Nuestro siempre simpático y especial Don Dokken ha decidido compartir con todos nosotros lo que parece
que es uno de sus hobbies preferidos: la jardinería. Ha colgado en internet un
vídeo en el que nos enseña a todos sus irredentos fans un delicado jardín en el
que parece que pasa las horas de descanso que le deja su trabajo de rockstar al frente de Dokken, su grupo.
Acompañado por su perro y el cámara que recoge el impagable momento, Don pasea tranquilamente por una
especie de jardín/bosque lleno de árboles, arbustos, setos, riachuelos y otras
hierbas –nunca mejor dicho– mientras nos explica lo relajante y maravillosa
que le resulta la naturaleza; eso sí, ataviado con unas ropas más propias para
subir a cantar encima de un escenario que para ponerse a cavar una zanja. En
fin, un cock rocker siempre debe
lucir como un cock rocker. El otrora
salvaje músico, famoso en los años ochenta por disfrutar del “Sex,
drugs & Rock n’ Roll way of
life”, nos ofrece su faceta más mística y personal haciéndonos partícipes
de su hermanamiento con la Madre Naturaleza. Especialmente delirante resulta el
momento en el que agarra un pedazo de césped, hábilmente preparado para
aparecer en el vídeo, y nos habla de sus propiedades. Vamos, para no
perdérselo. Eso sí, acompañado de la música del estupendo tema “Venice”, perteneciente a su disco en solitario “Solitary”.
Don Dokken es una de esas
personas que han vivido diez vidas en una. Es un músico que ha vendido millones
de discos, ha tocado la fama y ha descendido a los infiernos varias veces en su
vida. Degustó las mieles del éxito en la América de los años ochenta, dispuso
de todos los lujos que quiso, consumió todas las sustancias que le apeteció, se
acostó con todas las mujeres que deseó... disfrutó de todas las excentricidades
y excesos propios de cualquier rockstar
de esa época. Su grupo estuvo en lo más alto de las listas, se peleó con los
otros miembros, se separaron, se volvieron a juntar, se volvieron a separar;
incluso a día de hoy se siguen tirando los trastos a la cabeza aprovechando
cualquier entrevista o la más mínima posibilidad. Todo un clásico.
Aunque, como siempre, lo que aquí importa son las canciones. El creador de temas
tan atemporales e imperecederos como
“Alone again”, “Just got lucky”, “Dream warriors”, “It’s not love”, “Unchain
the night”, “In my dreams”, “Breakin the chains” o
“Too hot to fly” bien merece ser recordado ahora que llegan las vacas
flacas. Es una realidad que los días de vino y rosas de Dokken pasaron, aunque sigue teniendo un público fiel que le
permite seguir realizando giras mundiales por salas de pequeño aforo. Un grupo
como Dokken es de los pocos que
pueden presumir de poseer un abanico de grandes canciones como el que tienen,
eso es un valor seguro y digno de reconocimiento.
Dokken: "Alone again".
El último disco de estudio de Dokken,
el fenomenal “Broken Bones” se
publicó hace tres años. Reconozco que preferiría escuchar noticias de Don relacionadas con la música en lugar
de un vídeo en el que nos enseñe un jardín, aunque también hay que reconocer
que no es el primero que se descuelga con comentarios de semejante calibre.
Nuestro querido Ritchie Blackmore,
cada vez que algún periodista le pregunta alguna estupidez, suele descolgarse
con afirmaciones bastante cachondas; recuerdo que una vez alguien le preguntó
sobre lo que hacía en su tiempo libre y nuestro hombre no dudó en responder que
le gustaba sentarse en su jardín a comer fruta. Ante una pregunta fútil lo
mejor es una respuesta a la altura de dicha pregunta.
Don Dokken. Ritchie Blackmore.
A la cabeza de las incursiones de los músicos en otros ámbitos
profesionales se encuentra el entrañable Kennet
“KK” Downing. El huído guitarrista –nunca sabremos realmente el porqué- del grupo
Judas Priest nos ha ido agobiando con diferentes propuestas empresariales
desde que abandonó la nave comandada por Glenn
Tipton y Rob Halford, pero la
más descojonante es, sin ningún género de dudas, la marca de colonia que sacó
hace poco tiempo. El engendro responde al apropiado nombre de “Metal for Men” y, en efecto,
acertaréis con todas las bromas fáciles que se os ocurran. Todos los varones
del Metal no tienen de qué preocuparse, aquí está “Metal for Men” para ayudarles en la dura pero noble tarea de la
búsqueda de la fémina adecuada. ¿Qué pasará por la cabeza de un señor de sesenta
y cuatro años para convencerse de que lo que necesita la humanidad es su
colonia “Metal for Men”? Bien
pensado, hasta apetece darse un paseo por el bosque de Don Dokken para ver si encontramos algo de paz ante tanto dislate.