Una
sección de nuestro colaborador “Acid Ni3”.
El Melómano.
Sucesión precisa, constante, automática, periódica y repetitiva de pensamientos internos; excusas, autoengaños, mantras, sugerencias, manipulaciones y tentaciones del melómano antes de adquirir un disco.
1. Atacando el flanco más armado con tenacidad y constancia:
Es el último disco de…
Es un directo esencial.
Es el mejor directo de la gira, dicen que su última gira con la formación original.
Tengo toda su discografía, éste no me puede faltar.
Me lo puedo bajar, pero no será igual.
Ando mal de pasta, pero este grupo merece el esfuerzo.
El libreto, la portada, su textura, las letras, los músicos de estudio, colaboradores, el ingeniero de sonido, el nombre del estudio/s de grabación, esa info no viene en internet, aquí la tendré a mano.
Hace tiempo que no me compro ningún disco (en realidad tres semanas, tres semanas resistí, me tengo que premiar!…).
He seguido toda su trayectoria desde sus inicios, tengo sus discos en estudio, directos, las deluxe editions, rarezas y piratas, no puedo permitirme no comprarlo, sería dejarlos en la estacada.
Siempre un porcentaje del precio del disco, les llegará al grupo, es un pequeño impulso, en tiempos tan convulsos.
Si les veo en el concierto me lo pueden firmar.
Es una edición especial limitada, se agotará.
No es tan caro y la de veces que lo voy a escuchar.
El mp3 tiene peor calidad, y el formato flac no está mal, pero no hay info salvo los títulos de las canciones, no lo puedo tocar, coger, manipular.
2. Acorralando las resistencias desde lo emocional.
Observar la portada, mirar el tipo de letra, el dibujo, retirar con suavidad el plástico, abrirlo, mirarlo con cuidado, sacar el libreto, hojearlo, con cuidado, sobre todo si las páginas son negras para no dejar las huellas, cogerlo con mimo, reproducirlo, sentarse y disfrutar. ¿Eso es comparable a una carpeta flac?
La de paz que me aportará.
La de veces que lo escucharé.
La soledad de la que me librará.
No hay dinero en el mundo que pague ese remanso de paz.
La emoción que me brindará.
Lo pondré junto a los demás discos del grupo, en un sitio especial.
Una peli con verla más de dos veces te hartas, un disco, si es bueno, es eterno.
No es caro para todo el placer que te da.
Hay mil copias, como fan me distinguirá.
Será una pieza de coleccionista, si viviera un momento de dificultad, no se revenderá mal.
Comprando el disco demostraré mi admiración y cariño por esta banda seminal.
3. El séptimo de caballería. ¿Quién se resistirá?
Necesito ese disco, me hará feliz.
Imagino cientos de ratos y momentos variados en los que escucharlo.
Leí la reseña de mi crítico de cabecera y dijo que era genial.
Escuché un tema y suena brutal!
Después de escuchar estos pensamientos y otros más que se agolpan en mi mente a velocidad sideral, se me olvidan unos cuantos y otros que ni me atrevo a publicar. No me queda otra que abdicar del ahorro y prometerme, que la próxima no, no volverá a suceder a lo que a voz en grito, en rebeldía clamo: ¡Es mi grupo favorito, me lo tengo que comprar!
Descripción acertada de todos los pirados de la música cuando saca "nuestro grupo" un nuevo disco. Qué sería de nosotros sin sus discos, su memorabilia, envoltorio, etc... y de ellos sin nuestros ávidos bolsillos, jaja.
ResponderEliminarSaludos de Alberto.
Estas cosas solo las entendemos los fanáticos, imposible contarle esto a alguien que escucha música por youtube y otras plataformas similares.
ResponderEliminarYa te digo, a los mocosos que se bajan discografías en carpetas de archivos esto no se lo puedes ni decir, que como si vinieses de otra galaxia. El ritual de disfrutar de un disco no consiste exclusivamente en su escucha (que sobre todo) sino que desde que lo compras y le quitas el plástico hasta que te sabes de memoria hasta el último crédito que aparece en su libreto hay todo un universo de disfrute que se queda para los que vivimos otra época. Y no la cambio por nada del mundo.
EliminarThe Rocker.
Lo esencial debería ser la música. Nunca entendí a la gente para lo que es más importante el continente que el contenido. De nada me sirve un cd con una buena portada si luego su música es una mierda. Israel.
ResponderEliminarTodo aporta al resultado final. Es como si en lugar de ver un cuadro entero solo ves una porción. Cuando el grupo presenta un disco piensa en todos los detalles. Claro que la música es lo primero, pero todo lo demás suma también. Fran
EliminarIntentar razonar esto con las nuevas generaciones es perder el tiempo. Que un crio que piensa que no hay que pagar por la música, que se descarga todo por internet y que mira vídeos por youtube entienda la maravilla de quitarle el precinto a un vinilo, olerlo, ponerlo con sumo cuidado en el tocadiscos y sumergirte en él durante la siguiente hora mientras te fusilas las fotos y los créditos es como ofrecerle miel a un asno.
ResponderEliminarHe dicho.
The Duke
Pues para mi todo el envoltorio es secundario, lo importante es la música y el sonido. Lo de tener los cds originales es por la calidad de sonido, todo lo demás me la trae al fresco, ¿entonces no sé escuchar música o qué? Estamos locos. Richie
ResponderEliminarLa música siempre es y será lo esencial, de nada sirve que contrates a la mejor agencia de diseño de portadas ni al más renombrado publicista si luego tus canciones son mediocres; ahí coincido con algunas de las opiniones.
ResponderEliminarAhora bien, si consigues revestir a un puñado de canciones geniales con una historia detrás que le de un cuerpo y sentido global, si te vales de un concepto artístico interesante para el soporte físico de tu obra musical que lo complemente y le añada nuevos matices al concepto que hayas creado, si lo acompañas con una imagen o un estilo que aporte datos y sensaciones, si aprovechas tus apariciones públicas y tus declaraciones para recrear ese pequeño microcosmos especial en el que quieres que se manifieste tu creación, entonces habrás logrado generar una emoción intangible y mágica que hará que esas canciones geniales de por sí crezcan exponencialmente hasta alcanzar otra dimensión.
Desde luego que estos pensamientos no los puedes compartir con muchos de tus semejantes porque no los van a entender nunca. Las personas que solo necesitan la música como hilo de fondo para sus quehaceres diarios o para seguir las modas jamás experimentarán la maravillosa sensación de ir hasta una tienda de discos y ver por fin tras meses de espera el nuevo disco/cd/cassette en directo de la gira de alguno de tus grupos preferidos a cuyo concierto asististe y que todavía resuena en tu cabeza con pasión. Adquirir semejante fetiche y retirarte a tus dominios mientras lo abres, hojeas el libreto con nerviosismo, ves las fotos, lees los créditos, hasta percibes el olor del papel... eso no tiene precio; degustas todas las señales del concepto que ese grupo musical ha creado con esmero para ti. En fin, que todas estas señales embellecen sobremanera a esas canciones que para algunos millones de descerebrados son de categoría especial.
Mis felicitaciones a nuestro querido colaborador Acid Ni3 por un artículo tan interesante.
La sensación de ir a tu tienda de discos a por el nuevo cd de tu grupo favorito es algo que ya está perdido, los grupos lo sacan ya todo por internet y es que ya ni hay tiendas de discos. Los que vivimos esa época sabemos muy bien lo gratificante que era. Ahora es lo inmediato, solo la canción y nada más, y casi ni la has acabado de escuchar y ya estás pendiente de lo nuevo que salta en las redes...y suma y sigue.
ResponderEliminarFMD.