Clube de Adictos a Deep Purple

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Púrpura Chess

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martes, 5 de abril de 2016

Deep Purple. Rock And Roll Hall Of Fame.



Deep Purple es uno de los grupos que serán incluidos este año en el prestigioso Salón de la Fama del Rock and Roll. La ceremonia se llevará a cabo el próximo ocho de Abril en el Barclays Center de Brooklyn, en Nueva York. Esta condecoración es una de las más prestigiosas que existen actualmente dentro del negocio musical aunque, como en la mayoría de estos casos, está demasiado condicionada por soterrados intereses comerciales que poco o nada tienen que ver con la calidad musical, creativa y artística de los artistas que nominan. Dicha ceremonia se realiza cada año, primero se seleccionan una serie de candidatos y durante unos meses todo el que quiera puede votarlos. Los que obtienen más votos son condecorados con este reconocimiento y se dispone una fastuosa ceremonia en la que recogen su trofeo y tocan en directo un pequeño set. Los problemas vienen a la hora de escarbar un poco en los criterios y jurados que se encargan de dichas pre selecciones amén de los medios para que el público vote por los nominados. El jurado suele ser siempre deliciosamente parcial, escogido por el propio Salón de la Fama y entre sus criterios para elegir a los grupos suelen aparecer premisas como que tengan una antigüedad de más de veinticinco años o que hayan obtenido algún single de éxito en las listas, como si para hacer buena música tuvieras que haber logrado meter un single en las listas de éxitos –los amantes del Rock Progresivo pueden salir de sus cavernas a la luz y montar en cólera con toda la razón del mundo-. Pero, aparte de este procedimiento de dudosa enjundia, todos los nominados pueden ser votados por la gente. Para poder hacerlo te tienes que meter en un enlace de internet de la también deliciosamente parcial y anti Rock n’ Roll revista Rolling Stone, así que nos encontramos con que el ingenuo seguidor de su grupo favorito se tiene que meter en esta repulsivamente mainstream publicación que, pese a llamarse como uno de los más reconocidos grupos de Rock n’ Roll, tiene menos Rock en sus venas que un botijo. Pero bueno, esto sí es Hollywood y la mayoría de bandas que despotrican contra esta asquerosa representación de toda la deliciosa superficialidad del show business en realidad resulta que pierden el culo por aparecer nominados; la adorable e imposible dualidad vital del mundo del arte.


                                        Museo del Rock n' Roll Hall Of Fame y su interior.

Pero si alguien sabe de espectáculo y entretenimiento esa es Norteamérica, de eso no hay duda. Otra de las cuestiones con las que suelen jugar los responsables del Salón de la Fama es el número de músicos a los que galardonan. Normalmente los grupos exitosos con más de veinticinco años han discutido entre sus integrantes doscientas mil veces, han cambiado formaciones, despotricado entre ellos y hecho las paces otras doscientas mil y, como consecuencia, pueden haber pasado por el grupo múltiples músicos. Lo lógico y normal sería galardonar a todos los integrantes; pero no, el Salón de la Fama selecciona solo a unos cuantos que ellos consideran esenciales, imagino que usando los mismos criterios de mierda que utilizan para las pre selecciones iniciales. El resultado suele ser que no todos están incluidos por lo que suelen aparecen las fricciones, diferencias de criterio y peleas dialécticas vía medios digitales de comunicación que generan más morbo y expectación de cara a la propia ceremonia. Vamos, pura carnaza que, reconozcámoslo, tiene su punto cachondo.

                Ritchie Blackmore.                   David Coverdale.                             Rod Evans.

                       Ian Gillan.                              Roger Glover.                       Glenn Hughes.

                                                  Jon Lord.                             Ian Paice.

Este año no es una excepción y, en lo que respecta a Deep Purple, no se han incluido a todos los miembros sino solo  a unos cuantos que la Academia ha considerado merecedores de tal galardón. Los músicos de Purple galardonados han sido Ritchie Blackmore, David Coverdale, Rod Evans, Ian Gillan, Roger Glover, Glenn Hughes, Jon Lord e Ian Paice. Una selección tan atómicamente subjetiva como inexplicable desde ningún posicionamiento. Han seleccionado a todos los miembros pertenecientes al llamado MARK II -el de los discos clásicos y el directo “Made In Japan”- y del MARK III -obviando al fallecido Tommy Bolin en lo que representa una evidente falta de tacto-, pero es que han seleccionado aleatoriamente a Rod Evans del MARK I o primera formación sin  contar con el bajista Nick Simper, perteneciente también a esa primera etapa. O todos o ninguno, pero no a medias. Supongo que han seleccionado a Rod Evans porque lleva en paradero desconocido desde los primeros años ochenta y supone nuevamente un morbo extra saber si asistirá a la ceremonia o no. La guinda a este estrepitoso pastel de inducciones supone el hecho de que no galardonen a Steve Morse y a Don Airey, miembros actuales del grupo que llevan más de veinte y diez años en la banda respectivamente. Una triste falta de tacto más que vuelve a dejar en un difícil lugar a los miembros de esta peculiar Academia. Aunque lo realmente alucinante son las supuestas explicaciones del propio Salón de la Fama para estas nominaciones, parece ser que han seleccionado al MARK II y MARK III por ser las más conocidas y exitosas, de la ausencia del tristemente fallecido Tommy Bolin no han dicho nada, de la inclusión de Rod Evans pero no de Nick Simper del MARK I han filtrado que era más significativa la presencia del vocalista y en cuanto a la exclusión de Morse y Airey -miembros actuales, no olvidemos- aducen que no han sido representativos de los discos más exitosos del grupo. Vaya tela.

                        Steve Morse.                          Don Airey.                             Tommy Bolin.

Todas estas nominaciones se hicieron públicas a mediados del pasado Diciembre como en años anteriores y, por supuesto, las declaraciones de los afectados no tardaron en ver la luz a través de las redes sociales. En general, con mayor o menor dosis de educación y buenas formas, han venido a criticar todo este entramado que tiene montado el susodicho Salón de la Fama. Conviene recordar que Deep Purple ya fueron preseleccionados en anteriores ocasiones pero no ha sido hasta este año que finalmente fueron escogidos. La escalada de declaraciones de unos y otros se ha ido desarrollando en estos meses y, como podéis imaginar, no tienen desperdicio por lo que vamos a pasar a comentarlas; los del Hall of Fame han vuelto a conseguir el ruido mediático que siempre buscan.


Nuestro querido batería Ian Paice comentó un par de días antes de hacerse público el resultado de las votaciones que le parecería muy complejo que saliesen Purple, comentaba que no veía claro a quién se induciría de todos los músicos que han formado parte de una de las sagas más numerosas y prolíficas de la Historia de la música. Nuestro querido y contumaz batería también explicaba que, pese a que él no tiene ningún tipo de problema a nivel personal con antiguos músicos del grupo como Glenn Hughes, David Coverdale o el propio Ritchie Blackmore, había que tener mucho cuidado con las sensibilidades de los propios músicos porque es bien sabido por todos de los roces y enemistades que existen entre muchos de ellos; de cualquier forma comenta que coincide con Glenn Hughes de vez en cuando y que, aunque hace tiempo que no habla con Coverdale o Blackmore –al que le desea que disfrute con lo que hace en la actualidad-, no hay ningún tipo de inconveniente con ellos. Además entendía que los miembros actuales Steve Morse, Don Airey y otros pasados como Tommy Bolin o Joe Lynn Turner también deberían ser galardonados. Comenta que toda la mierda que se vertió en el pasado no es más que eso: una cuestión del pasado. Sentencia finalmente que si se realiza alguna actuación en directo dentro del desarrollo de la gala, debe de ser con el acuerdo de todos los miembros involucrados en la historia del grupo.

                                                        Ian Paice.

Por otro lado Roger Glover, con sus comentarios  siempre sensatos y mesurados, comentaba que tenía sentimientos contrapuestos frente al tinglado de las inducciones al Hall Of Fame. Entiende primero que no deja de ser más que un invento que poco o nada tiene que ver con la música y que no le importa especialmente formar parte de ello aunque, no obstante, reconoce que se siente halagado por cualquier tipo de reconocimiento y que sería muy desconsiderado para sus fans realizar cualquier tipo de desprecio ante ellos por lo que no puede desligarse completamente y pasar de estas nominaciones. Además argumenta, también con criterio sensato, que le resulta ridículo que nominen a Deep Purple como un grupo meritorio de este reconocimiento solo por tener algún hit single. ¿Acaso se mide el talento y la repercusión de los grupos por sus singles en las listas de éxitos? Completamente de acuerdo.

                                                          Roger Glover.

Interesantes también resultan las declaraciones de Nick Simper. El bajista de las primera formación del grupo es otro de los especialmente ninguneados por su no inclusión entre el elenco de homenajeados. El amigo Simper reconoce haber sido muy ingenuo pensando que si galardonaban a los músicos del MARK I -están todos menos él- también habrían contado con su presencia, sin embargo está seguro de que la decisión no ha tenido nada que ver con los miembros del grupo; eso seguro. Una maniobra nada elegante por parte de los mandamases del Hall of Fame, que demuestran una vez más que la música les interesa un pimiento.

                                                             Nick Simper.

Por lo que respecta a Rod Evans, el cantante de la primera formación del grupo, su presencia en la gala todavía es una incógnita y me imagino que no se resolverá hasta el inico del propio evento. Como hemos comentado antes, tiene un morbo especial el hecho de saber si aparecerá por allí o no. Recordemos que lleva en paradero desconocido desde principios de los ochenta por el escabroso asunto de las actuaciones bajo el nombre de Deep Purple sin tener mingún tipo de licencia legal para realizarlas. Para quien no sepa nada de la historia se puede resumir de modo sencillo, conviene recordar que durante los primeros años ochenta el grupo se encontraba disuelto. En esos años Rod se encontraba fuera del negocio musical y un mánager sin escrúpulos parece ser que le convenció para actuar bajo el nombre de Deep Purple reclutando a unos músicos desconocidos. Evans aceptó y se anunciaron unos cuantos conciertos en suelo americano bajo la denominación de Deep Purple y con el reclamo de interpretar los clásicos del grupo, para nada se especificaba que no participaba en esa reunión ninguno de los músicos de la formación clásica. El resultado fue que el público asistente, ilusionado al creer que Gillan, Blackmore, Lord y compañía se habían vuelto a juntar, se llevó un chasco tremendo. Los miembros de la formación clásica -el llamado MARK II- se enteraron de las andanzas de Evans y puso a trabajar a toda su corte de abogados. El asunto es que el mánager de Rod le había hecho responsable a efectos legales al propio Evans, parece que sin él mismo lo supiese, y a nuestro querido vocalista le cayó una sentencia judicial de órdago. Por lo visto, a partir de ese momento desapareció de la vida pública, de hecho continúa en paradero desconocido. A partir de toda esta historia de los falsos Purple -o Bogus Deep Purple, como se les conoce comunmente- se redactaron las bases para la propiedad del nombre del grupo; para poder usarlo se debe contar al menos con la presencia de tres miembros de la formación clásica. Lo dicho, otra intriga más para que se froten las manos los organizadores.


                                                             Rod Evans.

Mención aparte merecen los comentarios que Ian Gillan ha ido filtrando durante estos meses a este respecto mediante entrevistas o comunicados en las redes sociales. Desde un primer momento ha dejado claro que no siente ningún respeto por una organización que, según él, no tiene la menor idea de lo que se cuece en el mundo de la música y no son capaces de ver más allá de sus propias narices. Los compara con el tipo de gente que después de ver el film “A Hard Day’s Night” decidió que el grupo The Monkees debería ser el equivalente a The Beatles en América; esto es un dardo envenenado y lo demás son tonterías. Ni que decir tiene que suscribo completamente dicha afirmación.
Gillan define a los representantes del Hall Of Fame como “groseros y arrogantes”; palabras textuales. No entiende que se haya nominado a la formación actual al completo, dejando fuera de los premios al guitarrista Steve Morse y al teclista Don Airey, músicos completamente integrados en la formación y que llevan más de veinte años con ellos. Considera una evidente falta de tacto esta nominación. Por otro lado asegura no entender en absoluto los criterios que han llevado al jurado a dilucidar a los escogidos. Parece ser que alguien cercano al comité de selección le comentó que los dos requisitos previos que tenían en cuenta para nominar serían por un lado que el grupo hubiese publicado música hace más de veinticinco años y por otro que hubiesen obtenido algún single de éxito en las listas de ventas. A Ian le parece ridículo que para medir el éxito y la repercusión de un grupo este deba haber obtenido un single de éxito. Se pregunta nuestro cantante favorito en un interesante ejercicio de mordaz ironía cuál será esa canción exitosa de Purple que les haya permitido pasar a ser elegibles: “Hush”, “Kentucky woman”, “Black night”, “Strange kind of woman”, “Child in time”, “Perfect strangers”, “Knocking at your back door” o quizás “Smoke on the water”; huelga todo comentario.
Además comenta que tiene sentimientos contrapuestos porque no le otorga ninguna credibilidad a esta asociación pero entiende que la familia, el público y los fans seguro que se sentirán honrados y orgullosos con la nominación y no quiere ser irrespetuoso con ellos. Nos recuerda que en su día compuso el tema “No laughing in heaven”, cuya letra versaba sobre el deseo de no ir al cielo por el tipo de gente con la que te tocaría convivir; para Ian el Rock n’ Roll Hall Of Fame representa la misma idea, exceptuando algunas excepciones. Le parece todo bastante ridículo, por lo que su respuesta a la Academia es muy simple: muchas gracias.
Acaba nuestra querida Garganta de Plata contando una anécdota. Nos dice que esa misma mañana recibió una invitación para la boda de unos antiguos amigos, desafortunadamente el resto de su familia no estaba invitada y le informaron de que tendría que sentarse al lado de su ex mujer –de la que se divorció hace unas décadas- en el banquete. Un cachondo Gillan nos comenta que sus amigos se sorprendieron mucho cuando les agradeció la invitación pero les informó de que no asistiría. Definitivamente este hombre, si no hubiera sido bendecido con ese deslumbrante chorro de voz, se podría haber dedicado perfectamente al mundo de la comedia como humorista sarcástico.

                                                        Ian Gillan.

Tampoco hay que perder onda de los comentarios que ha dejado caer Ritchie Blackmore con motivo de su nominación. Nuestro amigable Man In Black, que  siempre se ha caracterizado por desacreditar y burlarse públicamente de todo este entramado de premios y negocios de la industria musical, en un primer momento se descolgó con un agradecimiento hacia la Academia por el galardón a la vez que comentaba que no tenía claro lo que haría con respecto a su presencia en la ceremonia, unas declaraciones curiosas cuanto menos y que nos volvían a descolocar; algo a lo que Ritchie nos ha acostumbrado desde siempre y aspecto en el que ni si quiera los años parecen haberle relajado. Todo sea por hacerle la puñeta al bueno de Gillan, claro.

                                                               Ritchie Blackmore.

Pero la tormenta estaba a punto de desatarse. A mediados de Febrero pronunció unas declaraciones en las que acusaba a Bruce Payne, mánager de Deep Purple, de no permitirle asistir a la ceremonia de entrega de los premios del Hall Of Fame; toma ya. Según Blackmore el propio presidente del Hall Of Fame le habría informado de que el mánager de los “Deep Purple touring band” –una manera algo despectiva de referirse a la actual formación de Purple, un término anglosajón con el que suele restar credibilidad a los grupos de música que tienen miembros que no son los clásicos u originales- no permitía la presencia del adorable guitarrista en la ceremonia. Un sentido Ritchie comentaba que, pese a estar valorando positivamente asistir, ante estas informaciones decidió no presentarse a la entrega de los premios del próximo 8 de Abril. Agradecía a los fans por sus votaciones y lamentaba que no se le permitiese asistir. Blackmore en su estado más irónico, cáustico y puro, en un par de frases es capaz de encabronar a los Purple con Gillan a la cabeza, a su mánager e incluso al presidente del Hall Of Fame; delirante. De cualquier modo, la reciente operación de mano debido a la artritis que padece el guitarrista y que se le realizó el pasado mes parece otro argumento más que válido para que el entrañable Man In Black excuse su asitencia al acto. Veremos.

                                                  Bruce Payne y Roger Glover.

El propio presidente del Hall Of Fame, Joel Peresman, hizo pública una nota el día siguiente a las declaraciones de Blackmore en la que negaba que nadie le hubiese impedido a Ritchie asistir al evento del próximo 8 de Abril, por lo que esperaba que el rebelde guitarrista asistiera y disfrutara de su homenaje y galardón. Explicaba Peresman que ningún mánager tiene potestad para impedir a ningún galardonado su asistencia al evento. Comentaba en su comunicado que habló con Payne para posibilitar la reunión de  la formación clásica durante la actuación de la ceremonia, a lo que el mánager de Purple le informó de que el grupo solamente tocaría con su formación actual; lo único que buscaba era allanar los caminos para celebrar una ceremonia que incluyese a todos los nominados con esa actuación especial y única en directo que supondría la reunión de la formación clásica de Deep Purple, una formación que no sube junta a un escenario desde el 17 de Noviembre de 1993. El presidente del Hall Of Fame, que debe tener muy poco de tonto, aprovechó esta situación para devolver la pelota de la presencia y actuación en el evento a los campamentos de Gillan y Blackmore respectivamente.

                                                                   Joel Peresman.

Pero no pensemos que la cosa acabó aquí. Si hay algo claro desde que se rumoreó que Deep Purple serían introducidos en el Salón de la Fama es que no nos íbamos a aburrir en los meses posteriores a dicha nominación. Ese mismo día Ian Gillan emitió otro comunicado en el que comentaba que desde el grupo no tenían ningún deseo de disgustar ni ofender a nadie y por el respeto que tienen a sus fans habían asumido el compromiso de asistir a la ceremonia, recoger su premio y actuar en directo, pero la actuación la llevarían a cabo con la actual formación de la banda porque de cualquier otro modo lo hubiesen considerado una falta de respeto hacia Steve Morse y Don Airey, actuales miembros y que no fueron nominados a los galardones. Ian comentó que lo había hablado con David Coverdale y que este comprendía su postura, el propio Gillan agradece a David su comprensión en dicho comunicado, refiriéndose a él como un caballero. Aunque poco después, en una imposible nueva vuelta de tuerca para ver hasta dónde se puede estirar este asunto, comentó que lo habían valorado y que no tendrían ningún problema en contar con todos los demás ex miembros galardonados para interpretar todos juntos encima del escenario su archiconocido tema “Smoke on the water” en un bis. Aquí aparece de nuevo ese Gillan retorcidamente brillante y sarcástico devolviéndole la pelota a Ritchie Blackmore. Recuerdo las declaraciones que hicieron ambos músicos hace apenas un par de años en las que aseguraban enterrar el hacha de guerra y en las que se reconocían admiración y respeto mutuos, asegurando estar cansados de tanta animadversión ya entrados en sus setenta años respectivamente. No me creo nada, aquí no ha olvidado ni enterrado nada nadie. Resulta entretenido y cachondo el mordaz, punzante e irónico modo que tienen nuestros queridos protagonistas de seguir a la gresca, tantos años después. Reconozco que resulta curioso y divertido presenciar hoy en día, con todo lujo de detalles gracias a internet, los ingeniosos pasos que dan dentro de sus particulares arenas movedizas, tal vez solo por esto merezca la pena el penoso e impostado tinglado que tiene montado el circo del Salón de la Fama a su alrededor.

                                                       Ian Gillan y Ritchie Blackmore.

Tampoco podemos olvidar las declaraciones de todo un habitual en estos mentideros virtuales. No podía faltar en este aquelarre la opinión de Joe Lynn Turner. No olvidemos que Turner también formó parte de Deep Purple poniendo su gran voz en el estupendo disco “Slaves And Masters” y también tiene su opinión al respecto. Comenta el anterior vocalista de Rainbow –herido por no participar en la anunciada reunión de Ritchie y opinando de una manera bastante descalificativa y gratuita al respecto sobre la actual formación que ha anunciado Blackmore para sus tres conciertos veraniegos de vuelta al Rock- que el Hall Of Fame se ha convertido en algo tan estúpido como los Grammys, que es solo negocio y espectáculo, que no tiene nada que ver con el artista y que si fueran serios un grupo como Deep Purple debería haber recibido su condecoración hace más de veinticinco años. Para Joe Lynn está claro que si Ritchie asiste a la ceremonia Gillan y los suyos no aparecerán y viceversa. Piensa que actúan como críos y que no han sido capaces de crecer, madurar y chocar las manos más allá de sus diferencias en lo musical. Definitivamente las opiniones de Turner a este respecto y sobre la reunión de Rainbow bien merecen otra entrada por aquí.

                                                         Joe Lynn Turner.

Y para rematar tenemos también las opiniones de Glenn Hughes sobre todo este tinglado. El cantante poseedor de esa voz tan sobrenatural ha venido a comentar que agradece el reconocimiento de los medios, prensa y público por este galardón. Nos dice que ha hablado con David Coverdale y está al corriente del affair Gillan - Blackmore en cuanto a la presencia y posterior actuación en directo de los galardonados. Le resulta extraño que entre las nominaciones no se encuentre el tristemente fallecido guitarrista Tommy Bolin u otros ex miembros como Nick Simper. De cualquier modo entiende que él se encuentra nominado porque participó en el álbum “Burn” uno de los más exitosos y vendidos de la historia del grupo. Con respecto a la posición de Gillan y el resto del grupo en cuanto a la actuación en directo solo de la formación actual, Glenn solo viene a comentar que no tiene nada que ver con eso, que le gustaría y espera que le inviten a subirse al escenario, dejando los egos fuera para ofrecer un merecido homenaje a todos los fans. En otras palabras, que si por él es se sube a cantar y quien tenga cojones, que le acompañe.

                                                    Glenn Hughes.

Por su parte Lars Ulrich, batería de los famosos Metallica, ha vuelto a hacer pública una vez más su pasión por Deep Purple. Lars ya pidió públicamente el voto para Purple cuando se formalizaron las nominaciones y no perdido ocasión para reconocer todo lo que le ha marcado la música de estos tipos. Recuerda que durante su adolescencia existían tres grupos grandes dentro del Hard Rock: Deep Purple, Led Zeppelin y Black Sabbath. Sabbath representaban la vertiente más dura, Zeppelin tenían un rollo más Blues y de reconocimiento en Norteamérica pero, según Ulrich, no había otro grupo como Deep Purple. La capacidad musical e interpretativa de sus miembros, las composiciones o los directos llenos de energía y de improvisaciones, que podían convertir canciones de cinco minutos en temas de más de veinte y que permitían que cada show fuera completamente distinto al anterior, les otorgaban un aura única y especial. No soy un gran seguidor de Metallica, pero no puedo estar más que de acuerdo con las opiniones del díscolo batería. Se postula como uno de los presentadores de la gala, sin duda.

                                                     Lars Ulrich.

Con este panorama hay que reconocer que esta última semana promete bastante. Todavía no se sabe cómo acabará este embrollo, pero nadie puede negar que el tema está que arde.  Ayer mismo publicaba Ritchie Blackmore en su página oficial un enlace a una web alemana en la que ofrecía una entrevista; en alemán, claro, no podíamos esperar otra cosa de nuestro querido Ritchie. En la conversación comenta algún que otro detalle sobre la gala del próximo 8 de Abril y aprovecha para ironizar e irritar un poquito más a sus queridos Gillan, Turner y compañía. Lo que tengo muy claro es que no me despego de la pantalla la madrugada del próximo finde.








miércoles, 7 de enero de 2015

Rated X - Mother's Army. Nuevo grupo y nuevo disco.




Rated X, el grupo recientemente formado por Joe Lynn Turner, Carmine Appice, Karl Cochran y Tony Franklin, ha sacado a la venta en estas navidades su primer cd. El álbum, titulado también “Rated X”, es definitivamente uno de los discos del año. En un mundo en el que reinase la justicia estos tipos deberían aparcar todos sus proyectos musicales paralelos y lanzarse a la carretera presentando en directo este pedazo de disco por todas las grandes arenas del planeta. 

                                                         Rated X: "Rated X".

Lo curioso del asunto es que esta banda es lo más parecido a una nueva recreación de aquel fantástico grupo llamado Mother’s Army que nos sorprendió a todos a finales del año 1993. El cincuenta por ciento de la formación es la misma de aquel entonces, incluso el germen de Rated X contaba con un tercer miembro de aquella Armada de Madres. Joe Lynn Turner y Carmine Appice formaron parte del grupo inicial de los noventa, mientras que Jeff Watson, aunque al final no ha formado parte de estos Rated X, también era de la partida cuando este nuevo proyecto empezó a tomar forma a principios de 2014. Pero repasemos brevemente la historia de este super grupo.


El grupo empezó llamándose Mothers Army, sin apóstrofo, aunque a partir del segundo disco ya aparece la comilla distintiva del genitivo sajón. El proyecto partió de las ideas de Bob Daisley y Jeff Watson, que coincidieron junto a Carmine Appice en el disco en solitario que publicó Watson en 1992 bajo el título de “Lone Ranger”. Daisley venía de trabajar con músicos como Ozzy Osbourne o Gary Moore y me imagino que tendría ganas de formar parte de una banda real. Por su parte Jeff Watson venía de la disolución del estupendo grupo americano Night Ranger y encontró en Daisley al compañero perfecto para componer nueva música. En cuanto a Carmine Appice podemos decir que es un habitual de este tipo de reuniones de músicos de prestigio, el hombre lleva toda una vida intentando emular el éxito que cosechó en los sesenta con Vanilla Fudge o con sus colaboraciones en los discos de Rod Stewart. Para el puesto el vocalista tuvieron que dar más vueltas hasta poner a Joe Lynn Turner detrás del micrófono. En pleno 1992 la banda empezó contando con las labores vocales del conocido guitarrista y cantante Derek St. Holmes, conocido por formar parte del grupo de Ted Nugent. Después el puesto lo ocupó David Glen Eisley, estupendo vocalista que colaboró con Giuffria o con Craig Goldie entre otros, pero tampoco cuajó el asunto. El sustituto a la voz fue Will Seltzer, que aguantó hasta el año 1993 pero tampoco siguió en el grupo, aunque aparece en los créditos del primer disco haciéndose cargo de los coros. Justo en ese año Joe Lynn Turner fue sumarísimamente expulsado de Deep Purple debido a las presiones de la compañía discográfica, que quería una nueva reunión con Ian Gillan en un desesperado intento de vender más discos, y de un sector de seguidores que nunca vio con buenos ojos su inclusión en la mítica banda británica. Turner encontró en este nuevo grupo fue la oportunidad perfecta para volver a los ruedos discográficos y para intentar sacarse la dolorosa espina que le supuso su fallida experiencia Purple – dolor que se nota que le sigue acompañando a día de hoy - , aunque llegó cuando el disco ya estaba compuesto.

                          Mothers Army con Derek St. Holmes.                Mothers Army con Joe Lynn Turner.
                                             
 “Mothers Army” constituye el primer disco del grupo y fue editado a finales de 1993. Por aquel entonces el núcleo de la formación contaba con Bob Daisley al bajo y Jeff Watson a las guitarras, de hecho ellos dos son los principales compositores del álbum, mientras que para la batería contactaron con el omnipresente Carmine Appice y como vocalista reclutaron al conocido Joe Lynn Turner; a Turner le mandaron las composiciones prácticamente terminadas y simplemente las interpretó para la grabación, por lo que su implicación a nivel compositiva en el disco debió ser mínima. 

                                                      Mother's Army: "Mother's Army".

El resultado general es un gran álbum de Hard Rock, enérgico, áspero y contundente. Aquí nos encontramos canciones como “Dark side”, dura y directa, con líneas vocales sin fisuras ni concesiones. “Second nature” o "Dreamtime" también son poderosos números de Rock con una batería genial del siempre espectacular Carmine Appice. En general se nota bastante la ausencia en la composición de Joe Lynn Turner y sus melodías tan especiales y características, los temas tienen un aire más heavy, por decirlo de algún modo, incluso dos temas lentos como son “Memorial day” o “By your side” tienen ese toque distinto a la composición de Joe Lynn, lo que les otorga ese plus tan especial a la hora de escucharlas interpretadas por el cantante preferido de Ritchie Blackmore.

                                                    Mothers Army: "Dreamtime".

Para escuchar el siguiente disco del grupo hay que esperar hasta 1997, año de publicación de “Planet Earth”. En estos años empezó a dispararse el fenómeno de las colaboraciones entre músicos de distintas bandas, ellos mismos comenzaron a no llamarse grupos sino proyectos; en este sentido nuestro querido Joe Lynn Turner se ha ido convirtiendo, con el paso de los años, en adalid imprescindible de este fenómeno pues está involucrado en un sinfín de colaboraciones, proyectos, bandas paraleles y demás variantes.

                                                         Mothers Army: "Plant Earth".

Volvamos a “Planet Earth”. Es el disco más distanciado del sonido de Mother’s Army. Las canciones que conforman este álbum tienen un tempo más sosegado aunque el disco sigue siendo una referencia discográfica a tener muy en cuenta. Los autores de los temas son Bob Daisley, Jeff Watson y Carmine Appice. Podemos hablar de “Seas of eternity” que te envuelve en sus suaves brazos y te subyuga con ese toque Bluesy tan especial, o “Mother Earth” y ese rollo a lo Sinatra pero con un aire oscuro que la convierte en una canción especial.

                                                    Mother's Army: "Seas of eternity".

Al año siguiente, en 1998, publicaron “Fire on the Moon”. Se produce un cambio en la batería, el siempre inquieto buscador de tesoros Carmine Appice abandona la nave, supongo que al no ver dinero por ningún lado. El grupo recluta entonces al batería de sesión Ansley Dunbar; sí, el mismo que grabó a los tambores del excepcional disco “1987” de Whitesnake, un álbum con un sonido de batería endiablado y espectacular. En este tercer disco de los Mother’s Army la autoría de las canciones corre a cargo de Daisley, Watson y Joe Lynn Turner, notándose sobre manera el toque melódico de Joe Lynn en todas las melodías. Las canciones tienen ese aire de Hard Rock que destilaban los Rainbow más melódicos y el primer disco en solitario de Turner. Estamos hablando de temas potentes con una base rítmica que resuena con pegada y elegancia, una guitarra solista que lleva la voz cantante de la canción y unas melodías vocales explosivas, nada sencillas en su concepción y ejecución, de las que te atraviesan el cerebro y retienen poderosamente tu atención; vamos, Rock duro de primera categoría.

                                                     Mothers Army: "Fire on the Moon".

Nada más pinchar el cd nos topamos con “NDE”, un tema ampuloso, potente e intrigante, ideal para iniciar un disco. Otra gran canción es  “Fire in the moon” y ese inicio rockero con la guitarra solista de Watson poniéndote firme, un tema Rainbow con estribillo Turner cien por cien. También conviene reseñar “A day in the night” con esas rítmicas tan logradas, o “Do what I like”, un tema con esa cadencia melódica que tan bien sabe desarrollar Joe Lynn Turner. El disco lleva el ADN Turner por los cuatro costados. Desgraciadamente esta fue última referencia discográfica del grupo. Igual que llegaron desaparecieron del mapa sin ofrecer ni un solo show en directo. Lástima, otro proyecto al garete.

                                                        Mothers Army: "N.D.E."

De repente hace cosa de medio año Joe Lynn Turner empezó a hablar de…otro proyecto. El supuesto grupo contaba en sus filas con Tony Franklin, Bruce Kulick, Carmine Appice y el propio Turner, aunque pronto Kulick tuvo que abandonar la nave por problemas logísticos con su actual grupo Grand Funk Railroad y contaron con Jeff Watson; menos Bob Daisley prácticamente la formación de Mother’s Army. Poco importaba el nombre que le pusieran, aquello iba a sonar a nuestro querido grupo seguro. Los meses pasaron y apenas salían noticias al respecto, se barajaron distintos nombres – ninguno de ellos era Mother’s Army; lástima – pero nada de enjundia. Por el camino se quedó Jeff Watson, entrando en su lugar el también gran guitarrista Karl Cochran; Carl había colaborado en otras ocasiones con Turner, por lo que imagino que fue el propio Joe quién le invitó a formar parte del grupo.

                                     Legacy X.                                                 Rated X.

Un poco después se comunicó oficialmente que la formación llevaría el nombre de Rated X, antes se habían anunciado como Legacy X, avanzando un posible disco para finales de 2014. Un mes antes el grupo colgó en la red un vídeo clip de lo que podríamos considerar el primer single del cd. El tema resultó ser buenísimo, contundente y pegadizo; en otros términos, el heredero directo del último disco que publicó Mother’s Army en el 98. Ahora se trataba de comprobar si el resto del cd estaría a la altura, hay que tener en cuenta que muchos de estos proyectos se hacen en plan low cost, sin cuidar mucho ni llevar a cabo las inversiones necesarias para ofrecer un producto de alta calidad. El mes pasado se puso a la venta “Rated X”, el disco homónimo del grupo, colmando todas las
expectativas. 

                             Carmine Appice.                                          Joe Lynn Turner.

Se trata de un cd de gama alta, con un sonido cuidado y de calidad. En particular lleva un gran sonido de batería, aspecto desgraciadamente no muy habitual cuando hablamos de discos de Rock o de cualquier otro estilo musical, y es que, cuando nuestro mercenario preferido Carmine Appice está presente en una grabación, esta suele ser garante de sonido nítido y potente. Pero por encima de todo nos encontramos con grandes composiciones. Desde el inicio con “Get back my crowd” y “This is who I am” el grupo nos presenta sus principales credenciales: buen gusto, potencia y melodía. La comercialidad bien entendida de “Maybe tonight” se mezcla con la fuerza y el enganche de “On the way to Paradise” o con la densa “I don’t cry no more”, otro tema con ese regusto a los clásicos Rainbow

                                                  Rated X: "This is who I am". Vídeo oficial.

                               Tony Franklin.                                        Karl Cochran.

También tienen su peso específico los medios tiempos como “Lhasa”, que tiene un aire épico a “Memorial day”, o la espléndida balada made in Turner “Our love is not over” en la que el vocalista nos regala otra de sus imprescindibles y personales melodías. Estamos hablando, sin ningún género de dudas, de uno de los discos del año. Ahora solo queda cruzar los dedos y esperar que se produzca el milagro de su puesta en directo. Por increíble que parezca, hay rumores sobre una supuesta participación en un par de festivales en este año 2015, en cuyo caso habrá que ir preparando la cartera. De cualquier modo lo que está claro es que las navidades han tenido un calor especial gracias a Joe Lynn Turner y sus Rated X.

                                                  Rated X: "Fire and ice". Vídeo oficial.