Una sección de nuestro colaborador Thomas Anderson
IRON MAIDEN, el paradigma por excelencia
Que la imagen general del mundo
del Heavy Metal en España es
denostada desde sus orígenes y desde muchos y variados ámbitos es verdad
conocida por todos. Baste como ejemplo recordar ese engendro cinematográfico
llamado Is iDiside hace algunos años para ponerlo de manifiesto. Sin
embargo es muy posible que si aquellos que caen permanentemente en el burdo
tópico supieran que la banda más conocida y representativa del género, esa cuyo
logo llevan luciendo más de un millón de camisetas en este país desde los primeros
ochenta, son firmes abanderados de la cultura en casi cualquiera de sus
expresiones, dicha opinión se transformaría de manera radical. Señoras y
señores, les hablo nada más y nada menos que de los británicos Iron Maiden.
En efecto, ya desde el primer
álbum de homónimo título el grupo ha venido demostrando su constante y profundo
amor por la literatura entre otras artes. Es allí donde podemos encontrar un
particular homenaje hecho por el grupo a la novela de Gastón Leroux, “El fantasma de la ópera”. Estamos en 1980.
Iron Maiden: "Phantom of the opera".
“Phantom of the opera” (fragmento)
Te he buscado por mucho tiempo
y ahora no escaparás de mis garras.
Has vivido mucho tiempo escondiéndote,
escondiéndote detrás de esa máscara falsa.
Tú y yo sabemos que no te falta mucho para el final.
Tu apariencia y tus sentimientos son solo restos de tu
pasado.
También en aquella primera
portada se daba origen a un peculiar personaje que ha acompañado todos y cada
uno de sus trabajos desde entonces y hasta ahora; también la gran mayoría de
sus conciertos. Edward The Head, Eddie para los amigos.
Independientemente de lo
macabro de sus facturas, nadie puede poner en duda la enorme calidad artística
de la que las carátulas del grupo suelen hacer gala. Más cultura, oigan, quizá
algún día tendríamos que hacer un especial dedicado en exclusiva al arte de las
portadas en el mundo del Rock.
Pero no solo de literatura
viven los Maiden. Otra de sus fieles
amantes es la Historia. En 1981, uno de los cortes del disco “Killers” hace alusión nada más y nada
menos que a Gengis Khan. Bueno, está
bien, que la canción es instrumental, pero no me negaréis que sus notas
destilan un sabor a otras épocas que quita el aliento.
Iron Maiden: "Killers".
También es en este disco
donde podemos escuchar un homenaje al relato de Poe “Los asesinatos de la Calle Morgue”.
Llegamos a 1982 y con la
llegada del nuevo vocalista,Bruce
Dickinson, las tendencias artísticas de la banda se ven notablemente
reforzadas. Es la portada de este monumental disco quizá la más celebrada por
los fans (al menos por mí) de cuantas conforman la carrera de Iron Maiden. Su autor, Derek Riggs.
En realidad, puede que no sea
todavía este trabajo el que mayor influencia de Dickinson reciba al no existir demasiadas alusiones destacables
culturalmente hablando, a excepción de “Children
of the damned”, cuya letra gira en torno al film de 1963 “Los Hijos de los Malditos”. Ah, el
cine… ese otro gran amor de la Doncella
de Hierro.
“Piece Of Mind”
sale a la luz en 1983 y, ahora sí, el disco rezuma referencias artísticas por
los cuatro costados. Es el cine el gran destacado, con temas como “Where eagles dare” (“El desafío de las
águilas”, película protagonizada por Richard
Burton y Clint Eastwood en 1968
y que está ambientada en la II Guerra
Mundial, asunto recurrente de aquí en adelante, como podréis comprobar), “Die With your boots on” (“Murieron con las
botas puestas”, el archiconocido film de Errol Flynn) y “Quest for fire”
(“En busca del fuego”, dirigida por Jean-Jacques
Annaud en 1981). Por su parte, “The
Flight of Icarus” toca el mito de Ícaro
de esta maravillosa manera:
Iron Maiden: "Flight of Icarus". Vídeo oficial.
El vuelo de Ícaro
Cuando el sol se levanta sobre el suelo
un anciano permanece en la colina
A medida que el suelo se templa con los primeros rayos de luz,
el canto de las aves rompe el silencio
Sus ojos están ardiendo;
lleva la locura en su mirada.
Vuela hacia tu rumbo, como un águila,
vuela alto como el sol.
En tus alas, como un águila.
Vuela y toca el sol.
Ahora la multitud se disipa y un joven aparece.
Mira al viejo a los ojos.
Entonces , extiende sus alas y grita a la multitud:
En el nombre de mi padre Dios, volaré.
Sus ojos parecen cristalinos
mientras vuela en las alas de un sueño.
Ahora sabe que su padre lo ha traicionado.
Ahora sus alas se reducen a cenizas y de cenizas a su tumba.
Pero la literatura también tiene su cabida en este álbum de absoluto culto. os hablo de clásicos de ciencia ficción, "Dune", de Frank Hernert en "To tame a land".
Iron Maiden: "To tame a land".
Llegamos a 1984 y es en este momento cuando, para mi humilde gusto, la banda alcanza su cenit creativo en lo que a lo musica lse refiere. El trabajo es bautizado "Powerslave" y todo él está empapado de un tinte "egíptico" inconmensurable.
Allí donde mejor se expresa es, además de en el tema del mismo nombre, en la increíble portada que nos regala. Como veis no es otro que Eddie el que preside la fachada de la pirámide. Espectacular, ¿no os parece?
El disco comienza con un inefable "Aces high", en clara alusión a las cargas aéreas británicas hechas en la guerra de la que hablábamos al principio. Nos volvemos a encontrar alusiones al cine en "The duellists" ("Los duelistas", de Ridley Scott, 1977). pero, sin duda, el tema más destacado es "The rime of the ancient mariner", adaptación musical del poema de Samuel Taylor Coleridge, poeta romántico inglés del S. XIX. Son diez minutos de canción, pero no podéis dejar de degustarlo, hacedme el favor.
Iron Maiden: "Rime of the ancient mariner".
1985 es el año en el que uno de los álbumes en directo más grande de todos los tiempos sale al mercado: "Life After Death". Los temas son todos conocidos, pero es en la espectacular portada donde podemos encontrar un guiño a HP. Lovecraft a través del texto del epitafio que adorna la lápida de Eddie.
"Y no hay muerte que pueda yacer eternamente.
A través de eones incontables,
incluso la propia muerte puede morir".
Llegamos a 1986 y la Doncella de Hierro decide explorar senderos
nuevos en cuanto a sonido se refiere. Si bien el grupo siempre había sido
amante de la literatura de fantasía y de terror, hasta ese momento las
alusiones a la Ciencia Ficción habían sido bastante escasas. Era sin duda el
instante de resarcirse, de demostrar con creces que también ese ámbito
resultaba del profundo agrado de Dickinson
y compañía. Yo pienso que la descomunal portada de ese nuevo disco, de nombre “Somewhere In Time”, servirá como
perfecta muestra de lo que os estoy hablando.
El álbum, además de ser bajo
mi humilde opinión la última gran obra maestra de la banda, ofrece una
ambientación sónica que bien puede hacer sentir al oyente que se encuentra en
mitad de alguna civilización avanzada; o acaso en la misma Tierra nuestra, pero
después de transcurridos algunos cientos de años desde la actualidad. Las
referencias ci-fi son constantes,
pero es en el título de uno de sus temas estrella, "Stranger in a strange land", donde se hace más patente la cuestión. Como
sabréis, la frase es la misma que da nombre a la novela de 1961 de Robert A. Heinlein, (aquí en España
conocida como Forastero en tierra extraña) uno de los grandes clásicos de la
literatura de Ciencia Ficción. Desgraciadamente, la letra no tiene nada que ver
con la citada novela, ejem…
En todo caso no dejéis de
echar un vistazo al tema del que nace el título del disco.
Atrapado en algún lugar del tiempo
Si tienes tiempo que perder.
una mente abierta y tiempo para elegir,
¿te importaría echar un vistazo
y leer en mí como si fuera un libro?
El tiempo está siempre de mi lado.
El tiempo está siempre de mi lado.
Puedo tentarte, ven conmigo.
deja que el diablo se encargue de cumplir tu sueño.
Si te digo que te llevaré allí,
¿vendrías o te achantarías?
No tengas miedo, conmigo estás seguro.
Tan seguro como cualquier alma puede estarlo... sinceramente.
Solo déjate llevar.
Atrapado en algún lugar del tiempo.
Atrapado en algún lugar del tiempo.
Atrapado en algún lugar del tiempo.
Como un lobo en la piel de una oveja,
tratas de esconder tus pecados más profundos,
todas las cosas que has hecho mal.
Pero yo sé adónde perteneces.
Tengo una oferta, no puedes negarte.
Solo puedes perder tu alma
eternamente... Solamente déjate llevar.
Pero también el trabajo deja
espacio en esta ocasión para la historia, a través del corte “Alexander the Great” (Alejandro Magno),
sin duda el más épico y envolvente de todo el conjunto y en el que se habla de
la vida y obra de este personaje sin parangón.
A estas alturas, sin embargo,
todavía le queda al grupo una asignatura pendiente y es en 1988 cuando deciden
examinarse de ella; en efecto, la calificación superó con holgura el
sobresaliente. Os hablo del primer elepé conceptual de Iron Maiden, la primera historia creada por ellos mismos y
convertida en flamante ópera rock: “Seventh Son
Of A Seventh Son”, ese fue su título.
Basándose en el antiguo mito
(todavía vivo en algunas culturas) de que el séptimo hijo de un séptimo hijo siempre
nace con poderes sobrenaturales tales como la adivinación y la curación (entre
otros), la banda inventa un relato repleto de fantasía, terror y dramatismo;
canciones interrelacionadas entre sí que van conformando la semblanza del
personaje principal, ese ser maldecido por todos a causa de unos dones que ni
siquiera él mismo desea. Os aseguro que de principio a fin el álbum no tiene
desperdicio, pese a que para mí ya no goza de la misma chispa imponderable de
sus anteriores cuatro publicaciones. Aunque, bien visto, seguro que mi juicio
no es el más fiable, pues no hace mucho que una encuesta hecha a millares de
fans del grupo por todo el mundo daba a “Seventh
Son Of A Seventh Son” como su mejor trabajo de todos los tiempos.
Moonchild
Siete pecados capitales
Siete maneras de vencer
Siete sagrados caminos hacia el infierno.
Y tu viaje comienza,
Siete cuestas abajo.
Siete sangrientas esperanzas.
Siete son tus fuegos ardientes.
Siete tus deseos...
Yo soy él, aquel que no nació.
El ángel caído está observándote.
Babilonia, la prostituta escarlata, me infiltraré en tu gratitud.
No te atrevas a salvar a tu hijo.
Mátalo ahora y salva a los más jóvenes.
Sé la madre de un bebé estrangulado.
Sé propiedad del demonio.
Lucifer es mi nombre.
Hijo de la luna, escucha el grito de la mandrágora.
Hijo de la luna, abre el séptimo sello.
Hijo de la luna, pronto serás mío, chico.
Hijo de la luna, toma mi mano esta noche.
Cuento las cabezas de aquellos que no nacieron.
Los condenados, los encontraré a todos.
Si mueres por tus propias manos
como un suicida serás condenado.
Y si tratas de salvar tu alma,
te atormentaré, no llegarás a viejo.
A cada segundo y suspiro pasajero,
estarás tan solo
que tu alma sangrará hasta morir.
Los gemelos están exhaustos.
Siete es esta noche.
géminis asciende
mientras los labios rojos besan y muerden.
Sieta ángeles, siete demonios, una batalla por su alma.
Cuando Gabriel yazca durmiendo,
este niño nacerá para morir.
Uno más muere, uno más vive.
Un bebé llora, una madre se lamenta.
Por todos los pecodas que cometerás
rogarás perdón y no te lo daré.
Una telaraña de miedo será tu abrigo
para vestirte esta noche.
Una fuga afortunada para ti, joven,
pero yo te veré maldito en noches sin fin.
Hijo de la luna, escucha el grito de la mandrágora.
Hijo de la luna, abre el séptimo sello.
Hijo de la luna, pronto serás mío, chico.
Hijo de la luna, toma mi mano esta noche.
Este verdadero temazo es el
que abre el disco. Como veis, se trata de la maldición lanzada sobre el
personaje principal desde antes de ver la luz. Los pelos como escarpias, oiga.
Los años siguientes, sin
embargo, dan lugar a un ligero declive compositivo, como si después de haber
llegado al cenit las fuerzas hubieran quedado mermadas. Tan solo destacan las
estupendas portadas y algún tema esporádico, como "Bring your daughter to the slaughter", que formó parte de la banda
sonora de la quinta parte de Pesadilla en Elm Street V, o “Fear of the dark”, el último gran
himno compuesto por el grupo y que jamás falta en ninguno de sus conciertos.
Para 1995, fecha en la que
sale a la venta el décimo disco de estudio, Dickinson ha abandonado la banda y con él gran parte de esa
tendencia creativo-cultural de los primeros años. En todo caso, “The X Factor” en un trabajo increíble,
el más oscuro hasta la fecha, repleto de temática trágica, pero con escasas
aportaciones en cuanto a lo cultural se refiere. Únicamente tendríamos el caso
de “Lord of the flies”, canción en
clara alusión a la novela homónima de William
Golding de 1954. El siguiente elepé, “Virtual
XI” no tiene chicha alguna donde rascar.
Bruce Dickinson.
Pero con la entrada del nuevo
siglo y el retorno del célebre vocalista, el grupo revive una segunda edad de
oro y comienza a ofrecer discos de una extraordinaria calidad, mucho más
intensos y con mayor carga cultural. Baste como ejemplo el nombre del siguiente
trabajo, “Brave New World”, o Un
mundo feliz, la más famosa novela de futuro distópico de todos los
tiempos, de AldousHuxley. Pero no
quedan ahí las referencias a la cultura en cualquiera de sus vertientes. El
tema que abre el disco, “The wicker man”,
está inspirado en el film de terror de Robin
Hardy rodado en 1973. “Out of
the silent planet”, por su parte, aunque comparte nombre con la novela de C.S. Lewis, primera parte de la
trilogía cósmica que escribiera entre 1938 y 1946, en realidad se basa en la
película del 56 Planeta prohibido, con Fred
M. Wilcox como director.
En 2003 ve la luz otra
magnífica obra titulada “Dance Of Death”.
Con una estética distinta y singular hasta ese momento (no os perdáis la
portada, por favor), nos deja unas cuantas perlas de recuerdo imborrable. Más
centradas esta vez en hechos históricos, tanto “Montsegur” (que habla de la batalla que acabó con el último
bastión de los cátaros) como “Paschendale”
(cruenta batalla de la I Guerra Mundial)
nos dan buena muestra de la fuerza con la que el retorno de Dickinson ha impulsado el afán
compositivo del grupo. Es, sin embargo, la canción que da título al disco
aquella que más interesante nos resulta dadas sus claras alusiones al poema “TamO´Sharter”, escrito por el escocés Robert Burns en 1790. Disfrutadlas,
tanto letra como música.
Danza de la muerte
Déjenme contarles una historia
que hiela los huesos,
sobre algo que ví
una noche vagando por las everglades,
había tomado un trago, pero nada más.
Yo iba divagando, gozando del calro de luna brillante,
mirando las estrellas,
sin percibir una presencia cerca de mí qie vigilaba todos mis movimientos.
Asustado, caí de rodillas
y algo me agarró de entre los árboles,
y me llevó a un lugar sagrado.
Y ahí fue donde caí en desgracia.
Entonces me invocaron para realizar con ellos la danza de los muertos,
los seguí hasta un círculo de fuego,
y allí en medio me dejaron.
Como si el tiempo se hubiera parado y
entumecido por el miedo, todavía luché por escapar.
Y el calor del fuego no me causó ningún daño,
después de caminar sobre las brasas.
Y me sentí entrar en trance.
Y mi espíritu se elevó por encima de mí.
Ojalá hubiera alguien que pudiera
dar fe de lo que me sucedió.
Después de saltar, bailar y cantar con ellos,
todos mostraban la muerte en sus ojos.
Las figuras sin vida eran muertos viventes
ascendidos desde el infierno.
Mientras yo bailaba con la muerte
mi espíritu libre clamaba y se reía.
Debajo de mi cuerpo sin vida, el círculo de los muertos también bailaba.
Al fin el tiempo nos volvió a reunir.
Mi espíritu volvió y descendió sobre mí.
no supe si estaba vivo o muerto,
mientras los demás se me acercaban.
Por suerte una escaramuza comenzó y dejé de ser el centro de atención.
Cuando quisieron volver a mirarme,
yo ya había aprovechado para huir.
Corrí más rápido que el viento sin mirar atrás,
aunque tampoco me atrevía
a mirar hacia adelante.
Cuando sabes que se acerca tu momento,
crees estar preparado para ello,
das tua últimos adioses a todo el mundo,
bebes y rezas una oración.
Cuando minetes mientras duermes,
cuando mientes en tu cama,
te despiertas de tus sueños,
para ir a bailar con los muertos,
Hasta el día de hoy nunca he sabido,
por qué razón me dejaron ir,
pero jamás volveré a echar un baile,
hasta que no baile con los muertos.
Desde entonces hasta aquí el
grupo ha dado vida a tres trabajos más: “A
Matter Of Life And Death”, “The Final Frontier” y “The Book Of Souls”. A
excepción del corte final de este último disco, “TheEmpire of theClouds”, donde se habla del accidente de un
aerodirigible inglés llamado R-101 en
tierras francesas, no existen mayores referencias expresas al cine o a la
literatura, lo cual no es óbice para que hayan sido sus propias letras las que
hayan creado historias todavía muy relacionadas con la fantasía, el terror o la
ciencia-ficción. Como regalo final os dejo el video-clip del primer single del “The Final Frontier”: sin duda podría
ser considerado como cortometraje de ci-fi.