Encuentros HUSH.
Este es un sitio musical, no nos engañemos, pero en el que nos vamos a acercar a la música que nos gusta desde distintos ángulos, cual prisma. Como ya dijo el añorado Jon Lord: la música es la forma de arte más elevada que existe; afirmación que, pese a disfrutar de otras manifestaciones artísticas, sostengo plenamente.
Clube de Adictos a Deep Purple
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Púrpura Chess
This blog is basically a musical site. Here we talk about the music we like, using different angles. As dear and missed Jon Lord once said: “Music is the highest kind of Art that exists”. I think the same way too.
Justo en estos días el grupo alemán Scorpions se encuentra ofreciendo una serie de conciertos en nuestro país dentro de la gira del que han llamado cuarenta aniversario de la publicación de su emblemático disco titulado "Love At First Sting". Mientras esto se publica los germanos se encontrarán descansando en la capital española, o haciendo entrevistas y demás historias promocionales de esas que tanto suele cansar a cualquier músico de esos reconocidos, mientras esperan a la actuación programada para esta misma noche en el recinto WiZink madrileño.
Lo cierto es que ya el pasado verano también pisaron suelo español dentro de la gira de presentación del que hasta ahora es su último disco en estudio y que lleva por título "Rock Believer", una obra que vuelve a retornar a sus raíces más rockanroleras y que además presenta todas las señas de identidad de su particular ADN musical; la única pega es que se eche en falta al tristemente fallecido James Kottak y su virtuosa batería. Todo el mundo parece que está encantado con la llegada tras los tambores de Mikkey Dee. El ex Motorhead tiene mucha pegada, pero está lejos del ritmo, virtuosismo y contundencia del bueno de Kottak. Pero esto es marginal.
El grupo que formó un entonces jovencísimo Rudolph Schenker en aquel lejano 1965 y que apenas cuatro años después encontró un compañero inseparable en la figura del carismático y personalísimo vocalista Klaus Meine, cumplirá el próximo 2025 sesenta años. Sesenta años recorriendo los escenarios del mundo entero, demostrando día a día, disco a disco y concierto a concierto la calidad y coherencia que atesora su propuesta musical y callando todas y cada una de las bocas de los diferentes estreñidos agoreros que se fueron encontrando en su camino.
Scorpions'84: Herman Rarebell, Matthias Jabs, Klaus Meine, Francis Buchholz y Rudolf Schenker.
Scorpions'24: Mikkey Dee, Matthias Jabs, Klaus Meine, Pawel Maziwoda y Rudolf Schenker.
Ahora le toca el turno de homenaje al "Love At First Sting", o "Amor Al Primer Picotazo", como rezaban las atómicas traducciones de la lengua de Shakespeare de aquellos añorados años ochenta. Uno de los disco más importantes y emblemáticos, no solo de su producción discográfica, sino del Hard Rock en particular y de la Música en general. Tengo que tener cuidado, ya que esto es un blog anexo al HUSH, Clube de Fans Oficial Español de Deep Purple -es broma, poca gente hay tan respetuosa en este mundillo musical como los miembros y seguidores de este club español-, pero no lo puedo remediar: Scorpions es el grupo preferido de este humilde escriba y "Love At First Sting" es el mejor disco de todos los tiempos para el que esto firma. Esta obra de arte llegó por primera vez a mis vírgenes oídos a la tierna edad de doce añitos, momento perfecto para que el veneno del Rock'n'Roll penetre por tus venas y por todo tu ser. Recuerdo aquel mágico verano de 1985. Siendo todavía un mocoso, mi hermana mayor decidió comprar en el Rastro el cassette -pirata, por supuesto- del "Love At First Sting" de unos alemanes que se llamaban Scorpions y que lo estaban petando por las radios hispanas del momento. Mi querida hermana, a la que no le decía nada en absoluto el Rock, compró la cinta por error, ya que ese año salió un recopilatorio de baladas de los germanos que presentaba una portada muy similar a la del "Amor Al Primer Picotazo"; ya se sabe, las estrategias publicitarias de los mercaderes musicales para tongarnos y sacarnos las perras son tan antiguas como la propia música. El caso es que en cuanto sonaron en nuestra humilde morada carabanchelera de mediados de los ochenta las primeras notas del "Bad boys running wild", esa guitarra solista salvaje de Matthias Jabs y la inconfundible voz de Klaus, mi cabeza explotó, mi piel se erizó como nunca antes lo había hecho y mi corazón dio un vuelco. Sin darme cuenta mi bautismo de Rock'n'Roll se había producido... y ya no hubo vuelta atrás.
El disco que hoy presentan en Madrid contiene en su interior obras maestras como "Big
city nights", "Rock you like a hurricane", "I'm leaving you", "Coming
home" o "Still loving you", una de las canciones lentas más famosas y
reconocidas de todos los tiempos, entre otras. No voy a entrar a
comentar el disco, ya que es una obra maestra de composición,
interpretación, producción y sonido a todos los niveles. Quizá lo hagamos en otro momento.
Scorpions siempre han llevado a guitarras solistas de primerísima categoría: Michael Schenker, Uli Jon Roth y Matthias Jabs. En este disco en particular la producción era espectacular, ofreciendo un colorido, una garra y una potencia a la guitarra de Jabs tan desgarradoras como insultantes; y a esto había que añadirle su exquisita y depurada técnica. Aquello sonaba como un cañón cuya crudeza te atravesaba las tripas. Hoy en día Matthias hace tiempo que está acomodado en sus laureles, pero en aquellos años era conocido como el Eddie Van Halen europeo; por algo sería.
Matthias Jabs.
Hoy volverán a reinar en Madrid. El que quiera y haya podido trincar un ticket podrá disfrutar de ellos en directo y el que no quiera o tenga sus mil y un motivos para seguir criticándoles lo tiene fácil: que se quede en su casa. Pocos músicos hay hoy en día que mantengan a la hora de tocar en directo un nivel tan alto -nunca igual, eso es imposible, pero sí muy cercano- con respecto a sus obras originales como Scorpions. Recordemos que Klaus Meine tiene 76 años y Rudi Schenker los mismos menos tres meses. Que me presenten a los músicos, y en especial a los cantantes que no se llamen Glenn Hughes, que puedan seguir manteniendo el nivel interpretativo que presentan nuestros queridos escorpiones a estas edades. Nuff said.
Por increíble que parezca, este humilde blog ya tiene cuenta de instagram. Por si quieres echar un vistazo:
Los imprescindibles Scorpions vuelven de nuevo a la acción publicando hace apenas unos días su nuevo single titulado "Peacemaker". Es el adelanto de lo que será su próximo disco de estudio, que bajo el más que adecuado nombre de "Rock Believer" está previsto que se publique el próximo 25 de Febrero de 2022. La canción viene acompañada de un vídeo clip la mar de resultón en el que se muestra al propio grupo interpretando el tema en vivo con el fondo de la noche de una gran ciudad llena de flashes y colorido, una de las señas de identidad del mítico grupo alemán que comandan Rudolf Schenker y Klaus Meine. Si obviamos la balada "Sign of hope", que publicaron el pasado año en plena pandemia, esta es la primera grabación original y nuevo disco de estudio que nos regalan los teutones desde que publicaron el estupendo "Return To Forever" en 2015; siete años es mucho tiempo y todos los seguidores llevábamos esperando nueva música de nuestro grupo preferido bastante tiempo. Como curiosidad podemos decir que las letras y melodías están compuestas por Klaus Meine mientras que la música es de Rudolf Schenker y Pawel Maciwoda, siendo ésta una de las primeras participaciones en la composición del actual bajista de Scorpions. También comentan que este disco está compuesto en su totalidad por los miembros del grupo, sin compositores externos. Sin problema, nos llevan demostrando durante muchos años que tienen el talento suficiente para componer grandes canciones.
Que por aquí Scorpions constituye una debilidad es algo tan nítido y cristalino como que la noche es noche y la luna es luna. La música del combo Schenker & Meine forma parte privilegiada de nuestra cabecera y es tontería negarlo. Llevan muchos años llenando de grandes canciones, positividad y buen rollo las orejas y las almas de todos los que les escuchamos; no es broma, conozco a pocos grupos cuya música genere unas sensaciones tan positivas al escucharla... y que sea buena, claro. Incluso el mensaje de la letra del tema lo acaban de explicar en un vídeo que reproducimos al final del artículo. Básicamente Meine contrapone al pacificador -peacemaker- frente al enterrador -undertaker-. En un mundo actual lleno de peligros e incertidumbres, con Coronavirus, guerras y demás crímenes sin sentido, ellos apuestan por la necesaria figura del pacificador, para mediar en los conflictos e intentar convertir nuestro mundo en un lugar mejor.
En este nuevo single nos ofrecen lo que mejor saben hacer: Hard Rock melódico de muchos quilates. Comandados por Klaus Meine con esa voz que posee tan única y especial, nos dejan un tema con su sello característico. Ellos son de esas pocas bandas que en cuanto escuchas unos segundos de alguno de sus temas de inmediato caes en la cuenta de que son ellos. Y eso no es nada fácil de conseguir hoy en día. Me ha recordado mucho al estilo de aquel maravilloso "Unbreakable", sin duda una de sus mejores obras y tal vez no tan reconocidas como mereciera. La voz de Klaus sigue igual de inconfundible, tal vez algo más rasgada que de costumbre, lo que le aporta matices nuevos. Meine es uno de los pocos vocalistas que conserva un rango y timbre casi idéntico al de los años setenta. En directo practicamente no falla y lo digo con conocimiento de causa, ya que tengo en las estanterías de mi habitación cientos de grabaciones de conciertos suyos. Sigue siendo una delicia escuchar su nítida voz, mantenida de manera estupenda para alguien que este año cumplió los setenta y tres años. En fin, que la cuenta atrás hasta finales de Febrero será menos dura si tienes en el estéreo de tu equipo "Peacemaker".
"Peacemaker". Vídeo oficial.
Klaus Meine explicando la letra de "Peacemaker". In english, of course.
Aunque hace ya tres años de la celebración de los cincuenta años de la
idea que surgió del cerebro de Rudolph Schenker y que contribuyó a dar
color a nuestro apasionante universo musical, resulta tentador seguir visitando
esos lugares tan entrañables, representativos y/o excéntricos que han formado
parte del devenir del grupo durante todos estos años. Ahora que el irreductible
grupo de Rudolf Schenker y Klaus Meine anuncia que está
preparando un nuevo trabajo discográfico y bajo los albores del nuevo año que
se nos viene, volvemos a rescatar este recorrido por esos lugares tan
entrañables como surrealistas mientras valoramos seriamente elevar estas
informaciones a la categoría de sección propia. En esta entrega le toca el
turno a Francia y al país del sol naciente. Igual dentro de poco abrimos además
una subsección con las andanzas de Stingers, el grupo sevillano
tributo a Scorpions que no hace más que darnos alegrías con su música y
sus pasos dentro de este negocio tan peculiar.
FRANCIA.
Centre Culturel American. París. 34 Avenue New York. 75116.
Lugar de uno de los primeros conciertos en Francia del grupo alemán, si no el primero. Aunque Scorpions no aterrizaron en España hasta principios de los ochenta, en otras partes de Europa -además de Alemania, obvio- alcanzaron repercusión pronto. Francia ha sido y es uno de los lugares en los que más quieren al combo teutón. El primer show que Scorpions ofreció en París tuvo lugar en esta sala a la ribera del río Sena y cerca de la Torre Eiffel. El motivo fue la presentación de esa oscura gema del catálogo discográfico del grupo, hablamos del álbum "Fly To The Rainbow", y el concierto debió ser tan espectacular e imprevisible como solían hacerlo nuestros intrépidos germanos en aquella añorada época de experimentación con Uli Jon Roth. Se desconoce la fecha exacta de la actuación, pero la podemos datar a principios de Febrero 75 y figura entre los registros rescatados del grupo a día de hoy como la segunda actuación que ofrecieron en tierras francesas, siendo la primera en la localidad de Wattrelos. Como curiosidad podemos comentar que en la actualidad el lugar ha pasado a denominarse Mona Bismarck Center y, aunque de su verja cuelgue un cartel que anuncia representaciones y otras cuestiones de tipo artístico, no tengo nada claro que siga siendo un centro cultural. Lo cierto es que nuestra visita se produjo en un día de diario y aquello estaba cerrado a cal y canto. Por otro lado la zona estaba bastante sucia, lo que no es nada habitual en las zonas culturales de la capital francesa. Poco importa toparte con meadas y cacas de perro mientras paseas con el "Drifting sun" en tu cabeza y agobias a tu acompañante que te quiere y respeta, pero no entiende un carajo la necesidad de fotografiar la fachada de un edificio en medio de la nada.
Palais Omnisports Bercy. 8 Boulevard de Bercy. 75012.
Este imponente recinto con capacidad para albergar eventos del más variado pelaje se encuentra ubicado en el distrito de Bercy, dentro de la capital francesa. Es uno de los lugares más emblemáticos de París y todo gran grupo que se precie de serlo ha actuado en él. Curiosamente su construcción actual es relativamente reciente, se inauguró el veinte de Febrero de 1984; apenas tiene treinta y cinco años de edad, lo que para este tipo de construcciones es como decir que se encuentra en su más tierna adolescencia. Pues resulta que Scorpions fue el primer grupo que actuó tras su inauguración: ocurrió el veintinueve de Febrero del mismo año, apenas nueve días después de su inauguración. Este concierto se enmarcó dentro de su majestuosa gira para promocionar el superventas "Love At First Sting", un álbum que todo aquel que sienta algo cuando escuche una guitarra eléctrica debe tener en su casa. En los siguientes años, tanto Scorpions como infinidad de grupos han expuesto su música al respetable entre las paredes del recinto, pero no deja de ser una curiosa coincidencia que Klaus Meine fuese el primer vocalista que exhibiese sus capacidades vocales allí.
Helmut Newton. Vogue
Studios.68 Champs Elysees.
Este prestigioso fotógrafo
fue el encargado de crear la que hasta la fecha puede que sea la mejor portada
de Scorpions. Nuestro querido grupo, además de tener grandes discos y
canciones, se ha caracterizado a lo largo de su historia por presentarnos unas
portadas que directamente parecen haber salido de la cabeza de un chimpancé.
Incluso hablando del tema con Uli Jon Roth este nos comentaba que
algunas de las portadas de la época en la que estuvo dentro del grupo no había
por dónde cogerlas y que normalmente eran decisiones de gente relacionada con
la compañía de discos. Conviene tener en mente cositas como la portada de “Fly
To The Rainbow” y la especie de aviador marciano que surcaba los cielos… y
que encima en la contraportada mostraba los nombres de los músicos impresos en
su culo. Un tema de dudoso gusto solo superado por la portada original de “Virgin
Killer”, que mostraba una foto real de una niña pequeña desnuda con una especie de
corte de cristal que apenas tapaba su sexo. La típica portada que hoy día le
costaría al autor una ristra de denuncias por machismo, abuso y exposición de
menores y no sé cuántas cosas más –y con toda la razón–; pero hablamos de los
años setenta y todo era más relajado por entonces. La defensa del grupo ante
estas cuestiones era que eran jóvenes, no pensaban mucho las cosas y buscaban
provocar; bueno, pues a buen seguro que lo lograron. Recuerdo incluso en una
firma de discos hace unos cuantos años en una antigua tienda de discos
madrileña hoy desaparecida –como todas– que mi amigo le llevó a Klaus Meine,
Rudolf Schenker y Matthias Jabs una copia de ese disco con su
portada original –preciado objeto de coleccionismo– y la cara que se le puso a Meine
fue de esas que no se pueden transcribir en palabras. Lo más cachondo del
asunto es que la idea fue de uno de la discográfica y la de la foto… era su propia
hija!!!. Poco después se impuso la cordura y se cambió la portada por otra con
la foto del grupo. En fin, que entre estas portadas y las de la teta de chicle,
“Lovedrive”,o la del chucho
felador, “Animal Magnetism”, conseguían que nuestros encantadores
germanos se fuesen superando. Todo esto cambió cuando presentaron “Love At
First Sting”, una portada classy y elegante que presentaba una
combinación de significados sugeridos con mucho estilo. Semejante obra maestra
surgió del estudio de Helmut Newton, ubicado por aquel entonces en pleno
centro de París, concretamente en la avenida de los Campos Elíseos. En la actualidad es el enclave de una de esas
pedantes, horteras y ridículas galerías con tiendas de moda en las que un tipo
de gente tan pedante e insoportable como las mismas tiendas decide que es cool
ir allí a gastarse ingentes cantidades de pasta. En fin, ni siquiera estas
menudencias pueden impedir que disfrutes de un pequeño rato imaginándote a los Scorpions de mediados de los ochenta
saliendo de sus limusinas y ataviados con sus ropajes de directo para ir a
hacerse unas cuantas fotos al estudio del artista. De este modo resulta
especialmente gratificante pasearte por los aledaños y hacerle fotos a la
fachada embutido en tus pantalones desgastados mientras irritas a las
dependientas que te mandan miradas para que te sientas persona non grata por sus dominios y los seguratas
de turno piensan que les vas a robar o algo por el estilo.
Cínema Rex.
Tours. 5 Rue Nayionale.
En
este recinto de esta bonita localidad francesa se celebró el que sería el
último show del guitarrista Michael Schenker con Scorpions dentro
de lo que fue su fugaz regreso al combo alemán para grabar y empezar a
promocionar su disco “Lovedrive”. El evento tuvo lugar el tres de Abril
de 1979 y tras este concierto el rubio guitarrista alemán y el grupo de su
hermano separaron sus caminos; incluso no está del todo claro si se llegó a
suspender la actuación, lo que sí es seguro es que estaba programada dentro de
la gira y, tras este show, se volvió a incorporar Matthias Jabs de manera definitiva. Michael ha seguido
estando ligado a Scorpions, actuando de invitado especial en algunas de
sus giras y cobijándose bajo el ala de su hermano mayor cuando en su vida
pintaban bastos debido a sus propios demonios personales. Ahora resulta muy
chocante para todos los que sabemos cómo ha sido la relación MichaelSchenker/Scorpions
los continuos desplantes y descalificaciones que lleva realizando Michael
hacia la persona de su hermano Rudolf y hacia los propios Scorpions.
No estaba tan indignado cuando no tenía ni un duro y era su hermano Rudi
el que le proporcionaba la pasta y las actuaciones; cría cuervos y te sacarán
los ojos, deberá de pensar en la actualidad el mayor de los Schenker cada
vez que lea en la prensa las estupideces que sobre su persona suelta su
hermanísimo pequeño. No me voy a detener mucho en este affair, puesto
que ya se documentó bastante en su momento por aquí en esta entrada.
Este
antiguo Cinema Rex en la actualidad ha desaparecido, solo queda alguna antigua construcción y lo
que seguro se convertirá en viviendas, un parque o un centro comercial; de
hecho cuando lo visitamos estaba en obras… y, sí, una vez más me miraban con
cara de incredulidad mientras contemplaban con resignación a este humilde
marciano viajando 2000 kilómetros para fotografiar unas obras y un pequeño
parque. Sin problema, esos restos fueron testigos mudos de esa actuación y del
paso definitivo de Matthias Jabs a formar parte íntegra de Scorpions. Con él alcanzaron el deseado
éxito en los EEUU; no con Michael, como él mismo se quiere auto
convencer… pero eso ya es otra historia.
Y
aquí es donde continúa la historia de Scorpions
durante este periodo tan convulso de cambios de guitarrista y tan poco
documentado durante todos estos años. En el Palais se llevó a cabo la primera actuación de Matthias Jabs con Scorpions
como miembro definitivo. Justo al día siguiente del concierto antes comentado
del Cinema Rex. Estos meses fueron
cruciales en el devenir del grupo de Schenker/Meine
y resultan interesantísimos. Esperemos que vayan conociéndose más datos y
detalles de esta etapa. Uli Jon Roth
dejó el grupo, contactaron con Matthias
Jabs, luego Rudi y Michael hablaron para que se incluyera
al menor de los hermanos de nuevo en la banda; esto provocó que echasen a Matthias al poco de haberle contratado.
Michael tuvo problemas y aquello no
funcionaba; volvieron a reclutar a Matthias,
para lo que tuvieron que localizarle de un día para otro con un helicóptero
puesto que estaba en una campiña recóndita sin comunicaciones… en fin, una
historia apasionante que necesita ser documentada en profundidad.
El
Palais D’Hiver era el recinto musical
más grande de Europa desde su construcción en 1963 hasta su desaparición en
1988. En la actualidad es una especie de edificio de oficinas. Y os podéis
imaginar, más del cachondeíto del extraterrestre ese haciéndole fotos a
cosas que no son monumentos importantes… ¿o sí?
Villa Sant Pecaire. St Jacques. Grasse.
En
esta pequeña localidad francesa que recibe el nombre de St Jacques y que se encuentra en la región de Grasse, muy cercana a la Costa Azul aunque en el interior,
se vinieron los Scorpions a grabar el mítico álbum “Blackout”. El
mánager les buscó una de las mansiones dentro de este idílico enclave de
naturaleza y aire puro para que el grupo se relajase en busca de los hados de
la inspiración. Hasta allí se desplazaron con el estudio móvil del productor Dieter
Dierks y todos los aperos necesarios para las grabaciones. En aquellos
momentos Klaus Meine venía de perder la voz, la peor pesadilla para
cualquier cantante; sin duda. Todos los especialistas y doctores le dijeron que
jamás iba a poder volver a cantar, pero la determinación de Rudolf Schenker,
decidido aesperar a que su
compañero de viaje le acompañase de nuevo al micro, acabó de envalentonar a Klaus
en su determinación a salir victorioso de esta dura prueba que le ponía la
vida. Acabó encontrando a un doctor en Viena -cuya clínica habrá que visitar
cuando viaje a la ciudad de Beethoven, por supuesto- que consiguió
hacerle volver a cantar. Fue un duro y tortuoso proceso de recuperación en el
que, entre otras cosas, Klaus tenía que aplicarse unas ondas eléctricas
directamente en su garganta; el propio cantante comentó después que el aparato
usado para programar esas frecuencias eléctricas llegó a ser su compañero
inseparable y era normal verle viajar con el cacharro en cuestión a todos
lados.
El
soleado y apacible sur francés, enclave en el que se ubica la Villa St
Pecaire, fue el lugar de residencia y trabajo del grupo entre los meses de
Noviembre de 1981 y Enero de 1982. Y no debió de irles mal del todo, porque
registraron uno de los discos clásicos más representativos de la Historia del Hard
Rock.
Klaus y su cacharro para la voz en Villa St Pecaire 82.
JAPÓN.
Cruce de
Shibuya. Tokyo.
Sabido es de todosque Japón es otro mundo en sí mismo y los
japoneses son unos seres superdesarrollados que van a la cabeza de la
evolución humana. Esto no ofrece discusión y todo aquel incrédulo no tiene más
que poner sus pies en el país del Sol Naciente para comprobarlo con sus propios
ojos. Dentro de su cosmopolita capital, Tokyo, uno puede encontrarse
prácticamente con cualquier cosa que sea capaz de elucubrar el cerebro humano.
Ciudad de contrastes apasionante y lugar muy significativo en todo lo que se
refiere a memorabilia musical.
El famoso cruce de Shibuya,
una de las arterias principales de la capital, es un lugar en el que confluyen
hasta cinco grandes avenidas a la vez, hiperpobladas de vehículos y humanos las
veinticuatro horas del día. Tienen un peculiar sistema de semáforos para que
aquel galimatías encuentre un orden -en eso los japos son expertos- que
te permita acceder a todos los puntos de dicho cruce. Desde luego es digno de
ser visto, no en vano este cruce es una de las atracciones turísticas de la ciudad y un buen
número de curiosos, cámara en mano, se agolpan para cruzar un semáforo mientras
se hacen fotos. Definitivamente Japón es otro mundo.
Nuestros queridos músicos
tampoco se han sustraído a tan peculiar cruce y lo han usado para fotos
promocionales de la más variada enjundia. Y nuestros queridos Scorpions
aprovecharon su primera visita a Japón durante el famoso tour que vio nacer al
mítico doble en directo “Tokyo Tapes” para fotografiarse cruzando uno de
sus semáforos. Esta foto acabó en el art work interior de dicho disco y
con los años ha acabado pasando el test del tiempo entre los seguidores del grupo.
Nakano Sun Plaza. 4 Chome 1-1 Nakano City.
Volvemos a la época dorada de
“Tokyo Tapes”, el recinto que
alberga el imponente Nakano Sun Plaza
fue el lugar escogido para realizar las actuaciones en las que se registraron
este histórico doble álbum en directo. El edificio que podemos contemplar en la
actualidad se reformó hace apenas unos pocos años, de hecho el propio Uli Jon Roth llevó a cabo la actuación
conmemorativa de su participación en el citado “Tokyo Tapes” tan solo unos meses antes de su remodelación, a principios
del año 2016. Hablamos del triple directo de Uli Roth titulado “Tokyo
Tapes Revisited” y es una especie de homenaje con el que Uli y su espectacular grupo cerraron el
homenaje que tributó el guitarrista alemán durante su estancia en Scorpions y que le llevó a recorrer el
mundo entero entre los años 2013/2016 presentando un repertorio matador de casi
tres horas íntegras de repertorio constituido por canciones de la mítica banda
alemana de esos años. Para los conciertos de la gira japonesa en los que se
registraron las grabaciones además contó con la presencia como cantante solista
de Nathan James, cantante de Inglorious y poseedor de una estupenda
voz ideal para recrear los pasajes que salieron de la cabeza de Klaus Meine. Un sueño hecho realidad
para algunos de nosotros.
Pasear por la curiosa fachada
de este edificio y recorrer sus pasillos interiores mientras evocas algunas de
las canciones de esa etapa setentas tan especial del grupo es una experiencia
sobrecogedora. Como curiosidad podemos comentar que el propio Uli Roth ha reconocido en entrevistas
posteriores que de las noches japonesas de esa gira del año 1978 la mejor para
él sin duda fue la primera en Tokyo. Pero lamentablemente no la grabaron… por
ahorrar. Dieter Dierks pensó en su
momento que en el primer showseguro que
se podían cometer fallos y decidió no registrarlo; los dichosos dineros, que lo
joden todo casi siempre. No importa, para algo están las grabaciones piratas.
Emplear tu dinero en el bootleg de
ese primer show en Tokyo, si consigues encontrarlo, será sin duda una de las
mejores inversiones de tu vida. Palabra.
Nihon Budokan.. 2-3 Kitanomaruloen. Chiyoda City.
Si hay un recinto mítico en todo Japón relacionado de manera directa con la música Rock, ese es el Budokan. Se trata de un recinto para conciertos y demás eventos artísticos en el que todo gran grupo que se precie de serlo ha actuado en directo. Sus paredes albergaron los shows que dieron forma al emblemático "Made In Japan" de Deep Purple, por citar algún ejemplo clarificador. Si nos remitimos a la familia Scorpions, nos encontramos con que el doble directo por excelencia que registró a principios de los ochenta Michael Schenker con su MSG (Michael Schenker Group) se grabó ahí mismo. Bajo el nombre de "On Night At Budokan", el menor de los Schenker legó a la humanidad uno de esos discos de obligada escucha y posterior posesión. Acompañado por una banda de lujo, entre otros contaba con Cozy Powell a la batería, nos regala aquí Michael la receta o manual perfecto para fabricar el doble disco en directo definitivo. Nunca sonaron tan bien temas como "But I want more" y su inicio escalofriante, "Cry for the nations", "On and on" y así hasta completar la totalidad de semejante obra de arte. Recomendación: escúchese "Let sleeping dogs lie" a poder ser a toda pastilla y déjese llevar por el solo de guitarra del final del tema, en el que una vez más Michael Schenker demuestra porqué ha venido de otro plante. Especialmente recomendado si eres guitarrista o aspiras a serlo.
Detalle del libreto del disco "One Night At Budokan" de MSG.
Hotel Four Seasons. Chiyoda-ku. Marunouchi 1 Chome-11.
Este lujoso hotel de la
capital japonesa fue el lugar de descanso escogido por Rudi Schenker, para su compañero y amigo Klaus Meine tras perder la voz.este último durante las sesiones de
grabación del disco “Blackout”. El
guitarrista de Scorpions le organizó
unas pequeñas vacaciones a Klaus por
Tailandia y Japón para que el cantante pudiese relajarse durante ese duro año
1982 en el que Meine tuvo que luchar
contra todo ese proceso de pérdida de voz en el que todo se le puso en contra y
cuesta arriba. Desde luego que si te pasas por las inmediaciones del hotel te
das cuenta enseguida de que los Scorpions
no son unos tipos de gustos baratos y sencillos precisamente; no en vano tienen
como costumbre, entre otras cosas, solicitar en sus contratos para las
actuaciones de directo una limusina que les lleve desde el lugar en el que se
encuentren hospedadoshasta el recinto
del concierto de turno.
Todo estaba a favor para que Scorpions hubiesen cambiado de
cantante, seguido con la planificación de grabación y todo eso que tan claro
tiene la industria del disco, incluso el propio Klaus presentó su renuncia al ver la complejidad de su proceso de
voz. Pero Rudi esperó, en su cabeza
y en sus sensaciones eso no era negociable; o era con Klaus Meine o no era. De este modo, este lujoso hotel fue uno de
los testigos mudos de cómo hay personas que pueden llegar a anteponer una
relación de amistad a todos los negocios, dineros y logística de mánagers o
discográficas… y además demostrar que tenían razón.
Hiroshima. Prefecture Industrial Promotion Hall y Museo.
Aquí el protagonista pasa a
ser nuestro querido Uli Jon Roth. El
guitarrista alemán grabó una de sus canciones más emblemáticas a modo de
homenaje a esta ciudad y la terrible barbarie humana que protagonizó durante la
Segunda Guerra Mundial. Este tema
lleva por título precisamente “Enola Gay
(Hiroshima today)” y apareció en el segundo disco de Electric Sun, el grupo en solitario que montó una vez dejado a Scorpions a finales de los setenta. Ese
disco se llama “Fire Wind” y es una
obra maestra de principio a fin. “Hiroshima”
es un corte épico que sirve para cerrar este álbum, durante sus más de diez
minutos de duración y su estructura en cuatro partes uno puede sumergirse a la
perfección en todo el horror, dolor y melancolía que de un modo tan lírico y
artístico interpreta Uli en su
propia lectura musical de este desastre humano. Y todas esas sensaciones son
las que recorren tu espina dorsal mientras paseas por el paseo conmemorativo que
la propia ciudad ha levantado en memoria a este trágico suceso fruto de la
capacidad humana para destruir. Es difícil plasmar lo que uno siente cuando
pasea entre los restos de una basílica tras el paso de la bomba atómica,
distintas esculturas a cuál más sobrecogedora o el museo de Hiroshima dedicado
a este desastre. Nunca una colección de restos humanos, distintos objetos,
fotografías o un sobrio montaje en 3D de lo ocurrido puede hacerte sentir tanto
dolor.