Encuentros HUSH.
Este es un sitio musical, no nos engañemos, pero en el que nos vamos a acercar a la música que nos gusta desde distintos ángulos, cual prisma. Como ya dijo el añorado Jon Lord: la música es la forma de arte más elevada que existe; afirmación que, pese a disfrutar de otras manifestaciones artísticas, sostengo plenamente.
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This blog is basically a musical site. Here we talk about the music we like, using different angles. As dear and missed Jon Lord once said: “Music is the highest kind of Art that exists”. I think the same way too.
Acaba de salir a la venta el pasado mes la biografía del afamado
productor Ted Templeman. Escrita por
Greg Benoff y supervisada por el
mismísimo Ted, repasa en profundidad
la vida y el recorrido musical de uno de los productores más conocidos y
famosos de los años setenta, ochenta y noventa. En estos benditos tiempos en
los que todo Cristo se lanza a redactar sus memorias, la inesperada noticia
del libro de Templeman ha supuesto
una de las sorpresas del verano para algunos de nosotros. Ted Templeman ha producido durante su dilatada carrera a un buen
número de grupos, muchos de ellos superventas de platino como Aerosmith, Van Morrison, David Lee Roth, Montrose
o Sammy Hagar por citar algunos
ejemplos rápidos, pero sin duda pasará a la Historia como el descubridor de los
Doobie Brothers… y de Van Halen; por supuesto.
Doobie Brothers.
El libro es una bendición para los que disfrutamos con todos los datos
e informaciones relativas a los protagonistas, desde las cuestiones más
importantes y representativas hasta los detalles más insignificantes pero que
aportan datos en muchos casos desconocidos sobre los entresijos de nuestros
grupos preferidos. A pesar de su abultada información y número de letras
–imagino que nuestras nuevas generaciones palurdoguasaperas
no serían capaces ni de pasar del índice- está escrito de tal manera que
resulta de lectura amena y muy entretenida. El lenguaje está muy cuidado y
nuestro encantador Ted relata sus
avatares de una manera entretenida y respetuosa. Habla de los músicos a los que
ayudó a plasmar en disco algunas de sus mejores obras y para nada busca
carroña, trapos sucios ni cotilleos de segundas personas. Templeman asegura que lo que se narra en el libro lo presenció él
en primera persona. El tipo que ha estado tras los controles de los discos de Doobie Brothers, Van Morrison, Aerosmith
o Van Halen seguro que tiene unas
cuantas historias de primera mano que contar para hacer las delicias de los
seguidores de estos grupos. Y se agradece que las detalle y explique convenientemente.
Aerosmith.
Otra cosa que me ha gustado mucho es que en su biografía Templeman habla claro y sin falsas
modestias sobre las habilidades musicales de los músicos que han estado bajo su
supervisión. Es muy de agradecer que alguien con el oído y el talento innato
para diferenciar la música y las habilidades técnicas de los músicos que
escucha te hable de modo sencillo y con claridad de estos talentos y no de si
tal o cuál artista es lo más solo porque sea famoso; hablemos claro: hay mucha
gente que se queda en la parafernalia y lo superficial, desmereciendo a grandes
músicos porque no han alcanzado el éxito o lamiendo el culo de gente que
triunfa en las listas sin ni siquiera saber entonar o afinar una guitarra. Lo
normal es que cuando te cruzas con algún iluminado de estos en cualquier
conversación de bar te suelte su perolata
de necedades sacada de cualquier sitio menos de la escucha de los discos o los
directos de los grupos de los que habla escondiendo que la realidad es que no
suele tener ni puta idea sobre lo que afirma. Ted Templeman no tiene problemas en reconocer que se enamoró del
talento, la música y la cabeza de Eddie
Van Halen en cuanto lo vio en el Starwood
de Hollywood en 1977. También comenta al lector con total naturalidad que David Lee Roth tenía una voz tan
“difícil” que era casi imposible grabarle en condiciones. Nuestro inigualable Roth nunca se caracterizó por poseer un
vozarrón, eso desde luego, pero tiene una voz muy personal que encaja a la
perfección en cualquier Blues
elegante, sucio y sexy; de hecho creo que es de los pocos cantantes que canta
mejor ahora que cuando tenía veinte años. Y, aunque Templeman no tiene reparos en decir que en un principio pensó que
era necesario sustituir a David Lee
por Sammy Hagar… ¡antes incluso de
grabar el primer disco del grupo!, enseguida se dio cuenta de que nuestro
irrepetible Diamond Dave era
indispensable y tan artífice o más que el propio Eddie para que Van Halen
alcanzasen el mega estrellato.
Van Halen.
Así que cabe imaginarse que un libro en el que el productor de los
discos clásicos de Van Halen nos
cuenta todos los entresijos del proceso de creación y grabación de los mismos
pasa de inmediato a convertirse en lectura obligada del verano. No bromeo, me
he pasado mi semana enfermiza veraniega de cada año con la discografía Van
Halen & related mientras
degustaba la lectura de esta obra tomando un café helado en cualquier terraza
cutre, desierta y deliciosa frente al mar. Leer de las opiniones del propio Ted Templeman el relato sobre cómo Eddie Van Halen casi se volvió loco al
construir su propio estudio de grabación 5150
y su obsesión por encontrar el perfecto sonido para el afamado “1984” o enterarse de cómo David Lee Roth le dejó tirado a la hora
de producir su disco “Skyscraper”,
pese a que el propio Ted tuvo que
renunciar a producir el que sería el “Permanent
Vacation” de Aerosmith puesto
que en un principio Diamond Dave
requirió sus servicios para producir su “Rascacielos”, son solo un par de ejemplos
que hacen de su lectura algo imprescindible para todo aquel que sienta algo por
el universo Van Halen en particular
y por el Hard Rock americano en
general. Para todo el que quiera leerla está disponible la historia de Ted Templeman, un tipo con un oído e
intuición fuera de toda duda. El productor que consiguió que el mismísimo Steve Vai metiese en el disco la
primera toma que grabó de la guitarra solista del “Ladies’ nite in Buffalo” del explosivo “Eat’Em And Smile” de David
Lee Roth. Alguien tan perfeccionista como Vai quiso darle mil vueltas al solo de esa canción añadiendo un
buen número de efectos, pero Ted
grabó su primera toma en el estudio y se dio cuenta de que estaba ante la
buena, ¿Acaso se equivocaba?, desde luego que no.
Desde hace apenas una semana ha salido a la luz la noticia de que el
famoso guitarrista y compositor Eddie
Van Halen vuelve a tener serios problemas de salud relacionados con el cáncer.
Ni que decir tiene que en los medios de comunicación la noticia ha corrido como
la espuma, haciéndose eco de la supuesta recaída de uno de los músicos más importantes
e influyentes de la Historia moderna
de la música. Conviene recordar que al héroe de las seis cuerdas le detectaron
un cáncer de garganta focalizado en la lengua en el año dos mil. Por aquel
entonces paró toda actividad musical y se puso en manos de los especialistas
siguiendo un tratamiento que según se hizo público frenó la enfermedad. Los médicos
tuvieron que extirparle una tercera parte de su lengua.
El propio Eddie, fumador
empedernido y amigo de tomarse unas copas para calmar esos nervios derivados de
ser la estrella multitudinaria que es, se ha pasado todos estos años sosteniento
la teoría de que contrajo la enfermedad por la costumbre de morder las púas metálicas
con las que siempre ha tocado a la hora de hacer tapping –una técnica para
tocar el mástil de la guitarra con los dedos de ambas manos a la vez-. Y es
que, aunque haya gente que sostenga que tipos como el mismísimo Jimmy Page hayan usado esa técnica antes,
la realidad es que el entrañable Eddie
fue el primero que llevó al gran público una técnica que sin duda revolucionó
la manera de entender la guitarra de una manera solo comparable a la irrupción
de Jimi Hendrix a finales de los
sesenta. Por Dios, si el bueno de Page
no sería capaz ni de afinarle la guitarra a Eddie; aunque esto ya es otro tema. Sin Eddie Van Halen hoy no habría Yngwie
Malmsteen, Steve Vai o Paul Gilbert;
o, al menos, como todos los conocemos. Pero esto es marginal. Curiosamente, en
estos días en los que desgraciadamente Van
Halen vuelve a estar de actualidad, hasta algún médico ha desmentido esa
teoría del metal de la púa en la boca. Poco importa; si Eddie siente que ahí hay algo, es que seguro lo hay.
Los rumores vienen de fuentes como el poderoso tabloide TMZ. Dicen que el cáncer de Eddie Van Halen ha vuelto a resurgir y
que el músico lleva los últimos cinco años tratándose en una clínica de
Alemania. Como en todas las cosas de los Van
Halen, el secretismo es máximo y en estos momentos toda América está pendiente
del último chismorreo relacionado con el afamado músico. Por supuesto, ni
rastro de declaración oficial por parte del entrorno del guitarrista ni nada
por el estilo; las cosas en el universo Van
Halen funcionan con otro tipo de lógica.
De cualquier modo, conviene que nos pongamos en antecedentes. Antes
del verano David Lee Roth –que desde
que regresó al seno del grupo que revienta estadios en Norteamérica no ha
abierto la boca, algo rarísimo en un tipo con su incontinencia verbal- dejó
caer a los medios que existía la posibilidad de una serie de conciertos del
grupo en lo que sería el verano de 2019. Rápidamente la prensa se hizo eco de
una nueva reunión de la formación clásica de la banda con Eddie y Alex Van Halen/David
Lee Roth/Michael Anthony. Ni siquiera el propio Roth lo desmintió, dejando entrever que actuarían en el estadio de
los Yankees neoyorquinos. También
se supo que Anthony había dejado
libres algunas fechas del verano con su actual grupo The Circle, con Sammy Hagar de
cantante, en lo que tenía toda la pinta de ser el tramo de esa supuesta gira de
reunión. No hay que olvidar que Van
Halen es sinónimo de ventas superlativas, no en vano el propio Sammy Hagar –que Dios me libre, un
grandísimo cantante por otro lado– lleva años mendigando la posibilidad de
volver a tocar con Eddie y cada
cierto tiempo aparece en los medios de modo recurrente con una nueva historia
destinada a acabar tocando en el famoso grupo. En América Van Halen son muy grandes y el grupo lleva sin actuar desde el año
2015, por lo que la expectación por esa supuesta nueva gira era máxima. Y al
final todo se quedó en agua de borrajas sin mediar una solo explicación, algo
muy habitual en el entramado Van Halen.
Lo cierto es que salió algún rumor sobre unos supuestos problemas de salud del
núcleo de los hermanos Van Halen que
habrían parado toda la maquinaria, pero nada lo suficientemente fuerte hasta
las informaciones de estos últimos días. Es triste, pero tiene toda la pinta de
que lo de la recaída es algo cierto para el pesar del músico, de su entorno y
de todos sus seguidores. De hecho el propio Roth, tras estar cuatro años en el dique seco, ya ha anunciado una
serie de conciertos en Las Vegas con
su grupo en solitario. Al ser preguntado no afirmó nada sobre Eddie, pero dijo de manera rotunda que Van Halen había acabado; tristes
palabras que ningún seguidor del grupo estamos preparados para asumir, máxime si
es por motivos de salud de sus integrantes.
Como todo en América, esta cuestión se está sobredimensionando. Sin ir
más lejos hoy mismo saltaba la noticia de una mujer que se topó con Eddie Van Halen y se hizo una foto con él.
Conviene comentar que rara vez Eddie
se deja fotografiar fuera de escenarios o sesiones de fotos y que es un tipo
muy celoso de su intimidad; y eso está bien. Pues esta mujer no tuvo mejor idea
que colgar esa foto de sus redes sociales, concretamente en instagram, y
escribir un pequeño texto sobre su pasión por el músico que tiene tanto de
agradecimiento como de búsqueda de su momento de gloria y de estupidez. Ni que
decir tiene que la foto fue rápidamente borrada de las redes. Para eliminar
todo posible morbo debemos decir que en la foto se observa a un Eddie con una muy buena pinta a sus
actuales sesenta y cuatro años, al contrario de lo que han comentado algunos
buitres de la realidad virtual que desde el anonimato buscan como hienas su
siguiente víctima para sacarle las tripas en acto público sin apenas
ruborizarse al faltar a la realidad descaradamente.
No sabemos qué pasará con Eddie
Van Halen. Desde aquí le deseo lo mejor a uno de los músicos más especiales
e influyentes que ha dado la música, un tipo que consiguió sin proponérselo
revolucionar el Rock y cuyo nombre
ya está escrito en letras de oro. Esperemos que vuelva a ganar en esa lucha
contra la enfermedad y vuelva a hacernos felices interpretando su música como
solo él sabe.
Hablar del verano es hablar
de Van Halen, eso es un hecho y
cualquier seguidor de este grupo opina similar; de hecho la idea de estos
artículos sobre la música ideal para esta época del año procede de unos
escritos sobre este tema que se colgaron con anterioridad y que tenían como
protagonistas a Van Halen, David Lee
Roth y Sammy Hagar. Es que la
idiosincrasia y la filosofía vital de tipos como Eddie Van Halen, The Red Rocker o el irrepetible Diamond Dave reflejan un personalísimo
estilo, tanto en la música como en los textos, que encaja como un guante con el
espíritu de este momento del año.
David Lee Roth.Sammy Hagar.
La verdad es que para el
propósito de este texto podríamos haber elegido cualquier canción o disco de
las discografías solistas de Hagar, Roth
o del grupo Van Halen –la banda
madre y nave nodriza en la que todos aspiran a viajar–. Curiosamente tan solo
sacaría de este apartado un par de discos del grupo de Eddie: “Fair Warning” y
“Women And Children First”. Por los motivos que sean ambas obras, sobre
todo la primera de ellas, me resultan ideales para el invierno; ya se sabe, en
los extremos está lo interesante. Hemos seleccionado un par de ejemplos de
entre los menos famosos del grupo, algo que cuando se juega en territorio Van Halen resulta muy difícil; tal es
la calidad de la música que la privilegiada mente de Eddie Van Halen nos ha brindado que hablar de canciones menores
resulta ridículo. El nivel compositivo es altísimo, no encontrará el oyente
relleno en los discos de Van Halen.
Tan solo nos hemos decantado por dos temas que no son de los más famosos del
grupo.
Eddie Van Halen.
“Drop dead legs” pertenece al archifamoso superventas
“1984”, un álbum que como curiosidad
se publicó a finales de 1983 y que ha resultado ser uno de los discos más
exitosos de la Historia. En su momento algún iluminado lo criticó por el uso Pop de los teclados de Eddie Van Halen en el single “Jump”, una de esas canciones más
grandes que la vida y que prácticamente todo el mundo reconoce aunque no sepa
ni de qué grupo es. Recuerdo como si fuese ayer a un músico aspirante a
estrellita americano cuando vino a tocar como miembro de la banda de una
cantante Rock/Punk en la conocida
sala madrileña El Sol hace un montón
de años. Tuve la ocasión de mantener una charla fugaz en el backstage y nuestro encantador elemento,
que apostaría el alma a que cambiaría sin pudor de ropa interior y lamería
cuantos culos fuesen menester con tal de afinarle las guitarras a EVH, comenzó a burlarse de “Jump”. En ese mismo instante pensé que
semejante sujeto –que, por otro lado, no tocaba nada mal; todo hay que decirlo–
debía de ser idiota, por lo que le dejé en la misma puerta de los camerinos con
su perolata insufrible. A estas
alturas de película Eddie Van Halen
es uno de los músicos más reconocidos, innovadores e influyentes que ha dado la
música y no necesita demostrarle nada a nadie. Hace lo que le apetece y así
está bien, pero hay un cierto sector de fans del grupo en Norteamérica que
piensa que Van Halen no debería
haber metido teclados en su música; no hay que olvidar que el grupo de Eddie Van Halen es muy grande en
América y es inevitable que tenga que convivir con la polémica.
Volviendo a “Drop dead legs”, no deja de ser un
buen Blues. Se trata de una canción
cadenciosa con unos acordes gordos y poderosos de la guitarra de Eddie que comandan todo el tema. La
melodía y la inteligente letra de David
Lee Roth ponen la guinda al pastel. Un tipo como Roth ha vivido tantas vidas en una sola que se puede pasar hasta el
final de los tiempos escribiendo textos ocurrentes. Tengo grabado a fuego en mi
retina el subidón que me dio cuando el grupo interpretó esta canción en directo
durante el show que ofrecieron en el Nikon
At Beach de New York en lo que ha sido hasta la fecha su última gira en
directo.
Van Halen: "Drop dead legs".
En lo que respecta a “Man on a misión”, es una canción
perteneciente a la también época dorada de Sammy
Hagar como cantante. Apareció en el imprescindible disco “For Unlawful Carnal Knoledge”, también
conocido como “FUCK”, un título que
supuso una vuelta de tuerca a la todopoderosa censura americana de esos años.
Este disco acabó siendo uno de los más reconocidos con Sammy Hagar, si no el que más, por
parte de prensa y público. De la gira americana de presentación salieron las
grabaciones para el que sería el primer doble álbum en vivo que nos regaló la
formación de los hermanos Van Halen,
bajo el título de “Van Halen Live: Right
Here, Right Now”; este título está tomado de una de las canciones más
exitosas y bonitas del propio “FUCK”.
La discografía al completo de Van Halen
con Sammy Hagar –o Van
Hagar, como suelen llamarlos algunos de sus detractores– es perfecta:
cuatro discos de estudio y un directo excepcionales y cuatro canciones inéditas
en dos recopilatorios de primerísima calidad. Personalmente mi favorito es “OU812”, uno de los discos más
variados, inspirados y con más personalidad que he escuchado nunca, pero
recuerdo haber pasado varios veranos de mi adolescencia circulando en bicicleta
junto a los amigos bajo el sol de después de la comida mientras nos dirigíamos
a cualquier pantano de los alrededores –sin casco y para no bañarme– con la música de “FUCK” como banda sonora en mi walkman.
Recuerdos.
La canción es pegadiza a más
no poder. Tiene un riff de inicio
marca de la casa de EVH, además
empieza con la vacilada de meterlo en otro tono durante los primeros compases
para enseguida entrar todo el grupo a por todas.Es uno de esos temas que hacen que no puedas
dejar de moverte mientras lo escuchas, tiene eso que algunos llaman groove. Una canción con ritmo y con un
estribillo que se te mete en el cerebro para no salir. Sammy Hagar lo borda a la voz y demuestra una vez más por qué Eddie Van Halen lo fichó para sustituir
a Roth, este hombre le dio los mejores
años de su vida a Van Halen. Especialmente
interesante resulta la parte posterior al solo de guitarra, con un bonito juego
guitarra/voz para volver a recuperar el tema y acabar por todo lo alto. Para la
mayoría de los grupos un tema así sería estrella de su catálogo, para Van Halen no es más que otra canción de
su fondo de armario. Menudo armario.
Llegan los calores estivales y hablar de Van Halen resulta algo
natural; es más, diría que no es posible entender el verano sin el entrañable
combo comandado por el genial guitarrista Eddie y su carismático
vocalista David. Canciones como “Panama”, “Unchained”, “Drop dead
legs”, “Dreams” o “Summer nights” están indisolublemente ligadas a
la banda sonora ideal que se programa dentro de los cerebros de muchos de
nosotros cuando llega la subida de temperaturas. Hace ya muchos años -tal vez
demasiados- que Van Halen suele ser noticia por cuestiones que tocan el
asunto musical solo tangencialmente y eso nunca debería ser una buena noticia,
aunque no podemos negar que llega a tener su interés seguir las evoluciones de
la disfuncional familia que conforman Eddie, Sam, Dave &
Co. Hace apenas unas semanas, a raíz de unas declaraciones de Sammy
Hagar y Michael Anthony, saltó un nuevo rumor en el que se situaba
al grupo bajo la posibilidad de realizar una gira conjunta con los dos
cantantes: David Lee Roth y Sammy Hagar; parece que nos olvidamos
de Gary Cherone. El propio Sammy ha comentado que sería como un
regalo para los fans e incluso ha indicado cómo podría ser el doble set list
a representar por el grupo, cada uno con un vocalista. Por su parte Michael
Anthony ha dicho hace apenas un par de semanas que cada repertorio podría
durar una hora y que seguro que el público quedaría encantado con las dos
puestas en escena de cada vocalista.
David Lee Roth. Sammy Hagar.
Por supuesto, nadie desde el actual campamento de Van Halen se
ha pronunciado al respecto. Si por algo se está caracterizando últimamente David
Lee Roth -el otrora orador continuo que aprovechaba cualquier oportunidad
para regalarnos alguno de sus impagables speeches- es por su mutismo en
los medios y si hablamos de Eddie Van Halen debemos decir que siempre se
ha caracterizado por no soltar una sola palabra a una prensa que estoy seguro
que detesta... e imagino que con razón.
Eddie Van Halen.
Aunque hay elementos que nos hacen sospechar un ligero acercamiento
entre Dave Roth y Michael Anthony. En 2013 David comentó
que una de las marcas distintivas y características del sonido de Van Halen
eran los coros agudos de Michael Anthony, el propio Roth asumía
el problema que debía tener Eddie con Anthony aunque reconocía
esta aportación a la esencia del grupo. Sin embargo el hecho más relevante se
ha producido hace apenas un mes. Desgraciadamente nuestro sufrido bajista
perdió a su nieto de dos semanas Rex por una enfermedad cardiaca. El
propio Anthony acto seguido formó una fundación para investigar y
concienciar sobre este problema. A los pocos días Michael Anthony
informó a la prensa de que el mismísimo David Lee Roth había realizado
una donación a su fundación por valor de 10.000 dólares y que supone la mayor
donación recibida para dicha fundación, ante su sorpresa Michael se puso
en contacto vía email con la agencia que le comunicó la donación y acabó
confirmando que Diamond Dave había realizado dicho gesto a la vez que le
devolvía el correo electrónico deseándole lo mejor a Anthony y su familia. David Lee Roth: class
act.
Michael Anthony.
David Lee Roth.
Todos estos chismes y comentarios llevan siendo algo habitual dentro
de la dinámica de Van Halen en los
últimos años. Tras miles de rumores, dimes y diretes, comunicados y
desmentidos, el pasado año 2007 -Dios mío, cómo pasa el tiempo- se produjo el
milagro: Eddie Van Halen y David Lee Roth se presentaban de
manera conjunta ante la prensa para anunciar que ambos volvían a subirse a los
escenarios bajo la denominación de Van Halen. El grupo se completaba con
el batería Alex Van Halen, como no podía ser de otro modo, y con la
sorpresa de la presencia de Wolfgang Van Halen -hijo del propio Eddie-
al bajo sustituyendo al entrañable Michael Anthony. Esta formación nos
ha llenado de felicidad a muchos de nosotros a lo largo de esta década,
realizando tres giras por EEUU y publicando por fin un nuevo disco en estudio.
Conviene recordar que el último redondo de Van Halen con David Lee
Roth databa del año 1983, por lo que la expectación fue máxima y resultó un
placer comprobar cómo Van Halen y David Lee Roth volvían a reinar
en el colorido mundo musical. Poca gente en el mundo del espectáculo se merece
todo el éxito y reconocimiento como David Lee Roth, nuestro adorado Diamond
Dave ha pasado por muchas vicisitudes a lo largo de su dilatada carrera
artística; estos avatares merecen otra entrada en estas páginas, seguro. Si a
este nuevo disco en estudio se le suma la publicación del primer doble en
directo de esta formación, cosa que ocurrió el pasado 2015, la felicidad no
podía estar más justificada. Un doble en directo de los de toda la vida,
recogido de sus actuaciones japonesas. Resultaron muy cachondas las críticas
que el querido Sammy Hagar escupió
por su boca, que si no había feeling,
que si se detestaban y eso se notaba, que si la producción, que si tal y cuál;
lo de siempre. El dichoso directo levantó muchas ampollas, sobre todo en lo que
respecta a las voces de Roth, aunque
muchos músicos se posicionaron a favor de Diamond
Dave. Entre las opiniones más atómicas estaba la de Frank Hannon, el guitarrista de Tesla sentó cátedra cuando dijo que el directo de Van Halen titulado “Live At Tokyo Dome” era una pasada, un sueño para todos los que
como él crecieron con discos como “Van
Halen II”, “Women And Children first” o
“Fair Warning”, y que el que quisiera buscar un disco con perfectas voces
cristalinas debería comprarse el directo del grupo One Direction. No puedo estar más de acuerdo. Soy muy fan de Van Halen en cualquiera de sus
vertientes, pasé la etapa de exclusividad con David Lee Roth –es ridículo no vibrar con los discos y las voces de
la etapa de Sammy Hagar, de hecho
esas canciones me llevan acompañando desde la adolescencia-, incluso me quedé
en casa cuando Van Halen nos
visitaron en el 95 presentando el discazo “Balance”
con una banda en su plenitud y con un Sammy
Hagar pletórico. Creo que es una de las cosas que no he hecho en mi vida de
la que más me arrepiento. No obstante, pese a que la producción del directo de
Tokyo suena más cruda y en consonancia con esos primeros discos del grupo, uno
no tiene más que escuchar ese inicio asesino de “Unchained” para quedarse prendado del disco o la trepidante “I’m the one” para alcanzar a
comprender el porqué este grupo es tan especial y único.
Van Halen: "Unchained". "Live Tokyo Dome".
Van Halen: "I'm the one". "Live Tokyo Dome".
Pero volvamos a los últimos acontecimientos de esta familia tan
desconcertante. Mientras todo esto ocurría se producían los encontronazos,
acusaciones y zancadillas verbales entre el campamento de los hermanos Van
Halen y el de Sammy Hagar/Michael Anthony. Conviene comentar que David
Lee Roth y Sammy Hagar siempre han jugado un papel de rivales dentro
de esta peculiar familia y se han dedicado a lanzar mierda, con mayor o menor
clase, cuando se han encontrado fuera de la multimillonaria banda. Imagino que
este enfrentamiento obedece más a la posición artística y económica que les
confronta, lo que está claro es que las perlas que se han dedicado a lo largo
de todos estos años no tienen desperdicio. El colofón final a toda esta hilarante
historia acaeció cuando ambos vocalistas, pese a seguir detestándose, unieron
sus fuerzas para un doble cartel atómico que recorrió los States bajo el
acertado nombre de “Sam & Dave” -lo que no se le puede negar a esta
gente es que sabe de qué va esto del negocio del espectáculo y ambos tienen
mucha clase- y que supuso todo un éxito durante ese verano de 2002; impagables
horas de diversión las que nos ofrecieron, dentro y fuera de los escenarios.
Como os podéis imaginar, las anécdotas salvajes se cuentan por cientos: burlas
del campamento Hagar sobre la actitud de divo de David Lee Roth,
referencias por la parte de Diamond Dave sobre el sobrepeso de Sammy...;
un momento impagable se produjo cuando David Lee quiso entrar en la zona
de prensa del backstage de uno de los shows y tuvo que esperar
pacientemente en su camerino para no toparse con el bueno de Sammy. Ni
que decir tiene que, pese a actuar consecutivamente, en ningún concierto
llegaron a compartir escenario a la vez para cantar algún tema. Y todo esto
aderezado de grandes canciones que rebozan frescura, juventud y retratan con
letras de oro a toda una generación. Lo dicho: horas de diversión y espectáculo
con mayúsculas.
Sam & Dave Tour. Presentación en prensa. Durante estos últimos diez años la relación de Eddie Van Halen
con el bueno de Michael Anthony ha sido bastante confusa. Nuestro
querido bajista se ha comido unos cuantos marrones en la banda de los hermanos,
fue él quien tuvo que explicarle a la prensa que David Lee Roth no era
capaz de cantar adecuadamente durante el fallido intento de reunión en el año
1996 para el que publicaron el recopilatorio “Best Of Vol I” incluyendo
un par de temas nuevos con Roth. De hecho continuó en el tour de reunión
del grupo con Hagar que llevaron a cabo unos años más tarde, el propio Anthony
tuvo que acceder a rebajarse el sueldo si quería seguir siendo de la partida...
y todo ello gracias a la presión de Sammy Hagar para que siguiese en el
grupo. Sammy Hagar y Michael Anthony han cimentado una verdadera
relación de amistad a lo largo de los muchos años que hace que se conocen y no
ha sido nada raro escuchar regularmente a Sammy salir en defensa de Michael
cada vez que le han criticado desde el seno de Van Halen. En estos años Eddie
Van Halen ha dicho unas cuantas cosas muy feas sobre su bajista original:
que si no sabía tocar una sola nota, que si su voz en falsete no era importante
o que si en la gira Anthony tenía que ir con una cámara grabando a Eddie
cómo tocaba para aprender. Totalmente innecesario ese ensañamiento con el pobre
Michael, que siempre ha sido el miembro menos problemático en cuestión
de egos dentro del grupo. Una cosa es que le quiera echar del grupo, si tu jefe
decide prescindir de tus servicios no te queda otra que coger tus bártulos y largarte
con viento fresco -con tu consiguiente indemnización por despido, claro-.
Te puede gustar más o menos, pero ahí no hay nada que objetar. A estas alturas
pienso que todos tenemos claro que Van Halen es el grupo de Eddie
y, pese a la importancia de Roth o Hagar, sin él nunca hubiera
habido Van Halen; al César lo que es del César. Lo que
está mal es largar mierda de la persona que te acompañó en la banda durante
casi treinta años. Curiosamente hace unos meses el bueno de Anthony comentó a la prensa que había
hablado por teléfono con Alex Van Halen,
llevaba diez años sin saber nada del grupo y sorprendentemente Alex se puso en contacto con él para
charlar y ver cómo iban sus respectivas vidas. Algo tan simple y trivial cobra
un sentido especial si nos referimos al extraño y fascinante universo Van Halen. Respondiendo a la pregunta
del periodista, el propio Michael
comentó que no tenía intención de ponerse en contacto con los hermanos Halen, pero estaba abierto a cualquier
tipo de colaboración en el futuro. No hay que olvidar que Wolfgang, el bajista de los últimos tours de reunión e hijo de Eddie, ha anunciado recientemente que
tiene intención de lanzarse en solitario. Interesante.
Eddie Van Halen y Michael Anthony.
Más compleja resulta la relación entre Sammy Hagar y Eddie Van
Halen. Una amistad que comenzó a mediados de los ochenta y que duró hasta
el año 1995 regalándonos a los fans una segunda y nueva vida del grupo. Tras
echarse encima toda la mierda que pudieron, aparentemente hicieron las paces
para una gira americana en el verano de 2004. Aquello acabó como el rosario de
la aurora, desde el inicio la cosa se torció puesto que Eddie no quería a Michael
Anthony en el grupo y tuvo que aceptarlo debido a la insistencia de Hagar –aunque le bajó el sueldo y los
beneficios del merchandising-. Tras
aquella gira separaron definitivamente sus caminos. Los años siguientes hemos
asistido a numerosos episodios, a cuál más triste o cachondo, desde las mutuas
descalificaciones hasta la supuesta negativa de los hermanos a permitir
interpretar temas de Van Halen en
los conciertos en solitario de Sammy.
Tal vez el episodio más desagradable y ridículo se produjo el pasado año a raíz
de las innecesarias descalificaciones públicas de Eddie sobre Michael Anthony.
La respuesta pública de Hagar estuvo
a la altura del dislate general. Nuestro amigable Sammy se dedicó a lanzar mierda sobre la nueva unión de David Lee Roth y Eddie Van Halen comentando que se notaba que no había química allí
y que se notaba en los directos –no sé si nuestro adorable vocalista asistiría
a algunos de esos shows para formarse una opinión tan gratuita-, aunque lo
gordo llego cuando se refirió específicamente a esos descalificativos sobre Anthony. Nuestro cantante favorito
llamó a Eddie Van Halen mentiroso y
le mandó a la mierda –textualmente-; vamos, una entrañable reunión de colegas.
Sammy Hagar y Eddie Van Halen. Gira 2004.
Resulta altamente interesante el hecho de que Sammy Hagar se haya pasado todo este tiempo lanzando toda la mierda
que ha podido contra Eddie y ahora
nos cuente que añora la amistad y lo que consiguieron crear juntos durante los
años de su estancia en Van Halen.
Justo como Dave Roth cuando ha
estado fuera del grupo. Ninguno parece necesitar a Eddie, de ello se jactan en sus diferentes apariciones públicas,
pero luego resulta que todos pierden el culo por tocar en Van Halen. En fin. Recientemente Sammy Hagar ha hecho esfuerzos por recuperar la amistad con Eddie. Según el propio Sammy, a raíz de los fallecimientos de
importantes artistas como David Bowie o Glenn Frey, se dio cuente de que no
podía seguir enfadado con Eddie. La
vida era demasiado corta para esos resentimientos y decidió mandarle una
felicitación a Eddie Van Halen por
su cumpleaños, Eddie le contestó
cortésmente y ya está. El bueno de Hagar,
lleno de nobles sentimientos, encontró adecuado contarle esto a la prensa. Sammy no tiene interés en reunirse con
el grupo, solo era por acabar con las malas vibraciones; vaya, claro.
Sammy Hagar.
El asunto es que esto ocurrió el pasado año. Pues recientemente un
desinteresado Hagar ha vuelto a
rajar a la prensa comentando que esperaba que Eddie le devolviese la felicitación por su cumpleaños, cosa que
parece no haber pasado y que le ha disgustado. No acabo de seguir al bueno de Sammy. Es evidente que no necesita
dinero, nuestro hombre ha sido brillante con sus negocios y ahora está forrado;
incluso apareció en la prestigiosa revista Forbes
con motivo de la venta de las acciones de su Tequila patentado Cabo Wabo, solo por hablar de algunas
de sus acertadas inversiones empresariales. Ni siquiera necesita grupo, tiene
una espléndida discografía en solitario y las súper bandas Chickenfoot y The Circle;aunque está claro que en América no
hay nada como Van Halen, supongo que
no es lo mismo hacerse una gira de cuatro meses por estadios que tocar
intermitentemente en recintos de mediano y pequeño aforo. Una cosa es obvia: está
más interesado en volver a actuar con Van
Halen que un político español en trincar de las arcas estatales . Es por esto que esta última perla que han lanzado de Van Halen
con los dos vocalistas tiene su miga. Veremos qué pasa: Imagino que David Lee Roth, desde la actual
posición de poder que ostenta y que nunca debió perder, no aceptará compartir
escenario con Sammy Hagar ni en mil
vidas; aunque cosas más raras se han visto. De cualquier modo el verano Van Halen se vuelve a presentar
interesante. Y si por un casual se produce la alineación interestelar total y
estos tipos son capaces de subirse juntos a un escenario, no me lo pierdo por
nada del mundo.