Encuentros HUSH.
Este es un sitio musical, no nos engañemos, pero en el que nos vamos a acercar a la música que nos gusta desde distintos ángulos, cual prisma. Como ya dijo el añorado Jon Lord: la música es la forma de arte más elevada que existe; afirmación que, pese a disfrutar de otras manifestaciones artísticas, sostengo plenamente.
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This blog is basically a musical site. Here we talk about the music we like, using different angles. As dear and missed Jon Lord once said: “Music is the highest kind of Art that exists”. I think the same way too.
En efecto, Brian May y Steve Vai juntos sobre el escenario. Ocurrió en el festival Leyendas de la Guitarra celebrado en el auditorio de La Cartuja de Sevilla el 15 de Octubre de 1991. Esa fue la primera vez que Brian May interpretó en directo su composición "Driven by you", publicada como single oficial apenas un mes después. La banda, de lujo: Cozy Powell tras los tambores, Neil Murray al bajo y Steve Vai haciéndote las rítmicas. ¿Qué más le puedes pedir a la vida?
Por increíble que parezca, este humilde blog ya tiene cuenta de instagram. Por si quieres echar un vistazo:
Hoy nos queremos volver a acordar de Brian May. El guitarra de Queen
y uno de los músicos más admirados por este humilde servidor publicó esta
bonita canción a finales de 1991, hace más de treinta años; Dios mío,
cómo pasa el tiempo. Fue el preámbulo para su primer disco en solitario postQueen, recordemos que ya había publicado a mediados de los ochenta el
mini lp "Starfleet Project" con invitados tan enjundiosos como
el mismísimo Eddie Van Halen. La muerte del inmortal y añorado Freddie
Mercury todavía estaba caliente cuando el bueno de Brian volvió a
asombrar al mundo con lo que sería su vuelta a la luz discográfica de la mano
del estupendo álbum "Back To The Light". Uno de esos discos
que transmite positividad y buenas energías en cuanto lo enciendes. "Driven
By You" fue el single de adelanto y salió justo al día siguiente del
fallecimiento de Freddie. Y Brian May lo volvió a hacer.
La canción es una preciosidad, un Hard Rock tan potente como
accesible y bien hecho. Con una melodía y unos arreglos tan efectivos como
inspirados, todo cabalgando bajo la prominente guitarra solista de May.
Una composición con el ADN clásico del músico británico y de los propios
Queen. Todas las señas de identidad estaban ahí, pero además había
conseguido dar una vuelta de rosca llevando la composición a un lugar personal separada del
propio catálogo del mítico grupo británico. Me enamoré de ella a la primera
escucha. Toda ella rezumaba la personal sensibilidad de Brian May, ese
toque entrañable que embellecía toda la música que siempre ha demostrado tener
en su cabeza este original guitarrista.
Que Brian May es un músico muy personal no lo duda ni el que
asó la manteca. Es de esos pocos que en cuanto lo escuchas le reconoces, de eso
no pueden presumir muchos intérpretes en este bendito mundo de la Música.
Este single resultó un éxito; nada que ver con el alcance de Queen, pero
ilusionante para lo que representaba el inicio de esta nueva etapa musical del
guitarrista. Por desgracia la cosa no llegó a cuajar en lo que a popularidad y
ventas se refiere, algo inexplicable. Arropado por una formación de lujo con la
base rítmica de Neil Murray al bajo y Cozy Powell a la batería,
aprovechamos para recordar al tristemente fallecido en accidente de tráfico Cozy
una vez más, la nueva propuesta de May tenía todos los ingredientes para
triunfar... pero no fue así. Lamentablemente se vio obligado a resucitar Queen,
primero con Paul Rodgers y en la actualidad con el concursante de un
programa de esos de cantantes Adam Lambert, pero eso ya es otro tema.
Recuerdo que en su día hubo gente que criticó este "Driven By
You". Como pasaba en Queen, toda la vida han salido detractores
estreñidos que con asqueroso desdén han ninguneado la obra de este grupo sin tener
ni puta idea de lo que hablaban la mayoría de las veces. Decían que si el tema
era comercial, fácil, hasta popero... si tan sencillo es, por qué no
compones algo parecido, pensaba cuando escuchaba semejante ristra de fútiles
argumentos. Estéril intentar razonar.
Cozy Powell y Brian May.
Además la letra es una preciosidad, directa, emotiva e inspirada. Te
permite hacerla tuya y dar distintos significados, otra cosa compleja y que no
está al alcance de cualquiera. Porque "Driven By You" puede
ser muchas cosas, pero desde luego es una canción de amor. Una declaración de
principios hacia alguien que representa mucho para ti; imagino que para Brian
May el propio Freddie Mercury, pero eso habría que preguntárselo al
propio interesado.
I'm holding on
to life with you
Beacuse life without
you just won't do it
Driven by you.
Me aferro a la
vida contigo
Porque la vida
sin ti simplemente no sirve
Conducido por
ti.
No se me ocurre declaración de amor más bella, sencilla, delicada y
profunda a la vez. Uno se estremece ante versos de este calibre, tan sencillos
como insondables y fuera de las ñoñerías sensibleras tan irritantes e
infumables con las que nos bombardean supuestos "compositores" que no
aportan nada. El texto de "Driven by you" te desarma, te lleva a otro lugar. Y a golpe de guitarra, como
debe ser para algunos de nosotros.
No sabes lo que tienes hasta que sientes que lo pierdes.
Hoy hace veinticuatro años y tres días que nos dejó para siempre Cozy Powell. Que el insigne y tristemente malogrado batería Colin Trevor
"Cozy" Powell -24 de Diciembre de 1947/5 de Abril de 1998- ha
sido y es uno de los músicos más reconocidos y carismáticos que ha dado nuestro
querido universo del Rock n' Roll es algo que no se le escapa a nadie.
Un excelente batería, poseedor de un sonido único que te permitía identificarlo
en cuanto le escuchabas y que fue capaz de traspasar el muro de sus tambores
para alcanzar una notoriedad propia de cantantes y guitarristas desde aquellos
añorados años setenta hasta la actualidad. No es que fuera mejor ni peor a la
hora de ejecutar con su batería, no se trata de eso aunque realmente fuese muy
bueno tocando su instrumento, sino que consiguió alcanzar unas cotas de
notoriedad y reconocimiento que generalmente estaban copadas por cantantes como
Ian Gillan, Robert Plant, Steven Tyler, Rod Stewart o Paul Rodgers,
por citar un puñado de los básicos de toda la vida, o guitarristas como Jeff
Beck, Eric Clapton, Jimmy Page o Ritchie Blackmore; de hecho el siempre
temible Man in Black llegó a asegurar públicamente una vez que el
músico con el que sentía que debía haber hecho más esfuerzo por mantener en sus
Rainbow siempre fue el bueno de Cozy... y eso es mucho decir si
viene de alguien tan arisco como Blackmore; el Blackmore de los
setenta/ochenta, claro.
A lo largo de su intensa vida Cozy Powell ha tocado con la flor
y nata del Rock duro mundial, puso sus baquetas al servicio de grandes
nombres como Jeff Beck, Black Sabbath, Rainbow, Whitesnake, EL&P, Peter
Green, Gary Moore, Brian May, Robert Plant, Michael Schenker, Jan Akkerman,
Graham Bonnet, Glenn Tipton... y así podríamos seguir hasta quedarnos sin
papel. Todo esto sin contar la gente para la que grabó sin aparecer en su día
en los créditos como músico de sesión y entre las que nos encontramos a grupos
y artistas del calibre de Jack Bruce, Cinderella y un largo etcétera.
Tanto antes como hoy en día resulta bastante habitual que los buenos músicos
sean reclamados para grabar en el estudio las partes de otros artistas famosos,
pero que no deben de ser tan buenos intérpretes como su fama les precede. Lo
hacen desde el anonimato mientras reciben su cheque por los servicios prestados
y por mantener su boca cerrada. Uno de los músicos que seguro debe tener unos
cuantos contratos firmados de semejante calibre debe ser nuestro entrañable Cozy.
Ya ves, un palmarés que solo alcanzan ese puñado de escogidos por el dedo
divino de la música.
Cozy Powell fue de los pocos baterías que en sus primeros años
consiguió meter canciones publicadas bajo su propio nombre en las listas de
éxitos; no se conformó nuestro hombre con tocar con los más grandes, también
tuvo tiempo para poner en marcha su propio grupo y grabar un puñado de singles
y discos en solitario, algunos de ellos alcanzando puestos importantes de las
listas inglesas de éxitos. Famoso y conocido por todo el que sienta algo por el
Hard Rock es su solo de batería, el que interpretaba en todas sus
actuaciones de directo -bueno, menos con EL&P-. Este solo, que se
estructuraba a partir de la clásica pieza de Pyotr Ilyich Tchaikovsky
titulada “1812 Overture”, es sin duda otra de las marcas de la casa de
nuestro querido aporreador. Apareció en su primer disco en solitario de estudio
titulado “Over The Top”, siendo el propio tema título. Más tarde le
añadió también un fragmento del tema “633 Squadron”, versión del tema
original de Ron Goodwin y que el propio Cozy publicó en su tercer disco en solitario “Octopuss”. Se trataba de una interpretación
electrizante en la que se sumaba la épica de la Música Clásica y la
potencia de su batería en un compendio que iba subiendo en intensidad hasta que
explotaba ante los atónitos ojos del espectador, uno de los puntos culminantes
de cualquiera de las actuaciones de los grupos de turno en los que militaba Powell.
Su personalidad debió ser también bastante interesante. Bromista
empedernido, capaz de rivalizar con el mismísimo Ritchie Blackmore en
esto de tocar los cojones con esas bromitas pesadas que le arruinan el día al
que las sufre, para sorna y regocijo del resto de observadores. Era un tipo que
vivió rápido y sin darle demasiadas vueltas a las cosas. Le gustaba conducir
coches de alta gama a toda velocidad, de hecho eso fue lo que acabó con su vida
de manera tan abrupta. Cuenta Graham Bonnet -un tipo con el que llegó a
hacer muy buenas migas, por otro lado normal por la forma de ser de ambos- que si querías ir en coche a un lugar y llegar antes que nadie
debías montarte en el vehículo de Cozy.
La unión de estos tipos en los años dorados de Rainbow está
trufada de situaciones tan atómicas como inverosímiles, propias de la imposible
convivencia de tipos tan creativos y extremos como Blackmore, Dio & Co.
El famoso featuring: Blackmore, Dio & Powell, un triunvirato
que nos ha llenado de felicidad y de música de esa de caviar ruso a los
millones de seguidores de la formación clásica de Rainbow que nos
repartimos por el mundo y que consideramos que lo que consiguieron crear estos
tres tipos no ha podido ser superado jamás. Pero esto es marginal. Curiosamente
parece ser que la relacción Ronnie Dio/Cozy Powell siempre fue bastante
tensa hasta llegar al extremo de que cuando Dio volvió con Black Sabbath
a principios de los noventa iba a ser con Cozy Powell, pero un accidente
de este le imposibilitó grabar con ellos en los tiempos previstos. Hablamos del
gran pero infravalorado disco "Dehumanizer" de los Sabbath.
Por lo visto, ante la imposibilidad de tocar de Cozy por haberse caído
de un caballo -qué demonios hacía Powell a lomos de un equino es algo que solo
debía de saber él mismo- hizo que se trastocasen los planes de grabación,
siendo el propio Ronnie el que propuso no esperar a Cozy y llamar
a Vinnie Appice; sí, el mismo Vinnie que años más tarde
traicionaría cochambrosamente al propio Dio que tantas veces se acordó
de él. También por una gira de reunión de Black Sabbath, esta vez con Ozzy
Osbourne y que documentamos en este otro artículo.
El caso es que varios años después Ritchie y Cozy
coincidieron en un festival en la localidad sueca de Esbjerg, hablamos de
1997 al final de la gira de reunión de Rainbow con Doogie White
al micro. Powell acompañaba en la batería a Peter Green y por lo
visto se toparon en el backstage los tres: Blackmore, White y Powell;
se tomaron algo, charlaron y parece ser que trataron el tema de LA REUNIÓN.
Lamentablemente se vio truncada para siempre por el fatal accidente
automovilístico que sufrió nuestro batería favorito. Conocemos estos datos
cortesía de Doogie White, un tipo íntegro que sufrió en sus carnes el
injustificado escarnio del entorno Blackmore's Night protagonizado por
unas declaraciones tan hirientes e innecesarias como fuera de contexto que
realizó la vocalista y mujer de Ritchie, Candice Night, y que
comentamos en esta otra entrada.
Rainbow 77: Tony Carey, Ronnie Dio, Ritchie Blackmore, Cozy Powell y Jimmy Bain. Magia pura.
En ese año 1998 parece que Cozy Powell se estaba viendo con una
mujer casada, imagino que tanto a Cozy como a otro buen número de
hombres que andan sueltos por el mundo poco les importa ese pequeño detalle
para entablar una relación más estrecha con la fémina de turno. Una lluviosa y
desapacible tarde Cozy recibió una llamada de la señora en cuestión, por
lo visto pidiéndole que acudiese con ella por cualquiera que fuese el motivo de
su situación con el que por entonces era su marido. Powell, como el
caballero que siempre fue, se sentó raudo en su Saab 9000 para estar al
lado de nuestra intrigante mujer en su momento de desazón. Todos hemos
conducido alguna vez bajo las inclemencias del tiempo, frío, lluvia, nieve o
niebla, a cuál peor. En estos casos el asunto de reducir la velocidad de
crucero es algo casi inherente al hecho de ponerse al volante de un vehículo.
Nada más alejado de la realidad de la lógica vital de un tipo como Cozy Powell.
Por supuesto puso su coche a mil, como de costumbre, mientras hablaba por
teléfono con su adúltera acompañante. Las inclemencias meteorológicas, la
excesiva velocidad de su vehículo y ese destino cruel que a veces buscamos sin
remedio hicieron el resto. En el momento en el que Cozy Powell se
estrelló contra una de las medianas de la autopista M4, cerca de Bristol,
iba hablando por teléfono mientras conducía a unas cien millas por hora.
Recibió un impacto brutal que acabó con su vida.
Sharon Reeve, la dama con la que Cozy mantenía el affair
sentimental, nos cuenta que llamó a nuestro batería favorito para pedirle que
fuese en su búsqueda. Llamó a Powell esa tarde a su teléfono móvil,
solicitando su inmediata presencia imaginamos por problemas conyugales. Le
pidió a este que acudiese con ella lo más rápidamente posible. Las residencias
de ambos se encontraban a unas 35 millas -unos 56 kms-. Cozy, que había
estado consumiendo alcohol durante esa misma tarde, se subió a su coche sin
dilación. Se puso al volante de su vehículo con la intención de recorrer la
distancia que separaba su casa en Woodlands St Mary, cerca de Hungerford,
Berkshire, del domicilio en el que su dama se encontraba en ese momento en la
localidad de Cardiff. Esa lluviosa tarde del cinco de Abril de 1998 el Saab
9000 hizo honor a su capacidad de correr en manos del músico que en más de
alguna ocasión había comentado públicamente que conducía igual que tocaba:
fuera de control.
La dichosa señora Reeve llamó de nuevo al móvil de Powell
a las ocho y media de la tarde para ver en qué parte del camino se encontraba,
consiguiendo hablar con él mientras conducía pese a que había ciertas
interferencias en la línea. Pudo entender que Cozy estaba teniendo
algunos problemas con la caja de cambios del vehículo, le comentaba Powell
que estaba conduciendo a unas 104 millas por hora -167 km hora- y esperaba que
el motor no se atascase. De pronto Cozy dejó de explicarse para decir
súbitamente: “oh, mierda”, sonaron a través del teléfono algo así como unos ruidos
violentos y acto seguido unos segundos de preocupante silencio. Desesperada,
volvió a intentar llamar al batería, pero ya no volvió a escuchar la voz de Cozy
Powell al otro lado de la línea. En ese momento se dio cuenta de que Cozy
habría sufrido un accidente y telefoneó a la policía para ponerla al tanto
de la desesperada situación. Powell impactó contra una mediana de la
carretera cerca de Bristol, debido al exceso de velocidad, a las condiciones
meteorológicas e imaginamos que a su estado tras la ingesta de alcohol. El
coche hizo un trompo mientras chocaba con la mediana. Powell salió
disparado del habitáculo del conductor cuando este dio una vuelta de campana
cayendo sobre el techo encima del propio Cozy, que falleció en el acto.
En el análisis que le realizaron posteriormente reflejaba una tasa de alcohol
en la sangre ligeramente superior a la permitida. Fue declarado muerto en el hospital de
Frenchay, en la localidad de Bristol unas horas después.
El oficial de policía Ian Carter casualmente conducía frente a Powell
cuando este perdió el control del vehículo. Circulaba por el otro sentido de la autopista en la que tuvo el fatal accidente Cozy. Se encontraba adelantando por el tercer carril cuando de pronto escuchó un fuerte ruido
sordo. Declaró que paró su coche en cuanto vio el accidente y fue a ver tanto
el estado del Saab 9000 como lo que les podría haber pasado a sus
ocupantes. Carter, que se encontraba fuera de servicio en esos momentos,
pensó en un primer momento que el coche podría haber colisionado desde el otro
lado de la autopista. Al acercarse el motor todavía estaba encendido y salía
humo del capó. Debajo se encontraba el cuerpo de un hombre, estando todavía
visibles su brazo y pierna izquierdos. Carter le intentó tomar el pulso,
pero el corazón de Cozy Powell había dejado de latir. Robert Nicholls,
comisario de policía que estuvo en el incidente, confirmó que Cozy Powell iba
conduciendo a gran velocidad, hablando por el teléfono y sin el cinturón de
seguridad abrochado. A la tasa de alcohol superior a la permitida se le pudo
sumar el problema que se detectó a posteriori en uno de los neumáticos
del coche, ya que parecía haber sufrido un pinchazo en los momentos previos al
accidente. Este enrevesado cúmulo de circunstancias tuvieron el fatal desenlace
que todos conocemos. La Sra Reeve, que estaba atravesando un proceso de
separación de su marido y había conocido a Cozy en uno de sus
conciertos, no quiso realizar declaraciones en ese momento.
En esos momentos Cozy Powell se encontraba trabajando en unas
grabaciones del guitarrista Peter Green, con el que estaba actuando en
directo por entonces. A la vez acababa de parar los ensayos para la gira que
iba a realizar con el guitarra sueco Ingwie Malmsteen debido a un
accidente que había sufrido con una moto. La fatalidad, los excesos y la
imprudencia hicieron el resto. Además de la música, la otra pasión de Cozy
Powell eran los coches y la velocidad. Había llegado a pilotar coches de
competición en los años setenta e incluso por un tiempo abandonó la música para
convertirse en piloto de Formula 3.
Si la señora Reeve no hubiese urgido la presencia inmediata de Cozy,
que había estado bebiendo y no se pensó dos veces el hecho de montarse a los
mandos de su vehículo, si el coche no hubiese sufrido un pinchazo, si no
hubiera hecho tan mal tiempo, si no... En fin. Que nos quedamos sin Cozy
Powell y ya está. Cincuenta años. Joven, muy joven, y con mucho recorrido
por delante que se truncó irremediablemente aquella asquerosa tarde de Abril.
Se rompió de manera
definitiva el featuring: Blackmore, Dio & Powell.
Siempre recordado. Colin
Trevor “Cozy” Powell, Descanse en Paz.
Rainbow: Munich 77. Cozy drum solo "1812 Overture".
Whitesnake: Ludwigshafen 83. Drum solo "633 Squadron"7 "1812 Overture".
Hoy
es un día perfecto para dedicarle unas cuantas líneas a ese irrepetible
cantante que ha puesto su voz al servicio de algunas de las canciones más
representativas de la música de los últimos cuarenta años y que responde al
nombre de Graham Bonnet. Nuestro
querido vocalista lleva un tiempo anunciando la publicación de su autobiografía
y parece que finalmente va a ver la luz en breve. A su vez está a punto de
publicar un nuevo disco en estudio con su actual grupo llamado “The Book”, un título que encaja
perfectamente con su esperado manuscrito personal. Pocas personas tienen más
cosas que contar que un Graham Bonnet
que ha tenido la suerte de codearse con músicos del panorama artístico tan
ilustres como Steve Vai, Michael
Schenker, Yngwie Malmsteen, Bee Gees, Cozy Powell, Don Airey, Roger Glover, Ray Fenwick,
Micky Moody, Jon Lord o Ritchie
Blackmore; casi na. La lista de
anécdotas y situaciones curiosas debe ser atómica. Y por si fuera poco en breve
volverá a visitar nuestro país para promocionar el lanzamiento de este nuevo
disco.
Graham Bonnet es un tipo con
una voz privilegiada, de esas de una entre un millón. Empezó su carrera a finales de los sesenta grabando diversos singles de clásicos y otras
canciones bajo el estilo propio que se llevaba en aquellos años; era la época
de los grupos vocales con melodías edulcoradas que triunfaban en las listas de
éxitos. El bueno de Graham incluso
consiguió colocar la canción “Only one
woman” en el número cinco de las listas inglesas en 1968 de la mano del
grupo TheMarbles, un combo vocal que lideraba junto a su primo Trevor Gordon. Dicho tema fue compuesto
por los Bee Gees, con los que Graham siguió trabajando
posteriormente. Por aquel entonces la relación de Bonnet con el Rock duro
era nula. Todo esto cambió allá por 1978 cuando Ritchie Blackmore, que buscaba vocalista para sustituir a Ronnie Dio en su arcoíris, escuchó la
portentosa voz de Graham en uno de
los singles de The Marbles. Lo fichó
para el grupo, grabaron “Down To Earth”
y el resto es historia. Incluso nuestro querido Bonnet tuvo que escucharse los discos del grupo porque no había
escuchado nada de Rainbow antes.
The Marbles: Graham Bonnet y Trevor Gordon.
Rainbow: Ritchie Blackmore, Cozy Powell, Roger Glover, Graham Bonnet y Don Airey.
Aunque
Graham Bonnet había llevado el pelo
algo largo años atrás, su imagen con pelo corto y chaqueta americana no casaba
en absoluto con la estética tan agobiantemente marcada del Hard Rock y Heavy Metal
de esos años. Sin problemas. En cuanto Bonnet
abrió la boca para cantar se disiparon todas las dudas. El chorro de voz que Graham posee es algo muy poco común
dentro del variado universo de la especie de los cantantes. Bonnet, además de disfrutar de un
increíble torrente vocal, es capaz de cantar en unos tonos muy elevados sin
apenas forzar el falsete; simplemente su voz empieza ahí arriba. El resultado
es un rango vocal fuera de serie junto con una potencia que asemeja a un fuerte
chorro de agua que sale a borbotones del manantial. En su día se comentó que Ronnie James Dio constituía el lirismo
y la fuerza de Rainbow mientras que Graham Bonnet representaba la potencia
desbocada. El propio Blackmore,
cuando le preguntaron por qué habían fichado a alguien que no venía del mundo
del Hard Rock como Bonnet, se limitó a responder que el
motivo era que podía cantar en mi agudo.
El problema de tener este rango vocal tan inhumano es que si pones el listón
demasiado alto desde el principio siempre te van a exigir más que a nadie. De
cantantes como Bob Dylan o Robert Plant seguro que nadie se queja
especialmente en la actualidad por sus capacidades vocales, mientras que
tenemos que estar aguantando siempre comparaciones y comentarios –a veces
incluso despectivos- de vocalistas como Rob
Halford, Ian Gillan o David
Coverdale. Me gustaría que Plant o Dylan tuviesen que cantar cosas como “Assault attack”, “Hiroshima mon alour” o “Love’s no friend”, veríamos qué
pasaba. Pero esto es marginal.
Pocos
músicos pueden presumir de haber grabado una trilogía como la que atesora Bonnet. Nuestro querido Graham puso la voz en el disco “Down To Earth” de Rainbow, “Assault Attack” de
MSG y “No Parole From Rock n Roll” de Alcatrazz. Hablamos de tres de los
discos más importantes del Rock de
los últimos cuarenta años y esto no es una cuestión baladí.
Actualmente ya se han superado muchos estereotipos
rancios en cuanto a la imagen y la vestimenta de los músicos de Rock duro, pero hubo un tiempo pasado
en el que este asunto era considerado casi como una religión y salirse de los
cánones de las vestimentas heavys se podía considerar anatema.
En este sentido el look de Graham Bonnet
rompía completamente los moldes –como su voz-. Graham vestía camisas de botones con corbata y americana pero sobre
todo… llevaba el pelo corto; esto ya eran palabras mayores para los heavys
ochenteros, los auténticos y genuinos con sus pantalones ajustados, su chupa
vaquera llena de parches y sus melenas al viento. Aquellos añorados años. La
imagen de Bonnet tenía mucha
relación con la de otro icono cinematográfico: el tristemente malogrado James Dean. Lo cierto es que Graham se identificaba bastante con esa
imagen de espíritu libre y rebelde de Dean,
de hecho le compuso la canción “Will you
be home tonight”, del disco “Disturbing
The Peace” de Alcatrazz, en su
honor y memoria.
Graham Bonnet. James Dean.
La cantidad de anécdotas que sufrió el bueno de Bonnet a este respecto seguro que tiene
algún apartado en su esperada autobiografía. Comenta Blackmore que cuando le ficharon para Rainbow le comentaron que su público esperaba de ellos una imagen
determinada y que el pelo largo era uno de los principales referentes. Parce
ser que Graham rehusó dejarse crecer
el pelo y siempre buscaba cualquier excusa peregrina para acudir al peluquero.
Una vez, según cuenta el propio Ritchie,
su personal intentó que Bonnet no se
cortase el pelo, por lo que no le dejaban nunca solo. Ante esta situación
nuestro querido Graham, en cualquier
hotel en medio de la gira, se metió en un momento dado dentro del baño mientras
sus compañeros le esperaban fuera. Al ver que no salía uno de ellos decidió ir a
buscarle y su sorpresa fue mayúscula cuando comprobó que Bonnet se había escapado por la ventana para ir a cortarse el dichoso
pelo que tanto debía agobiarle. Y lo más cachondo del asunto es que Graham Bonnet llevaba el pelo largo en sus inicios. Qué haríamos sin las estrafalarias historias de
nuestro querido Ritchie Blackmore.
El
anecdotario de Graham Bonnet al
respecto de los grupos y músicos con los que ha compartido escenarios es bastante
amplio. Son muy conocidos los problemas que tuvo en el pasado con el consumo de
alcohol. Durante el primer concierto que hizo con el grupo de Michael Schenker en Sheffield parece
ser que salió a escena en condiciones difíciles. El propio Bonnet recuerda que había estado bebiendo durante todo el día y
tuvo una fuerte disputa con Michael
antes del show. Por otro lado tenía unos apuntes de las letras de los temas en
el escenario y desaparecieron tras la primera canción. Pero no fue ese el peor
problema, en un momento determinado de la actuación se rompió la bragueta de su
pantalón y el bueno de Graham –que comenta
que no suele llevar ropa interior- le enseñó a las sorprendidas primeras filas
del público de Sheffield una parte de su anatomía bastante íntima; difícil
superar esto en tu primer día de trabajo frente a tu jefe. Tras estos incidentes
tuvo otra fuerte discusión al finalizar el concierto con el propio Michael –otro angelito- y fue expulsado del grupo, volviendo
nuevamente a la banda Gary Barden para
el concierto del Festival de Reading
que tenían tan solo un par de días después.
MSG: Chris Glenn. Graham Bonnet, Michael Schenker y Ted McKenna.
Graham Bonnet y Michael Schenker. 2015
Roger Glover solía bromear
con Blackmore comentando que Dios le
había dado un gran don a Graham Bonnet
–refiriéndose a su voz-, pero le había quitado todo lo demás. Muy cachondos
estos Rainbow. El propio Bonnet recuerda que las relaciones
personales dentro de Rainbow estaban
salpicadas de constantes bromas a cuál más pesada. Siempre se llevó
especialmente bien con Cozy Powell,
otro espíritu indómito como el suyo. Recuerda Bonnet que Cozy solía
correr mucho con los coches que conducía –desgraciadamente murió en un
accidente de tráfico al salirse de la mediana por exceso de velocidad en un
fatídico día de lluvia- y siempre que quería llegar pronto a un sitio sabía que
había que montarse en el coche del bueno de Cozy. De hecho uno de los motivos de su marcha de Rainbow fue que se desbandó esa
formación con la que estaba tan cómodo. El propio Ritchie, en uno de sus innumerables gestos angelicales, parece ser
que les fue diciendo a su entorno musical y de la industria discográfica que Graham Bonnet no era más que un
borracho y que no se podía trabajar con él. Imagino que Blackmore no fue capaz de asumir que se acababa de separar de un
cantante irremplazable.
Michael Schenker, Graham Bonnet y Cozy Powell.
Otras
anécdotas de las que ha hablado en estos años le han ocurrido con Yngwie Malmsteen. Recordemos que Malmsteen fue reclutado por Alcatrazz, el nuevo grupo que había
formado Bonnet tras su espantada de Michael Schenker, cuando Yngwie apenas era un tierno adolescente
que se había mudado a América a probar fortuna como guitarrista. Malmsteen duró un año escaso en la
banda, tiempo suficiente para grabar esa joya llamada “No Parole From Rock n Roll” y cimentar el propio legado de Alcatrazz. Lo cierto es que han pasado
un montón de años sin que vuelvan a colaborar juntos, imagino que será
complicado sobre todo por el tema de los egos con Malmsteen. Lo gracioso es que Bonnet
ha comentado en alguna ocasión que Yngwie
tiene el teléfono de Graham y le ha
llamado alguna vez a altas horas de la madrugada para preguntarle qué estaba
haciendo, a lo que nuestro querido Bonnet
le respondió que dormir. Grande Graham
Bonnet. Desde luego que va a resultar una lectura interesante todo lo que
decida contarnos Graham sobre su
dilatada carrera musical.
Alcatrazz: Yngwie Malmsteen, Jan Uvena, Jimmy Waldo, Graham Bonnet y Gary Shea.
El
recorrido musical de Graham Bonnet
ha sido de lo más variopinto durante todos estos largos años. Lo que está claro
es que siempre se ha rodeado de músicos, colaboradores y proyectos que han
asegurado un nivel de calidad muy elevado. Todavía recuerdo cuando se anunció
el super grupo Blackthorne –Bob Kulick, Graham Bonnet, Frankie Banali,
Chuck Wright y Jimmy Waldo- y
salió al mercado ese pedazo de trallazo titulado “Afterlife”, capaz de sacar a un muerto de su tumba. Ese proyecto
siempre me obsesionó: música con una base rítmica brutal, guitarras Hard Rock clásicas y poderosas, caña y
rabia por los cuatro costados mezcladas con acertadísimas melodías… y la voz desgarrada
de Graham Bonnet ofreciendo una
lección tras otra. No entiendo qué demonios pintaba por ahí un teclista –que hasta
salía en la foto promocional del grupo- porque no había ningún teclado en todo
el disco, si me apuras los primeros segundos de la intro y final del tema “Afterlife”, un pedazo de canción que
tiene ese sabor épico a lo “Stargazer” de Rainbow pero lleno de furia. Desgraciadamente
este proyecto duró medio telediario en un ejemplo más de lo injusta que es la
industria musical. El grupo parece ser que ofreció dos o tres conciertos
solamente, aunque en estos días inesperadamente acaba de salir un doble cd que contiene
las demos de lo que podría haber sido el segundo disco del grupo y que acabó en
algunos de los cortes del disco “Murderer’s
Row”, nuevo grupo que formó el incansable Bob Kulick junto con el vocalista David Glen Eisley tras la desbandada de Bonnet. Definitivamente habrá que volver a hablar de la historia de
este grupo en otro momento.
Blackthorne: "Afterlife".
De
cualquier modo siempre me quedaré con la interpretación que hizo del tema “Will you still love me tomorrow”,
aparecido en su primer disco en solitario y en el que demuestra que tiene una
voz única y bendecida por la gracia divina. De hecho a Blackmore le gustaba interpretar este tema en sus conciertos de Rainbow cuando Graham estaba a las voces. Una voz bonita, melódica, elevada, desgarrada
e irrepetible, tocada directamente por el dedo de Dios.
Graham Bonnet: "Will you still love me tomorrow". Atentos al minuto 2,03-2,16