Encuentros HUSH.
Este es un sitio musical, no nos engañemos, pero en el que nos vamos a acercar a la música que nos gusta desde distintos ángulos, cual prisma. Como ya dijo el añorado Jon Lord: la música es la forma de arte más elevada que existe; afirmación que, pese a disfrutar de otras manifestaciones artísticas, sostengo plenamente.
Clube de Adictos a Deep Purple
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Púrpura Chess
This blog is basically a musical site. Here we talk about the music we like, using different angles. As dear and missed Jon Lord once said: “Music is the highest kind of Art that exists”. I think the same way too.
Qué mejor momento que este para recuperar una de esas oscuras joyas del catálogo más profundo de Ronnie James Dio. Bajo un título tan directo y evocador como es "My eyes", Ronnie Dio nos regala una de sus más inspiradas composiciones. Una de esas canciones redondas en las que todo confluye casi sin darte cuenta mientras su delicado lirismo te seduce desde la suave desnudez que te desarma hasta conducirte a la tormenta. Pura magia que desestabiliza tu piel desde el mismo instante en el que Ronnie la declama como solo él es capaz. Y poseedora de una letra que pone de manifiesto una vez más la desbordante sensibilidad y el innato talento de una mente bendecida con el hecho artístico, por supuesto. Por desgracia el idioma de Cervantes no le hace justicia en este caso a la lengua de Shakespeare. Animo al lector a dejarse llevar por la preciosista sonoridad y sentido del original en inglés.
Dedicamos esta canción y su letra a aquellos seguidores suyos que, curiosamente, dicen no sentir nada por el disco en el que dicho tema está incluido, nos referimos al estupendo "Lock Up The Wolves". Un pedazo de álbum con un elegante e inquietante marchamo Sabbath que se publicó cuando esta música empezaba a no estar de moda y que no obtuvo el éxito que este humilde escriba opina que merecía. No sé si es que hay gente que necesita que un disco sea exitoso para prestarle atención. En fin.
Pero sobre todo dedicamos esta canción a todos los seguidores que llevan a Ronnie James Dio en su corazón, a los que se rigen por su propia intuición y a todos los que aman esa pequeña y loca cosa llamada Rock n' Roll.
"My eyes"
My eyes can see inside tomorrow
My eyes can get next to you
Time flies on wings that just get stronger
My eyes are true
My eyes could see the body shakin'
My eyes were clear and bright
Goodbyes are easy to remember
You can see the hurt still there... in my eyes .
I've fallen off the edge of the world
I've fallen from the top of the mountain
Just to rise again
I've seen it from heaven and hell
I've seen it from the eyes of a stargazer
I want to be invisible
Just get me out of here
Could the dreamer be turning to stone
Rock and Roll eyes
The color of rainbows, believer of lies
Rock and Roll eyes.
Don't want to see the end of it all
Just get me outta here
Just get me outta here
Just get me outta here
Rock and roll eyes
The keeper of rainbows
Collector of lies
Rock and Roll eyes
My eyes.
Rock and Roll eyes
Tell Rock and Roll lies
And Rock and roll lies never end
Rock and Roll friends
With Rock and Roll trends
And Rock and Roll ends
With my eyes.
"Mis ojos".
Mis ojos pueden ver dentro del mañana
Mis ojos pueden acercarse a ti
El tiempo vuela en alas que se vuelven más fuertes
Mis ojos son verdaderos.
Mis ojos podrían ver al cuerpo temblar
Mis ojos fueron claros y brillantes
Las despedidas son fáciles de recordar
Todavía puedes ver el dolor aquí... en mis ojos.
Me he caido del borde del mundo
Me he caido desde la cima de la montaña
Solo para levantarme de nuevo.
Lo he visto desde el cielo y el infierno
Lo he visto desde los ojos del que busca las estrellas.
Quiero ser invisible
Solo sácame de aquí
¿Puede convertirse el soñador en piedra?
Ojos del Rock n Roll
El color del Arcoiris, creyente de mentiras
Ojos del Rock n Roll.
No quiero presenciar el final
Solo sácame de aquí
Solo sácame de aquí
Solo sácame de aquí.
Ojos del Rock n Roll
Guardián de los Arcoiris
Coleccionista de mentiras
Ojos del Rock n Roll
Mis ojos.
Los ojos del Rock n Roll
Cuentan mentiras del Rock n Roll
Y así las mentiras del Rock n Roll nunca terminan.
Este escrito nace como deseo
de contestación al comentario que ha colgado nuestro amigo Tony con motivo del décimo aniversario del triste fallecimiento de Ronnie James Dio. Lo que ocurre es que,
según se iba escribiendo, me iba pareciendo adecuado colgarlo como una propia
entrada del blog y aquí está. Es cierto que no escribí nada de Dio en el décimo aniversario de su
fallecimiento. Eso no quiere decir que no lo tenga presente; en absoluto. En lo
que a mí respecta, el tiempo muchas veces no fluye de manera lineal y ni siento
ni deseo sentir la necesidad de escribir algo “porque hay que hacerlo”. El
legado de Ronnie James Dio sigue
vigente en la actualidad con más fuerza que nunca y todo lo relacionado con su
música y su figura, tanto pública como humana o personal, está muy presente en
mi rutina diaria. Ni sé lo que opinará el resto del personal ni me importa
demasiado, pero pienso igual que tú, Tony:
Ronnie Dio es el más grande y punto.
Su legado sigue guiando mi vida en muchos aspectos, hace del dislate humano que
soy una persona mejor y no aporta más que cosas buenas a mi existencia. Le
siento como alguien cercano al que la vida me arrebató de modo desgarrador
y todavía hay días que no puedo evitar sentirme triste porque se marchó -y esto
es un sentimiento que va mucho más allá de lo puramente artístico... que
también-. No solo es que ya nuestros ojos, orejas y alma jamás vayan a poder
degustar cosas como su anunciada continuación en dos volúmenes del mágico disco "Magica", sino que ya nunca
podremos escuchar su personalísima voz en vivo, sus opiniones o nuevos datos sobre su
particular visión de la realidad. Y eso duele. Le quedaron muchas, muchas cosas
por hacer en el terreno artístico -y supongo que en los otros también-, alguien
con un talento y capacidad creadora tan desbordantes dejó demasiadas cosas sin
cerrar. En medio de la cada vez más asfixiante mediocridad que nos rodea,
infectada de insoportables wannabes con ínfulas de
grandeza tan paupérrimas como inútiles, alguien como él aportaba luz en medio
de tanta tiniebla. Y eso duele. Te puedes acostumbrar al dolor, aprender a
convivir con él y seguir avanzando, aunque sabes que ya nada volverá a ser
igual. Pero esto es marginal.
Dicho todo esto, me alegro de
la repercusión mediática que ha tenido el décimo aniversario de su muerte.
Merece todo esto y mucho más. Curiosamente casi ha coincidido su fecha con la
de la pérdida de Little Richard.
Hasta en estas estúpidas coincidencias se distinguen los más grandes.
Con respecto a los homenajes,
pues hay de todo como en botica. Ha sido emocionante leer y escuchar a la gran
familia del Rock brindando por él y
bendiciendo su memoria. Aunque también se han podido percibir algunas
intervenciones con un apestoso tufillo interesado, como no puede ser de otra
manera ante alguien de repercusión mundial. Debo reconocer que me descolocó e irritó
especialmente el anunciado “homenaje” de Vinnie
y Carmine Appice a nuestro pequeño
gran elfo. Resulta que han sacado el vídeo clip de un tema titulado “Monsters & heroes” dedicado a la
figura de Dio. Eso puede ser algo que a priori esté bien, para todo aquel que
desconozca la historia le parecerá una bonita dedicatoria. No obstante vamos a
ponernos un poco en antecedentes. King
Kobra sacaron un disco de título homónimo cuando se volvieron a juntar en
el año 2011. En algunas ediciones de dicho álbum aparecía esta canción cuya
letra había salido de la cabeza de su vocalista Paul Shortino. El tema vio la luz un año antes, precisamente con
motivo del fallecimiento de Ronnie. Conviene
recordar que Shortino fue uno de los
descubrimientos y fichajes de Ronnie Dio
y su mujer Wendy cuando este
militaba en unos desconocidos Rough Cutt,
de hecho Paul Shortino siempre
mantuvo una gran relación de amistad, agradecimiento y respeto hacia Ronnie, por lo que era del todo natural
que Shortino quisiese dedicarle una
canción. Incluso el tema es buenísimo, por lo que se añaden más puntos al
asunto.
Rough Cutt. Foto promocional.
La vida siguió hasta que en
el año 2017 los hermanos Appice
decidieron sacar un disco conjunto. Bajo el título de “Sinister” pusieron en circulación un potente cd que incluía una
versión de este “Monsters & heroes”.
Cualquiera que esté familiarizado con la discografía de Carmine Appice sabrá de sobra la capacidad de este tipo para volver
a regrabar y publicar el mismo disco y las mismas canciones bajo diferentes
formatos, portadas, ediciones y cualquier otra argucia con la que despistar al
inexperto comprador; pero, bueno, esto ya es otro tema. El caso es que sacaron
el disco con “Monsters & heroes”
como single de cabecera, acompañado por su vídeo oficial y también por un vídeo
lyric igualmente oficial. Sin problema, vuelves a grabar tu canción para otro
disco y puesto que es muy buena la usas como single de presentación. El asunto más
espinoso viene cuando pocos días antes del aniversario de la muerte de Ronnie Dio vuelven a anunciar que van a
sacar un vídeo de un tema homenaje a Dio
que resulta ser… “Monsters & heroes”
de nuevo. Lo que presentan es una nueva regrabación de la canción acompañada con
otro vídeo grabado para la ocasión bajo la perspectiva del confinamiento; y
recordando bien clarito que la puedes encontrar en su disco “Sinister”, por supuesto. Todo con un
tinte a interesado la mar de sospechoso.
Carmine y Vinnie Appice.
Admiro muchísimo las virtudes
musicales de alguien como Vinnie Appice.
Es uno de los baterías top de mi lista de todos los tiempos, alguien con un
virtuosismo y un tempo a los tambores que quitan el hipo. El menor de los Appice tiene una pegada y contundencia
que se salen de lo común, en el momento más insospechado te sorprende con un redoble
asesino que te desarma. Imposible olvidar la primera vez que tuve la fortuna de
verle tocar en directo, fue en la actuación que realizó Dio en Madrid el nueve de noviembre de mil novecientos noventa y tres,
con motivo de la presentación del estupendo e incomprendido “Strange Highways”. Vinnie se marcó un pedazo
de solo que me hizo perder el control por completo. Tuve la ocasión de
conocerle fugazmente en persona años más tarde y debo decir que ya solo su mera
presencia imponía respeto. En fin, que soy de los menos sospechosos a la hora
de hablar sobre este tipo. Sin embargo tengo muy presente que a lo largo de
gran parte de su carrera parece que las cuestiones monetarias han sido uno de
sus grandes acicates a la hora de poner su batería al servicio del mejor
postor. Esto en sí mismo no ofrece nada que objetar. Cada uno es libre de hacer
con su vida y sus talentos lo que estime oportuno en cada momento. Incluso en
medio de la encarnizada batalla verbal post Dio entre el campamento de Vivian
Campbellversus el de Wendy Dio y
la última banda que llevó Ronnie en
solitario, que ahora se llama Dio
Disciples, es capaz de llevarse bien con todos, no entrar al trapo y no
pronunciar una palabra más alta que otra; al menos hasta el momento. La
cuestión sin embargo se empaña cuando cambias de criterios de un día para otro
y dejas en la estacada a tus compañeros. Para todo aquel que desconozca el dato
conviene explicar de Vinnie Appice
abandonó el grupo de Dio justo al
comenzar una gira mundial con la banda de Ronnie.
A finales de Mayo de 1998 el grupo de Dio
se lanzó a la carretera para promocionar su doble directo en vivo con una gira
americana. Con tan solo tres conciertos celebrados Appice dejó a sus compañeros, que tuvieron que continuar con Simon Wright a la batería. El 22 de
Marzo Vinnie Appice tocó en el Maritime Hall de San Francisco su
último show con Dio y al día
siguiente ya estaba sentado a los tambores Simon
Wright en la emblemática sala The
Joint de Las Vegas. ¿El motivo? Una suculenta oferta económica para
sentarse tras los pedales de la enésima reunión de Sabbath con Ozzy.
La
guerra fría Ozzy/Dio viene de lejos
y esto no fue más que otro episodio de una ristra de desencuentros tan atómicos
como surrealistas. No puedo evitar recordar el triste fin de la reunión
Dio-Sabbath de principios de los noventa y la renuncia de Ronnie a actuar como telonero/artista
invitado de los shows que ofrecía Ozzy
en la americana localidad de Costa Mesa. El ofrecimiento de Osbourne era el de que Black Sabbath actuase como aperitivo de
su concierto y que al final de la actuación de Ozzy los cuatro Sabbath
originales se subiesen a escena para tocarse un bis final. Ronnie Dio lo interpretó como un ataque personal hacia la por
entonces actual formación de Black
Sabbath con él al micro y le comunicó al resto del grupo que no tenía
intención de actuar en dicho show, dejando la pelota en el tejado de Iommi & Co. Por supuesto todos sabemos lo que hicieron el resto de
los Sabbath. Un honrado Rob Halford fue el escogido para asumir
las tareas vocales de unos Black Sabbath
que actuaron como teloneros de Ozzy
Osbourne. El órdago de Ronnie Dio
acabó con su salida definitiva del grupo. Entendió que su dignidad estaba en
juego y puso por delante sus principios ante los sucios dólares del campamento Osbourne. Ya ves, igualito que Vinnie Appice. A cada cual lo suyo. Por
estas actitudesy por muchas otras la
figura de Ronnie James Dio es tan
importante para algunos de nosotros. ¿De veras que no tuvo Ozzy, en todos los años que ha estado en solitario, momentos mejores
que este para invitar a su ex grupo a actuar con semejante formato?; por favor,
el que quiera entender que entienda.
El epílogo más cachondo del
asunto es que Iommi/Butler
accedieron a esta fantochada con la esperanza de volver a reunir a los Black Sabbath originales con Ozzy al frente, pero al final nuestro
querido Madman se echó atrás y les dejó con tres palmos de narices;
algo muy típico en Ozzy, por otro
lado. Valga este vago resumen de uno de los múltiples episodios de esta
confrontación como muestra del cariño que se han profesado Ronnie y Ozzy durante
todos estos años. En fin, que en otro momento nos detendremos en profundidad
con este apasionante affair.
Black Sabbath con Halford. Costa Mesa 92.
Pero recuperemos de nuevo la
súbita marcha de Vinnie Appice de Dio al poco de comenzar la gira. Vinnie pudo escoger entre seguir con
sus compañeros, aunque hubiera muchísima menos pasta de por medio, y dar el
salto a Sabbath; lo que pasa es que
dejar tirados a tus camaradas es de todo menos bonito y dice mucho de tu ética
en el negocio musical. Business as usual.
Seguro que el más dolido fue el propio Dio.
Ronnie se pasó toda su vida alabando las cualidades a la batería de Vinnie Appice, no en vano le llegó a
denominar con el apodo de The Rocket Machine –del todo merecido,
desde luego-, y supongo que debió ser un duro golpe en la confianza y
estabilidad de nuestro querido elfo. En fin, la vida siguió y así hasta hoy. Lo
que pasa es que las personas acaban definiéndose cómo son más con sus propias
decisiones que con lo que pretenden decir sobre ellas mismas. Cuando alguien es
capaz de vestirse por los pies aunque vengan mal dadas, es de reconocer y
agradecer. Por estos motivos, entre otros -y aunque siempre voy a adorar a un músico
como Vinnie Appice-, no puedo
por menos que sospechar de los posibles segundos motivos que le lleven a formar
parte de este último homenaje a la figura del tipo al que dejó tirado a los tres
conciertos de su gira hace ahora veintidós años. Ya ves, para algunos el tiempo
a veces no es lineal y tienes presente como si hubiese sido ayer algo que pasó
hace más de veinte años.
Dio vuelve a actuar en
directo; bueno, en realidad lo hace como una figura generada por ordenador. El
asunto en cuestión recibe la denominación de holograma y, como os podéis
imaginar, suscita un abultado número de opiniones y prejuicios. El estreno de
esta peculiar idea se produjo hace poco más de un año en el famoso festival de Wacken. Ante la imponente presencia de unas ochenta mil almas en el fastuoso escenario
alemán volvió a reinar la inmortal música de nuestro músico favorito. Parece
ser que la descabellada idea ha seguido adelante y ahora se lanzan a la
aventura de una gira que promete ser mundial. Veremos.
Dio Disciples en el Wacken con el holograma.
Parir
una ocurrencia de semejante calibre solo podía ser el resultado de las
elucubraciones de una cabeza como la de Wendy Galaxiola -akaWendy
Dio-. La intrépida ex viuda del añorado Ronnie, en una nueva vuelta
de rosca a la gallina de los huevos de oro, ha decidido ser la primera mánager
que es capaz de resucitar a un artista fallecido y llevarle de gira por los
escenarios de todo el mundo. Sobre esta mujer se pueden decir muchas cosas,
pero lo que está claro es que en muchos aspectos otra mujer de armas tomar como
es Sharon Osbourne se convierte en una dulce hermanita de la caridad a
su lado. La figura de Wendy resulta controvertida en cuanto escarbas un
poco en la superficie, no necesitas profundizar mucho. Fue esposa y mánager de Ronnie
durante prácticamente toda su carrera, se separaron hace unos años aunque
siguieron ligados profesionalmente y ahora es ella la encargada de hacer llegar
el legado musical de Dio a todos los mortales, por deseo expreso de
éste. Que Wendy es una mujer con las pelotas bien puestas no lo duda
nadie en este negocio, hay muchas situaciones y anécdotas que acreditan
sobradamente tal afirmación. Fue la que contestó públicamente al llorón de Vivian
Campbell cuando este tuvo la nada elegante ocurrencia de quejarse treinta
años después de que Dio no le quiso subir el sueldo cuando militaba en
sus filas y que por eso acabó fuera del grupo, un gesto muy feo por parte de un
tipo que le debe mucho a Ronnie y que se pasó esos treinta años poniéndole
a parir –bueno, hemos documentado suficientemente bien todo este affair
en reseñas anteriores–; nuestra querida heroína no tuvo problema alguno en
asumir públicamente la responsabilidad del despido de este elemento,
tranquilamente declaró a los medios que no fue Ronnie Dio quién despidió
a Campbell sino ella misma y que el motivo principal fue que el propio Vivian
exigió un aumento de sueldo. Con dos pelotas. Del triste e irritante perfil
pesetero de Vivian Campbell no vamos a volver a hablar ahora –no hay más
que echar un vistazo a su recorrido musical posterior a su estancia en Dio
para darse cuenta por uno mismo–, pero hay algo que tengo muy claro: si no
estás contento con las condiciones laborales que previamente acuerdas cuando te
contratan, no tienes más que hablarlo con tu jefe y si éste no te sube el
sueldo lo más digno es que dejes ese trabajo y te busques otro, en lugar de ir
por ahí lloriqueando y echando mierda en cuanto te ponen un micrófono delante.
Aunque
no todo es oscuro en el universo Wendy. Es de justicia tener presente
que la gestión que está realizando hasta ahora del legado artístico de Ronnie
James Dio se puede definir con una sola palabra: perfecta. Es de todos
sabido que, cuando se muere un artista, el mercado se inunda con doscientos
millones de recopilatorios y demás artefactos musicales de dudosísima enjundia.
El caso de Dio está siendo una excepción hasta ahora, toda la música que
ha salido al mercado desde que falleció hasta el día de hoy es de primerísima
calidad e interés; los directos publicados abarcan distintas grabaciones y
etapas del artista que no habían tenido representación en su discografía
oficial, amén de haber sabido dosificar dichas publicaciones para no saturar el
mercado. De este modo el resultado final es que todos los que apreciamos la
música del difunto Ronnie James Dio y que hemos quemado de tanto
escuchar los distintos piratas durante todos estos años ahora podemos disponer
de algunas de estas grabaciones con una producción y sonido adecuados… y está
por llegar la joya de la corona: las supuestas ideas que dejó pergeñadas Dio
de lo que iba a ser la segunda y tercera parte de la trilogía “Magica”.
Estas ya son palabras mayores y, en un alto porcentaje, se lo debemos a Wendy;
sí, la misma que al mes del fallecimiento de su ex pareja ya estaba vendiendo
camisetas conmemorativas de su muerte. De cualquier modo el tema Wendy da
para una entrada que tarde o temprano abordaremos en estas páginas.
Wendy Dio.
El
caso es que nuestra encantadora dama ha sido la cabeza pensante que se esconde
detrás del dichoso holograma. Con este invento se pone a la cabeza de todas las
variadas y múltiples triquiñuelas que se les han ido ocurriendo a todas
aquellas mentes pensantes del mundo del Rock que han dirigido sus
esfuerzos a intentar llevárselo crudo. Ahí tenemos a nuestros queridísimos Kiss,
que llevan varios años intentando colarles a los fans una nueva formación del
grupo original formada por cuatro contratados que se vistan y pinten como ellos
mientras la dupla Simmons/Stanley se queden al calor de las chimeneas de
sus respectivos hogares contando los ceros que suman las ganancias de las giras
de dichos contratados; todavía no han logrado convencer a sus seguidores para
que acepten a unos Kiss formados por sustitutos, pero todo se andará.
Curiosamente se les ha adelantado Rick Medlocke. El magnífico
guitarrista y cantante de los Blackfoot y actualmente comandando Lynyrd
Skynyrd, cansado de no obtener el reconocimiento y el éxito que en justicia
le correspondería con su buenísimo grupo, tras años después de disolver a la
formación, consiguió llevar esa idea a la práctica hace apenas unos pocos años:
hizo un casting, escogió a cuatro tipos jóvenes que tocan que te cagas y volvió
a reformar sus Blackfoot … sin estar él mismo en la nueva banda…y no le
ha salido mal del todo. Pero esto es otro tema que habrá que abordar en otro
momento. De cualquier modo, el caso es que con esta jugada del holograma
nuestra angelical Wendy pasa a colocarse a la cabeza en esta peculiar
clasificación del despropósito.
Blackfoot 2017: Rick Medlocke en la foto, pero no toca con ellos.
La
idea de una gira de Dio con una imagen animada suya programada por
ordenador mientras suena su voz en playback acompañando a una banda con
músicos reales que interpretan sus canciones en directo es, qué queréis que os
diga, algo bizarro. Tras la lógica desazón inicial de semejante despropósito,
si conseguimos hacer un ejercicio de abstracción propio de un monje tibetano cum
laude podemos observar distintas consideraciones. Lo cierto es que todo lo
demás está cuidado al detalle y orquestado con un evidente mimo y cariño hacia
la figura de Ronnie. Se ha contado con tres de los miembros de la última
formación original que acompañó al cantante en sus últimos años y que tras la
muerte de éste prosiguieron con el grupo tributo llamado Dio Disciples
–otro debate para otro momento–; el combo cuenta entre su filas con el batería Simon
Wright, el teclista Scott Warren y el guitarra Craig Goldy,
todos ellos ex miembros de Dio. Para cantar han tenido la consideración
de buscar, además de la voz enlatada de Ronnie, a los vocalistas Ripper
Owens y Oni Logan; un detalle muy importante y que dice mucho de la
importancia de abarcar la abultada gama vocal de la que hacía gala nuestro pequeño
y añorado elfo. En lo que respecta al repertorio se ha tenido especial cuidado
a la hora de seleccionar el setlist, un músico con la dilatada carrera
de Dio tiene en su haber un gran número de temas míticos y memorables,
por lo que seleccionar entre todos ellos es una cuestión de naturaleza
delicada. Podían haber cogido el camino fácil, lo que suelen hacer casi la
totalidad de los grupos tributo y currarse todos los grandes éxitos; pero no,
tanto Dio Disciples como la gira del holograma han sido capaces de
confeccionar un repertorio en el que están la mayoría de los clásicos que todo
el mundo quiere escuchar, mezclado con otros temas menos famosos aunque igual
de buenos o más que los clásicos. Y si a todo esto le añadimos una puesta en
escena cuidada con una pantalla proyectando imágenes alusivas a momentos y
vivencias de cada una de las canciones, la cosa tiene su aquel. Debo decir que
había algunas de las fotografías que se proyectaban que ni yo mismo conocía y,
os lo puedo asegurar, he visto muchas, pero que muchas fotos de nuestro pequeño
gran hombre. Todo este conglomerado de sensaciones te lo pone muy difícil a la
hora de formarte una opinión final sobre este esperpento. Una cosa tenía clara:
si tocaban en directo en España, no me lo perdía. Siempre conviene conocer al
enemigo.
Con
estas que un frío viernes del pasado Diciembre me monté en el coche y pusimos
rumbo a Santander para ver esta gira en vivo, en directo y en primera persona
–que mucha gente piensa que por ver una mierda de grabación en youtube ya
se ha enterado del directo de cualquier grupo-. Por otro lado la actuación
estaba programada en la sala Escenario Santander, probablemente la mejor
sala de conciertos de España; probablemente. El cruce de cables fue total, como
cabía imaginarse. Asistir a un show de estas características ya iba a ser algo
poco habitual de por sí, por lo que había que estar preparado para lo peor. Lo
primero que me llamó la atención es que, pese a ser una de las tres actuaciones
programadas en nuestro país, había bastante público; la música de Dio
sigue teniendo tirón, de lo que me alegro. Sonó la intro grabada que habían
extraído para la ocasión de la etapa de “Sacred Heart”, uno de esos
detalles cuidados con celo a los que me refería antes. Salieron los músicos
ocupando la batería y el teclista los laterales del escenario, dejando al
bajista Bjorm Englen y a Goldy en esos mismos laterales por
delante y reservando el centro de la escena a una pantalla destinada a
proyectar el holograma de Ronnie. Tras la intro sonó “King of Rock
n’Roll” como un cañón bajo la voz omnipresente pero grabada de Dio.
Acto seguido nos invadió otra intro, en este caso “E5150”, la misma que
daba paso a ese temazo de Black Sabbath que se llama “The Mob Rules”
y que cantó con su vozarrón habitual el vocalista Ripper Owens; normal
que Judas Priest contratasen los servicios de este tipo para suplir a Rob
Halford en los noventa, el amigo tiene una potencia y un chorro vocal
excepcional. Recuerdo cuando asistí al concierto de Judas con Ripper
en La Cubierta de Leganés hace ya un porrón de años, Owens nos
dejó con la boca abierta y los tímpanos descolocados a los que allí asistimos
mientras que todos sus detractores se quedaron en sus respectivas casas
perdiéndose semejante barbaridad. Pero volvamos al show de Dio
holograma, solo llevábamos unos escasos diez minutos de actuación y esta gente
nos estaba dejando claro que sabían de qué iba el asunto que se traían entre
manos. Comenzaron con el propio holograma interpretando “King of Rock
n’Roll”, que hacía que no la tocaba el propio Dio mil años, y le
siguió algo así como otro inicio con otra intro y “Mob rules”
presentando a la voz a Ripper Owens. El holograma como tal apareció en
tres de las canciones del repertorio; bueno, en realidad fueron cinco puesto
que “The Last In Line” se presentó a modo de medley junto a “Holy
diver” y “Heaven & Hell” incluyó en su parte intermedia el
clásico “Man on the silver mountian”. Esto de mezclar canciones e
intercalar fragmentos de las mismas era otra de las señas de identidad que
solían tener los conciertos del propio Dio. Por otro lado el holograma
en sí me resultó curioso, muy curioso. Todo lo que se ha hablado del susodicho,
toda la polémica generada, todos los adelantos informáticos y virtuales que
tenemos hoy en día…y el holograma en cuestión me pareció un poco chapucero.
Vamos a ver, se notaba que se habían dejado la pasta en el invento, la pantalla
era prácticamente a tamaño de persona normal, se movía y todo eso. El asunto es
que la figura parecía como de juguete, como una especie de dibujo; no sé, uno
está acostumbrado a ver en las pelis todas esas imágenes generadas de manera
virtual y, después de tanta polémica generada por resucitar para los escenarios
al artista, lo que te esperas es poder ver una imagen de máxima calidad de
dicho músico. En fin, no iba a cambiar mucho mi opinión si hubiese aparecido un
holograma de alguien que fuese como Dio en vida, pero es cierto que me
esperaba más calidad o nitidez; algo así como los efectos de 3D o una cosa por
el estilo.
Sigamos
con el concierto. Tras “Mob rules” siguió Ripper en el escenario
para volvernos locos con “Straight through the heart”, otra canción de
diez y que se marcó el amigo Owens de manera sobrada. Al acabar el tema
nos presentó a Oni Logan, el ya ex cantante de Lynch Mob –otra
vez– en un casi perfecto castellano anunció otra canción de Sabbath,
concretamente “I”. Los dos vocalistas demostraron sus perfectas
facultades, cada uno en su terreno: Logan con un matiz más clásico y
melódico, mientras que Ripper nos ponía los pelos de punta con el poderoso
chorro de su afilada voz. Desaparecieron ambos cantantes y de nuevo apareció el
cutre-holograma y la emotiva voz en off de Ronnie James Dio para
interpretar “The last in line” mezclado con “Holy diver”. Aquí
conviene reseñar otro punto a favor de la producción de este espectáculo, no
penséis que extrajeron la voz de Dio de sus clásicos de estudio y a
piñón fijo; nada de eso. No sé si la idea surgió de Wendy o del guitarra
Craig Goldy –un tipo que siempre ha mostrado admiración y respeto hacia Ronnie,
al que se suele referir como su maestro y del que jamás ha salido una crítica,
ni cuando había vacas gordas o flacas–, pero el caso es que se trabajaron las
líneas vocales pregrabadas de Dio para esta gira. La intro del concierto
estaba tomada de la que el grupo usó en la gira de presentación de “Sacred Heart”, la toma de “King of
Rock n’Roll” y del medley “Last in line”/”Holy diver” la extrajeron
del directo “Live In Philly 1986”. Esta grabación corresponde al directo
del Spectrum de Philadelphia que editaron en VHS por
aquellos años y que no vio la luz en audio hasta que en 2013 Wendy la
publicó en Cd. Recuerdo que en aquella gira del año 1985/86 presentaron el
disco “Sacred Heart” y Dio estaba en un momento de popularidad
álgido. Quisieron publicar el doble disco en directo que todos los grandes
grupos tienen en su haber, pero parece ser que la compañía no lo acabó de ver
claro y nos privaron de documentar esos años dorados de la trilogía “Holy
Diver”, “The Last In Line” y “Sacred heart” con el doble en vivo que
pedían a gritos. En su lugar publicaron el mini Lp “Intermission” que
también es una pasada, pero nos perdimos toda la grandeza y majestuosidad de
aquella gira y su repertorio con temas de hasta un cuarto de hora de duración.
Esto lo solucionó Wendy Dio publicando de manera póstuma este doble cd
en vivo. El caso es que de aquí tomaron las líneas vocales de estos dos
clásicos imperecederos del queridísimo Ronnie, además respetando el
interludio que une “Last in line” con “Holy diver” y que lleva una
delicada e inspiradísima línea vocal del tema “Children of the sea”. En
serio, pago gustoso para disfrutar en un concierto de este momento; incluso
prefiero que no haya ninguna marioneta artificial y que simplemente el grupo
interprete la música con la voz de Dio en primera persona.
Tim "Ripper" Owens.
Oni Logan.
El
concierto sigue con “Egypt”, otra pieza absolutamente única y especial.
Lamentablemente solo Ronnie era capaz de imprimirle ese empaque cuando
declamaba su melodía casi como si estuviese llorando. La versión de la gira fue
algo más corta y en la interpretación de Oni Logan se perdió por
completo la magia del final, hay cosas que no pueden ser y no pueden ser. Le
siguió inmediatamente “Tarot woman” con un Ripper Owens que abrió
la boca y nos volvió locos a todos, otra sorpresa con un intenso solo de Scott
Warren. Cuando metes en un concierto canciones como ésta automáticamente te
sales del establishment de los tributos y das un salto cualitativo. El
solo de guitarra de Craig Goldy me gustó bastante, es un músico que ha
mejorado en intensidad y en carácter musical mucho, en cuanto aparcó la moda
ochentera de correr por el mástil con escalas interminables y le añadió más
cuerpo e intensidad a su técnica también dio su propio salto de calidad. El
solo desembocó en “Catch the rainbow”, la belleza personificada, que a
su vez nos llevó a “Stargazer”, la intensidad personificada. Ambas
canciones de Rainbow, la primera la interpretó Logan con
solvencia, mientras que en “Stargazer” fue Ripper Owens el que
dejó el pabellón una vez más bien alto cuando encaró las notas más difíciles
dejando los coros y algún que otro fraseo a OniLogan. Después de
una bonita entrada de teclado ambos cantantes siguieron con “Mystery”,
un tema pegadizo que probablemente sea lo más comercial que haya hecho Dio en
su vida y que supuso otra agradable sorpresa en un repertorio elaborado con
mucho criterio. Pienso que la voz de esa canción le pegaba más a Oni,
así como la de “Stargazer” a Ripper, pero aun así no estuvo nada
mal.
Tras
esto nos empezamos a acercar a la parte final del concierto. Comenzaron a sonar
los primeros acordes de “Heaven & Hell” y de nuevo volvió la voz
grabada del maestro así como el cochambroso holograma. Esta versión incluyó el
solo de batería de Simon Wright, que me pareció igual de simple e
insulso que siempre pese a seguir incluyendo el “Overture 1812” que
inmortalizó Cozy Powell (DEP), y el interludio de “Man on the silver
mountain”. Dos de las canciones más significativas de toda la carrera de Dio
que se juntaban y nos recordaban de nuevo lo grande que fue este hombre. Aquí
le echas especialmente en falta cuando interpretaba en directo con sus
evidentes dotes de actor la tentación del Bien y el Mal que se
representaba en la parte casi final del tema, ese momento en el que la canción
frenaba y te llevaba con delicadeza ante la duda titubeante, suavemente,
constituyendo el clímax del propio tema antes de desembocar en el trepidante
final. Pero esto es marginal. También se han estrujado la materia gris a la
hora de seleccionar las líneas vocales y la estructura escogida para llevar
este “Heaven & Hell” al directo. En Santander, y supongo que al
igual que en el resto de la gira, el grupo montó una versión en la que
encabezaba precisamente esa lucha interna con el Bien y el Mal que
tan genuinamente llevaba al directo nuestro querido Ronnie; en este caso
se decantaron por el fragmento del “evil”, para acto seguido comenzar
con el estribillo y seguir con el inicio del tema original. Intercalaron “Man
on the silver mountain”, una de las canciones que no debería faltar jamás
en un homenaje a Dio o a Rainbow, y retomaron con la parte final
de H&H suprimiendo la parte rápida que solían interpretar los Sabbath
en los directos. Para seleccionar las voces de Ronnie en este medley no
se limitaron a coger una sola toma de voz, se nota que se han tomado la
molestia de seleccionar entre un compendio de discos y conciertos que dice
mucho y bueno del deseo de presentar al respetable un producto final elaborado
y que se salga de lo previsible. Lo dicho, más allá de que pongamos el grito en
el cielo con la idea, hay que reconocer el esfuerzo por la ingente labor de
realización musical que hay detrás.
La
música cesa, los músicos se dirigen al centro del escenario y saludan al público.
Vuelven de nuevo a asir sus instrumentos y finaliza el show con “Rainbow in
the dark”. Los tres vocalistas y el dichoso holograma hacen acto de
presencia y, cuando finaliza la canción, finaliza el concierto. Setenta y tres
minutos de actuación. Craig Goldy abandona inmediatamente la escena y se
marcha hacia los camerinos, mientras que Oni Logan y Ripper Owens se
quedan unos minutos saludando al público en la propia platea del recinto. El
público da por hecho que el grupo volverá a salir, pero la interpretación de “Rainbow
in the dark” tiene visos de haber sido el último tema tocado. Se encienden
las luces y el respetable empieza a quejarse por la corta duración del evento.
Como tengo la costumbre de hacer todo lo posible por no conocer el repertorio
del grupo que vaya a ver antes de la actuación, no puedo saber si es que han
acortado el setlist; pero tiene pinta de que esto es lo que tienen
preparado para la gira. En los días sucesivos confirmo estas sensaciones. Nunca
he entendido esto de las quejas si un concierto dura menos de 80 o 90 minutos,
¿en qué parte de la entrada se especifica lo que va a durar el espectáculo?
Está claro que la panacea es que un concierto sea muy bueno y muy largo, pero
tengo muy claro que prefiero mil veces antes un concierto corto e intenso que
otro largo aunque mediocre. Que un show sea algo memorable tiene que ver con
muchos factores, pero la duración nunca está en los primeros lugares de esa
lista; al menos así lo veo.
Craig Goldy y el holograma.
Le
tengo mucho respeto a Craig Goldy, es un tipo que ha demostrado a lo
largo de todos estos años ser un amigo fiel de Ronnie James Dio –de
hecho le sigue reconociendo como su mentor y sus palabras siempre son de
agradecimiento y respeto hacia el maestro- , es por eso que me sobraban las
justificaciones que adujo en los días previos a la gira. En esas recientes
declaraciones a los medios comentaba que hacían esto principalmente por y para
los fans, como un homenaje a su figura, una celebración de su música para todos
las fans que presenciaron en directo a Dio en su día y como un regalo
para aquellos que nunca pudieron disfrutar de él en directo. Incluso se ofreció
a responder personalmente a un enfurecido fan por todo este asunto del
holograma vía facebook, le expuso sus razones con un talante tan sincero
y conciliador que el propio fan iracundo supo reconocer el mérito de Goldy
pese a afirmar que su opinión hacia el holograma no había variado. De cualquier
modo seguro que las palabras de Craig Goldy son sinceras, pero no dejan
de ser justificaciones para poder montar una gira mundial que de otro modo no
creo que hubiesen podido hacer realidad.
Me
quedo con el final. Cuando bajó el telón de Santander y mientras el público
mostraba su disgusto por la duración del concierto, sonaba por el equipo de
ambiente la música enlatada de “This is your life”. Ese sí que fue el
final perfecto para esta aventura.