Clube de Adictos a Deep Purple

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Púrpura Chess

This blog is basically a musical site. Here we talk about the music we like, using different angles. As dear and missed Jon Lord once said: “Music is the highest kind of Art that exists”. I think the same way too.

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miércoles, 14 de diciembre de 2016

Los discos de Navidad. II.


Fiel a la cita de cada final de año, llama a la puerta de nuestros hogares la querida Navidad. Nunca llega sola, se acompaña de un puñado de buenos deseos y de las tres o cuatro cuestiones básicas que necesitamos las personas para ser felices entendiendo la vida en su simple y desnuda totalidad. Desgraciadamente toda la asquerosa maraña de sanguijuelas y parásitos abanderados de un consumismo que ya ni se molesta en esconder sus verdaderas intenciones, viajan -como cada año- cuál polizontes adheridos a su espalda mientras le intentan chupar la sangre poco a poco con cada anuncio de ofertas o rebajas en esos antros de perdición que constituyen los distintos centros comerciales. Pero eso es otro tema; como siempre, supongo.


La música, como en cualquier otro ámbito de la vida, no permanece ajena a esta realidad. Para alegrarnos un poco estas fechas se inventaron los villancicos y las canciones navideñas. Pese a que cada mes de Diciembre resulta un gustoso ejercicio obligado hacer sonar los diversas publicaciones navideñas que cada año nos regalan los artistas, este año no nos vamos a detener en los discos de villancicos propiamente dichos. Para este ejercicio vamos a parar nuestra mirada en todas esas grabaciones que abordan esta temática tan especial pero sin que contengan necesariamente esas revisiones de las típicas melodías navideñas. El sentido divino de la Navidad es tan poderoso que es capaz de llegar hasta los discos de muchos músicos que, sin abordar directamente o en su totalidad las versiones de villancicos, consigue vestir con su manto invernal muchas de esas obras llevándolas a su terreno. De este modo nos encontramos con creaciones de artistas que evocan directamente ese inconfundible aroma navideño pese a estar conformado mayoritariamente por composiciones propias y obviando las versiones de temas característicos navideños o reduciéndolos a su mínima expresión dentro del metraje del cd. Una vez más, esta clasificación es adorablemente subjetiva; seguro que cada uno podrá realizar la suya propia, extremo al que os animo.  Cualquier connotación o referencia al invierno o a la Navidad puede servir para darle una nueva perspectiva a determinado disco y eso no deja de ser algo grande.



Lana Lane: “Winter Sessions”.  2003.


Comenzamos con un disco que representa perfectamente el espíritu de nuestra particular selección. La cantante Lana Lane, pareja del teclista Erik Norlander, se sacó de la manga un disco que, aunque no contenía ningún villancico ni canción tradicional navideña, estaba lleno de referencias a esta época del año tan especial. En este cd nos encontramos una selección de canciones que casan a la perfección con el invierno, la Navidad, la espiritualidad y el recogimiento propio de este tiempo. Imprescindibles las versiones de clásicos como “Whiter shade of pale” o “California dreaming”, interpretadas con gusto y calidad por Lana Lane a la voz y por músicos de primera fila como Gregg Bisonette, Neil Citron o el propio Norlander; de hecho se nota la mano de Eric a la producción. El disco es un compendio de temas compuestos por Lana, Eric y algunas versiones. Algunos títulos como “December moon” o “Winter song”, además de grandes temas, hacen referencia a los fríos navideños y demuestran la elevada calidad compositiva de esta pareja. La portada es una completa delicia, el exterior de una casa cubierta por un dulce manto nevado que nos deja ver su interior acogedor con el detalla de una ventana que evoca un paisaje evocador. Una obra de arte.



George Lynch: “The Lynch That Stole Riffness!”.   2002


Nuestro amigo George es todo un fichaje. Ahora que parece que la reunión de Dokken tiene algo de recorrido se encuentra de nuevo en el candelabro –Mazagatos dixit-; supongo que volverá a discutir con Don Dokken y lo echarán todo al traste, una vez más. Este gran guitarrista lleva a sus espaldas toda una producción de discos con Dokken, Lynch Mob, en solitario y con proyectos paralelos de variada enjundia; la mayoría de ellos de gran calidad. Una de las prácticas que acostumbra a realizar George es publicar de vez en cuando mini Lps –o mini cds- de tres o cuatro canciones; supongo que el hecho de que no se vendan discos obliga a muchos artistas a promocionarse de esa manera. El caso es que hace unos años publicó un maxi titulado “The Lynch That Stole Riffness”, el disco está compuesto por tres temas –en particular “Static reaction” es una pasada- que no tienen nada que ver con la Navidad. La gracioso del asunto es que Lynch lo publicó en navidades y realizó un juego de palabras con el título del cd: en la cultura estadounidense el Grinch es un personaje de ficción, malhumorado y gruñón, que representa el lado oscuro de la Navidad, relacionado con el consumismo y alejado del sentido espiritual que debería tener esta celebración. Pues bien, el simpático y cachondo George Lynch realizó un juego de palabras Lynch/Grynch publicando este cd con una portada en la que salía caracterizado como dicho personaje que venía para robar, en lugar del espíritu navideño, los riffs de guitarra. Genial e imprescindible para desengrasar durante el periplo navideño. Necesitamos a George Lynch en Navidad; está claro.




Trans Siberian Orchestra: “Beethoven’s last Night”.   2000


Este grupo comenzó como un proyecto paralelo del guitarrista de Savatage Jon Oliva. Bajo un formato de orquesta con instrumentos de Hard Rock comenzaron a desgranar canciones populares y tradicionales navideñas conjuntando arreglos de Orquesta para sonidos rockeros con matices sinfónicos y progresivos. La propuesta cuajó y se puede decir que resultó todo un éxito en Norteamérica. El nombre del proyecto es un homenaje al ferrocarril transiberiano, el cual, según su productor Robert Kinnel, sirve de conexión entre distintas culturas al igual que la música del grupo. Este proyecto lleva funcionando desde 1996 y han publicado seis discos hasta la fecha, amén de varios recopilatorios. Es tal la respuesta del público que varias de sus publicaciones han alcanzado el platino en ventas, asunto nada desdeñable en estos tiempos musicales tan convulsos que vivimos.
Aunque la mayor parte de su obra abarca composiciones de temática navideña, hemos escogido este disco homenaje a la figura del irrepetible Ludwig Van Beethoven. Cualquier referencia de su discografía es recomendable y se merecen todo el éxito que llevan cosechando durante estos años. Todas las referencias al periodo navideño se encuentran impregnadas en sus discos.



The Little House Band: “Christmas 2000”.   1999


Otro proyecto más del infatigable Bernie Marsden. Este trabajo está realizado por lo que era la Moody Marsden Band, The Snakes, The Majesticaires, The Company Of Snakes y M3; o lo que es lo mismo,  la asociación de Bernie con Micky Moody acompañados de músicos de primerísima línea como Don Airey, Neil Murray o John Lingwood entre otros y que ha pasada por diferentes denominaciones para ofrecernos lo que mejor saben hacer: Blues Rock de muchos quilates –otro día hablaremos de las diferentes encarnaciones del grupo de Moody/Marsden hasta que discutieron y dejaron de colaborar juntos-. El disco es un compendio de clásicos de Blues transformados para la ocasión por este dúo con su buen hacer característico. Las sesiones se realizaron en un estudio de Buckingham y desafortunadamente no se llegaron a publicar oficialmente, quedándose como una especie de promo para todos aquellos afortunados que hemos conseguido tener acceso a ellas.
 


Cinderella: “Long Cold Winter”.   1988


Una preciosidad de disco. El combo que montó Tom Keifer junto a Jeff LaBar, Eric Brittingham y Fred Coury a principios de los ochenta nos ha dejado una impronta musical de considerable calibre. Lograron contrato discográfico gracias a un Jon Bon Jovi que tuvo la suficiente visión para ver la calidad que atesoraba Keifer. El grupo alcanzó el éxito en la época dorada de las llamadas Hair bands americanas, aunque lo de Cinderella siempre fue algo más cercano al buen Blues y al Hard Rock clásico que pudo convivir sin problemas con esa moda gracias al talento del propio Tom Keifer.
“Long Cold Winter” fue su segundo disco, ese en el que muchos grupos fallan después de haber publicado un disco debut superventas. No fue este el caso de Cinderella, ya que cuando hay talento el arte fluye de manera natural. En este disco se encuentran los clásicos “Gypsy road” o “Don’t know what you got (Till it’s gone)”, dos de los temas más exitosos del grupo. Todo el álbum rebosa calidad por sus cuatro costados, acentuando esas raíces Bluesy que tan bien ha transmitido Keifer en toda su música. No encontraremos villancicos ni referencias explícitas a la Navidad entre sus surcos, de hecho el single “Gypsy road” es un pedazo de canción que evoca el verano y el calor; no hay problema, Cinderella son perfectamente capaces de generar sensaciones diferentes en su música. Todo el concepto de la obra gira en torno al invierno y a lo que conlleva, incluso la portada –sobria y perfecta, con solo verla ya necesitas poseer el disco- o las fotos interiores consiguen crear esa atmósfera tan propia de la tranquilidad y el recogimiento de esta época del año. 


Con la ayuda a las baquetas del inmortal Cozy Powell se sacaron de la manga un segundo disco como una catedral. Y la guinda del pastel la encontramos en el tema título, desde que comienzan los primeros compases del tema “Long cold winter” el grupo nos regala un Blues épico y rebosante de intensidad, de esos que te ponen firme. Recuerdo con especial cariño la sorpresa que supuso para mí su interpretación en directo la primera vez que vinieron a España allá por el año 2010, uno de esos momentos que no sabes muy bien por qué, pero que se te quedan grabados a fuego para siempre. Pero esto es marginal.

                                                       Cinderella: "Long cold winter".



Bon Jovi: “Please Come Home For Christmas”.   1992


Nuestro querido Jon Bon Jovi no podía faltar a este cita navideña y, por supuesto, debía revisarla saliéndose del uso de cualquier tema típico o estándar; se le puede dar cera al amigo Jon Bon en muchos aspectos – renegar de la imagen y el estilo de sus primeros discos con los que alcanzó el estrellato o fabricar música enfocada en una determinada dirección y para un público mayoritario por citar un par de ejemplos-, pero la calidad compositiva siempre ha estado ahí y nunca ha querido vivir de las rentas.
Este tema es una versión de una canción original de 1960 del pianista y cantante Charles Brown. Apareció en 1994 en formato cd single y venía acompañada por otros dos cortes de temática navideña: “I wish everyday could be like Christmas” y “Back door Santa”; ya sabemos y agradecemos el interés que desde siempre ha mostrado Jon Bon Jovi en dotar a todos sus singles y maxis de caras b llenas de material inédito, versiones o tomas de directo.
Conviene comentar que “I wish everyday could be like Christmas” apareció anteriormente como cara b del single “Keep The Faith”.  Curiosamente, desde entonces han lanzado dicha canción como single navideño durante los años 1993, 2002 y 2011.



Tony Martin: “Who Put The Devil In Santa”.   2008


Otro gran cantante que ha tenido que subsistir a la sombra del inútil de Ozzy Osbourne en Black Sabbath. Nos regaló hace unos años un delicado corte acústico en el que  demostraba una vez más sus habilidades en el difícil terreno de la composición. Ideal completar su escucha con el single que grabó con el desconocido pero genial guitarrista Mario Parga bajo el título “Spirit Of The Night”. Para paladares exquisitos.

                                                Tony Martin: "Who put the devil in Santa".



Doro: “Merry Metal Xmas”.   2011


No podía faltar la rubia germana alegrando la Navidad con un single conmemorativo. Referencia inevitable y single interesante para todos sus seguidores.

                                                         Doro: "Merry Metal Xmas".



Lita Ford & Cherie Currie: “Rock This Christmas Town”.   2013


The Runaways al cincuenta por ciento para nuestro disfrute. Lita Ford se reunió con Cherrie Currie para grabar este single navideño. Todo el mundo esperaba una reunión del clásico grupo de los setenta pero no pudo ser, imagino que Joan Jett no lo vería claro. Ni siquiera el biopic “The Runaways” que produjo el Hollywood más comercial pudo lograr el éxito comercial que pudiese remover una reunión forzada; me alegro, alguien debe explicarle a Kristen Stewart que hace falta algo más que ser una aprendiz de vampira adolescente a la que rechaza su noviete de instituto para interpretar papeles de calado.



David Lee Roth: “Ain’t No Christmas”.   2015


Nuestro querido cock rocker por excelencia se descolgó con una grabación imposible de agarrar por ningún lado. El cantante que ha enseñado el camino a la mayoría de cantantes que se reconocen como tales nos sorprendió con una grabación publicada por Youtube poco después de finalizar su última gira americana por recintos de gran aforo en EEUU. Fiel a su deseo de desconcertar a cualquier bicho viviente de este sistema solar, el entrañable DLR facturó un tema acústico con su sello personal destinado a desconcertar al público masivo que asiste a sus conciertos con Van Halen y que le hicieron uno de los tipos más ricos del pasado año según la prestigiosa revista Forbes. Alguien como él, que ha sufrido en sus propias carnes las mieles del éxito y los duros avatares del fracaso, seguro que está completamente de vuelta de lo que el personal pueda opinar sobre sus excentricidades. Seguro que disfruta de su actual posición, ganada a pulso después de más de treinta años dejándose los huevos en cada escenario y en cada plató para entretenernos.

                                                 David Lee Roth: "Ain't no Christmas".



Topo: “Hay Rock and Roll En Navidad”. 2014.


Parecía complicado que desde el panorama patrio pudiésemos incluir en esta lista a algún grupo de nuestras latitudes. Quitando a los superventas prefabricados con sus discos facturados en serie con inercia ramplona, poco se puede salvar; y si hablamos de Hard Rock, aún menos. Afortunadamente, una vez más, emergieron los queridos Topo para dejar su personal huella y regalarnos este presente navideño abonando lo que en otros países es un vergel y aquí resulta un árido desierto; una vez más.
Este grupo madrileño, nacido a finales de los setenta a partir de la escisión de los también casi imprescindibles Asfalto, ha mostrado el camino a seguir en muchos aspectos y nos ha alegrado la vida a muchos de nosotros desde que sacaron aquel imprescindible disco homónimo de debut conteniendo joyas definitivas como “El periódico”el crucigrama es lo mejor-, “Vallecas 1996” o “Mis amigos dónde estarán”. La pasadas navidades del año 2014 se descolgaron colgando de la red esta especie de villancico compuesto especialmente para estas fechas tan señaladas. Nada de coger “Run run Rudolph” y meterle un par de arreglos, el universo de Topo funciona distinto. Nuestros amigos compusieron un tema propio que poco tiene que ver con los tradicionales villancicos de Navidad pero que abordaba esa temática desde su personal punto de vista. Lo dicho, una agradable sorpresa. Solo nos queda esperar el milagro de un disco completo sobre estos menesteres… ya tengo el hueco para el cd en la estantería.



Blaze Bayley: “Crazy Christmas”.  2016


El encantador vocalista que tuvo la mala fortuna de sustituir a Bruce Dikinson en Iron Maiden, ganándose el desprecio de un amplio grupo de cenutrios seguidores de la Doncella de Hierro, gusta de obsequiarnos con algún tema navideño cuando se acerca Diciembre. Blaze lleva tres años seguidos publicando un tema navideño por estas fechas, anteriormente publicó y este año le toca el turno a “Crazy Christmas”. Lo interesante del asunto es que el bueno de Bayley no se limita a lavarle la cara a cualquier tonadilla típica navideña, en estos tres años nos ha ofrecido tres composiciones propias que respiran Navidad. Con su imposible sentido del humor y del ridículo, el entrañable Blaze se las apaña para dejarse grabar disfrazado de Santa Claus mientras va montado en una moto por cualquier calle británica –imagino la cara que se le quedaría a cualquier viandante que casualmente se encontrase paseando y presenciase la escena-. Impagable.
Denostado por parte de la prensa por motivos que muchas veces se antojan incomprensibles, nuestro vocalista preferido lleva a sus espaldas toda una carrera discográfica de mucha calidad desde que abandonase la nave que comanda Steve Harris a finales de siglo pasado –“Silicon Messiah” es un discazo y tiene poco que envidiar a cualquier cd de Iron Maiden-. Brindemos una vez más por la Navidad mientras suena su single de este año… o el acústico “Russian Holiday”, una delicia.

                                                   Blaze Bayley: "Crazy Christmas".



James Brown: “James Brown Sings Christmas Songs”.  1968.


Una personalidad y un talento tan excesivo como el de James Brown no podían pasar por esta vida que conocemos sin homenajear a la Navidad bajo su particular visión. The Grandfather Of Soul grabó un par de discos de temática navideña en los años sesenta y otro más en 1999 –el penúltimo de su discografía en vida- para alegrarnos un poquito más la vida a todos los que apreciamos su legado musical y su impronta definitiva en el mundo del arte. Todavía recuerdo con congoja el triste momento en el que escuché por el cutre-telediario nacional que fallecía a los 73 años el día de Navidad del año 2006, víctima de un resfriado mal curado –parece ser que no hizo mucho caso de unos fríos que cogió el mes anterior y la cosa se complicó hasta el extremo-. Su muerte supuso todo un shock para mí, estaba cómodamente sentado en el sofá de la casa de mis progenitores descansando de algún exceso provocado por el reencuentro con unos cuantos seres queridos cuando visioné el desgraciado suceso. No lo pude asimilar en ese momento, era el primero de mis héroes que fallecía teniendo plena conciencia y conocimiento adulto de causa y supuso, sin duda, un punto de inflexión en mi vida. Sigo rezando por él y agradeciendo haber tenido la posibilidad de haberle visto actuar en vivo. Ojala su familia se ponga algún día de acuerdo, deje de comportarse de manera rastrera y permitan que su alma descanse en paz y el resto de su arte pueda ser compartida con todos nosotros.
De cualquier modo sus discos de Navidad merecen aparecer en este artículo. No son versiones de clásicos navideños ni nada por el estilo, el universo de James Brown siempre giró de otra manera. Nuestro encantador maltratador de mujeres no se podía conformar con registrar unas cuantas versiones de clásicos invernales, el bueno de James decidió inmortalizar una serie de composiciones originales que rescataban el espíritu navideño bajo su particular concepción artística. De la mano de su personal toque Funk y Soul  nos regala composiciones como “Sweet little baby boy”, donde el amigo James nos deja claro que no está dispuesto a rebajar ni un ápice el compromiso con su música y con su causa. Alguien como Brown tenía la necesidad de presentar temas propios aunque hablase de la Navidad, cosa más que loable, sobre todo en los actuales tiempos tan pueriles en los que nos rebozamos. Celebremos una vez más haber compartido espacio vital con este presidiario que comenzó su carrera suplantando al mismísimo Little Richard en su grupo musical de negros en medio de la América profunda de los cincuenta, pero eso será otra historia a contar.



Stuart Smith: “Heaven And Earth”.   1999


El primer disco del guitarrista y amigo personal de Ritchie Blackmore, al menos hasta hace unos años, Stuart Smith apareció bajo el título de “Heaven And Earth” y sirvió para denominar el proyecto posterior de dicho músico. Heaven And Earth lleva publicados tres discos hasta la fecha, todos ellos de calidad manifiesta. Nos vamos a detener en el primero, por el que siento auténtica debilidad. El amigo Stuart presentó una colección de canciones de primera, composiciones variadas y de mucha calidad. Además Smith consiguió reunir un ramillete de músicos colaboradores que tiraba de espaldas, tocaron en este disco gente del calibre de Glenn Hughes, Joe Lynn Turner, Richie Sambora, Paul Shortino o Tony Hansen entre otros; vamos, una plantilla de categoría especial y difícilmente igualable. La variedad estilística es palpable a medida que trascurre el minutaje de la obra. Podemos quedarnos con ejemplos de calidad como “Keep my grave clean”, “Memories”, “Lose my number” o la delicada “Shadow of the Tyburn tree” para darnos cuenta de que estamos ante algo importante. Rock duro con cuidadas instrumentaciones y especial gusto por la melodía para los paladares más exigentes. Todo ello coronado por una portada que me enamoró desde el mismo instante en el que la visualicé: el amigo Stuart en medio de un bosque nevado, nevado. Definitivamente demostrando buen gusto.

                                                   Stuart Smith: "Heaven and earth".



David Glen Eisley: “Stranger From The Past”.   2000


Este es otro de esos discos que no contienen canciones de temática navideña explícita, ni villancicos, ni versiones de clásicos ni nada por el estilo; sin embargo son capaces de desprender un extraño halo relacionado directamente con Santa Claus, Los Reyes Magos o Papa Noel. Este primer disco en solitario propiamente dicho del que fuese cantante de Giuffria está compuesto por un ramillete de canciones de Hard Rock melódico de muchos quilates, ideal para los fríos invernales; incluso la foto de contraportada, con un David Glen Eisley atusando el fuego de la chimenea de su salón, nos invita a sumergirnos en ese ambiente navideño tan característico de estas latitudes. Impresionante la entrada con el tema título y otras canciones de bella factura como “Sing brother” o “Can’t wait forever”. Para degustar en la intimidad.




Richie Sambora: “Stranger In This Town”.   1991


Si el disco de Stuart Smith y el de David Glen Eisley nos sugieren una sensación de ambiente invernal, este trabajo de Richie Sambora lo recrea a la perfección; la trilogía perfecta para estas fechas tan especiales. El ex guitarrista de Bon Jovi facturó a principios de los años noventa un álbum de Blues Hard Rock de muchísima calidad. Nos presentó una colección de canciones inspiradísimas repletas de melodías ganadoras sabiamente interpretadas por su personal voz, llenas de matices blues, edulcoradas de Rock con toques AOR y embellecidas con unas guitarras que adornan y complementan en su punto exacto. Todo en este disco está planteado siguiendo una intencionalidad, consiguiendo Sambora sumergir al afortunado oyente que se acerca a degustarlo en su particular visión. El que fuera su primer disco como solista nació de un puñado de composiciones que se sacó de la manga aunando esfuerzos con Jon Bon Jovi y Desmond Child. Según recuerda el propio Desmond, el fruto compositivo de esas sesiones entre los tres artistas dio como fruto seis temas: dos los usó el propio grupo Bon Jovi, dos acabaron apareciendo en el disco en solitario del propio Child titulado “Discipline” y las otras dos fueron a parar al disco solista de Richie Sambora. Uno de esos temas es “Rosie”, una gran canción con unas dobles voces en el estribillo que hacen subir enteros a un tema ya de por sí de primera división; la otra canción es “Father time”, un bonito y triste Blues con unos arreglos ciertamente interesantes que te recuerda irremediablemente a la figura paterna que envejece aunque la letra en realidad tenga poco que ver con eso.


El disco está repleto de grandes composiciones, no vamos a encontrar ningún relleno por aquí, comandadas por el tema título. El genial “Stranger in this town” es toda una declaración de principios que demuestra perfectamente de dónde viene Sambora, además de contener uno de los mejores y más inspirados solos de toda su carrera. Más de un crítico estreñido ha tildado al disco de demasiado pretencioso, por aquello de las referencias al Blues, supongo; incluso contó con la colaboración de Eric Clapton en el tema “Mr Bluesmen”, dedicado al sobrevalorado Mano lenta. Está claro que el que opine así de una obra de esta categoría seguro que no ha entendido nada de lo que se escucha entre sus surcos.
Incluso la portada impresiona, un tipo en la oscuridad de la noche apoyado en un poste con su guitarra al lado y sin ningún tipo de enunciado o leyenda que nos indique el nombre del artista o el título del Lp. Sencillamente mágico. Lamentablemente, en ediciones posteriores a algún lumbrera de la discográfica se le ocurrió escribir el nombre del artísta y el título en la portada; no sea que dejen de vender un puñado de discos más. Afortunadamente sigo conservando como oro en paño el cassette original que se publicó en su primera tirada y que conserva la portada original.


Con “Stranger In This Town” se completa nuestra particular trilogía de discos no navideños imprescindibles durante la Navidad. Solo queda seguir las instrucciones que el propio Richie nos recomienda para su uso: apagar las luces, encender una vela… y bienvenidos.

                                                 Richie Sambora: "Stranger in this town".



Electric Sun: “Earthquake”.   1979


El genio alemán Uli Jon Roth publicó tres interesantísimos discos entre finales de los setenta y principios de los ochenta con su grupo Electric Sun. Este proyecto lo formó tras dejar a los Scorpions una vez registrados los conciertos de la gira japonesa que forjaron el emblemático directo “Tokyo Tapes” de los alemanes. Este fue uno de los poquísimos casos en los que un músico abandona a una banda con éxito por “diferencias musicales” y realmente el motivo son las “diferencias musicales” –otro de los contados casos que también tiene toda la pinta de ser verdad fue el abandono de John Norum de Europe cuando estos alcanzaron el estrellato con “The Final Countdown”-; no en vano tanto Uli Roth como Schenker/Meine siempre han demostrado un exquisito respeto mutuo cuando se han referido los unos a los otros respectivamente. Estamos cansados de escuchar a músicos que dejan proyectos musicales por la tan manida expresión de las diferencias musicales cuando en realidad lo que ocurre es que no se soportan entre ellos, no han alcanzado el éxito deseado, tienen otra oferta mejor o un sinfín de motivos más, muchos de ellos de dudosa enjundia.
Nuestro querido zíngaro discípulo de las enseñanzas de Hendrix montó el interesantísimo grupo Electric Sun para dar rienda suelta a todo su universo creativo, que sentía comprometido y limitado por el incipiente estilo e identidad que estaban buscando los Scorpions de Rudolph Schenker. El primer disco que el nuevo grupo de Uli publicó respondía al acertado título de “Earthquake” y era eso mismo: un terremoto musical en el que fluían todas sus influencias de Jimi Hendrix integradas dentro del virtuosismo y primigenia visión musical del propio Roth.
No es un disco navideño ni nada por el estilo. Aparece incluido dentro de este artículo principalmente por uno de los temas que contiene, hablamos de la canción “Winterdays”. Este corte, como su propio nombre indica, trata sobre los días de invierno. Lo curioso del asunto es que es una pieza de corta duración, apenas alcanza el par de minutos, e instrumental; sin embargo, en ese escaso espacio de tiempo es capaz de evocarnos toda una serie de sensaciones relacionadas con esta época del año. No hace falta ningún texto alusivo a los fríos o las chimeneas, la guitarra de Uli susurra y evoca con maestría la fotografía de los copos de nieve cayendo en mitad del bosque creando un suave manto blanco que parece que alcanzas a visualizar desde la ventana de una pequeña habitación calentada por el calor de una hoguera en la chimenea que se encuentra al lado del sofá. Delicioso.

                                                         Electric Sun: "Winterdays". 





 

jueves, 8 de septiembre de 2016

Dokken. Reunión de la formación clásica para gira japonesa en Octubre.


Don Dokken, George Lynch, Jeff Pilson y Mick Brown han decidido vovler a tocar juntos bajo el nombre de Dokken una vez más. Por increíble que parezca, una de las reuniones más complicadas va a producirse en el incomparable marco de Japón. El grupo tiene previsto ofrecer una pequeña gira de seis conciertos por tierras niponas, entre los que se incluye una actuación en el prestigioso festival Loud Park donde van a comparir cartel con otros grupos tan prestigiosos como Whitesnake, Symphony X, Nightwish, Uli Jon Roth o los mismísimos Scorpions entre otros. Tras bastante tiempo de rumores por distintos bandos y focos, a primeros de verano Don Dokken anunció oficialmente que la formación original se iba a reunir para realizar una serie de shows en Japón, un mercado que siempre ha tenido a Dokken en un pedestal. Puntualiza el bueno de Don que será una reunión puntual, que todos los protagonistas tienen sus propios proyectos musicales –los propios Dokken están en activo con otra formación-, que siguen llevándose mal y que lo van a hacer principalmente por dinero. Con dos cojones.


Es un hecho que los miembros de los Dokken clásicos nunca se llevaron bien. Durante todos estos años siempre que han tenido ocasión han aprovechado para  realizar toda una innumerable ristra de declaraciones descalificándose y poniéndose a parir, usando argumentos que van desde lo ridículo y lo bochornoso hasta lo mezquino. Este grupo tan disfuncional tal vez solo se vea superado en esta faceta por los Ratt, otros a los que hay que darles de comer a parte. No en vano incluso Dokken tienen un disco titulado “Dysfunctional”, que fue precisamente el de su primera reunión.


La banda de Don Dokken es uno de esos grupos norteamericanos que triunfaron en las listas de éxitos y se hincharon a vender discos en la época dorada de Los Angeles durante aquellos mágicos años ochenta llenos de pelos largos cardados, pantalones ajustados y buen Hard Rock. Fueron los años de mayor éxito de todas estas bandas norteamericanas como Quiet Riot, Ratt, Motley Crue, Cinderella, Posion, LA Guns, Winger y un montón de grupos más, todos comandados por Van Halen bajo la batuta de Eddie Van Halen y del único e irrepetible maestro de ceremonias David Lee Roth. Se metieron a toda una generación americana en su bolsillo agitando como bandera el tan conocido lema de “sexo, drogas y Rock n Roll”.

                                                Cartel promocional gira japonesa reunión.

Dokken siempre fue la idea del vocalista Don, bautizó al grupo con su propio apellido; bueno en realidad su nombre real es Donald Maynard, adoptando el nombre artístico de Don Dokken y llamando a su propio grupo Dokken. El grupo empezó a funcionar a finales de los setenta. Al principio Don era el único miembro de la formación clásica que estaba en el grupo. En esos primeros años bastantes músicos de la escena angelina tocaron en el grupo de Don, algunos de los cuales acabaron triunfando posteriormente en otros grupos como Greg Leon, Gary Holland o el bajista Juan Croucier y el batería Bobby Blotzer que acabaron haciéndose famosos en el grupo Ratt. Recuerda Blotzer unas cuantas anécdotas bastante cachondas sobre el propio Don Dokken, al que recuerda como un aguililla y un prenda de cuidado en aquellos años locos. Parece ser que el bueno de Don ya iba haciendo amigos desde el inicio, comenta The Blotz –como cariñosa y a la vez despectivamente le apodaban sus propios compañeros de Ratt- que Dokken ya tenía un carácter altivo y fanfarrón desde los primeros tiempos y hacía todo lo que hubiese que hacer por llevarse las chicas a la cama y los contratos discográficos al bolsillo. Esa añorada escena angelina de los ochenta, toda llena de cariño, confianza y fraternidad.

                             Dokken primera formación: Gary Holland, Greg Leon, Don Dokken, Gary Link.

Publicaron algún single y una especie de Ep titulado “Back In The Streets”, del que el propio Don dice que no son más que unas maquetas que les robaron y publicaron ilegalmente, antes de conseguir dar el salto definitivo dentro de la industria discográfica. Su momento llegó al publicar su primer Lp llamado “Breaking The Chains”. No encontraban contrato en EEUU y, gracias a las artes de Don, se consiguió una oferta para grabar en Alemania. De este primer disco hay publicadas nada menos que tres versiones: el disco de las sesiones alemanas que salió en 1981 bajo el contrato del sello europeo Carrere, ese mismo pero publicado bajo el nombre de Don Dokken y la versión revisada que salió en 1983 en América ya con el contrato de la todopoderosa multinacional Elektra. Para este momento la formación ya estaba compuesta por Don a la voz y guitarras, George Lynch a la guitarra, Wild Mick Brown en la batería y Juan Croucier en el bajo. Curiosamente, pese a lograr fichar por Elektra, parece ser que ésta tenía intención de echarlos porque no le parecía que fuesen a tener éxito. Consiguieron publicar con ellos su siguiente álbum “Tooth And Nail” ya con Jeff Pilson al bajo, llegó el éxito y lo demás es historia.

                            "Breakin' The Chains". Carrere.                 "Breaking The Chains". Electra.

                                          Don Dokken: "Breakin' The Chains". Ed limitada 500 copias.

Parece ser que las relaciones internas en el seno del grupo siempre fueron tensas. Aunque ninguno de ellos llegó a llevarse bien del todo con los otros, parece que el principal núcleo de fricción se focalizaba entre el cantante Don Dokken y el guitarrista George Lynch; la historia de siempre, la guerra cantante/guitarra. El grupo publicó cuatro grandes discos en esos años: “Breaking The Chains”, “Tooth And Nail”, “Under Lock And Key” y “Back For The Attack”. Todas estas obras de arte están repletas de canciones brillantes e imperecederas como “Paris is burning”, “Just got lucky” con ese riff de inicio incendiario, “Into the fire”, “The hunter”, “In my dreams”, el macarra y vacilón “It’s not love”, la hipnótica “Unchain the night”, la preciosidad de balada “Alone again”, la potencia de “Kiss of death”, “So many tears”, el single “Dream Warriors” que es un temazo y no sé cuántas más.  La mayoría de bandas que pululan por el universo musical matarían por poseer solo un tanto por cierto de esta producción musical. Pese a no soportarse Dokken y Lynch consiguieron dar con ese punto perfecto de equilibrio entre la crudeza y el virtuosismo de la guitarra de George y las melodías tan características de Don. Junto a la inspiración y destreza de Pilson conformaron un sonido personal y claramente reconocible. 

                                                         Dokken: "It's not love". Vídeo oficial.

                                     Dokken: "It's not love". Versión del directo "Beast From The East".

En el año 1988 fueron a Japón para registrar su reconocido álbum en directo “Beast From The East”, un disco que podría haber quedado mejor producido pero que muestra a Dokken en todo su poder con un repertorio de ensueño. Para entonces Dokken y Lynch ni se hablaban. Poco después aceptaron unirse a la macro gira Monsters Of Rock por estadios Norteamericanos, un tour itinerante auspiciado por Van Halen, que habían adquirido los derechos del mítico festival británico, y en el que compartían cartel también con Metallica y Kingdom Come; lo que hubiese dado por haber asistido a alguno de esos shows. En esa gira ya saltaron definitivamente chispas, George Lynch tocando de espaldas al público y un Don bastante desaliñado aguantando que su guitarrista emitiese sonidos distorsionantes cada vez que intentaba dirigirse a la audiencia. Según cuentan Pilson y Brown, estas tensiones estuvieron ahí prácticamente desde el principio y ellos simplemente se dedicaban a capear el temporal y tocar.

                  George Lynch. Monsters Of Rock 88.                      Don Dokken. Monsters Of Rock 88.

El grupo se separó en 1989 y, según al que le preguntes, encontrarás distintas motivaciones para explicar este hecho. Don Dokken comentaba que las tensiones personales y creativas eran tan grandes que Lynch decidió marcharse y después el resto del grupo. Por su parte George Mr Scary Lynch recientemente ha comentado que Don Dokken tenía pensado lanzarse en solitario y que provocó la situación para buscar la fama en solitario; conviene recordar que todavía estábamos en los finales ochenta y aquello de las bandas americanas famosas parecía la gallina de los huevos de oro… hasta que llegó el Grunge y lo barrió todo.

           Don Dokken en solitario con su pedazo de grupo: John Norum, Mickey Dee, Billy White, Peter Blates.

George Lynch montó su propio grupo bajo el nombre de Lynch Mob, llevándose a Mick Brown a sus filas, Jeff Pilson montó el interesantísimo proyecto War & Peace con Randy Hansen y Vinnie Appice pero no prosperó y Don lanzó un buen disco en solitario con John Norum a la guitarra pero que no obtuvo apenas repercusión. Todos ellos nos regalaron durante esos años discos de gran categoría, los dos primeros de Lynch Mob son espectaculares y el siguiente que sacó como George Lynch es de lo mejorcito de toda la discografía de la saga. Por su parte Don Dokken, tras el fiasco comercial de su disco en solitario y con el cambio musical que había supuesto el grunge, decidió volver a reunir a Dokken. En 1993 se reunieron los cuatro músicos que tantos y tan buenos temas habían compuesto bajo el logo de Dokken. Grabaron un disco titulado como el propio grupo y, pese a ser una gran obra, no obtuvieron contrato discográfico y solo lo publicaron en Japón en 1994, donde siempre fueron considerados como reyes. Curiosamente un año después el todopoderoso ejecutivo y gurú musical John Kalodner, que siempre sintió debilidad por la banda de Don y George, les ofreció un suculento contrato discográfico con la idea de hacerles resurgir de las cenizas como ya hizo con otros grandes grupos como Aerosmith, Asia o Whitesnake. Desgraciadamente los tiempos habían cambiado y Dokken no lograron subir a esa división de honor del éxito musical. Se remezcló el disco japonés del 94 y se publicó con otro orden de canciones y el añadido de dos temas bajo el apropiado título de “Dysfunctional”. En esta segunda etapa de la formación clásica sacaron también un interesante disco llamado “Shadowlife” lleno de referencias al estilo Grunge y que no acabó de cuajar entre sus seguidores. Publicaron además un directo acústico que es una joya en sí mismo –no hay más que escuchar la versión de “Alone again” para comprobarlo- y un directo de la gira de “Dokken”/”Dysfunctional” para el mercado japonés bajo el título de “One Live Night”. El público no acabó de aceptar esta nueva propuesta musical y George Lynch volvió a abandonar la nave de nuevo, parece ser que fue el principal instigador de ese cambio de estilo hacia esos sonidos actuales que no acabó de cuajar; George Lynch, además de grandísimo músico, siempre ha estado interesado por explorar las nuevas tendencias musicales e incorporarlas a su propio estilo musical, presentando discos de resultados dispares.

                                                  Dokken: "Alone again". Vídeo oficial 1985.

                                   Dokken: "Alone again". Del acústico directo "One Live Night". 1996


                                                             Dokken reunión 1995-98.

Dokken continuó con Reb Beach, otro músico de gran categoría, de sustituto a la guitarra. Publicaron el espectacular disco “Erase The Slate” en 1999, recuperando ese sonido clásico tan característico del grupo. En la gira posterior grabaron el no menos espectacular directo “Live From The Sun” en el conocido Teatro Sun de Anaheim, California. Un año después también Jeff Pilson abandonó el grupo, según Don porque no quería seguir tocando los mismos temas todas las noches y quería hacer música nueva. Desde entonces Dokken ha seguido en activo de la mano de Don Dokken y acompañado casi siempre por Mick Brown, menos cuando ha girado con otros músicos como Ted Nugent. Curiosamente Jeff Pilson acabó realizando en 2003 un proyecto con George Lynch bautizado como LP, grabando un disco de título homónimo y que está muy bien, como casi todo lo que sale de esta saga.

                                      Dokken 1999: Ref Beach, Jeff Pilson, Don Dokken, Mick Brown.

El camino de Dokken no estuvo lleno de rosas con los ex miembros, como nos podemos imaginar. Don Dokken compró y obtuvo los derechos del grupo tras la marcha de los otros miembros, de hecho siempre fue su banda desde el inicio. Todos estos años no han perdido la oportunidad de despotricar unos contra otros. Eso sí, el grupo ha seguido sacando muy buena música. Tras algunos cambios entró en el grupo el guitarrista Jon Levin, alcanzado una estabilidad y un interesante tándem creativo Levin/Dokken, de hecho Jon era el abogado que llevaba las finanzas del grupo. Jon había dejado la guitarra para dedicarse a su carrera empresarial y la tocaba solo por hobbie, hasta que un día Don le escuchó y le ofreció el puesto en la banda. Tras el disco “Long Way Home” que sacaron en 2002 con John Norum como guitarrista, en el resto de los publicados hasta ahora –“Heel To Pay”, “Lightning Strikes Again” y “Broken Bones”; a cuál mejor, claro- figura Jon Levin como mano derecha de Dokken. Con respecto a la gira de presentación de “Long Way Home”, otro gran disco, tengo una anécdota muy cachonda. En esos días estaba John Norum en la banda y hacían gira europea –España excluida, claro-, conviene recordar que antes Dokken apenas habían pisado suelo europeo y, ante el miedo de no poderles ver en directo, nos decidimos a viajar hasta Paris para verles actuar en un pub; además, la presencia de Norum lo convertía en un doble reclamo.  Se trataba del último concierto de la gira y Don salió borracho a escena, con unos insoportables aires de grandeza y diciendo tonterías entre tema y tema. Para colmo el guitarra… no era John Norum, parece ser que Norum había discutido con Don y abandonó al grupo a falta de ese último show; vamos, una suerte loca. Imagino que John acabaría harto de las estupideces de Don Dokken y puede que de ahí viniese el lamentable estado que mostraba Don sobre el escenario de Le Plan. En ese concierto tocó Alex de Rosso y recuerdo que el bueno de Wild Mick destrozó su batería en la última canción del repertorio. Una noche entretenida. Desde luego que una biografía de Dokken tiene para llenar un buen puñado de páginas con entretenimiento de primera, aunque no es menos cierto que todos estos avatares nunca han mermado la calidad de su producción musical puesto que podemos decir que prácticamente todos sus discos de estudio son de gran categoría e inspiración.

                                   Dokken 2002: Mick Brown, Barry Sparks, Don Dokken, John Norum.

A lo largo de todos estos años los rumores de la formación clásica han ido apareciendo casi del mismo modo que los desmentidos y las críticas de unos miembros a otros. Aunque  lo cierto es que la formación clásica de Dokken se volvió a reunir sobre un escenario por tercera vez en 2009, ya un mes antes Dokken y Lynch Mob coincidieron en el festival japonés Loud Park y Don invitó a Lynch a subirse a escena durante el concierto de Dokken para tocar “Tooth and nail”. En el concierto que el grupo ofreció en Anaheim el 29 de Noviembre de 2009 actuaron los Dokken de Don y Mick Brown, pero en el bis aparecieron George Lynch y Jeff Pilson para tocar los temas “When heaven comes down” e “In my dreams” en lo que sería la primera vez que actuaban juntos desde el año 1998. Como todo lo que ocurre en el universo Dokken la situación fue algo bizarra. El grupo habitual terminó su set list y se retiró al camerino, la actuación era entre semana y la gente tenía que trabajar al día siguiente. El grupo tardó un cierto tiempo en salir de nuevo a escena, por lo que muchos de los asistentes pensaron que el show se había acabado y se marcharon a sus hogares pensando en las obligaciones del día siguiente. Imagino la cara que se les quedó cuando se enteraron que, tras un largo rato, salieron a escena de nuevo Don y Mick pero acompañados de Jeff  Pilson y George Lynch; me imagino a Don y a George discutiendo los minutos previos en el camerino. Por supuesto este hecho desató toda serie de rumores sobre una nueva vuelta de la formación clásica, de hecho parece que las conversaciones se habían producido y todo estaba bastante encarrilado. Don Dokken y George Lynch tenían previsto asistir al conocido programa de la VH1 That Metal Show, dirigido por el conocido locutor americano Eddie Trunk, toda una institución en el Hard Rock clásico americano. En un principio asistieron para hablar de la supuesta reunión de Dokken que estaba en marcha pero, según ha desvelado Don Dokken hace poco, recibió una llamada de Jeff Pilson esa misma mañana diciéndole que se echaba atrás para esa esperada reunión. De este modo los entrañables Don y George fueron al programa de la manita para decir que no sabían qué pasaría con la supuesta reunión que nunca llegó a producirse. Parece ser que en este tinglado cada uno tiene lo suyo.
Puede ser que por estos motivos un par de años más tarde, concretamente en 2012, saliese al mercado el disco de un grupo llamado Tooth & Nail con el título de “Slave To The Empire”. Bajo esta logo estaban George Lynch, Jeff Pilson y Mick Brown con cantantes invitados versionando temas clásicos de Dokken más alguno nuevo. Desde luego que muy poca gente podrá entender a estos tipos.

                                                Don Dokken y George Lynch juntos en entrevista.

Las desavenencias entre Don y George han sido explicadas hace podo por el propio Don Dokken. Aunque aquí ya no sabes de quién fiarte, hace poco nuestro querido angelito Don comentó que en la gira japonesa del año 95 para promocionar su disco de vuelta lo tuvo claro. Parece ser que el problema de George Lynch tiene que ver con el hecho de que el grupo se llame Dokken. Durante un ensayo Don, harto de la actitud de Lynch, le preguntó que dónde estaba el problema y  nuestro entrañable Mr Scary se dio la vuelta señalando el logo gigante del escenario en el que se leía el nombre del grupo. Don, con su particular y ácido sentido del humor, le vino a decir que era cierto que se trataba de su propio nombre pero también era el nombre del grupo, por lo que no había nada que hacer al respecto. Así, con deportividad. Don Dokken define al grupo como si de una propiedad inmobiliaria se tratase, Para él siempre fue una inversión, aunque hubiese una hipoteca que afrontar, al final acabas teniendo una propiedad que tiene su valor.

                                                      George Lynch y Don Dokken.

Tomar el camino sencillo nunca ha sido el estilo de esta pequeña familia tan descolocante. Incluso cuando se produjo el anuncio de la reunión a principios de verano, el bueno de Don aprovechó para cargar contra sus camaradas comentando que lo habían anunciado antes de que fuese oficial. Aunque lo bueno viene cuando explicó los motivos de la reunión. Nuestra querida alma solidaria comentó que se juntaban porque un promotor les había ofrecido una cantidad de dinero lo suficientemente alta como para no negarse. Argumentó Don que hace unos años le preguntaron por cuanto dinero reuniría a la formación clásica de Dokken, él puso una cifra con muchos ceros detrás y quince años más tarde ha venido un promotor a ofrecérselo. Incluso los otros miembros restantes hacen alusión a que la pasta es el motor que ha hecho que se vuelvan a juntar. Genial, una explicación a la altura de la que ofreció Ritchie Blackmore cuando le preguntaron por los motivos de la reunión del Mark II de Deep Purple en 1984. El entrañable hombre de negro replicó que lo hicieron básicamente por dinero y para molestar a la prensa. Grande Ritchie.
Incluso resulta curioso escuchar a Mick Brown argumentando todo el asunto del dinero y que no sabe cómo acabará todo. No hay que olvidar que su apodo de Wild se lo ha ganado a pulso este entrañable elemento que un día decidió robar y conducir un carro de golf acompañado de un par de chicas estando completamente bebido, me hubiese encantado ver al bueno de Mick derrapando con el dichoso coche destinado a transportar a esos estirados aprendices de golfistas de medio pelo. No puedo evitar recordar el momento en el que le vi en los camerinos después de su actuación con Ted Nugent en el fallido festival zaragozano Metalway de 2008. Asistimos a ese concierto porque el cartel tiraba de espaldas: Deep Purple, Thin Lizzy (John Sykes), Saxon, Ted Nugent, Iron Maiden, Avantasia y Barón entre otros. La tarde del viernes comenzó con los conciertos de Lizzy con Sykes –nada que ver con la actual pantomima de Black Star Riders que seguro enervará  a Phil Lynott allá dónde esté- y Ted Nugent con Wild Brown a la batería haciendo buena música y metiéndose sus ideas políticas en el taparrabos como suele hacer el bueno de Ted cuando no está en suelo americano, lástima que este tipo solo enarbole sus rancias ideas cuando está frente a los suyos; curioso. El caso es que, tras la actuación de The Nuge se desató una tormenta de dimensiones bíblicas que hizo que se suspendiese el resto del festival. En el backstage se encontraba Steve Morse, guitarrista de Purple, con cara de circunstancias mientras que por allí rondaba el bueno de Mick, mini de cubata en mano, ajeno a todo y disfrutando de la bebida gratis. Todo un crack. Pero esto es marginal.

                                 Wild Mick Brown conduciendo ebrio un carro de golf en un club distinguido.

Volviendo a la reunión. Por lo visto Don Dokken recibió una oferta tan suculenta que contactó con sus ex compinches para comentárselo. Según Don les han ofrecido un dinero que tardarían años en ganar con sus actuales trabajos. No sabemos cuánto hay de verdad y cuanto de espectáculo en estas afirmaciones, pero la realidad es que la gira de reunión está en marcha. Se trata de seis conciertos en tierras japonesas y un show de precalentamiento en EEU, concretamente en…Dakota de Sur; y grabándolo para su posible posterior edición. Tranquilamente; no hay problema, hablamos de Dokken.

                                                Dokken: Cartel promocional Dakota.

Nos explica Don Dokken que han recibido un millón de propuestas para actuar, grandes festivales como Sweden Rock, Wacken Festival o el M3 americano, pero que tiene claro que solo serán estos show japoneses y nada más. Estima que la formación actual de Dokken, compuesta por Jon Levin, Mick Brown, Chris McCarvil y él mismo, es la que debe seguir en activo y la reunión solo va a ser algo puntual. No lo pongo en duda, pero no puedo evitar que vuelvan a mi cabeza los comentarios del entrañable Bobby Blotzer sobre la fanfarronería de la que siempre ha hecho gala Don.

                          Dokken formación actual: Don Dokken, Jon Levin, Mick Brown, Chris McCarvil. 

Solo nos queda esperar lo que deparará el futuro en los próximos dos meses. Hablando de Dokken todo puede dar un giro de 360 grados en cualquier momento, con o sin contratos de por medio. En lo que a mí respecta solo puedo esperar disfrutar de este momento, una especie de Deja vu hasta llegar a esos especiales años de instituto en los que me grabaron en cinta – Dios bendiga los cassettes- esa barbaridad que respondía al nombre de “Back For The Attack” y que te ponía los pelos de punta desde el trepidante inicio de “Kiss of death” hasta el épico final con “Dream warriors”. El principal problema al que nos enfrentamos los que decidimos asistir a un concierto de Dokken es el estado vocal de Don. Nuestro querido cantante siempre tuvo un gusto especial por la melodía que se desprendía incluso de su propio registro vocal, el problema es que ha perdido casi todos sus registros. Imagino que fumar y beber como un cosaco no ayuda al siempre sufrido oficio de cantante de Rock –si hablamos de los cantautores, seguro que hasta ayuda a rebozarse en su mediocridad-, incluso Don publicó en los medios que se había sometido a una operación de cuerdas vocales para mejorar su estado de voz en lo que luego resultó ser una intervención y posterior quimio por problemas cancerígenos. Desde aquí le deseamos lo mejor a Don; el mundo necesita a Don Dokken, eso es seguro. Incluso hace tiempo publicó un reportaje en el que se mostraba como una persona nueva y cambiada, cansada de su status de cock rocker y paseando tranquilamente por su jardín mientras meditaba en voz alta sobre el sentido de la vida. Lo que desgraciadamente parece claro es que ya no va a recuperar ese tono vocal que nos llenó de felicidad a muchos de nosotros y que hace que pierdan muchos enteros las actuales interpretaciones en directo de la mayoría de sus temas. En lo que a mí respecta lo tendría muy claro, para los directos de la reunión debería dejar que Jeff Pilson hiciese las partes altas, el amigo Jeff sigue conservando una voz que, pese a no tener el toque melódico que tenía la de Don, es perfecta para estos menesteres. Como muestra aquí tenemos uno de los temas del disco “Flesh & Blood” de su grupo “War & Peace”.

                                                   War & Peace: "Kill for the love of God".

En fin, que no puedo por menos que alegrarme de la manera tan mediática que ha utilizado esta reunión para tomar forma y que espero ansioso las noticias que seguro irán apareciendo en los próximos días; para bien o para mal. Y en el caso de que finalmente suceda solo me queda cruzar los dedos para que hagan una gira europea, aunque no toquen en España –asunto que descarto desde ya mismo con la formación clásica-. Ver a Brown-Pilson-Lynch-Dokken juntos encima de un escenario es un motivo perfecto para montar un viajecito a cualquier lugar relevante.








                                         Dokken con el entrañable Freddy Krueger. Vídeo oficial.