A finales de Junio todos los fans de Toto en particular y de la música en general estamos de enhorabuena: el grupo publica su nuevo disco en directo bajo el sugerente título de “With A Little Help From My Friends”. Este directo recoge la actuación que llevó a cabo la banda de Steve Lukather el pasado 21 de Noviembre de 2020 durante un evento especial celebrado en Los Angeles. Sí, música en directo recién calentita; qué envidia sana. Este “You are the flower” constituye el segundo adelanto –no sé si llamarlo single con los nuevos tiempos que corren, aunque funciona exactamente como tal– junto con la canción “Till the end” que salió hace un mes y que es con la que se abre dicho show en vivo. Esta única actuación que ofreció el grupo sirvió además para que el trío formado por Steve Lukather, David Paich y Joseph Williams presentasen a la nueva formación de su mítico grupo. De las labores del bajo ahora se hace cargo John Pierce, Robert Searight tras la batería y también es de la partida al teclado y las voces Steve Maggiora; además siguen contando con Dominique Taplin como teclista y Warren Ham apoyando en las voces y tocando sus mil instrumentos. Otro de esos grupos en el que prácticamente todo Dios canta que te cagas, cada integrante es un virtuoso de su instrumento y es un portento hasta el que barre el local.
Resulta curioso que, pese a lo que me gusta este grupo, nunca se le haya dedicado una entrada en nuestro blog; asunto que vamos a remediar de inmediato. La de cantidad de grupos sobre los que hemos hablado durante estos años y el número todavía mayor de bandas que por aquí nos encantan y en las que aún no nos hemos detenido. Es por esto que uno sigue sintiendo que esta modesta publicación sigue teniendo vigencia, mientras siga existiendo un artista o grupo al que dedicarle unas líneas de agradecimiento y comentario sobre su música seguiremos al pie del cañón. El asunto de Toto entra en la categoría de lo que a tantos les gusta denominar como supergrupo. Un combo que se fundó en el lejano 1977 en Los Angeles y que lleva por bandera una calidad compositiva, interpretativa, creativa y ecléctica de categoría especial. Esto no es una cuestión baladí, ya que conseguir conjugar en una misma formación musical todos estos factores resulta casi una quimera. Que se dé la circunstancia de que un puñado de músicos brillantes vivan juntos en un espacio geográfico relativamente pequeño se puede considerar un hecho casi milagroso y eso fue lo que ocurrió con Toto. La Escuela Ulysses S. Grant de un vecindario angelino de mediados de los setenta fue el punto de encuentro en el que se cruzaron los caminos del teclista David Paich y del tristemente fallecido batería Jeff Porcaro. Aunque muy jóvenes, ya tenían experiencia tocando y grabando música para otros artistas; es lo que tiene ser muy bueno en lo tuyo. Decidieron montar un grupo. Llamaron al guitarrista Steve Lukather y al también teclista Steve Porcaro, hermano de Jeff -vaya genética debían tener los progenitores de estos hermanos, por Dios-; ambos también alumnos de la misma escuela. La formación se completó con el estupendo vocalista Bobby Kimball. Grabaron su primer disco homónimo, “Toto”, demostrando al mundo entero lo buenos que eran y el resto es Historia. Aquí en España su clásico “Hold the line” supongo que para la mayoría apenas pasará de ser la banda sonora del anuncio de una conocida marca de cervezas, pero esto es marginal. Su particular y ecléctica fusión musical de diversos elementos de Soul, Funk, Pop, Progresivo o Jazz tocado en clave de Hard Rock no puede dejar impasible a nadie que tenga sangre que se mueva bajo su piel. Y es que, además de todo este mestizaje, consiguen idear canciones bonitas, que se te pegan para no abandonarte jamás y con un sello tan personal que en cuanto las escuchas sabes que son composiciones del propio grupo.
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| Jeff Porcaro. D.E.P. |
Pese a vender millones de discos en todo el planeta a lo largo de todos estos años, no tocaron en directo en España hasta el año 2006 -esas cositas que tiene nuestra querida patria trufada de Rock mal llamado urbano, flamenquito, canción ligera y similares-. Recuerdo todavía con mucho cariño y emoción esa primera actuación en la madrileña sala La Riviera y su jodida palmera en todo el puto medio que te impedía ver el escenario con claridad. Un lunes, veinticuatro de Julio, con todos los boletos vendidos, frente a una sala asfixiantemente llena y con un calor asfixiante, nos regalaron pura magia a unos miles de afortunados de nosotros. Fue la única actuación que el grupo ofreció en nuestro país dentro de esa gira. Las entradas no eran precisamente baratas, cuarenta eurazos y estamos hablando de hace quince años, pero por fortuna en España, por increíble que parezca, había el suficiente número de seguidores de la banda que consideraron esencial hacerse con los tickets y desplazarse hasta el foro para ser testigos de algo histórico.
Sus músicos son de veras muy buenos en lo suyo, no en vano les solicitan para tocar un elevado número de artistas y ellos mismos suelen ser bastante selectivos en sus colaboraciones; otra señal inequívoca de lo bueno que eres con tu instrumento. Imposible olvidarse ahora de un buen puñado de músicos consagrados y exitosos a los que solo les llamarían para tocar en sus propios grupos, pero esto es otro tema. Y no solo se destacan por sus habilidades y talento musical, es que encima resulta que son tipos bastante humildes y pegados al suelo. Uno no puede más que emocionarse cuando escucha hablar en entrevistas a todo un Steve Lukather –músico capaz de mirar de tu a tu a cualquier prestigioso guitarrista sin ruborizarse– con una pasión y devoción absoluta sobre sus referentes musicales, muchos de ellos casi contemporáneos suyos… y tocando tan bien o mejor que ellos mismos. Eso es tener clase y lo demás son tonterías. El próximo veinticinco de Junio a adquirir corriendo este nuevo fetiche en forma de cd/dvd en directo… Con un poquito de ayuda de mis amigos.
