo giras mundiales” con pocas actuaciones y conciertos de poco más de una hora de duración desde hace treinta años. El estado de forma de Ozzy lleva bastantes años siendo precario, y de su voz mejor ni hablamos porque se lleva arrastrando por los escenarios ofreciendo interpretaciones vocales sonrojantes desde hace años. Por este motivo sus declaraciones vetando a Bill Ward por estar gordo o por no encontrarse en forma rayan el cinismo. Pero bueno, qué podemos esperar de un señor que, según reveló hace tiempo su hija Kelly Osbourne, cuando fue a hablar con su profesora se quedó dormido y empezó a tirarse pedos durante la entrevista debido a su peculiar estado de salud. Desde ese momento el entrañable Madman tiene vetado su acceso a dicho centro de estudios. Eso sí que es “School’s out” y no lo de Alice Cooper. Impagable momento. De hecho el anecdotario de payasadas que ha llevado en público nuestro hombre daría para un libro, supongo que habrá que dedicarle una entrada por aquí en el futuro.

                                                              Ozzy en su salsa.

Pero es que si nos detenemos a pensar durante unos segundos, el motivo que impedía a Bill Ward ser tratado como un igual por sus compañeros de grupo no parecía ser válido para los problemas de salud de Tony Iommi. Parece ser que a Iommi sí se le podía esperar pero a Ward no. Es que no hay por dónde cogerlo.
Incluso en un puro ejercicio de hipocresía el propio Ozzy le dice a Ward que deje de ir de víctima y que no mienta al público…y lo dice un señor que no ha presentado ni una sola prueba de todas las acusaciones que realiza sobre Bill Ward y que en muchas de sus declaraciones a la prensa no sabes si tomártelo en serio o como la caricatura de pantomima con la que solía ridiculizarse sin el más mínimo rubor para entretener al público norteamericano en aquel despropósito televisivo en forma de reality chapucero que respondía al nombre de “The Osbournes”; como daba dinero, sin problemas. Imagino que el hecho de lanzar esta serie de comunicados puede buscar además una triste publicidad para sus próximos proyectos artísticos. Desgraciadamente, a veces, todo vale.

                   Ozzy en acción.                                    Ozzy con Justin Bieber.                 Ozzy y Sharon.

En fin, un desafortunado episodio más destinado a ensombrecer ese fantástico legado musical que supone la discografía de Black Sabbath. Quedémonos escuchando esa joya que produjo y ensambló Rick Rubin bajo el nombre de “13” e intentemos olvidar estas esperpénticas trifulcas más propias de los tristes personajillos de nuestra telebasura hispana.