Encuentros HUSH.
Este es un sitio musical, no nos engañemos, pero en el que nos vamos a acercar a la música que nos gusta desde distintos ángulos, cual prisma. Como ya dijo el añorado Jon Lord: la música es la forma de arte más elevada que existe; afirmación que, pese a disfrutar de otras manifestaciones artísticas, sostengo plenamente.
Clube de Adictos a Deep Purple
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Púrpura Chess
This blog is basically a musical site. Here we talk about the music we like, using different angles. As dear and missed Jon Lord once said: “Music is the highest kind of Art that exists”. I think the same way too.
Ayer miércoles la capital madrileña recibía al grupo que diese
a conocer a Yngwie Malmsteen a nivel mundial. La sala Shoko,
ubicada en una de las zonas más céntricas, bonitas y de más fácil acceso de
Madrid, era la escogida para el show de la banda. Ante todo debo comentar que
las líneas que vienen a continuación no son una crónica de dicha actuación, ni
tienen la intención de serlo, ni nada por el estilo; simplemente son una serie
de consideraciones y sensaciones que el que esto escribe experimentó durante el
show y el considerable cruce de cables que supuso a todos los niveles, para
bien y para no tanto.
Conviene que nos pongamos en situación. Alcatrazz es el grupo
que montó Graham Bonnet a mediados de los años ochenta tras ser
sumarísimamente expulsado del combo de Michael Schenker. Sacó tres
discos en esos años que han pasado el test temporal con altísima nota, de hecho
los dos primeros son considerados como clásicos para muchos de nosotros. Se
separaron al no poder estabilizarse, los miembros salieron tarifando entre
ellos y todas esas cosas que le han pasado a infinidad de grupos de música.
Tras más de veinte años Bonnet decidió resucitar la mítica banda con otros
componentes entre los que se encontraba el magnífico guitarrista Howie Simon
para ofrecer algunas actuaciones de directo, por supuesto España no
incluída. El grupo entró en una fase Guadiana de aparición/desaparición hasta
que el milagro se obró y Graham consiguió encauzar su relacción con los
miembros de la formación clásica Jimmy Waldo al teclado y Gary Shea al
bajo, realmente con Waldo siguió manteniendo el contacto durante años
anteriores llegando a formar parte este último del grupazo Blackthorne que
puso en marchar Bob Kulick con el propio Bonnet a las voces.
Alcatrazz 84: G.Shea, J.Waldo, Y.Malmsteen, G.Bonnet y J.Uvena.
Alcatrazz 85: G.Shea, S.Vai, J.Waldo, G.Bonnet y J.Uvena.
Alcatrazz 86: J.Waldo, J.Uvena, G.Bonnet, D,Johnson y G.Shea.
Sacaron un disco de estudio, el interesante “Born Innocent” y
el directo “Parole Denied”. Al trío original le acompañaba en esta nueva
etapa el batería Mark Benquechea y el guitarra Conrado Pesinato. Éste
fue sustituído un par de años después por Joe Stump; elección lógica, ya
que Stump es un clon de Malmsteen. Poco duró la paz en el
paraíso, ya que poco después tanto Graham por un lado como el resto del
grupo por otro sacaban unos tristes y duros comunicados en los que venían a
decir que la formación se rompía y que la culpa era del otro bando; lo de
siempre. Por mi parte lo tuve claro en su momento y lo sigo teniendo claro a
día de hoy: yo soy de Graham Bonnet, el grupo lo montó él y él debería
tener la razón y el nombre. Discusión zanjada.
El resultado fue que Graham Bonnet ha seguido con su carrera en
solitario y además ha anunciado a Jeff Loomis como guitarrista de lo que parece ser se llamará Graham Bonnet's Alcatrazz. Por su parte los otros Alcatrazz llamaron a Doogie White para el puesto de
vocalista. El pasado año publicaron el disco “V”, un álbum muy bueno…
pero que no es Alcatrazz. Las personalísimas e imposibles líneas vocales
de Graham Bonnet ya no están; normal, nadie más puede cantarlas en su
tono original. White y Bonnet son amigos y el bueno de Doogie
poco menos que venera a Graham, como lo hace todo aquel que tenga orejas
que le funcionen, por lo que no creo que haya habido tensiones entre ellos a la
hora de ponerse el anterior al micro del grupo de este último; supongo que
hasta Doogie le comentaría a Graham el ofreciemiento cuando lo
recibió, de hecho no me extrañaría nada tratándose de un tipo tan íntegro y tan
especial como Doogie White. Luego tendremos unas palabras para este
cantante de la escuela clásica y con el coco perfectamente amueblado para
dedicarse a esto de tocar Hard Rock.
Alcatrazz 07: H.Simon, G.Bonnet, G.Sobel y T.Luce.
Alcatrazz 17: J.Waldo, G.Shea, G.Bonnet, J.Stump y M.Benquechea.
Alcatrazz 22: L.Paterson, J.Stump, D.White. G.Shea y J.Waldo.
Con estas me presenté este
pasado míercoles en la sala Shoko, dispuesto a presenciar un buen espectáculo
por parte de unos tipos curtidos en mil batallas y que saben a la perfección de
lo que va el asunto. Dicho asunto fue un cúmulo de situaciones descorcentantes
casi desde el minuto uno. En la propia entrada especificaba claramente los
horarios de actuación: Alcatrazz a las 20,00h y Girschool a las
21,30h. Me resultó curioso que en el fondo Alcatrazz fuesen los
teloneros de las Girlschool, pero no viene con ellos Graham Bonnet y
así está el patio hoy en día. Por mi parte, perfecto. Acaba antes el concierto
que me interesa y luego tienes más tiempo para tomarte algo en el post
concierto, parte de cualquier show casi tan importante como la actuación en sí
misma.
En fin, que situamos nuestras
orejas en el interior de la sala a las 19,55h, después del pre concierto en la
barra de los bares de los aledaños, y comienza la fiesta. En la sala estábamos
apenas una veintena de personas -sí, veintidós, me entretuve en contarlas- y el
panorama lo cierto es que era bastante desesperanzador. Extraño retraso de más
de diez minutos para una sala que se caracteriza por cumplir los horarios de
los conciertos de Rock, para otras cuestiones no lo sé ya que jamás he
pisado esta sala para cualquier otra cosa. Incluso Joe Stump se da una
vuelta por el foso para que un par de fans, el resto no sé siquiera si le
reconoció, se haga unas fotos con él. De pronto se enciende la máquina de humo
del escenario y se para la música. Bien, va a comenzar el show. Sin embargo
pasan los minutos y no sale nadie a escena, todo esto sin música sonando; raro,
raro. Una chica supongo de producción de los grupos se acerca al técnico de
sonido y le dice en inglés que salen en diez minutos; lo escuché porque estaba
al lado y porque éramos cuatro gatos en esos momentos. Pasados algo más de
cinco minutos suena un guitarrazo y sale a escena una de las Girlschool.
No me jodas. Tardo poco en comprender que va a haber que esperar algo más para
ver a Alcatrazz. Adelanta su actuación el clásico combo de chicas y
dejan a más de uno con un palmo de narices, incluído este humilde escriba. No
sé qué pasaría en el backstage, pero imagino que alguna tensión habría
para que a última hora cambiase el orden de actuación y Alcatrazz
cerrase la velada. El interés del que esto escribe por ver a Girlschool es
inexistente y, pese a reconocer su impronta y enjundia como banda, no tengo el
más mínimo interés en gastar una hora de mi vida en su actuación; para qué
vamos a andar con buenismos y estúpidos velos. Lo de tantas veces en nuestro
querido y a veces gris submundo musical. La falta de seriedad, incoherencia y
hasta la más pura incompetencia campan a sus anchas más de lo deseado si
hablamos de Rock duro. Compras una entrada, pagas el dinero que te piden
por ella, te organizas para poder cuadrar el evento, llegas al garito de turno
y te encuentras una chapuza tras otra.
Por supuesto trasladamos
nuestras bocas a la entrada para explicarle a los de la sala el inesperado
cambio en los horarios, que no hay intención alguna por nuestra parte de
presenciar el show de Girlschool y que nos dejen salir para seguir con
el pre concierto en el bar más próximo. Nos comentan amablemente que no se
puede, que podemos salir a la zona de fumadores a esperar si queremos. Ya entonces
nos vemos en la obligación de recordarles que son ellos los que están
incumpliendo el acuerdo implícito que estableces al comprar la entrada,
parvulario de Derecho, y es cuando el de seguridad nos dice que podemos
salir pero que al volver a entrar le busquemos. Le comento que no se debe
preocupar, puesto que poca gente más le va a solicitar lo que pedíamos
nosotros. Una hora y un par de copas después volvemos a la entrada de la sala
y, efectivamente, nuestro amigable seguridad cumple con su palabra y nos deja
pasar por otro lado para que no nos vuelvan a pedir la entrada. Agradecimientos
a este tipo tan amable, pero cuestionamiento de que, aunque ellos incumplan la
oferta que has decidido comprar y que se especifica de modo claro en la
entrada, parece como que te hagan el favor de permitirte salir en lugar de que
puedas hacerlo por derecho propio. En fin.
Accedemos de nuevo al
interior, pasando entre el personal que se encuentra fumando tras finalizar la
actuación de Girlschool, mientras suena la invetable música de fondo
para amenizar el lapsus entre los dos conciertos. Nada más ubicarnos, y todavía
con la susodicha música de ambiente, irrumpe en escena Doogie White
seguido del resto del grupo. Toma el micro central y, pisando el hilo musical y
al despistado técnico de sonido de la sala que rápidamente reacciona cortándola
de manera súbita, comienza el show de Alcatrazz. Lo primero que hace Doogie,
antes de que el grupo haga sonar sus instrumentos, es agradecer nuestra
presencia e indicar que se han despachado setenta y nueve entradas para este
concierto. Se pregunta en voz alta el bueno de White si solo hay este
número de gente en la capital que quiera disfrutar de una noche de Hard Rock
en directo. Con todos ustedes el señor Doogie White, directo y frontal,
sin contemplaciones ni medias tintas, genio y figura.
Acto seguido los músicos
comienzan a sacar música de sus instrumentos. La primera en sonar es “Grace
to God”. El sonido no es bueno, bastante saturado e impropio de una sala
que tiene buena acústica y en la que hay poquita gente. Será una constante
durante toda una actuación que nuestro hombre a los controles no supo arreglar
en ningún momento, tampoco parecía que le preocupase mucho realizar su difícil
trabajo con la calidad requerida por los músicos. Ya te puede estar saliendo el
concierto de tu vida, que si suenas mal el resultado final será pobre y tapará
tu interpretación, aunque sea sublime. De hecho el propio Doogie pasó
del retorno al quitarse sus auriculares ya en la segunda canción.
Alcatrazz: "Grace of God". Vídeo oficial.
El repertorio fue otra de
las sorpresas que nos tenía preparada la noche. Llevo escuchando los discos de Alcatrazz
durante toda mi vida, por lo que estoy familiarizado de sobra con su catálogo.
Esta noche, la formación que comandaba Doogie White tocó tan solo ¡tres!
temas de la discografía del grupo. Tres. Hay que reconocer que también
interpretó otros tres de su último disco. El resto del repertorio se completó
con canciones de discos de Michael Schenker y Rainbow en los que
participó Doogie. De este modo el set list quedaba con una mitad
de temas de Alcatrazz y la otra con versiones de otros grupos. Esto es
para cogerlo con alfileres. Si te llamas Alcatrazz lo suyo es que
defiendas tu nuevo disco en vivo y completes con el resto de tu catálogo. Tocar
solo tres temas de los discos clásicos resulta, como decirlo, de dudosa
enjundia. Ahora bien, cantar canciones de Graham Bonnet resulta misión
casi imposible para el resto de los mortales; seamos claros: el tono de Bonnet
es un regalo divino que posee solo el propio Graham y que resulta
imposible para el resto de sus semejantes. Solución: no te llames Alcatrazz.
Pero imagino que esto es marginal.
Pese a lo suicida de la
empresa, Doogie cantó bastante bien los tres temas de Graham y se
lució en la mayoría de los suyos. Ha perdido ese timbre tan característico y
especial con el que nos deslumbró hace veintisiete años cuando Ritchie
Blackmore le reclutó para el disco de su regreso a Rainbow titulado “Stranger
In Us All”, pero sigue teniendo una muy buena voz. Menuda joya de disco con
el que Ritchie volvió a demostrar quién era el auténtico Boss y
que al que esto suscribe le sigue resultando tan imprescindible, evocador y
mágico como el primer día. Por lo tanto, otro cruce de cables más. Vas a ver Alcatrazz
y casi no suena música de Alcatrazz… pero te tocan cosas del “Stranger
In Us All” interpretadas por su cantante original. Las escogidas fueron “Ariel”,
“Too late for tears” y “Wolf to the moon”; con esta última se abría
el disco y Ritchie nunca la llegó a tocar en directo completa, siempre
la unía antes del “Difficult to cure”, por lo que fue un completo placer
escucharla en vivo en su totalidad. Solo se enturbió por el cutre sonido que
nuestro entrañable técnico nos estaba regalando a todos los asistentes.
Doogie White no se amilanó
ante una sala medio vacía. Se vino arriba y tiró del resto del grupo,
volcándose en cada canción y sufriendo para sacar adelante las de Graham
Bonnet, pero demostrando que está capacitado para hacerlo con aprobado. Es
en estas salas y ante estas circunstancias donde un músico demuestra de qué
pasta está hecho y ahí Doogie hizo que nos quitáramos el sombrero.
Incluso se permitió el lujo de improvisar junto a un Joe Stump que hizo
lo que pudo por acompañarle. Sabemos que tocar bien no es fácil, pero
improvisar y que no acabes haciendo el ridículo solo está al alcance de unos
pocos escogidos. Seguro que este fue uno de los motivos por los que Blackmore
le seleccionó para sus reformados Rainbow allá por el lejano 1995.
Recuerdo muy bien el concierto que ofrecieron en el mítico Hammersmith
Odeon londinense durante su gira presentación. Era un frío tres de
Noviembre del noventa y cinco. Era mi primera vez con Rainbow yera
mi primera vez saliendo de España para asistir exclusivamente a un concierto en
directo; por supuesto la posibilidad de que Rainbow actuase en España
durante esa gira era inexistente. Con todos los miedos lógicos de un chaval que
se lanza a esa aventura y con el añorado descerebramiento que uno se gasta
cuando es muy joven decidí liarme la manta a la cabeza y meterme en uno de mis
odiados aviones. La experiencia no pudo resultar mejor: un concierto de Rainbow
que nos voló por completo la cabeza a los que decidimos asistir. Un Ritchie
Blackmore y su grupo perfectamente engrasados e inspirados nos desarmaron
por completo durante las dos horas y tres cuartos que estuvieron sobre las
tablas; sí, eso duró exactamente, lo tengo registrado para el recuerdo. Ritchie
y Doogie improvisaron como los ángeles durante temas como “Long live
Rock n’ Roll” o “Man on the silver mountain” y por momentos a través
de mi erizada piel y en mis humedecidos ojos aparecía la mítica secuencia del
binomio Blackmore/Dio haciendo magia en el vídeo del directo de Alemania
de la WDF del setenta y siete, pero esto es marginal. Y esta pasada
noche de Septiembre 22 un Doogie White que muestra en sus facciones y en
sus gestos lo dura que ha debido ser la vida con él en estos años, nos hacía
testigos del homenaje que le estaba haciendo a la música que ama y a los tres años
que tocó y compuso codo con codo junto al genio de las seis cuerdas que ha
iluminado la vida de muchos de nosotros y que responde al nombre de Ritchie
Blackmore. Demasiadas sensaciones encontradas para un único concierto.
Ya se acercaba el final de
la actuación y para el último tema, allí no hubo bis ni nada que se le
pareciese, Doogie dejó a un lado su micro y se puso a cantar a pecho
descubierto ante un respetable merecidamente entregado al vocalista. La canción
escogida no pudo ser más certera: “The temple of the king”. Sí, lo de
antes, tampoco es de Alcatrazz, pero para esos momentos ni falta que
hacía que lo fuese. La delicada balada que apareció en el primer disco de Rainbow,
sin duda una de sus canciones más emblemáticas, y que nunca había sido interpretada
en directo hasta aquella mágica gira del grupo del Arco Iris del noventa
y cinco era la escogida para cerrar una noche de sentimientos tan encontrados. Doogie
White consiguió sacar nuestras emociones a flor de piel y ni siquiera el
dichoso técnico de sonido dedosdepalo pudo joder el momento. El final
con un Doogie cantando a pelo y sin micro, demostrando la potencia de su
voz y pidiendo a la gente que tararease el estribillo mientras recordaba la figura de Ronnie James Dio a voz en grito, demostraba una vez más que este tipo musicalmente y seguro que en los demás ámbitos de su vida se viste por los pies. Ese delicado final puede que ya me siga
acompañando en un rinconcito de mi cabeza durante el resto de mis días.
Alcatrazz: "God blessed video". Vídeo oficial.
Rainbow: "Man on the silver mountain". Hammersmith 3.11.95. Bootleg. Pura magia la improvisación de la parte final.
“Voices of Rainbow” lo
hicimos enJapón. Para mí fue
también una manera de celebrar a Ronnie
Dio, ha sido una influencia tan grande en mi vida y siempre lo he sentido como
un gran amigo. Hice “Temple of the King”
como tributo a Ronnie, se podía escuchar
un alfiler caer, se podían escuchar las lágrimas cayendo al suelo. Ronnie había muerto hacía sólo seis
meses. Yo lo sentí y creo que la audiencia lo sintió así también.”.
“Mientras grabábamos con La Salle me enteré de que Bruce
se iba de IronMaiden y recibí una llamada preguntándome si estaría interesado en
ir a una audición. Les envié una cinta pero el puesto fue para Blaze Bailey, un tío excelente. Esto me
permitió hacer unas demos con Cozy
Powell y Neil Murray”.
“Creo
que Ritchie Blackmore es el mejor
guitarrista de su generación y que está extremadamente infravalorado por la
gran prensa internacional. Posiblemente sea como debe ser. Él es muy feliz
siendo un músico increíble, un gran compositor y le gusta poder vivir su vida
sentado en su jardín comiendo fruta”.
“Fui a cenar con Ritchie y me preguntó qué tipo de disco
quería hacer. Le dije que quería hacer un álbum que fuese una mezcla entre “Burn” y “Rainbow Rising”. Las grandes canciones del disco son “Black Masquerade”, “Ariel”, “Wolf To The
Moon”, “Hall Of The Mountain King”, “Hunting Humans” y entre ellas hay
algunas que son más Pop. Ideas que Ritchie quería explorar”.
“La gente me pide que cante
canciones en sus discos. Lo primero que hago siempre es escuchar las canciones
y ver si puedo aportar algo. Muchas veces he hecho cosas para gente porque me
gustaba el artista, otras veces es sólo un negocio. Aceptémoslo, soy como una
prostituta musical”.
Os presentamos
esta entrevista en profundidad que nos concedió en su momento el excelente
vocalista Doogie White. La
entrevista se realizó hace algún tiempo y, por motivos que no vienen al caso,
ha permanecido sin publicarse hasta estos días. Nuestro entrañable forajido
escocés nos cuenta unas cuantas historias de su impresionante bagaje musical – Doogie ha tocado y convivido con
músicos de la talla de Ritchie
Blackmore, Jon Lord, Yngwie Malmsteen o
Michael Schenker entre otros –, además de algunas jugosas anécdotas. Nuestro más sincero agradecimiento a Luis Delgado, que tan amable como siempre se prestó a traducir esta entrevista. Os
dejamos con Doogie White, uno de los
tíos más auténticos que pululan por el mundo del Rock, seguro.
- ¿En qué
momento descubriste que podías tocar e interpretar música y te interesó
hacerlo?
Comencé a cantar en la iglesia Clason Memorial de
Motherwell, mi pueblo natal. Iba a la iglesia desde muy pequeño, a la escuela
dominical y cantábamos salmos. Cuando me hice mayor empecé a ir a clases de
catequesis. Los sábados por la noche frecuentaba un club de jóvenes, el Kirk´s Youth
Fellowship, con mi mejor amigo, Kenny Johnstone. Allí
unos cuantos decidieron formar una banda, estaban el pequeño Kenny en la
batería, Kenny el mayor en los teclados, Greg a la guitarra y me preguntaron si me gustaría ser
el cantante. La banda no duró mucho, ensayamos cinco o seis veces, siempre
alguien tenía que ir a ver a la novia… Todas las cosas que siempre suceden con
ese tipo de bandas.
Pero ese fue el punto de inflexión para mí, pensé que me gustaba eso de
cantar, supe que esto sería una carrera para mí. He trabajado de muchas cosas: construyendo
autobuses, camiones, en los ferrocarriles, en varios sitios. Cantar siempre me
ha llenado mucho a nivel artístico.
- ¿Qué tipo de
música te ha marcado, ha tenido una importancia especial en tu desarrollo
artístico?
Recuerdo cuando iba al club que antes te mencioné. Ahí fue donde mi amigo
Kenny Johnstone comenzó a traer álbumes de Deep Purple, Genesis, Yes o
Emerson Lake and Palmer, porque era pianista. Fue entonces cuando escuché
por primera vez Deep Purple y ya nada fue igual para mí.
- ¿Tocas algún
otro instrumento musical? ¿Tienes algún tipo de formación o estudios clásicos o
eres más autodidacta?
Desde el principio he tocado
la guitarra, pero siempre había tíos alrededor que la podían tocar mejor que
yo, así que me dediqué a cantar; cosa que honestamente nunca me ha decepcionado.
A veces resulta algo más difícil, porque no puedes cambiar tus “cuerdas”, no
puedes cambiar las cuerdas vocales. Lo que tienes es lo que tienes, algunos
días funciona y otros no.
-¿Qué nos puedes
contar de tus primeras bandas? ¿Cuál fue el primer grupo del que formaste
parte?
Después del primer grupo con
Kenny Johnstone vino una banda llamada Tryxter, dónde tocaba el
tema “Starstruck” de Rainbow y creo recordar que algo de Whitesnake
también. Recuerdo que cantaba llevando zuecos y decían que me parecía a Brian
May. Luego empezamos a escribir nuestras propias canciones, alternándolas
con los covers que hacíamos. Estuve con ellos aproximadamente unos nueve meses.
-¿Cómo entraste
a formar parte de La Paz? ¿Podemos
considerarla como tu primera banda “profesional”?
Recuerdo que Chic
McSherry estaba formando una nueva banda, es un excelente guitarrista
escocés; los dos juntos formamos La Paz.
Me llevé a Alex Carmichael de Tryxter como bajista para este grupo.
Luego me involucré en La Salle. No sé qué pasó con esas grabaciones, no tengo idea de
dónde pueden estar. Grabamos el material en Bélgica.
-Grabasteis dos
discos, “Old Habits Die Hard” y “The Amy Tapes”. ¿Qué nos puedes
contar de esos tiempos?
Nos metimos a grabar en el estudio, usando el dinero
que ganábamos en los conciertos para financiar nuestros demos. Se nos acercaron
algunas compañías discográficas, la más renombrada fue Atlantic Records, que de hecho envió a alguien a Edimburgo para
vernos tocar.
La Paz: "The Amy Tapes". La Paz: "Old Habits Die Hard".
-He escuchado
samplers de algunas canciones en la página web. Debo decir que me gustan
bastante las melodías. ¿Quién se encargaba de la composición en el grupo?
Las canciones
estaban compuestas por Chic y por
mí. Recuerdo que escribimos en esos primeros tiempos más de veinte canciones
los dos juntos.
-¿Actuasteis
mucho en directo con la banda?
Tocamos bastante
por Escocia, también en lugares emblemáticos como el Marquee, y en festivales de paz. También recuerdo actuar en varias
bases militares americanas.
La Paz.
-¿Por qué se
acabó el grupo?
Estuvo bien pero,
como con todo, existe un tiempo límite con las bandas. Así que en 1988 o 1989
dejé el grupo y marché a Londres.
-Os habéis
vuelto a reunir últimamente, incluso tenéis conciertos anunciados y habéis
publicado un disco, “Granite”. ¿Qué
nos puedes contar del disco y de la reunión? ¿Quiere ser algo permanente o
puntual, por diversión?
Hace unos cuatro años, Tom Russell, el legendario DJ escocés, me pidió que fuera a Escocia
para hacer algunas canciones en acústico para una emisora de radio en la que
estaba trabajando. Invité a Chic conmigo
y tocamos delante de mil quinientas personas. A partir de ahí decidimos que
haríamos un álbum juntos, por lo que grabamos ese disco de La Paz. La discográfica lo llamó Doogie White & La Paz. El título del álbum es “Granite” y está disponible a través de
Metal Mind Productions, una
discográfica de Polonia. Hicimos lo mejor del set que tocábamos en directo y
tres canciones absolutamente nuevas que nadie había escuchado antes.
Doogie White & La Paz: "Granite". D.White & La Paz: "The Dark And The Light".
-Vamos a hablar
de tu estancia en la banda Midnight Blue.
¿Cómo se produjo tu ingreso en el grupo de Jem
Davis?
No recuerdo bien si fue en 1988 o en 1989, me fui a
Londres para unirme a Midnight Blue.
En el grupo estaba Alex Dickson, que
más tarde trabajaría con gente como Gun,
Robbie Williams o The Spice Girls,
un gran guitarrista que se alejó del metal por alguna razón; otro miembro era Jem Davis, que tocó con UFO y FM. Otra vez, era una buena banda, pero con un tiempo de vida
limitado. Las discográficas vinieron a vernos, pero creo que llegamos seis
meses tarde. Nuestra competencia eran The
Almighty, Gun, Choir Boys y Thunder.
Todas bandas de Rock británicas muy
respetadas.
-Grabasteis el disco
“Take The Money And Run”, que
editasteis en Japón.
Lo cierto es
que, aunque las compañías de discos se interesaron en nosotros, no logramos un
contrato que nos diera margen para seguir creciendo.
-¿Cómo eran las
actuaciones del grupo en directo? ¿Qué repertorio hacíais? ¿Actuasteis mucho en
directo con Midnight Blue?
Bueno, lo
curioso del asunto es que al público le gustaban nuestros temas, de hecho,
cuando tocábamos con Chain la gente
nos pedía canciones de Midnight Blue,
pero no acabamos de despegar.
Midnight Blue: "Take The Money And Run".
-¿Por qué se
acabó el grupo?
Midnight Blue simplemente no consiguió el contrato
discográfico que necesitábamos, así que cuando Alex Dickson se unió a Gun,
ese fue el final. Buscamos a otro tío, que todavía es un buen amigo mío,
llamado Ashley Limer. Formamos una
banda llamada Chain.
-Chain era otro proyecto interesante. Te
asociaste nuevamente con Jem Davis.
¿Cómo se gestó y se formó el grupo? ¿Era un proyecto puntual o un grupo con
vocación de futuro?
Fue la sucesión lógica tras desistir con Midnight Blue. Tras la marcha de Alex a Gun reclutamos a Ashley
y le dimos forma a este nuevo proyecto, pienso que nos conseguimos juntarnos
unos músicos con calidad pero nos faltó apoyo discográfico.
-Grabasteis el
excelente “Eros Of Love And Destruction”.
Un disco con excelentes canciones y con mucha “chicha”. ¿Qué nos puedes decir
de este disco?
Escribimos un álbum y lo grabamos, por supuesto; una
especie de demo. No teníamos presupuesto para usar, por ejemplo, una batería de
verdad, por lo que grabamos con cajas de ritmo.
Chain: "Eros Of Love And Destruction".
-¿Llegasteis a
actuar en directo con el grupo?
Chain realizó unas diez presentaciones en
directo. Pero lo que ocurría era que la gente venía y quería escuchar los temas
de Midnight Blue, mientras que
nosotros no tocábamos ninguno de esos temas. Por este motivo, entre otros, aquello
se desmoronó.
-Después
grabaste un álbum con La Salle. ¿Qué
ha pasado con esas grabaciones?
Sí, luego me involucré en La Salle. No tengo ni idea de lo que pasó con esas grabaciones, no
sé donde puedan estar. Grabamos el material en Bélgica, pero no puedo decirte
más.
-Antes de entrar
en Rainbow, hiciste una prueba para
sustituir a Bruce Dickinson en Iron Maiden. Gracias a Dios no te
cogieron (y sí lo hizo Blackmore).
¿Qué nos puedes comentar de esa prueba? ¿Qué canciones interpretaste? ¿Tocaste
con la banda en el local o algo por el estilo?
Mientras
grabábamos en Bélgica con La Salle
me enteré de que Bruce se iba de Maiden y recibí una llamada
preguntándome si estaría interesado en ir a una audición. Les envié una cinta
pero el puesto fue para Blaze Bailey,
un tío excelente. Toda esta situación, sin embargo, me permitió hacer unas
demos con Cozy Powell y Neil Murray.
-Esta
colaboración con Neil y Cozy resulta muy interesante. ¿De qué
banda o proyecto se trataba? ¿Estaba Mario
Parga en el grupo?
Esa colaboración
se produjo tras la audición de Iron Maiden.
El hecho de no ser elegido me permitió hacer esas demos con Cozy Powell y Neil Murray. Nunca las he escuchado y no tengo ni idea de dónde
están. Neil es aún amigo mío, pero Cozy ha muerto y no sé dónde están las
demos, lo cierto es que ni siquiera recuerdo quién las grabó o dónde se
grabaron.
Ritchie Blackmore & Doogie White.
-Sabes
que somos un club de fans de Deep Purple
y, como te imagines, la figura de R. Blackmore
tiene un peso específico muy profundo dentro del club. ¿Desde cuándo conoces a Ritchie o su música, tanto en Rainbow, Purple o con sus anteriores
colaboraciones?
Como ya te comenté al principio de la entrevista fue
mi amigo Kenny Johnstone quien me
introdujo en la música de Deep Purple,
y el primer álbum que escuché fue el “Come
Taste The Band”, me encantó el trabajo vocal de Coverdale y Hughes; mi
hermano es cantante también, entre los dos los escuchábamos y los
disfrutábamos. El siguiente disco que trajo Kenny fue “Burn”. Nos
dijo: “Si os gustó el anterior, aquí está Burn”.
Eran también Coverdale y Hughes, pero el trabajo de la guitarra
era diferente. Cuando lo escuché pensé: “Ese tío toca con sabor”. Entonces nos
trajo el “Made In Japan”, este tenía
también un cantante diferente, Ian
Gillan. Fue todo en un mes más o menos, ya que sólo nos reuníamos los
sábados por la noche. Es increíble la cantidad de música que puedes consumir
cuando eres tan joven. Yo era, y aún lo soy, un gran fan de David Bowie pero, cuando escuché esas
combinaciones Coverdale-Hughes y Blackmore-Gillan, me atraparon. Y por
supuesto mi amigo Kenny Johnstone,
como era batería, era un gran fanático de Paicey.
- ¿Qué
significa para ti Ritchie Blackmore
como músico? ¿Qué papel crees que tiene dentro del Rock?
Creo
que es el mejor guitarrista de su generación y que está extremadamente
infravalorado por la gran prensa internacional. Posiblemente sea como debe ser,
pues supongo que tendría muchos problemas lidiando con el tipo de celebridades
en que la prensa convierte a estos músicos. Él es muy feliz siendo un músico
increíble, un gran compositor y le gusta poder vivir su vida sentado en su
jardín comiendo fruta.
- ¿Cómo
acabaste formando parte de Rainbow?
¿En qué momento ingresaste dentro del grupo? ¿Qué temas interpretaste en la
prueba para la banda?
Estoy seguro de que sabes cómo conseguí entrar en Rainbow, pero te lo voy a contar.
Cuando Joe Lynn Turner estaba en la
banda, en Deep Purple, yo le pasé
una cinta a Colin Hart y este se la
dio a Ritchie. Él y Candice la escucharon y ambos sintieron
que había algo especial en la voz. Ritchie
me llamó, así sin más, preguntándome si me gustaría ir a verle y probar para Rainbow. Y eso fue lo que hice, volé
hasta Long Island con Air India,
llegué a la sala de ensayos y tocamos “Mistreated”,
“Man On The Silver Mountain”, algunas canciones de los Beatles y algo de Jeff Beck
que no me sabía y tuve que inventármelo. Se suponía que yo iba a estar con
ellos durante cuatro días para que pudieran juzgarme como cantante y como
persona, pero terminamos trabajando juntos en algunas ideas durante toda una
semana, algunas de las cuales están grabadas. Por si no conseguía el trabajo,
al menos tendría una cinta de Ritchie
y yo tocando juntos. Fue un momento muy emocionante.
-Se
rumoreó que, en un principio, el grupo se iba a llamar Rainbow Moon. ¿Qué hay de cierto en todo esto?
En cuanto a este rumor lo único que te puedo decir es
que creo que esa era la idea de Ritchie,
pero la discográfica dijo se negó, tenía que ser Ritchie Blackmore´s Rainbow. Y él aceptó.
Rainbow: "Stranger In Us All".
-
Grabasteis el disco “Stranger In Us All”.
¿Estaba el disco compuesto cuando llegaste o colaboraste en la composición?
Todas las canciones que aparecen en el disco fueron
escritas específicamente. No se escogió material anterior.
- ¿Cómo
era el proceso compositivo con Ritchie
Blackmore? ¿Lo trabajabas con él o también participaba el resto de la banda
en el proceso? ¿Candice o los otros
miembros aportaban en la creación de los temas?
Fui a cenar con Ritchie
y me preguntó qué tipo de disco quería hacer. Le dije que quería hacer un álbum
que fuese una mezcla entre “Burn” y “Rainbow Rising”. Una buena elección.
Creo que nos comprometimos porque él quería tener otro single de éxito como los
que había tenido con Joe, el problema
es que no estaba leyendo el mercado. La radio estaba poniendo Grunge todo el tiempo y lo que
estábamos haciendo estaba lejos de este tipo de música. Algunas de las diferentes
ideas que grabamos las llamamos “Spring” y estaban en cassettes, eran ideas como “Ask God For That” o “The
Wrong Side Of The Morning”. Teníamos que grabarlas porque si no las grabábamos, se perdían. Él
quería un par de temas que fueran un poco comerciales y “radiables”, por eso
hay un par de ellas allí. Nos comprometimos a hacer eso. Y eso siempre ha sido
un poco una decepción, porque pienso que pudimos haber hecho más. Las grandes
canciones del disco son “Black
Masquerade”, “Ariel”, “Wolf To The Moon”, “In The Hall Of The Mountain King”,
“Hunting Humans” y entre ellas hay algunas que son más Pop. Ideas que Ritchie
quería explorar.
- Las
idas y venidas de músicos en los grupos de Ritchie
son legendarias. ¿Sabes si Ritchie
contactó con algún antiguo miembro de Rainbow
para incorporarlo a la banda? ¿Sabes si pensaron o ensayaron con algún otro
cantante en general antes de que llegaras tú?
No lo creo, pienso que Ritchie quería
sangra fresca para este álbum.
Rainbow
-
También es sabido que Ritchie suele
tocar el bajo en muchos de sus discos de estudio ¿Ocurrió lo mismo en Rainbow?
Cambiamos al bajista Rob DeMartini por Greg Smith
porque Ritchie le tomó antipatía, no
sé por qué. De cualquier manera Ritchie
hizo una elección adecuada, pues Greg es
un excelente bajista. De hecho, Ritchie tiene
fama de tocar el bajo en sus grabaciones y en esta no tuvo que hacerlo. Greg dio la talla, tanto vocalmente
como con el bajo. Es un tío muy majo también... ¡y tira muy bien las cañas!
- El
disco es fantástico, un agradable soplo de aire fresco. Para mi gusto lleva un
aire Rainbow Dio-Turner. “Wolf To The Moon” supone un inicio
perfecto, tal vez con el mejor solo de guitarra de Blackmore del disco ¿Qué te parece?
El título
original de esta canción era “Temptation”.
La melodía no cambió y la música tampoco, pero la letra tuvo que ser cambiada. Candice, como hizo con “Black Masquerade” y con “Ariel” quería unas letras más
poéticas. Fue un trabajo de tres, porque Pat
Regan y yo tuvimos que ajustar el ritmo para que se ajustara a la melodía
de la canción. Pero es una buena canción y aún la interpreto en mis conciertos
si tengo la posibilidad.
- La
canción “Too Late For Tears” me
parece la herencia de “Can´t Happen Here”
y el tema “Silence” la de “You Fool No
One”. Y por encima de todo son grandes temas. ¿Crees que Ritchie quería demostrar algo a la
gente con este disco y estos temas?
Yo creo que Ritchie
tiene un hábito. El solía decirme: “Tú conoces mi música mejor que yo mismo, si
ves que me estoy repitiendo, dímelo”. Así que en cuanto empezó a tocar “Too Late For Tears” le dije: “Eso
suena a “Can´t Happen Here” y
posiblemente a “All Night Long”
también”. Pero él dijo que eso era lo que era y que teníamos que hacerla. Y la
hicimos. Con respecto a “Silence”,
no tiene nada que ver con “You Fool No
One”, quizás la doble voz. La gente se queda con eso en lugar de escuchar
toda la sustancia.
-Las
composiciones son de lo mejor que había salido de Blackmore en muchos años. El álbum es muy homogéneo y compacto.
¿Qué opinión tienes a día de hoy del disco?
Pues aún pienso que es un álbum muy fuerte. Hace mucho
que no lo escucho, porque no suelo escuchar los discos que ya he hecho.
Prefiero escuchar los temas que estoy trabajando en este momento. Hace más de
cuatro años que no lo escucho, de hecho tuve que aprenderme algunos temas para
el Dvd “White Noise” que me pidieron
que hiciera.
-¿Cómo
recuerdas el proceso de grabación del álbum? ¿Alguna anécdota que nos quieras
contar?
Lo de las anécdotas de la grabación es un poco
difícil. Todo el proceso en sí fue una gran aventura. Estábamos tan aislados,
incluso jugábamos al fútbol en la casa cuando buscábamos inspiración. Y hacía
muchísimo frío, llegó a marcar menos cuarenta y nueve grados. Recuerdo que
caminaba del estudio al apartamento donde estaba viviendo y se me congelaban
las pestañas de andar cincuenta yardas. Hay muchas más cosas, pero lo dejamos
para otro día, de verdad. Nunca se podrán contar todas.
-¿Se
grabó todo el disco en estudios de grabación o usasteis también otros lugares
habilitados buscando la inspiración?
Se grabó
en los estudios Long View Farm, que
se construyó como un escenario de sonido para los Rolling Stones en su gira de regreso durante los años ochenta.
-Lo
primero que escuché del disco fue la versión del tema “Still I´m Sad” por la radio (grandes tiempos aquellos en los que
no estábamos saturados de información y cada novedad musical se esperaba con
ansia y se degustaba con ganas). Me pareció una estupenda elección. ¿Por qué
grabasteis esta versión del tema de Blackmore
con Dio?
En lo que se refiere a “Still I´m Sad”, fue culpa mía. Teníamos un metrónomo para marcar
el tiempo, algo que hacía “dikidikidikidiki”, y yo simplemente comencé a
cantarla. Antes de darme cuenta la banda se unió y se grabó, así fue
exactamente como ocurrió.
-Las
letras del disco tienen un aura misteriosa que siempre ha acompañado a Ritchie Blackmore. ¿Te atrae este tipo
de temática? ¿Compusiste las letras con colaboraciones?
Ritchie nunca toma parte en las letras.
Simplemente me sugirió que no debía escribir ninguna canción sobre
espiritualidad. No le gusta la palabra Dios
y no le gustan las referencias a ninguna religión en particular. No quería
letras que sonaran demasiado a Dio
tampoco. En lo que a mí respecta llevo muchos años utilizando este tipo de
letras, incluso tengo libros sobre esa temática. Siempre estoy escribiendo, anotando
cosas, que luego utilizo como bases para distintas canciones. Por otra parte “Ariel”, que se acerca más a sea
temática, fue escrita por Candice.
-Durante
tu estancia en Rainbow ¿hubo ofertas
para volver a reformar Deep Purple o
antiguas formaciones de Rainbow? ¿Te
comentó algo Ritchie al respecto?
No tengo ni idea. No sé si eso es cierto o si sólo son
imaginaciones de la gente. Nunca me hablaron de nada por el estilo y,
honestamente, sólo Ritchie podría
responder a esa pregunta. Ronnie ha
muerto, Cozy ha muerto y no sé si
alguno de los otros tíos ha recibido alguna propuesta, Daisley o Jimmy Bain. No
sé nada más del asunto.
-¿Volverías
a tocar con Ritchie Blackmore?
Por supuesto. Fue muy divertido y fue un gran viaje
musical. Y no importa lo que diga ahora, en ese momento él se lo estaba pasando
bien. Llegó un momento en que dejó de pasárselo bien y las razones de eso, otra
vez, sólo Ritchie puede decirlas; en
lo que a mí respecta no tengo ni idea. Yo simplemente estaba feliz de estar
allí, como frontman de la banda y con
el mejor guitarrista de su generación. Fue el momento más feliz de mi carrera
musical.
Rainbow: "Man on the silver mountian - Black Masquerade"Hammersmith. Londres. 3.11.95.
Atentos entre 6,33' - 7,45'. Grabación no oficial, solo para paladares preparados. Pura magia.
-El
pasado año se informó que Tony Carey y
tú estabais preparando una banda y se rumoreó que podría ser un tributo a Rainbow. ¿Qué pasó y qué hay de cierto
en todo esto? Joe Lynn Turner también
reactivó un grupo “tributo”, Over The
Rainbow, con ex miembros de Rainbow.
¿Había alguna relación con esta banda? ¿Qué opinión te merecen los grupos
tributo?
Tony Carey y yo nunca vamos a armar una banda de
tributo a Rainbow, eso es una
tontería. Lo que sucedió fue que el primer ministro de Rusia, Mevdev, es un gran fan de Ritchie, Deep Purple, y Rainbow;
él invitó en su inauguración a Tony
Carey y Bobby Rondinelli para
que montaran una banda. El propio Mevdev
había estado intentando que Ritchie
lo hiciera, pero Blackmore no lo iba
a hacer, así que consiguió a Yngwie
en su lugar. Yo estaba con Yngwie en
ese momento por lo que iba a ir a Rusia para hacerlo. Sólo fui invitado en
último momento y por Yngwie, porque Joe Lynn Turner era quien iba a cantar al
principio. Joe e Yngwie se reunieron para prepararlo pero, cuando tienes dos
músicos con personalidades tan fuertes trabajando juntos, eso nunca funciona.
Así que al final me llamaron a mí, a Bob
Daisley, Bobby Rondinelly y Tony
Carey; estuvimos intentando involucrar a Craig Goldy como guitarrista. En ese momento Medved decidió invitar a Glenn
para que hiciera algo similar, pero con material de Deep Purple. Esto significaba que Daisley no iba a tocar más de veinte minutos. Más tarde invitó a Graham Bonnet, pero Graham no podía, así que finalmente
invitó a Joe Lynn Turner. En el
momento en que Joe se involucró, se
adueñó del proyecto De ahí fue de donde salió “Over the Rainbow”, con Bobby,
Tony, Greg Smith y Jurgen. Eso
fue lo que sucedió. Así fue cómo surgió.
- Has
colaborado en infinidad de proyectos. ¿Qué le pides a un proyecto para
involucrarte cantando algo en él?
La gente me pide que cante canciones en sus álbumes y
que aparezca como artista invitado. Lo primero que hago siempre es escuchar las
canciones y ver si puedo aportar algo a las canciones o al álbum. Muchas veces
he hecho cosas para gente porque me gustaba el artista, otras veces es sólo un
negocio; es la manera que tengo de ganarme la vida y tener comida sobre la
mesa. No te involucras emocionalmente si participas en el proyecto de otro.
Simplemente trato de aportar lo mejor de mí, la mejor interpretación que el
dinero puedo comprar. Para hablarte de estos proyectos tengo que saltar un poco
hacia adelante y hacia atrás en el tiempo, ya que puede que haya grabado más
álbumes de los que haya vendido. Hago muchas sesiones con diferentes músicos
que me piden que cante con ello. Ese es mi trabajo.
Hago también publicidad para televisión. Puede que en
España hayáis visto el que hice para Burger
King con los vikingos. Cada uno de los sonidos que escuchan ahí soy yo
gritando, cantando y haciendo cosas. Yo soy el que lo hace todo, aunque aún no
lo he visto. He hecho radio también. Así que si alguien me llama y me dice:
“¿Quieres cantar en mi álbum?” lo primero que hago es oír el tema, para ver si
puedo aportarle algo. Y a veces es también la paga, que si es muy buena lo
hago, sea la canción buena o no. Aceptémoslo, soy como una prostituta musical.
-¿Hay alguna
anécdota curiosa que se haya producido directa o indirectamente por alguna de
tus colaboraciones?
No, no tengo anécdotas sobre mis colaboraciones. Me
envían el track aquí, grabo mi parte en
mi estudio y lo envío de vuelta. Muchas veces ni siquiera me encuentro
físicamente con ninguno de los artistas. Ya sabes, es la manera en que funciona
el mundo en estos días. Ya no nos reunimos para cantar “We are the world” en un gran estudio un día. Puede ser una
existencia un tanto solitaria algunas veces.
- Colaboraste
con Praying Mantis en el disco “The Journey Goes On” compartiendo voz
con John Sloman. ¿A qué se debió que
se usaran dos cantantes?
Colaboré conPraying Mantis durante dos semanas, me pidieron que fuera a Japón con ellos
puesto que su cantante se había marchado y no tenían a nadie. Lo hice durante
dos semanas, regresamos, hicimos un show final en Londres y eso fue todo con la
banda. Praying Mantis hicieron después el álbum “The Journey Goes On” con el cantante John Sloman. John ha sido uno de mis cantantes favoritos
desde hace muchísimo tiempo. Opino que es único, lo amas o lo odias, y yo lo
adoro; creo que tiene una magnifica voz. Por alguna razón John no pudo terminar el álbum y me pidieron que lo terminase yo.
Fue muy sencillo, llegar, cantar los temas que tenían escritos y listo. Lo hice
porque era algo así como una especie de reto entre John y yo… y sé quién ganó, jajaja.
Empire.
-Participaste
con el grupo Empire en su estupendo “Chasing Shadows” ¿Qué nos puedes
contar de este disco?
Con Empire
sucedió algo parecido que con Praying
Mantis. El álbum “Chasing Shadows”
está sin duda entre los cinco mejores discos que he hecho. Es fantástico,
escribí todo el álbum. Mi vecino y amigoNeil Murray me preguntó si me
interesaría salir de gira a hacer algunos festivales con ellos, pero no pude
hacerlo porque estaba trabajando con Yngwie
en ese momento. Entonces sugirieron escribir juntos un disco, para lo que les pedí
escuchar antes el material. Munkes
me envió algunas ideas y escribí sobre ellas. Envié mis ideas de vuelta a Munkes, armó las canciones a partir de
ellas, me las envió de vuelta y grabé las voces; Neil grabó su parte en Alemania mientras que Mike Terrana ya tenía grabadas sus partes. Todo se mezcló y se
editó muy rápido, en un mes o algo así. Estuvo grabado y listo en menos de ocho
semanas, hay que tener en cuenta que eso es muy rápido cuando no estás en una
banda todo el tiempo, no estás tocando ni ensayando con ellos de manera
habitual. Tristemente no se vendió tan bien como debía y nunca hemos tenido la
oportunidad de hacer otro.
-Has
formado parte de Tank. Vuestro
disco, “War Machine”, tiene ese
toque rockero clásico británico mezclado con tu gran habilidad para las
melodías. ¿Tuviste libertad creativa en la composición de este cd?
Después me pidieron hacer algunos festivales de verano
con “Tank”. La idea era tocar en
esos festivales y luego hacer un disco. Yo les pedí que primero escribiéramos
un par de canciones y viésemos si funcionaban, en base a eso decidiría. Así fue
como sucedió todo. Nos involucramos y de ahí salió un gran álbum, “War Machine”. Sin teclados y con un
sonido mucho más metálico, que era algo que llevaba tiempo queriendo hacer. Con
suerte me abrirá las puertas a que otra gente se interese en lo que hago. Estamos
preparando el segundo álbum ahora y habrá que ver cómo funciona. No se ha
podido conseguir un batería estable que trabaje para el grupo - vamos por el
quinto o sexto baterista ya -, veremos qué pasa.
Tank.
-También
has participado en discos como “Once And
Future King” de Gary Hughes, con
Billy Liesegang, Takayhosi Ohmura o Sebastien. ¿Hay algo que nos quieras
contar de estas colaboraciones? ¿Cómo contactaron contigo?
Hice esa grabación con Gary Hughes porque él me lo pidió. Y fue en esa sesión dónde decidí
que tendría mi propio estudio en casa, iba a gastar el dinero, comprar el Pro
Tools, comprar una MAC y organizarlo todo. Y es que de todo el dinero que
estaba ganando haciendo estas sesiones para otros músicos, estaba teniendo
muchas llamadas de músicos, más de la mitad se me iba en el alquiler de
estudios. Con el dinero de un par de sesiones podía montarme uno en casa y así
no tendría que conducir ni volar hasta cualquier lugar para pasar un día grabando.
Lo podría hacer en casa y eso sería perfecto para mí.
Tras Empire
colaboré con Billy Liesegang en el
album “Visual Surveillance of
Extremities”. El título viene de lo que tiene que hacer la gente que tiene
lepra: tienen que revisarse continuamente porque no tienen sensibilidad en los
dedos de las manos, de los pies o en los codos. Tienen que asegurarse de que no
estén dañados, pues sangran con mucha facilidad, por lo que tienen que hacer
esta “vigilancia visual de extremidades”. Billy
tenía todas las canciones escritas y yo sólo tuve que crear las melodías y las
letras sobre ellas. También creo que es un gran álbum. Tampoco seguimos con eso
más allá.
-¿Qué
nos puedes contar de tus colaboraciones en los discos tributo?Has participado en algunos tributos a bandas
como Whitesnake, Iron Maiden, Nazareth,
Tommy Bolin, Thin Lizzy o Slade.
Los hice porque no tenía dinero, así de simple. Me
preguntaron si lo haría y por supuesto dije que sí. Hice un par de tracks. La
industria de la música y específicamente la industria de la música Rock estaba en medio de una gran agitación
en ese momento, no se tenía una idea clara de hacia dónde ir. Por ese motivo hicimos
el álbum tributo a Iron Maiden y
vendió cincuenta mil copias… ¡es una cifra tan ridículamente alta! Para un
álbum tributo es increíble; quizás haya sido el hecho de tener a Paul Di´Anno o a Dennis Stratton, no lo sé. Yo lo hice por el dinero y porque logré
cantar buenas canciones también. Fue muy divertido.
-Dejo
para el final una de las colaboraciones que más me han impactado. Se trata de la
obra de Nicolo Kotzev, “Nostradamus”,
que me parece una obra maestra. ¿Qué te pareció el disco en general y tu papel
de narrador en particular?
“Nostradamus” es el proyecto personal de Nikolo Kotzev. Él nos dio distintos
papeles a cada uno de los cantantes, así que yo era el narrador. Mi idea era
averiguar tanto sobre Nostradamus
como pudiera para estar al nivel de la historia. Ronnie iba a ser el inquisidor, pero luego se retiró porque no
tenía suficiente tiempo para dedicarle; más tarde Bruce Dickinson iba a hacer el papel, pero también se retiró porque
se volvió a unir a Iron Maiden. Por
todos estos retrasos el proceso de grabación debió tener lugar entre 1999 y
2000. Al final lo grabó Jorn Lande,
quien reescribió su parte y además hizo un gran trabajo vocal. Fue interesante
trabajar así, quizás algún día se retome y lo vuelva a hacer.
Doogie White con Rata Blanca.
- Has
grabado con Rata Blanca la versión
inglesa de “El Reino Olvidado” (muy
en la onda Rainbow). ¿Qué opinas de
estos discos y de tu participación en ellos?
Hice la versión
inglesa del álbum de Rata Blanca. Ainhoa Prieto tradujo las canciones
literalmente y luego mi trabajo fue darles un poco de sentido, porque el
español no se traduce con el mismo sentido al inglés; el español es un idioma
mucho más colorido. Así que tuve que esculpir cada canción para que encajara
con la melodía y con la frase, como lo había hecho Rata Blanca. De ahí me fui a Buenos Aires por dos semanas y
grabamos al álbum allí. Y luego estuve un mes e hicimos cinco shows. Fue muy
divertido. Me encanta Buenos Aires.
-¿Cómo
se fraguó tu participación con el grupo Demon’s
Eye?
Demon´s Eye me hizo una llamada telefónica un
domingo por la mañana diciéndome que Glenn
Hughes estaba enfermo, que si podía ir a cantar y me preguntaron si me
sabía algunas canciones del Mark II
y Mark III de Deep Purple. Así que me monté en un avión y fui. Estuvimos tocando
tres horas sin ensayo previo. Después de esto he estado haciendo un par de conciertos
al año en los últimos tres años, los chicos son geniales, músicos excepcionales
y nos lo pasamos muy bien.
-El
disco que grabaste con Demon´s Eye,
titulado “The Stranger Within”,me encanta. Lo considero un soberbio
homenaje al legado Púrpura y con composiciones e interpretaciones de gran
calidad. ¿Participaste en la composición del mismo?
Tras los conciertos me preguntaron si estaría interesado en hacer un
álbum con ellos. Por
este motivo, mientras estaba
en Buenos Aires con Rata Blanca,
empecé a escribir el álbum de Demon´s
Eye. Me había llevado la música conmigo, pero cuando regresé me di cuenta
de que me había dejado la grabadora y las cintas en el hotel, así que hay una
versión completamente diferente del álbum en una habitación de hotel en el
medio de Buenos Aires. Tuve que empezar todo de nuevo de cero. El disco de Demon´s Eye está también entre mis cinco
mejores álbumes, es genial. Sabes, no puedo incluir en esta lista los álbumes
en los que sólo participo grabando. Cuando compones con el grupo, cuando sales
de gira, cuando tocas con el grupo, eres parte del grupo. Cuando sólo grabas,
eres un músico de sesión. Sin faltarle el respeto al álbum de Yngwie Malmsteen o al de Rata Blanca, necesito tener la
posibilidad de escribir la melodía y las letras, darles mi visión, para poder
considerarlo uno de los míos allá arriba, con los mejores que he hecho.
Demon's Eye: "The Stranger Within".
-Participaste
en unos conciertos en Japón con Joe Lynn
Turner y Graham Bonnet en la
mini gira “The Voices Of Rainbow”.
¿De quién surgió la idea de montar estos conciertos? ¿Cómo fue tu relación con Joe Lynn y Graham? ¿Hay posibilidades
de que se repitan estos conciertos en Europa?
Los promotores japoneses llegaron con una idea llamada
“The Voices of Rainbow”, se trataba
de Graham, Joe y yo. Recuerdo que
les dije que el proyecto no se podía llamar “Las voces de Rainbow”, eran algunas voces de Rainbow, pero faltaba la principal - eso depende de la opinión de
cada cual, supongo -, por lo que a mí respecta sin Ronnie no se podía llamar así. Así que lo llamamos “Voices of Rainbow”. Fuimos a Japón y
tocamos esas canciones maravillosas. Los tres nos unimos y la pasamos bien. Para
mí fue también una manera de celebrar a Ronnie
Dio, ha sido una influencia tan grande en mi vida y un gran amigo porque, a
pesar de que sólo nos vimos media docena de veces, siempre lo sentí como un
gran amigo. Fue sin duda un gran hombre.
El espectáculo consistió en que Joe cantó sus canciones, Graham
cantó sus canciones y Doogie cantó
sus canciones. También hice “Temple of
the King” como una especie de tributo a Ronnie, se podía escuchar un alfiler caer, se podían escuchar las
lágrimas cayendo al suelo; parece mentira que, con todo lo reservados que son
los japoneses, incluso pude ver a algunos con lágrimas en los ojos. ¡Fue tan emocionante! Es
que todo estaba muy reciente, Ronnie había
muerto hacía sólo seis meses. Yo lo sentí y creo que la audiencia lo sintió así
también. Fue por eso que hicimos “Voices
of Rainbow”. No sé si volverá a ocurrir alguna otra vez. Pienso que fue una
buena idea, pero depende de que haya alguien interesado en armarlo otra vez. Y
de que nosotros tengamos tiempo en nuestros proyectos para hacerlo.
Voices Of Rainbow: Doogie White, Joe Lynn Turner y Graham Bonnet.
-Jon Lord, recemos para su pronta y
total recuperación, (N. de R: la entrevista se realizó días antes de su muerte)
te ha invitado a cantar en alguno de sus conciertos la canción “Child In Time”. ¿Qué sentiste cantando
“Child In Time” junto a uno de sus
creadores?
Me alegro de que menciones a Jon Lord, ¿qué se puede decir de él que ya no se haya dicho? Jon es un hombre tan maravilloso, un
músico tan extraordinario y tiene un aire de serenidad a su alrededor tan
grande. Fue absolutamente brillante poder trabajar con él. El teléfono sonó:
¿Puedes hacer esto? Fue un momento muy bello, con un hombre maravilloso y
cantando sus magníficas canciones. Ojala podamos repetirlo. Tocamos en Bulgaria
y fue fantástico. Fue muy diferente para mí y me encantó. Tocamos solamente
tres veces juntos, pero esos tres han sido los mejores conciertos en los que he
participado; fue simplemente mágico. Y espero que algún momento tenga la
oportunidad de trabajar con él otra vez. Eso sería lo más importante. Que podamos
hacerlo de nuevo juntos. Eso me haría un hombre muy feliz. Y le deseo lo mejor
con su tratamiento y que tenga una vida larga y feliz, pues él se la merece.
Doogie White y Jon Lord.
- ¿Cómo surgió
la posibilidad de fichar por la banda de Yngwie
Malmsteen? ¿Os conocíais de antes?
Otro guitarrista fantástico, un genio. Es
un hombre muy inteligente y muy trabajador. Tengo un gran respeto por Yngwie. Recibí una llamada telefónica de su
manager preguntándome si podía salir de gira con él, pero en ese momento
acababa de salir de una operación y no fue posible. Así que no fue hasta
septiembre de 2001 que nos unimos en los ensayos y comenzamos a trabajar.
Comenzamos en Sudamérica y fue maravilloso poder regresar allí.
- ¿Conocías la
música de Yngwie, su estancia en Alcatrazz? ¿Te gustaba?
No estaba
realmente familiarizado con el trabajo de Yngwie,
ni con Alcatrazz, ni con su banda
solista, así que solo conocía las canciones que estaban incluidas en el set.
-Grabaste “Attack”. Cuéntanos tu impresión sobre
el mismo. ¿Colaborabais en la composición con Yngwie o era más una cuestión de arreglos? ¿Cómo era la cuestión
compositiva en la banda?
Respecto al
álbum “Attack”, déjame decirte que Yngwie siempre lo escribe todo.
Recuerdo que llegaba desde mi hotel en la playa, en plena costa de Miami, y me
encontraba a Yngwie escribiendo la
letra de la canción que haríamos ese día, grabábamos y luego algunas veces nos
íbamos a jugar tenis. Yngwie es un
músico que dice a todos qué y cómo tocar. Esa es su manera de trabajar y hay
que respetarla.
-Hay una canción
que me gusta especialmente, “Touch The
Sky”. ¿Nos puedes contar algo sobre esa canción o sobre alguna otra del
disco?
No sé de qué
canción me hablas, nunca la he oído (N de R. Aparece como tema extra en la
edición japonesa del disco y es una de las mejoras canciones del mismo). Me
gustaría dedicarle un tiempo y repasar toda su discografía, pero para eso se
necesita tanto tiempo que no he podido hacerlo.
Doogie White con Yngwie Malmsteen.
- ¿Cómo se
elaboraban los setlist con Yngwie?
¿Participabais en la selección u os limitabais a ensayar lo que Malmsteen elegía?
Yngwie escogía las canciones, preparaba el setlist y ya está.
-¿Estás
familiarizado con el catálogo clásico de Malmsteen?
Discos como “Trilogy”, “Odyssey” o “Marching Out”, que son muy apreciados
por los fans, contaban con poca representación en los directos. ¿Por qué crees
que esto era así?
En realidad solo
conozco las canciones que me tuve que aprender para los conciertos, ni siquiera
conocía los discos anteriores.
-¿Cómo eran los
ensayos con la banda de Yngwie?
¿Tocabais alguna canción de la saga Purple
que no interpretarais en los conciertos?
Cada uno tenía
que hacer su parte, cuando interpretas las canciones de otra persona, tienes
que hacerlo de la manera en que fueron concebidas. Yngwie había tocada esas canciones mil veces y esperaba que todos
pudieran tocarlas a su misma velocidad. En realidad ensayamos tres o cuatro
días y a la carretera.
- Os fui a ver a
la actuación que ofrecisteis en Madrid en marzo de 2003 (sala Macumba). Malmsteen estuvo tan poderoso como se esperaba de él. Me gustó
mucho tu interpretación pero me pareciste por momentos algo distante ¿Tienes
algún recuerdo de esa actuación?
No estoy muy
seguro de lo que cuentas del concierto en Madrid. Recuerdo el concierto, pero
cuando haces nueve conciertos seguidos,
tiendes a unirlos todos en un solo recuerdo. Recuerdo el show de Barcelona porque
nos fuimos a jugar a los bolos, eso es algo diferente a estar sentados en un
autobús.
- Malmsteen participó en la gira G3 americana con Joe Satriani y Steve Vai.
Definitivamente, una gira espectacular. Tú no actuaste con la banda ¿A qué se
debió que el repertorio fuera instrumental? ¿Fue decisión de Yngwie?
No hay nada que
pueda contarte sobre el G3 en
América. No estaba allí.
-Coincidiste con
uno de sus bajistas, Mick Cervino,
que venía de colaborar en el proyecto medieval de Ritchie - Candice y
confeso seguidor de Blackmore y Purple. ¿Cómo te sentiste trabajando
con él en la banda de Yngwie? ¿Marca
o une haber trabajado con Blackmore?
Siempre me llevé
bien con Mick, es una persona
interesante y un gran bajista, con un peculiar sentido del humor; ya no le veo
y no hablamos, pero disfruté mucho trabajando con él. Solíamos salir a dar
largos paseos por las noches a resolver los problemas del universo.
Mick Cervino y Doogie White.
- El siguiente
disco fue “Unleash The Fury”. ¿Estás
contento con el resultado final del álbum?
La verdad es que
no puedo decirte gran cosa al respecto porque no lo recuerdo mucho. Ni siquiera
me acuerdo bien de las canciones, no sé muy bien qué decirte. Supongo que es un
buen álbum.
- Yngwie siempre ha tenido fama de ser
una persona “peculiar” y de trato complicado ¿Cómo fue tu relación, tanto
laboral como humana, con él?
En cuanto a
nuestras relaciones personales, siempre me llevé bien con él. Nos entendíamos
bien. Jugábamos juntosal tenis y nos
íbamos de copas juntos hasta que dejó de beber. Ya no lo hacemos.
-¿Qué es lo que
más disfrutaste de tu estancia en la banda de Malmsteen?
Sin duda lo que
más me gustó fue salir de gira, actuar en directo con la banda.
- Se ha
comentado que la influencia de Ritchie
Blackmore siempre ha estado presente en Yngwie (no solo musical, sino a nivel humano, espiritual y global).
¿Crees que Ritchie de alguna manera
ha sido el espejo o referencia en la que Yngwie
se ha fijado como músico o persona?
Lo cierto es que nunca vi ninguna
influencia en Yngwie de Ritchie. Nada. La manera de tocar es
totalmente diferente, ni siquiera similar; ambos tocan con Stratocaster y usan Marshall,
pero eso también los hacen muchísimos otros músicos. Muchas veces la gente dice
cosas sin pensarlas dos veces realmente.
- ¿Mantienes el
contacto con Yngwie? ¿Contemplas la
posibilidad de volver a tocar con él?
En estos momentos no tengo contrato con Yngwie. Él está trabajando con Tim Ripper Owens, otro cantante
fantástico a quién admiro mucho y que es un tío maravilloso. Aunque la verdad
es que Yngwie solo ha hecho un puñado
de shows desde que me fui, ha tocado en cinco años los mismos conciertos que
nosotros solíamos hacer en tres o seis meses. Ese es realmente Yngwie Malmsteen.
Doogie White: "Come taste the band". Del disco "As Yet Untittled".
Doogie White: "Time machine". Del disco "As Yet Untittled".