Bajo este sugerente título se encuentra una de las canciones más
interesantes de esta semi desconocida vocalista. Publicó un par de discos a
principios de los años noventa, otro más a principios del año dos mil y alguna
colaboración ya en el actual siglo; poco más, una pena. Su primer disco estuvo
auspiciado bajo la poderosa multinacional Warner
Bros, un trabajo de ese Pop que
se encontraba con el Rock más
comercial tan típico de aquellos años. Esta mujer consiguió que la Warner le permitiese componer sus
propias canciones para este trabajo, incluso aparece como la productora del
mismo. En aquellos maravillosos años para la música comercial norteamericana
llena de superproducciones, sesiones en lujosos estudios, atómicos vídeos
promocionales y macro campañas publicitarias, las grandes compañías de discos
lograban vender sin problemas millones de discos de un elevado número de los
artistas que apadrinaban. Eso sí, esta mujer además de sus composiciones nos
ofrecía su poderosa voz.
La canción que nos ocupa apareció en la banda sonora original de “Freejack”, aunque un año después
comandaba el segundo disco de la vocalista/instrumentista titulado “Here Not There”. La peli “Freejack” constituye uno de esos
artefactos imposibles tan habituales en esos años. Una historia futurista que
contaba con la interpretación de Mick
Jagger, otro cantante obsesionado con actuar en la gran pantalla y me temo
que con la misma falta de talento interpretativo que la mayoría de sus
compañeros al micrófono. Si la película era perfectamente olvidable la BSO no
le iba a la zaga. Las bandas sonoras ya son dignas de estudio per se por muchos motivos –sostengo la
teoría de que los encargados de seleccionar las canciones a incluir en las
mismas deben de ser chimpancés, definitivamente habrá que dedicarle a este
asunto otra entrada en otro momento–, pero es que está no hay por dónde
cogerla; juntar en un mismo disco a Ministry,
Scorpions, Little Feat o Jesus &
Mary Chain resulta cuanto menos curioso.
El asunto es que le tengo mucho cariño a este cassette por motivos
extra musicales y lo he seguido escuchando a lo largo de los años. Desde el
primer momento lo interesante llegó al inicio de la cara B con “Mona Lisa smile”; por cierto, pedazo
de título. De manera sigilosa aparece ante el oyente esta “sonrisa de Mona Lisa”, con una voz femenina que no
había escuchado hasta entonces, llena de carácter y de fuerza. Una producción
cruda, pero prestando atención a los pequeños matices. Toda la canción va
creciendo mientras te mira a la cara desafiante hasta llegar al agobiante e
inquietante final. Un gran tema que aportaba interés y sustancia a un disco tan
deliciosamente amorfo.
Jane Child: "Mona Lisa smile".