Clube de Adictos a Deep Purple

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Púrpura Chess

This blog is basically a musical site. Here we talk about the music we like, using different angles. As dear and missed Jon Lord once said: “Music is the highest kind of Art that exists”. I think the same way too.

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lunes, 22 de noviembre de 2021

UNA ROCA ES UNA ROCA, POR MUY DURA QUE SEA.


Una sección de nuestro colaborador “Acid Ni3”.

 La teoría del gusto.

Obligados a decir "Me gusta".

Discutimos ansiosamente, acaloradamente, sin escuchar al otro, sin dejar que termine, sin esperar que sorprenda, sin intención de que nos afecte, sin sopesar su intención, dando por hecho que dirá, tensos, nerviosos, impacientes, deseando que acabe para expresar nuestra opinión, estresándonos porque se alarga su diatriba y se nos olvida nuestro comentario aclarador, rebatidor, ganador, nuestro zasca fulminante que sepulte su última esperanza de razonamiento lógico, concluyente, definitivo. Somos campeones del mundo en discutir contra nosotros mismos, a veces sentimos esa punzada de dolor que es nuestro orgullo, que le decía Butch Coolidge a Marsellus Wallace en “Pulp Fiction”; de ahí esa sensación de vacío al ver al otro, que piensa distinto, que opina distinto, que tiene un gusto distinto y lo razona de manera tan elaborada o sagaz como pudiera ser la nuestra.

Nuestro esfuerzo dialéctico, nuestro prodigio memorístico, nuestra recopilación de fechas y carrera, nuestro recordatorio de artículos de revistas, de documentales, de blogs y libretos de discos choca frontalmente con esa misma melomanía de un aficionado al reguetón, por poner el caso. O con un opinador inspiradísimo, un irónico ocurrente hasta provocarnos el ridículo, un manipulador impenitente y así ad nauseam….Nada ha cambiado en nosotros, ni en él salvo la sensación de esfuerzo baldío, de gol anulado, de impotencia, de frustración, que ahora pasa a dominarnos. La competitividad, la futbolización de la vida, lo infantil, lo emocional, los repulsivos zascas, la violencia verbal, la crueldad brutal disfrazada de rapidez mental, la supervivencia del más fuerte, la deformación del concepto de fortaleza; se confunde vigor con resistencia, crueldad con poder, sensibilidad con fragilidad, o insensibilidad con indestructibilidad. Tiempos de narcisistas y psicópatas, pero eso lo veremos en otro artículo. 

                                                            Toteking: "Mentiras".

De todo esto surge el Heavy vs Hípster, de ahí el Raper vs Folky, el rockero vs rapero, el Flamenco vs Punk; por eso es burgués el mito del Club de los 27 y popular todos los demás artistas de estos géneros, por eso erróneamente se identifica como elitista la música clásica. Los gustos… ¿se puede discutir de gustos? ¿Quién lleva razón si a ti te gustan los Beatles y a mi los Stones? ¿Cómo demostrar quién es mejor? A mi me puede parecer la mejor banda de la historia los malagueños 713avo Amor y a otro Deep Purple o Bach. ¿Me puede gustar según que artista, cuando ya uno se enorgullece de llevar varias décadas conformando opinión, conocimiento -algo sectario, como la mayoría- de determinados géneros, estilos y sobre todo una cantidad de prejuicios que no tienen fin ni límite?

Más que la discusión yo defiendo el debate, porque se aprende, uno expone argumentario y criterio y de la otra parte tres cuartos de lo mismo. ¿Y si los grupos sin ser clásicos venden mucho? La semilla de la duda germina… Revistas especializadas, webs, blogs, listas de lo mejor del año, década o la historia, consejos de amigos, del periodista de marras; son sin duda mejores aconsejadores e influyentes en nuestro acercamiento a un nuevo grupo, pero sobre todo algo tan amplio y difícil de estructurar como el gusto -el propio-, claro. En la música, en mi opinión hay solo algo más importante que el gusto propio, que es buscar lo común, el placer de escuchar música. Decía Frank Lebowicz en la recomendable serie “Supongamos Que Es Una ciudad” que la música tiene todo lo bueno de la droga sin el síndrome de abstinencia. Una droga sana. ¿Qué hubiera sido de nosotros sin ella en estos tiempos duros, tiempos salvajes?

Disfrutemos de esta pasión común. ¿No es acaso más triste un viejo amigo que nos dice que ya no escucha música, que ya pasa, que eso tuvo su tiempo, que los conciertos le aburren… y más si es un ex melómano, un desencantado? Rápidamente en nuestro imaginario se convierte en un desertor. Y, como muestra, una cremallera. Un rapero al que le gusta el Heavy y la literatura -amigo personal de Vila Matas-, gran lector. Recientemente ha escrito su autobiografía en Blackie Books, amante del baloncesto y que, aparte de testosterona y confianza, expresa miedos, incertidumbres, se atreve a decir cual es su peor disco en una canción y de reconocer sus errores sin rubor. Y dudas, muchas dudas. Quien solo tenga certidumbres, ya se le caerán o no pertenece a este mundo…

                                                            Toteking: "Carne picá".
 

 

viernes, 17 de septiembre de 2021

UNA ROCA ES UNA ROCA, POR MUY DURA QUE SEA.


Una sección de nuestro colaborador “Acid Ni3”. 

Septiembre. La vida mata.

Hay grupos, discos y canciones que conforman la identidad, y ayudan a la superación de las más difíciles circunstancias que afronta una persona a lo largo de su vida. Quedan adheridas para siempre porque supusieron una mueca, luchando por convertirse en sonrisa, un aire nuevo, un ligero alivio, un hálito de oxígeno, tal vez ínfimo, pero esencial y reparador en la resistencia momentánea. Un “refugio para la tormenta” en momentos desesperados, oscuros o dramáticos y seguimos recurriendo a ellas como ejemplo repetido de nuestra capacidad de resistencia. En mi caso, el contenido de las letras en esos momentos es fundamental, también el espíritu con el que fueron concebidas. Lo fueron en mi adolescencia, y lo siguen siendo aún hoy. Rara vez me funcionan canciones de tristeza desesperada, si no hay después un mensaje esperanzador -o al menos que le quite hierro al asunto-, tras haber vivido una en mis propias carnes. Por lo general tampoco me funcionan las canciones muy alegres -mejor “who loves the sun” que “ride into the sun”- u optimistas en los momentos más bajos, tal vez la mente viaje a esos momentos maravillosos y al confrontar con los vividos surge en todo su apogeo una obsesiva nostalgia. El humor negro, relativizar el daño y, sobre todo, la sutil sonrisa que brota tras el coraje y la supervivencia ¡que no está el horno para bollos! Esto es, en mi caso, la mejor terapia…

Esta canción, a la sombra de “desde el jergón” y considerada por casi muchos la mejor canción del grupo, parodia el suicidio de un chaval que después de suspender los exámenes de septiembre dejó una nota aseverando que ya no iba a ir más a por el pan y a por la leche. El suicidio, de triste actualidad y agravado por las consecuencias de esta dura pandemia, no es en apariencia un tema del que bromear. Vaya por delante mi respeto a víctimas y familiares. Tampoco la muerte, en esta sociedad de tabúes absurdos y adolescencia eterna programada… Pero Berlanga consigue en “El Verdugo” que dudemos entre la risa socarrona, el llanto compasivo y plantearnos de qué y porqué nos reímos de un joven chaval que no quiere dedicar su vida a “ajusticiar seres humanos” como verdugo, por más que este sea un “trabajo estable” -profesión que Basilio Martín Patino filma con admirable distancia y sabiduría en la arriesgada, sobrecogedora y terrorífica “Mis queridos Verdugos”-. El humor es la burla que hace la vida al terror, a la soledad, al abandono. Esta canción como “miedo” y otras incluidas en este disco sitúa en el alambre lo místico, lo trágico y lo grotesco, tratando de buscar la risa en las más dificultosas situaciones. Interiorizar el dolor ajeno para salir de él, como las mejores películas de Chaplin, nos sirve el dolor en bandeja. No olvidemos que sólo dos discos atrás, Josele sitúa el porrón para emborracharnos y olvidar. 

La canción comienza con un potente riff, sugiere una sucinta referencia a la heroína, /¿por qué estoy frío si hoy hace calor?/, continúa un alegato anticompetitivo, para tranquilidad de millares de perdedores,  /yo iba a ser un gran tío todo un ganador/ parece un Viva el Betis manque pierda… no hay receta y tienes las de perder…/¿Por qué os reís tanto delante de Dios?/ ¿A qué viene tanto cachondeo? ¿eres rico y te ríes del pobre o eres pobre y te ríes porque no lo sabes? O tal vez ese padre rígido o rígido padre que impide celebrar los pequeños éxitos, si eres feliz has de sentirte culpable... /lo he intentado de corazón…es cierto que no tengo ninguna vocación…/ No hay vocación de enfrentar los problemas, ni vitalismo. Caer y levantarse de nuevo. Aunque hay mucho de irónico, un chaval apenas ha tenido tiempo de intentar con perseverancia muy pocas cosas. Prosigue /Ya es septiembre, yo no voy a estar, en septiembre no pienso vendimiar/, un futuro imperativo paterno en caso de suspender los exámenes o tal vez un guiño a la escasa capacidad de trabajo de los jóvenes de aquel entonces? /Id a por el pan que yo no voy a ir y a por la leche yo no voy a estar/. Rutinas diarias angustiosas, le parecen y también una advertencia, os acordareis de mi… asumiendo, os lego a vosotros mi castigo /Antes de que me echen prefiero salir, aunque sea abriendo la puerta de atrás/. Amenaza y se muestra con sorna su autonomía vital, sin importarle lo que deja atrás, lleno de rabia. Antes de que me maten me mato, parece decirnos /Mientras los frailes vayan a rezar, mientras los bailes sean sin mi igual/ De nuevo la religión y que todo permanezca inalterable, rezar no es para mí, pero que lo sigan haciendo. El ocio juvenil no parece interesarle demasiado, no parece el ravero por el que clamaba el Niño de Elche, no siente que le echarán de menos en las discotecas. 

/Yo besaré a la madre que hoy me velará/ Josele repite y enfatiza dando presencia a los mensajes más potentes. "Mamá, no he podido" parece decir ese niño interior, no te sientas responsable, te quiero, no puedo con la vida. Se sabe querido, ella le velará con tristeza /Voy a estrenar corbata hoy, por fin haré algo de verdad/, vida rutinaria, monótona, aburrida, deprimida. Josele hace un juego con la corbata como si fuera a estrenar un traje para un trabajo o a acudir a una boda, el mundo adulto tan cerca y tan lejos, es una soga al cuello… Un chico joven le da importancia a hacer algo de verdad, que suponga una descarga de adrenalina, de lo insustancial de su vida y da valor a su futuro acto, e ironiza, como en toda la canción, en su versión de adulto Josele /¡qué feliz soy!/ Se repite en bucle /Septiembre/, el mes, la fecha clave, los exámenes, la recuperación, el final del verano, el curro en la vendimia, se acabaron las rutinas diarias, el fin de los días. Y, por extraño que pudiera parecer, a mi me resulta regurgitadora de nuevas energías y proyectos, para poner distancia de las cosas que me inquietan y agobian. Reír por dentro, fantasear con ello brevemente, para quitarle hierro y seguir adelante, sabiendo que otros no pudieron y que estás en la pelea; como tú, como todos, que como decía Machado todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar, pasar haciendo caminos, caminos sobre la mar.

Os animo a que digáis que canciones os levantan de los días oscuros. Un abrazo

 

jueves, 15 de julio de 2021

UNA ROCA ES UNA ROCA, POR MUY DURA QUE SEA...


Una sección de nuestro colaborador “Acid Ni3”. 

Hablar de música.

 

Es la única condición para escribir en este blog, preferentemente, hablar de música, buscando inspiración me pongo un tema de los Stones, que es lo que dicen los críticos y los fans de pedigrí, la mayoría dicen Rolling, como si hubiera una crisis de clases entre los fanáticos del Martini y a los que les gusta el Vermut. Recuerdo un amigo que me decía que a él sólo le gustaban dos grupos de Rock: los Rolling y los Stones. No se me ocurre nada, me propongo encontrar un directo en youtube con esta búsqueda “guitarrista tan bueno y tan famoso del que precisamente por eso no me acuerdo del nombre” -una cosa tengo clara: no saldrá Ron Wood- y en la primera entrada surge algo surrealista: “Plática entre cuates de Guiñermo Briseño”. ¡Os invito a que lo intentéis! Aunque los motores de búsqueda personalizados quizá propongan otro resultado. No lo escucho, a pesar de que tienta mi curiosidad, pero eso de que tengas que ver vídeos que no buscas, te ofrecen o te apetece, solo por el hecho de que colme tu curiosidad no me va, (eso digo ahora después de sucumbir una y otra vez, con anterioridad, y sigo sabiendo que tarde o temprano volveré a caer), pero no hacerlo me anima y me digo que si alguna vez me da por introducir esos caracteres veré con sumo interés el vídeo del tal Guiñermo

Beethoven: "Novena Sinfonía".

En la segunda entrada aparece Jimi Hendrix escucho el vídeo y recuerdo una frase de una entrevista a Raimundo Amador en la que decía que en “Red House” estaba sintetizada toda la variedad estilística del mejor guitarrista posible (No es textual).  En mi caso, por más que tiro de memoria más mitifico las entrevistas leídas y a veces el baño de realidad es peor que lo que uno imagina, desea o sueña (parece el más claro signo de estos tiempos: creer, tener fe, soñar, desear, mi verdad, mi minitribuderedsocialysectaria, la realidad no vale un carajo en el mundo soñado, imaginado, ideal de cada cual. Leo lo que me resulta cómodo, a medida, me refuerza, si me molesta dejo de leer, bloqueo al menda impertinente, me asombro de que piense distinto ante algo tan obvio, me digo vive en Marte, etc, escucho con atención y llego a la conclusión de que hay más temas y guitarristas que lo consiguen, pero quizá él fue el primero de una mágica saga, otros dirán que por mítico y trágico. Dejo que “Are You Experienced” continúe hasta el final y en esa orgía de creatividad sin freno me tengo que ir a currar, me pongo los cascos de casa al trabajo, cambio a “La tierra de la mujer eléctrica” y “Desde mi atalaya”, veo gente mirando el móvil, en babia, o en babia mirando el móvil, zombis, tristes, apáticos, absortos en preocupaciones reales y virtuales de ayer y mañana; nadie parece mirar el ahora, tal vez un monje Zen que recorre mi frente de izquierda a derecha susurra “mmhhhh”, estoy a punto de chocarme con una farola, ¡maldito monje!, y casi me choco con un chaval con cascos,(¡bluetooth claro! ¡Los cables están desfasados! Y así desvelamos nuestros gustos y pasiones a nuestra amiga Alexa, a nuestro hermano Google y al tío Bill). Y sólo deseo que escuche un buen disco, una buena canción, aunque sea un youtuber el que le haga la recomendación; de esos, que también los hay, que no les escuece tanto pagar impuestos en su país. Y a mí me da igual, escribir bien o mal de música o de la China Popular, si puedo seguir escuchándola sin parar. ¡Hasta la próxima plática, cuates!

 

miércoles, 12 de mayo de 2021

UNA ROCA ES UNA ROCA, POR MUY DURA QUE SEA...


Una sección de nuestro colaborador “Acid Ni3”. 

Gracia(s) Jeff.

 

Cuando escribo estas líneas se cumplen 23 años 10 meses y 18 días de la muerte de Jeff Buckley, un no-cumpleaños cualquiera, un no-aniversario cualquiera, no se prepara una nueva edición con cintas perdidas, grabaciones inéditas, versiones que no han visto la luz, o directos remasterizados ya anteriormente editados, seguro que sí, pero no nos hemos enterado aún; “The show must go on”. Una fan aseguraba convencida en un documental sobre la vida de Buckley que “Jeff lo entendió todo, la vida, la muerte, el amor, la belleza” Los fans a veces idealizamos tanto a nuestros artistas por proyección e idealización que confundimos su expresividad con su sabiduría, su dolor con la superación de éste, su rabia con el control de la misma, su vulnerabilidad con una exhibición magnánima de fortaleza y sobre todo, que lo que escriben, cantan y expresan surja de un autoconocimiento y sabiduría propias y genuinas; que porque sufran, empatizan, que porque emocionen, se emocionan, o que porque interpreten muy bien, sufren mucho. De ahí la idolatría (a pesar de la estupidez manifiesta de algún que otro artista) o la decepción y esto-no-se-lo-perdonaré-nunca o el se-ha-vendido-y-ya-no-es-el-que-era, que surge o con el cambio en su estilo, supuesta pérdida de autenticidad, código ético o en el conocimiento o experiencia derivada de un rumor o de un acercamiento personal fallido.

Hay artistas que cultivan su oscuridad, su inadaptación, suelen no decepcionar los que mueren en extrañas circunstancias, y permanecen en el imaginario colectivo los que cometen suicidio. Si volviera a nacer montaría una banda con los chicos del instituto, grabaría un par de discos y estaría los próximos 11 años pensando el modo más original de quitarme de en medio, ¿para qué preocuparse de hacer música, podría plantearse un adolescente frívolamente… si vas a ingresar en el selecto club de los 27? Cuando cumples los 28 todo se ve distinto, y así sucede con cada nuevo año, ¡o no y te quedas colgado en la adolescencia, o en tu juventud! Cambiamos, evolucionamos, los artistas también  y el mito que nos hemos creado del artista no nos deja ver con claridad que ellos, fuera de las baquetas y las cuerdas, de escribir y componer, de hacer giras, ligar más y conocer más gente, no tienen nada más especial que las conclusiones vitales que cada uno saca de su experiencia. Tampoco les ayuda el hecho de que haya cientos de miles de personas que vean en ellos características que no les corresponden, no tienen, que se imaginan, o magnifican.

Jeff Buckley era joven, guapo y tenía talento, Con un look de Elvis actualizado, entre James Dean y Brandom Walsh (perdón por la crueldad), por lo que es verdaderamente recordado no es por desentrañar los misterios de la existencia humana, sino más bien porque hizo un resumen abreviado de la música popular del siglo XX. Pilló a letristas capacitados, Leonard Cohen, Bob Dylan, a Morrissey especialmente dotado para la melodía, la energía de MC5, la potencia de Led Zeppelin, la pasión salvaje de Nina Simone (de la que añadió, como de los anteriores matices en su voz) ¡hasta de Edith Piaff! y los versionó, pero también estudió su dicción, sus pausas, sus crescendos. En su grupo contó con su padrino y lugarteniente Gary Lucas, que venía de una extensa carrera entre otros con Captain Beefheart. Captain Beefheart y Buckley compartían además una generosa potencia vocal de cuatro octavas y media. Del mismo modo Jeff Buckley también ejerció cierto aire experimental, sin llegar al delirio del Capitán. Jeff, que a veces recuerda a su padre, pero la mayoría no, las más de las veces a un castrati, otras parece que estés escuchando una coral, una Ópera, otras a Nirvana, otras Folk-Pop melodioso, a veces distorsión y Metal. Todas esas caras distintas y complementarias se encuentran, a flor de piel presentes en el legendario directo en el Olympia de París. En ocasiones nos grita aullando de dolor, otras nos susurra, otras ruge furioso, y en otras se muestra tierno, conciliador y paternal, sereno y melancólico, heroico en la adversidad, (lo bueno de ponerse el disfraz de crítico es que puedes caer en lo que críticas, pero te queda el escudo de fan). Todo esto Jeff lo entendió y regurgitó, mientras aprendía armonías y melodías, gorgoritos, ruidos y demás peculiaridades que encontramos en su voz, (por entonces, inconscientemente, recuperaba la autoestima de Thom Yorke), probaba a concierto diario estos experimentos apartado de los grandes focos, mejoraba en la destreza en el manejo de la guitarra y en su capacidad vocal y compositiva, huyendo de su creciente popularidad (actuaba en Europa en pequeños locales, el Sin-é entre otros). Tiró de su esfuerzo, su dedicación, sus ganas de aprender, su constante ejercicio y pasión por mejorar. Quedan algunos golpes por dar en la música popular, él tan solo dio uno, pero fue su golpe de Gracia.

  

 



 

 

martes, 16 de marzo de 2021

UNA ROCA ES UNA ROCA, POR MUY DURA QUE SEA...


Una sección de nuestro colaborador “Acid Ni3”. 

El Melómano.

 

Sucesión precisa, constante, automática, periódica y repetitiva de pensamientos internos; excusas, autoengaños, mantras, sugerencias, manipulaciones y tentaciones del melómano antes de adquirir un disco.

 

        1. Atacando el flanco más armado con tenacidad y constancia:

Es el último disco de…

Es un directo esencial.

Es el mejor directo de la gira, dicen que su última gira con la formación original.

Tengo toda su discografía, éste no me puede faltar.

Me lo puedo bajar, pero no será igual.

Ando mal de pasta, pero este grupo merece el esfuerzo.

El libreto, la portada, su textura, las letras, los músicos de estudio, colaboradores, el ingeniero de sonido, el nombre del estudio/s de grabación, esa info no viene en internet, aquí la tendré a mano.

Hace tiempo que no me compro ningún disco (en realidad tres semanas, tres semanas resistí, me tengo que premiar!…).

He seguido toda su trayectoria desde sus inicios, tengo sus discos en estudio, directos, las deluxe editions, rarezas y piratas, no puedo permitirme no comprarlo, sería dejarlos en la estacada.

Siempre un porcentaje del precio del disco, les llegará al grupo, es un pequeño impulso, en tiempos tan convulsos.

Si les veo en el concierto me lo pueden firmar.

Es una edición especial limitada, se agotará.

No es tan caro y la de veces que lo voy a escuchar.

El mp3 tiene peor calidad, y el formato flac no está mal, pero no hay info salvo los títulos de las canciones, no lo puedo tocar, coger, manipular.

 

        2. Acorralando las resistencias desde lo emocional.

Observar la portada, mirar el tipo de letra, el dibujo, retirar con suavidad el plástico, abrirlo, mirarlo con cuidado, sacar el libreto, hojearlo, con cuidado, sobre todo si las páginas son negras para no dejar las huellas, cogerlo con mimo, reproducirlo, sentarse y disfrutar. ¿Eso es comparable a una carpeta flac?

La de paz que me aportará.

La de veces que lo escucharé.

La soledad de la que me librará.

No hay dinero en el mundo que pague ese remanso de paz.

La emoción que me brindará.

Lo pondré junto a los demás discos del grupo, en un sitio especial.

Una peli con verla más de dos veces te hartas, un disco, si es bueno, es eterno.

No es caro para todo el placer que te da.

Hay mil copias, como fan me distinguirá.

Será una pieza de coleccionista, si viviera un momento de dificultad, no se revenderá mal.

Comprando el disco demostraré mi admiración y cariño por esta banda seminal.

 

        3. El séptimo de caballería. ¿Quién se resistirá?

Necesito ese disco, me hará feliz.

Imagino cientos de ratos y momentos variados en los que escucharlo.

Leí la reseña de mi crítico de cabecera y dijo que era genial.

Escuché un tema y suena brutal!

 

Después de escuchar estos pensamientos y otros más que se agolpan en mi mente a velocidad sideral, se me olvidan unos cuantos y otros que ni me atrevo a publicar. No me queda otra que abdicar del ahorro y prometerme, que la próxima no, no volverá a suceder a lo que a voz en grito, en rebeldía clamo: ¡Es mi grupo favorito, me lo tengo que comprar!

 


 

miércoles, 13 de enero de 2021

UNA ROCA ES UNA ROCA, POR MUY DURA QUE SEA...


Una sección de nuestro colaborador "Acid Ni3".

 

Damos la bienvenida a un nuevo colaborador en este pequeño universo de amantes de la música y de otras manifestaciones artísticas en forma blog. Dejamos que sea él mismo quien nos comente alguna pincelada básica sobre esta nueva sección que no busca más que el entretenimiento musical de la mano de nuestra querida palabra, un bien muy preciado en estos tiempos que corren. Os dejamos en sus manos:

La idea de esta sección es la de jugar, divertirse, provocar, sin más pretensiones, utilizando material real y ficticio, poner la verdad y lo imaginado juntos, lo que podría ser y no fue, lo que es posible que sucediera y no sucedió o tal vez sí, para que caminen de la mano lo absurdo y lo evidente. Que el lector interesado compruebe la veracidad de las fuentes o que simplemente disfrute sin más, o se aburra, o enfade –no es esta mi intención, pero tampoco entra dentro de mis posibilidades evitarlo; ya me gustaría-. Este artículo, con cierta sorna, nace de mi incomprensión hacia ciertos críticos, de su uso exagerado del inglés; de su excelso dominio del lenguaje, que admiro por un lado, pero por otro, a veces y solo a veces, a uno le gustaría saber si el disco es bueno, malo o regular… 

  



Los Experimentos con la Prosa.

Esta es la historia de mi vida, del Rock and Roll suicida, que nace para correr, que corre, corre, corre, que es cerrado como la leche, da patadas adolescentes, que es siempre joven, que va en cohete a Rusia, llamando a Londres, en las calles de Madrid y en el muro de Berlín, de vuelta a la Unión Soviética, en el Blues de la lápida, desde mi atalaya, estaba fumando en el agua, cuando una odisea en el espacio, trajo un bebé al gueto, donde a su manera, se convirtió en luchador callejero y cayó en la heroína y la aguja y el daño hecho… ¡Quillo, aquí estoy de nuevo! Listo para el Country, llamando a las puertas del cielo, con mi hermana morfina, con la mística chica, con sus satánicas majestades y el álbum de navidades de Phil Spector, ¿y no sería maravilloso? Pero la gente no es buena, el hombre que vendió al mundo (en un mercado de Wuhan), es un síntoma del Universo. No habrá rendición y mira que lo intento, pero, por más que busco, no encuentro: la satisfacción.